Por esa mirada de plata

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Fushimi Natsu, 12 Mayo 2012.

?

Y bien? Qué les ha parecido hasta ahora?

Poll closed 19 Mayo 2012.
  1. Muy interesante, estaré esperando la continuación =D

    66.7%
  2. No ha estado mal

    33.3%
  3. Honestamente me aburrió

    0 voto(s)
    0.0%
  4. Haznos un favor y regresa al foro de FMA!!

    0 voto(s)
    0.0%
Se permite votar por más de una opción.
  1.  
    Fushimi Natsu

    Fushimi Natsu Fanático

    Leo
    Miembro desde:
    19 Diciembre 2011
    Mensajes:
    1,009
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Por esa mirada de plata
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    746
    Por esa mirada de plata


    Capítulo 1: Accidente.


    Y pensar que, hacía unas horas atrás, había considerado este día como uno de los mejores de mi vida.

    Me había levantado de muy buen humor por la mañana, a pesar de que era lunes y que debía de ir a la escuela. Cuando bajé a la cocina me encontré a mamá preparando el desayuno y decidí ayudarla un poco antes de que Sebas llegara a toda velocidad y me arrastrara hasta la mesa en donde sus carpetas y libros nos esperaban. Una vez más, había olvidado hacer su tarea.

    Mientras hacíamos uso de todas nuestras neuronas para resolver los ejercicios ―la matemática nunca se me había dado bien―, mamá comenzó a servir el desayuno. Poco después apareció nuestro padre, bastante apurado. Liquidó su café negro de un trago y nos saludó de manera apresurada a cada uno. A mí, en especial, me dirigió una amplia y divertida sonrisa al verme ya despierta.

    ―Tampoco es para tanto ―le había dicho mientras fingía molestia.

    ―Son las siete y cuarto de la mañana. Créeme que sí lo es. ―Fue su respuesta, seguida por las carcajadas de mi familia y a las que con gusto me uní.

    Tan diferente me parecía ahora ese momento. Y, exactamente, sólo habían transcurrido unas tres horas.


    La sala donde debíamos esperar se hallaba repleta. Mirases por donde quisieses en aquella habitación gris, sólo encontrabas rostros angustiados y cansados. Poco fue lo que pudimos averiguar del médico que nos trajo hasta aquí, antes de que fuera absorbido por aquella masa de incertidumbre y tristeza que clamaban por sus respuestas.

    Mamá dijo que estaba bien, que no importaba. Después de todo, nuestro padre era un hombre fuerte y podría con la operación. En silencio me senté a su lado, disconforme y, hasta cierto punto, enfadada por su actitud. Me parecía algo insólito que estuviese tan calmada, casi despreocupada. Todo fue sólo por unos momentos ya que, cuando Sebas comenzó a sollozar, mamá lo tomó con cariño entre sus brazos, meciéndolo y susurrándole que todo saldría bien. Era obvio que también tenía miedo, pero estaba siendo valiente por nosotros. Espesas lágrimas se reunieron en mis ojos, amenazando con escapar en cualquier momento si no me tranquilizaba un poco. ¡Pero todo a mí alrededor era tan deprimente!

    Resolví distraerme con los patios del hospital que podían verse desde las ventanas. Pese a que el clima tenso y lúgubre era el mismo que en el interior, me hizo sentir un tanto más reconfortada el ver más color.

    Poco después apareció otro doctor, acompañado por una joven enfermera, solicitando hablar con mi madre en privado. Ella nos dirigió una sonrisa de aliento antes de salir, pero sus ojos ya no brillaban como antes.


    Diez minutos después, mamá regresó y le agradeció a la enfermera que se había quedado haciéndonos compañía. La gentil mujer le dijo que estaba bien, que mi hermano y yo éramos unos ángeles y varias cosas más. Una charla sin sentido que tan sólo hacían demorar las noticias que el médico había traído. Ya estaba por gritar cuando Sebas fue quien formuló la tan ansiada pregunta. Esa tan temida y, a la vez, tan necesitada.

