Capítulo 18

Publicado por Change Pierce en el blog El blog de Change Pierce. Vistas: 545

Capítulo 18: "La causa del cambio"
[​IMG]
Tras unos minutos de bajar el Monte Cenizo, Ash, May, Pikachu, Torchic y Casey finalmente llegan a la base de la montaña. Ahora, solo un puente los separaba de Ciudad Lavaridge.

Ash: ¡Al fin hemos llegado! Ha sido un viaje muy largo.

Casey: Si que lo fue pero valió la pena porque pude verte de nuevo Ash. ¿Iras directamente al gimnasio?

Ash: (niega con la cabeza) Eso lo haré mañana. Hoy quiero pasar el día con una persona muy especial.

May: (sarcástica) ¿En serio? ¿Con quien Ash?

Ash: (sonríe) No me molestaré en contestar esa pregunta. Sabes muy bien de quien estoy hablando.

May ríe y agarra el brazo de Ash.

Casey: En ese caso yo me voy. Espero que disfruten del día.

May: ¿No te quedaras en el Centro Pokemon, Casey?

Casey: No. Reservé una habitación en un hotel junto con otros fans de "Los Electabuz". Voy a dejar mis cosas
allí. De todas formas estaré mañana temprano en el gimnasio para apoyarte Ash.

Ash: Gracias Casey.

Casey larga a correr por el puente.

Casey: ¡Adiós! ¡Nos vemos mañana!

Se saludan con la mano y Casey desaparece entre la gente.

May: Nosotros debemos ver si conseguimos una habitación en el Centro Pokemon.

Ash: (asiente) Además, podremos acceder a las termas desde allí. Algo me dice que hoy será un buen día.

Todavía agarrados del brazo, Ash y May entran en la ciudad. Una vez en el Centro Pokemon hablan con la
Enfermera Joy.

Joy: Buen día. ¿Quieren algo?

Ash: Una habitación para dos, por favor.

May: Y de ser posible que tenga unas termas incluidas.

Ash: May por favor. No creo que tengan de esas.

Joy: (ríe) Aunque no lo crean si las hay. Solo queda una pero es únicamente para una persona.

Ash y May se miran y sonríen.

Ash: Tomaremos esa.

May: No creo que sea un gran problema para nosotros.

Joy: Van a estar un poco apretados pero si insisten aquí esta la llave.

Ash agarra la llave y se despiden de la Enfermera Joy. Unos segundos más tarde están a las puertas de la
habitación.

Ash: Bien, veamos que tal.

May: Estoy un poco emocionada.

Ash abre la puerta y entran en la habitación. Como les había dicho la Enfermera Joy, la habitación era
bastante pequeña. Se podría decir que estaba dividida en dos partes: el baño termal y la habitación propiamente dicha. Esta última tenía un suelo de madera con una pequeña mesa y una cama en una esquina.

May: Pues si que es pequeña.

Ash: Si, pero eso no nos molestará en lo absoluto ¿verdad?

May: (ríe) Es cierto. Vamos, quiero probar las termas.

Ash: ¿Tan pronto? ¿No preferirías esperar hasta más tarde?

May: Tú puedes meterte más tarde. Yo voy a hacerlo ahora.

Se adelanta unos pasos y empieza a sacarse la ropa sin preocuparse porque Ash estuviera presente. Ella se
gira hacia él.

May: (seductora) A menos claro... que quieras acompañarme.

Ash se pone rojo como un tomate por el comentario. May lo nota y suelta una pequeña risita. Empieza a
dirigirse a la puerta de la terma. Corre la cortina que la separaba del resto de la habitación y se queda parada.

May: (seductora) Entonces... ¿qué harás Ashy?

Estaba claro que May sabía exactamente que tono usar para que Ash no pudiera resistir a sus palabras. Al final, este se dejó llevar.

Ash: ¡Maldita sea! ¡Por supuesto que voy!

Ash empieza a avanzar a trompicones mientras se quita también la ropa. May sonríe y se mete en el baño.

May: Vamos Ash... te estoy esperando.

