Día 28

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Día 28: Julio te desafía:

Mi madre, que no es por nada pero muy sabia era, solía decirme que todas las cosas que van llegando a nuestra vida vienen en su momento adecuado, tanto las malas como las buenas y ambas se necesitan aunque parezca que las experiencias malas salen sobrando. Podría decir que cambiaría las cosas malas que me han sucedido, pero no, porque si no hubiera padecido todo lo que ha sido, entonces no podría vivir en este mundo cuya elevación de problemas aumenta. Para querer cambiar algo de mi vida tendría qué vivir en un mundo diferente, así que entonces podría decir que cambiaría el mundo (y cuando digo mundo me refiero a la humanidad, pues varios de los padecimientos que existen la misma humanidad los ha generado), pero no, tampoco, porque eso equivaldría a ser presuntuosa al pensar que puedo tomarme un papel que no me corresponde. No soy quién para cambiar a nadie, pues la decisión de ser como cada uno es, corresponde a cada quién. Cada uno tiene la libertad de guiarse como desee, de aceptar o no indicaciones, consejos, normas o lo que sea que los guíe en su vida.

Pero no me preocupa no poder cambiar algo, porque sé que en algún momento, todo esto cambiará.