Midori, la cuna de los asesinos

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Genji1, 30 Marzo 2013.

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    Genji1

    Genji1 Iniciado

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    Título:
    Midori, la cuna de los asesinos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    380
    Aclaración: Quiero agregar antes que nada que "Midori" es la capital de un país inventado (en un mundo inventado del que tengo un mapa improvisado). Los años que pongo son después de la fundación de un reino (Voute) del cual solo haré mención en la introducción (esta historia no esta relacionada con Voute ni con los otros países de ese mundo, se centra solamente en Blason) y no están colocados al azar, todo fue calculado con tiempo y sucesos que no explicaré aquí.

    D.F.V. o D.V.: Después de la Fundación de Voute (Fue un suceso muy importante aunque no lo parezca)

    Lo que ponga en cursiva en medio de un dialogo puede significar dos cosas: Un susurro o un pensamiento. De todas formas lo aclararé.

    Introducción

    Blasón fue un país problemático desde sus inicios. Según la historia, fue el causante de la desaparición del reino Voute en el año 359, fue la sede de muchas bandas de asesinos y ladrones de la edad Media y Moderna de este mundo e inicio dos guerras sin sentido contra Ransem y Tiel.

    Al final de la segunda guerra en el año 968, Blason comenzó a tornarse pacifico. Sin embargo, aun tenia conflictos en su interior que debían ser solucionados a la brevedad. Luego de muchos años, este país logró salir de su inmundicia y camino junto a sus vecinos con neutralidad.

    Hoy, 35 años después de que Blason sea derrotado, las ciudades comenzaron a tener serios problemas de seguridad. Su capital, Midori, ha sido la mas afectada, pues tuvo casos de asesinatos cada vez con mas frecuencia. Jamas se supo las razones de esta repentina aparición de asesinos, pero en ese momento cualquier detective era mas que bienvenido en las investigaciones. Los asesinatos tenían cada vez menos sentido, hasta el punto en el que aparecieron una gran cantidad de asesinos seriales en masa.

    Mark Fender fue uno de los detectives de aquella época. En su momento, fue uno de los mejores. Ahora ha cambiado de oficio y se encuentra cumpliendo uno de sus mas grandes sueños. Pero esta historia no se trata de lo que hace ahora, sino de lo que hizo desde que comenzó su carrera de detective hasta que renuncio inesperadamente luego de un caso extremadamente complicado.
     
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    Genji1

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    Midori, la cuna de los asesinos
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    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
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    3628
    Capitulo 1: El violinista

    Parte 1

    Las luces en el teatro empezaron a disminuir de a poco. El publico comenzó a callar mientras el director de la orquesta se ponía en posición. El telón comenzó a abrirse lentamente y un leve movimiento de muñeca les dio señal a los violinistas para que comiencen. Los otros instrumentos se sumaron de a poco.

    En mitad del concierto, uno de los violines había fallado en una nota, a lo que se corrigió instantáneamente. El hombre vestía un traje al igual que sus compañeros. Su cabello rojizo y brillante fue cubierto por una sombra por unos segundos. Ian Falk era un gran violinista que había estado en la orquesta durante varios años. El piano soltaba notas mudas. Los violinistas tocaban mas suavemente de lo habitual hasta que solo se escuchaba el violín de Ian. A pesar de haber fallado una sola nota en medio de muchos otros violinistas, una persona había puesto un ojo en Ian. Al terminar la sinfonía, el publico se levanto para aplaudir brutalmente hasta que todos los músicos se retiraron del escenario.

    Alguien: Mira lo que has hecho... arruinaste un concierto perfecto - Murmuro alguien.​

    Ian tomó sus cosas para dirigirse a una cita. Sacó un celular de su saco marrón y marco ágilmente a su pareja para citarla a un restaurante en la zona Este de Midori.

    Ian: No seas tonta... ¿Acaso tengo que tener una razón para invitarte a un lugar como la gente? - Esperó una respuesta del otro lado del teléfono y luego comenzó a reírse levemente. - Ok... entonces te paso a buscar en 20 minutos...​

    Ian dejo de caminar. Una figura se interpuso en su camino y se quedo mirando de frente a esa persona que él ya conocía. Un hombre de apariencia oscura y borrosa aun. Usaba traje, al igual que él. Solo Ian pudo ver el rostro de esa persona antes de que suceda algo inesperado e inexplicable.

    Ian: ¿Que ocurre, anciano? - Bajó el celular con una sonrisa amistosa en su rostro.​

    Teléfono: Ian... ¿Que pasa?​

    Alguien: Arruinaste... un concierto... perfecto... - Dijo con una voz sombría y entrecortada.​

    Ian: ¿Q-que? - Se pregunto sorprendido.​

    El hombre se abalanzo contra Ian y le agarro la boca con su mano izquierda, dejando cuello al aire por unos momentos. De su manga derecha sacó un cuchillo. Ian abrio los ojos desesperado e intento luchar, sin embargo, el asesino fue demasiado rápido en su labor. En pocos segundos le había hecho un tajo en la garganta.

    Ian cayó al suelo. Solo podía sostenerse la garganta. El teléfono se había llenado de sangre y la voz de la mujer al otro lado se hacia cada vez mas desesperado al escuchar los quejidos silenciosos de la victima.

    Teléfono: ¿¡Ian!? ¡Ian, di algo!​

    La victima intentó decir algo pero solo se escuchaba como la sangre salia de su boca. Finalmente, Ian dejo de moverse. El asesino desapareció y el teléfono seguía encendido.

    Teléfono: ¡Ian! - La voz sonaba como el eco de un recuerdo.​

    El detective Mark Fender había sido asignado al caso de Ian. Era un novato aún, pero sabía lo suficiente como para resolver este primer caso que parecía sencillo. Tenía el cabello negro y desbaratado. Sus ojos marrones miraban con una inmadurez común en esa época, pero no común para su trabajo. No era bastante formal pero era inteligente, de hecho, uno de los más inteligentes de su clase. El rasgo que más llamaba la atención en su rostro era la cicatriz en la mejilla derecha. Llevaba una camisa azul y un saco gris abierto.

    A su lado caminaba su asistente, Mike Treck, un novato igual que Mark. Este llevaba una camisa blanca algo informal igual que su compañero. Su cabello le llegaba a la nuca y era blanco como la luz creada por los espectros de energía verde, azul y rojo. Ambos caminaban por los pasillos de la morgue hacia el cadáver de Ian, mientras discutían sobre las posibles pruebas hasta el momento.

    Mark: ¿Testigos?​

    Mike: Ninguno… solo una llamada telefónica… - Dijo revisando los papeles que tenia en sus manos.​

    Mark: Por favor… es mi primer caso, Mike, y no quiero que se pierda ningún dato… ¿El laboratorio tiene algo?​

    Mike: No… creo que solo están para limpiar esos desastres.​

    Mark: No importa, nos las arreglaremos sin ellos… ¿Qué hay del arma?​

    Mike: No hay nada, tal vez el asesino se la llevo.​

    Mark: Era un cuchillo… - Se acerca al cadáver con sus brazos cruzados. – No parece que haya algún golpe, el asesino no tardo demasiado en hacerlo…​

    Mike: ¿Qué crees que significa?​

    Mark: Aun no tengo idea… pero debió de ser muy rápido… o la victima no se resistió mucho. Tal vez conocía a su asesino… – Hizo una pausa. - ¿Con quien estaba hablando por teléfono?​

    Mike: … - Empieza a revolver los papeles que tenia en sus manos. - Lina Gauss… era su pareja.​

    Mark: Cíteme con ella. Debo reunir datos antes de que les pierda la pista. – Sonrió.​

    La mujer esperaba sentada y ansiosa al detective en la mesa de un bar. Una mujer de ojos brillosos color miel y cabello castaño claro recortado hasta los hombros vestida con una blusa naranja y un pantalón algo formal. Tendría unos 25 años. Lina sintió los labios resecos y pidió una bebida mientras el detective se disponía a llegar.

    Lina: … ¿Cuanto tiempo piensa tomarse ese hombre? Se supone que esa clase de persona no es tan impuntual… - Pensó. El detective llegó al lugar acordado sin apuros aun sabiendo que llegaba tarde. Al entrar observa que la única mujer solitaria es Lina, así que instintivamente se acerca a su mesa.​

    Mark: Lo lamento señorita… el trafico a esta hora es terrible. – Dice mientras se sienta.​

    Lina: ¿Cómo supo que era yo?​

    Mark: No hay que ser un genio. Usted esta sola y tiene un gran cartel de “Mataré a esa persona que me ha hecho esperar”. – La mujer lo mira impresionada mientras tomaba un sorbo de su bebida. – Además he visto su foto en el fichero… - La mujer le regala una sonrisa.​

    Lina: ¿Usted ha venido a interrogarme o a hacerme reír? – Dice sonriendo, cosa que no había hecho desde la muerte de Ian.​

    Mark: No soy bueno haciendo reír. ¿Qué tal si me dice acerca de aquella llamada? ¿Hay algo que le pareciera inusual?​

    Lina: La verdad no. Me había invitado a un restaurante por la zona Este...​

    Mark: Vaya… supongo que debían de hablar algo importante.​

    Lina: Uno de sus amigos me dijo que pensaba proponerme matrimonio. – Dijo con un brillo en sus ojos. Luego recordó que Ian, aun con sus intenciones, seguía muerto, lo que oscureció ese brillo. – Solo pensar en lo que quería hacer me pone feliz, pero a la vez me entristece recordar que murió.​

