Día 26
Publicado por Marina en el blog Marinaland. Vistas: 312
Día 26: Mi mascota
¿Qué les puedo decir de mi mascota? Por ahora no tengo una, pero antes de mudarme a donde ahora vivo, una linda ciudad de E.U, sí tenía una mascota, bueno dos. Una era un perrito, un rottwailer, tan lindo que era una monada. Mi esposo lo adquirió en el mercado como de un mes de nacido o dos, algo así y era un travieso juguetón. Recuerdo que me ponía a lavar y como en México la costumbre es secar la ropa en lazos que llamamos tendederos, pues el muy malvado saltaba y me bajaba la ropa. En serio, varias veces me hizo repetir el lavado. Lo teníamos en el patio y como era hiperactivo, dejó mi lavadora toda mordisqueada de las esquinas y desbarató por completo la cubierta de plástico que tenía, además de que destrozó unas cubetas, me rompió mis plantas y quebró las macetas. Uff, pero aún así era un amor. Otra cosa que hacía, era que le encantaba colgarse del cabello de una de mis hijas. Como a ella desde pequeña le gustó tener el cabello largo, pues se hacía la llamada cola de caballo y de esta era de donde se colgaba el perrito que ya para entonces tenía algunos meses más, así que mi niña se miraba curiosa con el perro colgado en su espalda, jajajaja, qué recuerdos xD El perro se llamaba Twister y sí, se llamaba porque se murió. Todavía aún lo recordamos con mucho cariño, pues vivió con nosotros como unos ocho años. Lo recuerdo mucho parado en dos patas, apoyado con sus "manos" en la ventana del cuarto de mis hijas que daba al patio. Le encantaba asomarse a la habitación de ellas y verlas jugar y mi hija mayor lo acariciaba por los barrotes (la protección) que la ventana tenía. Y no lo puedo negar, lloré cuando se murió.
La otra mascota que teníamos era un gato y se llamaba Coffee, ya murió también. ¿Saben? Tener mascotas y luego perderlas es muy, pero muy doloroso.
Estoy triste u.u
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