One-shot La locura del acoso [MikuxLenxRin]

Tema en 'Vocaloid' iniciado por Vientchat, 27 Septiembre 2012.

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    Vientchat

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    Título:
    La locura del acoso [MikuxLenxRin]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1502
    Pedido de Nachi
    Y mi primer fanfic de Vocaloid, lo quería psicópata y fue psicópata e.e
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    Siempre los tengo que ver, tomados de las manos, riendo, besándose… Es como si a cada momento quisieran restregarme en la cara que ellos están juntos y yo nunca tendré al que amo. Y ese justamente es mi Len… tan amable, tan risueño, con mirada de niño pero de palabras maduras, sus ojos celestes siempre me quieren hipnotizar y sólo el dorado de su cabello me logra salvar de eso. Hemos sido amigos desde muy pequeños, siempre andábamos juntos y pocas eran las cosas que nos podían alejar, y una de esas cosas era ella. Desde el primer momento en que se presentó en clase, con sus dos coletas simétricamente arregladas, llenas de su abundante y molesto cabello aguamarina y su sonrisa tan irritante, desde ese instante fue que la odié y no sabía por qué hasta ahora.

    Ésta mañana no falló, dos calles después de dejar mi casa me los encontré, no les hablé ni ellos me vieron. Caminé detrás de ellos asqueándome de se comportamiento tan cursi y empalagoso. Todo el camino llevé los puños apretados y me di cuenta al llegar a la entrada de la escuela que las palmas habían sangrado ligeramente.

    —Hola Rin, casi llegamos juntos —me dijo Len al entrar al salón, lo amaba tanto pero a veces sentía unos enormes deseos por darle un buen golpe.
    —Hola Len ¿acabas de llegar? No te vi por el camino, tal vez saliste muy temprano —desde lo más profundo de mi corazón logré sacar esas palabras que, estoy segura, eran las que él quería escuchar.
    —Salí antes para pasar por Miku, espero que pronto los tres nos vayamos juntos —su sonrisa, tan perfecta y brillante, pero sabía que no estaba dirigida a mí completamente porque la otra estaba a unos pasos a mi derecha.
    —Sí, yo también lo espero

    Fue el día más raro en toda mi vida, después del saludo de mi amado amigo me había podido olvidar de todo lo que me rodeaba y mi mente maquinó un plan que comenzó por una locura y al final de las clases ya era todo un plan perfecto; aunque bueno, no seré engreída, aún tenía ciertos fallos, pero que pronto arreglaría. Y después de tanto tiempo, logré irme a casa sin tener a los dos empalagosos frente a mí, tal vez fue porque salí corriendo del salón en cuanto la campana sonó... como sea, eso ahora no importa.

    En unas horas ya lo tenía todo listo, no había nada que pudiera perjudicar mi plan perfecto. Iba a esperar hasta el siguiente día para llevarlo acabo, sin embargo el sol ya se ha ocultado, la mayoría de las calles parecen vacías a esta hora y estoy realmente ansiosa por terminarlo. Así que guardé todo lo que preparé en una mochila grande que alguna vez pensé en tirar por estorbosa.

    Sabía que su casa no estaba muy lejos de la mía y la de Len, lo que me hacía sospechar que ella lo había acosado desde hace tantos años hasta que logró el cambio de escuela, esperaba que hoy pudiera descubrirlo.

    Y por fin llegué, las luces estaban encendidas y al exterior sólo llegaba el leve murmullo de la televisión encendida. Me escabullí hacia el jardín saltando la barda que no era muy segura; su casa tenía la misma distribución que la mía, así que no fue difícil encontrar la habitación de la que provenía ese ruido. Me asomé a la ventana parándome de puntillas y observé al interior; y ahí adentro, frente al aparato que funcionaba sin que nadie le hiciera el mínimo caso, estaba esa mujer besando a mi querido Len, en su sillón como dos casados que no iban en segundo de secundaria.

    La rabia me invadió completamente, sentí un temblor ascenderme de los pies hasta la cabeza y volví a apretar mis puños y esta vez las gotas de sangre cayeron al pasto a mis pies. Tuve que hacer un gran esfuerzo por tranquilizarme y comenzar con el plan. Marqué a la casa de Len, le pedí a su madre que le llamara a su hijo y le dijera que yo trataba de localizarlo y que me llamara al celular con urgencia. En sólo diez minutos mi chico ya se disculpaba con Miku y trataba de marcarme desde la cocina. Puse en silencio mi teléfono y entré por fin a la habitación para quedar frente a una sorprendida chica irritante; le hice una seña con el dedo para que no hiciera ningún ruido y para que me siguiera al piso de arriba. Le gritó a Len que subiría un momento a su habitación y nos fuimos.

    Cerré su puerta al entrar y de mi mochila extraje lo que había guardado para esa ocasión, era una espada que le había “pedido” prestada a un primo lejano. El arma relució en mis manos y me regocijé con su mirada desconcertada y temerosa… pero duró muy poco. Su expresión cambió por una más maniática que cualquiera que yo hubiera hecho.