    Mark: Tenga. – Saca una caja negra de su bolsillo. – De todas maneras él quería dársela… y usted saco una buena deducción. Es un anillo de compromiso. – Ella toma la caja con su mano izquierda y lagrimea. – Hey… - Intenta animarla pero luego recuerda la razón por la que se reunieron. - ¿hay algo que él haya dicho repentinamente antes del silencio?​

    Lina: Él… le p-pregunto a alguien… “¿Qué ocurre, anciano?” – Dijo secándose los ojos. – Con esa voz en broma con la que hablaba siempre.​

    Mark: Ya tenemos algo… el asesino era mas grande que él… y lo conocía.​

    Lina: ¿C-como sabe que lo conocía? – Seguía secándose los ojos.​

    Mark: Uno no le habla en broma a un vago de la calle o a alguien que no conoce. A menos que sea un imbécil. Por lo que veo… - Señala la caja negra que contenía el anillo. – No, él no era ningún tonto. ¿Algo mas que haya escuchado?​

    Lina: … - Miró hacia el costado con una tapando mano su boca. – Una voz… muy sombría… casi callada pero clara.​

    Mark: ¿Qué dijo?​

    Lina: “Arruinaste… un concierto… perfecto.” - Dijo con la misma sincronía que aquel asesino. El detective intento comprender estas palabras pero no era el momento para hacer un esfuerzo terrible. ​

    Mark: El trabajaba en una orquesta. Lo del concierto quizás este relacionado. – Mark mira la tristeza en los melosos ojos de Lina, por lo que pensó que seria mejor dejarla sola por el momento. - La dejaré a solas con el anillo… - Pone una mano sobre el hombro de la mujer. – Supongo que no tiene más nada que decirme. Sin embargo… - Mete la mano en su bolsillo. – Tenga. – Le da una tarjeta. – Llámeme y nos encontraremos aquí mismo.​

    Lina: Gracias. – La toma y luego lo mira a los ojos. - ¿No es muy joven para su puesto? – Dice aun sollozando un poco.​

    Mark: Tal vez. ¿Le parezco ineficiente por mi edad? – Se ríe.​

    Lina: No… solo que me sorprende bastante. ¿Cuántos años tiene? – El detective suspira y mira hacia arriba.​

    Mark: Los suficientes. No se preocupe por mi edad… Yo se hacer mi trabajo. – Se va del bar. – La gente no confiaría en mí si saben que tengo 20 años. La mayoría tiene al menos 28 años en este país…

    El detective llego al teatro en el que solía tocar Ian. Ese día habían tenido otro concierto. Nada raro pasó esta vez pero quería interrogar a uno de los violinistas más cercano a Ian, un amigo de la infancia. Las luces comenzaron a apagarse y el último violinista en el salón se acercó al detective. Llevaba un saco bastante abrigado, ya que esa noche haría bastante frío. El hombre llevaba el cabello corto y de un azul oscuro natural. Sus grises ojos se estamparon contra la infantil mirada de Mark cuando lo vio esperándolo impacientemente.

    Mark: Dicen que hoy lloverá… ¿Ha traído su paraguas señor Isiso?​

    Harin: ¿Por qué debería responderle a alguien que no conozco? – Dice despreocupado tratando de seguir su camino. - ¿Y como demonios sabe mi apellido? No se lo digo a casi nadie… - Sigue de largo unos pasos.​

    Mark: Harin Isiso… - Insiste. – Soy el detective Fender y vengo a hablarle de Ian Falk… - Harin voltea desafiante.​

    Harin: Él esta muerto… ¿De que quiere hablarme de todas formas? No fui testigo ni estuve cerca ese día. – Sigue caminando hacia la entrada.​

    Mark: Tal ves pueda ayudarme a encontrar al asesino de su amigo… ¿Cree que pueda responderme un par de preguntas?​

    Harin: Mmm… - Las luces terminan de apagarse, solo queda la luz de la entrada. Ambos se quedan mirando unos segundos hasta que Harin reacciona. – Bien… acompáñeme hasta mi auto… ese es todo el tiempo que le daré. – Ambos salieron y la ultima luz se apago.​

    Una vez afuera. Los dos hombres caminaban lentamente hacia el estacionamiento en donde Harin tenía su automóvil.

    Harin: No desperdicie su tiempo. Estoy caminando lento pero le aseguro que no le queda mucho.​

    Mark: Bien… - Inicia el detective. – He hablado con Lina, la pareja de Ian y me ha contado lo de su forma de hablar… como bromeando. ¿Es verdad?​

    Harin: Siempre pensaba que todo era un chiste… - Dice con enojo en sus palabras.​

    Mark: Pero solo con sus conocidos…​

    Harin: Si… no era tan imbécil como para bromear con alguien que no conozca… ¿Él bromeo con su asesino? ¿Lina le dijo eso?​

    Mark: ¿Quiere resolver el caso usted? – Dijo sonriendo.​

    Harin: Dudo que un conocido tenga razones para matarlo… era demasiado amable y estúpido.​

    Mark: Tal vez ese día tuvo una discusión con alguien​

    Harin: No. Era un cobarde. Desde que lo conozco… o conocí… Siempre evitaba las riñas y yo debía defenderlo.​

    Mark: Entiendo. Creo que usted esta fuera de mi lista de sospechosos. – Se ríe. Harin lo mira con un poco de fuego en sus grises ojos. – Le hare una ultima pregunta antes de que agote su paciencia…​

    Harin: Creo que es lo mejor… eres demasiado hablador para mi…​

    Mark: ¿A cuantos de sus conocidos les decía “anciano”? – Harin sonríe.​

    Harin: A cualquiera que sea al menos un mes más grande que él… - Los dos llegan al coche de Harin. El detective levanta su pulgar.​

    Mark: Eso es todo… ahora intentaré reunir las piezas que tengo… ¿Alguna cosa que quieras agregar? – Harin abre la puerta de su auto.​

    Harin: No… - El detective saca una tarjeta y se la ofrece.​

    Mark: Por las dudas.​

    Harin: Bien… - Toma la tarjeta.​

    Mark: Y también por si necesitas hablar… - Harin mira la tarjeta y luego mira al detective.​

    Harin: Me recuerdas mucho a él, chico. Excepto por tu… marca en la cara… – El detective suspira. La lluvia comienza a caer.​

    Mark: Esta cicatriz tiene su historia… como la mayoría. Podre contártela una vez que resuelva este caso. – Se retira con su paraguas abierto.​

    Al otro día, Mark se encontraba en su oficina revisando sus notas. La orquesta tenia un concierto ese mismo día. El escenario volvía a brillar y los músicos estaban en su lugar. Solo había un lugar vacío entre los violinistas. Uno que deberá llenarse pronto.

    Mark: A ver… el asesino era un conocido… eso reduce bastante el área de búsqueda. También es mayor que Ian, aunque no se cuanto…​

    Harin estaba nervioso sobre el escenario. Una nota se le escapo e intento corregirse. Al no poder hacerlo, se detuvo por completo y se quedo mirando el suelo. Una gota de sudor recorría su rostro.

    Mark: Un concierto perfecto…​

    Las luces se apagaron y solo una iluminaba a Harin. Un hombre entre los mismos violinistas se pone serio. Harin miro a su alrededor, pues se sintió observado. Al no encontrar a nadie sospechoso, salió del escenario. Las luces volvieron a su lugar. La pianista voltea al verlo levantado.

    Mark: Un concierto… - Pensó unos momentos. - el asesino estaba entre los músicos de la orquesta.​

    Harin caminaba por un pasillo buscando un baño. El concierto terminó y el público, como siempre, aplaudió sin contenerse. El violinista se acercó a la canilla del lavabo y se hecho agua en la cara.

    Harin: Esto de Ian… me pone bastante nervioso.- Pensó.​

    Bana: Harin… ¿Estas bien? – Se acercó una de sus compañeras a la puerta del baño.​

    Bana Lleal era una chica de unos 23 años. Era bastante hermosa y amigable con todos los que estaban a su alrededor. Era de esperarse su preocupación por su compañero. Su cabello verde resplandecía en cualquier lugar iluminado y sus ojos, que combinaban con su pelo, cautivaban a cualquiera, menos a Harin. Aun llevaba su traje de concierto en ese momento.

