Chek-in al nuevo trauma.

Publicado por Brunchi en el blog Brunchilandia 2021. Vistas: 181

Hoy ... Creí del pánico que sentí a flor de piel, que ya no volvería. Pero sé que solo ha sido un susto. Mas no me gusta la sensación que tuve frente a mis ojos cuando cada vez que bus con el conductor imprudente aceleraba en contra de nuestra seguridad. Ya no se que pensar, pero se que debo hacer mi mejor esfuerzo y dar todo de mi ahora ,porque nunca se sabe cuando volveré a hablarles, hacerlos reír o sorprenderlos , nunca sabes cuando volverás viva a casa. Pero así es la vida.

Y mi vida... Nunca fue tranquila.

El pánico a flor de piel.

De estar sentada en una clase de una preparatoria respetada del país, estando sola y con el celular en mano escribiendo palabras para una nueva historia. Las manos se resbalan, la cabeza de la joven se reclina en brazo y sigue escribiendo en la soledad.

En las ventanas del ambiente que la rodea se nota que hay un clima muy fresco con una llovizna que la acompaña al son del bruzco son del viento. La mirada recae en el lado contrario de la ventana, al lado izquierdo viendo como por la puerta de vidrio ingresa una compañera que trae consigo sentimientos nostálgicos y una sonrisa junto a una broma consigo. Ambas bromean y se la pasan bien hasta que la realidad choca contra aquel suave probada del pasado con el presente, llegando así otra compañera la cual es saludada por ti, pero nunca fue correspondido. Después de todo para aquella persona dejaste de existir desde que te equivocaste mas nunca te dijo en qué, quedando nuevamente en que estabas sola.

Las clases transcurren con normalidad, el profesor de cátedra intenta animarlos con musica de los Queen, y rock antaño, intentando animar el viernes que los ahupa ese día. Al ver que ninguno sabe del género no pierde la esperanza de bromear y consiguiendo así una sonrisa en tu rostro, ese profesor al que admirabas nunca se rendía. No con ustedes, ni contigo.

Las horas transcurren lentas como rapidas a la vez, justo cuando te concentras y gustas de la materia. Llevando a la segunda hora con otra materia pero se recibe la noticia de que la profesora de la siguiente cátedra no podrá asistir por motivos personales.

Es allí como en la caja de ideas que es tu mente intenta trazar las cosas que necesitas en este día, siendo que se necesita imprimir algunas tareas siendo así que una casa de impresión es tu siguiente parada antes de volver al nido calido que es el hogar.

Te enfrentas al viento que pela tu piel, que seca los ojos y hace temblar tus labios a pesar de estar muy bien abrigado. Vas cuesta arriba hasta llegar a la parada, pones tu vida a riesgo para cruzar las calles, donde nunca podía confías los sentidos, porque en ambos te encontrabas con autos o motos en contramano que casi te dejaban sin alma en los sustos.

Una vez que logras llegar a la parada ves llegar el bus con franjas rojas, y resto del vehículo color amarillo reluciendo la linea con el numero 26, que concretamente te llevaba frente a tu destino. Subes, pagas, y recibes la boleta del bus para luego buscas asiento, por suerte encuentras dos lugares vacíos. La ventana del bus estaba cerrada por lo que no sentirías tanto frío, inconscientemente agradeciste que así lo fuera.

Suspiraste y recordaste que no habias comido nada, por lo que sacas de la mochila un pastelito marmolado de chocolate. Lo saboreas y terminas rápidamente, para luego ver como una aventura se traza frente a tus ojos.

El bus donde vas poco a poco ibas llegando a tu destino parecía acelerar su camino, pasando como si no le importara llevarse una vaca consigo, ya tu corazon presentía mala sensación, quisiste no tomarle importancia. Sin embargo, esa sensación empeoró cuando un bus de color verde oscuro con franjas claras de verde y blanco de la línea 56 se iba queriendo adelantar al cruce del bus en que ibas, siendo en ese momento cuando te quedas pasmado al ver que igual pasa el bus por encima de él, escuchándose así el crugir del metal y vidrio del retrovisor del contrario resquebrajarse, mientras que parece que al conductor no le interesa tan solo acelera el motor y se escapa de la situación.

Es allí cuando la alarma crece en ti, lo sientes, lo percibes... Mas aun cuando los pasajeros confirmar que el bus del 56 venía a toda marcha tras el suyo, tragando saliva aprietas el paraguyas y te agarras de las barandillas frente al asiento, preparandote inconscientemente de lo que podría pasar. Todos le gritaban cosas en el idioma natal, groserías, disgustos. E inclusive se podía escuchar los comentarios de que esto no acabaría bien para ellos, y se confirmaron sus sospechas cuando el bus de la línea 26 se detiene en el semaforo de la calle muy conocida del país por ser la curva de la muerte, el bus que ya venía encabronado por que el tuyo le había roto parte de su vehículo le cerraba el camino de manera inclinada, pero el conductor no quiere amagarse a hacerse del todo cargo, por lo que le grita que fue sin querer, pero el otro contraataca con que pague por los daños.

Todos quieren bajarse porque el ambiente inspira mal augurio, pero el chofer no les deja salir del bus, se rehusa a devolver el dinero por las boletas como es normal hacer ante un problema así. Esta conmocionado y estresado se nota en su forma errática de la cual se comporta pero parece no importar a los pasajeros asustados. Por lo que cuando este chofer se le da por pagarle de nuevo intenta marcarle la contra al bus herido, siendo que este tampoco es santo que se viene hacia tu lado, haciendo que tu corazón se sobresalte y solo pidas por todo en el mundo que esto parase con todos con bien. Tenías miedo, miedo de que nadie regresara a su hogar, que tu mas que nada debieras hacer daño a tus padres por no llegar a tu hogar cuando debías, temías por los niños.

Tu opción era salir del bus y buscar otro para ir donde debías, pero no te dejaban salir por lo que esperaste con la mente intentando tranquilizarse pero daba miedo porque sabiamos que el bus nos emboscaría en forma de venganza, esto ya no era agradable, daba pánico, miedo, y preocupación. Parecía que no eran humanos, mas bien animales que si morían no sería ninguna perdida para el chofer por el seguro.

Por lo que una vez que vieron todos que el bus que había sido afectado por el bus en el que ibas les sobrepasó y ya no volvió, aprovechaste para bajarte e irte donde debías estar, aunque del pánico empezaste a relatar esta aventura loca y de pánico que viviste, que sin duda alguna era algo que te había marcado nuevamente.
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