¿Esto es el amor?

Publicado por Ross Luxury en el blog Notas de soledad. Vistas: 115

Presa

Cuando era niña mi dinámica familiar resulto ser todo menos sana, me enseñaron que no merecía nada y que en su lugar debía esforzarme al máximo para obtener la mínima muestra de afecto y aprobación, esto porque resulte ser una hija no deseada y que arruino la vida de mis padres.


Como resultado desarrolle una baja autoestima y una gran desesperación de aprobación por figuras adultas, mi estilo de crianza fue autoritario por lo que mi personalidad se volvió sumisa e introvertida, yo era callada, sin amigos y con una relación pobre respecto a mis hermanos.


Esto por supuesto no paso desapercibido por los depredadores, que siempre cazan en su ambiente de confort, en este caso un adolescente de 18 años, mi primo.

Lo llamare Carlos para mantener anonimato, él era amable, atento, cuidadoso y siempre se aseguraba de hacerme sentir bien, lo que para una niña de 11 años sin ningún tipo de afecto y que todas las noches dormía
llorando y suplicando por no despertar, resulto de gran consuelo eso y que fuera de mi familia, me hizo recobrar la fe en las personas.


Así paso el tiempo y mi relación con Carlos iba de maravilla, era como mi hermano mayor, siempre sabia que decir y hacer, lograba hacer reír a todos, creaba atmósferas tan agradables, como no sentirme especial si un "niño" mayor se interesaba por mi bienestar. Pasaba gran tiempo con él por lo que a los adultos no les extraño, él tenia una sala de juegos en la planta baja llena de consolas y demás juegos similares, en su
habitación había otros videojuegos y animes, así que era normal que cualquier infante se la quisiera pasar con Carlos, eso y que siempre me cuidará, hizo la combinación perfecta, al menos para él.

Una ocasión hubo una fiesta familiar en la casa de mis tíos, osea los padres de Carlos, había música, comida y bebida, una fiesta normal,
estábamos todos los primos desde los menores hasta los mayores, la tarde llego rápido, por lo que la sala de juegos que usábamos normalmente se lleno y yo quería jugar, él como siempre complaciente hacia mi, me

sugirió que fuéramos a su recamara, yo acepte, porque no era la primera vez qu
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