«A cada intento de vuelo te fueron quebrando las alas. Una a una clavaron las estacas y sangraste callado tus ganas de emprender el vuelo. Lo intentaste en silencio una y mil veces, y la sangre tiñiendo de carmín tus plumas. Ángel de alas rotas, no pudimos salvarte y cuánto nos duele, porque nos dejaste atrás. Arrancaste tus alas de cuajo y te forjaste otras de lágrimas y angustia para por fin emprender el vuelo que tanto anhelabas, lejos del dolor de estos días de sol interminable. Volaste más allá del firmamento, donde solo el pensamiento puede alcanzarte. ¡Ay, ángel de alas rotas, te debemos tanto! Que tu partida nos permita forjar el camino para que los ángeles que aún viven entre nosotros puedan revolotear libres, sin que los espantemos, sin que nos teman... sin que nos dejen. Permíteme alzar hasta ti una plegaria por tu largo viaje, para que puedas encontrar la paz que no pudimos brindarte.» Dedicado a la memoria de Franco Álvarez
En 2008 y hasta 2010 formé parte de una prquesta juvenil en Chile. Gran parte de mis amistades de adolescencia las forjé en aquella agrupación y muchas de aquellas personas siguen aún en contacto conmigo de una u otra manera. Una de estas personas era Karla, una amiga de esas que no son tan cercanas, pero su simpatía le hizo ganarse un espacio en mi corazón. No era de estas personas que siempre estuvieron conmigo en las buenas y en las malas, sin embargo era de esas personas con quienes era agradable pasar el rato y con quien pude tener una que otra conversación. Sin embargo, un día unos amigos se reunieron y deliberadamente no me invitaron a la fiesta. Me enteré unos días después aunque no le di demasiada importancia al asunto, claro que las razones me dejaron una pequeña grieta en ella corazón. Fue Karla quien, específicamente, pidió que no me invitaran. Hasta el día de hoy no sé qué hice para ganarme su desprecio, pero entonces me borró de facebook y nunca más volví a encontrarla siquiera por la calle. Tanto no me dolió el que fuera ella como el no entender el por qué. En 2013 y antes de venirme a Francia, me hice amigo de un grupo de estudiantes de arquitectura de una universidad de mi ciudad. En un momento de crisis con mis amistades regulares (músicos en general), terminé por volverme muy amigo de este grupo, siendo con ellos con quienes pasé mi fiesta de despedida antes de dejar la ciudad que me acogió 4 años como estudiante. Dentro de este grupo se encontraba Diego, alguien que se volvió realmente un amigo para mí y con quien compartí gran parte de mis experiencias y vivencias al venir a vivir aquí. Casi terminando mi año acá, parte de este grupo vino a concursar a París durante un mes y durante ese tiempo viví y conviví con ellos. Diego fue uno de mis grandes cobijos y en quien descargué mis más profundas frustaciones y tristezas estando acá. Admito que lo sofoqué un poco en busca de aquello que no encontraba en estas tierras extranjeras, pero eso no hizo más fácil sobrellevar lo que pasó después. De repente, sin previo aviso, desapareció de mis contactos de Facebook. Por lo general no es algo que me moleste en sí, pero viniendo de alguien que consideraba tan cercano, admito que me dolió. Intenté obtener explicaciones, pero sólo encontré evasivas y finalmente una escueta explicación apenas suficiente. Decidí yo mismo alejarme para evitar malos entendidos, pero la herida sigue abierta. Este año conocí una amiga maravillosa. Habíamos llegado (o al menos eso creía yo) a un entendimiento mutuo genial. Muchas veces me quedé a dormir en su casa y conversamos de intimidades que sabíamos no podíamos hablar con cualquiera. Creía que estaba llegando a conocerla cuando de repente y paulatinamente las cosas cambiaron. De repente unos accesos de rabia la atacaban y se descargaba en mí. Nunca fueron ni duraderos ni por grandes motivos, visto desde fuera, pero desde mi mirada algo me decía que algo se estaba gestando. Hace unos días tuvimos una discusión que no debió pasar a mayores, pero que terminó conmigo saliendo de el lugar en cólera y al borde del llanto. Lo que más me apena no es lo que allí se dijo (y que hasta yo tengo de donde arrepentirme) sino el cómo se dijo y en las circunstancias en que se hizo. Ver sus ojos llenos de furia escupiéndome palabras con el sólo fin de hacerme sentir mal, recriminándome por cosas que nunca supe que hice. Aún no entiendo como llegué a merecerlo. Me duele que no quiera hablar al respecto. Me duele que al día siguiente no haya querido dirigirme el saludo, alegando luego rabia acumulada y que horas más tarde quisiera hacer como si nada hubiese ocurrido. Cómo pudo pasar del cariño al odio sin yo siquiera saber qué hice. Luego de estas experiencias me pregunto si el problema soy yo o lo fue cada persona en su momento, pues cada quien tiene su verdad, sin embargo creo que nunca lo sabré si nunca llego a entender sus motivos. No le deseo mal a ninguna de estas personas, muy por el contrario: Espero de todo corazón lo mejor para sus vidas. Espero también, algún día, llegar a entender qué es lo que les hizo sentirse tan mal a mi lado y ver si quizás es algo queque deba cambiar o fue simplemente un malentendido, pero mientras ellos no quieran compartir su verdad, no me queda más que intentar borrar el pasado y seguir adelante, intentando ser la mejor persona que pueda ser.
