Día 4: Seamos dulces.
Publicado por Ana inukk en el blog Los desvaríos de una romántica empedernida. Vistas: 392
Yo planeaba decirles de una amiga o de mi lindo ahijado o de cuaaaalquier otra cosa, pero, como ya saben si leyeron mi entrada anterior, soy una romántica empedernida y me fue inevitable escribir de alguien de quien adoro y amo. Es un persona que jamás en su vida me lee aquí pero capaz esta vez lo hace, nunca se sabe jaja así que prefiero no hablar de él, de mí ni de nosotros pondré algo que escribí en mi cuaderno cuando no podía dormir, cuando se te pasan todos los escenarios posible por la cabeza y te aferras a uno pues en ese momento yo me aferre a escribir una especie de votos de matrimonio aunque los edite un poco (no tienen idea la vergüenza que me da compartir esto jajaja demasiado personal para la vida).
“Mi sol y estrellas, la luz al final del túnel, la patada en el culo cuando me quedo estancada; puedes llamarlo como quieras pero jamás puedes pensar que eres menos que toda mi vida o que siquiera eres comparable con algo o alguien en este universo porque no tienes ni idea, ni la más remota de hasta dónde puedo llegar por hacerte feliz.
Prometo serte leal, estar allí para ti, en las buenas y en las malas, no fallarte ni ser causante de tus tristezas aunque no puedo decirte que no te daré dolores de cabeza.
Prometo no fallarte ni nunca renunciar a ti sin luchar porque soy tuya y te pertenezco como nunca había sido de nadie.
Siempre serás mi prioridad, frente y ante todos. Lo eres todo para mí, mi razón de vivir, eres mi sol, eres mi luna, eres el hombre que me arrastra a la locura. Te adoro, me encantas, te amo...”
Ahh casi que me pongo a llorar imaginándome toda la escena jajaja, soy una ridícula aunque siempre he dicho que no creo en el matrimonio, así no se puede.
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario