7-8-2015

Guau, ha pasado mucho desde que estuve por aquí.

Sinceramente, han pasado muchas cosas, algunas mejores que otras, pero lo más importante es que he madurado, he crecido y he perdonado. Eso último no del todo, pero gran parte de ello sí.

Cuando me enfadé con las personas que ahora estoy trabajando en perdonar pensé "¡Nunca los perdonaré!" Pero ahora, después de trabajar con la rabia, la pena, saber los motivos e intentar ver todo desde otra perspectiva, las cosas cambian y siempre para bien.

Con esto quiero decir que con tiempo he aprendido que de todo se sale, que las situaciones pueden ser buena, malas, mejores o peores pero eso no quiere decir que no puedan ir a mejor. Nada es blanco o negro, sino gris. Todo es relativo a algo y toda causa crea un efecto. Eso no quiere decir que sea bueno o malo, pues hace tiempo que dejé de creer en el bien y en el mal.

¿No es fantástico que la vida sea compleja y tengamos que desenredar esos hilos? A mí me fascina, porque eso quiere decir que tenemos dedos que se mueven, que realizan las acciones de nuestro cerebro, que recibe sangre a través del bombeo de nuestro corazón. Es decir, que vivir significa que estamos vivos. Y valga la redundancia, pero hay personas que estaban con nosotros y ya no están. Seguramente si estuvieran aquí nos dirían que aprovecháramos la vida, porque a veces es muy puta y cobra muy bien por su trabajo.

Con todo esto quiero decir y defender aquello que los antiguos clásicos romanos dieron a entender mediante muchos mensajes artísticos como la escultura o la poesía: Carpe Diem.


-MoreThanThis.