    ―Niños ―comenzó mamá, arrodillándose frente a nosotros para quedar a nuestra altura. Sus pequeñas manos en nuestros hombros para transmitirnos seguridad y mantener también el equilibrio―, deben ser fuertes…

    Y no lo resistí; salí corriendo de aquella maldita sala de espera. Mientras huía de allí, un único pensamiento cruzaba por mi mente: cambiar el nombre de aquel lugar que, en vez de ser una sala de espera, era completamente una “sala de tormento”. Atrás quedaban los llamados de mi madre, las lágrimas de Sebas, el denso tictac del reloj, el aura deprimente de todos los que esperaban aún. Yo sólo quería escapar de ese sofocante ambiente y llorar tranquilamente mis propios miedos.

    Vagué sin rumbo por el hospital hasta que me di cuenta de que me encontraba en el jardín que tanto había estado observando minutos atrás. No había nadie allí, seguramente por el frío viento que se había alzado. Mientras subía un poco más el cierre de mi chaqueta, me senté de espaldas a un pequeño arce, observando las nubes que cruzaban con ligereza el pálido cielo.

    ―Sala de tormento ―repetí a la nada, mis lágrimas haciendo su camino por mis frías mejillas―. Es un buen nombre.

    ―Extraño gusto tienes, señorita.
     
    Última edición: 15 Enero 2016
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Niné.

    Niné. .

    Virgo
    Miembro desde:
    4 Diciembre 2011
    Mensajes:
    887
    Pluma de
    Escritora
    ¡Hola! Bueno, pues ahora que medio tengo tiempo, quiero al menos comentar algunas historias.

    Jo, ese tipo de letra me confunde, no puedo distinguir cuando la i lleva acento. Dx


    Te comiste una palabra. (En realidad, fueron varias)



    Jijiji, ¿no crees que quedaría mejor así?: Ese momento me parecía tan diferente ahora


    Lo de la coma: Bueno, yo pondría coma después de punto, después de todo la madre sólo terminó la frase.

    Tienes fallas en los guiones, por ejemplo:
    Al no ser algo como "dijo" y sus derivados, va con mayúscula. Además de que, te faltó "esa fue su respuesta", pero sigue el mismo caso de lo de las mayúsculas.

    Separa en párrafos, y deja espacio entre diálogo y diálogo; aunque no lo parezca causa otro efecto en el lector.


    Ahora, la historia.

    El principio, me aburrió. Pensé que sería la típica mañana y todo eso, por suerte seguí leyendo, pues dio un giro de 180° Aunque aun así, se lee un tanto masticado.

    Esto no es más que una opinión personal, pero me hubiera gustado ver más brillo en el recuerdo del principio, esa añoranza.
    Y en el clímax, más dolor, esa sensación de pérdida y sufriemiento, no sé. Sinceramente, no me hizo sentir mucho.

    El final, bueno pues otro giro. Es algo confuso, por lo que dice la voz misteriosa (?, que yo supongo que será un hombre. No entiendo, crea cierto suspenso y misterio, pero también deja la palabra en la boca, cosa que al menos no es muy de mí agrado. Espero descubrir a que se refiere en el próximo capítulo.

    Presentaste bien la historia Linda, sé que habrá romance, drama, hasta tragedia, y eso es justo lo que hay que aclarar en la introducción. :3

    En fin, me gustó, y a pesar de los errores, tienes buenas ortografía y narración. C:

    Saludos~ :D <3
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  3.  
    houndoom

    houndoom Usuario común

    Virgo
    Miembro desde:
    9 Febrero 2011
    Mensajes:
    204
    Pluma de
    Escritora
    Esta muy bueno, un poco corto pero bueno, tus errores ya los dijieron arriba aunque yo no los note del todo. Gracias por avisarme y por lo que veo es mas de un capitulo, pues espero con ansias el proximo.
    Sludos y sigue asi igual si escribes uno de FMa avisame y aver si yo me animo a escribir uno.
    Saludos nos vemos espero que pronto.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    Innocence