C'est très important pour moi de mettre en mots tout ce que je ressens maintenant. Il se passent dans ma vie beaucoup des choses qui me troublent l'esprit en ce moment, beaucoup des choses dont je pense que je n'ai aucun contrôle. Si j'écris tout ça en français, n'est pas juste pour me la péter en disant que je peux parler et m'exprimer en une autre langue que l'espagnol, mais parce que même si c'est très important de l'écrire, je suis pas tout à fait sûr de vouloir que tout le monde comprend ce que j'ai à dire. Tout cela dit, c'est parti: La solitude est il y a très longtemps un sentiment qui me poursuit et dont j'arrive pas a m'en débarrasser. Le sentiment, pour moi, ne s'agit pas seulement de ne pas avoir des amis (et bien que je les ai) ou d'être seul dans le sens littéral du mot, mais de la sensation affreuse de que personne ne se soucie de ce que j'ai à dire, de ce que j'ai dans moi. Sentir que je ne connecte vraiment pas avec les gens, beau j'essaye de le faire. Est-ce qu'il y a quelqu'un au monde qui pense comme moi, avec qui me sentir accompagné? Je croyais les avoir, mais tous ils sont disparus... Comment pourrais-je trouver un chemin pour m'échapper de cette solitude? Les questions qui se promènent dans ma tête sont-elles nombreuses et sans réponses claires, donc je passe mes jours à essayer d'en trouve, mais sans succès. Une partie de moi sait et est sûre que toutes les réponses ne dépendent que de moi-même, mais l'autre partie demeure dans l'absurde recherche. Je voudrais surtout pas que cette texte soit un crie d'aide, parce que je sais bien que la seule personne qui est capable de m'aider n'est pas une autre que moi-même. La véritable raison d'écrire ceci c'est de vider mon esprit, car je me sens pas capable d'avouer vraiment tout ça avec personne; d'avouer qui je me sens pas bien, d'avouer que je m'en veux pour ça et que je me sens pas capable d'une réconciliation au temps proche, que j'ai envie de tout faire foirer, de tout envoyer faire foutre... De leurs dire que je sens qu'ils m'aiment pas, que je leurs plaît pas vraiment, que c'est juste quelque chose qu'ils pensent, mais qu'une fois je sors du salon, je n'existe plus et que je ne veux pas forcer mon entrée dans sa vie... Ils n'ont pas vraiment besoin de moi. Tout ça c'est triste à dire, c'est triste à écouter et c'est peut-être pas vraie, mais une fois dit, on ne peut pas l’effacer. Je ne voudrais pas du tout faire passer un moment comme ça à personne, parce que je les aime. Faut que je retrouve un chemin vers la réalité, mais je l'ai perdu ça fait si longtemps, j'arrive pas à savoir comment faire. Faut bien que je commence à me mettre en valeur moi-même. Faut que je m'occupe de moi-même aussi. Serait-elle pareille la vie si je disparais d'un moment à l'autre? Non, je ne me suiciderais jamais, mais c'est aussi une des question qui me troublent. Sûrement ici ce ne serait une grande chose. Vous auriez mes écrits, je n'apparaîtrai plus dans le chat ou dans le forum, mais tout le monde s'en ficherait pas mal, je pense. Au Chili et en France, tout le monde fait sa vie sans moi déjà... des gens qui pleurent par-ci, par-là... mais ce s'arrêterait bientôt, non?... non?... Suis-je juste une tache à effacer? J'y crois pas, mais... Des fois des pensées comme ça me poursuivent toute la nuit, même toute la journée, sans pouvoir m'y empêcher. Peut-être personne ne prendra le temps de traduire tout ce texte pour le comprendre vraiment, peut-être personne ne va comprendre vraiment à quel point c'était important pour moi de l'écrire, mais déjà c'est très réconfortant pour moi de l'avoir fait. J'ai tenu encore pour un nouvel jour.
