¿A qué te quieres dedicar?

Desde que somos niños los adultos siempre nos preguntan qué queremos ser de grandes. La pregunta siempre nos causa emoción y pensamos en cosas como bomberos, médicos, astronautas o cantantes. Y es que hay algo mágico en esas respuestas que damos cuando somos niños, en el momento en el que pensamos que es a lo que nos queremos dedicar no se nos vienen a la mente profesiones u oficios en los que vayamos a ganar mucho dinero, lo que siempre pensamos en primer lugar es aquello que nos gusta, eso que al hacerlo somos felices.

El problema viene cuando crecemos y empezamos a ver qué tal vez eso que nos hacia felices no es tan bien pagado como otras profesiones. Y es entonces cuando yo creo que todo se va al traste. La elección de carrera la hacemos pensando en el nivel económico que queremos alcanzar, y eso no está mal, lo malo es cuando esa profesión que es excelentemente pagada, no nos gusta lo suficiente para amarla.

La elección de carrera es algo difícil ya que engloba muchos aspectos que configuraran nuestra vida en un futuro. Yo creo que a la hora de elegir deberíamos hacerlo pensando en lo que nos gusta, en eso que nos apasiona porque si elegimos algo que no nos haga felices, algo que lo hacemos más por compromiso, tal vez porque papá o mamá quieren que estudiemos eso, probablemente no consigamos la satisfacción esperada.

Si hacemos algo que no nos gusta, generalmente lo hacemos de malas, el tiempo pasa muy lento y usualmente las cosas salen mal. En cambio cuando realizamos algo que nos gusta, el tiempo pasa volando, somos felices y eso se nota en el trabajo que realizamos.

Debemos elegir pensando bien, porque esa es una de las pocas elecciones irrevocables. Cuando eliges una carrera prácticamente acabas de casarte con ella para toda tu vida.

Por ello antes de elegir deberíamos preguntarnos ¿Seré feliz al hacer esto toda mi vida? La remuneración económica vendrá después, porque si lo que haces te gusta lo harás bien y un trabajo bien hecho generalmente da una buena paga.