El "incómodo punto medio"
Publicado por JeshuaMorbus en el blog El blog de JeshuaMorbus. Vistas: 337
A muchos nos ha ocurrido que no nos tomen en serio, ya sea en un bando o en otro. Por alguna razón, nunca estamos a la altura de nadie, a pesar de que siempre nos solicitan que estemos en el bando que tanto nos critica.
Cuando somos débiles, no servimos; cuando somos torpes, no somos útiles; cuando somos ignorantes, nos mandan de vuelta a estudiar lo que a los demás les conviene.
Pero hay veces que, aún a sabiendas que somos competentes en mucho de lo que hacemos, seguimos siendo criticados por no poseer ese conocimiento, fortaleza o habilidad en concreto.
Eso puede ser cosa de lo que yo llamo "el incómodo punto medio" (IPM).
¿No os ha pasado que vuestros padres han criticado la falta de un conocimiento concreto porque atendías al abuelo y que el abuelo ha criticado la educación de sus nietos a sus padres? Eso es un caso de IPM.
¿Ha ocurrido que vuestros amigos urbanitas os consideran paletos de campo y que los nombrados paletos de campo os denominan urbanitas? Otro caso de IPM.
¿Y aquellos que os consideran brutos? ¿No desean que seáis más delicados cuando aquellos brutos que os rodean os señalan que sois demasiado detallistas? IPM, IPM y más IPM.
Y uno se parará a preguntar qué pasa y qué podríamos hacer para solucionarlo.
Lo que pasa es que el mundo es exigente y el mundo está lleno de gente criticona que sólo admite solucionar los problemas a su manera. Así que, si surge una persona de pensamiento flexible o, al menos, de conocimientos más extensos y menos dogmáticos, siempre se cebarán en ellas, siempre señalando lo negativo y rara vez lo positivo, incluso si aquella persona incursa en ese incómodo punto medio ha solucionado el problema de una forma tan competente como el que critica.
Si existiera una escala de opuestos de diez a menos diez, el punto incómodo siempre se movería entre cinco y menos cinco. Ergo, si eres un urbanita que se mueve habitualmente por regiones rurales para hacer trabajos en el campo, siempre serás criticado como urbanita por los rurales y los rurales te acusarán de lo contrario.
Así que, desde mi punto de vista, sólo existen tres soluciones:
1- Elige bando y atente sólo a lo que ese bando te recomienda, sugiere y, cómo no, exige.
2- Soportar y capear críticas, a pesar de todo. No tienes que pedir disculpas por comportarte tal como eres.
3- ¿Ellos critican? Nadie ha dicho que no puedas devolverles el golpe con críticas propias.
Como sea, con este mundo en el que todos tenemos que hacer "un poco de todo", hay cada vez más IPMs. Puestos de trabajo, proyectos personales, exigencias familiares... siempre sabremos un poco de todo, pero nunca lo suficiente ni en la medida exigida por aquellos que observan.
Sólo "somos". Vivir una vida por uno mismo es algo a lo que deberíamos aspirar.
Hasta más leer,
Jeshua Morbus
a Juanjomaster, Liza White y Ichiinou les gusta esto.
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