Analízalos a todos #10: Ugh...
Publicado por Morde en el blog La caverna de Morde. Vistas: 451
Prosigamos. Hoy nos toca analizar...
¿Cómo, que ese no es un Pokémon? Ya, ¿y?
... Okay, no es.
Ya en serio. Yo no quiero hacer esto. Es decir, le tengo tanta manía al que nos toca ahora que... ay, está bien...
He aquí a la mascota de Pokémon, y como tal, al Pokémon más sobreexplotado que existe y existirá. Han sido miles las formas mediante las que han intentado que la gente lo use competitivamente (y en general), y todas han resultado en un rotundo fracaso para alivio de sus haters (entre los que me incluyo). Además, en la sexta generación le dieron hasta cinco (CINCO. POR TODOS LOS DIOSES, F*CKIN' CINCO) formas alternativas, y en la séptima, un movimiento Z exclusivo. Viva la sobreexplotación de la mascota, oiga. Destaco por último la notable pérdida de peso (?) que ha experimentado a lo largo de los años. El estancamiento económico japonés de los últimos vete a saber cuántos años también pasa factura a los Pokémon (??)
Y si Pikachu era el más sobreexplotado, su evolución, Raichu, ha sido históricamente uno de los más olvidados. Y, por qué no decirlo, uno de los más odiados. Tanto que hasta los que trabajan en el anime le hacen bullying. ¿Quién no odia al pobre Raichu? Yo os respondo: nadie. Nadie no lo odia, por supuesto, es feo y pierde la adorabilidad que tenía su preevolución.
Decía que Raichu llevaba décadas en el olvido. Pero en la séptima generación recibió una forma Alola (muy extraño que Pikachu no recibiera una), que tiene un pro y una contra. El pro es que va montado en su cola en plan surfista. La contra es que sigue siendo feo. Además, ¿alguien me explica qué se supone que es esa forma extraña de orejas? WTF.
La segunda generación trajo multitud de Pokémon bebés, preevoluciones de otros ya existentes. Como era de esperar, Pikachu recibió una, dando como resultado esta cosa que, en un principio, me pareció una especie de versión ninja (wat. Yo y mis cosas). Pichu dio lugar a la infame tradición de poner un pseudo-Pikachu en todas y cada una de las generaciones. Y eso es algo que no voy a perdonarle jamás. Por cierto, tampoco voy a hablar del Pichu con la oreja puntiaguda. Eso se lo dejo a alguien que vaya a soltar menos bilis que la que yo he soltado en esta entrada.
Me niego a poner puntuación alguna en nada a estos. A tomar viento.
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario