Día 1: Sorpresita

¡Hola a todos! Lo sé. Últimamente estuve escribiendo demasiado por acá, peeero quería sumarme a la actividad de "Despidiendo el 2017" y acá estoy con mi primera entrada.

Algo que me soprendió este año fue la llegada de mi perrito.

Les juro que no me lo esperaba ni de casualidad. En mi familia, tuvimos perritos pero hace mucho tiempo, en mi otra casa y cuando mi mamá estaba casada con mi papá. Desde que se divorciaron y nos mudamos a otra casa, eso no pasó. Es más, el novio de mi mamá dijo claramente que no quería un perro. Aceptó que tengamos a mi gata porque ella ya estaba con nosotros desde hace años, pero a ninguna mascota más.

Entonces, de repente, una tarde de enero en el que estaba viendo un episodio de la serie de The Shadowhunters, escuché que se abría la puerta y entraban mi mamá y mi hermano. Ellos se había ido a pasear y escucho que volvieron con un perrito.

Apenas lo vi, lo amé. Era pequeñito, tierno, adorable. Tenía una mirada llena de determinación y se sentía tanta vida a través de él. Me contaron que lo habían encontrado abandonado a un lado de la ruta. ¡Solo tenía unos cuántos meses o menos! Yo no lo podía creer.

Lo abracé y deseé con mi alma que lo aceptaran en la casa.

Cuando llegó el novio de mi mamá, se quedó impactadísimo, igual que yo, pero nadie, les juro que nadie pudo evitar no caer ante los ojitos de ese perrito.

Lastimosamente, días después de haberle empezado a alimentar, estuvo descompuesto. Lo llevamos a la veterinaria y detectaron que tenía sarna. Por un tiempo, tuvo que ir cada semana a la veterinaria para que le inyectaran lo que necesitaba y para que lo trataran de la enfermedad. Un día, pensamos que iba a morir y mi mamá se enojó muchísimo por haberlo rescatado. Esto ya había pasado antes con otros animales, por eso pensé que capaz lo que mi mamá odiaba era verlos morir.

Por suerte, él no murió. Sobrevivió como todo un valiente. Fue fuerte. Superó la enfermedad y creció muchísimo. Ahora es enorme. Sigue tan amoroso como siempre y es muy juguetón. No se lleva bien con la gata, pero bueno. (?)

Lo malo es que ya los últimos meses mi mamá y su pareja lo están odiando demasiado por ser tan brusco al expresar amor, por manchar la ropa y destrozarla, por ser tan pesado, etc. No estamos acostumbrados a cuidar perros y menos siendo que es un cachorro. No sé. Espero que ese odio solo sea algo temporal y espero que el cariño que le tienen de verdad siga estando adentro de ellos (puede que piensen que exagero, pero mi mamá y su novio son personas muy reservadas y bastante frías, indiferentes, serios ;n; No sé lo que piensan).

En fin, me alegro de haberlo conocido. Me alegro de haber podido jugar con él, de haberle sacado fotos, y de abrazarlo, aunque sea un pesadito muy inquieto y bruto. Gracias por este 2017, perrito. :3