    Innocence Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    21 Diciembre 2011
    Mensajes:
    81
    Pluma de
    Escritora
    Bueno ya veo que te han marcado algunos errores, pero la verdad es que no he prestado demasiada atención a eso. El primer capítulo te deja deseosa de más, por lo menos me tranquiliza saber que se trata de un romance y no de un drama, como has dicho antes. La verdad es que tengo ganas de leer algo romanticón jeje espero que me calme tu historia. Al ser el primer capítulo no tengo mucho más que decir.
    Avísame de la conti!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
    Miembro desde:
    4 Mayo 2010
    Mensajes:
    1,177
    Pluma de
    Escritora
    La verdad a mí me llamó la atención. Tal vez porque ya estaba deseosa de leer una historia romántica larga o porque la primera frase da un toque de misterio en el que se ve que la vida de la protagonista cambia cuando se lee que hacia pocas horas que su mañana era una de las más felices y al leer el inicio se ve que así es; sin embargo, conforme una se adentra poco a poco al relato se descubre que una terrible verdad llegaba a su vida, haciendo pedazos cada sueño y esperanza de un futuro al lado de su padre…

    Ah, bueno, eso no se describe totalmente en el capítulo, pero me dio una sensación de que eso era. Si me equivoco por favor, perdóname. En fin, me parece que puede desarrollarse bien la historia. Eso si, quizás puedas ponerle mas sentimiento, como ya se te aconsejó, o narrativa que ésta hizo algo de falta. Pero personalmente, esperaré ansiosa la continuación y algo que me agradó bastante fue el hecho de que hicieras un capítulo corto. Me gustan mas estos, me resultan más fáciles de leer, jejeje.

    Sigue esforzándote. Hasta otra.

    P.D. Mister Moustache, es increíble. Yo no noté ni un sólo error. Oh, tengo tanto que aprender. Y es que me fijo en los superficiales únicamente.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    Fushimi Natsu

    Fushimi Natsu Fanático

    Leo
    Miembro desde:
    19 Diciembre 2011
    Mensajes:
    1,009
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Por esa mirada de plata
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    753
    Capítulo 2: Ojos grises, parte uno.


    Me sobresalté tremendamente al escuchar una respuesta y, un poco más, al toparme cara a cara con un par de ojos grises como la plata, observándome con cierta preocupación. No pude evitar sonrojarme un poco por ello mientras limpiaba mi rostro con la manga de mi chaqueta, borrando así todo rastro de agua salada en él. No me apetecía que un extraño, por muy gentil que pudieran ser sus intenciones, me viera llorar.


    ―Mamá… Papá se pondrá bien, ¿verdad?

    La mujer, que hasta esos momentos había estado contemplando el viejo y vacío florero con cierta nostalgia sobre la mesa, apartó la vista para posarla en su pequeño hijo. La nueva habitación en donde se encontraban era más pequeña, pero igual o más gris y lúgubre que la anterior. Era como si el clima tenso, característico del hospital, se impregnara en ellos mientras más tiempo permanecían allí, lo cual no era nada bueno teniendo en cuenta las buenas noticias.

    ―Por supuesto que sí, cariño ―afirmó risueñamente, tratando de alegrar el ambiente del lugar mientras revolvía con cariño los cabellos castaños de su muchachito hasta sacarle una ligera sonrisa―. Ya oíste al doctor. Papá sólo necesita descansar.

    Sebastián sonrió más ampliamente, satisfecho con las palabras que lo llenaban de tranquilidad. Sólo era cuestión de tiempo para que el hombre que reposaba en esa cama frente a él, conectado a varios aparatos que velaban con meticulosidad todos sus signos vitales, regresara con ellos a casa. Hasta ese entonces, Sebas se prometió permanecer a su lado las horas que fueran necesarias, sin importar si obtenía el permiso para ello o no.