    —¿Crees que permitiré que me lo arrebates tan fácil como yo lo hice? —escupió las palabras, estuve a punto de perder confianza y demostrarlo, sin embargo lo evité sonriéndole tal como ella a mí.
    —No, ya veo que no será así, pero me esforzaré —y sin esperar alguna protesta suya, me lancé con el arma en mano y directo a su cuello. No obstante, esa mujer tenía experiencia y con un salto hacia atrás esquivó el golpe y trató de contratacar, pero logré usar el mango del arma para evitar daño. —Eres una maldita #%$@
    —Fuertes palabras para una niña como tú —se mofó, así que le lancé un nuevo ataque que por poco lograba salir limpia de nuevo, ésta vez le hice un corte en la pierna izquierda y sonreí con arrogancia.
    —Sabes que en cualquier momento puedo bajar y mostrarle lo que eres en realidad
    —Puedo hacer exactamente lo mismo
    —Él me conoce mucho más que a ti, sabe todo de mí, hasta esto —mi sonrisa debió haber sido lo más retorcido ya que ella lució sorprendida por una pequeña fracción de segundo, pero me respondió con una sonrisa similar. Esa tipa de verdad estaba loca y mi teoría de que lo había acosado desde hacia años parecía cierta. Corrí de nuevo hacia ella, esquivé su patada y me situé detrás de ella, ahí le hice un corte con mi espada y luego la patee haciéndola golpearse con la puerta, eso sin duda lo escucharía Len.
    —Entonces podré hacerme la víctima
    —Primero te mato

    El intercambio de palabras terminó con eso, con las manos desnudas me atacó y pude defenderme hasta que de una patada lanzó mi espada debajo de su cama. Yo no tenía ningún inconveniente con luchar cuerpo a cuerpo. No estoy segura de si hubo gritos o no, sólo sé que me perdí en la lucha, lanzaba todo los tipos de golpes que mi otra prima me había enseñado, terminamos derribando una caja y esparciendo su interior sobre el suelo, ella lució enojada por eso, pero yo no me preocupé. En algún momento sentí que perdería, pero no iba a permitirlo; logré acercarme al lugar donde mi arma había caído, la tomé de nuevo y de improviso logré cortar su arteria. La sangre me salpicó un poco, tenía la respiración agitada y el cabello hecho un desastre; sentí la mirada de alguien y al girarme vi a Len completamente sorprendido. Se arrodilló en el suelo y creí que iría a abrazarla, sin embargo recogió unas de las hojas tiradas en el suelo, parecía sorprendido así que tomé una y por fin supe lo que era: actividades completamente detalladas de lo que Len hacía, incluso antes de mi nombre había palabras tan fuertes como yo se la había dicho hace unos minutos. Me miró con ojos interrogativos y después frunció el ceño, sabía que en el fondo estaba enojado, nada volvería a ser como antes; eso ya lo tenía previsto.

    —Si no te puedo tener —comencé a decir al acercarme a él, tomé su mano y la puse sobre el mango del arma, lo sujeté para que no la soltara— nadie más lo hará —y lo hice enterrarme el largo filo en medio de mi pecho. En segundos mi vida se extinguió.

    Epílogo.
    Con tanto ruido, los vecinos llamaron a la policía, para el momento en que la menuda chica murió, las patrullas ya se estaban estacionando frente a la casa. Al momento en que abrieron la puerta de un fuerte golpe, el chico comenzó a reír como loco, los adultos se sorprendieron por la escena y en seguida apresaron al maniaco que no dejaba de reír. Cuando lo interrogaron, él sólo reía y decía que un par de locas acosadoras habían luchado por él y al final se había quedado con ninguna y estaba realmente satisfecho de eso, de que nunca se le volverían a acercar.
     
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    nachy

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    OH DIOS MÍO es simplemente perfecto!!!!
     
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    Vientchat

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    ¿Lo dices en serio? :eek:

    Estaba creyendo que se me fue la mano o que no me salió tan ellos o no sé, pero no le tenía mucha confianza ;-;
     
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    Tauro
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    Hola!!
    Me mató tu fic, como pusiste los personajes para que sean bieeeen psicópatas XD
    El final fue lo que más me gustó, ese Len y su actitud psicópata me vuelve loca (?), ¡Y las dos se murieron! XD, adoré eso (?) ok no...

    Bueno, lamento que haya sido tan corto pero ya tengo que irme U,U Aquí son las 3:52... Nyu~ Que tengas un lindo día/tarde/noche!!
    Feliz Navidad!!!
    Sayoo!! ^^
     
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    VocaloidFanGirl

    VocaloidFanGirl Iniciado

    Libra
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    Me encantó!! Aunque se me hace medio raro ver a mi pobre Len así jaja Me gustó muchísimo :D
     
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