Error mortal

Tema en 'Relatos' iniciado por Circe, 31 Marzo 2012.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Circe

    Circe Usuario popular

    Leo
    Miembro desde:
    8 Febrero 2010
    Mensajes:
    534
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Error mortal
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1521
    Hola queridos lectores :') Este es mi escrito para la actividad "Atracción inmortal" espero que les guste :3​
    Error mortal


    No debería haber venido, no debería haberlo hecho. Tendría que haber hecho caso a mis instintos en vez de a mi familia y amigos. Como nunca salgo, a pesar de estar en edad casamentera, ellos insistieron en que aprovecharan la oportunidad de ir a esta fiesta, en la que toda la gente joven de clase irá. No quería hacerlo pero me convencieron.

    Y ahora, viendo el lugar donde me he metido, sé que debería haberme quedado en casa. ¡Este baile es una locura! Las drogas, el alcohol y los excesos llenan el lugar, desborda la locura, la lujuria y toda clase de vicios. En todos los lugares oscuros se ven parejas presionándose una contra la otra, disfrutando del frenesí y éxtasis que les causa la bebida, la melodía, las estimulantes y el erotismo.

    Me siento fuera de lugar, incómoda y extraña frente a tanto libertinaje, estás personas no se preocupan por su reputación y se entregan al desenfreno. De alguna manera, a pesar de usar un gran y abombado vestido rojo, es decir de estar a la moda igual que las demás chicas, sobresalgo. Quizás en mis ojos está reflejada la desaprobación que siento y por eso nadie se me acerca a conversar o a bailar. Aunque soy nueva, y creo que será la única vez que asista a un baile así, nadie parece tener consideración por ello, nadie se acerca a explicarme que hacer ni por qué me invitaron, ellos se limitan a quedarse en su pequeña burbuja e ignorar al resto, es decir a mí.

    Estoy aburrida, no digo que me gustaría estar en algún rincón oscuro haciendo quien sabe qué con cualquier desconocido pero no me molestaría charlar amigablemente con alguien. Supongo que nadie es capaz de acercarse a mí y hablarme así que decido hacerlo yo. Empezaré una conversación con algún interesante desconocido, ya que ninguno de los que conozco es interesante.

    Hola –le sonrío a la primera figura en esmoquin que encuentro, intentando parecer amigable frente al apuesto desconocido.
    ¿Livi? –inquiere el muchacho quien es nada mas y nada menos que mi vecino.
    Oh –me sonrojo, no puedo creer que me haya parecido atractivo Alejandro–, no te reconocí.

    Me tengo que alejar de él, no vine a esta fiesta para hablar con mi vecino de toda la vida.

    ¿Qué haces aquí? –pregunta frunciendo el ceño.
    Me invitaron –replico a la defensiva– ¿Qué, acaso no puedo ir a un baile como el resto del mundo?
    No te enojes –dice con una pequeña sonrisita que empeora las cosas–. Es solo que no esperaba verte aquí.
    No te preocupes, no me volverás a ver –respondo para luego alejarme furiosa.
    ¡Livia!

    Lo ignoro y avanzo medio a tientas hacia el exterior, soportando la vergüenza de cruzar sola la pista de baile. No debería haberme enojado tanto con Ale, ahora me vendría muy bien su compañía; pero no, la señorita orgullosa prefiere estar sola y ser el hazmerreír de la fiesta a estar con su vecino. Que patética es esta señorita.

    Suspiro y me asomo al balcón, deseando estar en con alguien.

    Señorita –dice una voz masculina a mis espaldas.
    H-hola –tartamudeo, asombrada y cohibida.

    Esta vez no es Ale, ni de cerca. Es un elegante, apuesto e interesante hombre de intensos ojos oscuros, sedoso cabello negro y piel clara, de una figura alta y delgada. Este joven es increíblemente atractivo, es como si de sus poros brotase elegancia o su aroma fuera magnético.

    Espero no molestarla –dice mientras se acerca a mi lado.
    No, no, para nada –respondo demasiado rápido, extasiada aunque algo nerviosa.
    Dante.
    Livia –respondo mientras le tiendo la mano, la cual besa delicadamente, mandándome un escalofrío. Sonríe y casi me desmayo, perfecta no alcanza para describir esa blanca sonrisa.
    Un hermoso nombre –suelta mi mano y siento como si me desilusionase un poco, algo que nunca me pasó.
    No realmente –replico, nunca me gustó mi nombre– pero mis padres tienen antepasados romanos y es algo así como una tradición familiar.
    Dante es italiano, somos compatibles.
    Eso espero –suelto sin pensar, sonrojándome rápidamente.
    Dime, Livia, ¿le temes a la oscuridad?
    Por supuesto que no.
    Entonces ven, daremos un paseo –me tiende la mano y acepto sin pensar, totalmente fascinada con él–. Solo debo darte una advertencia final.
    ¿Cuál? –pregunto confundida.
    Soy peligroso.
    Puedo cuidarme sola, no te preocupes -repongo, de repente me siento valiente.