    ―Enseguida regreso ―le avisó la madre, cargando consigo el viejo florero―. Veré si puedo hacer algo con esto. Unas cuantas flores no le vendría mal.

    El chico asintió en silencio, sin apartar la vista de su padre. La puerta de madera ya comenzaba a cerrarse cuando una inquietud lo asaltó.

    ―¡Mamá! ―la llamó nuevamente, saliendo tras ella―. ¿Tú crees que mi hermana esté bien?

    Pero antes de que pudiera llegar a obtener una respuesta, oyeron un fuerte grito de incredulidad proveniente de alguna parte del exterior del hospital. No necesitaron nada más para intuir de quién se trataba.

    ―¿Sabes, cariño? Yo creo que se encuentra bien.


    ―¿Qué? ―exclamé o, mejor dicho, grité en medio de aquel parque.

    ―Aunque estemos afuera, no significa que puedes andar gritando a los cuatro vientos. Recuerda que seguimos en un hospital y que los internados aquí necesitan descansar tranquilos.

    No podía creerlo. ¿Acaso él me estaba regañando? ¡Pero cómo se atrevía si él era un completo desvergonzado! ¿De qué otra forma esperaba que reaccionara?

    Decidí que lo mejor sería calmarme un poco. Y no porque él me lo hubiera dicho, si no por mi propia voluntad. Debía de cuidad de mi salud y más en estos momentos, evitando las rabietas pese a que tenía al responsable de las mismas a treinta centímetros de distancia. Sí, lo mejor sería calmarme.

    ―Veo que ya estás mejor. ―Fue su inteligente observación tras unos breves segundos―. ¿Y bien? ¿Por qué estás aquí?

    Respiré hondamente por sexta vez consecutiva antes de responderle.

    ―Qué te importa ―le espeté secamente. No era lo que esperaba decir, pero tampoco me importó. Se lo merecía por bocón.

    Sí, lo sé. Debería aprender a manejar mi mal carácter.

    ―Creo que me lo merezco ―rió con calma, sorprendiéndome por tercera vez en ese día―. Eres una chica ruda, ¿eh? ―Su comentario sólo sirvió para acrecentar las terribles ganas que tenía de mandarlo a volar de una patada mientras mis mejillas se coloreaban de un odioso tinte carmín―. Pero en serio ―continuó, recobrando la seriedad con la que hablaba―, si necesitas desahogarte puedes contar conmigo.

    No sabía exactamente a qué se debía: si a la firmeza de sus recientes palabras, la sinceridad con que sus ojos grises brillaban, la tranquilidad y el humor con que actuaba o al suave viento que hacía danzar ligeramente mechones de su cabello azabache junto al dichoso rayo de sol que caía cálido y perezoso sobre su rostro. Sólo sabía que estando a su lado me sentía segura al mismo tiempo que mi corazón comenzaba a latir con premura.

    ―¿Y po-por qué debería… contarle mis problemas a un… desconocido? ―tartamudeé patéticamente para terminar en un pequeño susurro. Me sentía tan avergonzada que no me atrevía a mirarlo a la cara.

    ―¡Pero qué modales los míos! Mi nombre es Rick, mucho gusto.

    Y extendió su mano derecha hacia mí.
     
    Última edición: 15 Enero 2016
    • Me gusta Me gusta x 3
  7.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
    Miembro desde:
    4 Mayo 2010
    Mensajes:
    1,177
    Pluma de
    Escritora
    Jajaja, tienes razon, aqui hubo un poco de comedia, pero no por eso el capitulo esta mal. A decir verdad, una buena historia debe tener de todo. Me parecio interesante la manera en como Rick y ella se conocen. A primera vista el parece un buen chico, pero estoy con ella: sigue siendo un desconocido y por lo tanto las precausiones deben exisitir.