Ash: ¡Que ya voy!

May se queda al borde de la pileta. Ash, ya completamente desvestido, entra también en el baño. May le hace
una señal con el dedo, indicándole que se acercara. Ash avanza rápidamente y abraza a May al mismo tiempo que la besa. Mientras todavía estaban haciéndolo, May da sin querer un paso hacia atrás y los dos caen al agua. Cuando logran recuperarse de la caída, se miran y ríen. Luego se sientan en una esquina de esa gran pileta.

Ash: Eso fue peligroso.

May: Y excitante a partes iguales. Eres muy fácil de seducir Ash.

Ash: Nunca podría resistirme si te pones de esa forma. Es como si siempre hubieras sido así de... persuasiva.

May: No es cierto. Tú me volviste así.

Ash: ¿Ahora resulta que es mi culpa?

May: (sonríe) Pues si. (agacha la cabeza) Yo te conté que, cuando era niña, no tenía amigos. Me costaba mucho hablar con la gente, especialmente con los chicos. Todo eso cambió cuando tú llegaste. Provocaste un cambio en mí. Marcaste un antes y un después en mi vida. Antes de que me diera cuenta ya me había transformado totalmente en una persona que te amaba de tal manera que no era capaz de explicármelo a mi misma. Si me arriesgue a mostrarte lo que sentía por ti fue porque... quería que siempre estuviéramos juntos.

Ash: (sonríe) Pues el sentimiento es mutuo. Antes de conocerte yo era un niñato inmaduro que perseguía un sueño. Ahora mi principal objetivo es seguir a tu lado. Ya sea como entrenador pokemon o como cualquier otra cosa. Me cambiaste May. Queriendo o sin querer. Marcaste una diferencia respecto a mi pasado y determinaste para siempre mi futuro. Cuando... todo comenzó... tenía mucho miedo. No sabía que tenía que decir o hacer. Me sentía un completo inútil. No tenía ni idea de cómo era eso de... tener a alguien que amara tanto. Pero ahora es distinto. No se lo que nos deparará el futuro. Tampoco me importa. Solo quiero que sigas conmigo, a mi lado. Para siempre. Solo con eso me es posible ser feliz. Es lo único que necesito. Eres todo lo que necesito.

May: Pienso lo mismo Ash.

May se recuesta en el pecho desnudo de Ash.

May: Puedo escucharte. Tu corazón... late muy fuerte.

Ash: Siempre ocurre eso cuando estoy contigo. Siento que explotaré en cualquier momento.

May levanta la cabeza.

May: (sonríe) Es lo mismo para mí. ¿Quieres escuchar?

Ash: Si no es demasiada molestia.

May: (niega con la cabeza) Para nada. Adelante.

Ash apoya su cabeza en el pecho de May. En esa posición, era perfectamente capaz de escuchar como latía su
corazón.

Ash: Parece un tambor.

May: (ríe) ¿Tu crees?

Ash: Si. ¿May?

May: Dime Ash

Ash: ¿Puedo quedarme así un poco más? Es muy suave... como una almohada.

May: (sonríe) Todo lo que quieras amor mío.

May coloca sus brazos alrededor de la cabeza de Ash y lo atrae hacia ella. Ash estaba muy relajado, por poco
no se queda dormido en esa posición, con su cabeza apoyada en el pecho de May.

Ash: Te amo May.

May: Y yo a ti Ash.

Ash levanta la cabeza solo para ser recibido por los labios de May. Se fundieron en un profundo beso. Pero, en medio de ese beso y sin que se dieran cuenta, unas lágrimas empezaron a caer de sus rostros.

May: (pensando) Ash... no puedo entenderlo. No puedo entender el amor que siento por ti. Es... tan difícil son... tantos sentimientos al mismo tiempo. Con cada beso... el mundo desparece. Cuando nos unimos... no podemos evitar dejarnos llevar. ¿Por qué somos así? ¿Por qué somos tan... complementarios? Es como tú dijiste. Es como si hubiéramos nacido para conocernos y enamorarnos. Si es así... me alegra que el destino te haya puesto en mi camino.