    Sonríe y me guía lejos de la multitud, a un lejano rincón del jardín donde nadie puede vernos o molestarnos. De repente tengo dudas, ¿está bien irse a lo oscuro con un completo desconocido? Mi antigua yo, la de hace media hora, hubiera dicho que no pero ahora no puedo ni quiero irme, Dante es demasiado atrayente.

    Nos sentamos en un banco y charlamos acerca de nosotros, mejor dicho, acerca de mí ya que él casi no dice nada, solo me observa atentamente. Intento preguntarle cosas pero no obtengo resultado, de una forma u otra siempre la conversación vuelve a mí.

    Me canso y decido dejar de hablar, ya parezco un loro y eso no me gusta para nada. Vuelvo mi vista hacia el jardín, vagando y comenzando a estar incomoda, especialmente ante la penetrante mirada de Dante, quien me estudia sin intentar disimular.

    ¿Podrías dejar de mirarme? –suplico algo molesta luego de un largo silencio.

    No responde, lo que provoca un bufido mío, más no mi retirada de aquella situación sin sentido.

    Eres preciosa –susurra con voz queda.

    Me sobresalto y vuelvo mi mirada a él. Me pierdo en sus ojos oscuros, los cuales son azules, no negros pero igual de misteriosos y atrayentes que la noche.

    ¿No me tienes miedo?
    ¿Debería? –replico, intentando provocarlo.
    Si –sonríe y se acerca más a mí.

    Cada centímetro que se aproxima a mí, menos logra ingresar el aire a mi organismo, siento como si me congelase y no pudiera respirar.

    No lo hago –susurro.

    Cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás, como si estuviera observando el cielo. Luego de un segundo, Dante posa sus manos sobre mi delgado cuello y cierra completamente la entrada de aire, no ejerce presión pero igualmente no puedo respirar.

    ¿Qué puedo hacerte?
    Lo que quieras… –mascullo casi inconsciente.
    ¿Lo que quiera?
    Si –repito completamente convencida y entregada a él.

    Siento su frío aliento sobre mi cuello luego de que retira una mano. Luego coloca su boca allí y me desfallezco, es como si succionase mi vida poco a poco.

    Por unos minutos nos quedamos así, el lamiendo mi cuello hasta que finalmente atraviesa mi piel con sus dientes, sus colmillos. Un gran dolor me atravesó pero no grité, no tengo fuerzas para hacerlo. Con cada trago que se da con mi sangre mi vida se va de a poco, apagándose al igual que mi doblegado espíritu.

    En el borde de la muerte, lo único que puedo hacer es lamentarme por mí y pedir perdón por mi error, el cual fue mortal para mí. Antes de cerrar los ojos para siempre veo como la sangre chorrea de la boca de Dante, el cual sonríe malignamente, transmitiéndome un “vos así lo quisiste”, en lo que tiene razón, en la ignorancia acepté que hiciese conmigo lo que quisiera. En el borde de la muerte, lo único que puedo hacer es lamentarme por mí y pedir perdón por mi error, el uno mortal.

    Fin.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Alexa Hime

    Alexa Hime Usuario popular

    Escorpión
    Miembro desde:
    20 Marzo 2011
    Mensajes:
    685
    Pluma de
    Escritora
    Tarde pero llego :D

    Me gusto la narración, aunque me confundi un poco y sabes sentí que la chica era demasiado mmm no se criticaba a los que estaban en la fiesta y al final se va a lo oscuro con un desconocido y lo deja hacer lo suyo jejeje ironía y paradoja eso me transmitió el final.
    Pero el que se diera cuenta de su error fue lo mejor... moraleja: no hables con extraños que se vean vampirezcos jajaja ok no pero enserio que lindo escrito.
    Muy bueno, gracias por apoyar la actividad.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    cuki

    cuki Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    8 Junio 2008
    Mensajes:
    106
    Pluma de
    Escritor
    Aunque es la típica historia es la que la protagonista acaba conquistada por el vampiro, me encanta como acaba.
    Bien narrada y como ya he dicho, un gran final.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso