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    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    Hubo un mañana
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    Romance/Amor
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    8
     
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    HUBO UN MAÑANA.


    Primavera del año de 1615 Periodo Edo.


    Las hojas tornaban un color verde hermoso, las flores comenzaba a abrirse y miles de aromas se entregaban. Era una de mis temporadas favoritas, ahora no puedo admirarlas tanto como cuando era joven pero, recuerdo que una vez hace tiempo esta temporada me trago una historia… Una triste y hermosa historia de amor.”

    - ¿Por qué él nunca envejece?- pregunte inocentemente, recuerdo haber dicho aquella pregunta solo tenia quince años.

    - Es por nosotros tenemos una vida más extensa que la suya-comentó mirando aquel sujeto que llevaba en su hombro derecho un tronco de un árbol, al parecer iba a cortar leña.

    - Desde que tengo memoria ustedes siguen igual, incluso jugabas conmigo cuando yo apenas era una niña pequeña-susurré mirando a mi acompañante que tenia como apariencia de edad aunque, para ser sincera él tenia mas años que aparentaba.

    - Soy un zorro mágico y el un medio demonio ambos tenemos mejor calidad de vida. Incluso cuando seas anciana me veras igual-dijo encogiéndose de hombros- y me burlare de ti-hizo una sonrisa fanfarrona.

    - Hay joven Shippo-susurré mirando la ventana, pero me quede callada, miraba con admiración aquel ser protector y el héroe de esta aldea.

    Miré los ojos de Shippo, esmeraldas, quien diría que lo que había dicho fuese cierto.

    A mi edad el sigue igual y yo…He cambiado a comparación de él. Sin embargo algo que no se me olvida es aquella historia que me contó, una que a pesar de los años la recuerdo con exactitud.”

    - Dime Nanami ¿Por qué quieres ser sacerdotisa?-me preguntó Shippo aquella vez y yo solo sonreí.

    - Quiero ser una vez como la persona que cuido este lugar hace ya ciento noventa y dos años. Esa sacerdotisa poderosa, solo he leído muy poco de ella pero era muy amable…-callé al ver como su gran mirada esmeralda se oscurecía y tragaba duro-joven Shippo esta…

    - Te refieres a la sacerdotisa Kagome-su voz entre cortada, quien diría que el un zorro casi de edad cien años tendría la apariencia de mi edad, quince años.

    - A sí ella…

    - Vaya quien diría…-susurró mirando el techo de la cabaña-hace tanto tiempo que no había escuchado ese nombre.

    - ¿A que te refieres?-pregunté mirándolo fijamente. El se levantó y me extendió la mano.

    - ¿Quiere saber quien era ella?-asentí y tome su mano, el me llevo a fuera y se sentó junto a mi, olfateo el aire y luego me miró- digamos que ella…Fue la mujer de Inuyasha.

    A un recuerdo como me sorprendí, pues en aquel entonces el joven Inuyasha aparentaba no mas de veinte años y entonces me di cuenta de algo, que si ella era humana y el era un medio demonio su duración de vida era distinta eso significaba que ella había muerto antes. A penas era una niña y no entendía nada pero aun así siempre había tenido la duda de que pasaba con la mirada de Inuyasha, desde pequeña le miraba sus ojos pero estos tenían una tristeza, un vacío… quien diría que aquella mirada llevaba una historia. “

    NOTA: Antes que anda debo aclarar algo: esto es un amm como explicarlo, un diario así q ue si tiene alguna duda avísenme por lo mientras es un prologo. Esta historia no sobrepasa de lso quince capitulo, es un fic corto pero algo romantico espero que les guste. Por cierto ESTO NO ES UN MARY SUE ni nada por el estilo, lo verán más adelante digamos que es una intermediada.


    La verdad este fic estaba basado después del manga, no todo es miel sobre hojuela y siempre he tenido la duda de que Inuyasha es un medio demonio y ella una humana es obvio que hay un conflicto. Solo espero sus apoyo :D
     
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    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

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    Cuenta conmigo, cuenta conmigo!!
    Bueno primero *Hola* y gracias por la invitación n.n
    Por lo que pude apreciar del prologo se ve linda la historia, lastima que Kagome-chan ya esta muerta, pero por lo que dijiste(nota de autora), sera una linda historia romántica, y eso me gusta :3
    Por lo visto no pasaron muchos años desde la muerte de Kagome ¿no?, lo digo por la época ubicada al principio del prologo, y la época en donde pertenecía Inu era la del 1.500 (mas o menos, la de las guerras civiles)...
    Y ellos, ¿siguen en el área de Muasashi?(donde estaba la aldea de la anciana), pregunto por curiosidad, ya que son guardianes de la aldea...
    Voy a esperar el primer capitulo, así que espero que no te olvides de avisarme si n.n ah, sabes este fic me hace acordar a la peli "Los secretos de una Geisha"...no se por que jeje, un beso!
     
  3.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    ¡Muchas Gracias Kagome Hi Taisho! Agradezco tu opinión y comentario y sin más aqui esta el primer capitulo. Ojala te agrade y a los que han leído agradezco que visite mi escrito :D

    Capitulo Uno: Kagome, Kagome

    Salí de la cabaña mientras sonreía a los aldeanos, para ser sincera la época de las guerras civiles habían cambiado un poco, ahora todo era más pacifico, claro, había uno que otro demonio pero podía lidiar con ellos. Además siempre he querido ser sacerdotisa desde que tengo memoria incluso la antigua sacerdotisa era una pariente mía. Cerré los ojos y deje el viento meciese mis cabellos, algo que también adorada de aquella temporada era las brisas, hacían que te relajaras.

    - Señorita Nanami-gritó una niña seguida con otros infantes, en menos de un minuto estaba rodeada de niños- ¿quiere jugar con nosotros?

    - ¿Enserio y que van a jugar?-pregunté divertida, me encantaban los niños.

    - Ah, Kagome Kagome-dijo otro niño sonriendo.

    No pude decir que no mientras a mi me escogían como el oni y los niños alrededor de mi mientras cantaban la canción. Cubrí mis ojos con mis manos, el escuchar esa canción me hacia recordar la historia que me había contado Shippo, sobre la joven que cruzo el pozo y que venía de un país extraño. Me era difícil pensar en aquello y que ironía, esa canción llevaba su nombre.

    “Kagome, Kagome, el pájaro se encuentra en la jaula,
    ¿Cuándo la abandonará?
    En la noche o el amanecer,
    la grulla y la tortuga se deslizan
    ¿Quién se encuentra detrás tuyo?”

    - Ha… ¿Suki?-susurré y todos comenzaron a reír, definitivamente no era ella.

    - Si -levanté la mirada y no pude evitar reír. Me incorporé y miré a todos los niños ellos intercambiaron lugares y ahora Suki seria el Oni- ahora usted cantara la canción.

    - Bueno pero mas vale que no hagan trampa-sonreí y tome de las manos comenzando a cantar la canción- Kagome, Kagome, el pájaro se encuentra…-no pude terminar la frase, pues iba pasando mi maestra y con ella la acompañaba Inuyasha, este desvió su mirada y me miró, al pronunciar “Kagome, Kagome2 fue como si se detuviese el tiempo y su mirada de tristeza y vacio le hiciesen recordar algo. Tragué duró y seguí con el cantó pues los infantes comenzaba a reclamar.

    - ¿Pasa algo inuyasha?-preguntó la sacerdotisa Saya mientras el se volteaba.

    - Nada anciana-susurró mientas seguía caminado

    - Que falta de respeto Inuyasha-señalo mi maestra y el solo bufó-cuando yo era una niña yo si te mantenía respeto.

    - ¡Fhe! Como si me importara-se encogió de hombros y cambio el tema. Yó lo miraba fijamente podía jurar que en aquel instante me miró de una manera diferente, como si le recordarse a alguien.

    - Joven Shippo ¿Puede seguir con la historia?-pregunté anciosa, el encuentro de hoy en la mañana hizo que mis dudas se realzaran.

    - ¿Ah?

    - Sí, continúe con la historia de la sacerdotisa- me moví ansiosa mientras caminaba. Sabía muy bien que no le gustaba contar la historia mientras el héroe de la aldea andaba vigilando el lugar- además el joven Inuyasha no está, esta con la sacerdotisa Saya en una aldea cercana.

    - Tú si que quieres saber-cerró los ojos y dejo que la brisa lo acariciara-¿en donde me quede?

    - Cuando derrotaron aquel ser espantoso y nada más-dije toda apresurada y tome asiento cerca de un árbol. El me sonrió y se sentó al lado mío.

    - Pues...Kagome tuvo que regresar a su época, cuando el pozo desapareció por tres días solo regreso Inuyasha diciendo: Kagome esta bien-hizo una pausa-después de eso ya no volví a ver a Kagome después de tres años.

    - ¿Tres años?-pregunté asombrada.

    - Sí, ya para todos incluso Kaede la antigua sacerdotisa de este lugar se habían resignado, pues era bastante tiempo y la tarea de conseguir los fragmentos había acabado-miró el cielo-Sango y Miroku hicieron su vida y yo…Entrenaba duró para convertirme en un gran Zorro mágico. Pero Inuyasha…Inuyasha se sentía muy solo.

    - ¿Sólo? Es decir, ¿no tenia a nadie?

    - ¿A quien? Si Kagome era su mejor compañía-miró el cielo nuevamente y cero los ojos- aun recuerdo como la esperaba.
    ----------------------------------------------------------------------------------



    “Era una tarde de primavera, las nubes estaban en lo alto y Shippo volaba pacíficamente, estaba muy contento había subido su rango durante estos tres años. Lo primero que haría seria visitar a Kaede y decirle o a Sango pero ella estaba en cinta así que…Los cambios de humor no era buena estrategia. Tal vez a Inuyasha, después todo era el quien más le apoyaba, a veces era una gran molestia pero le despedía cuando se iba y le daba la bienvenida cuando llegaba. Suspiró la gran bola rosada mientras se acercaba la aldea.

    - Ha cambiado bastante desde ese día-dijo para así el pequeño mientras aterrizaba en una bola de humo en el césped.

    Corrió lo más rápido que pudo para ver a Kaede pero estaba, la cabaña estaba desierta; hizo una mueca, menudo lío no había nadie. Suspiró pesadamente y buscó en la aldea a inuyasha pero tampoco lo encontró. ¿Dónde estaba todo el mundo? Siguió caminado y olfateo el aire, el olor de Inuyasha no estaba tan lejos. Comenzó a caminar despacio dándose cuenta en donde se dirigía, era el árbol sagrado y el pozo. Vio a lo lejos la mancha roja de Inuyasha pero se veía extraño.
    Los colores anaranjados dela atardecer se asomaban y era un gran espectáculo, un lugar hermoso combinado con esos colores. Rápidamente tomo una hoja y se transformo en un pequeño árbol cerca de él. Había perfeccionado su técnica además quería probar con Inuyasha, si lo asustaba se sentiría orgulloso de si mismo. Calló todo pensamiento al ver a Inuyasha recargado en el pozo, tenía las orejas bajas y con una mirada de ciervo moribundo. Nunca había visto a un Inuyasha así, siempre fanfarrón y molesto pero era diferente ahora. Nunca de los nunca había visto así.