    Ahora bien, debo admitir que me senti una tonta cuando lei que nada malo le habia pasado al padre, jejeje. Crei que estaba en estado terminal XD Eso me pasa por hacer conjeturas precipitadas sin antes conocer por completo los hechos; no obstante, me gusto el giro que le diste. Estoy segura de que la mayoria no se esperaba tan buenas noticias y eso hace a la historia mas apetecible de leer porque no es predecible o no tanto.

    Errores, no soy buena notandolos, asi que de eso no me encargo yo, pero si tomaste en cuenta los consejos que se te dieron antes, llegaras lejos. Sigue esforzandote.

    Hasta otra.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    Temarii Juuzou

    Temarii Juuzou Maestre

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Agosto 2011
    Mensajes:
    3,072
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Gracias x avisar y disculpa la tardanza
    La verdad, eres buena narradora y tu histoia me gusto, el trama es muy bueno y la continuacion fue genial, espero me sigas avisando de más historias tuyas n_n
    No vi ningunas faltas, simplemente cuida los acentos, puntos y comas y, segun me quedo claro, se separan los signos con los guiones, no estoy segura.
    Bueno, espero sigamonos leeyendo
    Bss
    Te kiere
    Tema-Ch@n
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  9.  
    Niné.

    Niné. .

    Virgo
    Miembro desde:
    4 Diciembre 2011
    Mensajes:
    887
    Pluma de
    Escritora
    Hola :D

    ¡Mejoraste en gran medida! <3 Apenas y pude captar errores:

    Lo que más noté fueron los signos de puntuación y el uso del guión largo.
    Bueno, te daré un ejemplo de lo segundo:

    Y uno del primero:
    Sin la coma correspondiente, la oración cobra totalmente oro significado. Sin coma, tal pareciera que está diciendo "mamá y papá"; pero ese no es el caso hasta donde sé, lo que en realidad quieres decir es que el niño le pregunta a la madre por su padre.

    Lo añadió, es decir que sólo terminó la frase, por lo que no le veo sentido a que vaya en mayúsculas. Lo de azul, me parece algo innecesario. Px Los demás problemitas son parecidos. Aquí hay un manual sobre el guión largo o raya, que me agrada mucho, siempre que tengo una duda recurro a él.

    La trama en cierta forma me atrapa, no sé bien si se debe a la buena narración, a que amo leer historias cómicas-románticas; tal vez ambas. x3 Digo esto porque en sí, no ha pasado nada de otro mundo hasta ahora.

    El final..., no me convenció. Creo que cortaste el capítulo de una forma no favoreciente en mi opinión, pues no me dejó con ganas de más.

    Y por cierto, si vas a cambiar de estilo de narración, estaría mejor que explícitamente lo dijeras, los esos circulitos simpáticos no bastan; debo admitir que me perdí en esa parte.

    Saludos~
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  10.  
    Fushimi Natsu

    Fushimi Natsu Fanático

    Leo
    Miembro desde:
    19 Diciembre 2011
    Mensajes:
    1,009
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Por esa mirada de plata
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1091
    Capítulo 3: Ojos grises, parte dos.


    Mantuve mi mirada fija en él por unos largos segundos notando, extrañamente satisfecha, leves signos de nerviosismo en su rostro antes de que la situación pudiera más sobre mí y terminara sin remordimiento alguno expresando una larga y sonora carcajada. Poco me importaba en realidad que los que pasasen por allí me creyesen una desquiciada, lo que me valía en esos momentos eran esos bonitos orbes grisáceos reflejando confusión. No obstante, y pese a lo que yo suponía ―acertadamente― que todo su ser clamaba por una explicación, aguardó pacientemente hasta que mi repentino brote de risa cesó.

    ―¿Te sientes…?

    ―¿Por qué actúas así? ―lo interrumpí, sabiendo de antemano cuáles serían sus cuestiones respecto a mi cordura―. No tengo nada en contra del respeto y la cordialidad, ¡pero vamos! Debemos de tener como la misma edad, ¿no crees que estás siendo demasiado formal?

