Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por iztrela, 14 Mayo 2012.

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    iztrela

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    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    5347
    Hola mis queridos lectores, le traigo otro capitulo, espero les guste, me agrada ver que ha muchos les llama la atención la historia que estoy escribiendo, prometo no dejar abandonado mi fic.

    Advertencia: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen,le pertenecen a Rumiko Takahashi, y la historia solo la escribo por diversión, sin ningún tipo de lucro.


    CAPITULO VI: Por fin en las montañas.



    — Tengo hambre y estoy muy cansada, hemos caminado ya durante varias horas—decía Kagome mientras le reprochaba a Seiya.

    — Eres una aprendiz muy floja, tan solo llevamos caminando 10 horas, además no nos hemos encontrado a ningún demonio en el camino.

    — Para ti es fácil decirlo, tu no estas esforzándote tanto como yo, es cansado mantener este campo de purificación, y además ya estoy al límite de mis propias fuerzas.

    —Es cierto y después de que descanses, ¿cuánto tiempo necesitas para volver a poner el campo de protección?—preguntaba Seiya ya que veía que la noche empezaba a aparecerse.

    —Yo creo que mañana, ya te dije que tengo que utilizar mucha energía.

    —Humm, y dime ¿cuanto falta para que ya no puedas mantener la Kekai (campo de protección)?

    —Por otras dos horas, si no es que un poco más, además ya es de noche y ya estamos en los límites de las tierras del Oeste.

    —Si por eso te lo pregunto, antes de que ya no puedas mantener la Kekai me avisas, yo te daré a beber una poción que nos hará indetectables, para cualquier demonio, pero está solo durará por unas 12 horas, así podrás descansar, y comer algo.

    —Pero por que no mejor me los diste desde el comienzo de este viaje, así no hubiera gastado mis energías.

    —Cálmate Kagome, y no me pongas esa horrible cara de enfado, si no te di esa poción es por que no tengo mucha, además todavía nos falta mucho por recorrer y la guardo para cuando estemos cerca de las montañas, acuérdate que tenemos que protegernos del endemoniado de Sesshomaru.

    —Está bien Seiya, pero tú tendrás que ir por nuestra comida ya que yo quedaré muy cansada y no podré moverme por un buen rato.

    —Eres muy débil Kagome, pero está bien yo iré por la comida, ahora camina más deprisa que Sesshomaru nos está alcanzando.

    —Si, “espero que Sesshoumaru no nos encuentre o Seiya será el que pague los platos rotos, además yo no estoy tan a salvo, sin duda alguna él no dudará en asesinarme ya que le he desobedecido”—pensaba Kagome mientras veía por el horizonte, ya se veían mas cercanas las montañas del oeste.

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    Dentro del bosque en las afueras de las tierras del oeste, un Taiyoukai estaba muy enfadado por la ausencia de la esencia de Kagome.

    —Sin duda alguna la miko se ha fortalecido, ya lleva varias horas con su campo de protección, pero se que ya está al límite de sus energías y cuando eso pase, asesinaré a se monje que va con ella y a ella la regresaré con Rin, así tardará por lo menos otros dos meses en llegar de nuevo a estas tierras, ya que no creo que se quiera quedar en esa aldea, esa mujer es bastante terca—se decía así mismo Sesshomaru mientras estaba muy al pendiente de la aparición de la esencia de la miko.
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    Mientras tanto Inuyasha se había quedado cerca de la aldea, donde se reunió con la miko, el la esperaría por una semana y si en ese tiempo no regresaba, regresaría, a la aldea de la anciana Kaede.

    —Kagome, espero te encuentres bien, yo quería seguirte pero mi olor traería consigo a Sesshomaru y no deseo que el te lastime, además más le vale a ese torpe monje que cuide bien de ti, si no quiere ser asesinado por mis propias garras— se decía así mismo Inuyasha, el no estaba muy tranquilo, ya que era la primera vez en este viaje que tenía que dejar a la miko sola, y no le agradaba mucho que el apuesto Seiya la acompañara en este viaje y mucho menos que el fuera uno de los maestros que tendrían que entrenarla, claro si el maestro Taiyokan accedía a entrenar a Kagome, ya que ella no dejaría de querer a sus amigos demonios, solo por ser mas fuerte.

    —Mi amada Kagome te deseo mucha suerte y espero vuelvas pronto para jamás separarnos de nuevo—esto se lo dijo al viento mientras veía aparecer las primeras estrellas de la noche.
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    —Seiya ya no puedo mantener por más tiempo la kekai—decía la miko mientras dejaba de caminar y se hincaba sobre el verde pasto.

    —Está bien, toma esto, pero en lo que hace efecto la poción ¿podrías mantener otro poco mas la Kekai?—esto último lo decía muy preocupado ya que la miko se veía muy pálida y ya le costaba trabajo respirar, Kagome tomó la poción e hizo gestos de asco, esa poción era demasiado repugnante, pero no tenía otra opción que tomarla.

    —No se si pueda hacer eso, ¿cuánto tiempo se necesita para que haga efecto la poción?

    —Unos 15 minutos, ¿crees que podrás mantenerla por ese tiempo?

    —Si pero ya no puedo caminar.

    —No importa, solo espera a que haga efecto— Seiya cargó a Kagome y la puso en la raíz de un árbol para que descansara un poco, mientras tanto Kagome, hacia un enorme esfuerzo por mantener la kekai para protegerlos.

    El tiempo pasaba relativamente lento para Kagome, quien ya no aguantó más y por fin se desvaneció su kekai, de inmediato Seiya, cargó a Kagome y corrió tan rápido como pudo, ya que todavía la poción no hacia efecto, y el ya había sentido el aura demoníaca de un youkai poderoso.
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    Ya en la oscuridad de la noche, Sesshoumaru pudo percibir la esencia de Kagome, y no dudó en ir de inmediato para hacerle frente a esa miko testaruda.

    —Por fin esa mujer, quitó su kekai, debo darme prisa, para acabar con esto cuanto antes—Sesshoumaru se transformó en una bola de luz, para llegar más rápido en donde se encontraba Kagome.
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    —Lo siento Seiya, no pude mantener la kekai un poco más, ahora nos encontramos en un gran peligro por mi culpa.

    —No digas tonterías Kagome, además ya te esforzaste mucho para mantenernos a salvo—decía Seiya mientras corría, pero paró inmediatamente, al ver a un youkai de cabello plateado frente a ellos.

    —No se esforzó tanto, ya que no pudo engañarme—esto lo dijo Sesshoumaru que estaba totalmente molesto al ver como Seiya cargaba a Kagome, un sentimiento extraño hacia hervir la sangre del Taiyoukai.

    — ¡Sesshoumaru!, — decía Kagome demasiado sorprendida— Seiya bájame por favor—Kagome estaba demasiado nerviosa sabía que ni la poción podría salvarlos ahora, solo ella podría alejar al taiyokai la pregunta era ¿cómo?, la miko ya había utilizado mucha energía espiritual, y sus flechas no podrían hacerle daño a Sesshoumaru.

    — Humana tonta, creíste que te burlarías del Gran Sesshoumaru, si que haz sido demasiado insolente, al entrar a mis tierras.

    — No te atrevas a hacerle daño a Kagome—decía Seiya mientras amenazaba a Sesshoumaru con su naginata.

    — Tu inmundo humano, jamás podrías lastimar al Lord de las tierras del Oeste, eres tan débil como todos los humanos.

    — No me subestimes, demonio— Seiya discutía con el taiyoukai, mientras colocaba a Kagome detrás de él para protegerla.

    — Seiya ya no provoques a Sesshoumaru, el es demasiado fuerte y podría matarte— Kagome se colocó delante de Seiya y viéndole de frente lo tomó de sus hombros, la mirada de Kagome mostraba miedo y preocupación ya que no quería que lastimaran a ese joven guerrero.

    — Humana, hasta que te diste cuenta de mis habilidades, pero ya es demasiado tarde, tu pagarás tus insolencias al querer burlarte de mí — Sesshoumaru estaba dispuesto a atacar al joven guerrero pero, frente a sus ojos, los dos humanos desaparecieron y sin dejar ninguna esencia, el taiyoukai, no podía creer lo que había pasado y solo un fuerte gruñido se escucho en el bosque.

    — No es posible no dejaron ninguna huella, pero no deben de estar lejos, así tenga que herir gravemente a Kagome jamás dejaré que entre a esas montañas.
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    Mientras tanto, Kagome no sabía que había pasado de pronto sintió que Seiya la cargó y salió corriendo de ese lugar y ahora se encontraban cerca de un claro, pero lo que más le sorprendió es que Sesshoumaru no los siguiera o intentara matarlos.

    —Seiya ¿Qué es lo que pasó?, ¿por que ya no nos siguió Sesshoumaru?

    —Kagome, es sencillo, la poción por fin hizo efecto, esta poción me la dio el maestro Leyasu-Tokogawa, el es maestro en pociones, además esta poción hace que ningún demonio pueda vernos, olernos ni escucharnos por un perímetro de 10 metros a nuestro alrededor—le daba la explicación a Kagome mientra él se sentaba en la raíz de un árbol.

    —Entonces Sesshoumaru no podrá encontrarnos durante las 12 horas que dure el efecto de la poción.

    —Así es.

    —Entonces no hay nada de que preocuparnos, ahora si podemos descansar tranquilos.

    —Humm, pues no, aunque la poción es poderosa solo sirve para alejar a los demonios completos, es decir que si nos pueden ver los Hanyou, el hecho de que no sirva esta poción para escondernos de ellos, es por que los sentidos de los youkais son más sensibles y más desarrollados que el de los hanyous. El veneno que despide nuestro cuerpo ahora no perjudica a los humanos, pero para youkais este veneno que despedimos, hace que todos los sentidos de los youkais se desorienten, haciendo que vean solo el paisaje pero no a nosotros, sin en cambio nosotros si podemos verlos y oírlos, hasta atacarlos si es necesario, pero hay un problema con esta poción, ya que si alguno de nosotros es herido, nuestra sangre repele el veneno de nuestro cuerpo, y entonces los youkais serán capaces de encontrarlos por el olor de nuestra sangre.

    —Vaya entonces tenemos que tener cuidado de no lastimarnos, lo bueno es que mis heridas ya sanaron si no, ahora seríamos victimas de Sesshoumaru.

    — ¿Estás herida?, déjame ver no podemos arriesgarnos a que ese demonio nos encuentre—decía Seiya mientras se acercaba a Kagome para que le enseñara sus heridas.

    —No te preocupes, esas heridas ya sanaron esta mañana, y ya no hay marcas de ellas en mi brazo izquierdo.

    —Está bien, por ahora tenemos que descansar, no deseo que mañana tengamos que pelear con ese demonio, además a mi no me corresponde eliminarlo, por lo menos no por ahora.

    — ¿Qué, tu intentarás matar a Sesshoumaru?, eso no lo puedo creer.

    — Bueno dejemos esa conversación, no decías que tenías mucha hambre, ahora regreso voy a traer algo para comer.

    Kagome se quedó sorprendida por el hecho de que Seiya pensara en acabar con la vida de Sesshoumaru, aunque por lo visto era algo lógico, ya que según las palabras del mismo Seiya, a el no le gustaban para nada los seres sobrenaturales y mucho menos los demonios puros.
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    Ya habían pasado varias horas desde el encuentro que tuvo Sesshoumaru con Kagome, y no podía encontrarlos, parecía como si se los hubiera tragado la tierra.

    —¿Cómo es posible que esa mujer logre exasperarme tanto, primero me miente sobre el tiempo que pasaría en esa aldea, segundo, me humilla hiriéndome con su campo de energía, tercero, siente lástima por mi y cura mis heridas, y cuarto se burla de mi y desaparece ignorándome totalmente, ¿esa mujer de que estará hecha?, nada la intimida, y siempre que nos vemos me reta y me insulta, cosa que ningún ser había hecho, o por lo menos ninguno que esté con vida. ¿Por qué no puedo lastimarla?, ¿Por qué me molesté cuando vi como la tocaba ese estúpido monje?, odio pensar tantas tonterías, no puedo seguir perdiendo el tiempo, con esos estúpidos pensamientos—aquel taiyoukai se recriminaba el hecho de pensar esas cosas, y eso no era todo, también en él crecían unos sentimientos nuevos, que lograban ponerlo furioso, el no se comportaría como un humano, pero desde que convivía con la joven miko esos sentimientos se hacían cada vez más frecuentes.

    —Kagome te encontraré así tenga que buscar debajo de la tierra, no permitiré que entres a esas montañas, no mientras yo viva o me dejo de llamar Sesshoumaru Taisho Lord de las tierras del oeste.
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    —Kagome, toma esto, son algunas frutas que pude encontrar.

    — Gracias Seiya, yo tengo un poco de comida en mi mochila, solo tenemos que encender una fogata para calentarla.

    — Está bien, iré por la leña, tu sigue descansando, se que te encuentras muy débil.

    — Pues si, el campo de protección me quita mucha energía, además que me haz hecho caminar más de 12 horas.

    — Eres muy quejumbrosa, veo que entrenarte, me será muy difícil, eres una mujer demasiado mimada.

    — ¿Qué dices?, además te recuerdo que tu no tienes poderes espirituales y por lo tanto no sabes el gran esfuerzo que hecho durante todo este día.

    — Ya tranquilízate Kagome, mejor descansa y ya no te enojes, además te vez muy fea cuando te enojas.

    — Jajaja, Seiya tu eres igual que Inuyasha, no cabe duda que son almas gemelas.

    — ¿Pero que dices tonta?, yo jamás seré como ese tonto híbrido.

    — Oye eso no, no insultes a Inuyasha, además aunque sea un Hanyou te puedo decir que es mejor que muchos humanos que he conocido.

    — Mira mejor dejemos esta discusión, no me gusta hablar de demonios ó seres sobrenaturales.

    — Está bien—“realmente Seiya odia a todo ser sobrenatural, y si él es así no me puedo imaginar como es el maestro Taiyokan, será mejor que ande con cuidado, no deseo que estos monjes lastimen a mis amigos”— pensaba Kagome mientras se recargaba más en la raíz del árbol para descansar.

    Seiya encendió la fogata y calentaron la comida que llevaba Kagome en su mochila, después de comer decidieron dormir ya que el día siguiente sería muy complicado y más si Sesshoumaru estaba tras de ellos.

    Las horas corrían rápido, y ya pronto amanecería, Seiya ya estaba despierto y fue a donde se encontraba durmiendo Kagome, el se quedó por un momento mirando la cara de tranquilidad que tenia la miko en su rostro.

    —No puedo negar que Kagome es muy hermosa, lastima que su destino ya esté trazado, yo se que sufrirá mucho y jamás podrá ser feliz, pero mientras esté yo su lado haré que el dolor y sus penas se hagan menos, descuida Kagome te protegeré como se lo prometí a ese hanyou— el rostro de Seiya se veía algo triste, pero tuvo que dejar de ver y de pensar en el futuro de Kagome ya que el efecto de la poción ya casi perdía su efecto.

    —Kagome ya despierta, tenemos que seguir, falta mucho por recorrer todavía.

    —Está bien— de pronto se paró bruscamente espantando a Seiya — siento cerca la esencia de Sesshoumaru, tenemos que irnos inmediatamente de aquí—esto último lo dijo con un tono de nerviosismo.

    —No te preocupes todavía no se acaba el efecto de la poción pero para que no nos detecte Sesshoumaru, será mejor que pongas el campo de protección creo que ya estas descansada para poder hacer una Kekai.

    —Si, ahora la pongo— y haciendo movimientos con sus manos puso una Kekai.
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    Sesshoumaru ya estaba hastiado de andar buscando a Kagome y a Seiya, pasó toda la noche buscándolos y todavía no tenía ni una seña del paradero de esos dos.

    —Esa humana si que se ha vuelto una molestia para mí, ahora yo tendría que estar entrenando con los guerreros de la luna del oeste, pero por ahora no tengo otro remedio que buscar a esa chiquilla impertinente, además tengo la impresión que ya está cerca del campo que rodea a las montañas Yanchinsen y Yinchinsen, será mejor que vaya de inmediato a ese lugar así los podré interceptar más rápido—Sesshoumaru se convirtió en una bola de luz y fue directamente hacia el campo que protegía a las montañas del oeste.
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    —Lo siento Kagome no podremos detenernos para desayunar ni comer así que en lo que estamos caminando tendrás que comer las frutas que traje ayer en la noche, tenemos que llegar a las cercanías del campo que rodea a las montañas antes de que anochezca.

    —Es que acaso ¿ya no tienes más de esa poción para poder protegernos de Sesshoumaru?

    —NO es eso, lo que pasa es que hay un portal el cual nos llevará al templo que está dentro de las montañas Yanchinsen y Yinchinsen, y solo permanecerá hasta el día de hoy antes de que anochezca, y si no llegamos a tiempo, tu no podrás protegerte con tu campo ya que estarás muy cansada y pues solamente tengo poción para protegernos otras 12 horas, y si no llegamos a tiempo nos atacarían los guerreros youkais de la luna del Oeste, y pues ya te imaginarás que Sesshoumaru estará ahí.

    — Pues ya que, además ya no quiero pelear con ese youkai testarudo, Seiya ¿ me podrías decir quienes son esos guerreros que mencionaste?

    — Si claro, mira esos guerreros son los sirvientes de Sesshoumaru, siempre pelean con el y ellos son los que ayudan a proteger las tierras del Oeste, sin embargo casi siempre se encuentran en la orilla del campo que protege las montañas Yanchinsen y Yinchinsen, y eso es por que hace 110 años los monjes Yamabushi y esos guerreros pelearon, claro que esos guerreros no derrotaron a los 5 maestros Yamabushi y por eso Sesshoumaru tiene muy bien vigilado ese lugar para que si alguno de los maestros se atreve a salir de ese campo sea exterminado inmediatamente.

    — Pues se ve que todos se odian demasiado.

    — De hecho Kagome no es tanto el hecho de odiar a los demonios lo que causó que se llevara a cabo esa batalla, sino que desde el principio de los tiempos solo los humanos vivían en la tierra, y pues al escaparse los demonios del infierno, los seres humanos corren un gran peligro.

    — Entonces los demonios escaparon del infierno, yo pensaba que ellos fueron los primeros en vivir en la tierra.

    — No Kagome es por eso que tenemos que mandarlos de nuevo al infierno ahí es donde todos los demonios pertenecen.

    — No eso no puede ser cierto, además como podrían mandar a demonios de un corazón noble al infierno, yo tengo entendido que los demonios de corazón noble van al paraíso o sea al otro mundo.

    — Eso es cierto, pero será mejor que cambiemos el tema, además yo no soy el indicado para decirte más sobre este asunto, el maestro Taiyokan te resolverá todas tus dudas, ahora camina más aprisa.

    — Si, por cierto Seiya dime como llegaste a ser un guerrero Yamabushi.

    — Hummm, no me gusta hablar mucho de eso, solamente te puedo decir que desde niño vivo en esas montañas y he sido entrenado por el maestro Hisamiche-Hiroo, el es como un padre para mi.

    — Seiya, dime los maestros deben ser personas ya de muy avanzada edad por lo que me dices, crees que puedan entrenarme ya que si no mal recuerdo dices que ya era mayor el maestro Taiyokan cuando pelearon con Sesshoumaru hace 110 años.

    — Jajajaj, creo que te dejaré con la duda será mejor que los veas por ti misma.

    — Pues ya que, tú nunca me das muchos detalles, siempre evades preguntas—sin embargo esa curiosidad por conocer a los monjes Yamabushi crecía en Kagome mientras más se acercaban a donde se encontraba el dichoso portal.

    Toda la mañana se la pasaron caminando, ya Kagome se encontraba algo cansada, y la verdad es que tenía que decirle a Seiya que ya no podía seguir manteniendo el campo de protección.

    — Seiya, será posible que podamos tomar de una vez esa poción, no quiero que nos pase lo mismo que ayer, además no creo que Sesshoumaru cometa el mismo error, estoy segura que ni siquiera nos daremos cuenta cuando nos mate.

    — Tienes razón será mejor que tomemos la poción además en unas 6 horas estaremos llegando a ese portal—diciendo esto sacó Seiya la poción y se la dio a Kagome para que la bebiera.

    — Sabe horrible, lo bueno es que no se de que está hecha, por que me imagino que es de algo repugnante.

    — Jajaja, pues si es mejor que no sepas de que está hecha la poción, ya que si te enteraras que contiene te aseguro ya la habrías escupido.

    — Eso no me hace gracia Seiya, lo bueno es que en poco tiempo llegaremos y por fin estaremos a salvo de Sesshoumaru.

    — Eso es cierto solo mantén la Kekai un poco mas y después podrás quitarla así ya no gastarás mas energías.

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    En las orillas de las montañas se encontraban los guerreros Youkai de la luna del Oeste, ellos se encontraban entrenando, ya que Sesshoumaru se los había ordenado hace unos meses atrás.

    —Veo que han seguido mis indicaciones—esto lo decía el Lord del Oeste, mientras se acercaba a los 5 comandantes de ese ejército.

    Todos le hacían reverencias a Sesshoumaru, mientras pasaba junto de los soldados que se encontraban entrenando.

    —Pero será posible que alguno de ustedes sea capaz de lastimarme, yo creo que les falta más entrenamiento, además se que ha salido un monje Yamabushi, y ninguno se dio cuenta de ese suceso, todos son unos incompetentes—El Lord de las tierras del Oeste les echaba una mirada totalmente llena de ira a los 6 comandantes.
    —Eso es imposible mi señor —decían al mismo tiempo los hermanos, Raiyin y Fujin comandantes del batallón del rayo.

    —Nosotros no logramos percibir ninguna esencia humana y mucho menos una esencia pura.

    —Entonces me dicen ¿que yo soy el que se equivoca, y que aquel monje que vi ayer en la noche era solo un espejismo?—Sesshoumaru estaba muy molesto, el hecho de que no creyeran lo que el decía realmente lo ponía furioso.

    —Mi señor, no decimos que usted esté mintiendo, solo es que ninguno de nosotros, hemos percibido tales esencias—decía una hermosa youkai de piel blanca llamada Yukionna, comandante del batallón de la nieve perpetua.

    —Si nuestro señor vio a ese monje, eso quiere decir que esos Yamabushi se han vuelto más fuertes ya que en estos 110 años ninguno ha salido de este campo.—decía Kodama, líder del batallón del inframundo.

    —Si Kodama tienes razón, pero como es posible que salgan sin dejar tan siquiera una esencia—decía muy pensativo Tengoshun lider del batallón de los bosques del oeste.

    —Entonces también nos deberíamos hacer otra pregunta ¿Para que salió ese monje, además para que se arriesgaría tanto como para poner su vida en peligro?—decía el líder del batallón de la noche Hitotsume.

    —Eso es sencillo salió para encontrarse con una nueva miko, ellos desean entrenar a esa mujer, y por lo visto no es para nada bueno—decía Sesshoumaru ya harto de que los comandantes dijeran puras tonterías.

    Al unísono todos gritaron

    —¿Qué?—

    NO es posible que la profecía esté por cumplirse, eso quiere decir que la batalla iniciará en poco tiempo—decía Hitotsume.

    Escúchenme todos, necesito que ahora mismo resguarden todo el campo no quiero que esa humana entre a esas montañas, y si la capturan necesito que la traigan con vida, ¿me entendieron?—Sesshoumaru estaba totalmente convencido de que capturarían a la miko, así los planes de esos monjes se vendrían abajo.

    Si mi señor—contestaron todos los comandantes e hicieron una reverencia e inmediato fueron por sus tropas para proteger ese campo, no dejarían que esa miko llegara a esas montañas, ya que si no la capturaban era seguro que su amo los mataría por su falta de eficiencia.
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    Ya había pasado parte de la tarde y tanto Sesshomaru como los guerreros yokais de la luna del Oeste estaban alrededor del campo que protegía a las montañas Yanchinsen y Yinchinsen.

    No es posible que esa miko mantenga tanto tiempo su kekai, por lo visto eso de retarme se lo toma muy a pecho — pensaba el Lord de las tierras del Oeste.

    Amo Sesshomaru, ¿esa miko que todos están buscando es la mujer del tonto de Inuyasha? preguntaba un pequeño demonio de color verde.

    — Jaken, te he dicho miles de veces que no menciones el nombre de ese híbrido— decía Sesshomaru, mientras le acomodaba una buena patada a Jaken.

    Lo siento amo bonito, pero esa miko es tan débil que no debería gastar sus energías en encontrar a alguien tan insignificante—Jaken recibió otra buena patada por parte de Sesshomaru.

    Será mejor que ya no hables si no quieres que te mate de una buena vez—El Lord estaba totalmente furioso, Jaken había nombrado a su molesto hermano y no solo eso sino que había dicho que Kagome era la” mujer” de Inuyasha, eso hacía que la sangre de Sesshomaru hirviera de coraje.

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    Kagome ya estamos cerca, llegaremos en una hora aproximadamente—decía con alegría Seiya

    Qué bueno porque la verdad eres muy callado y ya me estoy aburriendo y cansando de caminar tanto sin tener un momento de descanso—decía una cansada miko con un tono de voz de molestia.

    Ya te dije que eres muy chocosa, camina si no quieres que tu amado Sesshomaru nos mate.

    ¿Qué dijiste? ¿mi amado?, ¿estás loco o que te pasa?, yo nunca podré amar a ese demonio, además es demasiado frío para mi gusto— le gritaba a Seiya pero ella era engañada por sus propios pensamientos —“aunque no deja de ser muy guapo, pero que tonterías estas pensando Kagome, si tu estas enamorada de Inuyasha, además prometiste pensar sobre hacer una familia con él”.

    Ya no te enojes, además ya no veras a ese demonio por un muy largo tiempo— le decía muy sonriente Seiya, le había dicho eso para molestarla y así se le olvidara un poco el cansancio que tenía y por lo visto había dado resultado.


    Seiya eres insoportable.

    Fue lo último que dijo Kagome mientras tanto no dejaba de pensar en que pasaría de ahora en adelante, no confiaba plenamente en el juicio de esos monjes y mucho menos Kagome le haría daño a sus amigos no importanto que fueran humanos o seres sobrenaturales.

    —Kagome ya llegamos ese es el portal que nos llevará con el Maestro Taiyokan—decía Seiya mientras le daba un pequeño frasco a la miko.

    ¿Qué es eso Seiya?

    Es el antídoto de la poción que tomamos, no podemos entrar al campo con ese veneno dentro de nuestros cuerpos, tómalo y de inmediato se acabará el efecto de esa poción.

    Está bien—Kagome tomó el antídoto, para suerte de la miko este no tenía un desagradable sabor al contrario, su sabor era dulce y muy agradable.



    Seiya procedió a tomar también el antídoto, de inmediato entraron al portal, este era de color rosa y lo traspasaron fácilmente.
    Al salir del portal Kagome pudo ver a lo lejos un enorme templo en la cima de las montañas y otro en las faldas de las montañas, el cualestaba bien protegido por grandes murallas y una enorme puerta la cual tenía un grabado muy curioso, en esta se veía unos guerreros de larga cabellera contra unos demonios. Al ver ese grabado Kagome sintió miedo.


    Continuara.................

    Se que he tardado mucho en actualizar pero no he tenido mucho tiempo , espero les gusta la continuación y también espero me dejen sus comentarios.

    Gracias ya corregí el error.
     
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    iztrela

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    8 Mayo 2012
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
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    Hola mis queridos lectores, le traigo otro capitulo, espero les guste, me agrada ver que ha muchos les llama la atención la historia que estoy escribiendo, prometo no dejar abandonado mi fic.

    Advertencia: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen,le pertenecen a Rumiko Takahashi, y la historia solo la escribo por diversión, sin ningún tipo de lucro.





    Capitulo VII: ¿Los dioses Yamabushi?

    Al salir del portal Kagome pudo ver a lo lejos un enorme templo en la cima de las montañas y otro en las faldas de las montañas, el cual estaba bien protegido por grandes murallas y una enorme puerta la cual tenía un grabado muy curioso, en esta se veía unos guerreros de larga cabellera contra unos demonios. Al ver ese grabado Kagome sintió miedo y no era para menos, en el grabado se podían observar diferentes tipos de seres sobrenaturales siendo asesinados BRUTALMENTE por esos guerreros, realmente esa imagen era impactante para los ojos de la miko.

    Vamos Kagome no tenemos todo la noche— decía Seiya mientras caminaba rumbo a la puerta, se paró y dijo unas palabras en una lengua extraña, eso hizo que se abriera esa grande puerta.

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    Mientras tanto en el templo del Yin y el Yan ya estaban los preparativos para la ceremonia de iniciación para que Kagome se convirtiera en una Sacerdotisa Yamabushi.
    Maestro Taiyokan ya llegaron Seiya y Kagome-sama—decía el Maestro Tokowaga.

    Si ya lo sabía, ahora ve por los otros maestros, esta será una larga noche para todos nosotros.

    Maestro Taiyokan, ¿cree usted que Kagome- sama quiera hacer el rito de iniciación?

    No lo se, pero espero que haga lo correcto, además obligarla a hacerlo no es muy benéfico para nosotros, el corazón de Kagome debe permanecer puro hasta el final.

    Eso lo sabemos, pero por ese mismo corazón puro, puede que tome decisiones que nos afecten, además el último sello se romperá en un año, no tenemos mucho tiempo para empezar a entrenarla y mucho menos de convencerla de hacer lo que se tiene planeado.

    Hay que tener calma Tokowaga, además solo será decisión de ella, sabes muy bien que no tenemos el derecho ni el poder para obligarla, Kamisama no nos lo perdonaría.

    Ahora ve por los demás no tenemos tiempo que perder.

    Esta bien— Tokowaga salió del templo pero no sin antes ver la cara de preocupación que tenia el maestro Taiyokan.

    Kagome-sama, espero que haya disfrutado su vida, ya que de ahora en adelante le será muy difícil ser feliz—pensaba el maestro Tokowaga mientras se dirigía a ver a los maestros para reunirlos en el templo.

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    Sesshomaru, estaba realmente furioso, hace unos momentos pudo oler la esencia de Kagome, pero como el aire, este se esfumó tan pronto como llegó a la nariz del Lord.

    Ya es tarde, ahora esa miko debe de estar con esos malditos monjes, al parecer esa miko será una fuerte contrincante, no hay remedio tendré que romper mi promesa, así que la próxima vez que la vea tendré que terminar con su vida, lastima es muy bella para tener una muerte tan prematura, pero la existencia de mi raza está en juego, espero que Rin logre perdonarme algún día— Sesshomaru se odió al no poder detener a Kagome y por primera vez en su vida detestó ser el Lord de las Tierras del Oeste.

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    Al abrirse las puertas de aquel templo, Kagome pudo observa un gran patio, el cual parecía ser el lugar en donde entrenaban y eso era fácil de deducir, por todas las armas que se encontraban alrededor del patio. Kagome seguía observando todo lo que estaba a su alrededor, de hecho era un lugar muy hermoso, los jardines que rodeaban ese templo eran bellísimos, habían un sin fin de flores de distintas especies, de hecho eso parecía un palacio, en lugar de un templo, en los corredores se podían observar bastantes puertas de color blanco y en ellas estaban grabadas flores de loto de color doradas.
    Todo era muy elegante, de hecho pudo observar a dos sacerdotisa, aunque ellas vestían diferente a Seiya, ellas llevaban un obi de color blanco y un toki de color negro, ese traje era parecido al de Kikio, a Kagome no le gustaba mucho, y aunque ella no quisiera usarlo tendría que hacerlo ya que era el uniforme que usaban las sacerdotisas Yamabushi.

    Kagome, Kagome, ¡Higurashiiii!—gritaba Seiya al ver que la miko no le respondía.

    Lo siento mucho Seiya, es que realmente es un lugar muy hermoso.

    Lo se ha sido mi hogar por mucho tiempo, ahora ve a cambiarte que los maestros no pueden verte vestida como una aldeana, Yima, te dará un traje de sacerdotisa para que te lo pongas.

    No es necesario solo dime en donde puedo cambiarme.

    Yima vendrá por ti y te llevará a tu habitación, por ahora solo espérame, iré a avisar de nuestra llegada al maestro Taiyokan.

    Ok yo te esperaré—Kagome solo siguió con la mirada a Seiya el cual entró a una puerta que conducía a unas escaleras para llegar al templo que estaba en la cima de las montañas.

    Kagome-sama, sería tan amable de seguirme para que le muestre sus aposentos—decía una mujer ya de edad avanzada casi de la edad de Kaede, y por lo visto también era una sacerdotisa ya que tenía el mismo traje que las otras.

    Si claro, vamos.

    Al llegar a la habitación se desilusionó un poco Kagome, ella esperaba que la habitación fuera tan bonita como era la mayoría del templo, pero de hecho el cuarto era pequeño y solo había un pequeño armario, en donde guardaría su ropa y sus armas, y había un futón al lado derecho de la habitación y una pequeña ventana que daba a un jardín.

    “Kagome pero que piensas no has venido de vacaciones, has venido a entrenar”—pensaba la miko ya que ese realmente era su objetivo, se cambio de ropa y salió al patio de entrenamiento para esperar en ese lugar a Seiya.

    Mira esa debe de ser la nueva aprendiz—decía una joven sacerdotisa de ojos cafés claros, cabello castaño obscuro, piel blanca, y muy bonita pero con una mirada fría. Tenía unos 25 años y por cierto era algo alta media unos 1.75 de estatura.