    Observó con sumo cuidado como se volteaba y miraba al pozo distante, en algunas ocasiones se recargaba con su típica pose y cruzaba los brazos. También miraba el cielo y escuchaba los grandes suspiros que hacia el medio demonio; Shippo se quedaba sorprendido. ¿La esperaba? El mismo se había resignado ante la idea de volver a ver a Kagome pero él... ¿La esperaba? Como lo hacia hace tres años taras cuando ella iba a su época momentáneamente.

    Un ruido de una liebre lo alertó y enseguida Inuyasha se volteó hacia el pozo y se asomo a más no poder, pero enseguida levantó la cabeza y suspiró con pesar.

    - Eres una tonta-se le escuchó decir. Shippo se pudo tenso al escucharle hablar así-¿Por qué tardas tanto? Tonta…-su voz se fue apando poco a poco. Inuyasha volteó a ver el cielo por quinta vez y el decimo suspiró surco sus labios.

    - Inuyasha…-fue el único pensamiento de Shippo al ver como se oscurecía el cielo y así llego la noche.

    Shippo no se movió por horas, entendió que Inuyasha estaba un buen rato desde que llego, casi todo el día o más bien desde que amaneció. Sabía muy bien que Inuyasha la extrañaba pero no así, pero se daba cuenta de algo, en verdad este medio demonio amaba aquella mujer. Poco a poco se fue alejando sin ser visto por Inuyasha, regreso a la cabaña ya noche y entro a la cabaña encontrándose con Kaede.

    - Shippo, has regresado- dijo la anciana tosiendo un poco.

    - Si.

    - ¿Sabes donde esta Inuaysha? Desde el amanecer no lo he visto-coemntó despacio ya que cerca suyo se encontraba la pequeña Rin dormida en el futón.

    El joven zorro negó con la cabeza; ahora sus dudas estaban claras, inuyasha esperaba a Kagome desde el amanecer hasta el anochecer.

    - ¿Qué creé anciana Kaede? acabo de subir…

    - Ya volví-la voz de Inuaysha hizo que lo asustara, Shippo calló rápidamente y tragó duro, no entendió el por que se ponía nervioso- ha.. Enano volviste.

    - He sí-sonrió dando un gran saltó y dándole un golpe en la cabeza- ¡Me la debías perrote!

    - Shippo… ¡Idiota!-respondió dándole un golpe igual.


    Tal vez aunque Inuyasha odiaba admitirlo extrañaba demasiado a Kagome pero algo estaba seguro Shippo, que no importaba el tiempo sabia que ya no estaba solo pues estaba con él.


    - ¡Despertaran a Rin!-regañó Kaede levantándose.

    - Pero fue el quien empezó.

    - ¡No tu fuiste hace tres días cuanto te pregunte por qué tenias cara de perro moribundo!- recrimino dándole mordidas en el brazo.

    - ¡Ah! Shippo ¡Eso duele!-cerró un ojo ante el dolor y lo volvió a golpear.

    Definitivamente esta noche no seria tranquila para la pequeña Rin. “
    -----------------------------------------------------------



    Abrí muchos los ojos al escuchar su relato, el sonreía. El joven Shippo bromeaba con Inuyasha en vez de cuando pero jamás pensé que se llevara así.

    - Debió ser muy divertido verlos a ambos-comenté posando mis codos en mis rodillas y apoyando mi cabeza en ellos.

    - A veces Kagome se enojaba con nosotros y más con Inuyasha cuando me golpeaba la cabeza-recordó haciendo una sonrisa picara-un niño tan tierno como yo debía ser protegido.

    Me quede mirando con cara desfigurada, suspiré y vi el cielo.

    - Debió ser muy importante para ustedes-susurré y le mire fijamente- Kagome, esa joven.

    - Si-dijo en un suspiró-pero ahora es un pasado, con unos buenos recuerdos. Es hora de irnos, el olor de Inuyasha se acerca.

    Asentí levantándome y sacudiéndome el traje ya que se había manchado de pequeñas hojas. Volteé y observe el lugar donde se encontraba ese árbol, normalmente no podíamos ir seguido era un lugar sagrado… O al menos para alguien.

    - Nanami…

    - Si ya voy-contesté apresurando el paso.
     
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  4.  
    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

    Aries
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    Hola amiga :3 no te preocupes no hay nada que agradecer n.n
    Bueno, este capitulo me hizo acordar a un fic que leí donde Inu esperaba a Kagome, ahh me dio pena los de las orejitas caídas, pobre de mi amorsito...pero fue tan tierno que la fuera a ver cada tres días n.n pero lo que mas pena me dio fue lo de su mirada, siempre tan llena de vida, pero ahora apagados U.U yo amo sus lindos ojos dorados, son tan bellos...
    Una pregunta...Nanami tiene algo que ver con Kagome, lo digo por la mirada de Inu, y por que ella dijo que tenia una familiar que fue sacerdotisa...
    En si me da pena leer que Inu este triste por que Kagome no esta mas con el, pero bueno al menos tiene sus lindos recuerdos y sera bello leerlos n.n ¡amo esta pareja!
    Bueno avísame de la conti, un beso!
     
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  5.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

    Piscis
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    Me gusta, es un ambiente triste y cabizbajo. Ahome lejos e Inu sintiéndose triste y solo. No me gusta siquiera imaginarlo así. Yo también tengo esa duda. Nanami es algo de Ahome??? Y cómo es su apariencia? No vi mucho de ella y eso me llena de dudas. Esperaré pacientemente la conti ^^
     
  6.  
    Freya Scarlet

    Freya Scarlet Usuario popular

    Escorpión
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    Hola amiga soy tu nueva en tu fic el cual me pareció muy interesante, la trama es muy buena y bastante
    original, es muy padre que hayas decidido hacer un fic de lo que paso después del final del manga, solo
    tengo unas pequeñas dudas jeje: como bien dice mi amiga Kagome Hi taisho ¿Nanami es algún pariente de Kagome? y
    ¿por que Nanami le guarda respeto a Inuyasha? lo digo por que cuando estaba conversando con Shippo y el dijo que
    Inuyasha se acercaba ellos se fueron; son algunas preguntillas jeje :D, sobre tu fic esta genial, espero no te
    molste avisarme cuando subas conti ya que me quede con ganas de leer más.

    ¡¡Saludos y sayonara!! :)
     
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  7.  
    Hikari-sama

    Hikari-sama Iniciado

    Aries
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    Kawaiiiiii * - *
    Me encanto. Es un ambiente triste sin Kag. Nanami debe ser algo de Kag. Me lo explicas casi casi mi Inu querido la ve como si le recordara a alguien. Debe recordarle a Kag

    Que bonito! Conti pronto porfis.
     
  8.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    Gracias a todos por sus opiniones. Claro que sus dudas surgen pero al paso del tiempo comenzaran a aclarar sus dudas, sin más, aquí esta el capitulo.

    Capitulo dos: Jineji

    La mañana era tan tranquila sin ninguna prisa, podía escuchar los pajarillos y los niños que jugaban sin cesar, mientras tomaba el camino hacia casa me fije del joven Inuyasha, allí estaba otra vez viendo al horizonte, su cabello meciéndose en el viento. Me encogí de hombros, tal vez el guardaba muchos misterios pero por lo mientras escucharía las historias del joven Shippo.

    - ¡Nanami!-la maestra Saya salió de la cabaña, vestía con las ropas de sacerdotisa. Era una mujer mayor, tenía el cabello largo y blanco sujeto en media coleta-necesito que vengas.

    - Si-corrí y llegue a su encuentro haciendo una reverencia como se acostumbra-¿sucede algo sacerdotisa Saya?

    Me miró unos instantes luego cerró los ojos como si pensara. Me sentí confundida; ella nunca se comportaba así, era bastante seria y estaba sonriendo.

    -¿Qué planeara?-pensé.

    Quince minutos después.

    Un remolino de fuego azul azotó a mi lado, no me asustaba quien era, sabía perfectamente de quien se trataba.

    - Al parecer te veo nerviosa-susurró el joven Shippo rascándose la cabeza-tu siempre me saludas alegremente y ahora pareces una cripta-comentó haciendo un ademán con la mano. Baje la mirada avergonzada y aprete mis puños

    - Yo…-tragué duro-voy a irme dentro de unos minutos.

    - ¿A dónde?-preguntó mirando una bellota que tenia en su mano.

    - Mas bien con quien joven Shippo-miré a los lados. Me sentía nerviosa y a la vez emocionada, era mi primer viaje pero sentía los nervios de punta.

    - No me digas que…

    - Sí, con el joven inuyasha-suspiré-la sacerdotisa Saya me pidió que llevara unas hierbas medicinales al joven Jinenji, no se quien es él pero al parecer conoce el joven Inuyasha-hizo una pausa conteniendo el aire-y tendré que ir. Ella no puede por que anda un tanto resfriada así que me lo pidió-lo miré un segundo y bufe-sus carcajadas no sirven de apoyo.

    - Lo siento pero tu rostro-se tranquilizó y respiro hondamente.


    - Por cierto joven Shippo -comencé a decir- ¿la sacerdotisa Kagome jugaba mucho con los niños?-hace días tenía aquella pregunta.

    - Sí, demasiado, su juego favorito era “Kagome, Kagome” decía que le recordaba su infancia.

    - Entiendo.

    - No es para tanto-cambio el tema Shippo, pude notar su nerviosismo ¿Acaso el tema era algo prohibido?- Inuyasha puede ser un fastidio pero no te hará daño.

    - Mmm puede ser, ¿Qué es lo que puede pasar?-comenté ofreciendo una sonrisa. Seguido por el grito del joven Inuyasha.

    -“Jamás volveré a decir eso”-pensé caminado por el bosque, era obvio que el trayecto de la aldea hacia este lugar no era muy lejano, bueno si vas a la espalda de un medio demonio que corre bastante rápido.

    No podía describirme ene se momento, me sentía incomoda, la presencia del joven inuyasha hacia que me pusiera de punta. Tal vez todo hubiese sido diferente si no conociera tanto de él… Su vida por ejemplo, sobre lo que paso con Shippo y ese vieja de recolección de fragmentos.
    Era un silencio devastador, solo se escuchaban los pasos de ambos; además veía la aldea próxima a lo lejos así que nada seria tan difícil.

