One-shot de Inuyasha - Guerra de Tontos [Sessho&Kago]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Kikuz-sama, 27 Agosto 2012.

  1.  
    Kikuz-sama

    Kikuz-sama Usuario popular

    Géminis
    Miembro desde:
    6 Julio 2011
    Mensajes:
    654
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Guerra de Tontos [Sessho&Kago]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2252
    Hola chicas, aquí les traigo una nueva historia, esperando que sea de su agrado y reflejando un poco de lo que pasa cuando entramos a una guerra estúpida, cuando una relación termina, tratando inútilmente de hacerle sentir al otro lo que uno siente.


    GUERRA DE TONTOS

    ¿Cómo es que llegamos a este punto?, ¿Cómo caímos en esta agobiante rutina?, ¿Qué diablos es lo que esperamos? Te dañé, me dañaste pero esto debe parar, tropezamos con la piedra del rencor, mi corazón te odio y quise infringirte el mismo dolor que me causaste tú. Pero ahora, frente a ti sé que eso fue un error, deseó abrazarte pero sé que eso está prohibido para mí y no te puedo culpar…

    –¿Cómo has estado? –Te preguntó pues el silencio ahora es agobiante.

    –Eso es algo que a ti no te incumbe –Respondes con la frialdad habitual.

    Cierro las manos en puños, deseó golpearte pero al mismo tiempo besarte, es difícil estar cerca de ti y no recordar; no puedo olvidar lo vivido. Suspiró y tomó mi bolso, ese había sido otro error, ¿para que buscarte cuando tú ya no quieres ni hablarme? Me pongo en pie y dejó sobre el blanco mantel el dinero que cubre la cuota de aquel café que ordené. Me alejó sin decirte nada y empujó la puerta del lugar, afuera me recibe el viento otoñal.

    Caminó sin rumbo fijo, pensando en todo lo sucedido. Hace algunos meses finiquitaste nuestra relación, no hubo razones, no hubo excusas, sólo el crudo adiós. Aquello dolió, una profunda herida causo, había decidido vivir con eso, cada mañana me ponía en pie y miraba mi cama; del lado izquierdo tú faltabas. Y yo lloraba pero seguía, únicamente subsistía.

    Por algún tiempo realice aquella rutina, me revolcaba en la aguas del dolor mientras te pensaba y hacia como que vivía, sólo un asqueroso zombi era, que únicamente caminaba por inercia. Pero aquello cambio aquel triste día, cuando en el periódico, como nota principal se anunciaba el compromiso de Sesshomaru Tashio con la hermosa Sara Song. En ese momento mi corazón se rompió, tan sólo habían transcurrido dos meses desde nuestra separación, de una relación de dos años y de buenas a primera te comprometías con alguien más…

    Y entonces todo aquel dolor en odio se convirtió.

    Salí del recuerdo cuando escuchó de cerca unos pasos, me giró y a ti te encuentro. Tus dorados ojos como de costumbre no decían nada, me detengo y tú hace lo mismo. Nos miramos por un par de segundos antes de que me decidiera que eso ya era demasiado, no podía callar a mi corazón y pedirle que dejase de anhelar una caricia de ese frio ser. Cierro los ojos y me lanzó hacia esos brazos, tan familiares pero al mismo tiempo, ahora tan desconocidos. Por un momento, tus manos se cerraron sobre mis hombros y pensé que me alejarías, pero, al final, afianzaste tus brazos alrededor de mi delgado cuerpo.

    Un suspiró escapa de mis labios y las lágrimas pugnan por salir. Me mentiría si ahora mismo digo que no extraño esto, la seguridad que ese refugio me ofrecía. Echaba mucho de menos tu presencia, tu dorada mirada, tan fría como el hielo, tan cálida como el sol y aquella lluvia de emociones que despiertas en mi interior. Las piernas me temblaron y fue imposible seguir controlando la contradicción de mis sentimientos. Te odiaba pero al mismo tiempo te amaba, como una tonta, como una ilusa…

    Una melancólica sonrisa acudió a mis labios, era irónica la situación, tenía algo que por derecho era mío pero que ahora le pertenecía a alguien más. El día anterior tu boda se realizó, me presente en esa absurda ceremonia para impedirla, pero me acobarde y cuando escuché tu seguro si, no me quedó nada más que huir.

    –Estuviste ahí.

    No supe que decir, me quedé de una pieza. Levanté la mirada y mis ojos se clavaron en tus orbes dorados. ¿Cómo decirte que aún te amo? Una mueca de dolor cruzó mi rostro, ¿Qué me daba derecho a arruinar tu felicidad?, las lágrimas corrieron sin que pudiera evitarlo, era tarde ya para pedir perdón por todo lo sucedido, cuando tuve la oportunidad de luchar, perdí la batalla contra el orgullo y ahora que mi corazón había sometido a la razón, tú y yo ya no teníamos ninguna oportunidad de regresar.

    –Necesitaba ver… saber… que podías decir que si, sin pensar ni un momento en mi.

