Día 9

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Día 9: Julio te desafía:

Tengo muchos amigos y la mayoría puedo decir que son de lo mejor y uno de ellos un día me dio una lección muy valiosa tomando como ejemplo la mariposa, pequeño relato que leyó por ahí y quiso compartir conmigo.

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La ilustración comienza en donde un señor, dando un paseo, se encontró colgado de una rama de un frondoso árbol el capullo de una mariposa, y se detuvo a observarlo porque el capullo comenzaba a abrirse y el hombre miró curioso como la mariposa se esforzaba bastante por salir de de aquél reducido espacio, luchando por un buen rato hasta que finalmente pudo liberarse. Una vez afuera, miró fascinado como el hermoso animalito se alejó en un firme y rápido vuelo. Bien, después de esto el hombre continuó con su paseo por el parque, pero entonces volvió a encontrarse otro capullo y como el anterior, la mariposa de éste estaba luchando por su libertad. El hombre pensó: "pobrecita, le ayudaré a salir para que no sufra tanto". Así, con el más tierno de los toques, le ayudó a abrir el caparazón y la mariposa fue puesta en libertad. La vio levantar el vuelo, pero éste fue errático y débil hasta que finalmente cayó a tierra de donde no pudo levantarse. La mariposa murió ahí. ¿Qué sucedió? Pasó que la primera mariposa se fortaleció con todo el proceso de abrir su capullo, en cambio la segunda fue debilitada por causa de la ayuda que obtuvo y no pudo obtener el fortalecimiento que la ayudaría a enfrentar su nueva vida en el aire. Bueno, el punto es que cada problema con el que se tenga uno que enfrentar, es como ese capullo. Plantarle cara a cualquier tipo de dificultad y buscar la salida sin esperar a que otros lo resuelvan por uno, nos ayudarán a superar y enfrentar obstáculos por muy difíciles que sean.

Eso también me enseñó a no permitir que las dificultades me derroten, porque entre más luche por vencerlas, más fuerte seré.