DIABÓLICA OBSESIÓN (Diabolik Lovers y tu) Cap 19 Encuentro part. 3 (capítulo en construcción)

He observado todo a mi alrededor, lo que está frente a mí, un mar de caras desconocidas salpicando aquí y allá con una que reconocí: Dai, aún no se nada acerca de él o el hecho de porque estoy aquí. Por alguna razón éste lugar me recuerda mucho al internado al cual asistí de pequeña. El Instituto Cross sigue siendo la vanguardia de la enseñanza...
¿Qué hacía yo en un lugar como esté?
¿Era un pariente mío tambien? Recorrí mi vista borrosa en busca de alguna cara conocida. No podía perder más tiempo aquí esperando a que alguno de los presentes aclarará mis dudas.
Después de todo, ¿Cuánto tiempo tengo antes de que los chicos se den cuenta de que me fui y vengan a buscarme? Habrían sido cuidadosos a la hora de traerme de no dejar ninguna pista.
Aún así, me podía imaginar a los chicos llegando del instituto, dándose cuenta de que me fui y empezando una búsqueda frenética. ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que comenzarán a buscarme, se dieran cuenta de que Kanato me ha lastimado y supondrían que por eso me he ido?
De vuelta al mundo real, intenté safarme de las riendas las cuales me tenían atada de manos hasta que mis muñecas me dolieron. Justo cuando estaba a punto de darme por vencida, Dai se hagacho a mi altura y comenzó a desatar las ataduras librandome de ellas. Me miro por unos segundos, nos quedamos ahí un momento, mirándonos el uno al otro. Esté no podría ser el jefe de esté lugar, era demasiado joven, de unos veinte o veinticuatro años como mucho, o un poco menor. Llevaba pantalones de mezclilla negros y un saco negro que le llegaba hasta la altura unos sentimetros más abajo de las rodillas.
Ladra la cabeza inquisidoranente, apartando la mirada.
Será sólo un empleador, un secuas de la persona que está detrás de todo esté asunto, pero mi lado esperanzador se preguntó si podría estar relacionado conmigo, ¿tal vez un familiar perdido hace mucho?

-¿Porqué me has traído aquí? -Cuando no responde lo intentó de nuevo-. Entonces. Dai es tu nombre, ¿verdad?

-Estará aquí por la noche- dijo, parandose y tratando de alcanzar la puerta-. No hagas ninguna locura mientras no estoy vigilandote pequeña mocosa- dicho eso colocó una mano sobre mi cabeza de forma casi paternal o como algo que un hermano haría. ¿Trataría de decirme algo con aquel gesto?
¿Por que... porque está persona es tan familiar para mi?
Dicho todo eso empezó a cerrar la puerta.

-¡Espera! Por favor...-Podía oír mi voz cada vez más alta, como sucede cuando me enojo-. ¿Qué es lo que quieren de mi?

Dudó.
El suspiro, pero no cerró la puerta.

-¿Quieres que te diga la verdad? Espera a que...

-¡No! Quiero saber que tengo yo que ver con Eve.

La expresión de su rostro cambio.
-¿Has oído hablar de ella?

Continuará....