    Desvié la mirada después de confesar aquello, ¿Qué caso tenía seguirlo ocultando? Mi corazón sintió de nuevo una punzada de dolor, me sentía herida pero también como una completa estúpida, ¿Qué hicimos mal para que la felicidad se evaporara y sólo desolación dejara? Yo me equivoqué, tú te equivocaste pero nuestra presunción, disfrazada de dignidad y amor propio nos impidió reparar algo que aún se podía arreglar.

    Preferimos a una estúpida batalla entrar, tontamente intenté que de alguna forma u otra tu sintieras aquella tortura a la que me sometí aquel fatídico día en el que la presentaste a ella como tu prometida, quise saber si tu alguna vez sentiste algo por mi y como una niña inmadura traté de hacerte enfadar al obligarte a verme con Koga Wolf.

    Ese hombre tan encantador que por más de cinco años una migaja de mi amor rogó, cuando mi relación contigo se fue por el camino del fracaso, acudí a los brazos de Koga y ese fue mi primer resbalón. Estaba mal a un maravilloso ser usar pero tanto era mi dolor que nada más me importó; al principio me produjo una distracción y eso me agrado. Una efímera paz me brindó y tontamente creí que podía seguir, pero en nuestro primer encuentro fui incapaz de controlar el odio que por ti ya sentía.

    –Nunca dejé de pensar en ti.

    Sorprendida te miré y comprobé que tú mantenías tu mirada fija en mi. En esos ojos tan dorados como el mismo sol descubrí que no había una pizca de sátira ni presunción, no intentabas humillarme, simplemente en esos orbes se encontraba una cruda verdad. Cerré los ojos y di un paso hacia atrás, ¿Cómo diablos aceptar que esas palabras eran autenticas? Llevé mi mano derecha hasta mi corazón y esta se topó con el anillo de compromiso que colgaba de una cadena. Puse sentir tu penetrante y ahora fría mirada sobre el pequeño artefacto; y mi corazón dio un vuelco, tenía miedo de enfrentarme a tu reacción.

    –¿Vas a casarte?

    Lo preguntaste monocorde, sentí dolor cuando me golpeó tu indiferencia y me obligué a guardar las gotas de agua salina que se querían derramar. Estaba casándome para olvidarte y esa excusa era tan patética como estúpida, por ello me negaba a aceptarla frente a ti. Cada uno había tomado su decisión y debíamos aprender a vivir con ella. Cerré con fuerza la mano sobre el cilindro de oro y encaré al dolor pues ya iba siendo hora de mandarlo al diablo.

    Pero como nada sale como se planea, mi boca se quedo seca al encontrarme con tu fría mirada, jamás, en toda mi vida te había visto tan molesto. Tragué con dificultad y di otro paso hacia atrás, por un momento me asalto la necesidad de correr lejos, de escapar de ti y al mismo tiempo de mi. Pero aquello era imposible, ya no había marcha atrás.

    –Mañana por la mañana.

    Saber eso sólo hizo que mi pena se acrecentara, sólo una persona ocupó mis fantasías con un vestido blanco y un arreglo de rosas blancas, pero ahora ese hombre le pertenecía a otra. Suspiré sintiéndome paralizada, debía despedirme de aquello que tercamente se aferraba a mi tonto corazón, pero era difícil y casi imposible decir adiós.

    –¿Para qué deseabas verme?

    –Yo sólo… –Callé y te miré como en antaño, con ternura, con amor y con pasión.

    Era tanto lo que deseaba y tan poco lo que obtendría que considerarlo simplemente me hacía sentir aún más desdichada. Yo había soñado una vida a tu lado y ahora lo único que obtendría sería una existencia vacía al lado de Koga Wolf.

    Miré el suelo sintiéndome incapaz de hablar, de aceptar que esto lo hacía por caprichosa, por estúpida y por cobarde. Koga era un salvavidas que impedía que me hundiera en este dolor que tu sembraste en mi corazón y si tu ya habías hecho, ¿Qué me impedía a mi hacer la mía? Cerré los ojos y di otro paso hacia atrás; chocando suavemente contra una superficie rugosa. Abrí los ojos y observé lo que a mí alrededor se encontraba, al salir del café en el que te cité, no noté que entraba en un parque y ahora me encontraba atrapada entre un árbol y tu cuerpo.

    Di un paso al frente, intentando eludirte y alejarme de esta cárcel que inconscientemente creé; pero me lo impediste al colocar un brazo a la altura de mi cintura que me imposibilitó de escapar. Levante la mirada, buscando una explicación pero lo que encontré en tu bello rostro sólo sirvió para que perdiera el poco control que me quedaba.

    A tus labios los surcaba una sonrisa, como aquellas que me dedicabas en antaño, mientras lentamente te inclinabas hacia mí, listo para besarme. Quise alejarme, intente empujarte pero parecía que trataba de mover un bloque de hielo, tú no te movías y ya estábamos peligrosamente cerca. Cerré los ojos, temblando ya notoriamente y esperé, casi con agónica impaciencia a que tus labios tocaran los míos y cuando lo hicieron fue como volver a entrar en el cielo.

