¡Julio te desafía! Día dos
Publicado por Lucas Diamond en el blog Blog de Lucas Diamond. Vistas: 244
Hablar sobre mi trabajo soñado... Díficil, la verdad. Mucha gente tiene sueños y metas y blablabla, pero yo si me pongo a pensar no veo nada especial. Con esto no digo que no me guste nada, más bien todo lo contrario: creo que me gusta todo, pero nada lo suficiente como para sentir algo especial, esa chispa que te hace saber que es tu trabajo de ensueño.
Actualmente voy a entrar a Bachillerato y el camino comienza a bifurcarse para mí. La primera elección es entre Ciencias o Humanidades. Ahí siempre lo tuve claro, soy un chico de ciencias. Pero las ciencias son muy amplias y dentro de estas hay un gran abanico de posibilidades. Aquí llegamos a una segunda decisión que es la que me está costando más, ciencias de la salud o tecnología. Esta decisión podría ser mucho más fácil si supiera cual es mi trabajo soñado, pero no lo sé.
Por el momento mi trabajo perfecto sería ser profesor. Sin embargo, hay ciertas cosas que hacen que me lo replanteen. En primer lugar el tema del dinero siempre es algo a tener en cuenta. Sí, uno debe trabajar en lo que quiere y eso lo tengo muy claro, pero tampoco hay que descuidar el aspecto económico, en mi opinión. Ya mi profesor de inglés me dijo hace un par de años que debería estudiar medicina, puesto que tengo capacidad para hacer lo que quiera y con eso ganaría mucho dinero, o en su defecto ingeniería. De hecho, no es la única persona que me lo ha dicho. Pero, ¿y si eso no me hace feliz, qué? Por otro lado está el hecho de lo repetitivo que es el trabajo. Todos los años se explican los mismos conceptos, acabaría encontrando el trabajo algo aburrido. En tercer lugar está mi timidez. Un profesor debe saber desenvolverse trabajando con alumnos y saber explicar de forma que se enteren (lo cual, teniendo en cuenta que mi asignatura favorita son las matemáticas, implica doble complicación). La verdad es que no me veo lo suficientemente capaz de explicar y conseguir la atención de alumnos a los que lo que dices no les interesa lo más mínimo. Por suerte para mí, este aspecto se vio reforzado hace un par de meses, cuando mi profesora de lengua me dijo que mis alumnos tendrían suerte, pues hice una exposición sobre Rafael Alberti maravillosa, según ella, consiguiendo la atención de todos y explicándome con claridad (no sé ni cómo lo hice aquel día). También supongo que este último punto es algo normal, que se va ganando con la experiencia. Último problema que veo, la única profesión con la que me he visto más involucrado ha sido siempre la enseñanza. Mi madre es profesora y mi padre lo fue, y a eso le sumas que todos los días que voy al instituto me veo rodeado de ellos. Entonces pienso, ¿y si me gusta la enseñanza porque es lo único que veo en mi día a día, pero hay muchas más profesiones que aún desconozco que me pueden gustar? ¿Quién me las enseñaría? ¿Y si luego pruebo otra cosa y resulta que no me gusta y debo trabajar de eso toda una vida? En fin, son muchas cosas.
Por lo pronto, mi sueño es estudiar un doble grado en Matemáticas y Ciencias Físicas (el cual tiene una nota de corte en torno al 13 sobre 14, una barbaridad), y ser profesor de ambas asignaturas, matemáticas y física.
Dato curioso: Cuando era pequeño, como imagino que muchos, tenía sueños diversos (? Decía que quería ser sacerdote, puesto que era la profesión más segura (porque sí, de pequeño creía mucho en Dios e iba a misa y tal, lo cual es divertido pensarlo ahora que soy ateo); también quería ser gigoló (ojo, que ahí es na'), y jardinero de una vieja rica y vivir del cuento. Sueños de infancia (?
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