Chismes y rumores

Lo único que no entendí, ni me quedó del todo claro, es cuando uno de los Tsukumogami le dirige la palabra a Okou ¿No sé supone que no deberían de hablar con los humanos? En:

Tsukumogami Kashimasu

Y pues de lo que va la historia, es de una tienda de alquiler de objetos, los cuales –cuando no se los observa- empiezan a cobrar vida para entablar conversaciones de las cosas de las que ocurren en los sitios en las que estuvieron presentes y sobre las personas a las que fueron prestados.

Hasta ahí todo bien, pero los dueños del lugar se dedican a escuchar las charlas y meterse en los asuntos de otros, aunque de buena manera para ayudar a los demás con sus problemas o por lo menos enterarse de algunos misterios.

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Entre los más interesantes están el de la mujer que tuvo que hacerse pasar por hombre para abrir un negocio. Otro, el de Sanae, que fue forzada por su madre a abandonar sus objetos más preciados para aparentar ser adulta. Y finalmente el caso del bishonen de Kounosuke Omiya que no sabía la manera de declarar su amor a la chica de la tienda de los dulces, Ohana.

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No obstante, el tema central de todo va a través de un tal Sataro, que en vez de admirar la determinación de Okou que en esos momentos mostraba un verdadero interés por él, decide romper el objeto que con tanto trabajo ella logró conseguir, para luego irse y reemplazarlo, cosa que no tiene sentido. Si tanto la ‘amaba’ debió de fugarse con ella.

Al menos Seiji hizo su mejor esfuerzo para ver a Okou feliz, y a pesar de que ella no tuvo palabras para agradecer dichos sentimientos, su expresión fue más que suficiente.

Posdata: Hay que tomar en cuenta que eran otros tiempos por eso esta eso de los compromisos forzosos que dependían de la clase social y elección de los padres, aunque había sus excepciones.

Nota: Es una pena que Hansuke no revelara a los demás su secreto, luego de que Seiji se enterara, aunque supongo que si se sabía de eso se armaría un escándalo.