    ―Tal vez el problema sea que tú eres demasiado malhablada ―respondió simplemente, encogiéndose de hombros como si le restase importancia a mis anteriores palabras―, o que te tomas todo con excesiva ligereza para luego remediarlo actuando a la defensiva y atacando ante la menor brecha.

    Me mordí la lengua en silencio, luchando porque en mi rostro no se reflejase ningún tipo de emoción y, menos aún, cuando había dado justo en el clavo. Lo bueno de todo esto es que había hallado una fibra sensible que podía usar a mi favor a posteriori, pese a que él contaba con muchas más mías en mi contra.

    ―Quizás ―acordé indiferentemente y con una pequeña media sonrisa a juego―. Pero, en todo caso, fuiste tú quien decidió acercarse a una malhablada como yo en primer lugar.

    ―¿Nunca te han dicho que las apariencias engañan?

    Repentinamente, el ambiente alegre y relajado del que había estado disfrutando hasta ese entonces pareció desvanecerse con el soplo impasible del viento helado. Era como si egoístamente tratara de llevarse la misteriosa calma que había encontrado junto a ese muchacho tras los eventos que había padecido el día de hoy.

    Aunque, si era sincera conmigo misma, sabía que la causa de este cambio de su actitud era enteramente por mi culpa.

    Rick suspiró luego de unos instantes y lentamente comenzó a incorporarse, limpiándose el polvo que sus prendas claras habían acumulado al sentarse en la tierra. Fue precisamente en ese momento que me di cuenta de lo que vestía. No era nada más ni menos que el típico conjunto de un paciente hospitalizado.

    ―Tú también estás internado aquí ―susurré en voz baja, pero con el tono suficientemente alto como para que me escuchase y se detuviera. Ahora comprendía algunas cosas.

    ―¿Y me dirás que recién te das cuenta de ello? ―preguntó con sorna, girándose lo suficiente para centrar nuevamente su mirada en mí―. No me sorprende que seas tan…

    ―¡Idiota! ―exclamé, ignorando las lágrimas que comenzaban a arremolinarse en mis ojos, nublándolos―. Estando enfermo, ¿cómo se te ocurre andar por ahí paseándote con este clima?

    ―No es de vital importancia.

    ―¿No es de vital…? ¿Estás de broma o qué? ―le inquirí, sumamente enfadada mientras me apresuraba por levantarme y tomarlo del brazo. No permitiría que se me escapara, no ahora―. Si estás aquí, ha de ser por una buena razón.

    ―Créeme que no es nada importante.

    ―Entonces, ¿por qué viste así? O, más importante aún, ¿por qué estás aquí?

    ―No es de tu incumbencia ..masculló lentamente, zafándose con brusquedad de mi agarre.

    Su reacción nos sorprendió a los dos y ―por quién sabe cuántos segundos― ninguno atinó a decir nada. La poca calidez que nos acompañaba, desapareció junto al sol tras las oscuras nubes.

    ―Lo siento.

    ―No, tú discúlpame a mí. Sé que nada justifica mi acción, pero…

    ―¿Ya lo ves? Te lo tomas todo muy a pecho, Rick ―lo acallé, regalándole una sincera sonrisa para asegurarle que todo estaba bien.

    Él me devolvió el gesto, despeinando sus cabellos con la mano izquierda mientras la otra descansaba en los bolsillos del pantalón. Sabía que le reconfortaba, tanto como a mí, que el breve momento de tensión se disipara tan rápido como llegó.

    Rick suspiró hondamente antes de concentrar su atención sobre mi persona. Sus ojos grises habían adquirido un sutil brillo de calidez que me hicieron sonrojar.

    ―¿Qué es? ―le demandé, nivelando el tono de mi voz mientras luchaba contra el nerviosismo.

    ―Nada, es sólo que… Es reconfortante saber que le preocupas a alguien, aunque éste sea un desconocido. ―Ya estaba a punto de pedirle una explicación cuando se me adelantó―. Es mejor que vuelvas, deben estar esperándote.