    No podía hablar de un tema me sentía tan nervosa, a veces lo miraba por el rabilo del ojo y su expresión era la misma. Mirada tranquila, ceño fruncido.

    - Ah… -intenté articular palabra pero no lo logre. Esto fulminaría mis nervios- ¿No falta mucho verdad?-siempre una conversación empieza con una pregunta ¿No?

    - Sólo unos cuantos metros-dijo con voz determinante. Asentí esbozando una sonrisa. Bien no todo estaba tan mal ¿Verdad?

    Pasaron otros diez minutos de silencio y llegamos a la aldea, todos nos miraban inquietantes pero se tranquilizaron al verme. Tenía puesto el traje de sacerdotisa, así que no se preocupaban. Aunque veían al joven Inuyasha y hacían preguntas de: ¿Es el? ¿El joven amigo de Jineji?


    Eso hacia que mi emoción se relazara. Quería conocer a ese ser, tal vez sea como el joven Inuyasha.

    - ¿Ustedes viene a ver al señor Jinenji?-preguntó un anciano.

    - Eh…Sí-afirme dando una sonrisa tímida, me detuve unos segundos, cuando volteé vi que mi acompañante ya no estaba si no me había rebasado casi era un punto rojo, tuve que correr para alcanzarlo.

    - Escúchame bien, este lugar es desconocido para ti, así que si te pierdes no me hago responsable-se encogió de hombros y asentí.

    Llegamos a un claro, una campo de hierbas, seguido allí estaba un gigante en cunclillas cosechando algunas de ellas.

    - ¡Hey Jinenji!-Inuyasha lo llamó, sus brazos estaban adentro de su túnica y caminado.

    El gigante se volteó y se incorporó haciendo que su altura fuera mas notable. Era bastante grande, tenia una coleta corta y unos ojos saltones y azules, tenia en su cuerpo algunas cicatrices pero lo que más me petrifico fue la sonrisa que nos dedico.

    - Inuyasha… ¿Acaso hace dos días no viniste?-preguntó su voz era un tanto frágil y grave.

    - Ah… Sí, pero a la anciana Saya pidió que volviera de nuevo para que me entregaras unas hierbas medicinales pero como no esta ahora ella-me señalo a mi con su pulgar lo cual hizo que me pusiese de nervios (mas de lo que estaba)-vino en representación.


    - Ya veo-comentó rascándose la barbilla.

    - Mi nombres es Nanami, un gusto en conocerle-hice una reverencia.

    - Además creo que dijo que si le enseñabas algo de hierba medicinal-comentó Inuyasha despreocupado, su carácter era muy diferente cuando estaba en la aldea.

    - Pero no había necesidad de enseñarle, Inuyasha puedes enseñarle a ella, tu también sabes de las hierba medicinal-eso me dejo atónita. El joven detuvo su paso y cruzo de brazos.

    - ¡Ja! No se de que estas hablando-ladeó el rostro y siguió con su caminar.

    - La señorita Kagome te enseñaba cuando aprendía algo nuevo inuyasha-me quede boquiabierta. Jinenji ahora ladeó el rostro mirándolo fijamente y yo… Me quede en medio. Pude sentir la tensión de Inuyasha y mire que sus brazos no estaban cruzados, estaban a los costados de su cuerpo y en forma de puño. Jure escuchar su gruñir.

    - No vuelvas a decir…eso-susurró apenas fue audible para mi. Volteé a ver a los dos, Jinenji suspiró e Inuyasha no hizo más que alejarse.

    Estuvo en una distancia prudente cuando jinenji abrió su boca.

    - ¡Inuyasha! ¿¡Hasta cuando la dejaras!?-eso tanto me tomó como sorpresa como a el medio demonio. Este no volteó y siguió caminado.

    - Te respeto, pero si vuelves a decir algo…-no había necesidad de continuar una amenaza estaba allí escrita-volveré al atardecer-aviso y se fue dando de saltos hasta perderse en el horizonte.

    Silencio.

    Silencio y tensión.

    Silencio, tensión y nervios.

    Me quede callada por un largo rato. Mientras tanto Jinenji hizo un largo suspiro y volvió a su rutina.

    - Esta hierba es para aliviar una infección de herida-me dijo mostrándome una planta con hojas largas.
    - Entiendo-enseguida estaba asu lado escuchando todo lo que provenía de él.

    Pasaron unos minutos hasta que él comenzó hablar de un tema que ni yo misma me hubiese imaginado.

    - Antes una sacerdotisa también venia seguido, o yo iba a su aldea-comentó mietras hacia su labor de quitar la mala hierba- se llamaba Kagome, era una sacerdotisa diferente a las demás. Ella era buena y bondadosa, tenia un corazón más fino y puro que pude conocer.


    Me quede en silencio escuchando atentamente, esto era una historia como las que me contaba el joven Shippo.


    - Ella se había ido por tres años a su lugar de origen, pero un día regreso. Fue allí donde me pidió ayuda-vi su semblante, miraba las plantas y vi como tocaba un pqueño gusano. Eso me hizo estremecer.

    - “¡Hay!- gritó Kagome alejándose casi medio metro de la cosecha-gu….gusano-susurró sentido escalofríos por todo el cuerpo.

    Había pasado ya tres meses desde su regreso y las cosas iban mejorando. Sabía que todo había dado un giro, Shippo estaba entrenando, Sango y Miroku tuvieron su familia…Sí todo estaba bien. Tragó duro y poco a poco se fue acercando hacia la planta. Dio un respiró de alivio al ver que Jinenji lo había apartado.

    - Gracias-le hizo una calidad sonrisa y volvió a su trabajo.

    - Kagome no le temas a los insectos, así no podrás concentrarte en las hierbas medicinales-la voz de Kaede le resonó en la cabeza. Ella volteó y asintió, la anciana le hizo una señal con la mano en forma de despedida.

    - Esta bien pero…-bajo la mirada e hizo un además con la mano-no tengo muy buenos recuerdo de los insectos.

    1.- Un ciempiés la había llevado a este mundo e incluso le lamió la cara sin contar de herirle el costado con tal de obtener la joya.

    2.-Naraku tenia una araña en la espalda…Era un enemigo contaba ¿Verdad?

    - ¿Estarás aquí para siempre?-la voz frágil del gigante la saco de sus pensamientos.

    - Sí, después de todo sentí que este es el lugar donde pertenezco-una amplia sonrisa estampo sus labios seguido de una pequeña risa-además, creo que es mejor, ha pasado un tiempo en donde no venia este lugar-miraba las plantas con adoración- ¿Esta es medicinal?-preguntó la azabache alzando la planta que tenia entre sus manos hacia Jineji. Este asintió-¿cómo se llama?

    - Te ves concentrada-comento el medio demonio caminado tan tranquilo hacia ella-¿que haces?

    - Estaba aprendiendo las hierbas medicinales. Si me voy aquedar aquí tengo que aprender muchas cosas-una sonrisa esbozo sintiendo un nudo en el estomago. No podía evitarlo decir que quedarse aquí permanentemente le hacia sentirse feliz.

    - ¡Fhe! Dudo mucho que aprendas algo con esa cabeza tan dura que tienes-bromeó haciendo un lado su cabeza y sonriendo en sus adentros al ver la expresión de la azabache.

    - ¿¡Qué te pasa!? ¡Tú eres el que tiene hueca la cabeza!-gritó señalándolo.

    Mientras la discusión matutina se terminaba en una simple palabra (abajo) Jinenji miraba con atención las cosas con una sonrisa en su rostro.

    - La verdad ya extrañaba sus peleas-mencinó el zorrito mágico que pasaba por allí-¿no Jinenji?-este asintió.

    Pasaron unos minutos y la calma volvió, Inuyasha estaba a un lado de Kagome mientras ella quitaba la mala hierba de las plantas.

    - Mira Inuyasha-le llamó y se hizo un lado para que el se sentara.

    - ¿Qué?

    - Esta hierba permite desinfectar una herida-la tomo entre sus manos, enseguida la soltó y tomo otra- y esta es para quitar el dolor dele estomago- Inuyasha se acercó a un más, prestante suma atención- ¡Ah! Y si la hierves en agua hace que se te quite el dolor de los oídos y cabeza.

    - Deberías darme eso-susurró un tanto serio. Ella enarco una ceja.

    - ¿Para que?

    - Para poder quitarme el estúpido dolor de cabeza al tener que escucharte…-Inuyasha no pudo evitar soltar una risa.

    - ¡Inuyasha abajo!

    Shippo negó con la cabeza comiendo una pequeña ramita que tenia en los labios. Jineji ladeó el rostro un tanto confundido, pero algo le llamaba la atención de Kagome , no importaba si se molestaba por los comentarios de Inuyasha siempre la veía tan sonriente desde que al conoció pero ahora más e Inuyasha, este miró y una risa estaba a punto de salir de sus labios, nunca lo había visto así. Se querían, no había duda de ello.

    - ¿Nos vamos?-preguntó Inuyasha mientras le extendía la mano para poder levantarla.
    - ¿A dónde van?-preguntó Shippo sentándose en la hierba.

    - Iré con la anciana Kaede para que me enseñe como aplicar las hierbas medicinales-dijo Kagome levantando el canasto que traía consigo.

    Mientras se alejaban del aquel lugar Jinenji observó como el medio demonio tomaba el canasto de la chica, esta sonrió y el brazo derecho de ella lo acomodo con el del chico. No había sonrojos, ni siquiera tartamudees. Era un hecho que ellos mismo sabían ya sus sentimientos.”

    - Cada vez que Kagome aprendía algo nuevo corría para mostrarle a Inuyasha-jineji carraspeo un poco y me dio un canasto con las hierbas medicinales- ahora que te veo te pareces un poco a ella.

    Me quede en shock por algunos segundos. No podía ser cierto, por lo que había escuchado del joven Shippo Kagome era una mujer: alta, con cabello largo y azabache, con ojos marrones. En cambio, yo tenía el cabello castaño, corto hasta los hombros y ojos de un diferente color que el de ella.

    - Dudo mucho eso joven Jinenji-confesé mostrando una mueca de inseguridad-pero agradezco el cumplido…Una duda-tenia que preguntárselo si no lo hacia nunca podría dormir en la noche-¿el joven Inuyasha tenía un hechizo?

    - Bueno, era un conjuro, él tiene un collar-rasco su barbilla y miró el cielo- sí ella decía “siéntate” o algo así caía al suelo-explicó brevemente- bueno será mejor cambiar el tema.