    Si por lo visto es esa de la que tanto hablan los maestros Yamabushi, oyes Tamiz, no se te hace raro que el sensei Seiya sonriera cuando estaba con ella, además creo que la llamó por su nombre— decía una chica de cabello rubio rizado, ojos azules, de unos 24 años, y de unos 1.70 de estatura, también poseía una mirada fría pero mas intimidante que la de Tamiz.

    Si eso es raro en el sensei Seiya, el siempre muestra una mirada fría e inflexible. Riana, ¿que te parece si vamos a darle una calurosa bienvenida a la nueva?

    Tienes razón Tamiz, no seríamos buenas compañeras de no hacerlo—el sarcasmo se hacia muy notorio, las sacerdotisas veían a Kagome como una aldeana que apenas y podría hacer conjuros sencillos, además que ella ya estaba muy grande para empezar su entrenamiento, ya que es bien sabido que las mikos se empezaban a preparar desde niñas para poder fortalecer sus poderes, y cuando esto no se hacia a su debido tiempo el poder espiritual se hacia muy débil.

    Kagome estaba muy sumergida en sus pensamientos, realmente estaba muy nerviosa, no sabría como reaccionaría el maestro Taiyokan cuando le dijera, que ella, era amiga de seres sobrenaturales. Pero fue interrumpida de sus pensamientos por las voces de dos sacerdotisas que le hablaron.

    Tú eres la nueva aprendiz ¿verdad?—decía la chica de cabello castaño

    Es cierto Tamiz, ella debe ser la nueva ya que apenas y se puede percibir su aura espiritual—decía la chica de cabello rubio.

    Pero Riana parece que a ella no le han enseñado buenos modales, ya que ni si quiera a podido contestarnos—decía Tamiz con sarcasmo.

    Si soy la nueva aprendiz mi nombre es Higurashi Kagome, ustedes también deben de ser alumnas de los maestros Yamabushi—decía Kagome con tono de voz muy cortante.

    Así es de hecho nosotras somos las mejores—respondió Riana—por cierto Kagome ¿no estás muy grande para pretender ser una sacerdotisa?

    Kagome solo quería que Seiya llegara rápido, no tenía que ser adivina para saber que no les caía nada bien a Riana y a Tamiz, por lo visto eran unas sacerdotisas muy engreídas y la verdad Kagome ya estaba harta de escuchar todos sus comentarios.

    Riana esta mujer es muy débil, jamás podrá ser una sacerdotisa, además se ve que solo estará aquí por unos días— decía Tamiz mientras se burlaba de Kagome.

    Jajaja, es cierto Tamiz, además es seguro que el maestro Taiyokan la regrese a su aldea por incompetente

    “Lo que me faltaba que estas sacerdotisas piensen que soy una completa inútil”—pensaba Kagome pero ya no podía ignorar las ofensas que le decían y como era de esperarse ella no se dejaría de nadie—YA BASTA, Cállense de una maldita vez, si no respondí antes sus insultos es por que trataba de ignorarlas, pero como solo su boca sabe escupir veneno no tengo otro remedio que pedirles que se vayan y me dejen tranquila.

    Escuchaste Riana, esta insolente aldeana nos está ofendiendo, escúchanos bien , nosotras somos más poderosas que tú y por lo tanto debes de respetarnos, además ya te lo hemos dicho, TU JAMÁS PODRAS SER UNA SACERDOTISA TAN PODEROSA COMO NOSOTRAS,

    Claro que nunca podré ser una sacerdotisa como ustedes, ya que yo tengo un poder mucho mayor, además que yo si respeto a todo ser vivo, no como ustedes, que se dicen ser sacerdotisas con experiencia, pero que realmente les falta estudiar mucho, ya que una sacerdotisa debe de tener un corazón puro, capaz de tolerar, respetar y ayudar a todo ser vivo no importando su aspecto ni raza, para nos entrenan tanto físicamente como espiritualmente, y si eso no lo pueden entender entonces jamás serán unas excelentes sacerdotisas—Todo esto se los grito, para que esas esas dos sacerdotisas pudieran captar el mensaje, además que ya estaba muy exasperada y su cara estaba totalmente rojas del coraje que tenía.

    BASTA TONTA, jamás en lo que resta de tu vida nos hables así de nuevo, nosotras somos superiores a ti y tus poderes jamás se compararán con lo nuestros—Riana no podía creer lo que les dijo Kagome, y estaba a punto de darle una bofetada para que supiera quien mandaba en ese lugar pero cuando lo iba hacer un grito de uno de sus sensei la dejó paralizada.

    Takeda y Kino, en este momento quiero que le pidan una disculpa a la Señorita Higurashi, y más les vale que esto jamás se vuelva a repetir, ¿ME ESCUCHARON?—Seiya estaba furioso y por eso regañó a Tamiz y a Riana, él pudo escuchar todo lo que le dijeron a Kagome y no dejaría que esas mocosas (como les decía) ya que no le agradaban mucho esas dos sacerdotisas, molestaran a su nueva alumna.

    Pero sensei, ella nos provocó, además la que tenia que pedir disculpas es ella y no nosotras—decía molesta Tamiz, ya que odiaba ser regañada por Seiya y más por culpa de esa nueva aprendiz.

    Ya no quiero escuchar más de este tema, así que le piden una disculpa y después se irán a sus habitaciones y tendrán prohibido salir hasta que yo mismo lo ordene, además mañana su práctica será de dos horas más por ese desacato a las reglas, saben muy bien que en este templo lo principal es el respeto hacia sus compañeras, y de no querer obedecerme, será el maestro Taiyokan-Rinchen, el que les ponga un castigo, ustedes deciden.

    Kagome abrió los ojos tanto como pudo, el tiempo que había estado con Seiya nunca lo había visto con esa mirada fría e impenetrable, además el tono de su voz era rígido y bastante atemorizante.

    Las chicas se quedaron en shock, aunque ya conocían el carácter de su sensei pocas veces lo veían tan molesto.

    Y ahora que están esperando para disculparse con Kagome-sama.

    Lo sentimos Higurashi Kagome, no se volverá a repetir—Tamiz y Riana hicieron una reverencia de disculpa a Kagome.

    Acepto sus disculpas—Kagome solo dijo eso y también hizo una reverencia de aceptación.

    Riana y Tamiz, de inmediato se retiraron a sus habitaciones, no sin antes decir pestes de Kagome ya que por su culpa las habían castigado, y sabían bien que al día siguiente su sensei las haría trabajar arduamente en su entrenamiento.

    Lo siento mucho Kagome, no esperaba que fueras recibida así, por Takeda y Kino, aunque no lo creas ellas solo están celosas, jamás les ha gustado que lleguen nuevas sacerdotisas y mucho menos si son tan bellas como tú—Seiya no mentía sabía muy bien que esas dos sacerdotisas deseaban ser las únicas estudiantes de los maestros Yamabushi, sus objetivos eran ser igual de poderosas que Kikio.

    Entiendo que eso les ocurra, pero por lo que puedo ver, no creo permanecer mas que esta noche en este templo, yo no deseo convertirme en alguien que desprecie a todo ser vivo solo por sus diferencias—decía Kagome mirando fijamente a Seiya.

    Hummm, bueno eso tú no lo decides ya que sin ayuda de algún maestro Yamabushi, jamás podrás salir de este campo de energía.

    ¿Qué?, eso nunca me lo dijiste—Kagome estaba furiosa.

    Tranquila Kagome, ya te dije que el maestro Taiyokan será el que decida si te entrena para ser sacerdotisa o no, ahora sígueme que nos están esperando todos los maestros Yamabushi.

    Seiya y Kagome, entraron por la puerta que conducía a las escaleras para llegar al templo del Yin y el Yan, al llegar a las puertas de este templo, Kagome vio otro grabado en la puerta, en este se veía una mujer con una hermosa armadura, y estaba disparando una flecha a un demonio, debajo del grabado se encontraba una leyenda que decía: 222 días de luz serán deseados por una noche.

    Seiya dijo unas palabras en lenguaje extraño y las puertas del templo se abrieron, los ojos chocolatosos de Kagome se abrieron tanto que parecía que se le iban a salir, ella no podía creer lo que estaba viendo, frente a ella estaba un jardín muy hermoso y aunque ya era de noche ese lugar estaba iluminado con la luz del sol, en su lado izquierdo se encontraba un pequeño lago en el cual no había agua, si no, que se podía ver dos tipos de energía que chocaban entre si y que daban vueltas dentro de ese lago formando un pequeño remolino, una energía era totalmente pura de color blanco y la otra era una energía demoniaca de color negro y aunque esas energías eran totalmente opuestas no se destruían entre si, ni se mezclaban. A su lado derecho se podía ver un pequeño dogo pero muy elegante, todo el piso era madera color caoba y sus paredes y el techo eran de color blanco con flores de loto doradas, y en frente de ella se encontraba un pequeño templo y al igual que el dogo estaba hecho por los mismos materiales y colores aunque a dentro se veía un pequeño altar y varias velas encendidas, pero lo que mas le sorprendió fue ver a 5 hombres sentados en las escaleras del templo.

    Kagome, Kagome, Kagome, ¡ HIGURASHI! —Seiya le hablaba a Kagome pero esta parecía no escucharlo, así que tuvo que tomarla del brazo para conducirla dentro del templo.

    Al sentir que la tomaban del brazo, Kagome reaccionó, y empezó a caminar hasta llegar a un metro de las escaleras del pequeño templo, en donde solo pudo observar, la mirada de 5 hombres.

    Seiya, ¿Ellos son los maestros Yamabushi?—preguntaba Kagome, que estaba dudosa que ellos fueran realmente los maestros Yamabushi, ya que según sus cuentas ellos tendrán alrededor de 135 años de edad, ella se imaginaba a unos ancianos pero lo que veían sus ojos era totalmente lo contrario.

    Sea bienvenida Kagome-sama y si en efecto nosotros somos los maestros Yamabushi—contestó a su pregunta el maestro Taiyokan-Rinchen

    Por un momento Kagome se quedó en shock al recibir la afirmación de aquel hombre, si ellos eran los maestros Yamabushi que pelearon contra Sesshomaru hace 110 años, no se explicaba como esos hombres se veían de unos 25 años de edad, además de que sabía que los monjes se caracterizaban por rasurarse la cabeza, estos tenían el pelo largo y de color dorado, además de tener una piel muy blanca y todos tenían ojos color azules, realmente eran muy apuestos, y se veía que su entrenamiento era muy arduo ya que todos tenían un buen físico, sin ser demasiados musculosos, ellos eran altos como de 1.80cm y aunque su mirada era muy seria y algo intimidante su aura era totalmente pura y muy fuerte, todos vestían igual que Seiya sus trajes eran blancos de la chaqueta con detalles dorados de flores de loto, y sus pantalones eran color dorado, nada más que cada uno tenia marcas en sus manos que los distinguían, además de que cada uno tenía diferentes armas, y si no fuera por eso realmente serían difícil de distinguirlos, ya que parecían ser quintillisos .

    ¿Kagome_sama se encuentra bien?—preguntaba algo preocupado el maestro Taiyokan.

    Si, lo siento es que la verdad me impresionó mucho el conocerlos—Y Kagome no mentía el hecho de verlos así de jóvenes la había impresionado mucho,—disculpe ¿realmente son ustedes los que pelearon contra Sesshomaru?—

    Asi es Kagome-sama, nosotros somos esos monjes que pelearon con el Lord de las tierras del oeste, se muy bien que usted, tiene muchas preguntas que hacernos pero primero quiero que conozca a sus nuevos maestros, yo soy el maestro Taiyokan-Rinchen y yo le enseñaré a utilizar energías puras y energías malignas para tu defensa.—El maestro Taiyokan le mostró una pequeña sonrisa dándole la bienvenida a su nueva alumna, el tenia en las manos y en la frente el símbolo del Yin y el Yan.

    Mucho en gusto en conocerlo maestro Taiyokan-Rinchen—decía Kagome mientras le daba una pequeña reverencia.

    Bienvenida sea Kagome-sama, yo soy maestro Uesugi-Shinera, yo te enseñaré a hacer conjuros y campos de energía tanto de defensa como de ataque—El maestro Uesugi, tenía en las manos unas marcas de un circulo y dentro de el se veían dos pequeñas hojas.

    Kagome-sama, que gusto en conocerla mi nombre es Leyasu-Tokogawa y yo seré tu maestro en pociones y defensa contra magias demoniacas, yo exijo mucho así que de ahora en adelante tendrás que poner todo tu empeño.—El maestro Leyasu, tenía unas marcas en las manos de pequeñas flamas.

    Bienvenida sea Kagome-samayo seré tu maestro y te enseñaré a controlar la mente, y espíritu, será un poco cansado pero por lo que puedo notar en tu aura no será tan difícil para ti mi nombre es Nabuharu-IkkiEl maestro Nabuharu tenia en las manos una marca de gotas de agua.

    Kagome-sama sea bienvenida y con gusto le informo que yo seré su maestro en defensa y lucha con armas, tendremos mucho trabajo por delante pero creo en sus aptitudes, mi nombre es Hisamiche-Hiroo—De todos los maestros él mostraba una mirada más cálida por algo era el padre adoptivo de Seiya, él tenia unas marcas de en las manos de tres pequeños remolinos de aire.

    Mucho gusto en conocerlos, seria un gran honor ser instruida por todos ustedes, pero primero tengo que decirles algo muy importante—Kagome no sabía si continuar, pero era muy claro que ella jamás traicionaría a sus amigos y en su mente solo estaba que esos monjes querían destruir a todo ser sobrenatural, ella no podía seguir sin dejar claro que jamás lastimaría a seres sobrenaturales que sean buenos.

    Adelante nosotros te escucharemos ¿Qué es eso tan importante que quieres decirnos?—preguntaba el maestro Taiyokan.

    Temo decirles que yo tengoa amigos demonios, hanyous, kitsunes, mononokes, entre otros, y no estoy dispuesta a odiarlos y mucho menos a causarles daño alguno.

    Humm, ¿eso es todo lo que tienes que decirnos?—preguntaba el maestro Taiyokan dándole una mirada fría y algo enfadado.

    Si, me comentó Seiya-sama que solo entrenaba a sacerdotisas que no fueran amigas de seres sobrenaturales y por eso antes de seguir tenía que aclarar mi situación—decía un poco temerosa Kagome pero sin dejar de mirar fijamente al maestro Taiyokan.

    Bueno Kagome-sama, para empezar nosotros conocemos todo de ti, aun antes de llegar al Sengoku, por medio del pozo devora huesos, además sabemos que naciste 500 años después de este tiempo, también como luchaste contra Naraku y tenemos muy en cuenta la relación que tienes con el medio hermano del Lord de las tierras del oeste, sabemos que crees, ser la reencarnación de Kikio, y que eres la guardiana de la perla de la Shikon no tama, la cual crees, haber destruido, también sabemos que cuando mataron a Naraku el pozo se selló por tres años y que apenas hace 4 meses se abrió de nuevo el pozo y cuando tu llegaste de nuevo al Sengoku este se selló para siempre dejando de conectar este tiempo con el otro, pero debo decirte que el que se abriera ese pozo fue culpa mía—El maestro Taiyokan cambió su cara al escuchar las razones de la miko, pero era cierto que esa mujer inspiraba a quererla con solo verla, y aunque Taiyokan era muy estricto sabia del carácter de la chica y por ello decidió mostrarle su lado amable además sabia que vendrían un sin fin de preguntas por parte de la miko y el estaba dispuesto a contestarlas todas.

    ¿Cómo es posible que sepan tanto de mi?, y además ¿por qué dice que creo haber destruido la perla de Shikon y también el ser la reencarnación de Kikio?—Kagome no procesaba todo lo dicho por el maestro Taiyokan, era mucha información en poco tiempo, pero ella preguntaría todo lo que quería saber y no se iría de ahí hasta que todas sus dudas fueran resueltas.

    Kagome-sama, será mejor que tome asiento, esta será una charla muy larga y por lo visto esto le causará muchos conflictos internos—dicho esto el maestro Taiyokan se sentó al lado de los demás maestros en la entrada del pequeño templo.

    Seiya le indicó a Kagome que se sentara en el pasto de bello jardín junto con él, para poder escuchar todo lo que los maestros Yamabushi le decían.

    Kagome-sama se que tiene muchas preguntas que hacernos así que puede preguntar todo lo que quiera—Todos los maestros observaban a la miko que tenían enfrente y todos asentaron con la cabeza para que Kagome empezara a preguntar.

    Bueno, primero quiero saber ¿por qué se ven tan jóvenes?, si se supone ustedes deben de tener 135 años de edad.

    Nosotros de hecho tenemos más años, nosotros nacimos junto con este mundo, no somos humanos, somos dioses que protegen a la tierra por mandato de Kamisama, el cual es nuestro creador, por lo tanto, no podemos morir por manos humanas o de demonios, solo podemos morir a manos de otro dios, y como tu sabes los dioses son inmortales por eso tenemos la misma apariencia que teníamos hace 110 años, pero claro que cuando nos mostramos ante otras personas, tomamos una apariencia de humano de avanzada edad, nadie nos conoce en nuestra forma inmortal mas que Seiya y usted Kagome-sama.

    Ahora Kagome trataba de digerir tanta información pero en su cabeza solo se estaban formulando nuevas preguntas que hacer.

    ¿Por qué si dicen ser dioses que protegen a todos los seres que viven en la tierra odian a los seres sobrenaturales?

    Hummm, eso es por que desde el principio de los tiempos ellos no vivían en la tierra, pero aun así nosotros no los odiamos, o por lo menos no a todos.

    ¿Entonces por que pelearon con Sesshomaru hace 110 años?

    Por que nosotros deseábamos tener unos pergaminos que poseía, los cuales son importantes para nosotros, es por ello que atacamos al Lord de las tierras del oeste.
    ¿De que tratan esos pergaminos?

    Eso todavía no lo sabemos, solamente la nueva guardiana de la luz del otro mundo, es capaz de leer esos pergaminos.

    ¿Y quien es la guardiana de la luz del otro mundo?

    Bueno Kagome-sama, la guardiana eres tú.

    ¿Cómo saben que soy yo la guardiana de la luz del otro mundo?

    Muy sencillo, solamente la nueva guardiana de la luz del otro mundo posee un corazón puro libre de rencor, odio, sed de poder y sangre, eso es difícil de encontrar, por ello tu haz podido llegar al Sengoku.

    No eso no es cierto, yo llegué al Sengoku por que la perla de Shikon se encontraba dentro de mi cuerpo ya que yo soy la reencarnación de Kikio.

    Temo que has sido mal informada, pero es normal, ya que es cierto que la sacerdotisa Kikio protegía la Shikon no tama, y que cuando ella murió se la llevó con ella y después se encontró dentro de ti, pero la Shikon no tama regresó en tu cuerpo al Sengoku por que tu eras la única persona que podría viajar por el tiempo, como ya te he dicho tu eres la guardiana de la luz del otro mundo, tu deber es purificar todo demonio que destruya a los humanos, pero también el llevar las almas de demonios buenos al otro mundo o sea al paraíso para que descansen en paz.

    No puede ser cierto me quiere decir que nunca he tenido un alma propia en mi cuerpo y que soy solo una reencarnación de una guardiana.

    No, tu posees tus propias almas y eres una persona que jamás podrá reencarnar ya que eres única en el mundo, tu eres una diosa que se creó en la tierra.

    No, no entiendo nada, es mucha información, no que era una guardiana y ahora me dice que soy una diosa que se creó en la tierra.

    Se que es difícil que lo entiendas pero para eso estamos todos, para resolver tus dudas, ya que después de que te digamos todo, serás tú la que elija que camino tomar. Y para resolver tus dudas te explicaré que es y que hace la guardiana de la luz del otro mundo— el maestro Taiyokan se aclaro un poco su garganta y procedió a dar su explicación.

    La guardiana de la luz del otro mundo es una diosa creada por Kamisama, para proteger las almas de todo ser bueno para que no sean llevados por los sirvientes de Lucifer al infierno, para torturarlos y corromperlos, creando así nuevos demonios. Se que te dije que ningún dios puede morir al no ser que sea asesinado por otro dios, pero en el caso de la última guardiana, esta sacrificó su vida para preservar la vida de los humanos. Como dioses no podemos reencarnar, cuando nosotros morimos, vivimos en el paraíso y no podemos regresar a la tierra, por eso es que tú no podrás reencarnar nunca y nunca serás reencarnación de alguien más.

    Entonces ¿por qué tenia las almas de Kikio dentro de mi cuerpo?

    Las almas de Kikio se encontraban dentro de la perla de Shikon y como está quería regresar al Sengoku, solo se encargó de buscar a una persona que pudiera viajar por el tiempo, y como ya te dije esa persona eres tú.

    ¿Por qué dice que no se destruyó la perla de Shikon?, si fui yo la que pidió el último deseo y desee que se destruyera.

    Es simple, el poder de la perla no puede ser destruido, solo se destruyó la perla, pero el poder de esta, se encuentra en tu cuerpo, ya que tu cuerpo es capaz de mantener ese poder sin ser corrompido gracias a tu corazón puro.

    Kagome no salía de su asombro era mucha información y tenia mucho más dudas, que antes de empezar con esta plática.

    ¿Por qué decidieron abrir el pozo de nuevo?

    Bueno, nosotros cometimos un grave error al atacar a Sesshomaru, solo adelantamos algo que tenia que llevarse a cabo dentro de 500 años es decir eso tenia que ocurrir en tú tiempo, solo adelantamos una gran batalla que se llevará a cabo dentro de un año a partir de esta fecha y por eso es necesario entrenarte, para fortalecerte antes de que el último sello se rompa y Lucifer llegue a pisar la tierra.

    Ahora estoy más confundida que antes, ¿que tiene que ver Lucifer en todo esto?—le preguntaba Kagome a Taiyokan, si de por si era difícil digerir que ella era una diosa, ahora tenia que saber que tenia que ver Lucifer con ella, Kagome sabia que no le gustaría para nada la respuesta de Taiyokan.

    Bueno, tendré que contarte como es que los demonios pisaron la tierra.

    Flash back
    Hace más de 3000 años se llevó a cabo una batalla en la cual algunos demonios que vivían en el infierno se quisieron liberar de las garras de Lucifer, Kamisama al ver que esos demonios querían escapar del infierno desafiando al mismo Lucifer, los ayudó y abrió un portal que se dirigía a la tierra, pero la batalla entre esos demonios y Lucifer tardó mas de un mes, muchos fueron exterminados, pero solo algunos pudieron salir del infierno, los demonios vivieron por un tiempo en paz en la tierra, pero como su origen y su instinto clamaban sed de poder y sangre querían gobernar a los humanos ya que eran más débiles que ellos, Kamisama se dio cuenta de su error y envió a la guardiana de la luz del otro mundo a luchar a la tierra para acabar con los demonios, pero no mató a todos, solo eliminaba a los que atacaban a los humanos, pero después de 250 años, Lucifer envió a miles de demonios para acabar con todos los humanos para que él gobernara en la tierra, pero como Kamisama no dejaría que mataran a todos los humanos, él y la guardiana de la luz bajaron al infierno para sellar a Lucifer poniendo tres sellos los cuales solo se podrían romper, si los demonios derramaban sangre de humanos en grandes cantidades. Pero lo único que no se sabe es como y que método ocuparon para sellar a Lucifer.
    Desgraciadamente, el primer sello lo rompimos nosotros, al luchar contra Sesshoumaru, para apoderarnos de los pergaminos que él tenia, esos pergaminos son muy importantes ya que en ellos se encuentra la forma de sellar de nuevo a Lucifer.
    Pero el segundo sello se rompió por culpa de Naraku, el cual derramó sangre humana a diestra y siniestra, por eso solo queda el último sello, pero ese tú lo debilitaste al entrar a las fronteras que existen entre este mundo y el otro, ya que tu obligación es de mantener y proteger las almas, pero cuando fuiste por aquel fragmento de Shikon, Lucifer pudo ver que eras la nueva guardiana de la luz del otro mundo y el quiere matarte para por fin ser el gobernante de la tierra, pero si Lucifer pisa la tierra Kamisama también lo hará y con ello se llevará la batalla más sangrienta que se haya visto, ya que esos dos dioses terminarían con toda la vida que existe en la tierra.
    Fin flash back.

    Kagome-sama falta poco para que esta batalla se lleve a cabo, todavia no sabemos lo que dicen esos pergaminos, y además no contamos con mucho tiempo para entrenarte, tenemos que enseñarte bastantes cosas antes de que luches contra Lucifer.

    Pero, es que no se que quieren que haga, además no creo poder ser tan fuerte en menos de un año.

    No tenemos todo el año para entrenarte, solo tenemos sies meses, pero no te preocupes, esos seis meses realmente serán seis años, pero no dudo que sea poco tiempo para poder entrenarte como es debido, asi que tendrás que poner todo tu empeño en esto.

    Seis años, ¿como es eso si dicen que debo entrenar por solo seis meses?

    Si Kagome, realmente este templo que ves, es muy especial, cuando estás fuera de este templo el tiempo corre normalmente, pero cuando estas dentro de este templo el tiempo corre rapidamente, es decir un mes aquí realmente es un año, por eso te entrenaremos por seis meses que seran igual a seis años.

    Pero yo cambiaré mucho en estos seis años.

    No si aceptas hacer el ritual para convertirte en la guardiana de la luz del otro mundo, pero dejame decirte que al hacerlo tú estarás de acuerdo en acabar con todos los demonios no importando si son buenos o malos, lo bueno de esto es que tu podrás conducir las almas de los demonios buenos al paraiso, pero si no haces este ritual tu cuerpo tendrá que crecer como si el tiempo pasara normalmente, saldrás de este templo viendote como una mujer de 24 años.

    No puedo hacer ese ritual, yo no deseo lastimar a seres inocentes, además no se, que tiene de bueno matar con mis manos a mis amigos, para despues llevar sus almas al otro mundo, dicen que puedo leer esos pergaminos, bueno si dicen que hay otra solución para poder sellar de nuevo a Lucifer, entonces solo tengo que leerlos para saber como vencerlo ¿no es asi?

    No tenemos tiempo para que puedas leerlos, pero hagamos un trato, si tu en tres años no has podido leer todos los pergaminos que tenemos en nuestras manos, haras el ritual, pero si los lees en ese tiempo, nosotros te apoyaremos para que puedas proteger a tus amigos y todo ser sobrenatural que sea bueno, ¿Qué dices?

    ¿Cuántos pergaminos son?

    Son tres, pero Sesshomaru tiene dos más, esos los tendrías que conseguir tú cuando termines el entrenamiento, para que puedas desifrarlo todo.

    Dime ¿aceptas el trato?

    No se, me dejarían pensarlo por esta noche, tengo mucho que pensar y todavia tengo muchas preguntas que hacer, pero creo que por hoy es suficiente, no puedo procesar tanto en tan poco tiempo, si todo lo que me dicen es cierto tendré que convertirme en una gran guerrera, para poder derrotar a Lucifer, por que no pienso lastimar a ningún ser inocente, eso tenganlo bien claro—Por primera vez Kagome deseeo no haber llegado al Sengoku nunca , no le importaba el hecho de que por eso conoció al amor de su vida Inuyasha.

    Bueno tendrás que descansar aquí, no podemos permitir que se pierda más el tiempo, y por ahora solo vivirás en este templo no podrás salir a menos que alguno de los maestros te acompañe.

    Está bien, pero que quede claro que si decido no hacer el trato ustedes me dejarán libre.

    No podemos hacer eso, y tú lo sabes, solo esperemos que puedas leer esos pergaminos y cuando lo hagas, nosotros haremos lo que tú nos pidas.

    Seiya tomo de la mano a Kagome y procedió a llevarla a una habitación que se encontraba atraz del pequeño templo, ese era una habitación muy bonita y todo era muy elegante la cama tenia sabanas y colchas de seda, habia un gran armario, un tocador muy hermoso de madera de color caoba, una ventana que daba vista al hermoso jardin, pero Kagome solo podia ver su nueva carcel, en la cual tendría que vivir por seis años.

    Kagome se que no te gustó mucho todo lo que te han dicho los maestros Yamabushi, pero por favor piensa bien lo que tienes que hacer , sabes muy bien que muchas personas dependen de ti, por favor no seas egoista y haz lo correcto— Seiya ya sabia todo, el tambien seria su maestro, pero no quizo decirle nada ya que la vió muy triste.

    Yo se que tengo que hacer, pero solamente te diré una cosa: No es posible que alguien haya trazado mi vida, y que piense que soy un objeto que no siente nada, odio pensar que jamás podré ser totalmente feliz, pero sobretodo, deseo que con este sacrificio, puedan vivir tranquilamente mis amigos — Kagome se sentó a la orilla de la cama y puso sus manos en su rostro y lloró como nunca lo había hecho, sabia que tenia que hacer lo necesario para que sus amigos no sufrieran, pero tambien sabia que su vida corria mucho peligro y ella no deseaba morir.

    En ese templo la noche empezó a caer y con ella las ilusiones de la joven miko, al dia siguiente se decidiría su futuro y con ello la cruel realidad mientras pasaban las horas tambien terminaban sus esperanzas en ser feliz al lado de Inuyasha.

    Continuara…………………………………




    Bueno les dejo este capítulo solo espero que les guste y trataré de actualizar más rápido.
     
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    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    4649
    Hola mis queridos lectores, le traigo otro capitulo, espero les guste, me agrada ver que ha muchos les llama la atención la historia que estoy escribiendo, prometo no dejar abandonado mi fic.

    Advertencia: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen,le pertenecen a Rumiko Takahashi, y la historia solo la escribo por diversión, sin ningún tipo de lucro.


