Drudza -- Capítulo 01 -- Welcome

Publicado por Antonionoventayseis en el blog Antonio's Cave.... Vistas: 312

Estoy entre seguirla o no, llevo hecho 3 capítulos y una cuarta parte del otro. Aunque también pienso re-hacerla con una historia distinta... a menos que escriba las 2 versiones, no estoy del todo seguro.

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Abro mis ojos gracias al ruido que provoca el traqueteo del tren por las vias, aunque también es por las vibraciones en la cabina la cual hacen que golpee levemente mi frente contra la ventana. El cielo está oscuro debido a que anocheció hace ya unas horas. Creí que dormir sería fácil, gran error mío.

Con flojera saco mi teléfono del bolsillo para ver que siguen siendo las 11:30. No lo creo, ¿dormí 15 minutos nada más? Juraba que habían pasado más de 3 horas soñando estupideces, de verdad que lo creí... Molestarme no ayudará en nada, mamá lo decía.

Me dirijo en tren hacia una pequeño pueblo al norte de Guinivere, alquilé una habitación allí para estar más cerca de la universidad porque estar regresando a cada rato es un desperdicio grande de dinero. Por suerte tengo mucho tiempo para sentirme cómodo ya que estamos de vacaciones y comienzo en tres semanas nuevamente.

Nunca estuve en ese pueblo los tiempos de vacaciones por lo que no tengo idea de en dónde podrían estar mis compañeros de clases, tal vez estén fuera con sus familias o en sus mismos hogares.

El clima allí es más o menos húmedo con constantes lluvias por las tardes, ¿qué es mejor que eso? Respuesta, nada. Todas las tardes son grises, la neblina que baja cubre la punta de las montañas que lo rodean dando una imagen tenebrosa... lo malo es que no cubre sus calles para decir que viviré en Silent Hill... pero sin los monstruos, claro, no está en mis planes huir de los "sabrá-Dios-cuántos" pecados habré cometido sin darme cuenta.

Maldigo la noche porque no sé si estoy cerca del pueblo, el oscuro manto no me permite ver las montañas que me hacen saber que he llegado. No tengo ni idea de qué tan cerca o lejos estoy de llegar y no tengo sueño para que la hora pase rápido. No puedo sacar mi laptop porque no hay conexión a internet que funcione como máquina del tiempo y no estar pendiente de eso.

--Nos acercamos a la estación Mia Rigsby, se les pide a los pasajeros quedarse en sus asientos hasta que el vehículo se haya detenido, gracias-- Avisó una cornetita detrás de los asientos.

¡Gracias a Dios! Y yo aquí quejándome del viaje, para la próxima me quejo más seguido si es así como llegaré más rápido.

Revisé bajo mi asiento para sacar las dos maletas que vienen conmigo. Eran 3 pero luego tendría que pagar más y le pedí a mi madre que la enviara después. Al tener todo a mi alcance, me asomo por la ventana del tren para darme cuenta de que estoy entrando al bosque que lo rodea por el sur. Ya estoy cerca, faltan unos 20 minutos de viaje más o menos. Al parecer lo poquito que dormí me ayudó a estar pendiente.

Justo en el momento que saco otra vez el teléfono de mi bolsillo y girar la vista a este, me pareció ver por la coletilla de mi ojo una mancha o figura blanca entre los árboles. Miré a través del cristal para asegurarme pero ya no estaba allí.

A lo mejor fue la luz del bombillo que se reflejo sobre esta... Sí, tal vez fue eso, aparte, no dormí desde que salí de Guinivere a eso de las 2pm sin contar los 15 minutos que cerré los ojos. Suspiré, voy a dormir como piedra apenas llegue.

Mirando la pantalla del teléfono me doy cuenta que ya tengo una señal de antena y llega el primer mensaje, este es de mi padre:

"Buenas tardes, por dónde vas ya? Disculpa por no despedirme, el tráfico me traicionó hoy" RECIBIDO -2:24pm-

"Ahora es que me llega el mensaje, sabes que no hay señal en las afueras. No te preocupes, ya lo sabía, ahora mismo estoy llegando a Cordanza, saludos a mamá" ENVIADO -11:50pm-

Respondí normalmente. Dudo que ambos estén despiertos... a menos que ya estén buscando mi reemplazo bajo las sábanas.

