3. "Relatos de murciélagos y gatos"

Publicado por Kaisa Morinachi en el blog Crazy house. Vistas: 80

Tercer relato: Policía, magia y muñecas.

Hay gente que cree en los milagros, algunos en la magia y la gran mayoría se rige por lo que diga la ciencia a pesar que ninguna de ellas sean verdad absoluta.

Voces se escuchaban murmurar, cosas como "es un caso especial", "no podemos dejarla suelta", "de seguro hay un error" o "Ni se les ocurra entregársela a ese loco", pero la jovencita recostada en las sillas de la estación de policías no lograba entenderlas, para ella eran simples murmullos por culpa de su agotamiento... Agotamiento.

De repente algo parecía golpetear su pecho, asustada se irguió abriendo los ojos de par en par, obviamente eso la mareo provocando que volviera a caer contra las sillas, por suerte alcanzo a reaccionar al afirmarse con su mano, a la cual miro con sus orbes casi escapándose de su rostro, ahí seguía la maldita sensación dentro suyo.

Pum, pum, pum.

¿Por qué diablos tenía ella una mano? Ahora sí, lentamente se enderezó observándose ensimismada, unas piernas normales, con unos pies normales y una ropa que no recuerda haber usado nunca y por un momento sintió que todo se ser se detuvo, hasta su conciencia se ausentó.


Un estridente grito se escuchó por todo el establecimiento.


—Pequeña, ¿Estas bien? — Se asomó un hombre adulto desde la oficina, seguido de una mujer. La chiquilla se encontraba agarrándose la cabeza, jalándose el pelo.

—¡Tengo que volver, debo volver! —dijo en un volumen más moderado, pero igual de frenético.

—¡A ver, jovencita! ¡Tú te me calmas ahora! — La mujer se acercó amenazante, imponente, pero sin perder su elegancia, hasta donde estaba la chica. Y una vez ante ella en cuclillas le agarro ambas manos con bastante fuerza, aunque no esfuerzo, separándolas del pobre cabello de la joven. —¿A dónde tienes que volver? — Y cuando amos ojos se encontraron la presencia de la mayor se volvió tranquilizadora, la preocupación se notaba en su rostro y la desesperación en el de la pequeña.

—¡No lo sé! No puedo... No puedo recordarlo. — Empezó a llorar, ahora había dos policías sumados a la escena. La señora procedió a sobarle la espalda, en un intento de consuelo.

—¿Y si por mientras te la llevas a tu casa, Michell? —comentó uno de los dos jóvenes a cargo, como solo tenían un par de años ejerciendo profesión les tocaba el trabajo más sencillo y aburrido de todos, quedarse vigilando por la noche la estación a espera de sí pasara algo, y como en ese pueblo nunca ocurría nada de revuelo le daban el trabajo a los de menor rango y evitarse así una noche de cazar mosca, y a causa de ello, eran las dos únicas autoridades de momento. —Hasta que sepamos qué hacer con ella, es tarde y la chica tiene que descansar. — ¿La chica o él? Michell lo miró acusativa. —Y veremos qué hacer mañana.

El resto del grupo estuvo de acuerdo, no veían el momento en que pudieran pegar pestaña, no importa el lugar. Michell suspiró, a ese paso se le acabarían.

—Te vendrás conmigo ¿De acuerdo? — Apenas se escuchaban los pequeños gimoteos de la niña, inmersa en sus pensamientos, muy concentrada en mirar el piso. — Si no respondes lo tomaré como un sí. — Irguió la cabeza, vio a la rubia por unos segundos para volver a observar el piso. —Okey, tomare eso como que estamos de acuerdo.

Y así, el par de individuos se despidieron de los jóvenes policiales para retirarse a sus hogares. Ya eran pasadas las once. La pequeña niña se mantuvo en silencio durante toda la caminata hacia el hogar de la mujer, la cual le llevaba de la mano ya parecía que en cualquier momento chocaría contra un poste o tropezaría de narices al piso, por lo que encontró que era la mejor opción. Después de caminar bajo la luz de estrellas y pequeños faroles de antaño llegaron a destino.

—Begonia. —dijo con voz arrastrada, Michell se desconcentro del intento de abrir la reja.

—¿Qué pasa? —

—Creo que ese es mi nombre —declaró, mientras trataba de recordar que diablos había hecho durante toda su vida.


Tratando de recordar que diablos hacía cuando aún era una muñeca.​

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Este boceto lo hice el 13-04-2020, recordando de memoria la escena, por lo que puede tener incongruencias
Bueeenas, ¿Ahora entienden por qué lo publico en el blog? Porque así no siento la presión de actualizar pronto.
Recordatorio: Esto es solo para practicar, y de apoco, crear mi mundito de estos personajes, pero nada sería completamente oficial acá, ya que si un día llego hacer una creación seria sobre esto (Aunque no por eso esto es tomado a la ligera, con calma sí, pero no a la ligera) , ya sea escrita o visual, que se yo, podrá llegar a tener muchos cambios... No lo se, no pienso hacerlo hasta que tenga las habilidades y conocimientos necesarios XD.
Bueno, eso, si tienen algún consejo o demás, o si le gusto algo en especial, no duden en decirlo.

Gracias por leer.
a Hygge y Dash Rendar les gusta esto.
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