El aullido del lobo Cap 10 Curando heridas.

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Curando heridas.
Todo había terminado. Luke se encobtraba recostado en la cama de Kate mientras ella curaba sus heridas y le cambiaba sus vendajes por unos nuevos.
Habian pasado una semana desde el encuentro con Emily y el dragón y no habia ni rastro de Joaquín.
La manada ahora estaba a cargo de un ex alfa llamado Derek Hale, primo del misno chico que los traiciono probocando que todos casi murieran esa noche.
Muchos aliados vinieron a unirse a la manada. Entre ellos cazadores, hombres lobos, coyotes (la loba del desierto), vampiros, Kitsune y el verdadero alfa.
Ahora Kate corría gran peligro por que la muerte la acechaba y estaba más cerca de lo que creía.

Lo hemos hecho.
-Estás muy enojada, ¿verdad?- dijó Luke.
-¿Enojada?- La joven inhaló despacio-. Lo que estoy es furosa.
Él pestañeó.
-Yo no...
-¡Podrias heber muerto!
Sus ojos de un azul brillante se abrieron conmocionados y con algo parecido a dolor recordado.
-Él te estaba matando.
-Lo se- dijo él-. Pero no importaba lo que me sucediera a mí. Lo que importa es que tu estas viva. ¿No te das cuenta de lo importante que eres para mi-.
Kate tenia un aspecto solemne.
Ella iba a hablar pero...
-Ambos abajo ahora-. Dijo el padre de Kate furioso.

P.D.V de Kate
Al mirar hacia el living descubrí que mi madre conversaba con dos hombres. Pero el tono de voz y por la forma en que gestionaba, parecía molesta, como si los hombres no comprendieran lo que ella decía. Estaba parada frente al sillón en el que se habían ubicado los vicitantes. Uno de ellos vestia uniforme de policía y sostenía una libreta y lapiz en mano. Era delgado pero fornido a la vez bastante apuesto la verdad y de tez pálida. Me parecio demaciado joven para ser policia.
El otro hombre de unos cuarenta años o más, parecido al joven pero en versión adulta. Observe más detalladamente al oficial y era el sherif.
Al verme aparecer, ambos hombres me miraron.
-Ya se los dije varias veces, oficial- insistio mi madre, sin prestarme atención-, mi hija no tiene ningun problema en casa y no sucedió nada que la haya motivado a meterse en un centro comercial a estas horas.
-Que hay de ella... ¿Y si hablamos con ella?- dijo el más veterano, mientras me sañalaba-. Quizá pueda contarnos algo que usted no sepa. Entre un grupo de adolecentes conversan sobre temas que no siempre quieren compartir con los padres.
-Mi hija no va a ayudarlos.
-¿Cómo te llamas?- me pregunto el más joven, al mismo tiempo que le hacía un gesto a mi madre con la mano para que se callara-. Es para dejar constancia en el acta.
-katherine - respondí.
-Mucho gusto, Katherine- dijo con una amplia sonrisa-. Soy el agente Parrish y él- señaló al otro- es el sherif Stilinski.
<<¡No le digas nada! A la policía no hay que decirle nada, Kate>>
La voz que resonó en mi cabeza fue la de Joaquín, al menos no me dejo del todo. Últimamente la escuchaba al ratito de haberme levantado. No me molestaba conversar con él, pero, en ese momento, lo odiaba y quería averiguar qué sucedía.
-¿Que esta pasando?
-¿Por qué no vas a tomar el desayuno, Kate?- sugirió mi madre.
-Tu mamá nos llamó porque cree que algo malo sucedió con Emily Martin- dijo el sherif.
Sentí como si me hubieran golpeado en el medio del pecho.
<<Eso es mentira, Kate- susurró Luke-. No te dejes engañar. Em sabe cuidarse bien>>.
Él tenía razón, pero algo no estaba del nada bien. Si ella estubiera bien ¿Por que no apareció la noche del baile? Y porque Joaquín ahora es el alfa.
Nada de esto estaba bien y yo me temía lo peor. Y porque mi supuesta madre le preocupaba tanto Emily.
-Estoy de acuerdo- le respondí.
-¿ Y que te hace pensar que tu madre tiene razón, jovencita? - me increpó el más joven.
-El baile de invierno, ella ama ese tipo de cosas y no la he visto en días.
Vi que ambos policías se miraban. Sus expresiones reflejaban perplejidad.
-Se los dije. Concentremonos en la descripción de mi... perdòn Emily Martin.- olia a nervios demaciados nervios, vi como Luke ponía cara de ascó eso era gracioso y se me escapó una carcajada. Todos me miraban mal a excepción de Luke y el joven agente. La emoción más apestosa eran los nervios, era como oler pescado podrido.
-Ya le explicamos, señora, que una ausencia de tan solo unas horas no es suficiente para que una persona se considere desaparecida- replicó el tipo canoso-. Estamos aquí por cortesía, dado que ella tiene antecedentes de desaparecer por días en el pasado, pero nada más que eso- me miro con sierta preocupación. Se me hacía muy familiar.
-Bien- suspiró-. Creo que no tenemos más nada que hacer aquí-
-si en veinticuatro horas no tiene novedades de la chica, llámenos de nuevo y entoces lo investigaremos. Mientras tanto, trate de no preocuparse. A más tardar, en unas horas, entrará por esa puerta como si nada hubiese sucedido.
Eso si, no sea muy dura con ella. Ah pasado por mucho y ya tiene edad suficiente como para dejar el nido.- Ja como si lo d entrar por la puerta como si nada fuese cosa facil, pero no lo era no en este caso. Lo más seguro es que apenas pisara el cesped del partió terminara con una horrenda muerte segura. Él sheriff se levantó y le hizo un gesto al novato para que lo imitara-. Que tenga un buen día, señora- se dirigió hacia la puerta y salió sin decir más. Antes de seguirlo, su compañero se acercó a mi madre y le entregó una tarjeta.
-este es mi número. Cualquier novedad, no dude en llamarme.
Se despidió con el clásico saludo policial y se marcho.
Mi madre se dirigió hacia la cocina dejándome a solas con Luke.
-Ya se cómo encontrarla- dijo Luke-. Vamos a su casa y entremos en su habitación.
Por primera vez en muchos años, sentí la necesidad de abrazarla. Pero me contuve y seguí el consejo de mi amigo.
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