Ash: (pensando) May... te amo tanto. Jamás podré regresarte el amor que me has brindado. Que me brindas cada día. Te amo tanto que lo dejaría todo por ti. Familia... amigos... mi sueño. Todo. Lo único que me importa ahora eres tú. Nada más.

Se separan un momento y quedan cara a cara.

Ash: May ¿puedo preguntarte algo?

May: (sonríe) Técnicamente ya lo hiciste. Pero dejaré que me hagas otra pregunta.

Ash: Es que... no puedo entenderlo.

May: ¿Qué cosa?

Ash: ¿Como una chica tan bella y dulce como tu se enamoró de alguien como yo?

May: ¿Quieres saberlo?

Ash asiente. May cierra un momento los ojos.

May: Desde el principio cuando te necesite. Desde el momento cuando la mirada alcé. Desde el principio cuando sola me encontraba. Cuando te necesite... estabas allí. Y cuando lejos me encontraba te sentí. Sabía que entonces me cuidabas y te oí. Como un susurro fue tu voz en el silencio. Cada día me atraías hacia ti. Entonces... supe que te amaba. Lo entendí. Supe que buscaba más que solo una amistad. Que mucho tiempo mi corazón te había esperado. Supe que te amaba... aunque intenté huir de ese sentimiento. Porque no podía comprenderlo. Y porque tenía miedo de arruinar nuestra amistad. Lo intenté Ash, de verdad. Intenté no verte de esa forma pero... cuando estaba por lograrlo me mirabas o me sonreías. ¿Cómo podría luchar contra eso? (pasa una mano por la mejilla de Ash) Y estoy aquí... mi dulce amor. Estoy aquí... mi amado Ash. Estoy aquí. Siempre lo estaré.

Ash agarra el rostro de May con sus manos.

Ash: May... me hace muy feliz que me digas eso.

May: A mi me hace feliz que me ames.

Ash: Lo mismo digo.

Se besan otra vez. Pero esta vez fue distinto. Quizás era el agua termal o el momento, pero ambos empezaron a sudar. La espera de estar juntos era eterna. Era tiempo de dejar que el corazón tomara el control. Las caricias de May no se hicieron esperar. Deseaba explorar con sus dedos el cuerpo del chico que amaba. Tocarlo, sentirlo. Quería saber todo sobre el cuerpo de Ash. No era la primera vez que estaban en esa situación pero... era distinto. Ninguno de los dos sabría decir el porque. Simplemente era así. Ash no se quedó atrás, también empezó a acariciar el cuerpo de May. Primero por su rostro. Luego por su costado y todo el camino hasta su cintura. Sus piernas, su abdomen, sus pechos. Quería sentirlo todo. Cada vez que uno tocaba al otro se estremecían. Era una sensación que les recorría todo el cuerpo. Parecía imposible que con un simple toque se pudiera provocar tanto. Ash estaba concentrado, intentando no dejar espacio alguno sin tocar. May hacía lo mismo, como si estuvieran reclamando el cuerpo del otro para sí. Pero no eran solos sus cuerpos. Sus almas también se estaban tocando. Se fundían en una sola. Como fue en un principio. Como siempre debió ser. El deseo era cada vez más fuerte. El estar sus cuerpos en contacto no era suficiente. No. Ellos querían más. Necesitaban más. Ellos querían compartir su mismo ser. Su misma existencia. Ya no serían capaces de vivir sin el otro. Estaban desesperados por sentir sus cuerpos unidos. Pero no sería solo una más. Ese día era especial. Cortaron el beso y May se recostó en el suelo casi playo de la pileta, mientras Ash se acercaba a ella. Sus ojos se cruzaron. Azul y negro. Eran los colores que gritaban a los cuatro vientos un amor que superaba todo. Que venció y vencerá cualquier obstáculo. Las gotas de sudor caían por el cuerpo de May y se fundían con el agua de la pileta. Ash colocó una de sus manos en la entrepierna de May y empezó a acariciar suavemente la entrada de su vagina.

