Diseño y comunicación visual

Anduve perdida durante mucho tiempo este año.
Pero realmente me siento feliz de haber desaparecido un poquito, viví aventuras geniales e hice viajes sorprendentes; entre esos momentos estuvieron, sin lugar a dudas, la foto de mi graduación.

Lloré, me abracé a mis chicos y bailé como loca, pero antes de continuar supongo que debería relatar un poco de ese día... pues bien: siendo sincera, nadie de mi grupo quería la foto. No por el dinero que se iba a gastar o por no querer aceptar que ya nos íbamos, simplemente no la queríamos (ya saben, momentos extraños); entonces a finales de marzo dijimos: "Bueno, ¿por qué no?" y la solicitamos.

El primero de abril (un sábado), acompañé a una amiga desde temprano a una estética para que nos maquillaran (porque bueno, tenía harta flojera yo jajaja); nos hicimos el maquillaje y después fuimos a Gandhi (librería) para ir a la firma de autógrafos de un Youtuber que le fascina (Alberto algo) que había escrito "Ocho lugares que me recuerdan a ti". Paseamos por una plaza cercana y luego acudimos al lugar donde se haría la foto, perdiéndonos en un momento por supuesto, tenemos una orientación triste jajaja.

Finalmente llegamos y ¡PUM! Llegó el sentimiento, ese que aún cuando lo niegas sabes que está ahí: "Ya, terminó. Nos veremos pero jamás como antes"; nos alistamos con las togas y los birretes, nos tomamos cientos de fotos entre nosotros mientras mandaban a hablar a cada uno para la foto individual y cuando menos lo imaginábamos nos sentaron en un semicírculo. Había personitas llorando, otras riendo y unas cuantas simplemente les sonreían a los peatones que pasaban y nos miraban.

Admitiré que fue hermoso, un sentimiento lleno de satisfacción cuando nos quitamos las vestimentas de la foto y quedamos en ropa civil. La última foto libre, abrazando a mis cercanos.
Caminamos durante un buen rato (había fiesta de toda la escuela en la noche pero unos no queríamos ir) para tomar transporte e ir a nuestras casas. En ese camino de una hora pasó el "¿Te acuerdas cuando?" y la melancolía regresó.

Días después el sentimiento para todos seguía ahí, todos estaban en talleres para sus carreras universitarias y nerviosos por los exámenes de admisión. Yo aún lo estoy, maldición. Así que se volvió un remolino de idas y venidas de diferentes lugares a horarios desiguales.

Ingresé al taller en la facultad de Bellas Artes para la carrera de Diseño. Aquellos que me conocen igual saben que Derecho me encantaba, pero después de un estira y afloja, me opté por la primera.

Y vaya... esos talleres me hicieron sentir en casa. El estrés de los trabajos, la preparación, el constante cuestionamiento sobre si merecía estar ahí o no: fue hermoso. Fue un estrés que realmente me gustaría vivir. Y me siento feliz. ¡Emocionada!

Cada vez estoy más libre de mis ocupaciones y probablemente pueda volver una temporada más por este foro porque, sinceramente, he muerto en las redes sociales (aunque facebook podría ser una pequeña excepción, exceptuando claro que messenger dudosamente lo verifico).

Así que: espero que junio sea mi mes y volver.
Estoy realmente motivada para hacer muchas cosas, tengo las mejores personas a mi al rededor y mi familia terminó por apoyar mi decisión, ahora sólo es cuestión de seguir luchando. ¡Vamos-vamos!​