    Capitulo VIII: Un Pacto Irrompible.
    En el templo del Yin y el Yan la noche pasaba relativamente rápido, Kagome no había podido dormir ni una sola hora, su mente se encontraba hecha un desastre, solamente pensaba en los 6 largos años que tendría que soportar de duro entrenamiento y no solo eso si no el miedo la invadía al pensar en la batalla tan cruel que tendría contra Lucifer.
    No puedo creerlo, por lo visto siempre seré infeliz, nunca podré tener una vida lejos de dolor, muerte y venganza ¿porqué lo que más odio en esta vida es lo que más tengo? ¡NO ES JUSTO! Yo no pedí ser una diosa, ni mucho menos desee que el poder de la perla de Shikon entrara en mi cuerpo. Yo jamás he querido lastimar a otros seres, simplemente no puedo ¿Porqué yo?, ¿Por qué habiendo tantas personas en el mundo tenía que ser yo la dichosa guardiana de la luz del otro mundo? NUNCA, NUNCA, NUNCA, DEBÍ DE ENTRAR A ESE POZO, ahora tengo más problemas que cuando buscaba los fragmentos de la perla, se que conocí a muchas personas a través de ese viaje Miroku, Sango, Kaede, Shippo, Koga, Rin, Sesshomaru e Inuyasha son personas importantes para mi, y solo por ellos aceptaré el trato con el maestro Taiyokan, espero que me perdonen mis amigos por no cumplir la promesa de regresar a su lado para protegerlos— Kagome tapaba su cara con sus manos, intentando ahogar sus propios lamentos.
    La miko estuvo llorando casi toda la noche, cuando se sintió un poco más calmada se levantó de la cama y se dirigió a la ventana para ver el hermoso jardín, pudo darse cuenta que empezaba a amanecer.
    Ya no hay remedio, Inuyasha, Shippo y Rin perdónenme, realmente quería permanecer a su lado por el resto de mis días.—La miko entró por la puerta que daba a unas aguas termales para darse un baño y relajarse por lo menos unos momentos.
    Kagome, Kagome ¡Buenos días!, espero que hayas descansado bien hoy será un largo día—decía Seiya el cual llevaba el desayuno de Kagome y se dirigió al cuarto de la miko.
    Pues no he podido dormir ni una sola hora, pero me imagino que ya tendré tiempo de hacerlo en esta hermosa cárcel—decía una triste miko mientras entraba a su cuarto después de darse un baño, ella se encontraba vestida con el traje de aprendiz.
    Humm, Kagome levanta esos ánimos, además date cuenta que lo haces para salvar a tus amigos y no solo a ellos si no también a todos los seres de este mundo ya sean de esta época y el de las futuras—decía Seiya tratando de aligerar el peso que conllevaba ser la guardiana de la luz del otro mundo.
    Gracias Seiya por querer darme ánimos, se que debo esforzarme para poder leer esos pergaminos y también estudiar mucho para prepararme para esa batalla contra Lucifer, pero por más que intento no tener miedo no puedo, realmente no quiero morir—decía con deje de tristeza y miedo la miko.
    Kagome sabes muy bien que no te dejaremos morir, nosotros te protegeremos, además yo hice una promesa ¿lo recuerdas?, yo no dejaré que te pase absolutamente nada, además yo siempre cumplo mis promesas.—Seiya le dio un abrazo para transmitirle a la miko que el la protegería de todo.
    Realmente te lo agradezco Seiya, por lo menos en estos seis años no estaré sola por lo menos ya tengo un nuevo amigo ¿no es así Seiya?
    Claro pero solo cuando estemos solos, por que yo también seré tu maestro y enfrente de los demás senseis tu deberás hablarme con respeto ¿entendiste?
    Si sensei, así lo haré.
    Kagome por ahora estamos solos y tu podrás decirme Seiya, además yo siempre te traeré tu comida y todo lo que necesites mientras estés en el templo del Yin y el Yan, por cierto ya desayuna que no tardan en llegar los maestros Yamabushi.
    Ok Seiya.
    -----------------------------------------------------------------------------
    En las afueras del territorio de Oeste se encontraba un furioso Taiyokai.
    Jaken, reune a los seis líderes de mi ejercito, y diles que mantengan la guardia alrededor del campo hasta que yo ordene lo contrario, y que los espero en 15 días en mi palacio—decía Sesshomaru mientras que asesinaba a Jaken con la mirada.
    Si amo enseguida haré lo que me pide. “ Humm que habrá pasado, mí amo bonito está realmente furioso, por poco pensé que me mataría”—Jaken salió montado en A-hun, para cumplir las órdenes de su amo.
    “Ese tonto de Inuyasha sigue en esa aldea ¿estará esperando a esa miko?” — pensaba Sesshoumaru mientras se dirigía hacia donde estaba Inuyasha.
    -----------------------------------------------------------------
    Cerca del árbol sagrado se encontraban dos pequeños jugando.
    Shippo, no seas tramposo, no se vale que utilices tu magia—decía Rin haciendo un puchero al ver como si amigo le ganaba una carrera convertido en un globo rosa.
    Rin eres muy lenta, será mejor que te apures, la anciana Kaede y Sango nos regañarán, por estar jugando tan tarde en el bosque, además últimamente varios demonios han atacado por los alrededores de la aldea.—Gritaba Shippo que ya le llevaba una buena delantera a Rin.
    Espérame Shippo, no se vale que me dejes sola.
    Está bien pero apresúrate que si Sango nos ve nos reprenderá.
    Si además no me gustaría que le dijeran a Sesshoumaru- sama que no me porto bien.
    Si ya me imagino la cara de Sango si nos ve llegar a esta hora.
    Los dos niños seguían corriendo hacia la aldea, auque no se esperaban que justamente Kaede y Sango estuvieran fuera de la casa esperando a los niños, y cuando vieron que los niños se acercaban Sango se acercó a ellos.
    ¡SHIPPO, RIN! ¿Pero que hacen jugando tan tarde?, no ven que es muy peligro ya que ni Inuyasha ni Kagome están aquí. Díganme que le diríamos a Kagome, Inuyasha y a Sesshoumaru si a ustedes les pasara algo malo.
    Lo sentimos no volverá a ocurrir—decían los dos pequeños con ojitos de borreguito a medio morir.
    Eso espero, ahora vayan a dormir que ya es tarde.
    Sango ¿tu crees que Kagome ya se encuentre en esas montañas entrenando?—preguntaba el pequeño kitsune, con un tono triste.
    Humm, pues no lo se Shippo, pero se que ella es muy fuerte y entrenará mucho para poder regresar a la aldea muy pronto—decía Sango mientras miraba las estrellas tratando de que ellas le dijeran que su amiga se encontraba con bien.
    Si, Shippo de seguro Kagome ya se encuentra entrenando y pronto la volveremos a ver, convertida en una gran sacerdotisa, además ella nos prometió que regresaría a la aldea para que ya nunca dejarnos solos—decía Rin con una gran sonrisa pensando en que pronto regresaría Kagome ya que la consideraba como su mamá.
    Bueno ya es tarde vayamos a dormir mañana seguiremos con esta plática— dijo Sango.
    Y así todos se fueron a dormir.
    -----------------------------------------------------------------
    Buen día Kagome-sama — saludaba el maestro Taiyokan mientras los otros maestros también le daban los buenos días a Kagome.
    Buenos días maestros Yamabushi, por favor les pido a todos que me llamen solo Kagome, no creo soportar que me hablen con tanta formalidad.
    Esta bien Kagome como tu quieras, bueno dime ¿qué pensaste sobre el trato que te hice?—preguntaba Taiyokan.
    Primero quisiera ver los pergaminos que tengo que leer—decía muy decidida Kagome.
    Si claro en un momento te los entrego—Taiyokan se dirigió al pequeño altar y sacó un cofre hecho de oro y se lo entregó a Kagome. —Toma dentro de este cofre están los pergaminos.
    Kagome no perdió el tiempo y abrió el cofre, ahí pudo ver los tres pergaminos que tendría que leer, pero al querer tocarlos le dieron una fuerte descarga que provocó que tirara el cofre al suelo.
    ¿Pero qué pasa?, no me dijeron que la guardiana de la luz podía leer estos pergaminos—por un momento Kagome se alegró tal vez ella no era la guardiana y por eso no podría leer esos pergaminos.
    Bueno eso pasó por que tú todavía no eres tan fuerte como para leer estos pergaminos, estos fueron escrito por los descendientes de la guerrera de la luz y fueron seres muy fuertes, pero no te preocupes, con el entrenamiento que recibirás podrás leerlos.
    ¿Pero si no lo logro?, además ¿Cómo se que ustedes realmente me entrenarán para leer estos pergaminos? , no los conozco para confiar plenamente en ustedes ¿Cómo sé que no me traicionarán?—Kagome no estaba totalmente convencida de confiar en esos monjes.
    Entiendo que desconfíes de nosotros, pero créeme que si aceptas el trato que te hice, nosotros haremos un pacto contigo, el cual es irrompible y si nosotros no lo cumplimos moriremos, al igual tú si no cumples con el pacto.
    Humm, eso no me suena bien del todo, pero no teniendo otro remedio, tendré que aceptar su propuesta.
    ¡Perfecto!, ahora síguenos, de una vez haremos el pacto para que empieces a entrenar cuanto antes.
    Kagome siguió a los maestros al dogo el cual era enorme, y en este se encontraba varias armas en los muros.
    Bueno Kagome ponte en medio del dogo los demás maestros y yo haremos un círculo a tu alrededor , cuando estés lista empieza a sacar un poco de tu poder espiritual, pero trata de sacar tu propio poder, no el de la perla de Shiko, tu poder tiene un color azul celeste, mientras que el de la perla es rosa.
    No creo poder hacerlo ya que nunca lo he utilizado.
    No te preocupes Kagome cuando estés lista nosotros empezaremos a emanar nuestros poderes espirituales.
    Kagome intentaba emanar su propio poder pero le era imposible no sabía como utilizar ese poder.
    Kagome cierra los ojos y busca en tu interior tú verdadero poderdecía el maestroTaiyokan.
    Kagome trató y trató de concentrarse para poder utilizar su verdadero poder. Después de media hora pudo sacar un poco de su energía la cual era un color azul celeste.
    Muy bien Kagome sigue concentrándote haz que tu energía te envuelva—Los maestros Yamabushi vieron como La energía que emanaba Kagome era muy poderosa y empezaron a emanar sus energía espirituales.
    Kagome repite después de nosotros sin dejar de emanar tu energía —decía el maestro Uesugi.
    Kagome solo asentó con la cabeza, entonces todos los maestros empezaron a decir:
    Juramos proteger, cuidar y dar nuestra propia vida inmortal y mortal, para proteger la tierra que conocemos, juramos respetar la vida de todo ser vivo, mientras no interfiera con nuestros planes de derrotar a Lucifer, lucharemos hasta con nuestro último aliento por la salvación de este mundo.
    Kagome solo escucha lo que prometemos, cuando el último de los maestros de su promesa tu dirás la tuya, mientras tanto posiciona tus manos como si rezaras—decía el maestro Uesugi.
    Yo Taiyokan- Rinchen, obedeceré las órdenes de Kamisama y las de la guardiana de la luz Kagome Higurashi, juro protegerla con mi vida y haré todo lo que esté a mi alcance para volverla fuerte. Durante seis años a partir de este día la entrenaré para que pueda leer los pergaminos de la guardiana de la luz y el de sus descendientes, prometo que si logra leer los tres pergaminos en el lapso de tres años, obedeceré todo lo que me ordene y apoyaré todo plan que ella tenga. —del maestro Taiyokan se desprendió una energía color amarilla.
    Yo Uesugi-Shinera, prometo ser leal a Kamisama y a la guardiana de la Luz Kagome Higurashi, juro protegerla y entrenarla durante seis años a partir de este día, juro luchar a su lado para detener a Lucifer ya sea en esta o en la otra vida, la apoyaré en todo plan que tenga para derrotar a Lucifer.—de él se desprendió una energía color verde.
    Yo Nabuharu-Ikki, prometo luchar a lado de Kamisama y de la guardiana de la Luz Kagome Higurashi, prometo entrenarla durante seis años a partir de este día, juro seguirla en todo momento hasta que se termine la batalla contra Lucifer, seré incondicional y apoyaré todo plan que tenga. — desprendiéndose de él una energía color azul cielo.
    Yo Leyasu-Tokogawa, juro servir a Kamisama y a la guardiana de la luz Kagome Higurashi, prometo enseñarle todo mis conocimientos para fortalecerla durante seis años a partir de este día, juro dar mi vida por salvar la de ella, hasta que la batalla de Lucifer termine, prometo apoyarla en todo lo que ella haga—decía mientras expulsaba una energía color roja.
    Yo Hisamiche-Hiroo, juro obedecer las órdenes de Kamisama y de la guardiana de la luz, Kagome Higurashi, prometo cuidarla y velar por su seguridad durante todo el tiempo que lleve acabar con Lucifer, juro entrenarla durante seis años a partir de esta día para fortalecerla, prometo seguirla hasta el fin del mundo con tal de acabar con la ambición de Lucifer, para que de nuevo reine la paz en este mundo.—dijo mientras desprendía una energía color naranja.
    Ya había llegado el turno de Kagome.
    Yo Kagome Higurashi, prometo seguir la voluntad de Kamisama, siempre y cuando no afecte las vidas de seres inocentes, juro dar todo mi esfuerzo y dedicación durante seis años a partir de esté día, para leer los tres pergaminos y aprender nuevas técnicas, con el fin de acabar con la ambición de Lucifer, me prepararé tanto físicamente como espiritualmente para alcanzar este objetivo, pero sobre todo lucharé para que la paz tanto de humanos, como de seres sobrenaturales reine en esta tierra, obedeceré a las órdenes del maestro Taiyokan sin reclamos siempre y cuando no logre leer los tres pergaminos en el tiempo de tres años.
    Kagome repite con nosotros y haz lo mismo que nosotros—decía el maestro Uesugi.
    SELLAMOS NUESTRAS ALMAS CON ESTE PACTO Y DE NO CUMPLIRLO, MORIREMOS POR NUESTRA DESLEALTAD.—Tanto los maestros como Kagome extendieron sus brazos, y entonces sus energías empezaron a formar un remolino rodeándolos, cuando volvieron a juntar sus manos, las energías se convirtieron en seis esferas con varios colores, las cuales se posaron en el pecho de cada uno de los que se encontraba haciendo el pacto y se introdujeron en sus cuerpo. Y así se hizo el pacto que los uniría.
    ------------------------------------------------------------------
    En un bosque cerca de los límites de la región del Oeste.
    Inuyasha estaba esperando con ansias que, Kagome no fuera entrenada por los monjes Yamabushi.
    Kagome no sabes cuanto te voy a extrañar, si antes soporté tres años sin verte, estos meses para mi serán un infierno—decía Inuyasha como platicando con las estrellas pero fue interrumpido por una voz.
    Pues si la extrañas tanto ¿por que la dejaste en manos de esos monjes?
    Fehh, tenias que venir a molestar, eso no es de tu incumbencia Sesshomaru.
    Hay “hermanito”, todo lo que pase en mi territorio, me interesa, además pronto te arrepentirás por no haber protegido mejor a esa humana.
    ¿Por qué lo dices?
    Ten en cuenta que esa mujer se encuentra con los monjes que odian a todos los seres sobrenaturales.
    Ella nunca cambiara sus sentimientos hacia mí, de eso estoy seguro.
    Nunca dejarás de ser tan ingenuo, ahora solo quiero que te alejes de mi territorio—dándole la fría mirada de siempre llena de odio a Inuyasha.
    Estos no son tus territorios, además yo no tengo por que obedecerte—decía mientras cruzaba sus brazos.
    Como quieras hibrido, si dentro de 3 días no te has ido yo mismo te mataré—y sin decir nada más Sesshoumaru se fue de ahí.
    Mientras caminaba hacia su castillo, Sesshomaru recordó quien podía ayudarlo, paró de caminar por un momento y dio media vuelta, tomando dirección hacia el este.
    Es tiempo de ir a visitar a un viejo amigo, estoy seguro que el sabrá como destruir el campo que cubren esas montañas, no por algo es tan viejo y sabio.
    ---------------------------------------------------------------
    Terminando el pacto, Kagome y los demás maestros Yamabushi salieron del dogo.

    Bueno Kagome, de ahora en adelante no tendrás mucho tiempo para descansar, estudiarás 12 horas diarias, tendrás 8 horas para dormir, 1 hora para asearte y 1 hora por cada comida. Tu día empezará a las 6 de la mañana tendrás una hora para asearte y otra para desayunar, después tendrás 3 horas de entrenamiento con el maestro Hisamiche Hiroo, en el que estudiarás como defenderte con armas y mejores tus tácticas de lucha cuerpo a cuerpo—decía el maestro Taiyokan.
    Al terminar entrenarás conmigo durante 2 horas, ahí practicarás a utilizar tus campos de energía y también aprenderás a hacer conjuros—decía Uesugi-Shinera.
    Después entrenaras conmigo también por 2 horas, aprenderás a hacer pociones, y a contrarestar las maldiciones y magias demoníacas, además de entrenar para controlar el fuego ya que será de vital importancia cuando entremos al infierno para destruir a Lucifer—decía el maestro Leyasu- Tokogawa.
    Al terminar con el maestro Tokogawa, tendrás una hora de descanso para comer, después entrenarás conmigo 2 horas, aprenderás a utilizar el control mental y espiritual—decía el maestro Nabuharu-Ikki.
    Y por último entrenarás conmigo durante 3 horas, en nuestras prácticas te enseñaré a utilizar energías demoníacas y también a controlar tus verdaderos poderes, después tendrás una hora para cenar y después tendrás que ir a dormir, ten en cuenta que debes de esforzarte mucho y por ello será de vital importancia que sigas al pie de la letra con el horario que te acabamos de dar— miraba el maestro Taiyokan a Kagome que tenia una gota de sudor estilo anime en la nuca.
    “¿Por qué a mi? esto va ser peor que ir a la escuela”—pensaba Kagome
    Kagome me dijo el maestro Taiyokan que por hoy solo entrenarás conmigo y con Seiya durante 5 horas, después podrás descansar para que mañana empieces con el horario indicado de entrenamiento—el maestro Hisamiche se dirigió a Kagome, que a su vez pudo ver la cara de asombro en la joven miko.
    Si sensei Hiroo—al decir esto los demás maestros se empezaron a retirar, pero antes de que se fueran la miko preguntó algo que hizo que se detuvieran.
    ¿Tengo que hacer el ritual para ser la guardiana de la luz aunque logre leer los pergaminos en los tres años?
    Si, eso es inevitable, lo tendrás que hacer quieras o no, claro que si logras leer los pergaminos en esos tres años, nosotros no te podremos obligar a matar a todo ser sobrenatural, pero de no hacerlo cuando terminen los primeros tres años te convertiremos en la guardiana de la luz del otro mundo y no podrás negarte a nuestras órdenes ¿entendiste?.
    Si, solo me quedaba esa duda.
    Muy bien ahora solo entrena con Hiroo.—decía Taiyokan, mientras que se dirigía a al puerta junto con los otros maestros.
    Seiya ve por las armas que necesitaremos, por ahora practicaremos en el jardín y tu Kagome ve como hago la siguiente Kata y trata de hacerlale ordenaba el maestro Hiroo a la miko, mientras Seiya entraba al dogo para traer las armas.
    Kagome se que eres muy buena utilizando el arco, pero yo te enseñaré a hacer flechas con tu propio poder espiritual, además de utilizar diferentes armas y técnicas en defensa personal, además aprenderás a luchar como lo hace un Yokai.
    ¿Qué?, eso nunca podré hacerlo ellos saltan muy alto y además corren muy rápido, además que ellos poseen una fuerza sobrehumana.
    Humm, eso ya lo se Kagome, pero sé que tu podrás hacerlo, además es necesario, ya que tú pelearas mucho con demonios y no puedes confiarte en usar tus poderes purificadores o un arma, tendrás que valerte por ti misma con la fuerza y habilidades que te enseñaremos para pelear.
    Muy bien—Kagome dio un largo suspiro y empezó a hacer los movimientos que le enseñaba el maestro Hiroo.
    Así empezó su entrenamiento la miko, ese sería un largo camino por recorrer y no sería nada fácil, todavía no sabia que había escrito en esos pergaminos y eso la tenia muy preocupada.

    Continuara…………………………..


    Espero les guste este capítulo, se que no sale mucho Sesshomaru, pero pronto saldrá mas lo prometo.

    Por fis dejen comentarios, ya sean buenos o malos, me gustaria que me dijeran en que debo mejorar.
     
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  4.  
    Jojo

    Jojo It's me, Cony.

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    Me encantó tu novela y espero que la continues porque ya he leído muchas novelas que quedan sin final y eso me decepciona!:( pero en general tu novela está muy buena solo te diría que escribieras quien dijo tal cosa :D adios y continuala pronto mañare esperare que publiques el resto de la novela *-*, se que es mucho pedir pero no aguanto las ganas de saber como termina!!!:):(;):p:D:cool::eek:xD
     
  5.  
    iztrela

    iztrela Entusiasta

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    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
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    Advertencia: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen,le pertenecen a Rumiko Takahashi, y la historia solo la escribo por diversión, sin ningún tipo de lucro.



    Capítulo IX: La revelación del primer pergamino.

    Han pasado 1 mes desde que Sesshomaru pudo percibir el aroma de Kagome, antes de que entrara a esas montañas, él se encontraba en el balcón de su habitación, como siempre mirando las estrellas y la luna, también pensaba en lo que le dijo el árbol sabio hace quince días atrás

    Flash back


    Hola mi joven Lord de las tierras del Oeste, te esperaba hace unos días atrás—decía un rostro que salía de lo tronco de aquél árbol de saúco.
    Entonce ya sabes a que he venido, ¡Habla que no tengo mucho tiempo!—decía Sesshomaru con ese tono de voz frío e inflexible.
    Si, mi joven Lord, pero debo decirle que lo que quiere no lo podrá lograr, solo hay un ser que es capaz de romper esa Kekai.
    ¿Quién es?
    La guardiana de la luz del otro mundo, ella solamente podrá destruir esa barrera, ya que está hecha gracias al báculo de Kamisama—decía el árbol sabio.
    ¿En dónde puedo encontrar a esa guardiana?—Sesshomaru, estaba molesto no podía creer, que el no podía destruir esa kekai sin la ayuda de esa guardiana.
    Ella ira a buscarte, pero eso no pasará si no dentro de algunos meses, además tendrás que escucharla, ya que ella será parte fundamental para que tu raza no se extinga—decía el árbol sabio resaltando que tenia que escuchar a esa guardiana.
    Habla de una vez ¿Quién es ella?—decía ya con tono amenazante y frío Sesshomaru.
    No puedo darte su nombre, Kamisama me lo tiene prohibido, pero si la has visto más de una ocasión—sabía el árbol sabio que no podía dar mas detalles y que la joven miko lograría convencer al testarudo de Sesshomaru.
    Necesito encontrarla ahora mismo, dame su ubicación si no quieres que te destruya.
    Usted no puede hacer eso, ya que después necesitará de mis servicios para encontrar un objeto que le será de mucha ayuda.
    No necesito ayuda de nadie con mis espadas soy invencible—decía Sesshomaru con aires de grandeza.
    Es cierto que se ha vuelto muy fuerte, pero ese objeto ayudará a preservar a su raza, además de usted depende que se extinga o se preserve la vida de todo ser sobrenatural, debe de escuchar a la guardiana y apoyarla a lograr su objetivo, ya que saldrá muy beneficiado si une fuerzas con ella.
    Yo jamás uniré fuerzas con alguien más débil que yo.
    Entonces no habrá ningún problema mi Lord, ya que ella se volverá muy fuerte en poco tiempo, pero debo advertirle que si usted llega a sentir un afecto especial por aquella guardiana, sus descendientes serán los más fuertes de toda la región, pero ella no podrá estar con usted después de que nazcan sus herederos, ya que ella regresará al lugar que pertenece.
    No digas estupideces y será mejor que te calles si no quieres que te destruya—Sesshomaru no daba crédito a lo que ese árbol le dijo, solo dio media vuelta y se fue de ese lugar.
    Fin Flash Back.




    Ahora que lo meditaba más profundo, el Lord de las tierras del Oeste conocía a pocas hembras pero muchas de ellas las había conocido para satisfacer sus instintos y no pasaba más de una noche con ellas, además no conocía a diosas ya que según la leyenda esa guardiana era una diosa.
    ¿Quién será esa guardiana?, dudo que sea una youkai, pero si el árbol sabio dijo que la he visto, dudo que sea una humana y si fuera ese el caso solo hay una persona que cubriría esos requisitos ya que no conozco a muchas humanas, Rin, no podría ser ya que es solo una niña y no podría volverse fuerte en unos meses, en cambio Kagome si puede volverse fuerte en unos meses, pero según tengo entendido la guardiana de la luz del otro mundo debe ser una diosa, por ello tampoco podría ser ella, no me queda de otra que esperar a conocer a esa guardiana, ya ha pasado un mes desde que fui a ver al árbol sabio y no estoy dispuesto a esperar más tiempo para poder destruir a esos monjes—de hecho Sesshomaru quería ir a rescatar a Kagome él no quería que se volviera fuerte y mucho menos si sus nuevas habilidades destruirían a su raza.
    -------------------------------------------------------------
    En el templo del Yin y Yan, las cosas seguían su curso no por algo ya Kagome llevaba 1 año en ese lugar, su habilidad con la espada había mejorado mucho, además de que podía hacer flechas con el poder de la perla de Shikon, sus conjuros, pociones y campos de energía, ya los manejaba totalmente, claro que su habilidad para controlar la mente y manejar la energía demoníaca como el entrenamiento que tenía con el maestro Hiroo para tener habilidades parecidas a un youkai, le eran bastantes difíciles de aprender, todavía no podía saltar muy alto, ni tenia la velocidad necesaria, además de que esos entrenamientos la desgastaban mucho, pero ella no se daba por vencida.
    Kagome, Kagome, Kagoooooomeeeee, despierta ya es muy tarde, no seas floja y apúrate que en media hora llegará el maestro Hiroo.
    Seiya déjame dormir un poco más, no ves que estuve tratando de leer el pergamino gran parte de la noche.
    Eso no me interesa levántate o será el maestro Hiroo el que venga a despertarte—decía Seiya con un tono muy serio.
    Está bien Seiya—decía Kagome mientras con pesar se levantaba de la cama y se frotaba los ojos para poder despertarse completamente.
    Kagome se alistó pronto para desayunar ella sabía que sus senseis eran bastante estrictos y no dejaban perder ni un solo segundo de su entrenamiento.
    Buenos días Seiya ¿que tal ha estado tu día?—preguntaba Kagome ya que según Seiya ellos tenían que ir varias veces por día para entrenarla.
    Bueno muy atareado, ya sabes que trabajamos como locos desde que tu llegaste al templo—decía con pesar Seiya quien tenia que llevarle la comida a Kagome aunque fueran altas horas de la noche.
    Te entiendo y perdóname por mi culpa casi no descansas, además ya le dije al maestro Taiyokan que si quiere yo puedo prepararme mis propios alimentos—decía Kagome mientras desayunaba.
    Si, ¿Cómo no?, si fuera por ti ya te estarías muriendo de hambre, casi no sueltas esos pergaminos y si no fuera por que te obligo a comer, realmente te encontrarías enferma.
    Ya Seiya no molestes, además sabes bien por que hago todo eso, me preocupa no poder leer el pergamino, está en una lengua extraña que ni el mismo maestro Taiyokan entiende además de que me has traído varios pergaminos antiguos y por alguna razón esos si los puedo descifrar aunque estén escritos en otro idioma—decía un poco molesta Kagome ya que había pasado un año y todavía no había podido descifrar ningún pergamino.
    Eso es por que todavía te falta por entrenar más, además todavía eres débil, no tienes habilidades de un youkai, no sabes saltar los árboles, tu agilidad solo es de un humano y tu velocidad deja mucho que decir— decía el maestro Hiroo, que había escuchado gran parte de la plática de Kagome y Seiya.
    Buenos días sensei Hiroo, se que me falta entrenamiento pero dudo lograr tener habilidades de un youkai ya que soy una humana—decía Kagome dando un gran suspiro.
    Mas bien una diosa, y tendrás que aprender, técnicas de los youkai ya que tu pelearas con muchos de ellos. No puedes solo confiarte de tus poderes espirituales, también tendrás que manejar bien las armas para tener luchas de cuerpo a cuerpo—decía muy decidido el maestro Hiroo.
    Está bien, aunque creo que eso si me tomará los seis años para poder saltar y correr como un youkai—decía Kagome mientras tocaba su nuca con sus manos y sonreía algo nerviosa.
    Bueno no tenemos todo ese tiempo, por eso hoy empezaremos a entrenar tus saltos, por ahora para que se te baje tu desayuno, empezarás a hacer unas katas, después practicarás tus saltos, luego te enfrentaras contra Seiya y por último practicarás con tu arco haciendo flechas con tu verdadero poder—decía sin perder el tiempo el maestro Hiroo.
    Kagome salió del dojo ya que le gustaba entrenar a fuera en el jardín y empezó hacer sus katas, claro que como no había podido dormir bien, sus movimientos no eran perfectos y de eso se dio cuenta el maestro Hiroo.
    Kagome esa posición de manos esta mal….Kagome separa más tus piernas…… Kagome eleva más las piernas cuando des las patadas……Kagome mantén derechos y firmes esos brazos…..Kagome no veas al piso…….¡ Kagome repite la Kata hasta que te salga bien!—el maestro Hiroo notaba lo mal que hacia la Kata y eso que era una de las más sencillas, eso le daba a entender que no estaba concentrándose mucho en el entrenamiento.
    Lo siento sensei Hiroo, repetiré la kata esta vez sin errores—decía un poco apenada Kagome.
    Me parece que estás cansada, ¿Qué estuviste haciendo en la noche?— preguntaba un poco molesto el maestro Hiroo.
    Lo siento mucho, es que en la noche estuve estudiando el pergamino de la guardiana, pero por lo visto todavía me falta mucho entrenamiento para poder descifrarlo.
    Bien, pero sabes muy bien que no puedes desaprovechar tus entrenamientos, y debes de darte tiempo para cada cosa, por lo pronto sigue haciendo tus katas esta vez harás las que te enseñe la semana pasada.
    Si sensei— Kagome empezó hacer los movimientos de las últimas katas que le enseñó el maestro Hiroo, y estas eran de mayor habilidad y velocidad.
    Pasó una hora y el maestro Hiroo, le indicó a Kagome que tenia que practicar sus saltos , cosa que a la miko no le gustó, sabia que se lastimaría mucho a la hora de caer.
    Kagome trata de saltar como lo hace Seiya, además no es nada del otro mundo ya que muchos ninjas y samuráis lo hacen—decía muy serio el maestro Hiroo.
    Si Kagome no tengas miedo, si yo lo puedo hacer con mayor razón tu podrás hacerlo—decía Seiya mientras le mostraba como saltar a Kagome con una risa de oreja a oreja cuando llegó a la rama de un árbol que se encontraba en el jardín.
    Bueno Kagome salta hacia aquella rama de ese árbol, ten en cuenta que debes de apoyarte bien en tus plantas de los pies, además de flexionar un poco las rodillas cuando estés apunto de aterrizar para evitar una caída—el maestro señalaba una rama que estaba a un metro del suelo.
    Kagome lo intentaba una y otra vez pero siempre caía ya se había cansado, y de eso se dio cuenta el maestro Hiroo el cual le dijo que ya era suficiente por ese día y que al día siguiente practicarían de nuevo los saltos, mientras tanto tendría una batalla contra Seiya.
    Bueno Kagome, toma tu espada, ahora pelearás con Seiya y déjame decirte que si pierdes esta contienda, practicarás tus saltos durante toda la semana por las 3 horas de clase ¿me entendiste?— decía un poco divertido el sensei Hiroo.
    Jajaja, ya te estaré viendo caer continuamente durante una semana Kagome, mas te vale ponerte una almohada en tu parte trasera para que no quedes adolorida, ya que como siempre te gano en las peleas, tendrás que practicar tus saltos, pero para que veas que soy bueno contigo, te haré un trato , si me vences yo limpiaré tu habitación por una semana, pero si te gano tu tendrás que hacer la limpieza del dojo por 2 semanas.—decía Seiya dando grandes carcajadas, que pusieron a Kagome muy molesta.
    Pues verás que esta vez te ganaré, pero si yo gano no será una semana la que limpies mi habitación si no que será por cinco meses, ¿tu que dices?—retaba Kagome a Seiya, se encontraba muy molesta ya que también el maestro Hiroo deba por hecho que Seiya la vencería en esa pelea.
    Está bien Kagome pero si tu pierdes, también limpiaras el dojo por cinco meses—Seiya sabía que vencería a Kagome, así que decidió aceptar sus condiciones.
    La pelea dio comienzo, Seiya se lanzo contra Kagome atacando con su naginata, y Kagome tenía su espada la cual manejaba con bastante agilidad y precisión, la miko esquivaba todos los ataques de Seiya pero le era un poco difícil atacar a Seiya, pasaron veinte minutos entre golpes, y ataques con sus respectivas armas, pero cuando Seiya se abalanzó contra Kagome para darle un golpe certero , Kagome puso un campo que logró protegerla de ese ataque y cuando vio un poco desconcertado a Seiya lo tomó de sus ropas y lo lanzó al piso, inmediatamente la miko se puso al lado de Seiya y lo amenazó con el filo de la espada apuntando al cuello.
    ¿Te rindes?—decía Kagome con aires de superioridad.
    Si, si me rindo, pero deja de verme con esa fría mirada, sabes, das miedo cuando muestras esa cara tan fría e inflexible—y en eso no se equivocaba Seiya siempre que se enfrentaban Kagome ponía una cara fría que la hacia ver como si realmente quisiera matarlo.
    Jajaja, Seiya jamás te haría daño, sabes muy bien que debo de poner esa cara ya que no me puedo reír cuando me enfrente con Lucifer—decía Kagome mientras le daba la mano a Seiya para que se pusiera de pie.
    Bueno Kagome, me alegra que por fin hallas vencido a Seiya, pero noté como bajaste la guardia un poco para poder poner ese campo, te falta entrenar con el maestro Uesugi, le pediré que te enseñe a crear un escudo con tu propia energía, y por su puesto yo también te ayudaré por ahora será mejor que practiques con tu arco, quiero que hagas 50 flechas con tu propio poder y sin que falles ni un solo tiro, además que esas flechas no deben de desvanecerse ni destruir todo a su paso como lo que pasó la ultima vez— le dijo el maestro Hiroo, recordándole como había destruido gran parte del jardín por culpa de sus flechas.
    Si, tendré más cuidado no es necesario que me recuerde ese incidente, no volverá a ocurrir—decía muy apenada Kagome.
    Bueno ahora Seiya y yo iremos al dogo a entrenar un poco y tu te quedarás a practicar con tu arco— el sensei Hiroo dio media vuelta y fue seguido por Seiya mientra la miko veía como se alejaban empezó a preparar el arco y empezó a lanzar sus flechas de energía.
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    Inuyasha estaba camino a la aldea de la anciana Kaede ya que para su mala suerte, Kagome si se había quedado a entrenar con los monjes Yamabushi, ya estaba muy cerca de hecho casi no descansaba y por ello pudo llegar en un mes a la aldea de la anciana Kaede, ya que le había prometido a Kagome que cuidaría de Shippo y de Rin.
    Kagome como me haces falta, espero que esos monjes no te hagan ningún daño, por ahora solo me queda confiar en ti y en que pronto volverás para estar a mi lado—pensaba Inuyasha mientra caminaba en el bosque.
    Ahora que lo pienso, ese tonto de Sesshomaru no me atacó ya que tardé casi 15 días en esa aldea donde vi por última vez a Kagome—Inuyasha recordó lo que le dijo su medio hermano.
    Flash Back
    Hay “hermanito”, todo lo que pase en mi territorio, me interesa, además pronto te arrepentirás por no haber protegido mejor a esa humana.
    ¿Por qué lo dices?
    Ten en cuenta que esa mujer se encuentra con los monjes que odian a todos los seres sobrenaturales.
    Ella nunca cambiara sus sentimientos hacia mí, de eso estoy seguro.
    Nunca dejarás de ser tan ingenuo, ahora solo quiero que te alejes de mi territorio—dándole la fría mirada de siempre llena de odio a Inuyasha.
    Estos no son tus territorios, además yo no tengo por que obedecerte—decía mientras cruzaba sus brazos.
    Como quieras hibrido, si dentro de 3 días no te has ido yo mismo te mataré—y sin decir nada más Sesshomaru se fue de ahí.
    Fin flash back.
    Fehh de seguro me tuvo miedo y por eso no fue a molestarme—Inuyasha se internó más en el bosque, en unas horas llegaría a la aldea.
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    Kagome ya había terminado con la clase del sensei Hiroo, y ahora tocaba el turno de entrenar con el maestro Uesugi.
    Buenos días Kagome—decía sonriente el maestro Uesugi, y no era para menos todos los maestros le habían tomado mucho cariño a Kagome y por ello todos procuraban que se sintiera en casa.
    Buenos días sensei Uesugi, ¿Hoy que fruta me trajo?—decía Kagome con una sonrisa mientras extendía su mano para recibir la fruta, y es que siempre antes de empezar su entrenamiento con el maestro Uesugi, el siempre le traía una fruta para que recuperar sus fuerzas después del entrenamiento con el maestro Hiroo ya que era necesario ya que utilizaba mucha energía.
    Humm, pues te traje la que más te gusta—decía el Maestro Uesugi mientras sacaba un durazno
    Gracias sensei, y dígame ¿hoy que me va a enseñar?—decía Kagome mientras se comía el durazno.
    Hoy te enseñaré a hacer un escudo con energía espiritual, el cual puedas utilizar en luchas de cuerpo a cuerpo, ya que el maestro Hiroo, me ha pedido que te lo enseñe, por cierto felicidades por ganarle a Seiya, el se encontraba un poco molesto ya que tiene que limpiar tu habitación por cinco meses, además que el es el encargado de limpiar el dojo ahora tendrá que hacer las dos cosas —dijo el sensei Uesugi mientras daba unas pequeñas carcajadas al recordar la cara de fastidio que tenia Seiya antes de salir del templo del Yin y el Yan.
    Si de hecho el maestro Hiroo me dijo que bajé la guardia cuando puse ese campo de energía—decía Kagome un poco preocupada, ya que ella no se podía permitir tener debilidades y más si su mayor contrincante era el amo del infierno.
    Si entiendo tu preocupación pero para eso te estamos entrenando además es bueno que nos demos cuenta de tus debilidades para poder corregirlas ¿no crees?—decía Uesugi mientras se sentaba en el pasto.
    Tiene razón, y bueno empezaremos meditando como siempre ¿verdad?—decía la miko mientras imitaba a su sensei y se sentaba en el pasto con posición para meditar.
    Después de estar meditando por media hora, la miko empezó a entrenar para poder hacer su escudo de energía el cual le serviría cuando peleara con su espada.
    El maestro Uesugi, cada vez se sorprendía al ver a Kagome aprender con facilidad todas las técnicas que le enseñaba, el escudo lo pudo aprender a la media hora y ahora ya lo manejaba a su antojo, terminando su entrenamiento con el maestro Uesugi, el le recomendó que cada vez que peleara con Seiya utilizara ese escudo y así siempre lo vencería.
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    Inuyasha ya había llegado a la aldea pero como era muy noche no quiso despertar a la anciana Kaede, y por ello se fue al árbol sagrado, ya que le traía buenos recuerdos y ahí se quedó a dormir.
    Kagome eres una tonta, no sabes cuanto te extraño, además mañana Shippo me hará muchas preguntas sobre ti, y la verdad no deseo contestarlas—dijo Inuyasha mientras se acomodaba en el árbol para poder dormir.
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    En las profundidades, en donde todo es tortura y dolor, en donde no hay ilusiones ni esperanza, en el lugar más temido por los humanos, donde el castigo es eterno, se encontraba El amo del Infierno o mejor llamado Lucifer, aquel que en nuestros sueños es el más horrible de los demonios, pero que al verlo lo confundiríamos con un Humano si no fuera por esos ojos color fuego que solo expresan odio y rencor, un cabello largo color negro un poco ondulado que le llega debajo de la cintura, de piel blanca de complexión musculosa y 1.90cm de estatura, vestido de un traje negro
    Hemin, llama a los demonios de las almas perdidas, quiero que hagan una visita—ordenaba Lucifer el ya estaba enterado de que la guardiana de la luz estaba en la época del Senguku, ya también que en poco tiempo podría salir del infierno para gobernar la tierra.
    SI AMO—Hemin desapareció, apareció de nuevo en menos de 1 minuto junto con los demonios de las almas perdidas, los cuales eran 4 incluyendo a Hemin.
    Estos demonios eran la mano derecha de Lucifer, eran los más fuertes, ellos habían matado a varios de los demonios de la luz negra en la batalla contra la guardiana de la luz del otro mundo. Ellos tenían unas alas de color negro, garras largas de color rojo como la sangre, ojos negros como la noche los cuales no mostraban ningún tipo de sentimiento, altos del tamaño de Lucifer, piel morena, vestidos con una armadura que solo les cubría el pecho de color negra, con detalles en plata, cabello rojo como el fuego, y vestidos totalmente de negro.
    Amo, estamos a su servicio—dijeron todos dando una reverencia ante Lucifer.
    Bien, como saben hace tres años apareció la nueva guardiana de la luz del otro mundo, en las fronteras que unen el mundo mortal con el mundo de los muertos, ella ahora se encuentra entrenando con los dioses Yamabushi, por eso los he llamado, quiero que vallan a provocarle mucho dolor a esa guardiana, claro que primero tenemos que esperar un poco ya que el sello todavía no es tan débil para que ustedes salgan a matar a cuantos humanos vean, por ello les pido que le dejen un recadito a Kamisama, quiero que roben las almas de todos los humanos que se encuentran esperando en esa frontera, pero quiero que vayan los cuatro. Llevará por lo menos 2 meses corromper esas almas pero para no tener Ningún error como la última vez, quiero que los traigan ante mi para darles de beber mi sangre así ya no guardarán ningún recuerdo de su vida pasada y se convertirán en mis sirvientes, los cuales mandaré para destruir a todo humano que se encuentre en la tierra y con esto empezará mi venganza—decía Lucifer mientras se sentaba en su trono, riendo por su pronta venganza, y jurando que mataría a Kamisama y a la Guardiana de la luz del otro mundo.
    Si mi señor —dijeron los demonios de las almas perdidas y se fueron a cumplir los mandatos del amo del infierno.
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    Kagome estaba totalmente agotada ya había terminado su clase con el maestro Tokogawa, el cual la había puesto hacer unas pociones las cuales contrarrestaban todo tipo de venenos, además de ser atacada por una maldición la cual quiso corromper su corazón, pero gracias a que controlaba un poco las energías demoníacas la maldición fue contrarestada, pero ahí no terminó su día, después de entrenar con el maestro Tokogawa, tuvo un respiro de una hora, pero este no le alcanzó para descansar un poco, ya que después entrenó con el maestro Ikki, el cual la atormentó al querer controlar su mente, a Kagome le costaba mucho trabajo que el sensei Ikki no entrara a su mente pero a veces eso era imposible ya que el era demasiado fuerte en esta materia, y por lo regular siempre Kagome terminaba haciendo lo que el sensei Ikki quería. Después tuvo que entrenar con el maestro Taiyokan, pero el entrenamiento que tenía con el, era el más arduo, ya que ella tenía que controlar energía demoníaca, por lo regular terminaba muy herida por las descargas que le daban estas hacían que su cuerpo tuviera varias quemaduras.
    Es todo por hoy Kagome, los has hecho muy bien por lo visto en un año más podrás manejar la energía demoníaca, eso te dará gran ventaja ya que tu podrás regresar cualquier ataque, sin gastar tu propia energía—decía el maestro Taiyokan mientras ayudaba a Kagome a levantarse para ir a su habitación y descansar.
    Si gracias Sensei, aunque no se si logre controlar por completo esas energías, ya que cuando las llego a tocar siento que me lleno de odio y rencor y eso me da mucho miedo—decía Kagome mientras se sentaba en su cama.
    Lo entiendo y por eso es que el maestro Ikki te està enseñando a controlar tu mente, pronto aprenderás además no te fue difícil controlar la trasportación, y eso mi querida Kagome es muy difícil de hacer, además que eres capaz de tele trasportar a mas de 5 personas contigo. Por ahora quiero que descanses mañana será otro día difícil así que después de que se vaya Seiya quiero que te duermas.—decía el maestro Taiyokan mientras le acariciaba su cabello a Kagome.
    Gracias sensei, lastima que no pueda dormir esta noche ya que todavía estoy tratando de descifrar el pergamino de la guardiana—decía Kagome con un tono triste.
    Lo se pequeña pero dime ¿cómo sabes que es el pergamino de la guardiana?—decía sorprendido Taiyokan.
    Pues pude traducir un poco, en el cual dice que la dueña del pergamino es Hirushi y es la guardiana de la luz del otro mundo, pero no puedo descifrar lo demás—decía un poco molesta Kagome ya que sus intentos por leer ese pergamino eran totalmente un fracaso.
    No deberías desilusionarte, además es un logro que hayas traducido un poco ya verás que con el tiempo podrás leerlos todos, pero si no lo logras sabrás que pusiste todo tu empeño y así no habrás traicionado ni desilusionando a tus amigos, ahora descansa.—al terminar de hablar el maestro Taiyokan se fue y dejó sola a Kagome en su habitación.
    Kagome tomó una toalla y se dirigió a tomar un baño en las aguas termales, al salir se sintió más relajada, al poco rato llegó Seiya con su cena, y al terminarla se fue a dormir.
    Kagome, Kagome, despierta por favor no tenemos mucho tiempo—La miko escuchaba la voz de una mujer que le hablaba, la cual la despertó.
    Necesito que vayas al lago del Yin y el Yan con el pergamino de la guardiana—la voz era muy suave pero se escuchaba como si estuviera preocupada.
    Kagome no lo dudó y se fue directamente al lago con el pergamino en la mano.
    Muy bien Kagome ahora entra al lago y cuando llegues al centro abre el pergamino ahí podrás leerlo— A Kagome esa voz no le daba nada de miedo e hizo todo lo que le pedía.
    Kagome entró al lago pero al entrar le dio una gran descarga de energía, pero no paró ante eso y con mucho trabajo pudo llegar al centro de ese lago. Al abrir el pergamino se sorprendió bastante ya que el pergamino estaba vacío, pero al levantar su rostro pudo ver a una mujer muy hermosa de cabello dorado y ojos color azul, piel blanca y vestida con un vestido blanco.
    Hola Kagome mi nombre es Hirushi, yo soy la primera guardiana de la luz del otro mundo, y estoy aquí para revelarte lo que dice el pergamino que tienes en tus manos—Kagome casi le salen lágrimas al escuchar eso, ella ansiaba poder encontrar una forma de sellar y destruir a Lucifer sin tener que eliminar a todo ser sobrenatural.
    Te lo ruego dime todo por favor, quiero salvar a mis amigos y derrotar a Lucifer sin que gente inocente muera—decía Kagome muy triste pero a la vez decidida.
    Lo se y por eso estoy aquí, escúchame Kagome, no tengo mucho tiempo para revelarte lo que dice el pergamino, pero si algo me falta, tu lo podrás leer con mucha facilidad después—Hirushi se acercó a Kagome y puso su mano en su cabeza, de pronto Kagome pudo ver varias imágenes como si estuviera leyendo los recuerdos de Hirushi.
    Narración contada por Hirushi.
    Kagome como ya te dije soy la guardiana de la luz del otro mundo, mi obligación es el de proteger las almas de seres buenos ya sean humanos o seres sobrenaturales, cuando estos seres mueren esperan siete días en la frontera que une este mundo con el mundo de los muertos, y en ese séptimo día es cuando peleo contra los demonios de almas perdidas, los cuales son demonios mandados por Lucifer para apoderarse de las almas puras, para corromperlas y convertirlas en demonios, yo siempre ganaba esas batallas , pero por un descuido mío los demonios de las almas perdidas se apoderaron de 1000 almas puras, Lucifer las torturó y trató de corromperlas, pero no todas se corrompieron por completo y dieron origen a los “demonios de la luz negra”, estos demonios poseían sentimientos humanos, y por ende poseían un corazón humano, muchos de estos demonios deseaban vivir de nuevo en la tierra, ya que como su origen fue humano deseaban vivir en un mundo de paz, pero Lucifer jamás los dejaría salir del infierno.
    Mientras tanto Kamisama se enfureció mucho al ver como Lucifer había robado esas 1000 almas, pero al no poder hacer nada ya que ellos ahora eran demonios, el decidió dejarlos en el infierno y no ayudarlos.
    Pero era tanto las ganas que tenían los demonios de la luz negra el querer recuperar su vida en la tierra que empezaron a planear un ataque para poder escapar del infierno, claro que eso no seria posible sin que Kamisama los ayudara.
    Kamisama al ver como los demonios de la luz negra deseaban vivir en paz en la tierra, decidió ayudarlos para que salieran del infierno, pero solo saldrían ellos, no podría salir otro tipo de demonios, ya que Kamisama cuidaba a su creación más querida que eran “los humanos”, y entonces me mandó a llamar para que ayudara a esos demonios para que salieran del infierno, claro que no fue nada fácil, la pelea entre ellos duró un año, pero al fin escaparon gracias al báculo del origen de la luz de Kamisama, el cual abrió un portal para que estos escaparan.
    Lucifer estuvo furioso, pero quedó muy débil por la batalla y no pudo hacer nada más que dejarlos ir, pero el vio una gran oportunidad de gobernar la tierra, Lucifer sabía que los demonios de la luz negra tratarían de gobernar a los humanos, y eso le dejaba campo libre para poder vivir en la tierra, y poder manejar a los humanos a su antojo, pero solo lo podría hacer si los demonios de la luz negra lo ayudaban, y así fue, claro que no todos los demonios atacaban a los humanos, de hecho habían muchos que los protegían y ayudaban, uno de esos demonios era Rein – Taisho, el cual eliminaba a todo demonio que matara a humanos.
    Kamisama estaba furico al ver que los demonios de la luz negra mataban a los humanos y me mandó a la tierra para que matara a todos los demonios, pero cuando llegue a la tierra me encontré con Rein el cual me ayudaba acabar con los demonios que mataban humanos, yo hablé con Kamisama para que me permitiera, dejar vivos a aquellos demonios que no mataran a humanos, ante mis súplicas el accedió, pero me hizo prometer que no podría regresar al mundo de los dioses si no cumplía con esa misión.
    Por muchos años vivimos en paz en la tierra otra vez, humanos y demonios se llevaban bien, pero con el paso del tiempo muchos demonios tuvieron descendencia, y estos se volvieron muy violentos y empezaron a matar y comer humanos, pero esto lo hacían por que querían adueñarse de tierras, Kamisama me dijo que escogiera a 2 demonios de la luz negra para que ellos gobernaran dos regiones, uno gobernaría el Oeste y el otro el este, y Kamisama elegiría a 2 humanos para que gobernaran las tierras del norte y el sur.
    Y así se hizo Rein- Taisho gobernaría las tierras del oeste, Okin- Taro gobernaría el oeste, pero firmaron un acuerdo el cual decía que tendrían que cuidar y velar por la protección de los humanos que vivieran en sus tierras, lo cual los dos gobernantes aceptaron.
    Los demonios vivirían en esas dos tierras y no podría salir de ellas, pero esto solo funcionó solo un tiempo, ya que Lucifer mandó a los demonios de las almas perdidas a matar a los humanos que vivían en el norte y sur, muchos humanos murieron en tan solo segundos, eso hizo que Kamisama se enojara, por órdenes él yo fui a eliminarlos, en esa batalla yo salí muy herida, pero gracias a Rein que me curó pude seguir viviendo, yo me enamore de Rien y tuvimos un hijo el cual se llamaba Riu-Taisho, pero el fruto de nuestra unión dio como consecuencia un nuevo tipo de demonio el cual es llamado “taiyokai” a Kamisama no le agrado mucho el hecho de crear una mueva raza de demonios, y el problema con esta nueva especie es que son muy orgullosos y no poseen sentimientos humanos, o por lo menos ellos intentan borrar esos sentimientos ya que se creen que podrían ser vulnerables.
    Lucifer se dio cuenta de la nueva raza y decidió salir del infierno pero antes de que pudiera poner un pie en la tierra los gobernantes del oeste y el este me ayudaron a sellarlo por medio de tres objetos, 1 era el báculo del origen de la luz de Kamisama, el segundo objeto era el arco de la luz del otro mundo el cual yo poseía y el tercero era la espada de Rein la cual se llamaba el colmillo de la luz negra.
    Fin de la narración.
    Kagome los demás detalles los iras descubriendo en los demás pergaminos, pero debo advertirte que Lucifer ya está informado de tu entrenamiento con los dioses Yamabushi, y no descansará hasta eliminarte. Otro consejo que te doy es que unas fuerzas con los gobernantes de las cuatro regiones, norte , sur , este y oeste, serán invencibles si luchan todos juntos , ahora tengo que irme y no te preocupes ahora posees el poder para manejar las energías demoníacas y el control mental, se fuerte mi querida Kagome — y con estas palabras Hirushi desapareció.
    NO puedo creerlo, tendré que pedirle a Sesshomaru que una fuerzas conmigo para que podamos vencer a Lucifer para que su raza siga viviendo—Kagome casi se cae de la impresión y una gran gota caia en su nuca.
    ¿Cómo podré convencer a ese youkai testarudo si el me odia y además quiere matarme?, ahora si estoy perdida—Kagome caminaba por puro instinto, su cabeza no dejaba de preguntarse como convencería a Sesshomaru para que uniera fuerzas con ella y así salvar a los humanos y seres sobrenaturales, ya la miko sabía bien que Sesshomaru odiaba a todos los humanos, bueno a excepción de Rin.
    Ahora me doy cuenta que Kamisama me odia, ¿como podré acercarme a Sesshomaru para hablar con el antes de que me corte el cuello?—la miko estaba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta que ya estaba amaneciendo.
    Continuara………………….

    Espero me dejen comentarios, espero pronto subir un nuevo capitulo,ya se que me he tardado en actualizar pero es que la inspiración después se me va y no puedo escribir.
    Espero les guste.
    Saludos a todos!!!
     
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  6.  
    iztrela

    iztrela Entusiasta

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    8 Mayo 2012
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    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    7035
    Gracias por sus comentarios y como lo prometido es deuda Conitta, te traigo el nuevo capítulo de mi fic.

    Los personajes de Inuyasha no me pertenecen son Rimuko Takahashi y la historia la escribo por diversión sin fines de lucro.


    Capítulo X: La revelación del pergamino de Rein y Riu Taisho.

    La mañana no se hacia es esperar y un chico de cabello plateado se levantaba del cómodo árbol en el cual, había dormido tan tranquilamente.

    ¡Hummm que bien dormí!, ahora iré a la aldea—decía Inuyasha el cual estaba emocionado por ver a sus amigos, pero en especial al pequeño Shippo.

    Inuyasha saltaba por los árboles cuando de pronto pudo ver a Shippo junto con Kaede el traía en sus manos un cántaro con agua mientras la anciana llevaba unas plantas medicinales.

    ¡Inuyasha!.— gritaba el pequeño Kitsune al ver a su mejor amigo llegar y se lanzaba a los brazos del hanyou. Pero ante el grito de Shippo salieron de su casa Miroku y Sango.

    Hola a todos—decía muy tranquilo Inuyasha—¿En donde esta Rin?—preguntaba el hanyou al ver que no estaba por ningún lado la pequeña niña, mientras tenia en brazos a Shippo, cosa que no pasó desapercibida por los presentes.

    Rin está con mis hijas, fueron a jugar junto con los otros niños de la aldea—decía una despreocupada Sango.

    Fehh, tendré que ir a verla luego, por ahora debo decirles que Kagome ya esta entrenando en las montañas del Oeste con esos monjes—decía un poco cabizbajo Inuyasha.

    ¿Seguiste a la señorita Kagome aunque ella te lo prohibió?, eres un Tonto, no sabes que por acompañarla tal vez esos monjes no la entrenarían, sabes muy bien que ellos odian a todo ser sobrenatural—decía muy enojado Miroku.

    Fehh claro que la seguí, Sesshomaru la atacó varias veces por querer entrar a sus tierras, por eso no podía dejarla sola—decía muy molesto Inuyasha, mientras pensaba, “estos que se creen debo proteger a mi mujer de cualquier peligro”.

    Bueno pero dinos Inuyasha como pudo entrar Kagome al campo que protegía a esas montañas—preguntaba la anciana Kaede, ella sabía que el viaje era peligroso, pero lo importante del viaje era que Kagome atravesara el campo de protección.

    Se los contaré en la casa ya que tengo mucha hambre—decía Inuyasha.

    Al entrar a la casa Kaede le sirvió un gran tazón de arroz y unos pescados a Inuyasha.

    Bueno, Kagome no llegó sola a esas montañas, un monje fue por ella cuando estábamos en las fronteras del territorio del oeste, y el la llevó a esas montañas, creo que se llamaba Seiya—decía Inuyasha mientras devoraba todo lo que le servían de comer.

    Eso no es posible—decía muy sorprendida Kaede,—ninguno de los maestros Yamabushi ha salido de ese campo en los últimos 110 años.

    Pues no creo que sea un maestro el que fue a traer a Kagome, más bien parecía un aprendíz—decía algo molesto al recordar que Kagome se encontraba con ese tipo entrenando.

    Inuyasha, dime ese monje era guapo—preguntaba muy curiosa Sango—Ya que si es guapo tal vez Kagome decida quedarse con el ¿no lo crees Miroku?

    Perro tonto, por que dejaste que Kagomesita se fuera con ese tal Seiya, no vez que tal vez se enamore de el, y se olvide de mi—decía entre sollozos Shippo.

    ¡CALLATE!, no digas tonterías Shippo—decía muy furioso Inuyasha mientras le daba un coscorrón al pequeño kitsune.

    Debo decirles que Kagome me pidió que les dijera, que ella cumpliría su promesa de regresar a la aldea para protegerlos, además Shippo ella jamás se olvidaría de ti y por eso me pidió que los cuidara mientras ella no este en la aldea, por ahora quiero ir a darme un baño—Inuyasha se levantó y se dirigió a la puerta de la casa y antes de salir dijo—por cierto Shippo mañana empezaré a entrenarte para que te conviertas en un gran guerrero—dicho esto Inuyasha salió de la casa.

    El pequeño kitsune se quedó hecho una piedra, mientras una gota de sudor caía por su nuca.

    “Ese perro tonto me va a matar con su entrenamiento, Kagomesita por favor no tardes mucho”—pensaba Shippo, ya que se imaginaba los métodos medievales que utilizaría Inuyasha para entrenarlo.
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    En el palacio del la Luna del Oeste se encontraba un peli plateado, caminando elegantemente por los pasillos hasta llegar a un gran salón. Sesshomaru, era recibido por todos sus sirvientes y en especial por Jaken.

    Amo bonito, los comandantes de su ejército ya están en la sala de visitas—decía el pequeño youkai verde dando varias reverencias.

    Jaken, no molestes, diles que los veré en dos horas—Sesshomaru se dedicó a pensar en como recuperar los pergaminos que le fueron arrebatados hace 110 años y también en como destruir el campo de energía sin la necesidad de pedir ayuda de esa guardiana. Pero su mente le jugó una mala pasada al recordar la imagen de una mujer que hizo cambiar el rumbo de sus pensamientos.

    Esa insignificante mujer, ya lleva un mes en esas montañas, no esperaré ni un segundo más para entrenar, se que ella se volverá muy fuerte y será una digna contrincante pero no dejaré que ella destruya a mi raza—pensaba el Taiyoukai.

    Pasadas las dos horas los comandantes del ejército de Sesshomaru entraron al gran salón.

    Buen día mi Lord— decían los comandantes mientras daban una pequeña reverencia, cuando vieron a Sesshomaru.

    No veo que tiene de buenos, todos ustedes son unos incompetentes, la miko pudo entrar a esas montañas hace un mes días y ninguno de ustedes fue capaz de atraparla—decía el Lord mientras se sentaba en su cómoda silla.

    Mi Lord, ninguno de nosotros pudo detectar la esencia de esa sacerdotisa y el del monje que vio usted—decía Yukionna la comandante del batallón de las nieves perpetuas.

    Bueno ahora ya no se puede hacer nada, pero quiero que ustedes se queden en el castillo ya que desde hoy ustedes entrenarán conmigo, se que ninguno es digno de ser contrincante mío pero como son los comandantes de mi ejercito me imagino que deben ser los mejores que hay en mis tierras, así que mañana cada uno de ustedes entrenará conmigo por 2 horas.

    Como usted diga amo Sesshomaru—decían los comandantes.

    Amo Sesshomaru, por que de pronto decidió entrenar, con los comandantes de su ejército—decía Jaken con mucha curiosidad, en el tiempo que llevaba al servicio de Sesshomaru nunca lo había visto entrenar con otros youkais, es más a su amo le gustaba entrenar solo.

    Jaken será mejor que te calles si no quieres que te mate en este instante—respondió Sesshomaru con su voz inquebrantable y con una mirada asesina, el pobre Jaken se quedó pasmado del miedo, y no era que no lo haya visto enojado antes, pero esta vez era diferente estaba totalmente furioso por la pregunta hecha por el, además que tenia razón en algo, Sesshomaru quería entrenar arduamente ya que sabia que enfrentarse con una miko era peligroso y más si sus poderes purificadores eras muy poderosos, el no dudaba que Kagome seria una gran contrincante.

    Escúchenme bien todos, no quiero que retiren la guardia que está en el campo, de ahora en adelante cualquiera que trate de entrar o salir de ese campo será mi prisionero y tendrán que traerlo con vida, espero que no fallen por que si me entero que salió otro monje de ese lugar cavarán su propia tumba, ahora quiero que se marchen, Jaken les dirá a que hora entrenaré con cada uno—Sesshomaru se levantó de su asiento y se dirigió a su habitación sin decir nada más.

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    Los días pasaban relativamente rápido y no era para menos, la miko había permanecido en ese templo por dos años y once meses, en el cual ya había podido leer los otros dos pergaminos que faltaban, pero todo lo mantenía en secreto y no es que no confiara en sus maestros o en Seiya, pero es que ella quería planear una estrategia para unir a los 4 Lords de las tierras del Japón y a los maestros Yamabushi, sabia que era un gran desafío ya que Sesshomaru era un Taiyoukai que odiaba a los humanos y por ende no protegería según él a” Seres desagradables e insignificantes”.
    Kagome había mejorado mucho en este tiempo de hecho los maestros Yamabushi se sorprendieron al ver sus repentinos poderes, y era lógico cada vez que descifraba un pergamino nuevos poderes crecían en ella.
    Kagome, ya no tienes tiempo para descifrar los pergaminos, y todavía no logras leer ni uno solo, por lo visto tendrás que destruir a todo ser sobrenatural—decía un preocupado Seiya, mientras tomaba con sus manos la bandeja en donde le había traído su cena a Kagome.

    Lo se Seiya, la verdad es que no quisiera hacerlo, pero el pacto es irrompible, por cierto necesito que hables con el maestro Taiyokan quiero hablar con él, antes de que empiece mi entrenamiento con el maestro Uesugi—decía Kagome muy decidida en dos días daría a conocer lo que contenían los pergaminos, y sabía muy bien que necesitaba de toda la ayuda posible para unir fuerzas para derrotar a Lucifer.

    Hasta luego Seiya y gracias por traerme mi cena—decía Kagome, ella ya extrañaba salir y disfrutar de la libertad de la cual fue privada, pero todavía le faltaban 3 años más de entrenamiento.
    Que descances Kagome y no te preocupes ahora mismo voy hablar con el maestro Taiyokan—decía Seiya son una sonrisa en su rostro.

    Gracias Seiya.

    Kagome se dirigió a su habitación, realmente el día había sido muy largo y estaba cansada, todavía no podía creer que haya sobrevivido tres años de intenso entrenamiento, en todo este tiempo jamás salió de las montañas, es más ni siquiera salió del templo del Yin y el Yan, al principio pensó que por lo menos saldría alrededor de las montañas pero eso nunca ocurrió.

    Chicos no saben cuanto los extraño, mis días en este lugar son relativamente largos, y aunque he mejorado bastante y ahora soy una sacerdotisa poderosa, daría todo lo que he entrenado por verlos una vez más y salir a recorrer todo el Japón como cuando buscábamos los fragmentos de Shikon, solo espero que se encuentren bien—dijo en voz alta mientras se quedaba profundamente dormida.

    Al día siguiente, como siempre, a la primera persona que veía al despertar era a Seiya, el cual se encargaba de llevarle su desayuno.

    Buenos días princesa, tu príncipe te trajo tu desayuno real—decía un divertido Seiya.

    Buenos días príncipe Seiya, ¿has venido a rescatarme de esta linda cárcel?, o ¿es que todavía no vences al dragón Taiyokan?, si eso es verdad me decepcionas—decía Kagome mientras controlaba las ganas de carcajearse, Seiya se había convertido en un amigo muy querido para Kagome, al principio pensó que Seiya quería que fuera su mujer, pero después se dio cuenta que la trataba como si fuera su hermana, y eso a Kagome la tenia más que contenta.

    Siento desilusionarte pero todavía falta otros tres años para que pueda vencer a ese dragón por ahora solo queda que disfrutes tu linda cárcel por un poco más—decía Seiya mientras llevaba el desayuno de kagome al dojo.

    Ahhh, sabes Seiya, espero convencer al maestro Taiyokan que me deje por lo menos lo que resta de estos tres años un día libre por semana—decía algo cansada la miko.

    No creo que lo convenzas pero si te da ese día ¿que harías?—preguntaba un poco curioso Seiya.

    Creo que por lo menos salir un rato alrededor de las montañas, deseo ver las estrellas y la luna hace tiempo que no las veo—decía muy triste Kagome, y no era para menos, sabía que se hacia de noche por que se obscurecía el templo y cuando amanecía había mucha luz, pero en ese lugar no se podían ver las estrellas ni la luna, es más ni el sol.

    Bueno si te da permiso yo mismo te acompañaré y haremos un día de campo ¿qué te parece princesa?—decía muy animado Seiya.

    Me parece perfecto, bueno solo hay que esperar que el maestro Taiyokan me de permiso.

    En eso entró el maestro Hiroo, para empezar sus clases.

    Que bueno que lo veo maestro Hiroo, tengo una propuesta que hacerle—decía muy seria Kagome, cosa que el maestro Hiroo sabia que significaba problemas.

    Dime Kagome, ¿que es le que me quieres pedir?

    Bueno yo quiero pedirle que cuando salga de este lugar me acompañe a ver a un viejo amigo para que me haga una espada la cual tenga poderes espirituales, ya que la necesitaré—decía Kagome muy seria, de hecho ya estaba planeando eso desde que leyó el segundo pergamino.

    Si claro Kagome pero a que viene esa petición todavía te faltan tres años más de entrenamiento para poder salir de estas montañas—decía un poco sorprendido por la petición de la chica el maestro Hiroo

    Se que es muy pronto, pero créame muy pronto sabrá por que de mi petición—decía muy decidida Kagome mientras se levantaba y se dirigía al jardín—Bueno pues vamos a entrenar—Kagome salió del dojo seguida de Seiya y de Hiroo.

    La práctica ya había terminado y ahora era turno de entrenar con el maestro Uesugi, pero antes de que se fuera Seiya, Kagome lo detuvo y le pidió algo.

    Seiya, necesito que me hagas un favor, hace tiempo me enseñó el maestro Leyasu Tokogawa, a hacer unas pulseras de protección, y bueno quiero pedirte que me traigas los cristales de amatista, y las perlas huecas, además del hilo de plata para poder hacer estas pulseras, sabes bien que el masestro Leyasu no es muy amable conmigo desde que uno de mis conjuros lo atrapó en un bola de energía y no pudo salir por dos días.

    Si, me acuerdo que el maestro Leyasu estaba furioso contigo, ya que tu no pudiste deshacer el conjuro luego y se quedó atrapado dos días en este templo.—Seiya se reía un poco mientras Kagome se puso roja de la pena.

    Si bueno por eso es que no se las he pedido a el, pero dime me las traerás, necesito que me traigas material para hacer 10 pulseras es decir 50 amatistas y 10 perlas huecas ¿Lo harás?—decía Kagome mostrándole a Seiya una carita de niña regañada.

    Está bien te las traeré pero será hasta la hora de la comida ok Kagome ahora tengo que irme—Seiya salió del templo y Kagome se dirigió al dojo.

    Al entrar al dojo, Kagome se puso en posición para meditar, de hecho casi siempre lo hacia en el jardín pero ahora estaba esperando al maestro Taiyokan.

    Veo que me estabas esperando Kagome, dime ¿de que quieres hablar conmigo?—decía el maestro Taiyokan mientras se sentaba enfrente de Kagome tomando la misma posición de meditación.

    Bueno sensei Taiyokan, el motivo por el cual lo he llamado, es por los pergaminos de la guardiana de la luz.—decía Kagome la cual hizo una pausa a propósito para ver que le contestaba al maestro Taiyokan.

    Ya te habías tardado en hablar del tema, hace tiempo que no me preguntabas sobre los pergaminos, pero por lo visto no has podido leer ninguno, y el tiempo ya casi se acaba, por ello he decidido que mañana se haga el ritual para convertirte en la guardiana de la luz del otro mundo, debo decirte que si en dos años y ll meses no has podido leerlos no podrás hacerlo en 30 días, así que no voy a esperar más tiempo para hacer el ritual.

    Mi respuesta ante eso es NO, y no podrá reprocharme nada, ya que desde hace un año se que es lo que contiene cada uno de los pergaminos, como usted ya me dijo no esperaré más tiempo para revelarles a todos ustedes mis planes y el contenido de esos pergaminos, así que mañana necesito que todos los maestros se reúnan aquí, pasada la media noche, mañana no entrenaré con nadie ya que planeo tomar el día para hacer unas cosas.

    No puede ser cierto, sabes que si mientes el pacto que hicimos acabará con tu vida—decía el maestro Taiyokan el cual estaba bastante furioso.

    Es cierto y el motivo por el cual no le he dicho nada, es que tenia que planear todo lo que de ahora en adelante voy hacer, pero por ahora no le diré nada más, créame que lo que le digo es cierto y por el pacto hecho por ustedes tendrán que hacer lo que yo les pida a partir de ahora —decía muy decidida y seria Kagome.

    Nosotroas haremos lo que nos pidas, pero sabes que tu responsabilidad es proteger a los humanos antes que a los seres sobrenaturales, ahora estamos en tus manos y espero que no nos defraudes—decía muy sorprendido Taiyokan.