--Uff...-- Un escalofrío recorrió mi espalda. Nota mental: no volver a decir eso.

Al minuto llegó otro mensaje, no era de mi padre sino de la señora a quien le he alquilado la habitación, no es un mensaje que envió hace horas, éste lo acaba de enviar, ¿está esperándome? Ahora me siento mal por ella, mi idea era llegar a la estación y dormir allí para llegarle en la mañana.

"Soy Lynn, ¿ya estás cerca? Te estoy esperando en la puerta de mi casa" RECIBIDO -11:55pm-

Tendré que responderle.

"Sí, estoy llegando a la estación. Disculpe, pero no debería estar esperándome a estas horas de la noche, puede ser peligroso" ENVIADO -11:56pm-

Sí que soy todo un caballero, pero tengo razón, no conozco mucho el pueblo como la señora Lynn quien vive allí desde que era una niña según me contó, sin embargo, todo lugar es peligroso a estas horas. Incluso Guinivere el cual tiene policías en cada esquina y aún así hay robos y a... Respondió...

"Ah no, no se haga el macho conmigo, señorito Jamie Martin, sé cuidarme sola >:c jajajaja" RECIBIDO -11:57pm-

Wow... Me llamó por nombre y apellido. Tengo suerte que no fuese mi madre, porque si es así secuestro el tren para que de alguna forma de media vuelta y devolverme.

Dejando las bromas a un lado, de verdad me preocupa que esté haciendo esto para no dar una mala imagen, ella puede ser ella misma frente a mí. La vengo conociendo desde hace unos cuatro años y siempre fue amable y honesta, nunca la vi enojarse incluso cuando accidentalmente rompí su ventana en medio de un juego con mis amigos.

He alquilado su habitación antes pero la mayor parte del tiempo me quedaba a dormir en casa de un amigo así que no tengo idea de lo hace ella sola... tal vez me insulta cuando no estoy y es su forma de desahogarse de las cosas que hago y de las cuales no me doy cuenta.

--Bienvenidos a Cordanza, espero que les haya gustado viajar en nuestra cómoda línea de trenes-- Claro que sí, mucho --Le recordamos mantenerse en sus asientos asignados hasta que el vehículo se detenga--

"Ya he llegado a la estación, tomaré un taxi apenas salga del tren, nos vemos" ENVIADO -11:59pm-

¡Venga! Un minuto para la medianoche. El tren se iba deteniendo poco a poco conforme veía señales amarillas por la ventana. Al cabo de un minuto, vi la estación y preparé mi equipaje, revisé mi bolsillo y asiento en caso de no dejar nada atrás.

Cuando el tren se detuvo, salí con mis maletas en mano y entregué el ticket que índica que aquí me bajo, el señor asintió y rompió una parte de este para acto siguiente entregarmelo.

--Bueno, aquí estoy-- Respiré profundo para sacarme el olor frío de la cabina y oler la humedad del ambiente. Ahora debo ir a buscar un taxi.

La verdad es que nunca he llegado a esta hora, hoy fue la excepción porque me quedé dormido y me tardé mucho en prepararme, mamá me recordaba a cada segundo la hora para que me apresurara... ¿Resultado? Perdí el tren que salía a las 7am y me tocó esperar el de las 2pm.

En la entrada de la estación me detuve para mirar hacia los lados, habían unos cuantos taxistas esperando clientes, estoy seguro de que son vampiros, nunca los veo dormir. Le hice señas a uno y se estacionó frente a mí, entré y di las indicaciones.

La dirección que le di no es la correcta, pero debería dejarme a un par de cuadras, no confío en ellos, menos a esta hora de la noche. El vehículo arrancó y en medio del camino, el conductor me miró por el retrovisor.

--Es raro tomar gente a esta hora-- Bien, mi sistema de anti-robo y violación se ha activado.

--¿Y eso?-- Tomé la perilla del seguro de la puerta para que no lo activara o algo --¿Inseguridad?--

--Bueno... En parte, han habido ataques por las noches en la ciudad-- Metí la mano en un bolsillo de mi equipaje y cogí el lapicero.

