“Contigo.”

No hay una sola vez, que en una relación, no haya alguna discusión.
En una discusión con la persona que amas, te das cuentas de sus errores, de sus malos actos, de esa mirada que sientes que te duele más que sus palabras.
Pero, también eres tú.
También eres tú quién cuestiona mal. Quién habla por miedo. Por la inseguridad.
Pero más miedo te da que por eso pierdas a quien amas.
¿Pero si cambiamos las cosas?
La discusión, solo es..
Porque crees que eres mala persona para quien aprecias tanto.

—Tú tienes una vida por delante y no puedes detenerte por mí. —ella habló claro, más claro que un cristal o el simple reflejo del agua. —Retener a quien yo amo no es amor. —prosiguió con lágrimas en los ojos, ante la mirada angustiosa de su pareja.

Pero.. quién te ama, es porque vió en ti algo que tú no pudiste ver nunca.

Si una persona te ama, te amará con tus defectos, te admirará por tus virtudes, y se enorgullecerá de tu valentía y de tu asombroso corazón.

Él la tomó de la mano y la atrajo hacia él. Entre lágrimas la abrazó con fuerzas. Y en una larga pausa de jadeos de dolor, él se apartó y la miró directamente a los ojos, y dijo aquello que para ella le hizo ver que, sin dudas, él la ama a pesar de todo.

A pesar también de ese mal momento que pasaron.

—Prefiero mil veces morir contigo.. Antes que dejarte morir sola.