    No lo haré se lo prometo, daré mi vida si es necesario para lograr mi objetivo—decía Kagome mientras se levantaba y se dirigía al jardín para ir con el maestro Uesugi el cual ya había llegado.
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    Las cosas en esos dos meses y medio desde que la miko se internó en esas montañas, no habían cambiado mucho, en el sengoku, Sesshomaru entrenaba todos los días con los comandantes de su ejército, y solo en dos ocaciones fue a visitar a Rin, por cierto que eso no le gustó a cierto Hanyou.

    Flash Back

    Precisamente un mes atrás, Sesshomaru había decidido ir a ver a su hija, pero al llegar a la aldea se topó con Inuyasha el cual no lo recibió de una manera amistosa.

    ¿Qué haces aquí?, como te atreves a venir a esta aldea después de que atacaste a Kagome—Inuyasha desfundó a Tensseiga para poder atacara sesshomaru
    .
    Yo puedo ir y venir por donde me plazca hibrido—respondía un tranquilo Taiyoukai.

    Sesshomaru sama ¿es cierto que lastimó a Kagome?—Rin había escuchado la discusión entre los dos hermanos, y sus ojos se pusieron vidriosos, ya que su papá había roto la promesa de cuidar de Kagome si ella necesitaba ayuda.

    Rin vámonos tenemos mucho de que hablar—dijo Sesshomaru ignorando completamente a Inuyasha.

    Tu no te llevas a Rin a ningún lado, Kagome, me hizo prometer que la cuidaría y yo no confío en ti, además tu siempre dices que odias a los humanos—Inuyasha no olvidaba que el taiyoukai hirió a su amada miko.

    Callate , insignificante híbrido, en este mismo momento Rin se irá conmigo a mi castillo, y si te interpones , morirás por desafiarme—Sesshomaru estaba a punto de desenfundar a Bakusaiga, pero el pedido de su hija lo hizo desistir.

    Por favor sesshomaru sama vámonos y por favor tío Inuyasha no pelee, no creo que a Kagome sama le gustaría que se pelaran siendo hermanos—dijo Rin con un tono de tristeza tan grande que Inuyasha tuvo que guardar su espada.

    Rin prométeme que te cuidarás, no quiero faltar a la promesa que le hice a Kagome—Inuyasha se encariñó mucho con Rin, sabia que su hermano no le haría daño pero tampoco confiaba en el plenamente.

    Sesshomaru solo caminó y Rin lo siguió, ya estando un poco lejos de la aldea Rin decidió hablar con su padre.

    Papá es cierto lo que dijo Inuyasha—pregunto un poco indecisa Rin.

    Si, pero lo hice por que no creo que sea bueno que ella esté en esas montañas—dijo el taiyokai sin mirar a Rin

    Entiendo—dijo Rin y todo el camino de regreso al castillo la niña no dijo nada ya que ni siquiera Sesshomaru permitió a Rin despedirse de sus amigos
    .
    Fin del Flash Back

    Por el estúpido de mi hermano Rin no me habla, pero se que pronto se le pasara el enojo yo jamás pido disculpas, además la culpa la tiene esa tonta miko por desafiarme tanto—decía el taiyoukai minetras entraba a su dojo para entrenar con uno de los comandantes.
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    Kagome terminaba su entrenamiento con el maestro Leyasu Tokowaga, de hecho ya les había avisado el maestro Taiyokan que tendrían una reunión todos los maestros yamabushi con Kagome y también estaba incluido Seiya, y todos empezaban hacerle preguntas queriendo saber que planes tenía la miko para derrotar a Lucifer.

    Princesa, porque no me dijiste que ya habías leído todos los pergaminos, eras muy mala conmigo y eso que soy tu mejor amigo—decía Seiya con cara de borrego a medio morir.

    Lo siento Seiya pero la verdad era necesario, pero ya no me preguntes más, por cierto ¿trajiste lo que te pedí?—preguntaba Kagome algo emocionada.

    Humm, no debería de haberlo traído ya que tu no confías en mi, pero para que veas que yo si te soy fiel, he traido lo que me has pedido, por cierto me dijo el maestro Taiyokan que no quieres entrenar el día de mañana, ¿me puedes decir que vas hacer o me vas a dejar con la duda?—decía Seiya un poco molesto al ver que Kagome le ocultaba muchas cosas.

    Claro Seiya, mira me tardaré casi todo el día en hacer las pulseras de protección ya que intento entregarlas mañana a sus respectivos dueños—decía Kagome con una gran sonrisa en su rostro.
    Después de comer la miko siguió con su entrenamiento, no sin antes ser cuestionada por cada uno de sus maestros, pero Kagome nunca respondió sus preguntas.

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    A la mañana siguiente Seiya entró para dejarle su desayuno a Kagome pero por órdenes del maestro Taiyokan no tendría que hablar con la miko.

    Mientras tanto Kagome ya había salido de bañarse y se dirigió al dojo para desayunar, después de eso se dirigió al pequeño altar y ahí paso el resto del día haciendo las pulseras protectoras.

    La noche comenzó a caer y la miko se preparó para la reunión que tendría con los maestros Yamabushi. Al salir de su habitación ya los maestros se encontraban en el dojo.

    Buenas noches senseis, necesito que me sigan—los maestros se levantaron y siguieron a la miko , esta se dirigía al lago del Yin y el Yan.

    Bueno primero que nada, debo decirles el porque no les dije nada acerca de los pergaminos de la guardiana de la luz y sus decendientes, y eso es porque aunque ustedes no lo crean teneomos que unir fuerzas con los Lords Taiyokais de las regiones del Japón es decir tenemos que formar una alianza, para vencer a Lucifer.

    Eso jamás, no te entrenamos para que nos traiciones, sé muy bien que no te gustó el hecho de tener que matar a todo ser sobrenatural, pero eso es una completa estupidez, tu deber es cuidar de los humanos y por kamisama que lo harás Kagome—decía muy furioso y amenazante el maestro Leyasu

    No es ninguna estupidez y si me permiten voy a demostrar que lo que digo es totalmente necesario para acabar con Lucifer—decía una muy alterada Kagome.

    Kagome se dirigió hacia el lago y empezó a meterse dentro de el, los maestros Yamabushi no podían creer lo que veían sus ojos, ningún humano era capaz de entrar a ese lago, ya que en el brotaban las energías que formaban el mundo, ningún corazón era tan fuerte como para soportar tanta maldad y luz al mismo tiempo, por lo visto la miko podía mantenerlas en un estado de neutral. La miko al llegar al centro del lago sacó de sus ropas los pergaminos, primero leyó el de la guardiana de la luz, ante este los maestros Yamabushi entendían que tendrían que unir fuerzas con los dirigentes de cada región, pero todavía tenía dudas, las cuales serian aclaradas después de que la miko les leyera los otros pergaminos.

    Pergamino de Rein-Taisho.

    Mi vida empezó cuando por fin escapé del infierno, yo deseaba tener una vida de paz, la cual nunca llegó hasta que encontré a la mujer que me hizo sonreír otra vez, su nombre era Hirushi, ella era la guardiana de la luz del otro mundo, gracias a ella me convertí en el Lord de las Tierras del Oeste, y por ello estoy muy agradecido con ella. Para ayudarla a pelear contra los demonios que mataban humanos, decidí ir con mi gran amigo Totosai, el cual es un magnifico herrero, y le pedí que me forjara una espada la cual me ayudaría a proteger humanos y youkais buenos, el nombre de esa espada es colmillo de luz negra (ó senkoseiga) durante mucho tiempo fuimos felices juntos y después la hice mi mujer, y nació mi promogénito y único hijo Riu-Taisho, el cual nos llenó de felicidad a Hirushi y a mí. Pero con él, se creó una nueva raza de demonios los cuales fueron llamados Taiyokais, mi hijo era muy frío y calculador, de hecho escondía cualquier sentimiento humano que pudiera tener y eso me alteró ya que el sería mi heredero pero si él no era capaz de proteger a los humanos, jamás le dejaría las tierras del Oeste.
    Cuando mi hijo cumplió los 250 años de edad, Lucifer mandó a los demonios de las almas perdidas para atacarnos, pero eso no fue lo peor si no que muchos humanos fueron asesinados por ello y sus almas fueron robadas para crear nuevos demonios, Hirushi intervino en esa pelea y por suerte no todas las almas cayeron en manos de Lucifer. Por órdenes de Kamisama, Hirushi, nos recomendó a los Lords de las 4 regiones unirnos a ella y derrotar a Lucifer para sellarlo y así evitar más guerras entre los dos mundos, pero en esa batalla mi querida Hirushi murió al sellar a Lucifer, mi espada sirvió para lograr hacer un sello con su poder, el cual solo se desvanecería, si demonios llegaban a matar a humanos en cantidades alarmantes, pero gracias al pacto firmado entre cada dirigente youkai, protegeríamos a los humanos a costa de nuestra vida, para evitar que ese sello se rompiera.
    Yo me sentí muy mal al ver que mi querida Hirushi murió en esa batalla y al parecer mi hijo empezó a respetar a los humanos y apreciar sus vidas, a él le heredé mi reino y mi espada senkoseiga, para que siguiera protegiendo a los humanos, y lo raro de esto, es que si pudo manejar esa espada ya que ningún humano puede tomar esa espada sin ser herido por la energía maligna y ningún youkai puede tocarla ya que esa espada solo la puede tomar un yokai que quiera y respete a los humano, al parecer senkoseiga reconoció a mí heredero como su nuevo heredero y estoy muy orgulloso de mi hijo Riu-Taisho.
    Fin del Pergamino de Rein Taisho.

    Kagome no dejó pasar mucho tiempo y empezó a leer el pergamino de Riu-Taisho.

    Pergamino de Riu-Taisho.

    Al morir mi madre Hirushi, me di cuenta que la vida de los humanos es muy importante ya que mi padre fue creado gracias a las almas humanas, durante la pelea que sostuvimos con Lucifer, me di cuenta que el odio y la sed de poder puede corromper hasta el corazón más puro ya que mi madre fue puesta a prueba por Lucifer el cual intentó corromper su corazón y al no lograrlo mi madre pudo sellarlo. Lástima que en esa batalla mi madre muriera y es que realmente fue una guerra atroz, gracias a la protección que nos brindó mi madre, los Lords de las 3 regiones, mi padre y yo, salimos con vida del mismo infierno.
    Cuando mi padre estaba a punto de morir me dijo, que en sus sueños mi madre le comunicó que los sellos se romperían si los youkais seguían matando a lo humanos, y que si no queríamos que esa batalla se repitiera tendríamos que protegerlos, claro que yo lo hice por muchos años gracias a la espada senkoseiga. Yo me enamoré y viví mucho tiempo al lado de mi mujer Shiona, y tuvimos un hijo al que llamé Inu-Taisho, el cual era muy terco y sobretodo soberbio, odiaba tener que proteger a los humanos y pensaba que todos tendrían que besar el suelo por donde pasaba, muchas veces lo reprendí, hasta que le conté lo sucedido varios años atrás. Pero pese a mis esfuerzos él no cambió, yo quedé muy herido al combatir contra unos youkais que vinieron de China, y a pesar de estar en mi lecho de muerte, le comenté a Inu que los sellos se romperían en el quinto tiempo, y que si no quería que sus descendientes tuvieran que enfrentarse contra Lucifer tenía que cambiar su actitud referente a los humanos, antes de morir le dije que tomara a senkoseiga, la cual lo rechazó por completo, así que decidí llevármela al más allá hasta que naciera el sucesor de las tierras del Oeste, que fuera capaz de manejar a senkoseiga, ya que si caía en manos de los demonios de las almas perdidas, podrían destruirla y se rompería el sello que se hizo con esa espada, lo cual sería el fin de los humanos, ya que Lucifer saldría del Infierno para acabar con toda la vida que existe.

    Si mis sucesores pueden leer este pergamino, déjenme decirles que en uno de mis sueños mi madre me dijo, que la canción seria cantada por la nueva guardiana de la luz, en las puertas del infierno para abrirlas y calmar la ira de Lucifer, pero el precio que se pide es muy alto, la nueva guardiana morirá si logra terminar la canción, pero sellará a Lucifer hasta el término de la humanidad, y así evitar una nueva guerra.
    Fin del Pergamino del Riu-Taisho

    Al terminar los maestros vieron como Kagome pisaba las energías sin hundirse dentro del lago, al llegar a la orilla del lago Kagome solo dijo:

    Escúchenme, mañana iré con el viejo Totosai, pediré que me forje una espada e iré a visitar a mis amigos para darles las pulseras de protección que hice el día de hoy y por último iré a visitar a Sesshomaru a su castillo, para convencerlo de que me entregue los otros dos pergaminos que faltan y rogar para que ese Taiyokai testarudo se una a nosotros y venzamos a Lucifer—dicho esto la miko empezó a comentarles a los maestros Yamabushi sus planes, no sin antes decirles—por ahora no podemos hacer el ritual para que me convierta en la guardiana de la luz del otro mundo, cuando los descendientes de Hirushi me revelaron el contenido de los pergaminos me dijeron, que Lucifer ya está tratando de atacar en el otro mundo para posesionarse de almas humanas y que dentro de 6 días sería el primer ataque en este mundo y el primer lugar que atacarán es las tierras del norte cerca del pozo que une las épocas.

    Kagome pasó toda lo noche explicándole a los maestros Yamabushi sus planes para unir a los 4 lord de las regiones del Japón, pero sabía muy bien que si no convencía a Sesshomaru sus esfuerzos serían inútiles, ya que sin las espada senkoseiga, no podrían sellar de nuevo a Lucifer, y nada más los descendientes de la casa de la Luna son los únicos que pueden usar esa espada.

    Continuara……………..

    Espero me dejen sus comentarios, y gracias a todos los que leen mi fic.
     
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    Zil Kendrick

    Zil Kendrick Toro de Daffy ❤️

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    Hola.... me encanto... mejor dicho lo amo... pero note uno que otro error pero no me importo por que estuve mas interesada en el fic.

    Le deseo suerte a Kagome que pueda convencer a Sesshomaru, por que va hacer muy difícil pero si no lo logra que pasara.... pero sera acaso que tenga ayuda.... y si la ayudan el doblara las manos por que... mejor ya no diga nada por que no quiero ser aguafiestas jejeje y si vuela mi imaginación mmm mejor no pienso en eso...

    Me dio mucha risa que Sesshomaru este sentido por que Rin no le habla por culpa de Inuyasha jejeje pues como no se va a sentir si su niña nunca le ha dejado de hablar jejeje.
    Oyes como tomaron sus sirvientes de Sesshomaru que este llevara a una Humana a su castillo... pienso que nadie le dijo nada pero... mmm esto se pone muy interesante.. :D
    Espero pronto subas la continuación y no te tardes.... Saludos se despide una de tus tantas lectoras y con muchas ganas de continuación
     
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    iztrela

    iztrela Entusiasta

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    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    6013
    Hola a todos los que leen mi fic, siento no haber podido subir la continuación rapidamente, pero es que tuve unos problemas con mi ordenador.
    Estos capítulos se los dedico a todos lo que siguen mi fic y aunque otros borrren sus comentarios por ser spam los tomo muy en cuenta ya que me hacen saber que les gusta la historia.
    Los personajes de Inuyasha no me pertenecen son de Rumiko Takahashi y la historia la escribo por diversión y sin fines de lucro.


    Capítulo XI: En busca de una espada.
    NO, NO, NO, NO, Y NOOOOOO, nadie de ustedes me acompañará a ver a Sesshomaru, si ustedes me quieren acompañar a ver a Totosai y a mis amigos, no me opondré, pero tengan en cuenta que yo iré sola a ver a Sesshomaru, además es lógico que si ese Youkai testarudo los ve, ninguno de nosotros saldría con vida. Se muy bien que no están convencidos en que le regrese a Sesshomaru los 3 pergaminos, pero tengan en cuenta, que no colaborará con nosotros si no le damos algo a cambio, aunque no estoy segura de convencerlo, solo ofreciéndole los pergaminos—decía muy seria y un poco resignada Kagome, sabía muy bien que Sesshomaru, era muy orgulloso y el nunca aceptaría unir fuerzas con humanos.
    Kagome, no nos preocupa perder los pergaminos, ya que tu los has descifrado, pero el problema es que el Lord del Oeste quiere matarte, Seiya nos comentó como los atacó en el bosque, nosotros no podemos permitir que arriesgues tu vida—decía muy decidido el maestros Hiroo.
    Se muy bien, que él quiere eliminarme, pero no puedo vivir con miedo y más si en mis manos está una solución para acabar con Lucifer, por eso he decidido ir a ver a Sesshomaru esta noche, después de ir a ver a Totosai y a mis amigos—Kagome suspiraba por frustración ya habían pasado como dos horas en las cuales cada uno de los monjes le decían que no la iban a dejar que fuera con Sesshomaru y eso ya la tenia harta.
    Bueno Kagome, siendo que no nos quieres hacer caso, el maestro Hiroo y Seiya irán contigo a ver a ese herrero y a tus amigos, pero ten en cuenta que todos iremos cuando vayas a ver a Sesshomaru—decía el maestro Taiyokan-Rinchen, con cara seria y muy decidido a no dejarse convencer con la pequeña miko que siempre lograba que todos cambiaran de opinión.
    Eso si que no—gritó Kagome mientras se ponía de pie y colocaba sus manos en su cintura como retando a todos los monjes.—escúchenme, ninguno y cuando digo que NINGUNO de ustedes me acompañará a ver a Sesshomaru, hablo en serio, entiéndanme, lo conozco, tal vez no muy a fondo, pero he tenido varias batallas con el y se como tratarlo, además a ustedes los odia más que a mí, gracias a la grandiosa idea de pelear contra él hace ll0 años.—decía la miko enojada y muy exaltada.
    Te tomaste muy enserio eso de que si leías los pergaminos en el tiempo dicho te tendríamos que obedecer, sin importar que nos ordenaras—decía muy serio el maestro Uesugi.
    Si, además esa condición yo no la puse, ustedes saben que odio dar órdenes, y que hago todo esto por el bien de todos, ahora si me disculpan quiero descansar un poco, ya que tendré un día muy complicado.
    Esta bien Kagome, descansa y cuando amanezca afuera del templo del Yin y el Yan, vendrán el Maestro Hiroo y Seiya, para que visiten a tus amigos y a ese herrero—decía el maestro Uesugi mientras salían los demás monjes Yamabushi del templo.
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    Maldición donde se habrá metido ese mocoso, que no entiende que debe de volverse fuerte por su bien—Iba maldiciendo un hanyou, mientras brincaba de árbol en árbol— Inuyasha había buscado por todas partes a Shippo, ya estaba desesperado, últimamente este se escondía para no entrenar y valla que le hacia falta.
    Si Kagome estuviera aquí ese cachorro, no se negaría a entrenar, pero nada más lo veo y lo castigaré por no obedecerme—Inuyasha estaba un poco preocupado por él, aunque no lo aparentara frente a los otros, pero Shippo no avanzaba en sus entrenamientos, y lo peor de todo es que cuando Kagome se fue Shippo ya no entrenaba para ser un gran demonio zorro, y se había vuelto un cachorro muy temeroso, y eso con el tiempo lo afectaría ya que podrían matarlo fácilmente si no aprendía a defenderse.
    Shippo ¿qué haces aquí?—preguntaba Kaede que había entrado a su casa—Inuyasha se enojará contigo por no ir a tu entrenamiento, además tu le prometiste a Kagome entrenar muy duro para volverte un gran demonio.
    Ya lo sé, pero es que Inuyasha es muy estricto y sus entrenamientos son muy bárbaros, además el siempre me grita y me dice que nunca lograré ser un gran demonio, así que no le veo el caso de seguir entrenando—decía Shippo resignado y con pocos ánimos de seguir hablando del tema.
    Mira Shippo, si Inuyasha te dice eso, es porque quiere que te esfuerces y logres ser un gran demonio cuando crezcas—decía Kaede mientras se sentaba a lado del kitsune.
    Ya lo se, ya lo se, pero es que me falta Kagomesita, ella me estaba enseñando a utilizar mi magia y ya podía hacer muchos trucos, pero con su partida ya ninguno de esos trucos me salen bien—decía muy triste Shippo mientras algunas lágrimas empezaba a salir de sus grandes ojos verdes.
    Piénsalo bien Shippo, que pasaría si Kagome regresara y viera que no cumpliste tu promesa de seguir entrenando, además creo que en lugar de pensar la falta que te hace que Kagome, deberías pensar en que ocurrirá el día que te ataque un gran demonio y no haya nadie para defenderte, ahora cuentas con la protección de todos nosotros, pero con el paso del tiempo tu tendrás que cuidarte solo—Kaede sabía muy bien que la vida de Shippo no sería nada fácil, el estaba acostumbrado a vivir alrededor de humanos y de seres que lo cuidaban, pero no siempre sería así, y aunque el pidiera ayuda a otros humanos estos serían capaces de eliminarlo simplemente por ser un youkai.
    Kaede salió de la casa y fue a traer plantas medicinales, dejando a un pequeño kitsune un poco preocupado.
    -------------------------------------------------------------

    Amo Sesshomaru, Rin está ardiendo en fiebre—decía Jaken muy preocupado por la reacción de su amo, el sabía muy bien como cuidaba y velaba por la seguridad de Rin.
    Jaken trae a la bruja Nea y que ni se te ocurra volver sin ella—decía muy molesto Sesshomaru, mientras salía del dojo, últimamente Rin no quería comer y no jugaba en los jardines del palacio como antes.
    Sesshomaru, entró a su palacio y caminó por los largos pasillos hasta llegar a la habitación de Rin.
    Veo que no te agrada estar en mi palacio, cuando te mejores te llevaré de vuelta a la aldea donde vive el híbrido—decía Sesshomaru mientras se acercaba a la cama de Rin para tocar su frente, al sentirla ella ardía en fiebre y le costaba respirar.
    Lo siento papá, es que ayer estuve jugando en la lluvia y es por eso que me he resfriado—decía con mucha dificultad Rin ya que la tos que tenia apenas le dejaba decir algunas palabras.
    No me digas mentiras, se muy bien que no has comido bien—decía con reproche Sesshomaru.
    Eso es cierto, pero es que me siento sola en el palacio, los niños youkais no les gusta jugar conmigo y también extraño a Shippo y a Kagome, me agrada estar aquí pero se que los únicos que me quieren en este castillo son Jaken, Ah-hun y tú, y a ustedes los quiero mucho pero los demás youkais me ven con desprecio ahora entiendo como se siente Kagome cada vez que la llama humana, y me da miedo pensar que algún día tú papi me dejes de querer—decía Rin ya con grandes sollozos y mientras varias lagrimas surcaban su bello rostro.
    Sesshomaru por primera vez sintió un gran remordimiento al ver como Rin lloraba mientras se abrazaba a él, nunca fue su intención herir los sentimientos de la pequeña, al tratar tan fríamente a otros humanos.
    Rin escúchame, tu siempre serás bienvenida a este palacio, y jamás cambiaré mi forma de pensar sobre ti, hace tiempo me pediste que fuera tu padre, y es ese momento te adopte como mi hija, y jamás dejaría de cuidarte y protegerte así que ahora quiero que tomes la medicina y cuando ya te encuentres mejor te llevaré de vuelta a la aldea—decía Sesshomaru mientra acariciaba la cabeza de Rin.
    Jaken se quedó con la boca abierta, por primera vez veía a su amo abrazar a Rin, además reconoció a la pequeña humana como su hija, el pequeño demonio sabía que ese cambio no solo lo había producido Rin, si no que gracias a cierta miko, en su amo empezaban a surgir varios sentimientos nuevos, y aunque el frío Youkai no lo demostrara, empezaba a tener cierta atracción por esa miko, los cambios de su amo pocos los podían percibir pero para Jaken era muy notorios, no por algo había estado al servicio del Lord del Oeste por tanto tiempo, se sintió orgulloso de ver a su amo feliz.
    Hum, hum, amo ya ha llegado la bruja Nea, ¿la hago pasar?—Jaken no quería arruinar ese momento, pero si no hacían algo la salud de Rin se vería afectada.
    Que pase y espero la próxima vez toques la puerta antes de entrar—Sesshomaru le lanzó una mirada al pequeño demonio verde que haría temblar a cualquier humano o youkai.