Ash: (pensando) A pesar de todas las veces que ya lo hicimos... sigue siendo tan delicada. Como una flor. La trataré con dulzura.

Comenzó con pequeñas caricias pero eran más que suficientes para hacer que May gimiera mucho. La sensación de Ash tocándola en su "lugar especial" era demasiado para ella. Ninguno de los dos era capaz de resistirse por más tiempo. Ash dirigió su pene con sus manos directamente donde debería estar. De un solo movimiento estaba dentro de May. Como una vela que se apagaba con la brisa, el cuerpo de May se estremeció. Podía sentir como su cuerpo se volvía uno con el de Ash.

May: (pensando) Es... extraño. No es la primera vez que lo hacemos pero... ¿por qué se siente tan diferente?

Ash empezó a moverse. Sus movimientos eran tranquilos, lentos, casi agradables. Empezó a sentir como el interior de May lo llevaba casi de la mano cada vez más adentro suyo. Directamente a la entrada de su útero. Sus cuerpos eran uno solo ahora. Sus sentidos se agudizaron, haciendo cada sensación única e inolvidable. Era como si hubieran descubierto un sentimiento que deseaba salir, gritar, expresarse. Muchas imágenes se pasaron por sus cabezas en ese momento. La primera vez que se vieron. Sus primeros días viajando. Las aventuras que vivieron juntos. Los amigos que hicieron. Y Slateport. No podía faltar. Los recuerdos de ese tiempo parecían muy distantes pero a la vez muy presentes.

May: (gemido) ¡AHHHH! ¡Ash! ¡No podré... aguantar mucho más!

Ash: Yo... (gemido) ¡AHHHH! tampoco May. ¿Dónde lo quieres?

May: Adentro. Lléname con tu amor Ash.

Perfectamente coordinados como siempre lo estaban en este tipo de situaciones, ambos acaban al mismo tiempo. Deciden darle un descanso a sus cuerpos. Eran seres humanos al fin y al cabo. Se abrazan. May recuesta su cabeza en el pecho de Ash mientras el le acariciaba el pelo y ella jugueteaba con las gotas del cuerpo de Ash.

May: Ash.

Ash: Dime.

May: Gracias por amarme.

Ash: Eso debería decirlo yo. Me has enseñado a amar May. No es poca cosa. Gracias por amarme May.

May: (sonríe) No hay de que.

Se quedan callados por un momento.

Ash: Y... ¿que hacemos ahora?

May: ¿Qué tal si vamos a comer algo y... (seductora) seguimos luego en la cama?

Ash: Me encanta como piensas.

May ríe. Los dos salen del baño, se secan y se cambian. Unos segundos después estaban fuera del Centro
Pokemon y empezaron a caminar por las calles. Ciudad Lavaridge no era muy grande pero tenía varios lugares para turistas. Ash y May decidieron ir a un centro comercial. Allí había de todo. Desde tiendas hasta pequeñas plazas donde las personas y los pokemon se sentaban a descansar. La pareja empezó a recorrer el interior mientras iban tomados de la mano.

Ash: Hay tantos lugares para ir que no se cual escoger.

May: Cualquiera esta bien. Solo quiero disfrutar el momento contigo.

Ash: Me leíste la mente.

Finalmente deciden ir a un pequeño restaurante que servía comida tradicional de la región. Se sientan en una de las mesas y piden la comida. Mientras esperan...

May: Entonces Ash ¿tienes pensado algo para tu batalla de mañana?

Ash: La verdad si. He visto suficiente de esta ciudad para creer que el líder utilizará pokemon de tipo fuego. Lo lógico sería utilizar a Corpish.

May: ¿No es un poco arriesgado utilizar sólo a un pokemon?

Ash: Lo se. Pero no te preocupes. Tengo un plan.

May: Confío en ti. Se que ganaras. Como último recurso tienes nuestra "arma secreta".

Ash: Si, pero intentaré no usarla. Considero que es un poco hacer trampa.

May: No es trampa si es una habilidad nuestra o de nuestros pokemon.