    No comprendí del todo hasta que vi la mancha roja del joven Inuyasha acercándose. Me sorprendían las habilidades de ellos dos.
    Cuando nos alejamos de la aldea el silencio volvió a reinar como antes; miraba las hierbas repasando cada una de sus habilidades, pero desvié mi mirar posando en el cuello del medio demonio, el collar estaba allí, era un rosario. La explicación de Jineji se me vino en la mente junto con todo lo que paso en la mañana.
    Me pregunto si…

    - Entonces usted sabia sobre las hierbas medicinales- inicie la plática. El no cambio su semblante y siguió caminado. No contestó mi pregunta- a yo… ¿Quién…Quien era Kagome?-mi pregunta lo detuvo en seco. Un escalofrió recorrió mi cuerpo y mi corazón se acelero.

    - Nanami-su voz fue cortante y dura- ocúpate de tus asuntos de humana y yo me ocupare en los míos-respondió con desdén apresurando el paso. Baje la mirada me sentí avergonzada.

    ¿Hasta cuando la dejaras ir Inuyasha?

    Las palabras de Jineji azotaron mi mente. Tal vez…Ya no debería saber sobre la historia del joven Inuyasha.

    NOTA: Déjenme decirles que este es el primer capitulo en toda mi vida que me ha costado demasiado y que también es la primera vez que publico tres capítulos en una sola semana. Mi inspiracion esta limite :D Gracias por los que estan leyendo.
     
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    Naru-Chan

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    Holas amiga n.n
    Bueno, a ver en este capitulo en cierta forma se aclaro lo de la pregunta que te hice, en si Nanami no se parece físicamente a Kagome-chan pero quizás lo que quiso decir Jinenji, era que se paresia en su forma de ser o carácter...
    Cambien pobre de Nanami, mira que lidiar con Inu cuando esta de mal carácter, en verdad no es fácil, y ademas intimida a cualquiera >.< y por las palabras que dijo Jinenji, va la pregunta, Inu no quiere dejar a Kagome en sus recuerdos, es decir aceptar que ella ya esta muerta, pero bueno si el amaba es obvio que le sera muy difícil hacer eso u.u
    Bueno amigi, avísame de la conti, saludos n.n
     
  10.  
    amoreinu

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    HOLA SOY AMOREINU: YO DIGO UNA COSA ME ENCANTO MUCHO NUNCA EN MI MENTE PENSE TODOS LOS AMIGOS iNUYASHA ESTAN MUERTO SOLO ESTA SHIPPO Y ¿QUE PASO CON KIRARA?POBRE DE INUYASHA HA MUERTO LA MUJER QUE AMO PERO TENGO UNA DUDA TUVIERON HIJOSO ¿QUE PASO? ERES LA MEJOR!!! ERES LA CREADORA QUEPASO DESPUES.
    PD: AVISAME LACONTINUACIÓN DE TU FIC
     
  11.  
    Sumi Chan

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    ¡Hola! Gracias por sus comentarios y a los nuevos lectores. gracias. La verdad pues poco a poco comenzaran a quitarles las dudas. No puedo decirles nada si no pues ya no tendría chiste este fic :D pero bueno. Aquí un nuevo capitulo.

    Capitulo cuatro: Boda

    La primavera era una hermosa estación para el año. Pero era mejor para traer nupcias. Bueno para mí si lo era; los cerezos estaban a flote y con la ventisca se habían volar mostrando un manto rosado por aquel lugar. Miré con adoración la feliz pareja que se encontraba en nuestra capilla. Era claro que las bodas shinto eran un tanto complicadas. El traje, la pureza, la ceremonia. Pero al verlos sonrientes y con esa mirada de amor todo valía la pena.

    - - Te ves concentrada-me susurró el joven Shippo que estaba a mi lado- no te parece que esto es un tanto aburrido.

    - - ¿Cómo se atreve?-pregunte un tanto molesta. La boda nunca era aburrida-además pediría silencio. Esta es la primera boda que veo como una futura sacerdotisa-comente molesta. El se digno a reír en voz baja.

    - - Bueno, bueno, pero no crees que es mejor decir los votos y¿ listo?

    - -Eso no se contaría como una boda oficial-señale, enseguida calle al ver el ceño fruncido de algunas aldeanas. Guardamos silencio por varios minutos. Vi a la pareja beber el sake…Algo tradicional.

    - - Bueno dependiendo de cada persona-comentó una vez más-si te pones a pensar la pareja se casa por amor y no es necesario todo tipo de ritos. Solo la promesa de amor hacia a dios y así ellos estarán unidos hasta que la muerte lo separe-volvió a susurrar por lo bajo.

    - - ¿Usted cree?-a espina de la duda se me clavo en el pecho.

    - - Claro…Aunque eso opino yo.

    Una vez terminado la ceremonia religiosa el festín dio inicio. La comida era exquisita y cada uno estaba sentado de la manera correcta. La mayor parte de la aldea estaba invitada, era un verdadero espectáculo. Todos se divertía, y mostraban sus modales…Bueno excepto uno. El joven Inuyasha comía tan rápido que desaparecía la comida de su plato en unos segundos, no pude evitar sonreía al ver tres pequeños niños intentando imitarlo pero siempre se derramaba la comida de su plato.

    Me pregunto si…

    La sola idea se me vino a la cabeza y la parte.

    - - Oye…No te vas a comer esto-Shippo llevaba sus palillos listo por quitarme mi pescado. Lo hice a un lado para apartarlo de él.

    - - Si, si lo hare pero después.

    - - A veces pienso que no sirves para sacerdotisa-ese comentario me hirió mucho. Lo volteé a ver fulminándolo con la mirada- bueno… opino que eras más como una aldeana, bueno e s que no quiera decir…

    - -Creo que me esta haciendo un cumplido como amiga-espere a que fuera eso, si no estaría en graves problemas cierta persona.

    El me hizo una sonrisa sincera, podía decirse que el joven Shippo era más que un amigo para mí. Un hermano, aunque tuviese nuestra diferencia en años.

    - - ¿Quieres venir a un lugar?-me preguntó y asentí. La verdad estaba comenzando a anochecer y se me había quitado el hambre.

    Salí sigilosamente, esperando que la sacerdotisa Saya no me viera. A veces huía de mis responsabilidades como aprendiz.

    Salí de aquella celebración, había tanta gente riendo y charlando que me perdí en la multitud. Pude salir gracias a la mano del joven zorro. Comenzamos a correr hasta llegar hacia una pequeña colina. Bien esto era arriesgado para mi.

    - - Tal vez no debí irme-dije un tanto preocupada. La simple idea de que sacerdotisa Saya me buscara me inquietaba.

    - - Oh vamos, es una boda. Dudo mucho que llameen. Además cuando hay bodas simplemente festejan, ten por segura que mañana todos los aldeanos tendrán una gran resaca- se acostó en el suelo cerrando los ojos.

    - -¿Usted fue a muchas bodas no esa así?

    - -Cuando vives aquí por ciento noventa y dos años te sabes todo tipo de bodas.

    - - Me imagino-suspiré mirando en cielo nocturno-joven Shippo…

    - -¿Si?

    -
    - -¿Y usted vio alguna boda que se haya sorprendido?-pregunté, tenia tanta curiosidad, si antes y ahora era la misma tradición.

    - - Bueno, eso si que me tomo desprevenido- se sentó y miró al cielo- cuando era un niño si que me impresionó una boda. Pero en verdad que sí.

    - -¿Enserio?-lo mire a ver y el me señalo hacia el horizonte. Ese lugar estaba un bosque y un árbol, la verdad ese lugar era prácticamente desierto. No iba nadie por allí desde hace un gran tiempo.

    - - Ves esos arbustos de allí-tuve que abrir mucho lo ojos para poder verlos-bueno para empezar ese fue mi asiento en donde presencie la boda.

    - - ¿Escondido?-pregunte sorprendida y el asintió.

    - - La boda que mas me sorprendió fue que una sacerdotisa se casara-volteó a todos lados y bajo la voz- con un medio demonio.

    Me quede estática por algunos segundos…Mi corazón comenzó a latir a una velocidad impresionante y mis manos comenzaron a sudar.

    - El jo…joven Inu…

    - ¡Shh!-me tapo la boca con sus manos-esta muy cerca pero sí. No podía salir de ese lugar si lo hacia vaya matanza me habría llevado….Bueno Sango y Miroku también fueron invitados a escondidas.

    Sus ojos esmeraldas se encontraron con los míos. Trague duro y se acerco a mi oído.


    - Eran finales de primavera…

    “Oscuro, sintió desesperación… ¡Vamos ya era un niño grande!

    - - ¡Oye Miroku ya déjame ver!-rezongo comenzando a moverse. Pero recibió un golpe en el estomago.

    - -Espera Shippo- comenzó a decir Sango bajado más su l voz- esto es una cuestión de vida o muerte.

    - Solo manténteme callado-Miroku quito la mano de sus ojos.

    Ya hacia un año desde el regreso de Kagome y era bastante bien estar con ella. Sus sonrisas y bromas era lo mejor. Cuando se asomó por aquel arbusto vio que todo estaba oscuro ¿Cómo había legado hasta aquí? Bueno, pregunto donde estaba ella e Inuyasha luego se vio envuelto de manos y llego hasta acá. Extrañado miro en plena oscuridad desde su escondite en donde se encontraban.

    En el árbol sagrado.

    ¿Por qué estaba él aquí? ¿Y Kagome? Estaba a punto de protestar cuando la vio. Se encontraba ella un lado el árbol, vestía con un kimono blanco y su cabello negro. Ella nunca utilizaba maquillaje y ahora llevaba puesto un color carmesí en los labios, solo eso y hacia que se veía más hermosa de lo que era. Su kimono blanco era de pequeños bordados de orquídeas parecidos… ¿¡Ese no era el vestido de bodas de Sango!?

    Volteó a ver al matrimonio escondido junto a él, sus dudas se aclararon entonces.

    - - Yo ante dios y todo lo que me rodea prometo siempre…Siempre estar a tu lado-esa era sin duda la voz de Kagome. Abrió mucho los ojos. A oscuridad no ayudaba en nada pero los podía ver. Inuyasha estaba su lado vestía con su típico traje pero… ¿¡Desde cuando el utilizaba zapatos!? Bueno, zapatos no eran, si no las típicas sandalias y aquellas calcetas blancas de todo un señor terrateniente. Eso ya comenzaba a asuntarle.
    Vio como ella le entregaba a él un pequeño pedazo de tela con una costura, era el nombre de ella. Claro, era también una tradición eso. Regalar una prenda para llevarla siempre con ella.

    Todo estaba en silencio. Mas claro no podía ser, si esto era una especie de boda lo era. Vio como los labios de Inuyasha se separaron pero se cerraron de golpe, Shippo pudo olfatear un olor a lagrimas y volteo haber a Sango esta ya llevaba en sus mejillas unpequeño trozo de tela.

    - - Ya nos pillaron-pensó el zorrito mágico negando la cabeza.

    - -Yo…yo…-las palabras del muchacho eran dificultosas. Tal vez si no hubiera percibido el olor a lagrimas de una persona de los arbustos no estaría tan nervioso-siempre te protegeré con mi vida-claro no era una gran confesión pero así era él. Kagome le miró interrogativa pero luego sonrió al ver un pedazo de tela rojo inscrito con su nombre. Ella lo aceptó y ambos sonrieron, claro un sonrojo adornaba su rostro. Rápidamente y sin previo aviso Inuyasha se acerco bastante hacia el oído de la chica donde susurro unas palabras que para Sango y Miroku fueron lejanas pero para Shippo no.

    Y entonces allí paso.

    Después de dichas palabra, Kagome abrazo al chico sonriéndole y diciendo su amor por él y también allí fue donde todo explotó.

    Shippo no pudo percibir ni siquiera Miroku, pero Sango salió de los arbustos con lágrimas de los ojos y abrazo a Kagome. Todos quedaron estupefactos ante esto, incluso por primera vez en la vida Miroku comenzó a reír hasta las carcajadas y también se separo a estrechar la mano de su amigo.

    - -¡Pero que…! ¿Qué hacen aquí?-Kagome sin duda en esos momentos representaba una manzana ambulante.
    - -¡Hay estoy tan feliz!-Sango la abrazo y la sacerdotisa también dando unas risas de nervios y gusto.

    Shippo se congelo ante ver las reacciones. Inuyasha y Kagome totalmente sonrojados, Sango y Miroku felices…Todo fue a escondidas, vaya boda mas extraña. Pero lo que mas le causo un impulso a Shippo fueron las palabras de Inuyasha que pronuncio cuando estaba en el oído de Kagome. Ellos no pudieron escucharlas pero él si. Y deseo con toda su alma decir igual las palabras que pronuncio el medio demonio cuando él estuviese enamorado:

    Aunque no sé quererte de la forma que a ti te gustaría, siempre te querré con todo mi corazón de la mejor forma que sé.
    Mañana se haría una boda oficial por que se haría.”

    - -Eso si que fue…Nuevo para mi-trague duro y sentí un escalofrió.

    - Bueno esa es la boda que mas me impacto-mencionó Shippo volviéndose a costar.
    Pasaron unos minutos y entonces sentí la duda de que todo estaba bien si hacia esto… ¿Sabes cosas de él? La última vez que quise saber de la vida de Inuyasha no me llevo una buena respuesta.

    - - ¿Esto esta bien?-pregunté comenzando a jugar con mis manos.

    - - ¿Eh?

    - - Si, me refiero si esta bien saber esto.

    - - Bueno solo hay tres personas que saben la confesión: Kagome, yo y ahora tu-me nombro y trague duro-además recordar es bueno. Sientes que vives el momento. No pasa nada Nanami, siempre y cuando mantengas todo en secreto.

    Asentí y miré el cielo. Era la primera vez que había escuchado que una sacerdotisa se casara y más con un ser sobre natural.

    NOTA: Hola, pues ojala que les haya gustado. Creanme que me costó un poco como manejar la situación con Inuyasha, es decir; siempre ha tenido su lado romántico...Bueno, en lo más profundo de su ser. Espero no haber cometido un desliz en el personaje. Creo que la frase me pareció adecuada, espero sus opiniones, o jitomatazos cualquier cosa :3 gracias a los que estan lleyendo saludos.

    Un caluroso abrazo.
     
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  12.  
    amoreinu

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    HA! GRITO CON UNA GRAN EMOCIÓN INUYASHA Y KAGOME CASADOS PENSÉ QUE NUNCA LO HARÍAN PERO ESCONDIDAS PORQUE LAS SACERDOTISAS NO PUEDEN CASARSE ES LÓGICO. ME DEJAS CON LA INTRIGA Y MUCHO MÁS PORQUE ESPERO EL PRÓXIMO CAPITULO. VAYA SOLO FALTA QUE TENGA FAMILIA. BYE ME AVISAS
     
  13.  
    Mikura

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    Hola mi querida amiga.

    Nuevamente vuelvo a leer uno de tus nuevos escritos, y como siempre he dicho, es un Deleite de hacerlo.
    Me he leído los 4 capítulos de un tirón, y pocas veces suelo decir eso, pero me has dejado con el alma en un hilo. Realmente deseo saber qué ocurrirá en el siguiente capítulo.

    Este Fic me deja un con un sentimiento de nostalgía, cariño, y un poco de tristeza, definitivamente me recuerda a los dias de antaño cuando comenzaba a leer Fan Fics, los cuales estaban llenos de sentimiento y varias ocasiones con pequeñas lagrimas en los ojos. Este me hizo humedecer un poco mis ojitos ^^

    Sientete orgullosa de estar haciendo un fic con tanto sentimiento, es realmente hermoso de apresiar.

    Ahora, a lo técnico.

    Noté que tuviste ciertas escapadas de tíldes, pero siendo tú, sé que te esforzarás por seguir mejorando.
    Si no recuerdas cómo se sacaba el guión largo, has lo que yo, copy/paste el guión. ^^
    También noté que te comías varias palabras, lo que hizo que me confundiera un poco y volviera a leer el parrafo.

    Bueno, eso es lo que he notado, espero que no te haya molestado.
    Me encantó mucho tu Fic, y esperaré con muchas ansias el nuevo capítulo.
    Por favor avisame cuando lo hagas ^^

    Sin más que decir, me retiro.

    Atte: Mikura 700
     
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    Sumi Chan

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    Mitad de verano año 1615.

    Capitulo cinco: días lluviosos.

    Estaba caminado por la ladea, me sentía tan avergonzada y a la vez confundida. No entendía absolutamente nada pero me entristecía lo que había sucedido. Miré como los niños jugaban por los senderos y baje la mirada al encontrarme con la figura del protector de la aldea. Hice una mueca y suspiré; tal vez ya no debería preguntar tantas cosas.
    --------------------------------​

    “Estaba en la cabaña de la anciana Saya, junto con el joven Shippo mirando el pueblo o a veces haciendo bromas con nosotros mismos, pero dirigí mi mirar hacia un extremo del poblado.

    No pudo evitar sonreír.

    Miré como los niños jalaban de las mangas al medio demonio. Riendo y haciendo algunas payasadas.

    - ¡Señor Inuyasha!-gritó una niña jalándole la mano- vamos al rio para enseñarnos a tirar las piedras como la otra vez.

    - ¿Qué tal si subimos aun árbol?-comento otro niños.

    - ¡Jugamos a las atrapadas!-otra voz se oyó.

    Muchos niños admiraban al joven, desde que tenia memoria también eso hacia. Inuyasha solo se digno a sonreír dejándose llevar por los jalones de los niños. Me impresionaba mucho su actitud ¿Por qué se ponía tan amable con los niños? Reía también y a veces los cargaba…

    - ¿Por qué se comporta así?-le pregunté al joven Shippo que estaba al lado mío.

    - Después de tratar con tantos niños en ciento noventa y dos años te encariñas-me dio un pequeño golpe con el codo-así también te trataba.

    - Joven Shippo- susurré mirándolo fijamente- ¿el joven Inuyasha nunca tuvo hijos?

    Su semblante cambio y apretó los nudillos. Enseguida y hice una reverencia de disculpas. Me la ignoró.

    - Nanami hay cosas que no podre contestar, así que no preguntes mas sobre el tema-dicho esto salió de la cabaña convirtiéndose en un espiral azul yéndose por los cielos.”
    ---------------------------​
    Me sentía tan avergonzada, mis preguntas incoherentes, ya me había dado cuenta de que quería saber tanto sobre él, que no me di cuenta que me estaba involucrando de más. Eso ya era algo íntimo. Mordí mi labio inferior conteniendo las ganas de llorar; era la primera ve que veía así al joven Shippo ¿Acaso nuestra amistad se quebranto por aquella pregunta? Nunca nos habíamos peleado, pero hoy se enfado bastante conmigo. Camine sin cuidado, saludaban y yo no les contestaba, ahora no tenia grandes ánimos…

    - ¡Nanami!- gritó mi maestra y enseguida le atendí.

    - ¿Si sacerdotisa Saya?- pregunte haciendo la típica reverencia.

    - Necesito que me ayudes con algo…-mientras iba caminado y alejándonos del lugar me miró bastante tiempo, en el cual ya me sentía incomoda por su mirar-veo que estas triste.

    - No-respondí rápidamente. Mi corazón latía fuertemente, una de las cosas que no me gustaba era que me adivinaran mis emociones en el instante.

    - Es raro que no este el zorro junto a ti-eso me hizo reclinar y suspire. No podía mentirle.

    - Esta enfadado conmigo por una cosa…Pero luego me disculpare-baje la mirada y ella me dio el cesto de frutas que tenia.

    No caminamos mucho, solo hasta llegar a una cabaña y entramos. Era el almacén de frutas, las coloque una por una.

    - Imprudencias-exclamó mi maestra y asentí- pero a veces son justificadas ¿No?-enarco una ceja- Nanami te he visto y se que eres una chica bastante curiosa, preguntas y preguntas pero quieres saber para poder aprender. Tú siempre preguntabas que hierbas, que frutos todo para ser mejor, pero a veces no te ponías limites.

    - Lo sé, es por eso que cometo estas barbaridades-desvié la mirada y me concentre en un barril.

    - ¿Y que tenias duda?
    Balbuceé un poco, sitiándome insegura ¿Era correcto decirlo? La simple idea se me vino a la cabeza. No diría nada sobre lo que Shipo me habrá contado pero podía confiar en la maestra Saya.

    - La vida del joven Inuyasha es misteriosa-comencé a decir- siempre tuve la duda del por que estaba solo…Era eso.

    - Bueno-suspiró levantando el mentón- cuando era joven tuve las dudas que tú, pero ahora desaparecieron-mencionó sentándose en le piso- sobre su vida, como era antes y ahora…Pero cuando quise preguntar con él directamente me dedico una mirada tan fea que no quise volver a decir ni una sola palabra.

    - Me imagino-respondí recordando el suceso con Jinenji.

    - Inuyasha esta solo por que ahora no tiene a nadie. Antes tuvo una mujer pero como todo ser humano muere no fue una excepción.

    - ¿Usted lo sabia?-pregunte apresurada. Caí en cuenta mi imprudencia y corregí mi postura-es decir…Que tuvo una mujer.

    - Así es, el joven inuyasha la tuvo pero solo fue eso-me quede confundida y suspiro- cuando tenia tu edad mi bisabuela me había dicho había conocido la mujer de Inuyasha, era alguien sumamente gentil y amable. Pero no fue amable el destino con ellos.