    Harin: Solo estoy algo preocupado por lo de Ian… no te preocupes Bana.​

    Bana: ¿Quieres que te acompañe a tu casa?​

    Harin: … - Cierra los ojos despreocupado. – Tengo auto. ¿Recuerdas?​

    Bana: Entonces tal vez puedas llevarme a la mía… - Silencio. - ¿Por favor? – Harin suspira.​

    Harin: Bien. Espérame en el estacionamiento del teatro, estaré listo en unos minutos.​

    Bana: Allí te espero.​

    Mark: ¿Y si sigue allí? ¿Qué es lo que estará buscando? – Harin vuelve a mojarse la cara con agua. – Si busca el concierto perfecto, como dijo Lina, hay mas gente en riesgo… Siempre hay un margen de error... - Harin se vuelve a mirar al espejo y esta vez hay un hombre de cabello azul, algo canoso, mirándolo a su espalda. Llevaba un traje azul oscuro.​

    Harin: Pff… Por un momento pensé que tendría que darte una paliza, hombre… - El hombre se queda en silencio. Harin suspira de alivio, pero luego lo mira con furia. - ¿No piensas disculparte por aparecerte así? – Se da vuelta para verlo.​

    Alguien: El concierto… perfecto… - Murmuró.​

    Harin: ¿Qué? ¿Perdiste la cabeza?​

    Alguien: ¿Por qué tuviste que fallar? Estuvimos tan cerca… - Saca rápidamente un cuchillo y lo clava en su hombro.​

    Harin: Argh! – Grita.​

    Bana: ¿Harin? – Estaba entre la salida y el baño. Al oír el grito decidió volver. Ya se había cambiado la ropa por un saco largo y verde, unos pantalones cortos y una remera de color amarillo.​

    Harin: ¿Así que eras tu? Viejo estúpido… - Se saca el cuchillo del hombro. - ¿Quién te crees que eres? – Intenta devolverle la cuchillada pero el asesino lo esquiva y solo pierde un poco de pelo. Él saca otro cuchillo y lo clava en el pecho de Harin. – Agh… - Se queja nuevamente pero con menos fuerza y cae al suelo. - ¿Qué es lo que quieres sacar de esto? – Bana se acerca a la puerta del baño pero no dice nada.​

    Alguien: Quiero un concierto perfecto… aquel que falle morirá… como Ian o tu… - Harin intenta sacarse el cuchillo pero el asesino lo pisa para enterrárselo más.​

    Harin: … - Intenta respirar pero le cuesta bastante. – Solo… por eso… lo mataste… ustedes los... viejos… tienen… exigencias... estúpidas… - La sangre se esparce por el suelo.​

    Alguien: No estas a la altura de un músico de verdad… - Saca los cuchillos de Harin con facilidad y abre la ventana del baño.​

    Harin: Púdrete… cobarde. – El asesino sale del baño y escapa. Bana espía por la puerta intentando ver la identidad del asesino, pero solo logra ver su espalda.​

    Bana: ¡Harin! - Entró corriendo cuando se aseguro que el asesino ya no estaba.​

    Harin: Bana… to-toma… - Saca la tarjeta del detective de su bolsillo. – Llámalo… dile… lo que ocurrió… dile…​

    Bana: Llamaré a una ambulancia primero. – Marca en su celular el número.​

    Harin: Escucha… - Ella esta más atenta a su celular que a Harin.​

    Bana: ¡Por favor, envíen una ambulancia a la calle Miston 438! ¡Hay un hombre herido!​

    Harin: Bana… no me… queda tiempo…​

    Bana: Si… en el teatro Council.​

    Harin: Estúpida… - Con sus pocas fuerzas tira del vestido de Bana, llamando así su atención.​

    Bana: Harin… deja de esforzarte… los médicos ya están viniendo… - Se acerca a su cara con las manos temblorosas.​

    Harin: Llama… a Fender… dile… - Respira profundo. – Ker… - Harin muere.​

    Bana: ¿Harin? – Cuelga el teléfono. – ¡Harin, no te mueras! – Se queda sobre el cuerpo sin vida de su compañero. Luego levanta la tarjeta, ya manchada de sangre por todos lados. - ¿Cómo se supone que lo llamaré ahora?​

    El lugar pronto se lleno de policías. Tomaban imágenes y sacaban muestras del asesinato para su análisis posterior. El detective no estaba enterado de la situación hasta que recibió una llamada de su asistente.

    Mike: Mark… hay otro violinista muerto. Se llamaba Harin Isiso ¿Crees que sea el mismo asesino?​

    Mark: Harin… - Pensó. Tomó una hoja con una lista de nombres y tachó el de Harin. – Es mejor no sacar conclusiones aun… ¿Es dentro o fuera del teatro?​

    Mike: Esta vez fue dentro. Hay una testigo que escucho un par de cosas… pero solo quiere hablar con usted…​

    Mark: ¿Conmigo? – Comenzó a pensar en las probabilidades por las que ella quisiera hablarle. – No es Lina ¿No?​

    Mike: No, señor. Se llama Bana Lleal… - Dice mirando una ficha. Mark toma la lista de nuevo y tacha el de Lina Gauss. - ¿Quiere que le pase el teléfono?​

    Mark: No… hablaré con ella en persona. No dejes que los otros policías la hostiguen, por favor.​

    Mike: Entendido. – Cierra su teléfono. – El detective Fender llegará pronto.​

    Bana: Gracias a dios al menos podía leer el nombre. – Saca la tarjeta de su bolsillo y la observa.​
     
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  3.  
    Yoko Higurashi

    Yoko Higurashi Usuario común

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    Konichiwoa!!!
    Yoko-chan reportándose a la acción de este fanfic original ¡Nya!
    :rolleyes: ¿Por dónde empezar? Pues... debo primer decir que es una historia muy bien armada, desde los personajes principales, hasta la situación, en realidad me gusta el trama ya que no se me hace un trama pesado o tenso en el sentido de que a mitad de la historia me quiera dormir, nada de eso... ¡Una buena historia! :D
    Lo único que no me agrada mucho, pero eso ya es cosa mía, es ver diálogos como de teatro (es decir cuando pones el nombre del personaje que habla) pero es más porque no estoy acostumbrada a leer una historia con ese tipo de acotaciones, en si tu historia me gusta y espero poderla seguir leyendo, claro si me puedes avisar y si no tengo líos con la escuela ¬¬
    ¡Felicidades por gran trama! Y realmente quiero saber quien es el asesino de Ian y de Harin, aunque me gustaría saber la lista de sospechosos del detective :rolleyes: ¡Suerte con esta historia!
    Atte.
    YokoHigurashi
    =X
     
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    Genji1

    Genji1 Iniciado

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    Muchas gracias por el comentario >w<. Quiero decirte que pongo el nombre de los personajes como una obra porque se me hace mas facil asi (cosa de que nadie dude de cual personaje esta hablando en ese momento ni perderme yo). La parte dos la tengo ya hecha, la subire pronto pero quiero que mas gente lea esta primera parte :D . La lista de sospechosos nunca se va a ver en ninguna de las historias que planeo hacer, solo escribire cuando el detective ya quite un sospechoso. Mmm que mas podria decir? :3 Al final de la parte 2 dire el nombre del siguiente capitulo asi lo esperan con ansia (? Un saludo y gracias de nuevo por leerlo n_n/
     
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  5.  
    Pandi Nyu

    Pandi Nyu Asesina de Zombies

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    Hello Genji
    primero que nada quiero decirte que me a ¡¡¡encantadooooooooooooo!!! sobre todo por que es de misterio y asesinato y Bla bla bla .......bla >.< segundo esta muy bien narrado ,describes muy bien, es una muy pero muy buena trama mmmm no vi ningún error en la ortografía ( o al meno yo no vi ningún error Cx)
    Y espero que me habices cuando subas la segunda parte Besoooos :3
     
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  6.  
    Genji1

    Genji1 Iniciado

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    Sisi te aviso :3 muchas gracias aunque encontre un "más" sin acento mientras revisaba la parte 2 :c. Yo me critico mal a mi mismo porque para mi yo describo poco D: pero si para ustedes lo estoy haciendo bien seguire asi >w< Saludos
     
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  7.  
    Gaa any chan

    Gaa any chan Iniciado

    Acuario
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    *O* Me gusto tu historia, me gusto mucho es demasiado original :)
    Sabes, sé que se te hace más fácil escribir en este sentido: Henry: blablabla. se llama modo scripts, a mi también se me hacia más cómodo, pero después me di cuenta que escribir con el guion largo hacen lucir al texto visualmente mejor :3 pero esa es tu decisión de todas formas es una buena historia ^^ acá una nueva lectora n.n ;)
     
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  8.  
    VocaloidFanGirl

    VocaloidFanGirl Iniciado

    Libra
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    Konichiwa!~ Antes que nada, gracias por la invitación~
    La verdad, me ha encantado OuO Es muy original, está bastante bien escrito... lo único que he notado son algunos acentos que te comiste, pero nada que no se pueda arreglar con una releída ^^
    Yo soy medio sádica, y me gusta cuando muere gente xD Pero bueno, dejando aparte eso, la historia me ha atrapado; los personajes y cómo llegan a morir, el asesino y su aire de misterio... Ya te dije que me encantó!
    Esperaré ansiosa los próximos asesinatos >w< Avísame de la continuación, onegai~
    Sayo!~
     
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  9.  
    Genji1

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    3397
    Parte 2

    El detective entró apresurado a la habitación en donde tenían a la testigo. Había poca iluminación. La testigo se sorprendió fuertemente al ver que el detective era un joven que parecía criminal debido a su cicatriz y la chaqueta de cuero negro que llevaba en ese momento. Pero sus ojos mostraban una paz inquietante que la hizo reaccionar de manera positiva… o algo así.

