Con un final abierto innecesario
Publicado por Hilda en el blog Las ruinas del pasado y presente. Vistas: 141
Y es que bastaba con que realizaran un capítulo más para darle un buen final a:
Cannon Busters
Sam es un robot con diversas transformaciones y su máximo poder es activado cuando sus ‘amigos’ son amenazados de muerte, aunque su misión es mantener a salvo al príncipe Kelvy motivo por la que trata de aliarse con Philly the Kid el inmortal, que a un principio parecía que este malhumorado y malhablado hombre era el protagonista al tener un automóvil llamado Bessie que se convierte en un mecha nada más con unas cuantas monedas –como funcionaban las antiguas consolas arcade- y son perseguidos por los mercenarios y cazarrecompensas por lo que se ven envueltos en problemas y muchas aventuras.
Aunque a medida que avanza el argumento se puede observar con claridad que no son excepcionales en ese mundo ya que hay seres con diversas habilidades, animales antropomorfos y un ‘chico’ que tiene la maldición de aparentar ser un niño.
En cuanto al antagonista finalmente se apodera del reino y captura a su medio hermano a petición de una entidad desconocida. Y a pesar de que Philly tiene un resentimiento con la familia real, al parecer está dispuesto a ayudar a Sam y eso que lo mató más de una vez a causa del príncipe, como que no tiene sentido que lo haga ya que están ignorando el hecho de que simplemente el sujeto las acompañó por sus intereses egoístas, además de que uno de sus objetivos fueron vengarse y acabar con Kelvy, aunque es raro que esa idea se la diera el Fetter cuando le quitó muchas de sus vidas.
En fin, una lástima que no terminara de una vez por todas y no tengo idea si ya están emitiendo la continuación, pero la verdad es que no tengo ganas de ver algo que simplemente decidieron extender sin razón alguna.
Posdata: Ambas robots, Sam y Casey, aprenden las malas costumbres de Philly (mentir, robar, insultar) a pesar de que a un principio eran adorables.
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