    - ¿Por qué?-interrogue un tanto confundida-¿Sobre que?

    - Calma, calma Nanami, eso es imprudente-me señalo y asentí- al parecer su mujer quedo embarazada pero no llego a la vida su hijo-me cubrí la boca con las manos- solo fueron cinco meses y nada más.

    Me quede estupefacta por varios segundo.

    - ¿Y nunca volvieron a intentar?

    - No lo sé Nanami, nunca lo supe-callamos al ver pasar un aldeano con una carreta de maderos-¿ves esa carreta de allí?

    - ¿Si?
    - Bueno, la bestia de carga son mulas ¿No?-asentí, hizo una pausa y continúo:- las mulas están creadas por la mezcla de dos especies, el caballo y el burro… -trago fuertemente- bueno, las mulas no pueden procrear.

    Me quede analizándolo un buen tiempo…caballo y burro…Demonio…¿humano?

    - ¿Me…esta tratando de decir que…?

    - Nanami necesito que recojas las manzanas de los arboles. No te tardes por favor-cambio el tema y asentí. Ya era suficiente por hoy. -Y Nanami… Lo que salió de mis labios es un secreto ¿Me entiendes?
    --------------------

    Iba caminado pacíficamente, miré el cielo nublado. No tardaba en llover. Conoce a recoger las manzanas con cuidado. Escuche algunas voces que provenían ceca de un rio. Deje el canasto y vi tres niños de la ladea.

    - ¿Cómo que no es tarde para que estén solos por aquí?-pregunte poniendo mis brazos a una lado de la cadera.

    - Pero estábamos aburridos…-dijo uno de ellos.

    - Además queremos practicar para la competencia de piedras en el rio de mañana-advirtió otro niño más. Negué con la cabeza.

    - Pero es muy tarde y no tardara en llover…

    Algo me hizo callar y sentí una pulsación en el pecho. Algo maligno se acercaba.

    - ¡Los voy a comer!-gritó un gigante que salía de los arboles. Como pude empuje a los niños y caí al suelo.

    - ¡Corran, rápido!-los niños comenzaron a lloriquear adentrándose al bosque.
    Empezó a reírse ese monstruo.

    - ¿¡Tú crees que los puedes salvar!?-su lengua acaricio sus labios- mi hermano se los comerá.
    - ¡No si puedo evitarlo!-como había aprendido. Junte mis manos y comencé a orar, enseguida una carga de energía salió de mi haciendo que electrocutara el ogro. Tiempo suficiente para correr y alcanzar a los niños. Cuando llegue me encontré o otro demonio. Los niños estaban tan aterrados que no se movían.

    - ¡Lista la cena!-su mano se acerco a ellos. Arroje un pergamino que tenia y este le desintegró la mano-¡pero que…!

    - ¡Lárguense de aquí!-volví a gritar y los niños no se movían-¡váyanse!-los empuje, la mano del ogro se volvió a integrar.

    - ¡Vas a pagar por lo que hiciste!-esquive el golpe y tome unas cuencas de un rosario estas le provocaron agujeros en el brazos y cayó de espaldas.

    - ¡Tienen que irse!-grité con desesperación. Cuando los infantes comenzaron a correr entre los arboles salió en antiguo ogro que había herido.

    - ¡No podrán huir!-en su mano apareció un bastón-¡los voy a comer!

    Los niños se quedaron inmovilizados por el miedo. Corrí tan rápido como pude y me interpuse. El golpe cayó en mi vientre. Grite de dolor.

    -¡Señorita Nanami!-un niño corrió en mi auxilio.

    No veía nada, estaba cegada por el dolor, las lágrimas salieron de mis ojos y me lleve las manos en el vientre.
    - Corre… tienen que... irse…Estoy bien-mentí pero ellos se quedaron junto a mi. Junte mis manos y concentre todo lo que tenia de fuerza para crear un campo de energía. Pero era tarde, el monstruo estaba a centímetros.

    - ¡Mueran!- cerré los ojos pero el impacto no sucedió. Vi una mancha roja que sostenía el bastón y lo aventaba con una gran fuerza.

    El joven Inuyasha me miró lleno de pánico. Me toque el vientre y comencé a desmayarme.

    - No…Kagome…-solo escuche eso antes de quedar en la inconsciencia.

    Abrí mis ojos, el sonido de lluvia hacia que me despertara. Lo que pude ver fue una mancha entre verde y luego naranja hasta poder ver que eran los ojos y el cabello de Shippo quien me observaba.

    - Que bueno que despertaste-me dijo.

    - ¡Los niños!-me pare tan rápido y luego me quede sin respiración. El dolor del vientre seguía allí.

    - Calma, clama, están bien. Inuyasha llego a tiempo…

    - ¿La sacerdotisa Saya donde esta?-pregunte un tanto incomoda al percatarme que solo llevaba una manta para cubrirme, estaba semi desnuda.

    - Fue por unas hierbas… y tu salvador vigilando el bosque por si había alguien mas que quisiese atacar.

    Trague duro y toque mi pecho, los latidos del corazón eran muy rápidos.

    - Me sorprendes-comentó el zorro y subí mi mirar.

    - ¿A que se refiere?-pregunte acostándome nuevamente.

    - Es la primera vez que te sacrificas de esa manera.

    - Son niños, no tenían la culpa…Además-cada respiración equivalía un punzada de dolor- no era tan fuerte.

    Bajo la mirada y me sonrió.

    - Lo siento, no debí enojarme.
    - No, tuve la culpa por imprudente. No me di cuenta que ya estaba sobrepasando mis preguntas.

    Pasaron varios minutos y recordé algo.

    - Joven Shippo… ¿Por qué Inuyasha me llamo Kagome?

    - ¿Te llamo así?-preguntó acercándose mas a mi.

    - Bueno ates de desmayarme escuch: no…Kagome.

    Bajo la mirada y separo. Dio unas cuantas vueltas en la cabaña y se digno a mirarme.

    - Es que… No sé si pueda decírtelo-le miré confundida y se sentó a mi lado- le recordaste a ella.

    - Eso lo tengo claro pero ¿Por qué?

    Hizo una mueca. Suspiró.

    - Inuyasha y Kagome esperaban a un hijo pero… -tragó duro- yo aun no puedo superarlo del todo…La cosa es que como te golpearon a ti así golpearon a Kagome.

    - ¿¡Que!?-me alce pero me arrepentí al sentir el dolor otra vez.

    - Kagome estaba en el rio, Inuyasha estaba en la aldea. No llegó a tiempo. Ella estaba ayudando a una hija de Sango pero apareció un demonio y la ataco….Perdieron a su hijo.

    Baje la mirada y mi vista se nublo. Ahora entendía el por que la mirada llena de pánico del joven inuyasha, le había recordado tanto ese suceso. Shippo trago duro, sus ojos se llenaron de lagrimas.

    - Es muy triste…Por que…por que, Kagome quedo mal-bajo la mirada- ella…ella ya jamás podría volver a tener algo en su vientre.

    Todo lo que me había dicho la maestra Saya estaba mal…No fue por eso que jamás volvieron a tener hijos, si no por el accidente.

    - No debió habérmelo dicho si le causaba tanto daño-dije limpiándome las lagrimas y él hizo una sonrisa amarga.

    - Esta bien…son cosas que suceden, y vaya que sucedieron…Pero ahora estoy bien. Gracias a dios que no te pasó anda grave.

    “A mi edad el joven Inuyasha sigue siendo igual que con los niños. Juguetón y amable…Desde ese entonces siempre estaba muy atento ante cualquier cosa. Y acompañaba a cualquiera hacia el bosque. Pero, cada vez que lo veo que juega con un niño o niña pienso que lo trata como si fuera su hijo o hija que nunca tuvo…”

    NOTA: ¡Gracias Mikura y amoreinu! :D Gracias por sus comentarios y a ti te lo debp mucho Mikura...La verdad me inspiaste mucho y te admito algo:
    Este fic fue inspirado por un sueño que tuve XD sii burlasen pero la verdad fue así :3 solamente soñe que se estrenaba una Ova...Y mi cabeza empezó a trabajar ademas estaba medio melancólica esos días y así que aquí me tiene con el fic :)
     
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    Mikura

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    !OMG! !OMG! :eek:


    !Y soy la primera en postear!
    !Sumi chan! no me digas que ese ah sido un final porque me matas.
    Esta Excelente, me ha encantado, y me dio una gran tristeza, como antes había dicho, si en el capítulo anterior a este casi me sacas las lagrimas, en este terminaste de hacerlo. Inuyasha me dio tanta tristeza, oh pobrecito. >_<

    Pero aunque no quiera, tengo que deicirte los pequeños errorcitos que tuviste ^^

    Vi que te fallaron algunas tíldes y que escribiste mal algunas palabritas, te recomiendo hecharle unas cuantas miraditas al capítulo antes de subirlo.
    cambia de guión corto al largo, para dar más presentación al fic.

    Por el momento sería eso, pues aún no me repongo de este cap, fue uno de los mejores que he leído en mi vida, y realmente lo sentí como parte de una Ova de Inuyasha XD
    !Te felicito amiga mía, sigue asi! Es una idea muy original ^^

    Sin más que decir, me retiro.

    Atte: Mikura 700
     
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    Sumi Chan

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    Capitulo seis: Días de otoño primera parte.
    La mañana era fría y a la vez cálida. Aun me dolía el vientre pero podía caminar y correr, pero a veces en las noches de frío me daba un pequeño y molesto dolor; caminé poco a poco subiendo las escaleras del templo…Hoy era un día especial para mi.
    Cuando por fin subí me hinqué y comencé a orar, dejando un par de flores en cada una de las criptas. Hoy era el aniversario de la muerte de mi madre. Para ser sincera no recuerdo con exactitud como era ella, de hecho no la conocí, murió cuando yo nací y luego la maestra Saya se encargo de mí… Tal vez la influencia de querer ser sacerdotisa había nacido desde entonces. Cuando terminé de orar miré a la tumba de ella acariciándola, la verdad como me hubiese gustado tener un gran recuerdo de ella, como seria su rostro, sus manos acariciándome la cabeza…

    Akari Higurashi.

    — ¿Qué?—mi voz sonó temblorosa, coloqué mis manos en aquella cripta—ese nombre…
    No terminé decir nada y salí corriendo, bajando las escaleras a galope, sintiendo el corazón en la garganta. No lo comprendía ese apellido era de la sacerdotisa Kagome… ¿Por qué mi madre tenía aquel apellido? Baje las escaleras y casi me tropecé aun así no hice caso y entre a la cabaña buscando a mi amigo.