    La bruja Nea entró a la habitación y le dio a beber una infusión de plantas que harían que Rin se sintiera mejor, pero en realidad a ninguno de los youkais que vivían en el castillo les agradaba la idea de que una humana fuera la protegida de su amo y por lo tanto querían eliminarla.
    Guacala, sabe muy feo me dan ganas de vomitar—decía Rin con cara de asco.
    Humana debes tomarlo para que te sientas mejor—dijo la bruja Nea, ella era parecida a la bruja Urasue, y no le inspiraba confianza a Rin.
    Mas te vale bruja que jamás vuelvas a llamar “humana” a Rin si quieres seguir viviendo—Sesshomaru le dijo esto con un tono de advertencia y con una mirada que congelaría hasta un volcán.
    Lo siento mi Lord no volverá a ocurrir— Nea hizo una reverencia y procedió a darles instrucciones a Jaken, la bruja odiaba mucho a los humanos, y por ello la infusión que le dio a Rin era un potente veneno que acabaría con la vida de la pequeña en un semana, dándole pequeñas dosis para que no tuviera problemas con el Lord del Oeste.
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    En las profundidades del infierno, cientos de almas de seres humanos daban horribles lamentos, estas almas habían sido capturadas alrededor de un mes en las fronteras que unen el mundo terrenal con el mundo de los muertos, estos gritos de dolor, eran música para los oídos de Lucifer, que encantado veía como se les torturaba.
    Hemin, pronto estarán listo los nuevos demonios, por ahora necesito que les den a beber mi sangre, para que terminen sus transformación y sean mis sirvientes, mandaré a 50 de esos demonios a atacar el portal de tiempo que se encuentra en las tierras de Musashi y quiero que Alcot vaya con ellos—Lucifer planeaba el primer ataque a la tierra y con esta batalla se destruiría el último sello.
    Si amo, ahora daré instrucciones a Alcot para que dirija a esos 50 demonios, ellos llegaran a la tierra en 5 días—Hemin se inclinó y se puso en marcha para acatar las órdenes de Lucifer.
    Bien ahora espero que en esa batalla, luche mi querida Kagome, ansío tenerla entre mis manos desde el día de su nacimiento, pero Kamisama siempre me lo ha impedido, ni el tono de Naraku puedo acabar con la vida de esa guardiana, solo un poco más y el alma mas pura será mía y al fin reinaré los tres mundos—pensaba Lucifer mientras saboreaba ya su autoproclamada victoria.
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    Kagome, ¡Buenos días!, ya amaneció y tenemos que darnos prisa si quieres que este día rinda mucho—decía muy emocionado Seiya.
    Gracias Seiya, y puedes pasar ya estoy lista para irnos—Kagome se puso su traje que le había regalado su madre y su abuelo, Obi de color blanco con detalles de flores azul cielo en las mangas y un toki de color azul celeste.
    Bueno, ahora desayunemos y en unos momentos veremos al maestro Hiroo en el patio principal del primer templo—decía Seiya mientras se dirigía al dojo seguido por Kagome.
    Al terminar por primera vez en tres largos años podría salir del templo del Yin y el Yan, era notoria la felicidad que tenia la miko, ya que extrañaba el aire puro del bosque así como también el hermoso cielo azul.
    Al salir del templo, sintió su cuerpo más ligero, con una gran sonrisa se dirigió a las escaleras que la llevarían al primer templo.
    Sensei Hiroo, me alegra poder salir del templo del ying y el yang—decía Kagome mientras abrazaba al maestro Hiroo, pero no se daba cuenta que muchos de los monjes y sacerdotisas que entrenaban en el patio principal, la observaban con sorpresa al ver el trato que tenia con unos de los maestros Yamabushi.
    Kagome, no es correcto que me trates así enfrente de mis estudiantes—decía con una gota en la cabeza estilo anime el maestro Hiroo.
    Lo siento es que estoy verdaderamente feliz al poder salir de aquel templo—decía muy apenada Kagome y con un tono rojizo en las mejillas.
    ¿Tan mal te hemos tratado?— decían Uesugi, Taiyokan, Layasu, Ikki, un poco molestos por el comentario de la joven miko.
    No es eso, lo que pasa es que extraño el olor del bosque, las noches de luna y las estrellas, es lo que más me gusta del sengoku, y en cuanto al trato que me dan no podría estar más que agradecida con todos ustedes—decía sumamente apenada Kagome.
    Bueno Kagome te deseamos un buen día, y esperamos que pronto regreses ya que tenemos que seguir entrenándote—decía el maestro Taiyokan un poco preocupado por el encuentro que tendría la joven miko con el Lord del oeste.
    Kagome ya no podía perder más el tiempo solo contaba con menos de 18 horas para empezar sus planes, así que se dio la vuelta y con una seña con la cabeza el maestro Hiroo y Seiya la siguieron hacia la salida del templo.
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    Apenas había amanecido cuando un youkai verde entraba a la habitación de una pequeña niña.
    Señor Jaken, me duele el estómago y tengo mucha sed—decía la pequeña Rin.
    Tal vez sea por el horrible sabor que tiene la medicina, la que hace que se te revuelva el estómago, pero funciona ya que ahora no tienes fiebre, así que no hagas pucheros niña caprichosa y tómate la medicina, por que si no se enojará mi amo bonito—decía muy cansado Jaken.
    Esta bien señor Jaken, pero es que sabe muy fea—decía Rin con cara de asco.
    No importa tómatela o le diré al amo que tu no quieres obedecerlo, sabes que no tienes que hacerlo enojar— Jaken sabía que si Rin no se curaba pronto, su amo lo mataría por no cuidarla bien, así que no le quedaba otro remedio que hacer que tomara la medicina costara lo que costara.
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    Bueno Kagome, ¿Ahora como saldremos del campo de protección sin que Sesshomaru se de cuenta?—decía Seiya ya que según Kagome no quería volver a tomar la poción que el maestro Leyasú le dio la última vez.
    No te preocupes Seiya, nos tele transportaremos y esconderemos nuestra esencia, el maestro HIroo, puede hacerlo solo pero yo te ayudaré ya que tu olor Sesshomaru lo conoce bien—decía muy tranquila Kagome, por fin podría salir y respirar aire puro.
    Bien entonces no perdamos el tiempo—decía el maestro Hirro, el ansiaba conocer al herrero que le forjaría la espada a Kagome.
    Esperen un momento en lo que localizo el aura del anciano Totosai—Kagome se concentró y al encontrar el poder demoniaco del herrero tomo de las manos al maestro Hiroo y a Seiya y en unos segundos desaparecieron.
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    Cerca de un volcán, se encontraba una cueva hecha con un cráneo de un youkai, en ella dos viejos ancianos, tomaban el té mientras platicaban amenamente, quien viera ese lugar diría que se encontraban locos por vivir en aquel sitio lleno de huesos
    Mioga, viejo amigo, será mejor que vayas a ver a Inuyasha, he sentido que colmillo de acero, palpita constantemente y necesito revisar la espada.
    Está bien Totosai, pero ¿crees que es muy peligroso lo que se avecina?—preguntaba Mioga mientras le daba un trago a su taza de té.
    No lo se exactamente, pero puedo asegurar que no es nada bueno lo que ocurrirá— decía Totosai mientras se servía más te, pero una voz lo hizo que tirara su taza por la impresión.
    Buenos días, anciano Totosai y anciano Mioga—decía alegremente Kagome que gracias a la tele transportación habían llegado en unos minutos a la casa del herrero.
    ¿Kagome?—dijeron al unísono los ancianos
    Si soy yo, se que he cambiado un poco, pero no tanto para que no me reconozcan—decía Kagome mientras se acercaba y tomaba asiento enfrente de los ancianos.
    Por cierto les presento a mis maestros Hisamiche-Hiroo y a Seiya, ellos son los que me han entrenado durante este tiempo, me imagino que se habrán enterado que he estado entrenando en las montañas del Yin y el Yan— decía muy divertida Kagome por las caras que tenían Mioga y Totosai.
    Pero ¿Qué te han hecho Kagome?, en estos tres meses has crecido como si fueran años, al amo Inuyasha no le gustará este cambio—decía sorprendido Mioga.
    ¿Tan mal me veo?, bueno pero no vine solo a saludarlos, yo he venido por que necesito que Totosai me forje una espada que pueda controlar mis poderes espirituales y también que me permita manejar energías demoniacas, además esa espada se tendrá que destruir sola cuando yo muera, no deseo dejar un arma que pueda ocasionar problemas cuando yo deje de existir —Kagome se divertía con la cara de asombro de los dos ancianos casi se les habían salido los ojos al escuchar que tipo de espada necesitaba.
    Kagome lo que me pides es una espada muy poderosa, y por lo general se tiene que forjar con un colmillo de youkai o con perlas de energía, sin esos requisitos no puedo hacerla—decía muy serio Totosai.
    Ok entonces haré una perla de energía, ahora si me permiten saldré por un momento ya que si hago la perla aquí, podría purificarlos y eso no lo deseo—Kagome se levantó y estuvo a punto de salir cuando fue detenida por Totosai.
    Detente Kagome, hacer perlas de energía es muy peligroso y más si no controlas tus poderes, no creo que en solo tres meses, completaras tu entrenamiento, podrías morir antes de terminar de fabricar la perla—Totosai se levantó de inmediato y tomo del brazo a Kagome para detenerla pero se llevó una enorme sorpresa al ver como la miko le sonreía y retiraba su mano de su brazo.
    Gracias por preocuparse por mi, pero no tiene por que hacerlo, lo que para ustedes han sido meses, efectivamente para mi han sido años, mis senseis les explicaran todo, en lo que empiezo a fabricar la perla de energía—Kagome salió de la cueva y puso un campo de energía alrededor de ella y otro más grande alrededor del volcán, ya que el poder que tendría que expulsar de su cuerpo sería muy grande y seguramente Sesshomaru podría sentirla y adelantar su encuentro con ella si no tomaba precauciones.
    Todos habían visto salir a Kagome, tanto Mioga como Totosai estaban preocupados por la joven miko, pero al ver la tranquilidad de esos monjes ellos decidieron preguntarles el ¿por que Kagome quería ese tipo de espada?, Seiya que había visto la cara de preocupación de los dos ancianos, empezó hablar.
    No se preocupen Kagome se ha vuelto muy fuerte y no le pasará nada, de lo que se tendrían que preocupar es que el Lord de las tierras del oeste descubra que mi princesa se encuentra en este lugar—decía muy tranquilo y un poco burlón Seiya.
    ¿Tu princesa dijiste?—preguntó Mioga algo incrédulo.
    Así le digo de cariño a Kagome, pero dígame Totosai-sama, ¿si podrá forjar esa espada? Y ¿Cuánto tiempo se llevará hacerla?—decía curioso Seiya.
    Primero debo de ver el tamaño de esa perla, para decirles en cuanto tiempo podré forjar la espada, pero tengan en cuenta que solo lo hago por que Kagome me lo pide, aún no se por que necesita esa espada, pero de algo estoy seguro y es que ella jamás pediría un arma para destruir a seres inocente—decía Totosai muy seguro.
    Eso téngalo por seguro, Kagome jamás matará a seres inocentes con esa espada—hablaba por primera vez el maestro Hiroo—pero si quieren saber más del asunto será Kagome la que les explique la situación que se avecina—sin decir nada más el maestro Hiroo, se paró y fue a la entrada de la cueva.
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    Shippo, así no se hace, ¿Cuántas veces te tengo que repetir que una espada no se toma de esa forma?, mira si no te paras correctamente, cualquiera que te ataque te tirará y serás kitsune muerto—decía Inuyasha ya algo fastidiado por la poca atención que le ponía el pequeño Shippo.
    Está bien Inuyasha, ¿así ya está correcta mi postura?—decía algo desanimado Shippo, la última plática que tuvo con Kaede le abrió los ojos, y bueno también los coscorrones que le dio Inuyasha cuando lo encontró el día anterior, lo hicieron aprender que no podría defenderse de salvajes como Inuyasha en el futuro si no entrenaba.
    Si esa es la postura correcta, ahora ponte en posición de ataque y comienza a pelear conmigo—Inuyasha pudo ver que porfin el kitsune entendió que debería poner empeño en sus entrenamientos.
    No se vale perrucho, tú solo me golpeas, además es sencillamente imposible que te de un buen golpe si nunca he utilizado una espada para pelear—decía moleste el kitsune por el nuevo chichón que le hizo Inuyasha al golpearlo con el mango de la espada.
    Eso es porque nunca quieres entrenar seriamente ahora, sigue peleand—decía animado Inuyasha, el haría entender al kitsune que la vida no es fácil para un kitsune en un mundo donde viven humanos y youkais, es por eso que tenia como objetivo en convertir a Shippo en un gran guerrero.
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    Kagome seguía afuera de la casa de Totosai, la energía que se desprendía de su cuerpo era mucha, ya le había comentado el maestro Hiroo que debía expulsar su propia energía para poder hacer la perla, lo difícil sería concentrarse para formarla, para que esta no se fragmentara antes de terminarla.
    Miren, Kagome ya ha formado una esfera de energía, solo falta que se materialice para que se convierta en la perla—decía muy asombrado Mioga.
    Asi es, ella es muy poderosa—decía Totosai—pero debe lograr hacer una perla del tamaño de una nuez, si es mas pequeña no me servirá—decía muy convencido el herrero.
    Aguanta un poco más, casi lo logras— se decía así misma Kagome, de pronto una luz la cubrió y cegó a todos los que veían ese suceso, por fin había terminado de fabricar la perla pero fue tanta la energía que provocó que hizo que sus campos de protección se desvanecieran dejando al descubierto la gran energía utilizada para elaborar al perla.
    Maldición, de seguro muchos youkais sintieron mi energía purificadora, espero que Sesshomaru no venga—decía preocupada Kagome, ellos no podían verse hasta esta noche.
    Felicidades Kagome has logrado fabricar la perla de energía, déjame verla—decía Totosai, pero cuando vió el tamaño de la perla casi se cae de espaldas, era del tamaño de un melocotón nadie había podido formar una joya de energía de ese tamaño.
    ¿Está bien de ese tamaño Totosai?, o ¿tengo que hacer otra más grande?—preguntaba Kagome muy apurada y preocupada, ya que no sabia si pronto vendría Sesshomaru, así que tenían que irse lo antes posible de ese lugar.
    Si de hecho es mas grande, aunque tiene sus ventajas, esa espada que forjaré será muy poderosa—decía muy orgulloso Totosai por su próxima creación—Aunque antes de hacerla necesito que me expliques ¿por que la necesitas?—Totosai todavía tenia sus dudas sobre su nueva creación, y no la forjaría hasta aclararlas todas.
    Esta bien, solo que tendremos que salir de aquí inmediatamente, no se si Sesshomaru venga a este lugar por la cantidad de energía que expulse al terminar de hacer la perla, y dudo que quiera solo venir a saludarme—decía muy seria Kagome.
    No creo que venga o por lo menos el tardará todo un día en llegar aquí, así que tenemos tiempo para hablar—decía muy tranquilo Mioga.
    Muy bien espero que estés en lo correcto Mioga—Kagome y los demás entraron a la cueva y se sentaron para seguir su plática.
    Totosai, se que es muy raro que venga a pedirle que me forje una espada con esas características, pero usted sabe que cuando los youkais llegaron a la tierra hubieron varios enfrentamientos, usted es uno de los que lograron salir del infierno junto con el Lord Rein Taisho, lamentablemente los tres sellos que tienen prisionero a Lucifer en el infierno se han debilitado, tanto que solo queda uno y está a punto de desaparecer, cuento con solo medio año para luchar con el rey de los infiernos, antes de que el ultimo sello se rompa—Kagome hizo una pausa al ver la cara de sorpresa de Totosai y Mioga, al ver que no decían nada siguió hablando—saben que tengo que unir fuerzas con los cuatro Lords de esta región y por ellos necesito esa espada, además la batalla final no será en la tierra si no que se llevará a cabo en el mismo infierno, por ello necesito de su ayuda, ninguna arma común lograría enfrentar el poder de Lucifer—la miko vio que Totosai se paraba y caminaba hacia el fondo de la cueva, sin decir una sola palabra, cuando regresó le dio un paquete a Kagome.
    Kagome, necesito que elijas la funda de tu espada, por lo regular las fundas las escojo yo, pero frente de ti tienes tres diferentes materiales, uno es la coraza de un dragón furia nocturna, la otra es hecha de plumas de fénix y por último una funda hecha por los colmillos de un youkai, estas tres fundas solo eligen a su dueño, ahora escoge—Totosai sabia que funda elegiría a Kagome como su nueva dueña.
    Bien entonces elijo está— Kagome quiso tomar la funda de plumas de fénix, pero le dio una descarga que no la dejo tan siquiera tocarla—Al parecer no es la funda correcta—así que solo suspiró, pero al ver con mas detalle las dos fundas una de ellas sentía que la llamaba, así que fue la que tomó.
    Me lo imaginaba, la funda hecha con los colmillos del general Inu-Taisho te ha escogido, siempre pensé que serviría para que fuera la funda te bakusaiga, pero cuando la llevé rechazo a Sesshomaru, claro que no le dije de que material estaba hecha pero por lo que veo, tu eres muy especial Kagome.
    Kagome estaba en Shock tendría como funda de su espada los colmillos del padre de Sesshomaru y de Inuyasha, eso si que la dejo sin habla.
    Bueno Kagome, la espada la tendré lista en dos ciclos lunares, es lo más rápido que puedo hacerla—decía muy tranquilo Totosai.
    Muy bien entonces vendré en dos meses, solo quisiera pedirles otro favor, nadie debe saber sobre este asunto de la espada, pero sobretodo no lo digan a Inuyasha—decía muy seria Kagome, aunque se expresión cambión un poco al recordar que tenia otra cosa que preguntarle a Totosai.
    Totosai, necesito que me diga en donde está la espada colmillo de luz negra ó senkoseiga—dijo tranquilamente Kagome.
    ¿Cómo sabes de esa espada? Hace mucho tiempo que ha desaparecido—decía sorprendido Totosai.
    Como verán he podido leer los pergaminos de los antepasados de Sesshomaru, y es por eso que se de la existencia de senkoseiga, como ustedes saben es de vital importancia encontrar esa espada para derrotar a Lucifer, asi que necesito saber su ubicación.
    Lo siento Kagome, yo no se en donde se encuentra la espada, pero lo que si se es que cuando nazca el heredero digno de esa espada está aparecerá—decía pensativo Totosai.
    Bueno eso no me ayuda mucho, ya que según los pergaminos de Rein-Taisho y Riu- Taisho, tendrá que ser un Taiyoukai que proteja a los humanos y respete la vida de todo ser vivo de buen corazón—decía algo desilusionada Kagome al no tener más datos sobre la ubicación de esa espada.
    Bueno tenemos que irnos, todavía tengo que hacer más visitas, y por favor no le comenten a nadie sobre mi estancia aquí—Kagome salió de la cueva seguida de Seiya y el maestro Hiroo.
    Princesa ¿ahora donde vamos a ir?—preguntaba Seiya ya que no tenían mucho tiempo para hacer las visitas.
    Vamos a la aldea de la anciana Kaede, solo que de una vez les digo que no me presentaré frente a mis amigos, solo quiero que me vea Shippo, y ustedes les entregaran las pulseras de protección y les darán la información de la próxima batalla que serán en pocos días, ¿me entendieron?—decía Kagome mientras se preparaba para tele transportarse pero alguien les habló antes de partir.
    Espera Kagome, yo tengo que ir a ver al amo Inuyasha, ¿podría ir con ustedes?—decía la vieja pulga Mioga, mientras saltaba al hombro de la joven miko.
    Claro, solo que no le digas a Inuyasha que me has visto ok—así que tomo las manos de Seiya y el maestro Hiroo y los cuatro desaparecieron.
    Continuara…………………………………..

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    iztrela

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    8 Mayo 2012
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    Escritora
    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    7035
    Espero les guste este capítulo.


    Capítulo XII: Visitando a viejos amigos.

    En el dojo del castillo del Oeste se encontraba un Taiyoukai entrenando cuando se vio interrumpido por una fuerte energía que provenía del noreste.
    Sesshomaru andaba un poco intranquilo, claro que nunca lo demostraba, pero algo le decía que en este día ocurriría algo, pudo sentir una energía fuerte pero esta estaba retirada de sus tierras y tardaría un día en llegar, y lo habría hecho si Rin no estuviera enferma, aunque mandaría a Jaken a investigar.
    Jaken ve con Ah-Un y verifica que pasó en las cercanías del volcán donde vive Totosai, y mas te vale traerme buna información—Sesshomaru solo se dio la vuelta y siguió entrenando.
    Si amo lo que usted ordene—Jaken también había sentido esa energía pero estaba seguro que ya no encontraría nada en ese lugar, asi que salió en busca de Ah-Un para cumplir la orden de su amo.
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    Hemos llegado, bueno ustedes irán a la aldea mientras yo espero a Shippo, por favor sean lo mas discretos posibles y adviértanles a los chicos el peligro que se avecina.—decía un poco preocupada Kagome por la seguridad de sus amigos.
    Princesa, no entiendo por que no vienes con nosotros, por mucho tiempo has esperado ver de nuevo a tus amigos, y ahora que estas aquí no quieres ir a verlos—decía algo confundido Seiya por la actitud de Kagome.
    Escúchenme, cuando Inuyasha se entere que tengo que librar una batalla con el mismísimo Lucifer, tengan por seguro que querrá encerrarme en una cueva que se encuentre en el fin del mundo para que no me pase nada malo, si el ahora me ve, no me dejara ir, sin pelear antes con ustedes y no deseo que se haga una pelea innecesaria—Kagome comprendía la pregunta de Seiya, antes de ir a la casa de Totosai estaba segura de ver a sus amigos , pero gracias al comentario de Mioga sobre su actual apariencia física, la hizo cambiar de opinión , era lógico que el hanyou se enojara al ver que ella había crecido mucho en estos tres meses, y se enojaría más al verla de nuevo en otros tres meses, con otro nuevo aspecto físico, así que definitivamente no se dejaría ver por el hanyou en esta ocasión.
    Bueno si ese es tu deseo así será— Seiya y el maestro Hiroo se dirigieron a la aldea, mientras que Mioga ya se había adelantado para que no llegaran al mismo tiempo y le hicieran preguntas que no fuera capaz de responder.
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    En las afueras de una aldea iba una pareja tomada de la mano, rumbo al bosque, ellos charlaban a amenamente.
    Miroku, crees que Kagome-chan se encuentre bien—Sango se encontraba un poco preocupada por su amiga desde hace tiempo no sabían nada de ella, por lo menos sabían que ya estaba entrenando en las montañas, pero no estaba segura si podía confiar en esos monjes.
    Yo estoy seguro que la señorita Kagome se encuentra muy bien, además las malas noticias siempre son las primeras en aparecer— decía muy tranquilo Miroku, pero detuvo su paso cuando a lo lejos vio a dos forasteros, y que por su ropaje eran monjes, sintió que le habían echado una cubetada de agua fría, no auguraba nada bueno de la visita de esos monjes a la aldea.
    Miroku, Sango, ¿a dónde van?—preguntaban Inuyasha y Shippo que acababan de entrenar.
    Pero cuando Inuyasha se fijó el lugar que veían sus amigos, reconoció al monje que se llevó a Kagome a las montañas del Yin y el Yan. Sin perder el tiempo se abalanzó en contra de Seiya.
    Maldito ¿que le han hecho a Kagome?, ¿por qué demonios no está contigo?—gritaba fúrico Inuyasha mientras tomaba del cuello a Seiya.
    Tranquilo Inuyasha—decía Miroku—primero déjalo que hable, así no sabrás por que están aquí y por que la señorita Kagome no los acompaña—Tanto Sango como Miroku trataron de controlar la furia del hanyou para que los monjes pudieran explicarles el por que se encontraban en la aldea.
    Es cierto no hemos venido a pelear, nos mandó Kagome para darles un mensaje—dijo el maestro Hiroo, al ver que Inuyasha había soltado a Seiya— el asunto a tratar es delicado y privado así que nos podrían decir en donde podemos hablar sin ser interrumpido por favor—decía muy serio el maestro Hiroo.
    Síganos por favor, en nuestra casa hablaremos tranquilamente—decía Sango mientras les indicaba el camino hacia su casa.
    Al entrar a la casa, los monjes tomaron asiento y tanto Inuyasha, como Miroku se sentaron enfrente de ellos mientras Sango les ofrecía una taza de té a todos los presentes, al poco tiempo entró la anciana Kaede con Shippo ya que todos querían saber como se encontraba Kagome.
    Antes que nada debemos presentarnos, mi nombre es Hisamiche-Hiroo y el es Seiya, nosotros somos maestros de Kagome y hemos venido para darles un mensaje, antes quiero aclarar que ella se encuentra muy bien, y si no ha podido venir es por que todavía sigue entrenando, lo que si les puedo decir es que pronto podrán verla solo deberán esperar tres meses más—decía muy tranquilo el maestro Hiroo.
    Disculpen a mi amigo sus excelencias, pero es que pensamos que algo malo le había ocurrido a la señorita Kagome—decía muy apenado Miroku.
    Feh yo no tengo por que disculparme, la culpa es de esa niña tonta, nos ahorraría problemas si hubiera venido con estos monjes—decía enojado Inuyasha.
    Hanyou no permito que hables de mi princesa de esa forma, además si no ha venido es por que te conoce muy bien, y es seguro que no la dejarías regresar con nosotros, así que guarda silencio que el mensaje que debemos darles es muy importante—decía molesto Seiya , como se atrevía ese hanyou insultar a Kagome.
    ¿Cómo te atreves a llamar a Kagome ”princesa”?, nadie y escúchame bien , nadie puede llamarla así al no ser que sea yo ¿entendiste monje de pacotilla?—Inuyasha ya estaba bastante enojado, primero Kagome no había venido por que según ella ya no la dejaría ir y por supuesto que eso haría la extrañaba muchísimo y no veía la hora en que pasaran esos tres meses que decían esos monjes para verla de nuevo, y todavía ese monje la llamaba con un apelativo muy cariñoso, ese era el colmo, temía que Kagome cambiara de opinión y lo dejara solo, eso si no podría soportarlo.
    Basta Inuyasha, deja que hablen, me interesa saber como está Kagome y que mensaje nos tienen que dar—decía Sango ansiosa por saber más de su mejor amiga.
    Bueno antes que nada, Kagome les manda muchos abrazos, ella se encuentra bien, ella entrena todos los días y puedo decirles que se ha vuelto una mujer muy fuerte y hermosa, nos ha mandado por que está preocupada por ustedes y por su seguridad, es por eso que les ha mandado esto—el maestro Hiroo sacó de su bolsillo las pulseras de protección que había hecho Kagome y les entregó una a cada uno y a Sango le dejó otras tres
    Bueno estas son pulseras de protección y Kagome las hizo especialmente para ustedes, solo póngansela en la muñeca derecha y esta emitirá una luz de color rosa—decía Seiya mirando la cara de alegría que tenían los amigos de Kagome al recibir ese obsequio. Todos se las colocaron en el lugar dicho y efectivamente una luz rosa apareció en una de las cuentas de las pulseras.
    Bien estas pulseras los protegerán con un campo de protección cuando haya peligro, es por eso que nunca se las deben de quitar—decía el maestro Hiroo.
    Bueno el asunto que debemos hablar con ustedes es muy serio y preferiríamos que Shippo no estuviera en esta plática, así que por favor ¿podrías salir a dar una vuelta en el bosque? , tardaremos mucho hablando del tema—decía Seiya mientras le sonreía a Shippo.
    No, no quiero irme quiero saber más de Kagomesita, no pueden obligarme a irme—decía muy molesto el pequeño Shippo.
    Enano, será mejor que te vallas, no querrás que te de un buen coscorrón—decía amenazadoramente Inuyasha.
    Está bien, pero escúchenme, LOS ODIO A TODOS—y sin decir más salió corriendo el pequeño kitsune hacia el bosque.
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    Sentada debajo de un árbol, una miko se encontraba mirando un lago y sintiendo la brisa fresca del bosque en su rostro, Kagome ansiaba tanto sentir el sol en su cara y los hermosos ruidos del bosque, no era que el lugar en donde había vivido por tres años fuera un lugar feo, pero si era carente de estos beneficios que solo la naturaleza daba, pero fue interrumpida por un fuerte lamento que se acercaba.
    Los odio, los odio, los odioooooooooo—gritó a todo pulmón Shippo.
    ¿También me odias a mi?, mi pequeño Shippo—decía preocupada Kagome.
    ¿Kagome?—Shippo se limpió las lágrimas de sus ojos y levantó la vista, y ahí fue cuando vio el rostro de su querida mamá adoptiva.
    Hola mi querido Shippo, dime ¿Por qué lloras?, perdóname por no haber ido antes a verte, por eso es que Seiya te dijo que vinieras al bosque, solamente tu podías verme, no sabes cuanto te he extrañado—decía Kagome con lagrimas de alegría al ver a su pequeño hijo.
    Si, si eres tú, Kagomesita te he extrañado tanto—el pequeño kitsune se lanzo a los brazos de la miko y se dieron un fuerte y largo abrazo.
    Shippo tenemos que hablar seriamente—Kagome acomodó bien a Shippo en sus brazos y se sentó debajo del árbol otra vez—se que ha sido difícil para ti mi partida, pero debes de ser fuerte y debes de entrenar mucho, una nueva batalla se acerca y no quiero que por falta de entrenamiento tu quedes herido ¿me entiendes Shippo?—Kagome tenia la mirada fija en el pequeño que estaba en sus brazos.
    ¿De qué batalla hablas?
    Mi querido Shippo, el que yo regresara al Sengoku no fue coincidencia, al parecer mi presencia es necesaria para librar una batalla que nos perjudica a todos, mi deber es enfrentarme contra uno de los seres más poderosos y malos que existe, es por eso que les he dado las pulseras de protección, en unos cinco días varios demonios vendrán a atacar la aldea, con el fin de abrir el portal que une las dos épocas, pero si estos logran pasar, un gran caos se produciría, no me permiten luchar en esta batalla, ya que su objetivo es encontrarme y eliminarme, escúchame bien Shippo necesito su ayuda para proteger el pozo, pero sobre todo que protejan a los aldeanos—Kagome sabía que no era un tema muy apto para hablar con el pequeño Shippo, pero no podía mentirle y decirle que todo estaba bien, le dolía con el alma dejarlo otros tres meses.
    Pero si Inuyasha y tú luchan podrán eliminar a ese enemigo, y así volveríamos a estas todos juntos—decía muy ilusionado Shippo.
    Si tienes razón Shippo, solo te he dicho esto, por que tenias que enterarte de lo que están hablando el maestro Hiroo y Seiya con los chicos—no quería darle mas información al pequeño zorro ahora solo importaba pasar un poco de tiempo con el pequeño antes de que se marchara otra vez, así que empezaron hablar de que habían hecho todo este tiempo, en lo que esperaba a sus senseis.
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    ¿Qué? en definitiva, voy a ir por Kagome ella no puede estar en una batalla tan peligrosa —decía enojado y preocupado un hanyou al enterarse que Kagome tendría una batalla con Lucifer.
    Sentimos mucho que ella tenga que pelear en esta batalla, pero su destino estaba escrito desde que nació, y solamente ella podrá abrir las puertas del infierno y sellarlas nuevamente—decía cabizbajo el maestro Hiroo, el también se preocupaba por Kagome y le dolería mucho verla morir en esta batalla.
    No ella no peleará—gritaba Inuyasha enojado—primero muerto antes de dejar que ella exponga su vida de esa manera—decía muy decidido el hanyou.
    Te entiendo Inuyasha, pero si alguien puede ayudarla a vencer a Lucifer, ese no serás tú, de hecho Kagome tiene que reunir a los Lords de las 4 regiones, ellos solamente pueden ayudarla—decía Seiya ya que el conocía el plan de Kagome y no era nada fácil echarlo andar.
    Disculpen, pero si lo que nos han dicho es cierto, y Kagome pudo leer esos pergaminos, que solo la guardiana de la luz del otro mundo podía leer, entonces la señorita Kagome es….—Miroku no pudo terminar la oración ya que Seiya lo interrumpió.
    Si ella es la nueva guardiana de la luz del otro mundo, por lo tanto ella es una diosa nacida en la tierra, por eso su destino está escrito desde que nació y no hay forma de cambiarlo, ahora que ya saben todo, tenemos que retirarnos, esperamos tomen sus precauciones para la batalla que será en cinco días, Kagome me dijo que enviaría a dos monjes Yamabushi para que les ayuden en la pelea, por ahora es todo, de verdad lamentamos haberles traído malas noticias— Seiya y el maestro Hiroo se levantaron y salieron del la casa de Miroku, aunque un hanyou les prohibió que avanzaran más.
    Ni crean que se irán sin mí, ahora mismo vamos por Kagome y la llevaremos a un lugar seguro, hasta que yo extermine a Lucifer—decía muy seguro Inuyasha.
    Lo siento Inuyasha, pero no podemos dejar que vengas con nosotros, solamente interferirías con los planes de Kagome y eso no lo podemos permitir, así que será mejor que te quedes en la aldea y la protejas—Seiya y Hiroo se vieron uno al otro, la advertencia que les hizo Kagome era cierta, este hanyou no los dejaría ir sin que tuvieran un enfrentamiento con el.
    Inuyasha tranquilízate, la señorita Kagome sabe muy bien lo que hace, por ahora solo podemos ayudarla a proteger el pozo y a todos los aldeanos de esta región, así que por favor deja que sus excelencias se vayan y le digan a Kagome que nosotros la ayudaremos en lo que podamos—decía Miroku, mientras posaba su mano en el nombro del hanyou.
    Seiya, quiero que le des a Kagome un mensaje, dile que no se le ocurra ir a ver a mi tonto hermano para que le ayude, se que ella es testaruda, pero Sesshomaru es más y el no dudará en acabar con lo que empezó hace tres meses, estoy seguro que el quiere matarla y también que no se preocupe que yo me encargaré de que ningún demonio cruce por ese pozo—terminando de hablar Inuyasha solo vio como los dos monjes se marchaban, quería seguirlos pero un pequeño olor lo hizo desistir de su idea—¿Kagome?—dijo en un murmullo y fue inmediatamente hacia el lugar en donde provenía ese olor.
    Shippo, que haces en este lugar y ¿Con quién estabas?— preguntaba el hanyou mientras olfateaba todo el lugar.
    Yo no estaba con nadie y no quiero que me hables perro tonto, por la culpa de todos no se como está Kagomesita—Shippo salió corriendo de ese lugar para alejarse de Inuyasha, el kitsune le había prometido a Kagome no decirle a nadie de su encuentro y el cumpliría esa promesa costara lo que costara.
    Inuyasha vio como Shippo salía corriendo de ese lugar, pero no le creía nada al kitsune, ya que por un momento pudo captar el olor de Kagome el cual es inconfundible para el.
    Kagome ¿Por qué si viniste a la aldea no dejaste que te viera?, realmente ¿ no confías en mi, o lo hiciste para protegerme?—Inuyasha se sentó en el pasto tratando de averiguar que había pasado y sobre todo como podría ayudar a Kagome con este nuevo problema, el daría su vida con tal de que Kagome saliera ilesa de esta batalla, pero algo en su corazón le decía que su poder no era suficiente para ayudarla y mucho menos para protegerla.
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    Princesa me debes una y muy grande, tu loco pretendiente casi me asfixia, al no verte con nosotros—decía con tono de reproche Seiya.
    Lo siento, pero si me veía era seguro que quisiera raptarme—decía con una sonrisa Kagome
    Eso no lo dudamos, bueno ahora vamos al templo ya hemos terminado de visitar a tus amigos, tienes que descansar para ir a ver a Sesshomaru.
    No, todavía nos falta hacer una visita más, así que andando por que es seguro que de ese lugar salgamos casi al ocaso—Kagome tenia que ir a visitar a gran amigo y el era pieza fundamental para que su plan empezara, Kagome tomó las manos de Seiya y Hiroo y desaparecieron.
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    En un castillo situado en las tierras del norte, se llevaba acabo una gran celebración.
    Lástima hemos venido en un mal momento—dijo Kagome al ver la cantidad de seres que se encontraban en patio del castillo.
    Mira es la señorita Kagome—le decía Hakkaku a Ginta.
    Si ve a avisarle a Koga y a la señora Ayame—decía Ginta mientras se acercaba a los nuevos visitantes.
    Bienvenida señorita Kagome, que gusto de volver a verla—decía muy contento Ginta.
    Hola Ginta, también me da gusto en verte de nuevo, pero dime ¿a que se debe la fiesta?—preguntaba curiosa Kagome.
    Se debe a que Koga y la señora Ayame van a tener un cachorro y como es el primogénito será el heredero de las tierras del norte—decía orgullosamente Ginta.
    Bueno creo que escogí un muy mal momento para venir—decía muy apenada Kagome.
    ¿Cómo? No está feliz de que Koga y la señora Ayame tengan un cachorro—decía muy indignado Ginta.
    No me malinterpretes, solo es que no traigo muy buenas noticias y no me gustaría echarles a perder este gran día a Koga y Ayame—decía Kagome—creo que será mejor que nos vallamos—decía Kagome dirigiéndose a Seiya y al maestro Hiroo, pero antes de poder dar un paso una voz la hizo detenerse.
    ¿Kagome eres tú?—decía una sorprendida Ayame.
    Si, discúlpame por haber venido a tu celebración sin ser invitada, pero es que no pensé que tuvieras una fiesta en estos momentos, creo que regresaré después para que disfruten su celebración—decía muy apenada Kagome.
    Eso si que no, tu aquí te quedas y festejas con nosotros la llegada de nuestro primer cachorro, además siempre serás bienvenida a este lugar— decía un poco molesta Ayame por la actitud de Kagome, aunque pudo ver que no venia sola y esos monjes que la acompañaban se veían muy poderosos, pero lo raro es que ninguno de ellos despedía su olor corporal, iba a tomar del brazo a Kagome para que entrara al castillo pero alguien le ganó la idea.
    Hola Kagome, pasa y festeja con nosotros, dime por que no vino la bestia contigo, no puedo creer que te dejara venir sola—decía muy sonriente Koga, mientras tomaba del brazo a Kagome y la conducía a dentro del castillo.
    Lo siento Koga pero no puedo quedarme, es más le estaba diciendo a Ayame que será mejor que regrese en otro momento, y no vengo sola me acompañan dos de mis senseis—decía Kagome mientras trataba zafarse del agarre del youkai lobo.
    ¿Con quien dices que vienes Kagome?—preguntaba Koga, pero al levantar el rostro pudo ver a dos humanos que por su vestimenta se veía que eran monjes, pero se dio cuenta que tanto como Kagome y esos dos monjes ocultaban su olor.
    Si haz venido aquí, quiere decir que tienes algo muy importante que decirme y no te irás hasta que hablemos, ¿por que no te quedas esta noche y mañana hablamos?—decía Koga, mientras observaba a Kagome, ella se veía muy apenada, pero lo que le preocupaba eran esos dos hombres que la acompañaban.
    Te pido una disculpa, pero no puedo aceptar tu invitación, de hecho solo cuento con poco tiempo, es por eso que mejor vendré otro día, aunque pensándolo bien….. Koga me gustaría hablar contigo y con Ayame seriamente en un lugar en donde no podamos ser interrumpidos—a Kagome le mortificaba arruinar su celebración pero esto era muy importante y no podía dar marcha atrás a su plan.
    Síganme, los llevaré a la biblioteca ahí nadie nos interrumpirá—decía Koga mientras caminaba para llegar a ese lugar.
    Al llegar a la biblioteca tomaron asiento, Kagome no sabia como empezar a decirles sobre la nueva batalla que se acercaba y mucho menos, decirle a Ayame que Koga tendría que luchar junto con ella para derrotar Lucifer, en las profundidades del infierno, ¿Cómo podría decirle que tal vez su cachorro no podría conocer a su padre?, eso si que no se lo esperaba.
    Ya que mi princesa no nos presenta, déjenme presentarme, mi nombre es Seiya y el es el maestro Hisamiche-Hiroo, nosotros pertenecemos a la orden de los Yamabushi—decía Seiya un poco nervioso, ya que se encontraba frente al Lord de las tierras del norte y este es uno de los principales miembros del plan de Kagome.
    Bueno mucho gusto, pero dime Kagome ¿que haces con estos monjes? y ¿por que dijiste que son tus maestros?—decía preocupado Koga.
    Pues verás Koga, yo he estado entrenando en las montañas del oeste, durante tres meses, bueno en realidad durante tres años, pero el motivo de mi visita no es muy agradable, vine por que dentro de poco empezara un batalla que solamente los Lords de las 4 regiones de Japón, los monjes Yamabushi y Yo tendremos con Lucifer el amo de los infiernos, se que esto que te digo, no lo crees por ahora, pero es de suma importancia que protejas a las aldeas humanas que se encuentran en la región del norte, ya que muy pronto habrán enfrentamientos, para acabar con todo ser humano, créeme no quisiera que estuvieras involucrado en esta batalla pero no puedo pelear yo sola contra Lucifer, y para poder vencerlo necesito tu ayuda, se que conoces al Lord de las tierras del sur, ya que Ayame vivió mucho tiempo en ese lugar, y quisiera pedirte que lo convencieras para que luche a mi lado y así ganemos esta batallas—Kagome no dejó que Koga o Ayame hablaran, solamente veía sus caras de asombro, pero la que la hizo sentirse totalmente mal fue la cara de Ayame al decirle que necesitaba la ayuda de Koga y que sin el no podrían vencer a Lucifer.
    Kagome ¿estás segura de lo que me dices?, si es así cuentas conmigo,yo conozco una parte de la historia, pero me gustaría que me la contaras con lujo de detalle—decía muy seguro Koga.
    Kagome empezó a relatarles sobre los pergaminos y también el plan en unir fuerzas con los 4 Lords y los monjes Yamabushi, así como también el de proteger a toda costa la vida de los humanos de cada región.Tanto Koga como Ayame escuchaban atentamente a la miko, y entonces decidieron apoyarla en todo lo que pudieran.
    Entonces el único impedimento sería si alguno de los Lords se negara a unir fuerzas contigo—decía Koga muy serio y pensativo.
    Así es, se que cuento con tu apoyo pero no estoy muy segura con la actitud que tomen los otros Lords, claro que uno delos que mas se van a oponer sería Sesshomaru, ya que el quiere eliminarme y no creo que le agrade mucho la idea de que tenga que pelear junto a él—decía Kagome realmente cansada
    Si ese youkai es muy temperamental ,por lo visto el es que te dará muchos problemas—decía Ayame un tanto preocupada.
    Bueno pero ¿me ayudarán a convencer al Lord de las tierras del sur para que una fuerzas con nosotros?—decía muy esperanzada Kagome.
    Claro Kagome haré todo lo posible para convencelo, pero te puedo asegurar que el dirá que si, ahora que ya todo está aclarado y por lo que me contaste, han estado todo el día de un lugar a otro, por favor bajen a comer algo, necesitan descansar un poco para enfrentarte a Sesshomaru, pero si te pone una mano encima créeme que lo mataré—decía muy decidido Koga, si en la anterior lucha que tuvieron con Naraku no pudo ayudar a Kagome, esta vez sería diferente.
    Gracias y si aceptamos tu invitación ya que no creo ser la única con un poco de hambre, además gracias a tu ayuda podremos convencer Sesshomaru, espero que al ver que dos de los 4 lords me apoyan el se una a nuestra causa.
    Bueno y dime ¿Cómo harán para llegar a las tierras del oeste esta misma noche?—preguntaba curioso Koga.
    Tele transportándonos, pero solamente yo iré a ver a Sesshomaru, se que me odia, pero se que odia más a los monjes Yamabushi y si me presento con alguno de ellos el no dudará en matarnos antes de que le pueda explicar algo ¿no lo crees?
    En eso tienes razón creo que es mejor que lo enfrentes tú sola pero por favor ten mucho cuidado y estate alerta en todo momento, ya que irás al castillo de la luna y te puedo decir que está muy bien resguardada—decía Koga el conocía el castillo, ya que solo contadas ocaciones tuvo que ir para hacer unos pactos diplomáticos.
    Todos bajaron a la celebración y Seiya y el maestro Hiroo se quedaron asombrados al ver como, consentían y admiraban a Kagome, para ellos era una especie de heroína que había destruido la perla de Shikon y a Naraku.
    Al terminar de comer, o más bien de cenar Kagome se despidió de Ayame y de Koga no sin antes felicitarlos por el próximo nacimiento de su cachorro, y le prometió a Ayame que daría la vida si era necesario para que Koga llegara sano y salvo de esa batalla y disfrutaran los dos a su cachorro. Así que Seiya, Hiroo y Kagome se dirigieron al bosque.

