El Cebollismo Ilustrado: Romper el molde de los tres actos.

Publicado por Gamenor en el blog El blog de Gamenor. Vistas: 220

En una obra de ficción, usualmente se suele presentar una estructura básica definida hace tiempo. La llamada estructura de tres actos. En primera instancia se nos presenta el entorno donde se desarrolla la obra, conocemos a sus personajes, se establece el tono, y cualquier intención que el autor tenga con la obra usualmente queda definida en el primer acto. También cabe mencionar las armas de Chéjov pero eso ya es entrar en detalles. En el segundo, vemos cómo los eventos se van desarrollando, el autor juega con los personajes, les da más profundidad, la mayoría de los eventos importantes empiezan a sucederse hasta que llegamos al tercer acto. Éste tercer acto es en el que sucede el clímax de la historia. Si hubo armas de Chéjov en el primer acto, toca dispararlas aquí, pero nuevamente, eso ya es decir demasiado. Y por supuesto si hay un prólogo o un epílogo suceden antes o después del tercer acto. Algo que he notado mientras escribía ésto es cómo el prólogo suele solaparse en funciones con el primer acto, mientras que el epílogo no suele hacer lo propio con el tercer acto, si no que más bien, lo usual es que relaje el tono alto del mismo. Nuevamente, me estoy yendo por las ramas.


Particularmente cuando se escribe ficción, y más en éstos días, uno trata de destacarse evitando todos los clichés posibles, subvirtiendo o parodiando tropos, dependiendo un poco de la seriedad del autor y de su obra, y en general tratando de hacer las cosas distinto. Y sin embargo muchos fallan en algo fundamental. No importa si algo se hace similar a otra cosa o distinto a ésta, si se hace mal. Si vas a hacer el millonésimo octavo refrito de Tolkien, puedes seguir teniendo una buena obra si la desarrollas bien. O puedes tratar de generar un material propio y original con ideas frescas y que no lo lea ni tu abuela -Como me pasa siempre-. La clave para no caer en ésto último es, en parte, saber atraer público -con lo cual no puedo ayudarte y si tienes un consejo te lo agradecería. - Pero sobre todo, saber elegir y usar las herramientas adecuadas. Unas herramientas que te pueden interesar son aquellas que te permiten jugar un poco con la estructura de tres actos, para así romper un poco el molde y dar algo de frescura a tu escrito. Vamos a hablar de dos de ellas: La Profecía y El Viaje en el Tiempo.


Sé que se estarán preguntando "¿Cómo es que éstos tropos viejos y sucios me permiten a mí como autor pulir más mi obra? Los he visto usar cientos de veces, ya están tan usados que no sirven para nada." Pero, recordemos algo fundamental, la idea de ser original no necesariamente es evitar los tropos, si no usarlos de una manera característica.


Aproximadamente 24 horas antes de escribir éstas líneas estaba teniendo una conversación con unos amigos, y en cierto momento surgió el tema de cómo la trilogía original de Star Wars salió antes que las precuelas, pero se daba a entender por el título que las mismas estaban planeadas desde el principio. Dentro del universo de Star Wars existe la profecía de que cierto personaje sería el elegido para restaurar el equilibrio de La Fuerza, y para los que vieron la trilogía original antes que las precuelas, tan sólo el episodio 1 ya alcanza para saber dónde van los tiros. Ése fue el giro que caracterizó a la saga completa y lo sigue haciendo hasta día de hoy. -Siempre y cuando obviemos todo lo que hizo Disney con Star Wars y hagamos como que nunca sucedió-.


Sin embargo, para usar un ejemplo menos popular, yo personalmente soy fan de cómo se maneja la narrativa en Odin Sphere: Leifthrasir. No sólo porque, ALERTA DE SPOILER, en el final verdadero vemos que la escena de selección de niveles es en realidad un timeskip, si no que además el modo cómo se consigue el final verdadero juega con la estructura del juego y te hace preguntarte qué personaje debes elegir para cada parte de un Boss Rush con tal de cumplir la profecía de forma correcta. Ahí hay nada más y nada menos que dos ejemplos. FIN DEL SPOILER. Jaja ahora tienen que pasarse Leifthrasir.


Vamos a algo más rebuscado. La serie When They Cry (No Naku Koro Ni, en japonés) Consta de dos grupos separados de novelas visuales. La que nos atañe, porque no sé nada de la otra, es "Umineko No Naku Koro Ni" que traducido al castellano es "Cuando las gaviotas lloran". Es una novela visual de misterio cargada de metafísica oscura, referencias a la divina comedia y monas chinas. Si te ha interesado la descripción, puedes echar un vistazo y hundirte en sus horas y horas de contenido, seis novelas enteras, -te recomiendo que te pidas una semanita de vacaciones para verlas de corrido o no te vas a enterar de un comino-. Si no, pues, por las dudas intentaré hablar de la trama muy por encima. Umineko nos muestra la tragedia de la familia Ushiromiya, ocurrida en la isla de Rokkenjima. El protagonista es un bruto con mayúscula llamado Ushiromiya Battler, porque por alguna razón la mitad de los nombres de los personajes son en inglés a pesar de que casi todos son japoneses. Battler es nieto de Kinzo - también conocido como el viejo infumable que grita como un condenado: ¡BEATORICHEEEE!-. Kinzo afirma haber hecho un trato con una bruja para ser rico, y en la entrada de la mansión se ve un retrato de la supuesta bruja, con un acertijo grabado bajo éste. El acertijo consta de dos partes, y aquí es donde nos ponemos interesantes. La primera parte es un sinsentido absoluto y desde el punto de vista del público, básicamente es irresoluble. La segunda parte es un instructivo para llevar a cabo cierto ritual que requiere que mucha gente muera. Las novelas empiezan con la familia Ushiromiya teniendo una reunión familiar, siempre la misma, y acaban con la familia Ushiromiya masacrada, aunque por otro lado vemos cómo Battler y otros personajes no relacionados a la familia, Las Brujas, juegan al juego de establecer quién es el culpable, mientras Battler no pueda resolverlo, el bucle se repite con pequeñas variaciones. Que si la Loli trajo su peluche, que si uno que estaba de novio decide declararse o no, y por supuesto, el orden de las muertes varía. Y aquí es dónde sutilmente pasamos de bucles temporales a profecías.


El acertijo de la bruja debe seguirse al pie de la letra, sin embargo, aunque hay variaciones, las instrucciones siempre se cumplen. Por ejemplo, un verso indica que hay que separar a los dos que están unidos. Cuando le toca cumplirse a ese verso ¿Quiénes han de morir? Tal vez sean dos hermanos de la misma madre, o dos personajes que se acercaron mucho. Tal vez incluso dos personajes que no parecen tener nada que ver pero de casualidad terminaron siendo sólo dos en la misma habitación en un mal momento. Personalmente, no me acuerdo cuáles de éstas ideas que acabo de tirar están en las novelas y cuáles se me ocurrieron por la sola necesidad de tirar ejemplos.


La cuestión, el punto al que quiero llegar, es que hay muchas formas de utilizar un tropo, y hacerlo bien. Se puede seguir al pie de la letra, o jugar con él. O puedes tratar de hacer un Dark Yagami y Literalmente volverte famoso por escribir cómo veinte chimpancés dirigidos por dos ejecutivos de Square mancos.
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