    Bana: ¿Es usted el detective Fender? Si no es así retírese.​

    Mark: … - Se sorprendió un poco al recibir esa pregunta. Sin apresurarse demasiado, saco una identificación de su bolsillo y se la mostro a Bana. – Harin le dio mi tarjeta ¿No?​

    Bana: Si… Me la dio antes de morir y me pidió que lo llame. Esperaba un anciano canoso con un saco marrón hasta los tobillos como en las películas… - Se rio. – Pero confió en Harin más que en su… aspecto.​

    Mark: Espero no haberla asustado… - Dijo indiferente mientras se rascaba la nuca. - estoy algo apresurado por resolver este caso…​

    Bana: ¿Por qué?​

    Mark: Sospecho que ha escuchado algo del asesino… y sabe lo mismo que yo deduje… ¿No es así?​

    Bana: … - Ella pensó esas palabras por un momento y luego hablo. - Dijo que cualquiera que falle en el concierto merece morir… como Ian y… Harin.​

    Mark: Mmm…​

    Bana: Estamos en riesgo… ¿Por qué no lo han atrapado aun?​

    Mark: Estoy haciendo lo posible… de momento te pido que no compartas esta información con nadie. Sobretodo la parte en la que el asesino dice que matará al que falle. – Dijo de espaldas.​

    Bana: ¿Por qué debería hacer lo que me dices? – Dice ofendida mientras se levantaba apoyando las manos en la mesa.​

    Mark: Si cancelan el teatro le perderemos la pista al asesino… incluso irá otro teatro y seguirá buscando el concierto perfecto y asesinando… ¿Entiende?​

    Bana: Yo… no sé que decir… estas usándonos de señuelo pero tienes razón.​

    Mark: No se guie por mi apariencia. He sacado bastantes conclusiones antes de la muerte de Harin… - Dijo con los brazos cruzados y una mirada fría, distinta a la que tenia comúnmente.​

    Bana: Lo lamento. – Ambos se quedaron en silencio. - Él… estaba bastante nervioso. No me dijo casi nada del tema pero se fue a mitad del concierto…​

    Mark: Mmm… ¿Hay alguna cámara de seguridad para poder verlo?​

    Bana: Tendrá que hablar de eso con el guardia de seguridad. – El detective camina hacia la puerta nuevamente.​

    Mark: Bien… le agradezco su aporte. Ya puede irse a su casa. – Se detiene unos momentos.​

    Bana: Él dijo que le diga… “Ker” ¿Significa algo para usted?​

    Mark: No… pero lo tendré en cuenta.​

    El detective revisaba sus notas ya en su hogar. Aunque su turno ya había terminado, decidió hacer horas extra desde su casa. Las analizaba cuidadosamente una otra vez, incluidas las ultimas palabras de Harin.

    Mark: Ker… - Se queda pensando un rato. Luego suspira. – No puedo creer que las ultimas palabras de un hombre no tengan sentido. Tendré que revisarlo luego. Si es verdad lo del concierto perfecto… significa que el asesino estaba ausente el día que visité a​
    Harin, ya que nada raro ocurrió… - Saca una lista de los músicos que no se presentaron ese día. – Faltaron cinco personas… Mejor reviso las cintas. – Se dijo como corrigiéndose.​

    Encendió su televisor y coloco la cinta de video que el guardia de seguridad le entrego mientras sostenía una taza de café con su otra mano y una medialuna con su boca. En esta solo se ve el escenario y las entradas del teatro. El detective anotaba todo lo que iba viendo desde que comenzó el concierto hasta que termino. Todo se veía normal hasta el momento en el que Harin se levanta en medio del concierto y se retira. El detective decide repetir la escena varias veces para ver más detalladamente el entorno. Al parecer nadie le había intimidado. Nadie había entrado ni salido del teatro. Pero luego de verlo varias veces, logra descubrir que la pianista voltea a verlo cuando él se levanta.

    Mark: Al menos ya tengo un sospechoso más. – Anota el nombre de los cinco ausentes aquel día que no hubo incidentes y pone “Pianista” en una hoja.​

    El detective caminaba por los pasillos del teatro una vez más. Ese día tenían otro concierto, que seria el último hasta dentro de un mes. El celular de Mark comienza a sonar.

    Mark: ¿Si? – Atiende la llamada.​

    Mike: Averigüe lo que me pediste. La pianista se llama Uri Nion.​

    Mark: Gracias. ¿Alguna noticia del laboratorio?​

    Mike: No. Lo lamento.​

    Mark: No es tu culpa. Si estos imbéciles del laboratorio hicieran bien su trabajo estos casos se resolverían rápidamente.​

    Mike: El jefe quiere darle el caso a alguien más experimentado… Cree que las cosas se están saliendo de control.​

    Mark: El jefe no conoce ni las reglas que él mismo creo… No te preocupes, terminaré con este caso antes de que acabe el día.​

    Mike: Si lo haces, estaremos por encima de los otros detectives novatos… así que haz lo que puedas. Yo iré al laboratorio a apresurar las cosas. – El detective cuelga su teléfono y llega a una puerta.​

    Mark: Si resuelvo este caso… estaré en el buen camino. Solo debo concentrarme. – Abre la puerta y se encuentra con el grupo de músicos esperando la señal para entrar al escenario.​

    Bana: Detective… ¿Qué hace aquí? – Le grita desde el fondo del grupo. La mujer se acercó a saludarlo a toda velocidad acompañada por una amiga, quien fue arrastrada de la mano hasta la puerta. – Dígame ¿Ha descubierto que es “Ker”?​

    Mark: No… pero tengo un sospechoso y me gustaría interrogarlo.​

    Bana: ¿Un sospechoso?​

    Mark: Sospechosa. Estoy buscando a la pianista, Uri...​

    Bana: Uri Nion. Es una mujer callada pero para nada violenta. Fui a la escuela con ella pero nunca hablamos. De hecho nunca habla con nadie…​

    Mark: ¿Podrías señalármela?​

    Bana: … - Suspira. – Si insistes. Esta por allá. – Señala un área bastante alejada. – Cerca del marginado violinista Lur Keirin…​

    Mark: Keirin… Ker… ¿Podría ser eso? – Se pregunta en silencio. – Muchas gracias.​

    Bana: Por cierto… quería presentarle a mi amiga… - Sonríe ansiosa. Su amiga estaba avergonzada.​

    Mark: Lo lamento… no tengo mucho tiempo. Quizás luego estaría bien. – Se aleja.​

    Bana: Esta… bien. – Suspira. – Te lo prometo… te conseguiré un novio no importa lo que me cueste. – Dice entusiasmada.​

    Amiga: Deja de hablar tan alto… me estas avergonzando. – Bana se ríe y se la lleva de la mano.​

    Uri Nion estaba sentada mientras leía un libro con historias antiguas. Llevaba su glorioso pelo castaño, largo y atado con una cola. Llevaba una blusa blanca, que era común de ver entre las concertistas de su género. Una chaqueta gris cubría sus brazos y vestía unos pantalones de vestir grises y apretados. Para ser una mujer callada y tímida, era demasiado coqueta en su manera de vestir.

    A una distancia no muy lejana, estaba Lur Keirin, parado con los brazos cruzados y un cigarrillo mentolado ocupaba su boca. Tenía un pelo corto, de un azul opaco y canoso. Su expresión era de disgusto casi todo el tiempo. Tendría casi 50 años. No era muy alto y, a decir verdad, parecía bastante debilucho. Llevaba el traje azulado como el resto de sus compañeros, pero el de Lur se veía mucho más formal.

    Mark se acercó a la solitaria pianista. Su silencio parecía algo inquietante pero no le presto atención en ese momento. Lur Keirin miraba al detective de reojo, ahora sonriendo ya que Uri no hablaba con absolutamente nadie.

    Mark: Escuche que los pianistas tienen ambas manos bien coordinadas. Podrían manejar y hacer malabares al mismo tiempo. – Uri levanta la vista sin ningún entusiasmo y lo mira fijamente. – O quizás sostener con fuerza un objeto y cortarlo rápida y precisamente en solo segundos. – La pianista sigue con su rostro en neutro. – E incluso moler a golpes a un idiota mientras lees un libro de historia… - La voz del detective se sentía con una calidez y simpatía tal que Uri sonrió por unos segundos. – Se que no es tu costumbre hablar con la gente… pero quisiera que hoy hagas una excepción… ¿Si? – Se agacha ante ella con confianza.​

    Uri: ¿De que quieres hablar conmigo? – Dijo con una voz suave.​

    Mark: ¿Sabe quien soy? – Ella negó con la cabeza. - Me llamo Mark Fender. Yo investigo el asesinato de Ian y Harin.​

    Uri: ¿Quiere interrogarme?​

    Mark: Vamos a un lugar más privado para hablar.​

    Uri: Tengo un concierto ahora mismo…​

    Mark: … - Suspira. – Bien ¿Qué tal si luego del concierto nos vemos en el bar de en frente? La estaré esperando.​

    Uri: … - Vuelve a su posición. Lur comienza a reírse.​

    Lur: Sabe que ella es algo antisocial ¿Verdad? - Dijo sosteniendo el cigarrillo con su mano izquierda. Uri levanta la vista hacia Lur y lo mira fijamente.​

    Uri: Tu estas tan solo como yo. No sé que es tan gracioso…​

    Lur: El que no hable con gente de aquí no significa que no hable con nadie.​

    Uri: Creo que mejor le dejaré mi puesto al pianista de reemplazo. - Lur se puso serio.​

    Lur: Sabes que ese pianista no se compara contigo ¿No? – Uri no responde.​

    Mark: En ese caso, avisemos al director de la orquesta y vayámonos.​

    Uri: Lindo corte de cabello… Lur. – Lur intenta esconder su corte.​

    Lur: Tsk… - Se queja. – Vete antes de que te saque a patadas… Nunca habla y cuando lo hace me insulta… - Murmura.​

    El detective y la pianista principal estaban sentados en una mesa para dos. Se miraban fijamente sin decir una palabra. El detective sonreía. Instintivamente, Uri sacó su primera conclusión.