    ―Pero…

    ―Cuando te vi sentada aquí, inmediatamente tuve la certeza de que algo grave te había ocurrido y fue eso lo que me empujó a acercarme hasta ti. Sinceramente no me cuestioné las razones para hacerlo, simplemente me dejé llevar por esa sensación de necesitar brindarte mi ayuda aunque ni siquiera nos conociéramos. Sin embargo, me demostraste (con tu cuestionable personalidad) la fortaleza que tienes para guardar tu dolor, incluso a dejarlo en segundo plano para preocuparte por los demás.

    Sin dejar de observarme en ninguna ocasión, se detuvo para sonreírme. Yo no sabía qué responder ante sus palabras ni cómo tomarme todo aquello de las sensaciones y certezas que le representaban mi actuar. Exactamente igual que lo que a mí me sucedía con él.

    ―Hay alguien que debe de estar ansioso por verte allí ―continuó, señalando hacia el hospital―. Ve, no lo hagas esperar más.

    Y, tras pronunciar esas palabras, se me acercó. Él era unos pocos centímetros más alto que yo, pero fácilmente podíamos mirarnos a los ojos, un hecho que estaba acrecentando mi ritmo cardíaco.

    ―Nos vemos. ―Fue lo último que dijo antes de marcharse, sin volver a mirar atrás.

    Desconozco cuánto tiempo fue el que permanecí parada allí, con la vista perdida en algún punto del cielo ahora gris, recapacitando cada palabra. Rick tenía razón y, pese a lo mucho que me hubiese gustado continuar a su lado hasta enterarme de su situación e intentar ayudarlo, yo debía volver junto a mi familia. Después de todo, todavía desconocía el estado de mi padre y, fueran buenas o malas noticias, lo mejor era averiguarlo más temprano que tarde.

    Lentamente comencé a andar, preguntándome en silencio si volvería a verlo y cayendo en la cuenta de que nunca le dije mi nombre. Sonreí. Indudablemente debía encontrarme nuevamente con él, para darle las gracias por su apoyo, para presentarme como correspondía y para poder volver a contemplar esos hermosos ojos grises que hacían temblar mi corazón de la emoción.
     
    Última edición: 15 Enero 2016
  11.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
    Miembro desde:
    4 Mayo 2010
    Mensajes:
    1,177
    Pluma de
    Escritora
    Hm, ha pasado tiempo desde que esta historia se actualizó, es verdad, mas me alegra saber que no te olvidaste de ella, eso es bueno. Bien, con respecto a la actitud diferente que dijiste que la protagonista presentaría, la verdad no noté algún cambio concreto, no sé si porque me desfamiliaricé con ella o mis habilidades perceptivas son malas, en fin, sí noté que tanto ella como Rick se pusieron muy a la defensiva y ese fue un momneto, a mi parecer, divertido. Yo sigo en la incógnita del nombre de ella porque no los haz puesto, ¿verdad? ¿O lo hiciste y no lo recuerdo? No, no, ya repasé la historia y no lo hiciste. Sí, el párrafo final me recordó que tampoco sé como se llama.

    Y bueno, en general la historia va my bien, las palabras de Rick han tenido un efecto en ella lo suficientemente bueno como para querer agradecérselo y parece que él es más misterioso de lo que aparenta, aunque sé que esto apenas está desarrollándose porque aún no encuentro un trama exacto, lo que también podría decir que estás esforzándote por no hacer una historia predecible, muy bien; así que no tengo más que decir que esperaré ansiosa la continuación. Con respecto a la ortografía, no es mi especialidad por lo que no vi mucho pues la llevas muy bien, así como la narrativa, sólo observé un par de equivocaciones de dedo:

    Es vital. Y:

    Aquí usas el ves de ver, no el vez de ocasión. Mínimos fallos que a cualquiera le pasa, sobre todo a mí.

    Bien, espero el siguiente capítulo despidiéndome y deseándote lo mejor.

    Hasta otra.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso