El aullido del lobo... Cap 11 Descubriendo la verdad

Publicado por KateMukami en el blog El blog de KateMukami. Vistas: 492

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Nos encontrábamos en la habitación de Emily, resultaba imposible dar dos pasos seguidos sin pisar la ropa que había tirada en el suelo. El cuarto era pequeño, aunque algo más grande que el mio. A la derecha se encontraba la cama. Estaba tendida. Un par de cuadernos y maquillajes, uno de los amores de Em, reposaban sobre ella.
Un reloj bañado en oro.
-Veamos que podemos encontrar en su libreta. Dijo Luke. La libreta permanecía cerrada sobre un pequeño escritorio rosa con flores púrpuras dibujadas delicadamente.
La libreta, Kate, insistió Joaquín, al notar que dudaba.
No me quedo de otra que hacerle caso, aunque por mis adentros lo maldecia como si mi vida dependiera de ello.
-No le gustará que se metan en sus cosas- negué con la cabeza.
-¿Vas a preocuparte por eso, cuando la clave para encontrarla podría estar allí? Además, no va a enterarse. Yo no le voy a contar...- se burló el rubio platinado.
A lo mejor Luke tenía razón. Si algo malo le sucedía a Emily y yo no había intentado ayudarlo, nunca me lo perdonaría.
Sin estar del todo convencida, recorrí la distancias que me separaba del escritorio y me senté. Cuando estiré la mano hacía la libreta dorada con un simbolo raro, era el simbolo de un alfa pero no precisamente de Emily sino de Joaquín.
Debía actuar de acuerdo a lo que creía mejor.
Estiré la mano y abrí la libreta. Tuve suerte de que estuviera marcada.
Algunos eventos me parecían muy normales; otros, no tenía idea de que eran.
Busqué notas en el escritorio, pero solo encontré archivos y papeles sobre universidades y una foto de dos pequeñas recién nacidas. Nunca pense que ella tuviese una hermana, mueno tampoco eramos tan unidas como para abrirnos.
-No estas buscando donde corresponde-. Dijo muy cerca del lóbulo de mi oreja, me estremeció.
-¿ Y dónde es eso, señor sabelotodo?
-¿En que lugar hallarías un registro de lo que hacen la mayoría de las personas?, me interrogó, con un dejo de ironía en la voz.
-¡En Facebook! ¿Cómo no lo pensé antes? Gracias.
-Por nada, ángel.
Sonrisa arrogante que a caso a este chico no se le va ese egocentrismo aunque lo estén torturando.
Busque en su laptop, agradezco mucho que estuviera encendida y que Em no cierre sus cuentas. Me quede estática al ver una foto de mi madre con Em pero no era la chica de diez y siete años que se preocupa constantemente, para nada, era una bebe de unos meses. Parecían muy felices.
Ahora entiendo porque la preocupación, la verdad es que no sabia absolutamente nada de su pasado, ¿Serán madre e hija? O solo es una coincidencia.
Volví a la realidad cuando me arrebataron la laptop. ¿QUÉ DEMONIOS?

-¿Vas a entrar ahí? O lo tengo que hacer yo...

-Si- respondí sin dudarlo-; es por una buena causa.

Lo primero que vi me desalentó un poco. La lista de publicaciones era enorme. Emily tenía muchos amigos. Con paciencia, me dediqué a leer una por una. Lo primero que hice fue mirar lo que ella había publicado. Lo ultimo era del viernes a las once de la noche: <<Mañana será la gran noche>> junto con un enlace de un instituto en Forks, Washington, EE. UU.

Tres personas dieron me gusta al enlace; Joaquín, el traidor, su ex novio, Jackson; y alguien llamado Bins. Intenté averiguar quién era Bins, pero no había ninguna descripción adicional. Ni siquiera tenía nada publicado.

-¿Será una sigla?, preguntó Luke.

-Mmm... Puede ser. Pero...

Se escuchó un pitido corto por los parlantes del equipo. En la parte inferior derecha de la pantalla, se abrió una ventana de conversación y apareció un mensaje de Jackson: <<Hola muñeca, Cómo te fue en Forks.>> Me quedé petrificada. Ya no podría esconderle la intromisión a Emily. Aunque, si no contestaba, quizá Jackson creyera que el programa había quedado abierto.