    Uri: Soy sospechosa…​

    Mark: Usted deduce las cosas muy rápido… Creo que incluso es más inteligente que yo.​

    Uri: … - No dice nada.​

    Mark: Le contaré algo… - Saca todas sus notas, entre las que tiene una lista de los miembros del concierto. – Usted… ya no es sospechosa… - Tacha el nombre Uri de la lista.​

    Uri: Entonces… ¿Qué quiere de mí? – Aun tenía una mirada inexpresiva en su rostro.​

    Mark: En el momento en que Harin se levanto… usted volteo a mirarlo. Aun así, no falló ninguna nota. Podría decirse que es una pianista perfecta. – Sonríe, al parecer quería hacerla confesar indirectamente.​

    Uri: De hecho, no. Solo aprendí a tocar sin mirar…​

    Mark: Vaya… Dígame. ¿Qué piensa de “el concierto perfecto”? – Intento hacerla tener una expresión distinta en su rostro pero falló. Uri era un muro indestructible.​

    Uri: No existe la perfección, si a eso quiere llegar. Todo siempre tiene un minúsculo error. Solo depende del instrumento de medición que este usando para disminuirlo…​

    Mark: Entonces no crees en la perfección.​

    Uri: No. Ni siquiera mi maestro, el pianista Liam Graden, la alcanzo y era bastante bueno.​

    En el concierto. El pianista de repuesto, a pesar de ser bueno, no era un maestro en el arte aun. Durante el concierto, las notas del piano sonaban como una uña rasgando un pizarrón. Al menos así sonaba para el asesino.

    Alguien: Voy por ti, Uri. - El asesino levanta una hoja y la revisa. Al asegurarse de que todo esta en orden, sonríe macabramente mientras levanta un cuchillo ensangrentado con su mano derecha.​

    Los espectadores salieron saciados por la música del teatro. Al salir, a una mujer le cae una gota roja de lo alto. Un conjunto de gritos avisan a Mark y a Uri de que algo malo ha pasado en el teatro.

    Mark: Quédate aquí… - Le dice a la pianista.​

    El detective corría apresurado hacia la puerta del teatro. Esta vez, el asesino no espero a que el público se disperse. En una ventana exterior del segundo piso, el pianista secundario colgaba, cubierto de sangre que caía a la acera. En su pecho, aun había un cuchillo que sostenía la nota que el asesino escribió. El celular de Mark sonaba.

    Mark: ¿Si?​

    Mike: Tenemos algo del laboratorio. – El detective vuelve a mirar hacia arriba.​

    Mark: Esto… ha muerto otra persona…​

    Mike: Tal vez esto te ayude. Entre la sangre que encontraron, había cabello. – Era el mechón de cabello que Harin había cortado del asesino. – Es de color azul opaco algo canoso.​

    Mark: Pero Harin tenia cabello azul. Podría ser de él.​

    Mike: Eso es lo curioso, esos cabellos no tienen el mismo ADN de Harin. Además, según los análisis, el dueño de este cabello tendrá unos 45 años aproximadamente. – El detective comienza a pensar en todos los músicos del teatro e instantáneamente piensa en Lur Keirin.​

    El cuchillo se resbala del pecho de la victima y cae como un proyectil hacia el detective cargando la nota ya ensangrentada. Rápidamente, Mark esquiva el cuchillo y levanta la nota.
    La nota decía: “Detective, ha fallado igual que este miserable intento de pianista. Cuando este leyendo esto, seguramente estará frente a dos cadáveres.
    Tendré que esperar un mes para mi siguiente oportunidad, pero seguiré adelante con mi objetivo. Ya lo sabe ¿No? Estos dos pianistas que tiene en frente, han provocado un fallo en el concierto. Mi concierto.”

    Mark: ¿Dos pianistas? – Pensó. Rápidamente recordó algo, como si hubiese dejado algo en el horno. - Uri… - El detective corre hacia el frente de nuevo.​

    Mike: ¿Mark?​

    Mark: Gracias, Mike. Ya resolvimos este caso. Te invitare un trago después. – Cuelga el teléfono.​

    Mike: Emm… Pero… no le dije todo… - Suspira preocupado.​

    El detective corre entre la multitud, empujando a quien se le atravesara. No podía ver si Uri seguía en el bar. Llegó a la puerta y logró ver una cabellera azul canosa.

    Lur: Lo lamento, detective, pero se me la robare por un momento. – Dijo tomándola del brazo. Uri había cambiado su inexpresión por enojo.​

    Mark: Entiendo… pero ¿que tal si se separan un poco? – Dijo sonriendo.​

    Lur: No voy a despegarme de mi novia… - Dijo intentando convencer a Mark.​

    Mark: Ella no parece de disfrutar de su presencia. – Lur se pone serio. – Es muy rápido señor Keirin pero ya no puede engañar a nadie.​

    Lur: Fui muy descuidado cuando me encargue de Harin… - Lur tenia un cuchillo apretando la espalda de Uri. Se peina el recorte que le había hecho Harin. – Hasta Uri noto mi cambio de estilo… ¿No es así? – Le dice al oído. Ella sigue con su expresión de odio.​

    Mark: También fue descuidado con su nota… - La levanta con la mano izquierda. Lur se sorprende. - La leí antes de tiempo porque el cuchillo que la sostenía cayó al suelo. Además el único día que no hubo incidentes usted estuvo ausente. – Dijo rascándose la cabeza recordando cada pista que le llevaba a sus deducciones. Tiro la nota de Lur al suelo. – Ahora suelte el cuchillo. – Dijo más seriamente mientras sacaba su arma.​

    Lur: ¿Cuál? – Pone el cuchillo en el cuello de Uri, quien se pone seria nuevamente aun estando tan cerca de la muerte. - ¿Este? – Lur saca otro cuchillo de su otra mano. - ¿O este?​

    Mark: Usted tiene un arsenal completo de cuchillos… - Comienza a reírse.​

    Lur: Baje el arma, detective. Bájela o la mataré.​

    Mark: … - Sigue riéndose. - ¿Crees que me importa? – Uri lo mira sorprendida.​

    Lur: ¿Qué estupideces esta diciendo? ¡Baje el arma o la mataré!​

    Mark: No… No creerá que soy tan ingenuo ¿Verdad? Cree que bajaré mi arma, y lo dejare escapar para que de todas maneras la mate… e incluso me mataría a mi por haberlo descubierto. – Dice despreocupado.​

    Lur: … - Traga saliva.​

    Mark: Le diré como son las cosas… - Volvió su actitud seria. - Lur. Bajo ningún motivo usted saldrá de aquí libre… Pero, sorprendentemente, tiene opciones. – Lur seguía sin entender el plan del detective. – Puede soltarla y vivir… tal vez en un manicomio después de que sus absurdas razones para los asesinatos ante un juez. O puede matarla ahora mismo… pero usted morirá. – Apunta a la cabeza del asesino.​

    Lur se sintió acorralado, al igual que sus victimas. Miro a su alrededor, nadie podría ser testigo del asesinato del detective. ¿Realmente pensaba matarlo o era una estrategia? El asesino movió el cuchillo un poco para probarlo y el detective instintivamente quito el seguro. Ambos se miraron fijamente durante un minuto. El asesino soltó su cuchillo y dejo ir a la chica. Uri corrió a los brazos del detective.

    Mark: Así esta bien… - Dijo suavemente.​

    Lur dejo caer su otro cuchillo y quedo arrodillado en el suelo.

    Lur: Solo quería una orquesta perfecta y sin fallos. – Dijo con los ojos cerrados. – Llevo años en el mismo concierto y nunca sucede. Siempre había uno que fallaba. Ese día estuvimos tan cerca… - Sonríe y abre los ojos. – A partir de ese momento decidí que cualquiera que falle merece morir.​

    Uri: La perfección no existe, Lur. Pero mientras alguien disfrute de tu trabajo, lo haces excelente. Por cierto… - Mira al detective. – Usted hace un horrendo trabajo… pero por alguna razón le ha salido bien… ¿Realmente pensaba dejarme morir?​

    Mark: ¿Quiere saber la respuesta? - Dice despreocupadamente. - Mejor la llevo a su casa… - Se ríe.​

    Una patrulla llegó a la escena en donde se encontraba colgado el pianista secundario. El detective se acercó sonriendo al coche y les entrego el asesino a sus conductores.

    Mark: Todo suyo… - Le hizo una seña con la cabeza a Uri para que le siga.​

    Policía: Espere… ¿Qué? ¿Quién es este tipo?​

    Mark: El asesino… culpable de la muerte de Ian Falk, Harin Isiso y el que esta allá colgado. – Señala hacia arriba y luego se va.​

    Policía: Emm ¿Bien?​

    El detective caminaba lejos de la multitud sorprendida por la muerte del pianista en un espacio tan público. A su lado caminaba Uri, algo distanciada pero segura. La calle se volvió cada vez más desierta y las luces comenzaron a apagarse. El concierto había terminado al fin.

    Próximo capitulo: "Aislamiento defectuoso."
     
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    Sheccid

    Sheccid Usuario común

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    Oh, ¿entonces esto sreran diferentes aventuras del detective ? Invitame¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
    Mis observaciones son que la forma que usas los dialogos hacen parecer que es una obra de teatro, y no es el caso, busca sustituirlos por guión largo.
    Otra cosa que noté fueron que los verbos en pasado no los acentúas y esto es en casi todos, por no decir que es regla.
    Fuera de eso ¡genial! me encanta el suspenso y me agrada el detective, como rompe esquemas con su aspecto.
    Hasta la proxima
     
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    Genji1

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    gracias n_n lo de los acentos es algo que tengo que solucionar porque siempre me olvido >< cuando suba el siguiente capitulo te invitare :3
     
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    Genji1

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    Título:
    Midori, la cuna de los asesinos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    4561
    Capitulo 2: Aislamiento defectuoso
    Parte 1
    Las paredes blancas tenían rajaduras por todos lados. Al parecer le hacia falta una capa de pintura nueva. La limpieza no fallaba, pues seguían brillando como si fuesen nuevas. El desértico pasillo solo podía significar que el horario de visitas había terminado. Una carcajada histérica proveniente de una de las puertas comenzó a reproducirse con distintas voces en las otras habitaciones.