    — ¿Joven Shippo?—pregunté mirando alrededor de la cabaña, no estaba— ¿Dónde estará?
    Salí de allí y busqué en la aldea, mi cabeza se llenaba de preguntas incoherentes. No había nadie que lo había visto… no lo encontraría buscando por mi cuenta, entonces suspiré. Me acerque a un árbol en donde se encontraba el protector de la aldea mirando el horizonte, tenia perdida su mirada.

    — ¡Joven Inuyasha! —me importaba ahora un comino mi nerviosismo, necesitaba encontrar al joven Shippo, era el único que me pudriese ayudar. Miré como volteaba su rostro para encararme, y sin previo aviso bajo del árbol cruzando sus brazos en su túnica.

    — ¿Qué es lo que quieres Nanami?—bufó fijando su mirar en mi.

    — ¿Sabe donde esta el joven Shippo?—tuve que tomar aire para recuperar el aliento.

    — No, no lo sé, tal vez se fue a entrenar como hace un siglo…—se encogió de hombros, luego me dio la espalda— ¿y como estas? —se sorprendió su pregunta pero aun así sonreí.

    — Muy bien gracias por salvarme aquella vez—hice una reverencia, estuve en cama dos semanas y no pude agradecerle.

    — ¡Fhe! No es nada—volteó a verme nuevamente —pero oye…—tragué duró su ambarina mirada se fijo en mi rostro—a pesar de ser una chica ingenua y tonta eres tenaz.

    Tuve que ladear la cabeza y sonreí, eso era un cumplido… ¿Cierto?

    — No lo sé Nanami—volvió a asegurar—ese mocoso se sale a su antojo—se subió de nuevo al árbol colocando sus brazos atrás de la cabeza.

    — Gracias—salí de allí mirando el cielo—dudo mucho encontrarlo.
    Mis dudas progresaban y no tenia con quien decírselas…La verdad no entendía, ¿Entonces quien soy yo? ¿Era parte de la señorita Kagome? La simple idea de que fuera una descendiente me invadió la cabeza.
    — No puede ser cierto, ellos jamás—callé al ver que no me había alejado para nada del árbol del joven Inuyasha.
    Ellos jamás tuvieron hijos.
    Entre ala cabaña y me encontré con la maestra Saya, me miró de reojo.
    — ¿Qué tienes mujer? Estas pálida—me inspecciono de arriba y abajo—no me digas que estuviste corriendo—se paró y me senté—no debes hacerlo…

    — Necesito que me diga algo—musité con voz firme. La anciana Saya me miró pero ahora con sorpresa. Ella era la única que podría sacarme de dudas. Después de todo fue ella quien me crio.

    — ¿Qué pasa Nanami? —me preguntó sentándose y tomando un poco de té.

    — ¿Quién soy en realidad? —la pregunta la confundió a un más, me di cuenta pues su ceja derecha subió—es decir… ¿Por qué mi madre tiene el apellido de una sacerdoti…

    — Ah, con que era eso—tomo otra vez su postura y sorbió un poco de té—verás Nanami, tienes descendencia.

    — ¿Qué quiere decir?-interrogué incomoda, no me gustaba escuchar tantos rodeos.

    — Calma, calma—tosió un poco y miró la puerta de la cabaña—tu has escuchado historias del joven Shippo ¿No?—asentí —entonces yo también te contaré.

    — Pero…No entiendo, ¿Mi madre fue hija o hermana de la sacerdotisa Kagome?

    — No, no… es una historia bastante complicada, así que pon mucha atención—asentí, hizo una pausa para mojar sus labios en el té—hace tiempo, existió una exterminadora de demonios y un monje, ellos se casaron. Tuvieron cuatro hijos: dos gemelas, y dos niñas más…—tragué duro por mi nerviosismo. Ellos ya los conocía pero no sabia cuantos hijos habían tenido—desgraciadamente la cuarta hija fue…

    -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

    Olfateó de nuevo el aire, no le gustaba el olor de sangre y agua. Le detestaba, no es que fuera asqueroso pero los gritos y los gemidos de dolor no ayudaban mucho. Estaban en verano el olor a lluvia se acercaba con forme pasaban las horas. Miró hacia abajo y se encontró con toda la familia reunida.

    Las gemelas de Sango: Suki y Yuki se encontraban jugando con su hermana Saisai. A pesar de ser unas niñas ya de tener dieseis años podrían ser tan juguetonas como unas niñas pequeñas.

    — ¿Cómo crees que este mamá?—preguntó otra integrante más de ocho años, llamada Saisai— ¿Yuki?

    — No lo sé hermanita, pero esperemos que todo salga bien—un gritó de dolor hizo que se le recorriera un frió en la espalda.
    La tensión si que era cruel. La verdad en toda su vida nunca se imagino que su madre estuviese embarazada a los treinta y cinco años…Era arriesgado. Su padre lo miró estaña sentado aun lado suspirando. Inuyasha estaba sentado en las ramas de un árbol, preguntándose tantas cosas. Los gemidos de dolor que salían de la cabaña le lastimaban sus oídos… ¿Así también hubiese sufrido si Kagome….? Calló todo pensamiento y miró el horizonte, habían pasado ya diez años desde aquel suceso y aun no se perdonaba. Jamás lo haría, el sufrimiento de perderlo y el llanto de Kagome seria una pesadilla que lo llevaría por siempre.
    Un llanto.
    Todos se pararon al escuchar dicho sonido, incluso Inuyasha bajo del árbol, en donde estaba. Pero el olor del aire cambió…Inuyasha frunció el ceño al notar que olía mas sangre que agua. En eso salió Kagome con una mirada de dicha pero a la vez de tristeza.
    — ¿Cómo están?—preguntó Miroku acercándose a la sacerdotisa del lugar.
    —Es una niña—sonrió ella, Miroku sonrió satisfecho—pero…Sango no esta bien—su sonrisa desapareció—fue muy dificultoso…
    No terminó de decir aquella frase, Miroku estaba ya entrando a la cabaña. Kagome suspiró acercándose al medio demonio y la tomó de las manos abrazándola. Ambos sabios que Sango no podría sobrevivir…Lo presentían.
    Miroku entro a la cabaña y miró a su mujer, estaba acostada y flácida. Un bulto con unas mantas estaban en el regazo de ella. La exterminadora tenia los ojos pesados y respirando dificultosamente.
    — ¿Sango?—preguntó temeroso Miroku sintiendo cada fibra de su ser estremecerse al verla así…tan débil.

    — ¿Su excelencia? —al paso de los años nunca se pudo quitar aquella costumbre de decirle así. Poco a poco sus ojos se fueron abriendo y sonrió entonces—es una hermosa niña ¿No cree? —las lagrimas arroparon sus ojos y él le tomó la mano.

    — Gracias—susurró besándole la mano y ella tomo en brazos a su hija.

    — Quiero llamarle Mikomi—susurró, su voz era tan agonica y frágil—significa esperanza.

    — Así será Sango—tuvo una inquietud el monje, no sabia por que pero presentía algo muy malo—dice Kagome que… Que fue dificultoso.

    — Lo fue—aseguró ella, su respiración se volvió entre cortada—pero ella esta bien y eso es lo que cuenta—miró el techo de la cabaña y las lagrimas escurrieron por sus mejillas —mi estado es muy arriesgado—su voz se quebró—pero estoy tan feliz de haber tenido otro hijo con usted.

    — Sango no… no te precipites. Saldrás bien

    — No, yo se que no…Lo presiento—cerró sus ojos, le dolía tanto el cuerpo, quería descansar…Sabía que no estaba bien, por que aun podía sentir el liquido metálico escurrirse en sus piernas. Esto estaba empeorando, perdía mucha sangre.

    — Sango…

    — No se culpe, nunca tuvo la culpa—hizo una sonrisa—además usted siempre quiso tener muchos niños ¿Verdad? —volvió a sonreí— no me preocupa nada ahora, yo se que estarán bien, ya han crecido y sabrán cuidarse—estaba llorando, era un hecho—gracias su excelencia por tener el privilegio de haber sido su esposa en estos años.

    — Sango no…no te despides—la tomo entre sus brazos y la beso en la frente—eres una persona valiente y fuerte, saldrás adelante—tragó duro, por que sus palabras sonaban tan falsas que hasta el mismo se percató.

    — Su excelencia… nunca me rendí ante la batalla contra Naraku—miró el techo de la cabaña—por que siempre quise tener una familia…—su respiración ya era forzosa, los ojos le pesaban, ya no había anda que pudiese retenerla—…con usted…lo amo excelencia…—cerró sus ojos seguido con el llanto de la bebe.

    Inuyasha que estaba afuera de la cabaña cerró los ojos y trago duro abrazando mas a su mujer…El latido de Sango se había detenido.

    .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

    — ¿Murió?—no pude contener la sorpresa.

    — Sí, desgraciadamente murió muy joven, a los treinta y cinco años—se encogió de hombros sirviéndose otra taza d té—a veces pasa, ocurre un desgarre al dar luz y mueren. Así sucedió con tu madre.

    — Pero… No entiendo… ¿Qué tiene que ver esto conmigo?—al parecer ignoró mi pregunta ta y que no me contesto.

    — A veces… A veces la tristeza te lleva a cometer errores…

    — ¿Perdón?—me acerqué aun más para mirarla a los ojos.

    — Mi bisabuela me contó que la pobre Mikomi quedo huérfana…

    — ¿¡Huerfana!? —exclamé y ella asintió.

    — A veces la tristeza te envuelve tanto…Así el pobre monje murió.

    Me quede atónita conteniendo la respiración…¿Acaso se suicido?

    NOTA: WAAA Muchas gracias mis queridos lectores. Acado de darme cuenta que ya muchos se integraron. Pues dejenme decirles que ya se acerca el final :( la verdad si da trsietza pero es algo que no puedo evitar. El drama es para mi XD jijiji pues ojala les guste :p
     
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  17.  
    Mikura

    Mikura Usuario VIP

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    Hola

    Gracias por avisarme, fue un capítulo corto, pero muy revelador y doloroso, tampoco puedo creer que Miroku haya dejado huerfanas a sus niñas. :(

    Me ha gustado mucho el cap, pero como siempre, tengo que hacerte ver los errorcitos que cometiste, para que así seas mejor escritora.

    Vi que se te escaparon muchas tíldes en esta ocasion, ten cuidado sino te fijas en estas, tu Fic podría decaer.

    Algunas palabras estaban mal escritas, y otras en otro orden, provocando que se formase una distinta palabra. Por lo cual, hicieron que me confundiera un poco, y tuviese que releer el parrafo.
    Ten mucho cuidado con eso, porque como ya te dije, tu fan fic podría decaer facilmente si tu escrito acomula fallos.

    Gracias por el aviso, espero el siguiente.

    Sin más que decir, me retiro.

    Atte: Mikura 700
     
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  18.  
    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

    Aries
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    Ahhhh!!! Nani??? bueno me perdí varios capítulos pero era porque no entraba a leer nada, pero el punto es que varias cosas me dejaron bastante sorprendida, entre alegre y triste...
    Primero por el hecho de la boda de Inu y Kagome, medio rara eso si, pero tierna ^^ y claro Inu siempre sera así, entre tímido y medio corto con las palabras pero tiene su lado romántico :3
    Y cuando jugaba con los niños eso fue tan kawaii, pero lamentablemente después leí que el perdió a su bebe por un desgraciado que ataco a Kagome, y pobre el se culpa de eso...pero también esta lo de Sango y Miroku, wuuaaa ellos también sufrieron y encima los dos murieron U.U que triste en verdad...pero bueno con ese relato supongo que la beba al final quedo al cuidado de Inu y Kagome, y por eso es que Inu mira a si a Nanami, por que ella es la descendiente de la hija que cuido...va eso supongo ^^
    Bueno avísame de la conti si, tratare de no tardar tanto en leer.
    Matta ne amiga ^^
     
  19.  
    Taisha StarkTaisho

    Taisha StarkTaisho Usuario común

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    hola amigaa!!!
    aaah te odio (de mentira obvio) cmo pudiste hacer un cap. tan interesante y
    a la vez taan triste... xq de tanto sufrimiento que pasaron inu y los demas tu les
    pones mas sufrimiento... aunq la trama esta excelente ya que no me ubiese imaginado
    un fics en el que aome pierde un hijo d inuyasha y no podran tener mas y que sango al dar a luz
    muere tmb matando (x asi decirlo) a miroku...kyyaa estuvo muy bueno!! te felicito sos una
    genia! aunq me gustaria que hagas los cap. mas largos asi no me qedo cn las ganas d leer mas
    y la odiosa intriga d saber que pasara :oops: avisame d la conti no seas mala n.n
    cuidat besos bey;)
     
  20.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    “A veces la tristeza te envuelve tanto…Así el pobre monje murió.

    Me quede atónita conteniendo la respiración… ¿Acaso se suicido?”

    Capitulo siete: Días de otoño parte dos.

    Un silencio inundo el lugar. Sentí mi respiración agitada ¿Por qué no me respondía?

    —No—dijo y pude respirar en paz—pero la muerte del monje también fue un tanto desdichada.

    —Es decir…—invite a que contestara bien y que no me dejara con tantas intrigas.

    —Nanami, escúchame lo que te comente es un secreto ¿entendido?

    —Sí maestra Saya.

    Miró de nuevo el fuego en la hoguera, su perdida mirada me hizo estremecer.
    -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

    — ¡Cuidado Inuyasha!—la voz de Miroku lo alertó cortado los demonios que estaban a tras de él.

    Era la temporada más pesada del año. El otoño, los monstruos salía para tener carne fresca e invernar… ¿Demonios que invernan? Pues sí, créanlo. Inuyasha saltó rápidamente hacia uno que se dirigía a la aldea, cortándolo por la mitad con su fiel espada. Miroku hacia lo posible con sus pergaminos y báculo.

    — ¡Son demasiados! —mencionó el monje acercándose al medio demonio, quedando espalda con espalda.

    — Esto no es nada como los ejércitos de Naraku ¿No crees? —se abalanzó otro demonio que se acercaba al sendero de la aldea.

    Ya hacia dos años desde la muerte de Sango, pero todo debía de seguir y la vida marcaba su rumbo. La pequeña Mikomi tenía dos años, era fuerte y tenaz, como era su madre. Las gemelas se habían casado a temprana edad, pero no era de esperarse muchas aldeanas se casaban muy jóvenes. Incluso la pequeña Saisai vivía con Yuki. Solamente Miroku tenía a Mikomi.

    — Tienes razón Inuyasha pero…—lanzó dos pergaminos y fulminaron a dos demonios—uno que pasa los años…

    — ¡Miroku anciano!—se burló el medio demonio arrojando su ataque “la herida del viento”.

    Unos cuantos se ocultaron, parecía una retirada.

    —Al parecer los miedosos se fueron con el rabo entre las patas—exclamó el muchacho metiendo su espada en la funda
    .
    Miroku por su parte no se confió. Y tomó el báculo nuevamente.

    — No te confíes Inuyasha…Esto apenas acaba de iniciar…

    — No seas paranoico…—no terminó de decir la frase ya que un golpe en su espalda hizo que volara por los cielos. Los demonios no eran tan estúpidos, ellos mismos se había juntado convirtiéndose a sí un ser bastante asqueroso. Muchas cabezas y un cuerpo semi humano pero muy fuerte.

    — ¡Inuyasha! —Miroku quiso auxiliarlo pero no le permitió aquel ser.

    Miroku ya no podía moverse como antes le costaba un poco ver tantos movimientos en sus ojos. Se sorprendió cuando miles de insectos salieron de la boca de ese monstruo. Inuyasha había hecho enojar a esos demonios por que si que se volvieron fuertes. No pudo hacer mucho, sintió la vista borrosa ya que estos tenían veneno…O energía maligna. Cayó de espalda frunciendo el ceño. Se acercaban cada vez más…

    — ¡Hiraikotsu! —Miroku abrió mucho sus ojos, sintiendo un destello de esperanza, miró al lado izquierdo la imagen de la chica que se enamoro vestida con su traje de exterminador… ¿Acaso Sango no estaba…

    — ¡Viento cortante!—la cruda realidad lo golpeó. Inuyasha de quien le salvo el pellejo. Tragó duro incorporándose. Miró el lugar donde había visto a Sango ¿pudo ser una visión? Se hizo sordo de los gritos de Inuyasha, se desconecto de su entorno enfocándose a la duda que había en su mente. Rogaba que su mente lo le traicionara. Y de repente un dolor lo atravesó.

    No se había dado cuenta de que el medio demonio le gritaba que se quitara, ya que el monstruo se acercaba al monje, nadie pudo adivinar que un tentáculo de este había travesado el cuerpo de Miroku… Este se había confiado.

    El monstruo fue eliminado por la furia del medio demonio, con su simple “Luna infernal” trasportándolo en una dimensión diferente. El cuerpo inerte de Miroku estaba en el suelo e Inuyasha salió corriendo sosteniéndolo.
    — ¡Idiota, te dije que te quitaras!—tensó la mandíbula al ver a Miroku así.

    — La vi Inuyasha…Vi a Sango—sus palabras a penas se entendía y un liquido carmesí adoraba su boca.

    — Voy a llevarte a la aldea…—se calló al ver que un charco de sangre de ahbia formado. No había manera de salvarlo. Había un tremendo hoyo en el estomago de su amigo.

    — Inuyasha…—su voz era entre cortada peor lo suficiente entendible—…¿Fui descuidado verdad? Pero…Sango estaba allí…Me protegió—la incoherencia comenzaba a parecer. Inuyasha tragó duro.

    — Miroku…Idiota…

    — Inuyasha… ¿Puedes proteger a Mikomi?—formula apenas el monje sintiéndose cansado, su vista comenzaba a tornarse borrosa—yo sé que la cuidarías como si fuera tuya…Protégela, es la más pequeña.

    — Miroku oye…—comenzó a decir pero fue interrumpido por el apretón de manos de Miroku.

    — No tengo miedo—sonrió cerrando sus ojos—se que moriré es por eso que no tengo miedo…—le miró y mostró una sonrisa a penar de la sangre que estaba en su boca era hermosa—me alegra no haber muerto por al culpa de mi agujero negro—miró el cielo, este comenzaba ponerse teñido de rojo. Se sorprendió el monje al ver a su lado la exterminadora, como la chica de dieciséis años que se enamoro. Una sonrisa tímida inundo los labios de la joven extendiéndole la mano… Este sonrió y dejo de apretar la mano de Inuyasha.


    Fue una muerte rápida y un tanto dolorosa. Inuyasha suspiró cerrando los ojos y alzando su ambarina mirada.


    — ¿Fuiste con ella cierto? —preguntó en un suspiró cargando el cuerpo ya sin vida de su único amigo.
    -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.


    — Como veras, Mikomi quedo huérfana pero Inuyasha y su mujer la cuidaron como si fuera su hija—carraspeo un poco la mujer—la niña creció fuerte y sana, supo la verdad de sus padres desde un inicio. Aun así no dejo de querer a sus adoptivos padres, si se puede llamar así.


    — Pero… ¿Qué paso después?

    — Bueno, Mikomi al crecer quería tener el apellido de la mujer de Inuyasha como agradecimiento de haber cuidado de ella…después se casó y tuvo hijos, y eso hijos tuvieron el apellido de Mikomi…La descendencia de ese apellido siguió con tu madre y pues en realidad te llamas Nanami Higurashi. Tú eres una descendiente de aquella exterminadora y el monje.


    Me quede callada por unos segundos. Respiré hondamente y asentí.


    — Gracias, mis dudas han quedado claras—salí de la cabaña con un sentimiento de tristeza. Pobre joven Inuyasha, murieron sus dos amigos jóvenes. Siempre creí que era por edad. Miré el cielo y me senté en las escalares, el lugar estaba desierto.


    Ahora que recordaba desde pequeña, el protector de la aldea me cuidaba desde pequeña. Incluso me había salvado de aquellos ogros. Toque mi vientre aun estaba adolorido por el golpe; me imagino que fue la promesa de cuidar a los descendientes de ellos.


    — Inuyasha me dijo que me buscabas—la voz del zorro hizo que mi concentración se perdiera. Volví a mirarlo y asentí—me dijo que era de vida o muerte por que parecías muy preocupada.

    — Bueno, era algo por el estilo…Pero ya no tiene importancia ¿Se puede saber donde estaba usted?—quise saber.

    — Pues quería mostrarte esto—abrió sus manos y en ellas se encontraban artículos de un niño: unos hongos, un gusano, un trompo y una bellota—eran mis instrumentos de ataque cuando a penas era un niño.


    Toqué una bellota y esta creció comenzada a tener lágrimas.


    — Es una bellota chillona y si te la pones en la cabeza cambia de forma…Bueno sólo conmigo—asentí emocionada.


    Mientras un viento mecía nuestros cabellos. Pude encontrar la tranquilidad estando con mi amigo Shippo.

    NOTA: OMG me demore mucho para hacer este capitulo que es muy pequeño. la verdad toda esta semana estaré un tanto ocupada pero como ya esta hecho el fic solo falta corregir y pues subir el capitulo. Gracias Mikura por decirme de los errores pero por favor marcamelos con exactitud. La verdad no se identificarlos :/ pero gracias. Y pues también quise poner así las muertes. No sé, no me convencía que ambos murieran viejitos, demasiado triste para mi gusto y pues me agrado el capitulo...Ammm un tanto corto pero si que lleva mucho :D
     
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