Ash: Lo se pero aún así nos da una fuerza que los demás entrenadores no son capaces de conseguir. Quiero ganar pero lo haré en una pelea justa. De no ser así, ¿que tendrían de divertidas las batallas?

May: (sonríe) Esa es una de las cosas que me gusta de ti. Lo que más te importa es divertirte. Puedes llegar a estrechar la mano de una persona con la que estabas luchando hasta unos segundos antes.

Ash: ¿Que puedo decir? Yo soy así.

Cuando terminan de comer, deciden recorrer el centro comercial. En un momento se detienen en frente de una tienda con artículos para entrenadores.

May: Ash, ¿podemos entrar ahí?

Ash: ¿Quieres algo en especial?

May: (asiente) Quiero comprarle un regalo a Max. Al fin y al cabo, el siguiente gimnasio después de este es el de Petalburg

Ash: (sorprendido) Lo había olvidado. Además, dentro de poco el comenzará su propio viaje ¿verdad?

May: Si. Quiero darle algo que le ayude en su aventura.

Ash: Vamos entonces.

Unos minutos más tarde los dos salen de la tienda. May llevaba consigo un cinturón de esos en que se pueden llevar las pokebolas envuelto para regalo, además de un poco de comida pokemon. Ash, por su parte, se había comprado una gorra nueva, similar a la que llevaba puesta pero con colores más claros. Ash miraba la gorra nueva con algo de nostalgia.

May ¿Que pasa Ash?

Ash: Es que... se parece mucho a la gorra con la que empecé mi viaje en Kanto.

May: ¿Me dejas ponértela?

Ash: Adelante.

May se acerca a Ash y le quita la gorra vieja. Esta era un testigo directo del duro camino que había recorrido hasta ahora. Estaba manchada, sucia, descosida e incluso rota en algunas partes.

May: ¡Por Dios, Ash! Esta destrozada. ¿Porque la sigues usando?

Ash: Porque contiene muchos recuerdos importantes.

May: ¿Por ejemplo?

Ash: El día en que te conocí.

May sonríe y le coloca la gorra nueva a Ash.

Ash: ¿Y? ¿Qué tal?

May: Te queda muy bien.

Ash: Gracias. (extiende el brazo) ¿Seguimos?

May asiente y agarra el brazo de Ash. Pasan todo el día allí. Cuando empieza a anochecer deciden regresar al Centro Pokemon. Una vez allí, suben a su habitación y dejan las cosas que compraron con el resto de sus pertenencias.

Ash: Entonces May... espero que no te hayas olvidado sobre lo que dijiste más temprano.

May: Creí que nunca lo dirías. Pero... (roja) tengo una petición.

Ash: ¿Cual?

May: (avergonzada) Es... muy vergonzoso decirlo en voz alta.

May se acerca a Ash y lo abraza. Ash le devuelve el abrazo. May le dice al oído su petición. Ash se sonroja más de la cuenta por lo que le pedía May. Instintivamente rompe el abrazo y sé echa para atrás con una cara de gran impresión.

Ash: ¿¡Que!?

May: (roja a avergonzada) ¿No te... agrada la idea?

Ash: (rojo) No es eso. Pero... ¿estas totalmente segura de que quieres hacerlo... de esa forma?

May: Si. Siento un poco de... curiosidad. Quiero que los dos lo disfrutemos al máximo.

Ash: (nervioso) De acuerdo. Si estas segura.

May asiente con algo de nerviosismo. Ambos empiezan desvestirse pero a May le temblaban las manos. Ash se da cuenta de esto y agarra las manos de May.

Ash: Estas muy nerviosa. Y eso que fuiste tu quien sugirió la idea.

May: (nerviosa) Perdón. Es que... tengo un poco de miedo.

Ash: Tranquila. Déjame que me encargue.

Ash besa suavemente a May mientras la desviste. El beso calma los nervios de May y deja que Ash le saque la
ropa prenda por prenda. Una vez desvestidos, May se coloca en cuatro patas sobre la pequeña cama y Ash se coloca detrás de ella.

Ash: ¿Estas totalmente segura de esto?