    Kagome, yo creo que será mejor que mañana, veas a Sesshomaru, el tele transportarnos, te ha debilitado un poco y debes de estar en buenas condiciones para enfrentarlo—decía un tanto preocupado el maestro Hiroo.
    Lo siento pero no puedo aplazar más mi encuentro con Sesshomaru, así que solo los dejaré adentro del campo de protección de las montañas del Yin y el Yan y después me iré a ver a Sesshomaru—así que sin esperar más tiempo Kagome tele transportó a Seiya y a Hiroo, al llegar a ese lugar Kagome no los dejó hablar y desapareció otra vez.
    -----------------------------------------------------
    Sesshomaru se encontraba en el cuarto de Rin, a pesar de que la fiebre ya había cedido, Rin se veía muy débil y pálida.
    Papá, me duele la cabeza y me siento muy mareada—Rin trataba de no quejarse, ya que sabia que a su padre no le gustaba, pero realmente se sentía pero que el día anterior y eso que ese d´pia tenia temperatura.
    Rin ¿te tomaste la medicina que dio la bruja Nea?—Al ver que la pequeña negaba con su cabeza Sesshomaru, se enojó.
    No ha venido el señor Jaken y el es que me da la medicina—respondió Rin al ver que su padre se había enojado.
    Mataré a Jaken, como se le olvidó darle la medicina a Rin antes de que se fuera a cumplir mis órdenes—pensaba Sesshomaru y varias torturas se empezó imaginar, Sesshomaru salió de la habitación de Rin y se dirigió a la habitación de Jaken— de seguro ahí había dejado la medicina el muy tonto—seguía pensando Sesshomaru mientras buscaba la medicina de Rin, al encontrarla salió de la habitación y de nuevo fue a ver a Rin.
    Tómala, y no quiero oír quejas—decía muy serio Sesshomaru.
    Esta bien—Rin se tomo la medicina pero puso una cara de asco que a hasta Sesshomaru se sintió mal, claro que jamás lo demostraría.
    Ahora duerme y no quiero que escondas la medicina, yo vendré a ver que la tomes más tarde—decía Sesshomaru mientras se dirigía a su habitación.
    No había sido difícil entrar al castillo de Sesshomaru con la tele trasportación y valla que Koga tenia razón ese castillo estaba muy bien custodiado, Kagome usó un campo de protección que la hacia invisible a los ojos de todo youkai, y por ello nadie la había descubierto. Primero iría a ver a Rin, ya que Shippo le había contado que se encontraba ahora viviendo en el castillo de Sesshomaru, y después de iría a ver al taiyoukai.
    No fue difícil encontrar la esencia de Rin, lo que tenia preocupada a la miko era que era apenas perceptible y eso quería decir que la pequeña estaba muy enferma. Entró con mucho cuidado y sin hacer ruido a la habitación donde se encontraba Rin, fue grande su sorpresa al ver a la niña tan palida como las blancas sabanas que la tapaban del frío.
    Rin, despierta por favor—decía Kagome mientras movía ligeramente a Rin.
    Hum, ¿papá ya me toca la medicina otra vez?—respondió somnolienta la pequeña Rin.
    No Rin soy yo Kagome, dime ¿Cuándo te enfermaste?—decía preocupada Kagome.
    ¡Kagome!, la niña grito con las pocas fuerzas que le quedaban y se abrazó a la miko, me enfermé ayer pero me siento muy mareada—decía cansada Rin.
    Rin dime ¿ten han dado medicina?— Kagome sabía que Sesshomaru no sería tan descuidado como para no darse cuenta que la pequeña estaba enferma y de seguro ya le estaban dando medicamento.
    Si pero sabe muy fea, lo malo es que me obligan a tomarla, no sabe a las infusiones que me daba Kaede cuando me enfermaba—decía con cara de asco Rin al recordar el sabor de esa medicina.
    Rin dime ¿Dónde está esa medicina?—Kagome sabía que hay muchas infusiones que saben mal, pero por lo regular para un resfriado casi se daba una planta que tenía un sabor un poco parecido al eucalipto, por ello le daba mucha curiosidad saber de que estaba hecha esa medicina.
    Si es la que está en sobre aquella mesa—señalaba la niña una mesa que estaba junta a la ventana.
    Kagome se acercó y vio un cántaro lleno de esa medicina, la miko procedió a olerla y después metió la punta de su dedo índice al cántaro para poder probar la medicina, pero al probarla, se quedo paralizada y helada al mismo tiempo.
    Rin ¿desde cuándo estás tomando esto?—decía sumamente enojada Kagome.
    Desde ayer en la tarde, vino una bruja y le dijo a Jaken que me diera esta medicina cada vez que amaneciera, después cuándo fuera medio día, también cuando se ocultara el sol y por último cuando fuera media noche—respondió Rin con pocos ánimos al recordar cuantas veces tendría que seguir tomando esa medicina.
    Ya no la seguirás tomando, escúchame bien Rin, esto no es medicina, y no quiero que la vuelvas a tomar nunca más ¿me entendiste?—decía Kagome muy preocupada y enojada al mismo tiempo.
    Por mi està bien , pero el Señor Sesshomaru vendrà para que me la tome en un rato más—decía con pesar la pequeña.
    No te preocupes, el ya no te hará tomar la medicina otra vez ya lo verás—decía Kagome mientras le guiñaba un ojo.
    Yupiiiiiii, jamás volveré a probar esa cosa horrible—gritaba la niña de emoción.
    Pero el grito de Rin llamó la atención de Sesshomaru, y de inmediato entró a la habitación de Rin y ahí se encontró con Kagome.
    Humana ¿cómo te atreves a entrar a mis territorios y especialmente a mi castillo?—decía molesto Sesshomaru.
    Pues vine a ver a Rin, y me alegro de haber venido ya que si viera tardado más días en visitarla, ella estaría….—no podía terminar la frase, Rin se asustaría mucho al saber que alguien trataba de matarla—así que sin decir más salió de la habitación de Rin, por supuesto sabía que Sesshomaru la seguiría y no se equivocó.
    Humana sabes que esta afrenta no te la perdonaré—Sesshomaru trató de tocar a Kagome pero una barrera se lo impidió—eso no te servirá de nada, tarde o temprano pagaras por tu osadía—decía fríamente Sesshomaru.
    Si, si, si, lo que tu digas Sesshomaru, pero debo decirte que has sido muy descuidado en cuanto al cuidado de Rin, ¿sabías que la medicina que le están dando a Rin, es un fuerte veneno que empieza a atacar la circulación de la sangre para posteriormente, hacer que los órganos internos funcionen lentamente y por último que dejen de funcionar?—decía furiosa la miko.—no puedo creer que tu siendo un youkai no puedas oler el ligero aroma a veneno, claro que la belladona y el acónito juntos eliminan casi el olor de veneno y dejan un olor bastante repugnante para tu olfato tan sensible, si Rin hubiera seguido tomando ese veneno en menos de una semana se habría muerto—decía totalmente dolida y furiosa Kagome, no podía creer que alguien quisiera hacerle daño a una niña tan dulce como Rin.
    Sesshomaru por primera vez no sabía que pensar, era cierto que Rin decía que se sentía mal, pero pensó que era normal ya que los humanos se quejaban de cualquier cosa, además no podía creer que aquella bruja quisiera morir en manos de él, todos los youkais del castillo sabían que si lastimaban a Rin, el no tendría misericordia y los mataría lentamente, pero algo le decía que esa humana no mentía, ella quería mucho a Rin y ella no le haría daño alguno a la pequeña—Sesshomaru se acercó lentamente a Kagome y pronunció unas palabras lentamente y amenazadoramente.
    Si lo que dices es mentira humana, te mataré lentamente, ya que de este castillo ya no podrás salir jamás—Sesshomaru quería ver la expresión de la miko, pero se asombró al ver que la cara de Kagome no había cambiado en absoluto, sin en cambio ahora ella lo veía con una frialdad que jamás había visto en esa humana, y ahí pudo observarla detalladamente, la miko que tenía enfrente ya no era una chiquilla como la que vio hace tres meses, es más ella era un poco más alta y las facciones de su cara eran un poco más finas, su cuerpo también había cambiado, en ella veía ciertas curvas femeninas que antes no poseía, ¿Qué le había pasado a la humana que lo había curado en el bosque hace tres meses?
    Ya deja de mirarme Sesshomaru, y no me preocupa lo que pienses, esta misma noche me iré de este castillo y tú no te opondrás—decía confiada Kagome.
    Valla humana sí que eres ingenua, hagamos un trato si tú sales de este castillo antes de que amanezca te dejaré de llamar humana, pero si tú no lo logras serás mi sirviente hasta tu muerte, ¿Qué dices aceptas?—decía burlonamente Sesshomaru.
    Solo si agregamos algo más, si logro salir de este castillo antes del amanecer tú me llamarás por mi nombre que es Kagome, y me ayudarás en una misión que tengo, y no te opondrás a mis órdenes, ahora yo soy la que te lo pregunto ¿aceptas?
    Kagome vio una gran oportunidad, aunque sabía muy bien que ese youkai era muy astuto y peligroso así que tendría que tener la guardia alta hasta que esta apuesta terminara.
    Sesshomaru confiaba en que la miko no escaparía, pero una duda empezó a dar vueltas en su cabeza, ¿cómo diablos había entrado la miko sin que ninguno de sus guardias se diera cuenta?, es más ni siquiera él se había percatado de la presencia de la humana en su castillo.
    —Dime Sesshomaru ¿Aceptas o no aceptas?—Kagome le rezaba a Kamisama por que Sesshomaru dijera que sí.

    Continuara…………………………………
     
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    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

    Escorpión
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    hola, ¿como estas?
    disculpa que no aya podido publicar antes pense que ya el fic no iba a tener conti
    y cuando lo vi en el foro me puse a leer nite imaginas donde me avia quedado estaba retrasada XD
    me alegro que lo continues
    ahora si viene lo bueno

    me encanto la continuacion aceptara sesshomaru quiero ver que pasa, ganara kagome o quedaran empate no se mi mente se pone a maquinar te felicito me has dejado ¡¡¡¡¡¡felíz!!!!! aunque en los caps anteriores note uno que otro error ortografico pero no le di importancia estaba mas pendiente de leer la conti jajaja

    espero pronto la proxima idea que se te ocurra me has dejado enganchada
    PD:
    si no es mucha molestia me puedes mandar el link
    kiss :p
     
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  11.  
    iztrela

    iztrela Entusiasta

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    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    6755
    Hola les dejo la continuación de mi fic, espero les guste, se que me he tardado mucho para actualizar, pero intento hacer los capitulos emocionantes, gracias a todos los que leen y a todos los que dejan comentarios les doy mis mas sinceros saludos y espero sigan leyendo y comentado acerca de mi fic.



    Capítulo 13: Uniendo Fuerzas.

    La noche apenas comenzaba, y con ella las primeras estrellas hacían uso de presencia, el cielo ya se tornaba más obscuro y la luna empezaba a brillar deleitando a todos los que veían el cielo. Pero este bello panorama, no era visto por dos seres, un taiyoukai y una miko, que discutían en uno de los pasillos del palacio de las tierras de oeste.

    Habla Sesshomaru, no puedo esperar toda la noche para que me contestes—decía un poco nerviosa Kagome ya que la propuesta por parte de Sesshomaru la beneficiaba bastante.
    Humana ¿Cómo entraste al castillo?—Sesshomaru no aceptaría la apuesta si la miko no le decía que método había ocupado para entrar al castillo.
    La pregunta intrigó mucho a la joven miko, y es que no podría decirle como podría escapar del castillo, además sabia muy bien que si no llegaba sana y a salvo al templo, los monjes atacarían a Sesshomaru y eso no seria nada bueno.
    Lo siento Sesshomaru, pero no te puedo dar esa información, aunque eso me hace pensar que temes perder ante una humana o es que el gran Lord de las tierras del oeste ¿duda en poder vencer a una débil y molesta humana?—Kagome sabía que si hería el orgullo de Sesshomaru se vería con la necesidad de aceptar su apuesta, ya que su honor estaba en juego.
    Hum, humana eso jamás pasará, pero en algo estoy totalmente seguro, y es que no se puede confiar en ningún humano, ya que siempre mienten y no respetan sus promesas ni tratos—Sesshomaru dijo estas palabras con una voz cargada de veneno, la miko sabía como manejarlo y eso lo asqueaba, herir su orgullo era algo que jamás permitía y dejar entre dicho que el le temía a la miko era el colmo, el podría matarla con solo desearlo, pero ¿Por qué no lo hacia, si eso era muy fácil?
    Se que no todos los humanos cumplen sus promesas, pero para que estés más tranquilo, te propongo algo más, yo te mandaré una señal con alguno de tus guardias, es más tu dame algún objeto y te aseguro que antes del amanecer lo tendrás en tus manos, con ello comprobarás que no te he engañado y que he escapado del castillo antes del amanecer, claro que tendrás que darle órdenes a tus guardias para que en cuanto les entregue el objeto te lo traigan cuanto antes—Kagome ya no podía hacer más, si el no aceptaba tendría que buscar otro método para que Sesshomaru la ayudara en la batalla contra Lucifer.
    Mishiru—gritó Sesshomaru, y sin que pasaran ni 5 minutos el susodicho ya se encontraba al lado de su amo.
    Dígame amo ¿en que puedo servirle?—decía un youkai de cabello y ojos rojizos, alto y de tez morena, el cual se quedó asombrado por la belleza de aquella miko que estaba con su amo en esos momentos.
    Da la orden a todos los guardias y a todos los que vigilan la kekai de las montañas, que si ven a una miko y les entrega este brazalete—Sesshomaru sacó un brazalete de su hakama (pantalón)y se lo enseñó a Mishiru— no lo hagan daño, pero que si se los entrega pasando al amanecer la deben de capturar, de lo contrario deben traerlo ante mi y más les vale hacerlo antes del amanecer—decía Sesshomaru dándole una mirada asesina a Mishiru , dando a entender que si no cumplían al pie de la letra lo que ordenaba los culpables tendrían una muerte dolorosa.
    Si amo lo que usted ordene—Mishiru salió como alma que lleva el diablo a dar las instrucciones, sabia que si no cumplía con las instrucciones dadas por su amo, sería un youkai muerto.
    Kagome se quedó en shock al escuchar a Sesshomaru, eso quería decir que aceptaba la apuesta, no podría estar más feliz, ahora solo era cuestión de escapar antes del amanecer, cosa que sería fácil con su tele transportación, aunque no creía que Sesshomaru la dejara sola ni un momento.

    Eso quiere decir que ¿aceptas?—decía Kagome tranquilamente, ella tenía que controlar sus emociones para que Sesshomaru no sospechara de ella.
    Si—dijo Sesshomaru dándose la vuelta para entrar al cuarto de Rin—ahora entra a curar a Rin— y sin decir más entró al cuarto de Rin dejando la puerta abierta para que la miko entrara.
    Kagome dio un gran suspiro y entró al cuarto de Rin.
    Kagome, verdad que ya no tengo que tomar esa horrible medicina dile al señor Sesshomaru para que no me obligue a tomarla otra vez—decía con mucha ilusión Rin.
    Claro que ya no la debes de tomar, por ahora solo purificaré tu sangre y después tomarás una infusión que yo prepararé, no te preocupes no sabe fea—decía la miko al ver la cara de asco de Rin al pensar que esa medicina sabría igual que la anterior.
    La miko colocó sus manos encima del cuerpo de Rin y empezó a emanar energía purificadora, cosa que hizo que el taiyoukai se sintiera un poco mareado por el enorme poder que salía del cuerpo de Kagome, así pasó como media hora hasta que Rin se quedo totalmente dormida gracias a la calidez de la energía de Kagome, cuando la miko terminó de purificar la sangre de Rin le dio un beso en la frente y le dijo:
    Descansa pequeña, te aseguro que mañana te sentirás mucho mejor—Kagome acomodó unos cabellos que tapaban el rostro de Rin, después se giró hacia donde estaba Sesshomaru y lo miró con cara de pocos amigos.
    Necesito hablar contigo en privado—decía la miko firmemente
    Sesshomaru salió de la habitación sin decir ni una palabra, claro que Kagome lo siguió, por lo menos no le había dado una negativa, la miko y el taiyoukai caminaron por los largos pasillos hasta llegar a una gran puerta, que fue abierta por Sesshomaru, al entrar a la habitación Kagome quedó impresionada por lo hermoso de la habitación, al parecer era una biblioteca, los libreros eran enormes y pudo ver que eran de cedro y ese olor inundaba toda la habitación, además de que la habitación tenía dos grandes ventanales y un gran balcón en donde pudo ver que ya habían salido las estrellas y la luna brillaba con todo su esplendor.
    ¿Te vas a quedar ahí parada o me dirás que has venido hacer a mi castillo?—decía totalmente enojado Sesshomaru, a él no le caía en gracia como la humana había invadido su hogar.
    Lo lamento, pero es que esta habitación es muy bonita—decía Kagome admirando todavía la habitación.
    Hum, ya no me hagas perder mi tiempo humana y dime de una vez que quieres— decía ya un irritado taiyoukai.
    Bueno, he venido por que tengo que entregarte algo que es de tu pertenencia, claro antes de entregártelo, necesito que me prestes el pergamino que escribió tu padre el general Inu No Taisho—decía Kagome sin darle mucha importancia la mirada de hielo que le dio Sesshomaru al escuchar esas palabras.
    Y que te hace pensar que yo te entregaría ese pergamino, además esos monjes que hora son tus maestros se robaron tres pergaminos que son de mi propiedad—decía un molesto taiyoukai por la osadía de la humana en exigirle tal cosa.
    No se de que te sorprendes Sesshomaru, además tú más que nadie conoce el contenido de esos pergaminos, por ello te estoy pidiendo que me prestes el pergamino que escribió tu padre ya que es de vital importancia para todos nosotros encontrar a senkoseiga, además sabes muy bien por que estoy aquí o ¿es que no sabes que dicen esos pergaminos?, según los monjes yamabushi tu sabrías que dicen cada uno de ellos, es por eso que te los robaron ya que ellos tenían que averiguar que decían y no creo que tu de buena manera les hubieras dicho de que tratan—Kagome se sentó enfrente de Sesshomaru, claro sin dejar de tener su campo de protección para que Sesshomaru no la atacara.
    Sesshomaru estaba muy sorprendido, el jamás pudo descifrar lo que decían esos pergaminos y eso que estudiaba mucho los escritos antiguos, y ahora la humana le decía que ella ya los había leído.
    Bah de seguro eso es una vil mentira, como la que me dijiste en el bosque—decía con un tono de veneno en la voz el Taiyoukai.
    Kagome abrió los ojos de sorpresa, entonces se dio cuenta que el lord del oeste no sabía el contenido del los pergaminos de sus ancestros.
    No puedo creer que tú no hayas podido leer los pergaminos de tus antepasados, según tengo entendido que solo los descendientes y la guardiana de la luz del otro mundo pueden leerlos—decía Kagome muy intrigada.
    ¿Guardiana de la luz del otro mundo? Esa es la persona que me dijo el árbol sabio que vendría a buscarme para que la ayudara y según él es importante la decisión que tome—pensaba Sesshomaru al escuchar la declaración de Kagome.
    La miko al ver que Sesshomaru estaba perdido en sus pensamientos, se levantó y de su mochila sacó la caja que tenia los pergaminos y se lo entregó a Sesshomaru, este al ver lo que hacia la miko frunció su ceja, el jamás tomaría nada que le perteneciera a esos monjes.
    Sesshomaru, toma estos son los pergaminos que escribieron tus ancestros, créeme necesitas saber que es lo que dicen ya que es de vital importancia para que tu raza y la mía tengan un futuro o de lo contrario pereceremos—decía Kagome muy seria
    Humana ¿Quién me asegura que son los pergaminos originales?—decía un incrédulo taiyoukai.
    Yo no tengo por que mentirte Sesshomaru, es más si por mi fuera no pediría tu ayuda, pero no me queda de otra, además esto no se trata solo de ti o de mí, se trata de la vida de muchos seres y no pienso dejar que seres inocentes mueran te quedó claro, además los pergaminos tiene el escudo de la casa de la luna y si mal no recuerdo solo los Lords posen el sello y nadie puede falsificarlo—decía un poco molesta Kagome al ver a Sesshomaru tan renuente ante la situación pero sabia que debía controlarse ya que ese Taiyoukai era muy testarudo y orgulloso.
    Sesshomaru tomó el cofre y lo abrió al ver que efectivamente eran los pergaminos originales, tomó uno pero al abrirlo sucedió lo que en otras ocasiones le había pasado, el podía ver las inscripciones pero no entendía que era lo que estaba escrito, Kagome observaba a Sesshomaru y pudo notar que no entendía lo que estaba escrito en el pergamino así que se atrevió a hablar.
    Por lo que veo no puedes leerlo ¿verdad?, no te preocupes puedo leerlo para ti o si lo quieres leer por ti mismo puedo ayudarte pero no te quejes por el método que se debe hacer para que los puedas leer—decía muy segura Kagome, ella ya sabia lo que decían los pergaminos y además podía leérselos a Sesshomaru como lo hizo con los monjes Yamabushi.
    Yo quiero leer personalmente estos pergaminos—decía un poco irritado el taiyoukai, como era posible que una simple humana pudiera leer los pergaminos y el que era un descendiente directo no podía hacerlo, entonces una verdad salió a la luz, esa humana era la guardiana de la luz, eso no podía ser cierto, solamente ella podía destruir el campo que protegía la montaña para que por fin él pudiera exterminar a esos monjes, siendo así el tendría que unir fuerzas con la joven miko y el jamás ayudaría a los humanos.
    Kagome al ver que Sesshomaru tardaba en responder se posicionó enfrente sentándose muy cerca de él puso sus manos encima de las de él como si ella también estuviera tomando con sus manos el pergamino, ante tal osadía Sesshomaru estaba seguro de aniquilarla pero ante sus ojos pudo ver como poco a poco podía entender lo que estaba escrito en el pergamino, así que no tuvo más remedio que dejar que la miko tocara sus manos, aunque el simple tacto había hecho que una descarga recorriera los cuerpos de los dos.
    La miko estaba muy nerviosa ni en sus más locos sueños se imaginó tomar las manos de Sesshomaru, además se sorprendió al ver que el taiyoukai no le dijera nada.
    El taiyoukai leyó cada uno de los pergaminos eso le tomo aproximadamente como dos horas, pero lo que más le sorprendió fue el contenido, según los pergaminos existía una espada muy poderosa que era de su bisabuelo Rein- Taisho, llamada senkoseiga, y aparte de eso de que la existencia de su raza se hizo posible por las almas humanas, además todavía no podía creer que el objetivo de ser el Lord del Oeste era de proteger a todos los seres humanos que existen en su reino, era cierto que protegía por obligación a esos humanos pero nunca le importó que entre ellos se mataran o que demonios como Naraku los destruyeran, para él, ellos eran una raza débil que tenía que extinguirse para que el mundo fuera gobernado por demonios, pero se dio cuenta que sin la existencia de los humanos no es posible la existencia de los demonios y eso lo enfurecía, como seres tan insignificantes eran tan importantes para controlar el equilibrio del mundo, eso debía ser una broma de mal gusto.
    Kagome tenía entumidos un poco los brazos, no sabía si Sesshomaru ya había terminado de leer el último pergamino, ya que no le dirigía ni una mirada y tampoco le hablaba, al parecer Sesshomaru no se había dado cuenta que la miko todavía estaba tocando sus manos hasta que la miko lo saco de sus pensamientos.
    Sesshomaru, ¿ya terminaste de leer es que ya se me cansaron los brazos?decía algo nerviosa Kagome al no querer interrumpir la lectura del taiyoukai.
    Si—fue lo único que respondió el taiyoukai, entonces Kagome dejó de tocar sus manos inmediatamente como si el simple tacto le quemara las manos.
    Bueno ahora que sabes lo que realmente dicen esos pergaminos necesito saber que dice el de tu padre, además necesito saber si sabes algo de la espada senkoseiga, y también si tu ya tienes descendientes—decía muy seria Kagome, era cierto que esas preguntas se las dijo directamente y sin titubeos pero el tiempo pasaba y no podía quedarse mucho tiempo en el castillo.
    No se nada de la espada, y NO tengo descendientes—dijo molesto Sesshomaru, él se paró y fue hacia donde estaba un gran librero y sacó un pergamino se giró y volvió a tomar asiento enfrente de la miko.
    Perdón pero necesitaba saber ese detalle ya que según tengo entendido la batalla contra Lucifer se llevaría a cabo cuando existieran los descendientes del quinto tiempo, es decir el quinto Lord de cada región, pero al parecer mi llegada a esta época hizo muchos cambios, solo espero que ganemos esta batalla—decía muy decidida Kagome, aunque en su interior ella se encontraba muy nerviosa, no sabia bien como asimilaría toda esta información Sesshomaru, solo esperaba que por el bien de todos el aceptara unir fuerza con ella.
    Sesshomaru extendió el pergamino y se lo entregó a la miko, ella quedó sorprendida por la actitud del Lord pero no dijo nada y solo se limitó a tomar el pergamino y leerlo en voz alta.
    Pergamino de Inu No Taisho
    Durante todo el tiempo que vivió mi padre jamás fui capaz de entender, por que nosotros teníamos que proteger a los humanos siendo una raza deplorable, débil e inútil, la verdad en esta época hay muchas guerras y más en la región del oeste ya que muchos quieren tener el control de estas tierras que son mías, es por eso que me he convertido en un gran guerrero, pero según mi padre un pésimo gobernante, a lo cual siempre le respondía con grandes insultos, se muy bien que el luchó contra Lucifer y ganaron, claro que muchas veces me contó esa historia la cual pensaba que era una gran farsa, mi padre me decía que por ello yo jamás podría leer los pergaminos de mis antepasados, ya que no tenia ni el mínimo respeto a los humanos, pero eso a mi me daba igual, no fue hasta que mi padre fue herido gravemente por unos youkais y en su lecho de muerte me heredó la espada senkoseiga, pero cuando quise tocarla esta me rechazó, así que mi padre siendo egoísta pidió que se enterrara la espada junto con el para que se la llevara al otro mundo y así nadie pudiera destruirla, yo me enoje mucho por su decisión, pero ya no podía hacer nada al respecto.
    Al funeral de mi padre asistieron los 3 Lords de las regiones, norte sur y este, claro también sus amigos más allegados Totosai y Mioga, claro que con el tiempo ellos también se convirtieron en mis grandes amigos, pero siempre me aconsejaban que tenia que ser como mi padre, cosa que no me agradaba en lo absoluto, yo era más fuerte y sobre todo buen gobernante aunque mi padre me dijera lo contrario varias veces, yo le pedí a Totosai que me hiciera una espada como senkoseiga, pero él se negó rotundamente, me dijo que si yo quería un espada tendría que darle un colmillo mío para poder forjarla, pero que esta no sería tan fuerte como senkoseiga, así que sin otro remedio le di un colmillo y el hizo la espada llamada colmillo de acero, claro que me gustó mucho el poder de la espada, pero al poder absorber varios poderes de diferentes contrincantes, decidí que Totosai separara esos poderes en una nueva espada llamada colmillo sagrado, yo luché por mucho tiempo y la verdad me gustaba mucho mi vida, pero como mi obligación como Lord es preservar mi descendencia me casé con Irasue, ella y yo nos casamos solo por cuestiones políticas, además de que ella era muy fuerte y sería una gran compañera, con el tiempo me acostumbre a estar cerca de ella y con el tiempo tuvimos un hijo el cual llamamos Sesshomaru, él se parecía mucho a mí, pero con el paso del tiempo me dí cuenta que mi actitud no era nada buena y por primera vez al cargar a mi hijo, sentí que debía protegerlo y si no quería que sus descendientes o él luchara en una batalla contra Lucifer, tenia que cambiar de actitud y proteger y enseñar a mi hijo a respetar a los humanos.
    El tiempo pasó pero Sesshomaru era igual de terco y orgulloso que yo, claro que su mamá no ayudaba mucho en la educación de él respecto al proteger a los humanos, cosa que siempre hacia que Irasue y yo siempre peleáramos. Con el tiempo me fui alejando de ella, pero no fue hasta que Sesshomaru tenia alrededor de 150 años que exigió el trono y que le debía de heredar a colmillo de acero, y eso pasó cuando se enteró que yo estaba enamorado de una humana llamada Izayoi, y que ella estaba embarazada yo le quise explicar mi situación pero el no quiso escucharme, así que sin más le dije que no le daría a colmillo de acero y el me atacó para quitármela cosa que me hizo enojar y le explique que para que quería tener tanto poder si no tenia a nadie a quien proteger, cosa que no entendió mi hijo, esa misma noche tendría que sacar a Izayoi del castillo en donde vivía para poder salvar a ella y a mi hijo según su olor ella tendría a un niño y yo le pedí que lo llamara Inuyasha.
    Solamente espero que logre verlos por que el espíritu dragón está tras de mi y no se si salga con vida de esa pelea. Dejé instrucciones para que si yo muriera las espadas fueran entregadas a sus verdaderos dueños, colmillo sagrado sería de Sesshomaru y también el gobernaría las tierras del oeste, claro que Inuyasha por ser mi hijo ilegítimo no podría heredar el trono pero le dejo a colmillo de acero y unas tierras en esta región que el podrá tomar posesión cuando sea mayor. Solo espero que no haya rivalidad entre ellos por mi decisión pero sabrán que yo he repartido los bienes por su bien y su protección.
    Fin del pergamino de Inu No Taisho.