Esta entrada será un poco copia de la última de Nomoe, pero es que nolopuedo evitar y necesito compartirlo. Siempre que se habla de galanes del cine mencionan a un montón de películas de principios del siglo pasado en adelante y por lo general al ver por lo que los corazones palpitaban en esa época me tiendo a decepcionar (Clark Gable, por ejemplo), pero hay un nombre que siempre se menciona acompañado de foto de su época más adulta: Marlon Brando. Nunca me detuve demasiado en su imagen, hasta que hoy por los azares de internet me topé con unas imágenes de su juventud: Contenido oculto Contenido oculto Contenido oculto Debo decir que desde el descubrimiento que comprendo completamente por qué tantas mujeres suspiraban por él... Dios, hubiera deseado nacer en su época sólo para verlo (ignorando completamente el panorama mundial, claramente). Es que, díganme, ¿quién podría resistirse a esto? Contenido oculto
Diría que me siento molesto, pero siendo preciso, no es el caso. En realidad me siento triste y harto. Como buen hijo de esta época, siempre estoy al tanto de varias luchas sociales de distintas índoles, pero que en su mayoría apuntan a lo mismo: Dejemos de odiarnos. Sin embargo, como pasa con todas las corrientes ideológicas, veo que dentro de las ideas entra gente que no tiene idea y llena un discurso que debiese ser de paz con odio. De por sí me es molesto ver cuando la gente sube en facebook el vídeo de una chica que se titula «Esta mujer destruye al femminismo», llena de argumentos que vienen desde hace décadas y que no aportann nada nuevo, encima criticando a la ideología como si fuera un grupo de gente, como si supiera realmente de lo que trata el feminismo. La gente que sube esto no tiene miedo en expresar su «eterno repudio» al feminismo con frases para el bronce como «basta de feminazis» y así. Lo curioso es que la mayoría ni se han dedicado a averiguar de lo que realmente habla la gente feminista y se hacen la idea porque la única persona que conocen es conocida por ser una extremista y a veces ni eso. Dentro de todo aquello hay un discurso de odio e ignorancia bastante grandes, pero lo que me parece incluso peor es la gente que llega a insultarlos en plan de «acaso son estúpidos, vayan a aprender algo antes de venir a hablar de feminismo, malditos estúpidos». Es entonces cuando me pregunto: ¿Debemos contestar un discurso de odio con más odio? Desgraciadamente esto sucede con muchas otras cosas, como la lucha LGBT, la conciencia social de los comunistas, los discursos animalistas y así en general, entonces ¿Es realmente válido atacar al odio con más odio? Curioso me parece también cuando se habla de los «flaites» en mi país (villeros o turros en Argentina, pirañitas en Perú, tukis en Venezuela y así), gente de una baja denominación social y que, lamentablemente, siempre son asociados a la delincuencia. He escuchado gente refiriéndose a ellos, y esto siempre después de alguna noticia que implique algún robo o asalto, de «flaites culiaos, ojalá los maten a todos, que los junten a todos y los acribillen»... ¿Es válida acaso tanta violencia lingüística? He escuchado gente de iglesia referirse así a los homosexuales, he visto racistas referirse así a gente con distinto color de piel y a xenófobos decir lo mismo de alguien sólo porque viene de otro país... ¿Es legítimo responder con la misma falta de empatía? ¿Desearle la muerte a alguien sólo por estar del otro lado?... Mi llamado es a parar los discursos de odio, por favor, pues gracias a ellos aparecen las ideologías extremistas... sólo basta odio e ignorancia.