    En la entrada decía el nombre del edificio: “Hospital Psiquiátrico N° 23 Jul Cordil”. Era de noche afuera. La sombra de los arboles se movían por el viento. Las luces exteriores tienen una caída de tensión temporal, algo común en este lugar. Pronto tendría que venir un técnico a revisar esto.
    Una risa perturbadora, como todas las otras, se escucha en el pasillo. Esta vez no proviene de una de las puertas. Una persona camina lentamente entre las puertas, tocándolas suavemente con sus finos dedos a su paso. Unos dientes blancos como perlas pulidas se veían a través de su enfermiza sonrisa.

    Una enfermera se detuvo frente a la puerta de una habitación. El número decía 15. La mujer entro silenciosamente. Lo único que se escucho luego fue una risa espeluznante y el grito de una mujer.
    Luego del caso del violinista, los jefes del detective Fender reconocieron sus habilidades a pesar de ser nuevo en su oficio. Por lo que pensaron que seria bueno seguir poniéndolo en el campo, de esta manera se entrenaría lo suficiente como para resolver casos mucho más complicados.

    En una habitación se encontraban 4 personas. Uno era el detective y otro su asistente. Sentados frente a ellos estaban sus superiores. Uno de ellos era Milton Tera. Un hombre canoso y bigotudo. Usaba gafas oscuras y el típico atuendo de un detective, un saco largo y marrón que le llegaba a los tobillos.

    El otro, Kyle Rize, era mas joven, aunque para nada comparado con Mark. Su cabello rubio peinado estaba hacia atrás. Llevaba una camisa negra, y un colgante de la religión Voute, el antiguo escudo del reino destruido. Sus dos superiores estaban completamente serios. En cambio, Mark estaba relajado. Un poco más y quizás apoyaría los pies en la mesa.

    Kyle: Debo decir que estoy sorprendido.​

    Mark: ¿Porque resolví el caso?​

    Milton: No. En la administración cometieron un error.​

    Mark: Un error. ¿Qué clase de error?​

    Milton: Pensaron que el caso que resolviste sería mucho más fácil e incluso no se les cruzo por la cabeza que terminaría siendo una serie de asesinatos… Me disculpo por eso.​

    Mark: Ustedes piensan que no estoy capacitado para resolver esta clase de problemas. – Dijo decepcionado con una voz casi callada.​

    Kyle: Hombre, resolviste este caso de pura casualidad. Un novato no puede ser asignado a esta clase de problemas.​

    Mark: Pero ya esta hecho… lo resolví… - Hablaba con una voz suave. Los miro fijamente con enojo en sus ojos. - Pensé que serian más tolerantes. Incluso pensé que me habían citado para entregarme mi siguiente caso personalmente. Ustedes también estuvieron en mi lugar, deberían saber como se siente estar en el campo por primera vez… - Comenzó a calmarse nuevamente.​
    Kyle parecía estar conteniéndose a decir algo.​

    Milton: Tranquilo muchacho. ¿Cómo lo supiste?​

    Mark: … - Piensa por unos momentos. - ¿Me darán mi siguiente trabajo o no?​

    Kyle: Bien… - Saca un sobre de papel vegetal y se lo entrega. – Hace unos días recibimos una llamada del Hospital psiquiátrico “Jul Cordil”. Una de las enfermeras había encontrado a dos pacientes muertos a puñaladas y otro durmiendo al lado cubierto de sangre y con un cuchillo en la mano. ¿Qué piensas de este caso?​

    Mark: ¿Será una trampa? - Piensa. El detective más viejo sonríe placenteramente al ver la expresión de duda en la cara de Mark. – Sería muy estúpido inculpar al paciente durmiendo ahora mismo. – Los otros detectives se sorprendieron bastante al escucharlo decir esto.​

    Milton: Bien dicho, muchacho. ¿Por qué piensas eso? – Dijo pacientemente.​

    Mark: Las probabilidades de que un arma blanca se cuele en un lugar como ese son muy bajas. Y más aun que ese mismo paciente asesine a sus compañeros sin razón alguna, según entiendo los locos se sienten bastante cómodos e incluso mas tranquilos en lugares cerrados y amables como los manicomios de nuestro país. De todas maneras sigue siendo un sospechoso más. Al igual que la enfermera que los encontró. ¿Qué hacia a esas horas de la noche entrando casualmente en una habitación en donde habían dos cadáveres? Creo que…​

    Kyle: Bien… bien. Ya entendimos… - Se levanta y se dirige a la puerta. - confiamos en que podrás con esto. – Le hace una seña con la cabeza a su compañero y sale.​

    Milton: Perdónalo… Como habrás visto es demasiado explosivo y poco paciente. Además no le caes muy bien que digamos. – Se ríe.​

    Mark: ¿Puedo saber porque?​

    Milton: Su primer caso fue como el tuyo, pero él no pudo encontrar al asesino. Murieron bastantes personas y otro fue asignado al caso. Un veterano. Si necesitas algún concejo no dudes en llamarme. – Le pasa su tarjeta.​

    Mark: Mmm. – Saca una tarjeta. – Lo mismo va para usted. – El anciano sonríe y sale de la habitación mientras saca una caja de cigarrillos de su bolsillo. – Tú pudiste haber dicho algo ¿No?​

    Mike: No me dirigieron la palabra en ningún momento. Estaban bastante enfocados en ti…​

    Mark: Jaja. – Pone una mano en el hombro de su compañero. – Ya tenemos algunos datos con este primer reporte de los policías, pero esta bastante incompleto. – Se levanta. – Vamos, tenemos trabajo al fin ¿No?​

    El sospechoso principal era uno de los pacientes del hospital psiquiátrico. Lo habían recluido en una habitación con un chaleco de fuerza. No oponía resistencia, solo sonreía inocentemente en aquella habitación.

    El detective había llegado al hospital tres días después del asesinato de los dos pacientes. Era de día. El personal del establecimiento iba y venía. Caminaban de una habitación a otra casi sin descanso pero sin presiones. No era tan mal trabajo después de todo. Uno de los pacientes caminaba junto a un enfermero mientras reía descontroladamente.

    Mark: Disculpe… - Se dirige al enfermero que caminaba junto al que reía. - ¿Por qué camina junto a un paciente tan libremente por los pasillos luego de que dos de ellos fueran asesinados?​

    Oulon: Señor, no hay de que preocuparse. Todos los pacientes están siendo medicados y revisados constantemente. ¿Usted es el detective que investigará lo que ocurrió hace unos días? – Mark asintió con la cabeza. – Me llamo Oulon Avan. Yo me encargo de las medicinas de estas personas. – Dice sonriente mientras pone una mano en la cabeza de su paciente. - Quiere que lo lleve con Wan, el que dormía junto a las dos victimas. ¿No?​

    Mark: ¿Eh? No, nada de eso. Primero quiero hablar con… - Saca una hoja de su saco gris. – Kani Esteban. Es la que los encontró, y es mi principal sospechosa por ahora…​

    Oulon: Entiendo. – Dijo con la mano en su labio inferior, intentando descubrir porque era la principal sospechosa. – Bien, no le diré como hacer su trabajo, pero encontramos a Wan cubierto de sangre y con un cuchillo en la mano. La enfermera que los encontró no tenía una sola gota de sangre.​

    Mark: Gracias por el dato. Pero ella pudo haberse limpiado antes de llamar a todo el mundo.​

    Oulon: Vaya… no pensé en eso…​

    Mark: Como dije, gracias. Sé que su intención es mantener a su compañera fuera de mi lista de sospechosos, pero no puedo dejar ir ninguna probabilidad. ¿Entiende? Yo decidiré si… - El teléfono suena. – Disculpe. ¿Puede llamarla mientras atiendo el teléfono?​

    Oulon: No hay problema. – Se va con su paciente y saluda al detective con la mano. Mark atiende el teléfono.​

    Mark: ¿Mike?​

    Mike: Ya te estas acostumbrando a recibir mis llamadas. – Se ríe.​

    Mark: ¿Qué sucede?​

    Mike: Conseguí una lista de los enfermeros que estaban de turno ese día. El dueño del hospital dice que aportara toda la información que este a su alcance.​

    Mark: Emm. – Levanta la vista y ve una cámara de seguridad. – Gracias a dios vivimos en una época en la que hay cámaras hasta en los baños, Mike. – Camina por un pasillo.​

    Mike: ¿Cómo? – Mark sigue revisando cada puerta buscando algo.​

    Mark: Pídele las cintas de seguridad al dueño. Menos mal que lo contactaste. Esto será más fácil que el anterior caso. – Se acerca a la puerta sellada por una banda policial.​

    Mike: ¿Por qué lo dices?​

    Mark: Hay una cámara que graba hacia la puerta de los homicidios. – Mira hacia la cámara de frente. – Estoy seguro que el asesino entró por esta puerta… Cambiando de tema. ¿Qué hay del laboratorio?​

    Mike: Ya sabes que hay del laboratorio.​

    Mark: Te lo juro… un día entraré y le volaré la cabeza al encargado de esa sección…​

    Kani Esteban esperaba en el Hall central del manicomio. Era una mujer de cabello negro, algo corto y despeinado. Tenía ojeras en sus bellos ojos color café. Y lo que alguna vez fue una sonrisa deslumbrante ahora era una mueca de miedo y desconsuelo.

