Hola a todos, llevaba tiempo sin escribir aquí pero ha llegado el momento porque necesito descargarme un poco, ya me entendéis, librarme un poco de la carga. Os preguntaréis, ¿qué tienes hoy gran y guapo Cranex? Pues bien, os lo narraré. Como algunos sabrán (y para los que no lo sepan, os enterareis ahora), estudio dos carreras universitarias a la vez, si, es completamente posible ya que nunca he tenido problemas con los estudios y me gusta lo que hago. Bueno, resulta que algunas veces es tedioso, demasiada materia, necesito concentración para entenderlo todo y sobretodo, mucho tiempo. Estoy casi todo el día estudiando, si no es en la biblioteca, es en mi piso alquilado que comparto con mi actual pareja. Suelo dormir 2 horas diarias, ya que los estudios me abarcan mucho tiempo y por las noches aprovecho para ver series o animes que me interesen (necesito diversión, ¡no me juzguen!). Pero ahora llega el problema, los idiotas de turno. Ya es suficiente tener que repartir el tiempo entre ambas carreras como para que llegue un imbécil a molestar en el momento más inoportuno. Ya que tengo que prestar mucha atención en cada clase, resulta que en cada una hay un bobalicón que se pone a mi lado a hablar, pero es en todas y cada una de las clases, y son varios diferentes. ¿Están compinchados o algo? Porque siempre que miro a la derecha o a la izquierda los veo, si no es a uno, es al otro. Ya estoy harto, he probado dialogando con estos primates sin evolucionar, pero siempre dicen lo mismo: “hago lo que quiero cuando quiero y donde quiero” (por favor, léase con la mayor voz de subnormal que se tenga, gracias) También con el respectivo profesor de cada clase, pero no varía el resultado aunque este lo comprendo más: “si tuviera que estar atento a cada alumno que habla, no doy a basto además de que ya son mayorcitos”. Como veréis, no consigo solucionar el problema y tampoco quiero incordiar a mi pareja con mis problemas, ella tiene los suyos propios. Ya me encuentro mejor, gracias por atenderme. Se despide el grandísimo e intrépido Cranex. Hasta otra ;)
Sinceramente, hay veces que detesto a cierta gente. Las típicas personas que un día están encariñadas a ti, super amistosas y al día siguiente son tan groseras y tediosas como unas uñas rasgando una pizarra. Parece como si solo te deseasen cuando les interesas, cuando no tienen a nadie mas con quien estar y recurren a ti como ultima esperanza de satisfaces sus necesidades sociales. Cuando esto ocurre me pregunto porque haré caso a semejantes personas, me resulta incompresible. A veces creo que es por necesidad de caerle bien a todo el mundo, otras veces creo que es por educación, pero de lo que estoy seguro es de que no es por desesperación. Uno con el tiempo aprende a diferenciar a las personas, a saber que traman desde el primer momento que las ves y tal y como me decía mi padre hace ya muchísimos años: “Mas sabe el diablo por viejo que por diablo”. Y como siempre he creído de sus enseñanzas, es que nunca se equivoca. Una vez mas, se despide el grandísimo e intrépido Cranex. Hasta otra.