[Diabolik Lovers x Lectora One-shots] #3 Subaru

Publicado por KateMukami en el blog El blog de KateMukami. Vistas: 660

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Subaru hacía memoria, de cómo hace ya unos años, llegó a su vida la persona que más amó. Pero con la misma fugacidad que ella apareció... desapareció. En la interminable vida del peliblanco, esa velocidad era casi igual a la de la agitación de una cortina cuando corre el viento, al cambio de posición de una sombra a medida que el sol se va escondiendo, al efecto de pulsar el interruptor de la luz. Algo tan rápido en una vida como la suya... ¡No, todavía más rápido que todo lo mencionado!

Todo ese amor, toda la existencia de la persona amada, de su única persona amada de una manera tan pasional... Se esfumó en un abrir y cerrar de ojos.

Él estaba roto, en pedazos. Bueno, su corazón era el que estaba roto en pedazos, pero a veces, el desearía que TODO su ser se rompiera en pedazos. Así acabaría con todo. Así se reencontraría con ella de nuevo.

¿Pero ella le perdonaría su ignorancia en el tiempo que se conocieron?

La habitación estaba fría, congelada, era una noche de invierno. Pero eso a Subaru no le importaba, nunca le importó, nunca le importará. Su mente está cubierta y consumida por una sola cosa, por una sola presencia.

Ella.

(T/N) (T/A)

¿Estaba realmente seguro de que solo habían pasado unos años desde que se fue?

¿Estaba realmente seguro de que no hacía... décadas... o incluso siglos... desde que se fue?

No sabía cómo en su día a día podía seguir vivo. ¡Él debería estar muerto! ¡Más que muerto! ¡Su corazón debería haberse roto de verdad!

Al igual que todos los días de su vida desde aquel entonces, él solo ha hecho recordar y recordar. Y no pretendía dejar de hacerlo. Él quería recordarla. No quería olvidarla por nada. No importaba cuán duro fuera lidiar con aquella pérdida. Él quería atesorarla en sus memorias como nunca pudo atesorarla... Cuando ella vivía. Cuando ella estaba viva.

*** ¡Flashback! ***

Aquel día, realizó lo que le pasaba. Descubrió por qué su corazón latía así de rápido, con esa fuerza. Encontró la respuesta también, a por qué no podía hablar cerca de ella, a por qué parecía mudo cuando se acercaba o simplemente pasaba cerca.

Justo como en ese momento. Estaba completamente mudo.

Ella estaba unos 10 metros frente a él, en cuclillas, acariciando con las yemas de sus dedos los suaves pétalos de las rosas del jardín de los Sakamaki.

Mientras tenía aquel contacto con esas hermosas plantas, su rostro tenía dibujado una sonrisa. Y por alguna razón, esa sonrisa se la contagió a él.

Pero no se acercó. Él solo la miró en la no tan gran distancia. Era una pequeña distancia entre ellos, entre sus cuerpos. Pero sabía que entre los sentimientos de ambos, había una distancia mucho mayor.

Otro día, ella estaba encerrada en su habitación. Él estaba fuera, pegando la oreja a la puerta. No quería escuchar, pero tampoco quería dejar eso así.

¿Aunque de qué servía escuchar y no querer dejarla así, si no iba a hacer nada para detener sus lágrimas?

Así es, ella estaba llorando. Era un llanto intenso, que no paraba, ni parecía que fuera a parar. Ella no quería parar de llorar. En ese instante... Subaru no entendió el sentimiento de tener el corazón roto.

Aunque no fuera con su actitud, con su personaje, él quería consolarla. Quería destrozar aquella puerta que les separaba y de una vez por todas acercarse, envolverla entre sus brazos y aferrarla a su cuerpo. Quería aferrar su rostro a su oído, y susurrarle las más bellas y tranquilizantes palabras que ella hubiera podido haber escuchado en toda su vida.

En toda su vida... Que fue corta.

Pero en parte era su culpa.

