¡Invita a tu crush!... Eso decían...

¿Alguma vez pensaste que harías si tuvieras la oportunidad de invitar tu amor platónico a tomar un helado?

Casualmente... Tengo un buen ejemplo de ello.
Una tarde volvía con mis amigos a casa, de la nada me llega un mensaje de esa persona que solía gustarme, entonces entre charla, decidí fugazmente invitarlo a tomar un helado. Cuando casi llegaba a la parada del transporte público, el había aceptado. Sentía una felicidad inexplicable, había una heladería no muy lejos del secundario, así que le dije que iríamos allí. Me despedí de mis amigos, sintiendo sus poco ubicados chistes.

Una vez dentro, estaba tan nerviosa que sentía que iba a decir una tontería a poco de verlo. Me acerqué a la caja y ordené. La mujer de la caja me dice el precio de ambas paletas.

Abrí mi bolso, y de él saqué mi monedero. Dándome cuenta que solo tenía en dinero suficiente para un solo helado. Sentí un peso inexplicable en los hombros, miré al chico tan sumisa en mis maldiciones a mi misma, que creía iba a desmayarme. Pero él habló, diciendo que estaba bien.

A fin de cuentas, compré el helado. De hecho comencé a pensar que quizás no era mala idea, podría llegar a compartirlo. Si. Era mi nuevo plan.

Aún si era parte de un plan. Terminé en silencio total, con una caminata incómoda de aproximadamente unos diez minutos. Posteriormente, por fin pude entregar palabras al viento, siendo mi primer pregunta un "¿Qué estás haciendo?" ¿Muy inteligente cierto?

Él simplemente se rió, terminé yendo a mi casa casi al instante de terminar el cremoso helado sabor frutilla. Al día siguiente me hicieron un interrogatorio sobre mi "cita". El cuál no quise comentar, sólo dejando un claro " estuvo normal " tan calmada.

Al salir al patio del secundario lo vi. Me saludó a distancia con una sonrisa. Yo respondí a él con el mismo gesto.

Supongo que, invitar a tu crush...
No es tan mala idea.
Uno se sorprende de si mismo (?)