    El detective volvió al Hall y miro de frente a Kani. Por un momento pensó que se trataba de un paciente pero al ver la identificación en el pecho de la mujer entendió que estaba frente a su primer sospechosa.

    Mark: Esto… Soy el detective Fender. Vengo a… investigar sobre el asesinato de…​

    Kani: Hace tres días que no duermo, detective. ¿Sabe porque?​

    Mark: Tiene que ver con lo que he venido a hacer.​

    Kani: Nunca vi a nadie muerto. No tolero ver sangre. La única vez que vi sangre fue cuando me raspe al caer de mi bicicleta cuando era pequeña. Luego de eso me desmaye por horas. ¿Comprende lo que digo?​

    Mark: Si… eso se llama hemofobia. Es común. Bueno no tanto pero entiendo lo que quiere decir.​

    Kani: Le digo esto porque… Oulon me ha dicho lo que usted piensa de mí. No lo culpo. Pero es imposible con mi estado.​

    Mark: ¿Por qué entro a esa habitación?​

    Kani: Yo estaba de guardia. Ese día los pacientes estaban algo alterados. Hacían mucho ruido. Siempre reviso habitación por habitación para asegurarme de que todos estén durmiendo. Pero ese día… - Se tapa los ojos nerviosamente. – Dios, había tanta sangre…​

    Mark: ¿Por qué no pediste unos días libres? En tu estado yo no estaría trabajando.​

    Kani: No puedo dejar a mis pacientes. Amo mi trabajo. Oulon ha conseguido permiso para darme algunos calmantes mientras trabajo.​

    Mark: Deberías dormir. En fin. Creo que no tengo nada mas que preguntarte. Pero… - Le da una de sus tarjetas. – Si ve algo raro por favor avíseme.​

    Kani: Gra…cias… - Se da vuelta y comienza a caminar. El detective se queda pensando unos instantes.​

    Mark: Señorita Kani… - Ella voltea lentamente.​

    Kani: ¿Si? – El detective saco un cuchillo de su bolsillo y se corto la palma, dejando caer unas gotas al suelo.​

    La enfermera perdió el equilibro y cayó al suelo. Sus manos tapaban sus ojos. Ella comenzó a llorar mientras Oulon se acercó corriendo a calmarla.

    Oulon: Hey… tranquila. – La abraza.​

    Kani: … - Empezó a recuperar la respiración. Todos a su alrededor la miraban extrañados y otros incomodos.​

    Mark: Gracias por su cooperación…​

    Oulon: … - Mira al detective mientras este saca un pañuelo y lo envuelve en su mano.​

    Mark: Lo lamento. Tenia que comprobar su hemofobia… - Saca un papel con dos nombres. Uno era el de Kani Esteban. Con su mano ensangrentada, saca una lapicera negra y tacha el nombre de la enfermera.​

    Oulon: Por favor, no vuelva a hacer eso. Al menos no en un lugar tan lleno de gente. Los pacientes son muy susceptibles a los ruidos. No queremos romper su harmonía ¿Entiende?​

    Mark: Como ya dije, lo lamento. Kani, usted esta fuera de mi lista de sospechosos. Ya no tiene de que preocuparse. –Dijo complacido.​

    Kani: Idiota… - Pensó.​

    Mark se fue del Hall y se dirigió a la habitación de aislamiento en donde tenían al segundo sospechoso. El resto de los enfermeros lo miraban de manera penetrante, algo que no afecto al detective en absoluto. Solo estaba haciendo su trabajo.

    Oulon decidió caminar junto al detective para evitar que cause más alboroto que el mismo homicida. Ambos se detuvieron frente a la habitación de aislamiento.

    Oulon: Aquí estamos. El paciente se llama Wan Corque… en general es tranquilo pero luego de lo que ocurrió tengo mis dudas.​

    Mark: Necesitaría que me envíes su historial clínico. ¿Alguna vez tuvo un comportamiento agresivo?​

    Oulon: Para nada. – Abre la puerta.​

    Arrodillado mirando hacia delante con una sonrisa de felicidad se encontraba el paciente sospechoso. Le habían puesto un chaleco de fuerza por las dudas, pero no se resistió en absoluto. Tenía un cabello algo verdoso pero corto. Tendría alrededor de unos 24 años.

    Mark: Hola Wan… - Lo saludo amistosamente.​

    Wan: Hola. – Respondió amablemente.​

    Mark: ¿Sabes porque te han puesto ese chaleco? – Se acerca y se agacha para estar al nivel Wan.​

    Wan: Para que no me de frio. – Dijo con una inocencia indiscriminada.​

    Mark: … - Mira a Oulon algo serio. – Quítaselo, quiero probar algo…​

    Oulon: No puedo hacer eso, detective.​

    Mark: Entonces lo haré yo… - Se acercó al paciente. – Te quitare el chaleco por un momento. No hace tanto frio ahora pero si quieres calentarte te daré mi abrigo por un momento.​

    Wan: Amigo…​

    Mark: Si… soy tu amigo. – Le comienza a desatar las correas.​

    Oulon: No haga eso… - Se acerca un poco pero la mirada penetrante del detective lo frena.​

    Mark: Déjame hacer mi trabajo. Si tienes miedo solo cierra la puerta.​

    Oulon: Bien… - Solo retrocede unos pasos.​

    Mark: ¿Tus compañeros de habitación también eran tus amigos? – Sigue desatándolo.​

    Wan: Si. Los quiero mucho… ¿Cuándo volveré con ellos?​

    Mark: Ellos… fueron enviados a otra habitación. Te mandan saludos. – Termina de sacarle el chaleco.​

    Wan: Gracias… Diles que los extraño…​

    Mark: ¿Realmente no sabe lo que ocurrió? – Se quita el saco y se lo pone. – Toma… así no tendrás frío.​

    Wan: Gracias…​

    Mark: … - El paciente no se mueve de su posición. – Tengo algo que mostrarte…​

    Wan: ¿Qué cosa?​

    Mark: Espera un segundo. – Busca algo en su bolsillo. El cuchillo que había usado antes para cortarse la palma. – Toma…​

    Wan: Gracias. – Lo recibe.​

    Oulon: ¿Qué hace? Acaso no sabe que…​

    Mark: Shh… - Wan se queda mirando el cuchillo por unos momentos. El detective espero pacientemente alguna reacción pero no hubo caso.​

    Wan: … - Se quedo pensando. - ¿Qué hago con esto?​

    Mark: … - Sonríe. – Nada, solo quería mostrártelo. – Se levanta y se pone de espaldas al paciente. – Oulon. ¿Te diste cuenta de lo que estoy haciendo o sigues teniendo dudas?​

    Oulon: Tengo muchas dudas.​

    Mark: Si esta persona quisiera matar a alguien ya me habría matado ahora que le di la espalda. En cambio esta inspeccionando el cuchillo intentando saber para que sirve.​

    Oulon: Bien… ¿Entonces que piensa hacer ahora?​

    Mark: Seguiré investigando. – Se da vuelta y se dirige hacia Wan. – Hey, ¿Me das mi cuchillo?​

    Wan: ¿Cuchillo?​

    Mark: Lo que te preste…​

    Wan: Oh… claro. – Se lo devuelve.​

    Mark: ¿Estas muy a gusto aquí?​

    Wan: Si. Pero me aburro estando solo.​

    Mark: Buen chico. – Le saca el saco gris y le vuelve a poner el chaleco. – Pronto te llevarán a tu habitación de nuevo. No te preocupes.​

    Wan: Bien. – Dijo entusiasmado.​

    Mark ya había llegado a su casa. Aunque no fue una tarde muy agitada, estaba cansado. Además se había hecho un corte en la mano, así que decidió sentarse a ver las grabaciones de seguridad que Mike le había conseguido mientras leía toda la información que le había dado Mike. La lista de enfermeros de turno era muy larga.

