Acentuaron en demasía la personalidad de algunos

Publicado por Hilda en el blog Las ruinas del pasado y presente. Vistas: 130

Nada más quedé aterrada por las versiones perrunas de los personajes, pero por suerte no se trataban de los originales en:

Bungou Stray Dogs Wan!

Aunque con la interacción de ellos en modo chibi digamos que fue medianamente llamativo y exagerado a veces.

Como que la obsesión de Naomi con su hermano y de Akutagawa con Osamu Dazai es extrema y nunca entendí el porqué… el tipo se quiere suicidar todo el tiempo y como que a veces suena a broma otras veces lo dice en serio tanto así que hasta asusta a Atsushi en una ocasión. Sin mencionar que es demasiado fastidioso. Hay veces que hasta comprendo a Kunikida cuando sugiere que lo envenenen. Respecto a Ranpo pues actúa como un niño, aunque me gusta cuando se comporta con normalidad.
Bungou Stray dogs.png
Sobre los integrantes de la Port Mafia, nombraría a Higuchi y sus muestras de cariño hacia la persona que ama, mientras que Tachihara dice todo en voz alta como un narrador y Chuuya tan cohibido por su tamaño, además de las diferencias constantes que tiene con Osamu, también se ve afectado por el alcohol y tiene muchas ganas de adoptar un perrito, pero nunca lo hace.

Por otra parte, son constantes las discusiones y peleas entre Akutagawa y Atsushi, me hubiera gustado ver su reacción cuando cambió de cuerpo con Dazai, pero omitieron totalmente ese encuentro.

Y pues hay muchas mini-historias, pero es una lástima que en la Agencia no se quedaran con el gatito. Entre otras cosas, los relatos de terror y el concurso de baile fueron extraños, aunque no tanto como el de la guardería.

Posdata:
Gin es la más tranquila en cuanto a comportamiento en esta animación.
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