Eran sus hermanos los que la consumían, poco a poco. La utilizaban como un objeto cualquiera, no más importante que cualquier otro trasto. La utilizaban.... como si fuera algo tan simple como un vaso de cualquier tipo. Solo bebían y bebían de ese "vaso". Y luego, lo dejaban en su lugar, sin darle más importancia. Porque es un vaso, no una persona. Para ellos no es una persona. Es un vaso.

Subaru no podía evitar estar un poco de acuerdo. Si él pudiera acercarse, también gustaría de poder probar de su sangre.

Pero él no hubiera sido como los demás.

Él la hubiera tratado... como si fuera un vaso de cristal. ¡O aún más delicadamente! Como si aquel vaso... fuera de porcelana. De la más fina porcelana. Como aprietes mucho el vaso a la hora de sostenerlo, como hagas mucha presión con tus labios sobre el borde de ese vaso... Podría romperse.

Y él no quería arriesgarse a romperla.

Así que nunca bebió de ella. De ese vaso con el que su persona era tan identificada.

Pero eran sus hermanos los que la hacían sentir mal por el hecho de ser vampiros...

Y él no podía evitar saber que... solo era un vampiro más.

... Una existencia que ella despreciaría igual que las de sus hermanos...

Su existencia también tenía la culpa de su sufrimiento.

¡Si tan solo hubiera podido desaparecer, y hacer desaparecer a los demás!

¡Ella habría sido y se habría sentido como la mujer más feliz! ¡Justo como se merecía!

Pero Subaru estaba vivo...


*** ¡Fin del Flashback! ***

Todos estaban vivos...

Se levantó y su puño se estrelló contra la pared, con una fuerza que nunca antes.

Una vez más, al igual que todos los días de su vida, Subaru se repetió la misma frase.

"Es mi culpa. No me merezco amarte."

Pero esta vez, no la dijo como ningún otro día.

Él gritó.

Gritó esa frase muchas veces. Muchas veces. Porque era verdad. Él no podía llamarse a sí mismo enamorado, el mayor de los enamorados... Porque no lo merecía.

Amar es algo tan hermoso...

... Pero él es un ser tan asqueroso.

Él podría haber cambiado las cosas... Con el simple hecho de haberse acercado. Con haber hecho todo lo que quería hacer. Con solo haberla apoyado... ¡Quizás incluso podría haber intentado protegerla! Haber intentado evitar que los demás se hubieran acercado a ella aunque tuvieran la sed más horrorosa del mundo...

Si él hubiera hecho algo, ¡cualquier cosa!...

Ella no habría colapsado...

(T/N), su amada, hermosa, y la más perfecta mujer... (T/N)...

... (T/N) estaría allí.

Pero ya se había decidido. Acababa de decidirse.

No volvería a dejar ni una sola vez más que el orgullo y la culpa le carcomieran por dentro. No volvería a permitir que ni un solo sentimiento de dolor punzara su pecho. No... Él haría, lo que siempre quiso hacer.

Él estará con ella para siempre. Y ahora nadie se lo impedirá.
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*** OMAKE ***

Los otros 5 hermanos, habían escuchado los gritos de Subaru. Todos se acercaron al cuarto, la mayoría para pedirle que se callara la boca. Laito quizás habría sido el único que no le hubiera dicho directamente que se callara, pero aunque fuera con indirectas, ese era su propósito también.

Pero ninguno pudo hacer nada. Porque cuando llegaron a la habitación de Subaru, ya no había ningún sonido.

La habitación había quedado silenciada en su totalidad... Porque Subaru ya no podía hablar. Ya no iba a hablar.

Porque la daga que él mismo se clavó en su pecho, le quitó la vida por fin.

Aunque la relación entre los 6 hermanos no fuera muy buena, aquella vista fue impactante para todos.

Pero Subaru, estuviera donde estuviera ahora... No se sentiría mal.

No se iba a arrepentir de...

De haber cruzado el puente que le llevaría al lugar donde su persona más amada, residía ahora.
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