    Mark: Primero lo primero. ¿Por qué alguien ajeno al hospital mataría a dos personas que no conoce? No había conexión entre estos dos. – Coloca la cinta de seguridad y lo pone una hora y media antes de que la enfermera encontrara a los muertos. – Solo existían para los enfermeros y los otros pacientes… Entonces mi perímetro de búsqueda esta cerrado al hospital. – Revisa la lista de los enfermeros de turno. – Habían 25 enfermeros. Solo me queda revisar a que sección estaba asignado cada uno. – Saca otra hoja de entre tantos papeles. – La historia clínica de Wan… blanca… limpia… nada raro. Solo alergias y su problema mental. – Vuelve a la lista. – Estos 10 estaban encargados de este pasillo. – Marca 10 personas con una lapicera. – Mmm. Oulon y Kani están en la lista. – Lleva la vista al monitor. Oulon entraba y salía de cada habitación llevando los medicamentos. – Una hora antes de que ella los encontrara, Oulon paso por cada habitación. Lo lamento pero ahora eres mi nuevo sospechoso... – Anota el nombre de Oulon mientras tachaba el de Wan. El detective sigue adelante con el video. La siguiente en entrar es Kani pero al abrir la puerta ella cae hacia atrás gritando y tapándose los ojos. - ¿Qué hago ahora? – Pensaba impacientemente mientras jugaba con la lapicera. El teléfono suena de repente. Eran las 12 de la noche. - ¿Diga?​

    Kani: !Detective… soy Kani! Necesito su ayuda… – Sostenía un saco de mujer celeste en sus brazos mientras corría por los pasillos del manicomio.​

    Mark: Voy para allá. ¿que ocurre? – Se levanta rápidamente y toma sus llaves.​

    Kani: Vera… Oulon y yo… quisimos ayudarle y decidimos… - Recupera el aliento. Seguía corriendo por el pasillo. – Revisar las cosas de nuestros compañeros… Encontramos un saco que tenia un mapa de las ventilas del hospital.​

    Mark: Dime ¿De quien es el saco?​

    Kani: No tengo idea… pero estoy segura que lo vi en una de mis compañeras… escuche. Apúrese por favor… - Empieza a lloriquear.​

    Mark: ¿Por qué? ¿Qué pasa? Te siento algo agitada. ¿Estas corriendo? – Se dirige a su cochera.​

    Kani: Cuando encontramos el saco… alguien salió de la nada y ataco a Oulon. Él me pidió que corra y… decidí llamarlo mientras tanto. Creo que…​

    Mark: Tranquila… tranquila. Ya estoy en camino. – Sube a su auto.​

    Kani: ¡Apresúrese…! Creo ella me esta siguiendo… ¡no quiero morir detective…! ¡Por favor! – Kani se detiene. Sus ojos se llenaron de horror al ver que la persona que ataco a Oulon estaba frente a ella. Una sonrisa oscura y perversa se sintió en aquella sombra sin identidad. Esa persona levanto el cuchillo ensangrentado con su mano derecha y arrojo la cabeza de Oulon con su mano izquierda. - ¡No! – Intenta correr pero debido a su enfermedad, ella perdió fuerza. Puso el saco celeste detrás de una silla en su camino y sigue lentamente hacia adelante.​

    Mark: Kani… por favor. Mira el rostro de esa persona y dime quien es. – Kani intenta mirar pero sus ojos están tan llenos de lagrimas y la luz esta con tan poca tensión que le es imposible.​

    Kani: No puedo… ¡No quiero morir!​

    Mark: … Solo corra. Yo estoy en camino. – Conduce a toda velocidad por la calle, comiéndose algunos semáforos en rojo.​

    Kani: Encuéntrela… detective. – Ella cierra los ojos y algo le atraviesa la garganta desde atrás.​

    Alguien: ¿En donde pusiste mi saco, pequeña zorra? – Su celular cae al suelo. La sangre brotaba de su boca y los bordes de la herida provocada por el cuchillo.​

    Mark: ¡Kani…! Mierda…​

    Alguien: … - Levanta el celular. – No se preocupe detective. Ya esta lloriqueando con Oulon en el otro lado.​

    Mark: … No saldrás a tiempo. Estoy a dos manzanas y sé que las ventanas del instituto son enrejadas. - Cuelga. – Pobres personas…​

    El detective entra corriendo al hospital. La recepcionista se levanta para detenerlo pero al mostrar su identificación todo queda aclarado.

    Mark: ¿Alguien ha salido del hospital?​

    Jill: Esto… yo… no…​

    Mark: ¡Hable claro! Hay un posible doble homicidio aquí y usted tartamudeando. – Le dice angustiado.​

    Jill: No. No ha salido nadie. – Dijo más segura.​

    Mark: Bien… ahora le voy a pedir un favor. No deje entrar ni salir a nadie. ¿Esta claro? Si alguien lo intenta me llama y me dice quien es… - Le da un transmisor de baja frecuencia y saca otro para el de su bolsillo.​

    Jill: S-si…​

    Mark caminaba por los pasillos intentando encontrar alguna pista del paradero de Kani. O al menos su cuerpo. Encontró cerca de la sección de medicamentos el cuerpo sin cabeza de Oulon. El detective saco su lista de sospechosos y tacho el nombre de Oulon.

    Mark: Mierda. Si entro por la ventilación al cuarto, es imposible que haya sido registrada por la cámara. Bien… Kani dijo que era un saco de mujer y… - Un ruido de pasos alertan al detective y este saca su arma. – ¿Quién anda ahí?​

    Mina: ¿Qué hace en un hospital armado de esa manera? ¡Llamaré a la policía!​

    Mark: Estúpida… yo soy la policía. – Le muestra su placa. – ¿No has escuchado algún grito por aquí?​

    Mina: Pues… no. Ya ha acabado mi turno así que mejor me…​

    Mark: De ninguna manera. – Se abalanza contra ella y la esposa a una puerta. – De aquí no se mueve nadie hasta que encuentre al culpable de estas muertes. ¿Esta claro? – Mark se había puesto bastante nervioso pues cuatro muertes en dos días eran algo increíble para él.​

    Mina: No puede hacerme esto. – El detective sigue caminando por los pasillos poco iluminados por las fallas eléctricas. – ¡Si hay un asesino suelto no debería dejarme aquí!​

    Mark: Claro… pero si eres la asesina no puedo correr el riesgo de dejarte ir… - Le arroja el cuchillo en su bolsillo. – Por si eres atacada. – Sigue caminando.​

    Mark encontró un rastro de sangre en el suelo del pasillo 4, Pasillo en el que estaba la puerta de los asesinatos. Finalmente encontró la cabeza perdida de Oulon. Pensó entonces que Kani había gritado repentinamente, así que supuso que la cabeza cortada de su compañero era razón suficiente.

    Siguió caminando un poco hasta que encontró el final del pasillo. Ahí estaba ella. Colgada de un perchero de pared. El perchero le estaba atravesando el cuello por la abertura creada por el cuchillazo que le dieron. Debajo de ella había un enorme charco de sangre y a su lado una llama consumía un saco que antes era celeste. El detective se puso la mano en la cara intentando no enloquecer. Luego miro hacia sus costados y usando un matafuegos logró apagar el pequeño incendio. Su teléfono sonó.

    Mark: ¿Diga?​

    Mike: Mark. Perdón por la hora. ¿Estabas durmiendo?​

    Mark: No… ¿Qué pasa?​

    Mike: El laboratorio tiene un dato bastante raro sobre el caso… dicen que la sangre que cubría al paciente no era humana… las células y proteínas corresponden a… - Saca otro de los estudios. – Vaca…​

    Mark: ¿De vaca? Por dios. La que esta haciendo todo esto sin duda esta tan desquiciada como sus pacientes.​

    Mike: ¿Cómo sabes que es mujer? ¿O que trabaja ahí?​

    Mark: Estuve trabajando, Mike. No creas que esperaré pacientemente los resultados del laboratorio. ¿Algo más?​

    Mike: Bueno encontraron algunas mordidas extrañas en el arma homicida. Según las marcas dicen que la persona tiene entre 25 y 30 años debido al tamaño del cráneo y la fuerza de las marcas. ¿Alguna novedad?​

    Mark: Las cosas se complicaron. Es como si nos hubiesen dado los peores casos a nosotros, Mike.​

    Mike: No me digas que…​

    Mark: Hay dos muertos más… - Camina a la habitación de aislamiento. – Quizás Wan hablo con el asesino antes de ser bañado en… sangre de vaca… Que horror ¿Estas seguro de lo que dices? - Abre la puerta y se encuentra con algo completamente inesperado.​

    Mike: ¿Quién es Wan?​

    Mark: Mierda… ¿recuerdas que te dije que había dos muertos más?​

    Mike: Si… ¿Que pasa con eso?​

    Mark: Son tres más… - Frente a él estaba Wan, colgado del techo con el chaleco de fuerza usado como soga sobre su cuello. Había muerto de asfixia, pero aun así sonreía inocentemente. – Dime… ¿El laboratorio tiene algo más concreto? ¿O solo han conseguido esa mierda de información? - Estaba realmente enojado.​
     
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    Yoko Higurashi

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    Konbawa!!! Perdona haya tardado tanto en comentar :confused:
    Pero es que tengo asuntos escolares debido a que estoy en 3º año de bachiller y se están arreglando eso de la graduación, los exámenes finales, exámenes de ingreso a la universidad, entre otras cosas... Todo un lió! :cool:
    Pero dejando eso de lado, mejor comentare tu fanfic, cada vez me impresiona más tu forma tan seria de escribir, en realidad leí rápidamente el capitulo ya que aún tengo tarea que hacer, así que posiblemente omita detalles en este comentario, bien volviendo al caso del Violinista la 2º parte, realmente sospechaba más de Uri que de Lur, eso me sorprendió, aunque gracias al detective igual hubiera llegado a esa conclusión o a una similar.

    Bien ahora de este caso se ve un poco más escabroso que el del violinista, sobre todo porque se maneja "Hospital Psiquiátrico" eso me da cierto interés, aunque repito que al leerlo de rapidin omití detalles, solo se que este capitulo posiblemente este más lleno de misterio y sospechosos que en el anterior del violinista, ya que aquí cualquier pudo haber sido, por ahora no puedo comentarte más, veo tu historia para largo y te prometo que en cuanto tenga tiempo la leeré con más cuidado, porque esta historia lo merece.

    Atte.
    YokoHigurashi
    =X
     
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    Genji1

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    Midori, la cuna de los asesinos
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    5
     
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    gracias por tomarte el tiempo de leerlo e incluso comentar teniendo tantas responsabilidades n_n. Yo tambien omiti algunos detalles al escribir y me di cuenta hace poco pero ya lo dejo asi :3 pronto subire la parte 2.
    Pd: buena deduccion, tengo para rato con esta historia ><
     

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