--¿Ataques?-- Repetí. Poco a poco me inclino a la puerta sin soltar la perilla --¿Ladrones o animales?-- Pregunté normal.

--Nadie sabe, ni siquiera los que han sido atacados--

Este tipo me está dando mala vibra --¿No lo saben? Eso es extraño-- Pinché de a poquito la parte trasera del asiento del conductor con el lapicero --Debieron haber visto algo--

--Sí, se lo dije a mis compañeros y tienen la misma duda-- Se reía --Tal vez fue un mapache o un perro con rabia-- Meditó un tanto --O un muchachito de esos sin hogar-- Giró en una calle completamente oscura y se detuvo --Aquí estamos-- Anotó la dirección y la hora en un cuaderno --15 Mastos el viaje--

Los bombillos de los postes están apagados, menudo lugar donde quedé --Aquí tiene-- Le di el dinero y bajé con mis maletas --Muchas gracias--

Me quedé allí viendo como el taxi se iba. Suspiro sin pensar en nada más que los lugares en donde me la pasaba con los muchachos. La calle que está al frente la usabamos para hacer carreras de bicicleta mientras que la que está a mi izquierda es donde jugaba football porque no tenía ningún desnivel... Eso quiere decir que esta ca...

--¡Mierda!--

Caí de cola cuando al darme la vuelta vi parada a la señora Lynn a un metro de mí, no la escuché llegar. En su rostro veo una ceja fruncida, ¿estará molesta? Pues claro, la hice salir a esta hora en medio de la oscurana.

--Vi un taxi pasar sin nadie de pasajero así que vine por donde salió-- Dio un leve pisotón.

Ella es Lynn, la señora a la que le renté la habitación. Una mujer muy hermosa en sus 43 años, de cabello largo, ondulado y de color castaño, ojos café y una buena figura, en su rostro no se nota ninguna marca de edad... me refiero a arrugas o cosas así. Por sus ojos levemente achinados me doy una idea de que es de descendencia asiática, tal vez de Nippón o Noroá. Su vestimenta incluso lo delata, lleva puesta una bata larga blanca adornado de flores rosadas y chanclas de madera.

--Disculpe, no confío en nadie por las noches--

--Ah... ¿sí? ¿confiarías en mí al menos?-- Sonrió antes de darme una mano y levantarme --Bienvenido una vez más, Jamie-- En un momento me observó la mano y la ofalteó por un rato --Hueles frío--

Muy normal eso último de ella --Sí... Muchas gracias, señora Lynn--

La seguí hasta el portón de madera de su gran casa, tras de esta se veía una edificación de madera muy tradicional, punto para mi idea de su descendencia. Es de dos pisos, antes de entrar hay que pasar por un pequeño jardín con un camino de piedras y una lagunita sin peces pero muy bien decorado.

Me sentí tan relajado pasar por ahí hasta entrar al hogar. Un largo pasillo de madera se extendía hasta unos 3 o 4 metros hacia adelante y luego cruzaba a la derecha, si mal no recuerdo, eso daba al baño, la cocina y al patio trasero. A mi izquierda estaba la sala de estar con un televisor ni tan grande, ni tan pequeño con una mesa donde me suelo sentir las mañanas que despertaba aquí.

--¿Extrañabas estar aquí?--

--Sí, disculpe por llegar tan tarde, fue mi culpa, me quedé dormido esta mañana y perdí el primer tren--

--Tranquilo, sé que tienes el sueño pesado-- Me dio un empujón --Tu habitación está arriba, como siempre, pero remodelé la ventana y ahora es más grande--

--Ah... Ok, muchas gracias, creo--

--Debes tener mucha hambre, por suerte guardé la cena, dejame la caliento-- Estaba a punto de negarme cuando volteó --Na-ah, nada de caballerosidad, sientate en la sala--

--B-Bien... Gracias nuevamente--

--No hay de qué-- Se retiró.

Solté mis maletas y en la sala me dejé caer rendido frente a la mesa, estoy tan exhausto que dormiría por semanas, 10 horas con el culo pegado al asiento de un tren no es material de chiste si recién lo vives... sobretodo si debo vivirlo cada vez que entro y salgo de vacaciones. Pero no esta vez, ahora alquilé la habitación para quedarme incluso en vacaciones.

Sería grosero de mi parte encender el televisor sin tener una hora de haber llegado. Me estiro en el piso y cierro los ojos un momento hasta escuchar las pisadas de la señora Lynn, la miré cansado y me senté frente a la mesa.

Comí el arroz junto al jugo que me había guardado, cuando terminé le di las gracias pero antes de irme a bañar, le pregunté sobre los ataques que hablaba el taxista, ella asintió.

--Es verdad, pero ocurre más al otro extremo del pueblo, esos ataques no han llegado aquí todavía--

--Ya veo... Estamos a salvo entonces-- Otra vez le di las gracias y salí de la sala rumbo al baño cuando mencionó con risas.

--Quien sabe... Puede que seas el primero de este lado en ser atacado--

--Muchísimas gracias, me siento MUY seguro-- Remarqué en broma y salí directo al baño.

Con mis maletas en mano y ya en el baño, busco mi toalla y la dejo doblada encima del inodoro, en el piso hay un agujero en forma de óvalo que llené con agua tibia, muy tradicional todo, de verdad. Me desnudé y entré al agua, mi único temor es quedarme dormido y ahogarme como un estúpido.

En eso escucho un traqueteo por el pasillo de afuera que va pasando de lado a lado frente a la puerta, maldita sea, el sueño me jode y eso de los ataques ya comienza a jugarme bromas.

--¿Lynn...?-- Llamé --¿Eres tú?-- Pero nada, no había respuesta y seguía ese ruido --No hagas que salga de aquí desnudo--

--Bien bien, te dejo tranquilo-- Hasta que por fin respondió --Estaré arriba, ¿vale?--

--Sí, en un rato salgo--

Por un momento me estaba asustando, qué alivio que al final era ella. Enjaboné todo mi cuerpo y terminé de bañarme, quito el tapón para que toda el agua salga y me envuelvo la cintura con la toalla. Cargo mis maletas... creo que las estoy cargando mucho con este cansancio que me invade... en fin, camino por el pasillo hasta el final en donde está la escalera al segundo piso cuando veo el patio trasero, me doy cuenta que la pared de madera que estaba aquí ya no está.

Ignorando eso, subo sin prestarle atención a lo demás. A diferencia de abajo, este piso es más oscuro, como es un pasillo largo de 5 metros o más con habitaciones a los lados, no hay ventanas a excepción de la del final el cual está mal ubicado porque la luz directa del sol viene de atrás. Mi habitación es la del final, Lynn dijo que arregló la ventana, veamos que tal.

Antes de abrir la puerta escuché otra vez el caer de una canica por la escalera que recién subí. Perfecto, lo que faltaba, aparte escucho pasos abajo, Lynn dijo que subiría, ¿habrá otro inquilino aquí? Me alejo de mi habitación y me acerco a la de ella para tocar su puerta.

--¿Lynn?--

--Digame--

--¿Hay alguien más aquí?--

--No, ¿por qué?--

--Ah...-- Observé extrañado las escaleras --No... por nada--

--¿Te asustó la canica, no?-- Se rió --Es reciente pero te acostumbrarás, creeme... Buenas noches, Jamie-- Dijo amablemente.

--Igualmente--

Entre a mi cuarto, todo seguía igual aunque hay evidencia de que lo han limpiado, la ventana ha sido cambiada, ahora es lo suficientemente grande para ver desde la cama los techos del pueblo y las montañas siendo iluminadas por la luna, no hay niebla hoy aunque doy por seguro que lloverá mañana.

Bostecé y tallé mis ojos. La bienvenida no fue nada del otro mundo más que eso de los ataques y la canica por las escaleras... Todo lo demás está bien. Mañana saldré y veré si encuentro a los muchachos, espero sigan por aquí en alguna parte.

Con fuerte suspiro me doy la vuelta a un lado para mirar hacia la ventana --Ay, Lilina...-- Suelto antes de cerrar los ojos.
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