-Voy a decirle la verdad. Si le explico por qué entré a la computadora, quizá me ayude a averiguar qué planes tenia Emily en Forks.

-¡No!- gritó Luke-. Si se asusta no te va a contar nada. Lo mejor es que te hagas pasar por ella y trates de descubrir lo que sabe.

Dudé. La idea era muy tentadora, pero a la vez arriesgada. Un nuevo mensaje apareció en la pantalla: <<¿Estás ahí? ¿¿¿Cómo estuvo Forks.>>

<<Hola- me apresuré a contestar-. Estuvo bien>>. Ya no hay vuelta atrás.

<<¿Solo bien? Con el entusiasmo que tenías, ¿esa es tu respuesta? ¿No vas a contarme lo que hiciste? ¿Por qué tanto misterio?>>

Me pregunté si no sabría nada sobre Forks. <<No puedo>>, le escribí, y aguardé a ver cómo reaccionaba.

La respuesta no se hizo esperar.

<<Prometiste que me contarías. No quisiste decirme antes de qué se trataba y ahora tampoco. Se supone que somos amigos. ¿Qué es tan importante como para mantener el secreto conmigo? ¿Se trata de un chico?>>

La verdad no sabía nada sobre la relación que ellos mantenían. Em solo me contó que el estaba saliendo con su prima que murió hace un año y el se encontraba en Inglaterra, no hablamos mucho de ese tema al parecer a ella le causo mucho dolor. Me maldije. Me había hecho pasar por Emily para nada. Cuando Em regrese a casa, tendría serios problemas para explicarle lo sucedido. Con suerte me perdonaría por haber ingresado a su ordenador con la excusa de que su madre y yo estábamos preocupadas, quizá hasta comprendiera que tenía que darle una mirada al Facebook, pero lo de Jackson, no iba a perdonármelo. Contesté la ultima pregunta. Tenía la intención de cerrar la computadora y salir corriendo del cuarto. Antes de que lo hiciera, se abrió una nueva ventana. Era Bins y el mensaje constaba de tres palabras: <<Tenemos que vernos>>

-Bingo- dijo Luke-. Parece que atrapamos un pez.

Asentí en silencio. En la ventana de Jackson, un torrente de insultos y amenazas brotaban sin cesar. No le presté atención. No podía quitar los ojos del nuevo mensaje. <<¿Cuándo y dónde?>>, escribí deprisa.

El tiempo que transcurrió hasta que llegó la respuesta me consumía.

<<Esta noche, en el instituto>>.

<<Allí estaré>>., contesté sin pensarlo.

Noté que las manos me temblaban. Las retiré rápido del teclado, como si algo me hubiera quemado. ¿Por qué le había respondido que iría sin siquiera saber si podría? ¿Quería hacerlo? ¿Y si se trataba de una reunión que no tenía nada que ver con la ausencia de Emily? Algo en mi interior me decía que no, que concurrir a esa cita era importante. ¿Debía contárselo a mi padre y dejar que él se ocupara? Me iba a ligar un buen rezongo por entrometerme en cosas de lobos, pero eso sería muy ilogico, no, yo soy una mujer lobo y además cazadora de uno. Cuando al fin tuviera la valentía de poder mirarlo a los ojos y decirle lo que era. ¿Me mataría? ¿Se lo contaría y me arriesgaría a perderlo todo? ¿Pondría en riesgo la vida de Luke? Quizá lo mejor sería ir sola hasta el instituto y ver quién se presentaba a la reunión. En una de esas, se trataba de alguien que yo conocía.

<<¡En qué lío te metiste, pequeña!>>, se lamentó Joaquín. Aún seguía espiando mis pensamientos. Estaba a punto de responderle que tenía razón, que me arrepentía de no haberme alejado de todo y en especial de él, cuando oímos que la puerta del cuarto se abría. Me levanté de la silla y giré hasta quedar enfrentada junto a Luke a la entrada.

-¿Qué están haciendo aquí? Sentí que mi corazón se aceleraba. Sabía que algo así podía suceder. Por más que busque las palabras adecuadas, no supe qué contestar.
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