Es difícil describir una sensación cuando esta comprende sentimientos tan contrarios. Un encuentro sexual luego de tanto tiempo siempre ess bien recibido y siempre es algo para sentirse bien, sobre todo cuando es con una persona que tenías en la mira hace tiempo... El problema surge cuando ambas artes están borrachas y que todo se acaba al aparecer la luz del sol. Trato de resumir todo lo que pueda esta entrada para que no se vuelva tediosa tampoco, pero al mismo tiempo siento que hay muchas cosas que quisiera volcar en letras para sacarme esta sensación del pecho. De partida es que a esta persona siempre la vi como un prospecto para algo más, no digo que una relación, pero espero que todos sepan lo que es tener a alguien relativamente idealizado... Ahora lo hecho, hecho está, ambos lo sabemos y lo aceptamos, lo que ha pasado no se puede borrar, ambos sabremos lo que sucedió y en las condiciones que sucedió y así lo aceptaremos. Así es como en la mañana, luego de que él partiera junto a otros amigos que se quedaron en casa esa noche, recibí un mensaje en el teléfono: "No me gusta hablar de estas cosas. Anoche llegué sin esperar nada, no tenía intenciones de nada. Creo que sería bueno para ambos no hablar de ayer". Y así se acaba todo, en una noche no hay amor que aguante. Quisiera aclarar que mi concepto de amor no es aquel de toda la vida, de relaciones exitosas y largas y el mundo Disney que a todos se nos pinta como utópico y deseable, sino que creo firmemente en otro tipo de amores, amores fugaces que no pasan de unos instantes, pero igualmente amores, pero aquel de una noche, entre todos, me parece el más infame. Y es que ambos jugamos al amor por un rato, ambos nos miramos y nos deseamos, ambos estuvimos ahí, bajo la luz de la luna y colgando de el único hilo de saliva que unía nuestras bocas y que nos salvaba de no caer. "Eres muy lindo", me atreví a decirle con toda sinceridad, sin ningún deseo egoísta de retenerle, sino por decir un cumplido, porque lo creo sinceramente y él... él mismo buscó mis brazos al momento de dormir. Abrazados hasta el último momento, esperamos la mañana en un sillón, disfrutando del contacto con el otro, jugando al amor, pero al momento de ver la luz del sol, la separación fue brusca y no puedo culparlo, pues vivimos un amor infame, que no es un instante que se prolonga en el tiempo, sino un ave que se va en picada y está destinada a morir... Y lo aceptamos. Yo había olvidado la sensación de vacío que me dejan este tipo de relaciones, que ya son molestas con desconocidos... con un amigo me es mucho peor. No hay amor que valga una noche si no hay cariño sincero de por medio.
Vivo sumido entre dos realidades: París, que me consume poco a poco, y Chile, siempre constante, estirándome su mano que comienzo de a poco a soltar. De pronto el mundo se me ha hecho muy pequeño, tout petit, y Brasil me parece que se encuentra al lado de Santiago. El llanto ya no va conmigo en las despedidas. porque aunque la gente no esté cerca, el mundo no es más que un trozo de tierra en un vaso con agua a mis ojos, donde el tiempo no existe sino en nuestra imaginación. Adiós se ha vuelto una palabra tan larga. À bientôt, até breve, hasta pronto, y entonces la nostalgia se hace mínima y la saudade nos abraza, muita saudade de você. Siempre Chile se me muestra como mi realidad y París como un sueño, oui, oui, un rêve, pero la línea divisoria se hace cada vez más confusa, más difusa. ¿Qué será de mí cuando tenga que elegir, cuando deba despertar? Tres años no son nada para una vida, pero han pasado tantas cosas, que ahora disfruto tanto el sueño como la vigilia y tener que despedirme de cualquiera será un desgarro tremendo. Quiero abrazar cada rincón y cada calle con mis ojos, quiero recorrer el mundo en un sueño eterno y tener a todos y cada uno de mis amigos cerca de mi casa. Pido absurdamente demasiado y estoy consciente de ello, pero no estoy triste por la imposibilidad de mis deseos, pues sé a ciencia cierta que todos caben en mi corazón.