    Kagome terminó de leer y se fijo en la mirada de Sesshomaru, la cual tenia un brillo diferente, como si por primera vez supiera que su padre realmente lo amaba y lo tomaba en cuenta, la miko solo suspiro y se levantó y le entregó el pergamino al taiyoukai, este lo tomó sin mirar a la miko.
    Sesshomaru, se que todo esta información es mucha para digerirla en tan poco tiempo y más cuando se trata de proteger a los seres que más odias en el mundo, solo espero tomes la decisión correcta y te unas con nosotros para luchar en esta dura batalla contra Lucifer, yo ya empecé con el reclutamiento y por ahora tengo el apoyo del Lord del Norte y él me prometió hablar con el Lord del sur, solo queda que tu aceptes y con tu ayuda pueda convencer al Lord del Este, además no debes de desconfiar de los monjes Yamabushi ya que ellos también saben que debemos unir fuerzas con ustedes, si queremos vencer a Lucifer, además ya queda poco tiempo, las muertes que provocó Naraku hizo que los sellos se debilitaran y solo nos quedan 9 meses si queremos derrotar a Lucifer, las batallas pronto empezarán y la próxima será en 4 días y está será en la región de Musashi—Kagome se dirigió hacia al balcón mientras decía todo esto, se maravilló por la hermosa noche, pero hablaba con un deje de tristeza que al Lord del oeste le llamó la atención.
    Sesshomaru pensaba en las palabras dichas por la joven miko, pero su orgullo no lo dejaba pensar claramente, además había ido a verlo después de visitar a otros Lords y eso lo tomaba como un gran insulto ya que él era el más poderoso de los Lords y tal humillación no podía dejarla pasar.
    NO, no pienso liarme con humanos, que en la primera dificultad se rendirán y traicionaran a los más fuertes para conservar su inmunda existencia—decía decidido Sesshomaru mientras se acercaba a Kagome en el balcón.
    Ja, sabes en todo este tiempo que he entrenado, me doy cuenta que tanto los youkais como los humanos nos parecemos tanto, los dos desconfiamos de todo lo que sea diferente o extraño a nuestros ojos, sin en cambio, tu no harías una alianza con cualquier humano, lo harías directamente conmigo y te aseguro que yo no traicionaría a nadie, sabes muy bien que mi vida pende de un hilo y que de esta batalla no saldré viva, pero eso no me importa, si con ese sacrificio pueden vivir en paz los seres que viven en esta época y los que vivirán en el futuro, mi objetivo es claro yo deseo salvar la vida y dejar que todos se maravillen con la luz de luna y las estrellas, que despierten viendo el amanecer y que rían o lloren de alegría, la vida Sesshomaru no tiene precio, pero si el que se tiene que pagar es, el que luche con todas mis fuerzas sin que nadie más me apoye lo hare y no dudaré ni un instante en vencer a Lucifer así perezca en el intento—Kagome siguió viendo el cielo mientras decía todo esto y sus ojos cambiaron de tristeza a decepción al escuchar la respuesta dada por el Lord del Oeste.
    Humana tenias que ser, eres débil y tonta si piensas que sola derrotarás a Lucifer—decía secamente Sesshomaru
    Deberías pensar antes de hablar, aquí el cabeza dura, tonto y débil eres tú, a mi no me importó que me dijeran que jamás ayudarías a los humanos y aún así vine por que pensé que cuidarías el legado que te han dado como Lord de estas tierras, ahora me dan lástima tus sirvientes y tus súbditos, al ver como su dirigente se rehúsa a salvar sus vidas solo por su maldito orgullo—Kagome estaba cansada y escupió todo lo que sentía, ira irradiaban sus ojos mientras que Sesshomaru tomaba su cuello y la ahorcaba.
    Tú eres la responsable de tu propia muerte, humana jamás tuviste que venir a ofender al Lord de estas tierras ya que yo acabaré con tu sufrimiento aho….—Sesshomaru no pudo terminar la frase ya que Kagome expulso anergia purificadora que quemó las manos del taiyoukai, haciendo que la soltara y callera al suelo de rodillas, aunque eso lo tomó por sorpresa pudo ver en los ojos de la miko un brillo que denotaba el mas puro odio, cosa que no le gustpo ver en la miko ya que ella usualmente expresaba amabilidad y cariño.
    Si piensas que puedes acabar con mi vida tan fácilmente entonces tendrás que aliarte con Lucifer, por que no me dejaré matar por alguien tan insignificante como tú—gritaba Kagome mientras energía pura recorría todo su cuerpo.
    Sesshomaru vio con asombro el gran poder que escondía la joven miko, por un momento sintió miedo pero este duro solo un segundo ya que Kagome entró de nuevo a la biblioteca no sin antes decir:
    Recuerda Sesshomaru que todavía tenemos una apuesta pendiente, y si mal no recuerdo quedamos que si yo salía de tu castillo antes de amanecer me ayudarías con mi misión y esa es acabar con Lucifer, así que será mejor que te prepares por que no pienso ser tu sirviente hasta mi último aliento de vida—Kagome se sobaba el cuello, además de que pequeñas gotas de sangre caían gracias a las heridas ocasionadas por las garras de Sesshomaru.
    Sesshomaru se levantó de inmediato y fue en busca de la miko, vio como ella se sentaba en el piso, y eso gracias a que el veneno de sus garras ya estaba dentro de su cuerpo, pero lo que le sorprendió fue ver como la miko se curaba las heridas al poner sus manos en su cuello y emanar una poca de energía, cerrando las heridas causadas por sus garras.
    Veo que te han entrenado bien esos monjes pero de aquí tú no podrás escapar—decía molesto y seguro Sesshomaru.
    Mira no vine a pelear contigo, yo solo deseo que todas las regiones estén preparadas para esta gran batalla, y si bien no quieres que luche a tu lado, entonces tu reúne a los Lords de las regiones del norte, sur y este y firma un tratado con ellos, yo trataré de no interferir mientras sus decisiones no dañen a seres inocentes—decía un poco cansada y decepcionada Kagome al ver la actitud de Sesshomaru.
    Bah, solamente podrás aliarte con el Lord del norte ese tal Kouga, pero no podrás convencer a los otros Lords si no es con mi ayuda—decía triunfante Sesshomaru.
    Bueno tal vez no pueda convencer a ningún otro Lord, pero te aseguro Sesshomaru, que Kouga, su manada, los monjes Yamabushi, Seiya e Inuyasha, no me dejarán luchar sola, así que aunque te rehúses a cumplir tu promesa, si salgo antes del amanecer de este castillo, créeme que nunca me verás luchando sola—Kagome se levantó y caminó hacia la puerta tenia que salir del castillo cuanto antes ya había utilizado mucha energía desde el inicio del día y no podía tardar o los monjes atacarían el castillo.
    Esos seres insignificantes no pueden ayudarte, ¿ahora eres tu la que no recuerdas que dicen los pergaminos?—decía sarcásticamente Sesshomaru, haciendo que Kagome volteara a verlo.
    Pueden que no sean tan fuertes, como dices, pero ten en cuenta que dos ya han luchado contra ti y te han dejado en pésimas condiciones, y me refiero a los monjes Yamabushi y a tu hermano Inuyasha—decía enojada Kagome, la verdad el Lord acababa con su paciencia y solamente quería salir del lugar para jamás volverlo a ver, aunque viéndolo bien observó como pequeñas gotas de sangre caían a los costados del Lord.
    Sesshomaru tenia los puños cerrados y ejercía fuerza tanto que sus palmas ya estaban sangrando gracias a que sus garras se incrustaban, sin importarle que estuvieran ya lastimadas por la fuerza purificadora de Kagome, quería terminar con lo que empezó en el balcón, pero la miko ya tenia de nueva cuenta un campo de energía y si el Lord se acercaba seguramente saldría lastimado.
    Lo siento, no fue mi intención herirte, pero te pusiste muy agresivo y ten en cuenta que solo yo puedo ayudarlos a pasar al infierno para luchar contra Lucifer—decía Kagome mientras se acercaba a Sesshomaru , claro con su campo de protección.
    El Lord del Oeste se asombró al escuchar a la miko y poco a poco se fue relajando, como si solo su voz calmara su poder demoniaco, ciertamente el había estado esperando la llegada de la guardiana de la luz del otro mundo, pero jamás se imaginó que seria Kagome.
    Escucha, se que soy la humana, que mas odias en el mundo, pero por favor entiende que esto no lo hago por mi propio beneficio, solo te pido que consideres todo lo que has escuchado y leído, hay poco tiempo, y de una vez te informo que no participaré en la batalla que se llevará a cabo en cuatro días ya que no me lo tienen permitido, pero si irán mis maestros para ayudar a Inuyasha a que ningún demonio de las almas perdidas lleguen a mi época y acaben con todos los humanos que existen—Kagome se concentró en buscar el una energía en específico y al encontrarla le dijo a Sesshomaru—tendrás antes del amanecer tu brazalete, tienes dos meses para pensarlo yo vendré de nuevo para escuchar tu respuesta.
    Ni creas que te dejaré salir del castillo, no estoy dispuesto a recibir órdenes de humanos especialmente de una miko insignificante como tú—decía Sesshomaru mientras se acercaba más a Kagome pero solamente vio como esta se desvanecía y desaparecía de su vista.
    ________________________________________________________________________
    Ya afuera del castillo Kagome se encontraba en el bosque, cerca del youkai que Sesshomaru llamó para darle las instrucciones a todos sus soldados, pero antes de ir con él tomó unas plantas medicinales para Rin y las envolvió en un pañuelo, antes de cerrarlo introdujo el brazalete en el y una bola de energía también solo esperaba que Sesshomaru abriera el paquete, teniendo ya el paquete cerrado avanzó hacia el youkai.

    Disculpa ¿Tú eres Mishiru?—pregunto un poco apenada Kagome.
    Sí y tú eres la miko que se encontraba con el amo Sesshomaru—afirmaba Mishiru.
    Si así es, toma aquí está el brazalete y unas plantas que son para Rin pero debes dárselas personalmente a tu amo y más te vale hacerlo antes del amanecer si no quieres que el te mate, por cierto solo lo debe abrir Sesshomaru así me lo ordenó—decía Kagome mientras le daba el paquete al youkai—dile que debe de darle una infusión a Rin con las plantas que están dentro del paquete con cada comida, solo por tres días—Kagome vio como el youkai se daba la media vuelta y se marchaba, así mismo ella también decidió ir directamente al templo así que se tele transportó y llegó en unos instantes al templo.
    _________________________________________________________________________________
    Dentro del castillo del Oeste Sesshomaru estaba caminando por los pasillos tratando de encontrar la esencia de la miko pero sus esfuerzos eran en vano, solo faltaban como dos horas para que amaneciera y no estaba dispuesto a ser engañado por la humana, así que se puso en marcha a la habitación de Rin tal vez la miko se escondía en ese lugar, al entrar no vio a nadie así que salió al balcón.
    Realmente no me esperaba que esa miko se atreviera a entrar a mi castillo, vaya que se ha vuelto fuerte, aunque también me tiene un poco intrigado su aspecto ahora se ve más madura y hermosa, un momento he dicho “hermosa”, bah de seguro esa sacudida de poder purificador me ha trastornado un poco y empiezo a pensar tonterías, aunque si se veía hermosa cuando la luz de la luna tocaba su cuerpo—Sesshomaru salió de sus cavilaciones cuando escuchó que tocaban al puerta—PASE—dijo el Lord.
    Disculpe amo, pero la miko que estaba con usted le manda esto—decía Mishiru mientras le entregaba el paquete.
    Dime en donde te dio este paquete y más te vale que me digas la verdad—decía el Lord del Oeste totalmente furioso.
    Amo, la miko me lo entregó cerca del campo que protege las montañas del Ying y el Yang, cuando yo ya venía de regreso para decirle que sus instrucciones ya habían sido dadas a todo el ejército— decia un poco nervioso Mishiru.
    Está bien ahora márchate—decia Sesshomaru mientras le arrebataba el paquete de las manos a Mishiru.
    Perdón amo, se me olvidaba decirle que la miko me dijo, que en el paquete hay unas plantas que le tiene que dar a Rin, en una infusión en cada comida durante tres días y que el paquete solo debía abrirlo usted—dicho esto el youkai se retiró de la habitación.
    Con que pudiste salir del castillo, por lo visto caí en tu trampa pequeña embustera—pensaba el taiyoukai mientras abría el paquete, pero al abrirlo una bola de luz envolvió las manos de Sesshomaru y se curaron de inmediato sus heridas—Maldita, con esta es la segunda vez que me curas las heridas sin mi consentimiento, ahora no me queda de otra que ayudarte pero ya verás cuando te vea en dos meses, te voy hacer enojar cada día mientras esta batalla termina, por que de algo estoy totalmente seguro y es que cuando derrotemos a Lucifer tu serás mi mujer no pienso perder la oportunidad de tener una batalla contigo, y no tengo que preocuparme por tu condición humana ya que según lo que leí pronto dejarás de serlo—con estos pensamientos Sesshomaru se fue a su habitación no sin antes ver la cara de Rin mientras dormía.
    Continuara………..
     
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    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

    Escorpión
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    waa la primera en postear te quedo exelente
    sesshomaru no se dio cuenta que ya acepto a kagome poniendo de pretexto su orgullo
    estoy muy emosionada, kagome regreso con los maestros a que siga entrenando
    y ella aceptara ser la mujer de ese testarudo lord la verdad lo dudo
    sigue asi y recuerda mandarme el link cunado tengas el cap listo

    att:
    lady-chan
     
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  13.  
    Perlea

    Perlea Usuario común

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    En torno al primer capitulo, no lo he leido, pero no es porque no me guste la pareja de sesshoumaru y kagome, sino es porque se me hace dificil leer todo muy seguido, ya que cansa a la vista, me gustaria que corrijas eso y tambien a los dialogos tendrias que agregarle gion para saver quien esta hablando, porque se te hara mas facil ati enves de poner KAGOME. Me gustaria que cambies eso y una sijerencia mas, ¿Los lugares los marcas en grande por algun proposito?, seria mejor que lo agreges a la oracion de forma correcta. Solo eso de mi parte. Espero que te sirva de ayuda para los proximos capitulos.
     
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  14.  
    iztrela

    iztrela Entusiasta

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    Título:
    Un duro entrenamiento y un nuevo sentimiento [SesshoxKago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    16
     
    Palabras:
    3173
    La historia es mía pero los personajes de Inuyasha son de Rumiko Takahashi.

    Hola bueno aquí les dejo un nuevo capítulo se que he tardado mucho en escribir el capítulo , pero perdí mi USB con los capítulos que había escrito y tuve que volver a reescribirlos, espero les guste.

    En cuanto a los comentarios me agrada mucho que me den tips para mejorar mi fic, así que los voy a ir aplicando para que pueda mejorar la presentación de mi historia.


    Capítulo XIV: El inicio de una guerra.

    Han pasado ya tres días desde el encuentro de Sesshomaru y Kagome, y tanto ellos como sus demás amigos y aliados se han puesto a entrenar, ya que el primer ataque se llevaría acabo ese día.

    ¾Kagome, apúrate o se te hará tarde—gritaba Seiya el cual había ido a despertar a Kagome para que desayunara y empezara su entrenamiento.
    ¾Ya voy, además no puede dormir en toda la noche, ya sabes que hoy atacaran la aldea de Musashi y el maestro Taiyokan no me dejará ir a ayudarlos—decía Kagome totalmente preocupada, ella no quería que ninguno de sus amigos salieran heridos.
    ¾Lo siento pero son órdenes de Taiyokan que estés en este lugar , de hecho ellos ya se fueron y solamente estarás entrenando conmigo—decía Seiya el cual ya había entrado al dogo.
    ¾Seiya, ¿crees que podrán ganar esa batalla sin que ningún humano muera?—preguntó Kagome sabía que no seria fácil ganar esa contienda sin que nadie saliera herido.
    ¾No lo se solo hay que confiar en los maestros Yamabushi y en tus amigos, ahora come, que no por estar preocupada vas a dejar atrás tu entrenamiento—Seiya también estaba preocupado ya que su padre y maestro Hisamishe-Hiro podría salir herido en esa batalla.
    ******************Kagome&Sesshomaru***********************************

    ¾Mas te vale apurarte monje no tenemos todo el día—decía malhumorado un hanyou de pelo plateado.
    ¾Tranquilo Inuyasha, hemos estado vigilando el pozo desde que vinieron los maestros Yamabushi no creo que por descansar solo unos minutos la gran batalla empiece—suspiraba de cansancio Miroku, ya que desde la llegada de los monjes Inuyasha no dejaba ni a sol ni a sombra de vigilar el pozo devora huesos.
    ¾Lo que pasa es que eres un humano muy flojo—decía Inuyasha mientras trataba de escuchar el más insignificante ruido, no quería verse metido en una emboscada por sus descuidos, de pronto se puso alerta y saco su espada
    Ante tal actitud del hanyou, Miroku se puso serio y se levantó de inmediato y se puso en pose de batalla, mirando el lugar en donde el hanyou tenia fija la vista.
    —Maldición, Sesshomaru que haces en este lugar, ahora no tengo tiempo, para tener una batalla contigo ahora solo vete y con gusto otro día tendremos una batalla, por ahora solo estorbas—decía con rabia el hanyou, todavía no creía que su amada Kagome tendría que pedir ayuda del taiyokai.
    —Como siempre hermano siempre haciendo escándalo—decía fríamente Sesshomaru, el había ido a Musashi para comprobar lo que le había dicho la miko tres días antes acerca de una batalla.
    —Ya te dije que no eres bienvenido márchate o me veré en la necesidad de atacarte—decía Inuyasha mientras era detenido por Miroku, el cual lo tenia sujeto de su brazo.
    —Basta Inuyasha, el señor Sesshomaru no ha hecho nada para que lo ataques además, acuérdate el por que estamos en este lugar—decía muy agitado Miroku , ya que el Hanyou tenía mucha fuerza y trataba de zafarse del agarre de Miroku.
    —Basta, no he venido a perder mi tiempo con alguien tan insignificante hanyou, solo he venido a comprobar algo—Sesshomaru estaba molesto por la actitud de su medio hermano, además pudo percibir la esencia de un ser humano que detestaba a muerte.
    —Vaya por lo visto todos estamos reunidos ahora solo falta que el enemigo llegue—decía muy tranquilo el maestro Taiyokan.
    —¿Quién eres tú?—decía muy enojado Inuyasha no le gustaba nada, que tanta gente se reuniera cerca del pozo devora huesos.
    —Bueno yo soy el maestro Taiyokan Rinchen, y soy uno de los monjes Yamabushi y maestros de Kagome—decía Taiyokan el cual estaba pendiente de los movimientos de cierto demonio de ojos dorados.
    —¿Dónde está Kagome?, más les vale que esté a salvo o si no sabrán lo que puedo hacer con colmillo de acero—gritaba el hanyou todavía no entendía como los monjes habían ido a ese lugar sin que Kagome los acompañara.
    —Ella se encuentra en las montañas del oeste y no podrás verla hasta dentro de tres meses—decía el maestro Hiro, el cual ya conocía a Inuyasha y su fuerte temperamento cuando se hablaba de Kagome.
    —Más les vale que no tenga ni un solo rasguño o los mataré—gruñó el hanyou.
    —Tranquilo, Kagome se encuentra muy bien, de hecho yo creo que estará a salvo en las montañas que en este lugar por el momento—decía el maestro Uesugi.
    Justo en ese momento se empezó a mover la tierra, como si fuera un gran terremoto que hizo que todos los presentes se tambalearan, de pronto empezaron a salir de la tierra una gran cantidad de demonios, los cuales se veían muy grotescos, los cuales poseían una gran esencia maligna demoniaca.
    —Hum pero que ven mis ojos, hoy estamos de suerte, ya que nuestros enemigos han venido a nosotros para acabar con su existencia,¿ no creen mis queridos demonios del inframundo?— decía burlonamente un demonio con una esencia poderosa y maligna, tenían unas alas de color negro, garras largas de color rojo como la sangre, ojos negros como la noche los cuales no mostraban ningún tipo de sentimiento, alto del tamaño de Sesshomaru, piel morena, vestidos con una armadura que solo les cubría el pecho de color negra, con detalles en plata, cabello rojo como el fuego, y vestido totalmente de negro.
    —¿Quién eres tú?, responde antes de que te mate—gritaba a todo pulmón Inuyasha.
    —Tienes razón que malos modales tengo, tienen que saber el nombre del demonio que los matará, bueno mi nombre es Alcot, y yo soy uno de los 4 dioses del inframundo y soy un digno servidor de Lucifer—Alcot hizo una reverencia—Bueno ahora que las presentaciones se han terminado, solo me queda destruirlos, demonios del inframundo ataquen a todo ser viviente y destruyan todo este lugar—ordenó Alcot y enseguida todos los demonios empezaron a distribuirse, algunos se fueron hacia la aldea de Kaede y otros se quedaron a luchar contra lo que vigilaban el pozo devora huesos.
    La batalla empezó y Alcot solo los veía desde la punta de un árbol, Inuyasha tenía problemas con los demonios ya que al cortarlos con colmillo de acero, estos volvían a regenerarse y sus ataque eran muy poderosos, al igual Sesshomaru estaba ocupando a sus Bakusaiga y aunque su primordial poder es de destruir todo con su toque estos demonios parecían inmunes al poder de su espada, Miroku trataba de pelear con su báculo y con sus pergaminos pero eso no parecía funcionar, en cuanto a los monjes Yamabushi, ellos se dividieron el maestro Leyasu y el maestro Uesugi, fueron a la aldea, mientras que Hiro, Taiyokan y Nabuharu, se quedaron para hacerle frente al demonio Alcot.
    La batalla ya había comenzado pero todos tenían dificultades con los demonios del inframundo, el terreno cerca del pozo casi estaba destruido, menos el árbol sagrado que permanecía de Pie aun con tantos ataques, Inuyasha, Sesshomaru y Miroku empezaban a cansarse, no podían destruir a los demonios, pero ellos ya tenían diferentes heridas por los ataques recibidos, los monjes Yamabushi también estaban cansados ya que el demonio Alcot era muy poderoso, tuvieron que revelar su verdadero aspecto ya que necesitaban utilizar todas sus fuerzas para derrotar a uno de los dioses del inframundo, y no se diga de los que estaban en la aldea, gracias a Kaede que había levantado una barrera para protegerlos los demonios no podían atacarlos, pero fuera de la barrera se encontraban los monjes Leyasu y Uesugi, el cual también le ayudaba a Kaede con el campo de energía pero al paso que iban este se desvanecería, ya que se necesitaba de mucha energía para mantenerla.
    Sango estaba preocupada jamás pensó que esos demonios fueran tan fuertes de hecho parecía que ninguno de los ataques hechos por los monjes daba resultado, sin en cambio los demonios no parecían esforzarse mucho en atacarlos, ella no sabía que hacer, sus hijos y Shippo estaban en la aldea no quería imaginarse que pasaría si la barrera que puso Kaede se destruyera y diera paso a los demonios.
    Sesshomaru nunca pensó que estos demonios igualaran sus poderes, ahora entendía que solo no podría acabar con todos ellos, y dudaba que Kagome pudiera tan siquiera herir alguno de ellos, esa miko moriría en mano de esos demonios si intentaba atacarlos y no se diga de que no llegaría con vida si deseaba eliminar a Lucifer. Ahora sabía que tendría que entrenar más ya que el estaba seguro de vencer en esta batalla.
    *************************Kagome&Sesshomaru*****************************
    Kagome estaba totalmente nerviosa y eso le había costado caro, Seiya le había dado un buen golpe en las costillas la cual la a había dejado un gran moretón.
    ¡BASTA KAGOME!, debes poner más atención a tu entrenamiento ya que no dudaré en hacerte daño, ahora todos están peleando y arriesgando su vida, por eso tu debes esforzarte más—gritaba Seiya, el también estaba preocupado pero no podían hacer otra cosa que seguir entrenando y esperar a que todos regresaran sanos y salvos.
    No ,no puedo se que algo anda mal, créeme necesitan nuestra ayuda, estoy segura que si no vamos ellos podrían morir y no quiero que ataquen mi mundo en donde está toda mi familia, Seiya por favor vamos ayudarlos, tu puedes dejarme salir del templo del Yin y Yan, después con gusto aceptaré mi castigo por mi desobediencia, pero no me pidas que me quede aquí sin hacer nada para ayudarlos—Kagome estaba sumamente preocupada ya que ella sabía que las cosas andaban mal, las pulsera que les dio a sus amigos tenían un vínculo con ella y sabía que sus amigos tenían miedo.
    Lo siento Kagome pero si dejo que vayas y te matan, nuestros esfuerzos serán inútiles, tu eres nuestra esperanza y no podemos dejar que te ocurra nada malo—Seiya estaba sufriendo igual que Kagome, pero su padre le había confiado a Kagome y sabía que no podía defraudarlo.
    Perdóname Seiya pero no tengo otra opción—Kagome empezó entrar en la mente de Seiya y aunque sabía que no era ético lo que iba hacer esperaba que Seiya la perdonara en un futuro.
    Seiya empezó a caminar y se acercó a Kagome.
    ¿Qué diablos me has hecho Kagome?, no puedo moverme con libertad—Seiya le gritó a Kagome, su cuerpo se movía en contra de su voluntad y ahora se dirigía a la puerta del templo—Maldición Kagome detente no sabes que consecuencias habrá si vas a esa batalla—Seiya trataba de volver a tener el control de su cuerpo pero todo era en vano.
    Lo siento pero, todos ustedes me han dicho que este es mi deber, y no puedo estar aquí escondida mientras mis maestros y amigos están arriesgándose en este momento—Kagome hizo que Seiya abriera las puertas del templo y de inmediato salieron al patio principal del templo de abajo, cuando llegaron abrir las puertas y vieron el bosque Kagome tomó la mano de Seiya y se teletransportó hacia la aldea de Kaede.

    ************************Kagome&Sesshomaru***************************


    Al llegar a la aldea Kagome se quedo en shock casi todo el bosque de Inuyasha se encontraba destruido, al igual que los campos de cosecha de la aldea, los demonios parecían tener mucha fuerza y sobre todo algo extraño ya que al ser atacados ellos se regeneraban, vio como Inuyasha, Sesshomaru y Miroku eran atacados por los demonios, los tres tenían grandes heridas y si seguían así ellos podrían morir, pero lo que más le llamó la atención era ese demonio de armadura negra el cual estaba peleando con Taiyokan, Nabuharu y Hiro, ellos e encontraban en su aspecto de dioses y entonces se dio cuenta que el sería un difícil contrincante.
    Maldición Kagome, ahora que haremos, tenias razón necesitan de nuestra ayuda—decía preocupado Seiya mientras tomaba su naginata la cual tenía Kagome ya que la había tomado antes de salir del templo del Yin y Yan.
    Lo primero será acabar con todos los demonios menores, ya que sin ellos todos podríamos atacar a ese demonio que está luchando con el maestro Taiyokan, por ahora vamos a la aldea ahí podemos acabar con algunos demonios solo espero que Inuyasha, Miroku y Sesshomaru aguanten un poco más—dicho esto Kagome y Seiya se dirigieron a la aldea.
    ******************Kagome & Sesshomaru************************
    Al llegar cerca del campo de energía Kagome disparó una flecha envuelta con su poder para poder ayudar al maestro Leyasu y Uesugi, al sentir ese gran poder todos dejaron de pelear y Alcot se dirigió hacia donde estaba Kagome, los demonios que fueron arrasados por la flecha de Kagome tardaban en regenerarse y otros simplemente dejaron de existir.
    ¿Kagome que diablos haces aquí?, no te dijimos que no podías estar en esta batalla, será mejor que te vallas ahora mismo—gritó el maestro Leyasu.
    Lo siento pero no puedo obedecerlos, no quiero que ustedes mueran—Kagome se acercó al campo de energía y está hizo que se desvaneciera, Kaede cayó desmayada ya que había ocupado mucho energía, Kagome se acercó a ella la tomo en sus brazos y le susurró al oído—descansa ahora me toca a mi proteger a esta aldea— le dio un beso en la frente y la dejó en el piso, al verla Sango se hecho a sus brazos.
    Kagome no puedo creer que seas tú, por favor dime que no nos dejarás otra vez—Sango estaba muy feliz de ver a su amiga pero se percató de que ya no había ningún campo que los protegiera
    Me da gusto verte de nuevo Sango, ahora quédate al lado de tus hijos y de Shippo y no le digas nada a Inuyasha de lo que haz visto—Kagome levantó una nueva barrera sin mucho esfuerzo y salió de ella tan rápido que Sango no pudo decirle nada más.
    Kagome más vale que te marches ahora—decía el maestro Uesagi.
    No creo que me dejen ir—decía Kagome cuando vio llegar al demonio con armadura negra.
    Mira a quien tenemos aquí, tu debes ser Kagome o mejor dicho la guardiana de la luz del otro mundo, déjame presentarme, yo soy uno de los cuatro dioses del inframundo y mi nombre es Alcot, me da gusto ser yo el que te lleve al infierno, para que mi señor obtenga lo que quiere—decía Alcot el cual estaba muy impresionado por el poder que había expulsado esa mujer.
    NO creo que me interese tu nombre pero si me interesa que te marches de esta aldea—decía Kagome muy seria y decidida a luchar contra ese demonio.
    Veo que confías mucho en ti, pero debo decirte que no podrás hacerme ni un rasguño, los otros dioses no han podido dañarme, y no creo que una mujer con tan poco entrenamiento pueda tan siquiera hacer que luche con todas mis fuerzas—decía burlonamente Alcot.
    Bueno eso lo veremos, pero antes debo acabar con tu ejército—Kagome lanzó otra flecha hacia donde estaban los demonios y otra por donde estaban Inuyasha y lo demás peleando.
    Alcot se abalanzó contra Kagome y trató de herirla con su espada, lo cual no pudo hacer ya que ella sacó un espada y contra atacó.
    Vaya que eres fuerte, pero esa espada se romperá antes de que puedas llegar a herirme—decía Alcot mientras lanzaba un rayo color rojo con sus espada.
    Ya lo veremos—decía Kagome mientras esquivaba ese ataque, ella sabía que efectivamente una espada común y corriente no la ayudaría mucho, ahora solo esperaba que pronto Totosai tuviera lista su espada en el lapso de 3 meses aunque le gustaría tenerla ahora mismo para pelear contra Alcot.
    La batalla había comenzado los monjes Yamabushi fueron interceptado por los demonios que Kagome no pudo destruir, pero por lo menos ahora eran menos y podían luchar contra ellos sin tanta desventaja, en cuanto a Inuyasha, Sesshomaru y Miroku, solo vieron un haz de luz que logró destruir a la mayoría de los demonios y los otros quedaron muy heridos que les fue fácil derrotarlos, pero Inuyasha al ver tal evento solo pudo decir un nombre.
    ¿Kikio?
    Continuara……………………………
     
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    orkus

    orkus Iniciado

    Tauro
    Miembro desde:
    1 Enero 2013
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    me encanta,una idea me surgio al leer como sesshomaru se preocpa,porke no lo colocas una profesia de el poder mas grande el amor . en donde kaome aumenta su poder gracias al apoyo de su amado logrando bencer a lucifer,pero no sin antes de ke el la marke como su mujer,esposa,etc.no sin antes de que tengan barios encuentros en donde su amor o atraccion se refuerse en esos tres meses puede pasar mucho
    pero ke sea sorprendente .
    ademas por que al final no mandas a esta parejita ala epoca de kaome y aces ke estos vivan ay podrias comensar otra nueva historia.modernisada
    pero sea lo que sea me encantara de eso estoy segura,demi parte si pudieras subir un capitulo por semana me encantaria,y si existiera un dibujante(caricaturista)ke pudiera plasmar tu historia esaria super.
    tu historia me encanta me fasina soy tu fan,deberdad bale la pena, cada palabra. nunca pense ke esta parejita me gustaria tanto mas por lo del final de inuyashadonde kagome le dice adios cuñado a sesshomaru,si desidieran continur la seerie esta continacion seria perfecta.
     
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    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
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    hola!!!!gracias por avisarme de la conti
    bueno creo que aqui me han quitado las palabras de la boca este orkus-san la verdad estoy de acuerdo con casi todo lo que dice.

    la verdad vale la pena esperar la conti sobre todo por que los capitulo son larrrrgosss weee pero como es posible que inuyasha confundiera a kagome con kikyo. Esta bien que sus poderes espirituales se parescan pero no tanto bueno ese es lo que yo pienso no me hagas muchoc caso

    te mando mi fuerza para que sigas escra que supibiendo como lo haces y a que subas el proximo capitulo lo mas pronto posible me has dejado en suspenso con ese final

    kiss
     
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  17.  
    Natascha

    Natascha Iniciado

    Escorpión
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    Pluma de
    Escritora
    Esta buenisimo!!! me encanta como escribes, porfa siguela
    Y el tonto y sexy Inuyasha confundió a Kagome con Kikyo porfavor!!!!!
    para el siguiente capitulo podrias poner como inuyasha nuevamente piensa solo en kikyo y que sesshomaru se da cuenta de lo poderosa y linda que es kagome :D
    " los demonios menores contra los que luchaban miroku Inuyasha y Sesshomaru vieron como otra flecha sagrada pasaba purificando casi todo a su paso, los chicos (inuyasha, miroku y sesshomaru) vieron agradecidos esa flecha que llegaba a ayudarlos, pero solo uno de ellos sabia quien era la dueña de ese poder" (y obviamente ese uno se supone que es el ultra mega sexy Sesshomaru XD

    porfa porfa avisame cuando subas el siguiente capitulo
     
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  18.  
    BrendaAQO

    BrendaAQO Iniciado

    Virgo
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    Estoy de acuerdo con orkus la idea que propone es muy buena, seria muy entretenida de leer, apenas leí tu historia y me parece que tienes mucha creatividad eres muy buena escribiendo la verdad es que me gustaría que pronto estuviera la conti,
    en lo personal me gustaria que a Sesshomaru sintiera celos cuando ve a Kagome con Seiya :)
    Es de lo mejor que he leído, te felicito sigue así !!!
     
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  19.  
    VANEZITHA

    VANEZITHA Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    22 Abril 2010
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    aiii que tonto jamas se saca ese nombre de la boca???:mad:
    acaso cree que solo ella puede ser poderosa!??
    aii dios mio.. ayuda a Inuyasha mandale un parde neuronas:rolleyes:
    porfabor....
    y ayuda a Sesshomaru para que pronto se acerque a Kagome
    ya quiero ver un asecamiento entre ello... ;)
    Escribe pronto Att: VANEZITHA <3
     
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  20.  
    anamaria

    anamaria Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    8 Febrero 2012
    Mensajes:
    65
    Pluma de
    Escritora
    Hola e encontrado tu historia y me a encantado
    Se nota que a lo largo de la narración has aprendido a usar los guiones....Cosa que ayuda mucho a la hora de leer.
    Bueno la forma de narrar muy buena, solo pequeños inconvenientes que leyendo tu escrito podrás solucionarlos.
    La trama me encanta, la verdad nunca vi una historia con este trama y su desarrollo, me gusto mucho.
    Ojala que cosas inesperadas puedan pasar y seguir llenándonos de intriga como la has echo hasta ahora.
    Ahora una pregunta:
    Si Sesshomaru se queda con Ahome eso quiere decir que ¿puede que Kikyo vuelva a la vida para estar con Inuyasha o no?
    O que pasara con el sufrirá??
    y como es eso de que Sesshomaru tendrá un hijo con la Guardiana de la Luz, esa parte me gusto..pero ojala que viva Kagome así comparte su vida con el :)
    Bueno espero la conti besos y exitos
     
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