May: Hazlo de una vez antes de que me arrepienta.

Ash: Solo preguntaba.

Entonces, en esa posición, Ash se interna nuevamente al interior de May. No pudo evitar gemir. La sensación era muy distinta a la de esa mañana. Mientras que entonces May se enredaba suavemente alrededor suyo, guiándolo, ahora apretaba por todos lados, como queriendo asfixiarlo. May, por su parte, soltó un grito. La nueva posición estaba haciendo que el pene de Ash llegara más profundo que antes, tocando todos sus puntos de placer.

Ash: ¡DIOS! ¡Esto se siente demasiado bien!

May: (gemido) ¡AHHHHH! ¡Ash! (gemido) ¡AHHHHH! ¡Ve más despacio!

Ash: ¡Lo siento! (gemido) ¡AHHHHH! ¡No puedo evitarlo!

Ash aumenta su velocidad a medida que May empieza a mover sus propias caderas. En un momento, Ash tira su cuerpo para adelante y consigue ver una pequeña parte del rostro de May, quien estaba inundada en placer.

Ash: Que cara más pervertida estas poniendo May.

May: ¡Ash! ¡No! (gemido) ¡AHHHHH! ¡No me veas!

Ash: ¿Por qué no? Estas preciosa. (idea) De hecho...

En la habitación había un gran espejo hecho para poder verse todo el cuerpo. Ash agarra a May y la saca de la cama sin parar de mover sus caderas.

May: ¿¡Ash!? (gemido) ¡AHHHHH! ¿¡Que estas haciendo!?

Ash: Ya lo veras. Te gustará.

Ash baja a May quien todavía se encontraba en cuatro. Ahora estaban en el suelo de la habitación, justo enfrente del espejo. Desde esa posición, May era perfectamente capaz de observar su rostro.

May: ¡No! ¡No! ¡No! ¡No quiero verme así! (gemido) ¡AHHHHH!

Ash: Ya te lo he dicho. Te vez hermosa.

May: ¡No es cierto! ¡Parezco una pervertida!

Ash: Pues... me gusta mucho la May pervertida.

Siguieron así por un rato más, aumentando cada vez más la fuerza de sus movimientos.

May: ¡Ash! (gemido) ¡AHHHH! ¡Estoy apunto de terminar!

Ash: ¡Yo también May! ¡Quiero ver tu cara cuando te llene!

May: ¡Si Ash! ¡Por favor! ¡Déjalo todo! ¡Dentro de mí!

Ambos terminan al mismo. Ya ni se molestaban en llevar la cuenta. Habiendo llegado al orgasmo se separan
y se sientan en el piso. Los dos estaban muy cansados.

May: (cansada) Terminaste... mucho Ash. Estoy... totalmente... llena.

Ash: (cansado) Casi... me quedo seco. Fue... muy cansador.

May: (cansada) Lo que hiciste... fue muy cruel Ash.

Ash: (cansado) Perdón...

May: (cansada) No importa. Vamos a la cama.

Ambos se dirigen a la cama y sea acuestan abrazados ya que la cama era muy pequeña.

Ash: May...

May: ¿Si?

Ash: Ten más ideas como esta de ahora en adelante.

May: (ríe) Tu también puedes proponer lo que quieras. No tienes que contenerte.

Ash: Si dices eso no te garantizo lo que vaya a pasar.

May: No me importa. Todo mi cuerpo te pertenece Ash. Tienes mi permiso para hacer lo que quieras.

Ash: Consideraré tu propuesta. Ahora a dormir.

May: Si. (lo besa) Buenas noches.

Ash: Buenas noches.

Los dos se duermen. A todo esto surge la pregunta: ¿Qué pasó con Pikachu y Torchic? Bueno, ellos sabían de antemano lo que iba a pasar así que se escabulleron en el momento en el que May le sugirió a Ash tomarse un baño. Han estado entrenando todo el día y regresaron a la habitación muy entrada la noche, cuando Ash y May ya estaban profundamente dormidos. Mañana sería un día muy intenso.

Continuará...
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario