¿Y luego me preguntan por qué quiero tanto a los niños?

Publicado por Hygge en el blog Liza's blue heart. Vistas: 386

Lo cierto es que me aburría mucho esperando por el autobús que me llevase a casa. La gente va y viene, cada uno con mil cosas en la cabeza, y a mí me gusta entretenerme observándoles de vez en cuando, en esta ocasión sentada en un banco para mí sola. Pero antes de darme cuenta, cuando no llevaba ni diez minutos esperando, noto una pequeña sombra deslizarse con toda seguridad hasta colocarse justo a mi lado, bastante cerca para mi gusto. Y ya iba a intentar hacerme a un lado algo incómoda cuando me devuelve la mirada una niña de no más de ocho años, mirándome con curiosidad con sus dos ojillos azules preciosos.

Oh shit, era una niña. Y no me dejaba de mirar, creo que quería charlar y se aburría.

Su padre, quien hablaba con su otro hijo de pie, no muy lejos del banco, no tardó en acercarse para decirle a la niña (que al parecer se llamaba Cris), que se hiciese a un lado, que estaba demasiado cerca de mí y me podía estar molestando. La pobre se apartó apenada y yo no pude evitar dejar el móvil y sonreírle, diciéndole que no pasaba nada, y le repetí al padre que no era ningún problema para mí.

Lo cierto es que como siempre, había llegado a la estación de autobuses con demasiada antelación. Así que el hecho de tener una pequeña amiguita al lado me hizo la espera bastante más amena. Era muy gracioso sentir que no me quitaba la mirada de encima por el rabillo del ojo, probablemente intentando hablar pero sin saber qué decir. Le pregunté que a dónde iba, quizás para ver si se soltaba, pero tuve que contener una risa al escuchar de su parte un escueto "voy a casa".

Bueno, habría que pasar a la táctica de los juegos de móvil. Encendí mi buen Geometry Dash, y solo bastó una mirada de reojo para saber que había captado su atención. Le sonreí y le tendí el móvil, ofreciéndole jugar para que no se aburriese, pero no tardó en negarse toda tímida. Jo, pues no había manera. Al menos parecía entretenida mirándome jugar (pero me puso nerviosa y me morí demasiadas veces, shit, mi orgullo gamer por la borda (?).

Su autobús al parecer acabó llegando antes que el mío, y su padre comenzó a llamarla. Pero Cris se negó varias veces, señalando mi móvil, quizás porque estaba entretenida y no quería irse. Al final no le quedó más remedio que levantarse bufando. Yo volví a mi partida, pero al escuchar un "¡adiós!" me sorprendí al ver que la niña me despedía toda feliz con la mano, y su padre me saludó de vuelta, a lo que no pude evitar corresponder muerta de ternura.

De verdad, ¿existen unas criaturitas más tiernas que estas? No puedo, rlly. Y en otra ocasión estaba en un Burguer King y una beba comenzó a mirarme fijamente, hasta acabar ambas en un duelo de muecas que no dejaba de hacerla reír. Al final me tendió una patata frita como regalo (dos veces, de hecho), y mira yo me muero, no puedo, diabetes.

Lo siento bebé por no aceptarte el regalo, estabas demasiado lejos ;__; (?)


Es por estas pequeñas cositas que sé que hice bien en entrar en mi carrera. No hay nada que disfrute más que pasar el rato con estos pequeñines.
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