El ‘supuesto’ asesino eterno y la acosadora

Esta es una de esas ocasiones en la que el protagonista no hace mucho, de hecho pasa desapercibido muchas veces debido a varios factores, principalmente por el grupo de teatro ambulante que busca venganza en:

Bakumatsu Kikansetsu Irohanihoheto

Por lo que el ronin más parece un guardaespaldas de esas personas que logran su cometido una vez llegado el episodio 8 en el que se revela las verdaderas intenciones de uno de sus miembros al apoderarse del cráneo con habilidades sobrenaturales, aunque parece que los originales dueños de tal artefacto por alguna razón logran sobrevivir para más adelante morir de una forma inesperada.

En cuanto a Ibaragi Soutetsu como que no le quedó de otra que unirse a antiguos enemigos y a extranjeros ya que el sujeto necesitaba inspiración para escribir sus obras.

Sin embargo, lo más tedioso fue la manera en que el narrador mencionaba los hechos históricos –reales- que ocurrieron en Japón en lugar de enfocarse en algún personaje en particular, pero lo peor fue meter los recuerdos del pasado de Akizuki Yojiro con Sakamoto, además su encuentro con Okita no sirvió de nada. Hasta llega el punto de que Hijikata tiene más relevancia. Todo esto se vuelve muy aburrido por estar ligado a la política y disputas con los ingleses. Pero se vuelve extraño una vez que Takeaki Enomoto es poseído por el espíritu de la calavera.

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Por cierto, que la tal Taicho con eso de ser una inoportuna y tratarse de encontrar en peligro para ser rescatada, es irritante, debería de vez en cuando valerse por sí misma en lugar de ser un estorbo para los demás. Aunque la impertinente por andar de arrastrada por el protagonista encuentra una espada que no la utiliza a voluntad sino cuando la herramienta decide hacerlo por lo que causa muchos problemas.

En fin, todo un drama barato e innecesario agregado de la nada, y más o menos a la mitad del último capítulo el verdadero antagonista acepta su destino y causa un caos que esperaba en lugar de una larga clase de historia y batallas que no tenía mucho que ver con la trama principal, aunque esto dura poco, hay que tener en cuenta que el ronin es un experto espadachín, mientras que el otro es un dramaturgo que solamente buscaba inspiración mediante la guerra y sembrando cizaña.

Pero bueno, aún así me parece una serie bastante larga para que Yojiro logre cumplir su cometido el cual es sellar la cabeza del señor y que todo volviera a la normalidad.

Lo único que me alegra es que la acosadora esa no se quedara con el tipo, como que eso habría sido bastante enfermizo tomando en cuenta que ella casi lo mata en varias oportunidades. Además, que el desenlace es mucho más interesante ya que quiere cumplir lo que Ryoma Sakamoto no pudo hacer en vida.