    Habían pasado cuatro meses desde que nos separamos, desde la última vez que me refugie en tus brazos, desde la última vez que nos besamos… Pasó tanto tiempo que parecieron años y mientras tus labios se movían con frenesí sobre los míos, devorándolos con impaciencia, supe que no fui la única que sufrió por su estúpido orgullo. Tus palabras y tu comportamiento podían mentirme pero tu mirada y tu cuerpo eran incapaces de engañarme.

    Me extrañabas con la misma intensidad con la que yo lo hacía; me aferré más a ti mientras las lágrimas, ahora incontrolables, nos empapaban, ¿De qué servía saber aquello cuando nuestra situación ya no tenía solución? Tú te había casado con Sara y yo estaba a horas de contraer nupcias con Koga; no era justo que ninguno de ellos pagara por nuestra idiotez, tú elegiste, yo elegí…

    –Sesshomaru tu le debes lealtad a tu esposa –Exclamé separándome un poco, evitando mirarte.

    –Escúchame bien –Susurraste tomándome del mentón, obligándome de esa forma a mirarte. –Yo solamente le seré fiel a aquella que amo y esa no es Sara.

    Una efímera sonrisa acudió a mis labios, me amabas. Pero eso no era suficiente, inocentes no podían pagar por pecadores.

    –Sesshomaru debemos arreglar las cosas…

    –Lo solucionaremos todo… después.

    Dicho esto acallaste mis protestas con un beso y en ese momento opte por tu opción. Intentaríamos reparar los daños después, ahora esto era demasiado bueno para salir de este sueño.



    ¿Y que les ha parecido? ¿Lanzaran tomates? ¿Botellas?
    Gracias por su tiempo y lindo día! :D
     
    • Me gusta Me gusta x 13
    • Adorable Adorable x 1
  2.  
    No Taisho Kagome

    No Taisho Kagome Iniciado

    Leo
    Miembro desde:
    7 Agosto 2012
    Mensajes:
    39
    Pluma de
    Escritora
    Waaaaa!! Lioré te lo juro :') me encanta tu FF me quedé tpda emocionada
    Me encanta simplemente me encanta, te quedó perfecto (ya se que no debería pero quisiera vivir algo asi con alguien como sesshomaru-sama TwT)

    He quedado estática de la emoción.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  3.  
    darkdiabla

    darkdiabla Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    22 Agosto 2012
    Mensajes:
    96
    ¡¡¡OHHH es precioso!!!
    La historia es muy triste snif snif, un par de veces casi me pongo a llorar porque hiciste que su pena fuera mía. Lo has relatado tan bien y con tanto sentimiento que me metí en la piel de Kagome.
    Me dio perna tambien por Koga, Kagome solo lo utiliza como un barco que sigue a flote, nunca tendra su corazón... Ufff y cuando Kagome fue a ver la boda para ver si el "SI" de sesshomaru, pense morir... yo hubiese muerto si estuviera allí..
    En resumen tu historia me gusto muchisimo es triste, si, pero al final saben que ambos se aman... snif.
    Besitos
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    Syel

    Syel Extraña

    Cáncer
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    984
    Pluma de
    Escritora
    wow, esa historia es tal como yo la habia imaginado hace tiempo, es hermosa, te llena de sentimientos y cosas que jamas pensaste. en ocaciones te sientes dentro de la historia, como si tu fueras kagome....es muy triste saber que los dos se aman pero se juntan con otros que no aman. definitivamente el amor duele. me encanto tu one-shot esta tan lleno de sentimientos y emociones, espero me puedas avisar cuando hagas otro. se que soy exigente pero me gusta mucho leer, ja =) bueno sin mas por el momento nos andamos leyendo.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    yanin

    yanin Usuario común

    Escorpión
    Miembro desde:
    19 Octubre 2005
    Mensajes:
    444
    Pluma de
    Escritora
    Lindo, tierno, emociónate y a la vez triste en la forma en que Kagome se sentía al ya no estar al lado de ese chico que ama y lo peor asistir a la boda de él con Sara pare ella fue muy duro ver esa unión.
    La parte donde me gusto fue donde los dos se miraron a los ojos y donde él la beso eso fue tan hermoso el aun la ama.
    La verdad me gusto bastante la forma en que narras los hechos las emociones y sentimientos que reflejan los personajes.

    Gracias invitarme a leerlo .:p
     
Cargando...
Similar Threads - [Sessho&Kago]
  1. Tomoee
    Respuestas:
    9
    Vistas:
    1,388
  2. rhapsodic
    Respuestas:
    7
    Vistas:
    1,994
  3. Lady Stanley
    Respuestas:
    3
    Vistas:
    1,911
  4. Lady Stanley
    Respuestas:
    4
    Vistas:
    1,120
  5. Lady Stanley
    Respuestas:
    3
    Vistas:
    1,296

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso