One-shot de Pokémon - Error [AdvanceShipping/ContestShipping]

Error [AdvanceShipping/ContestShipping]

¡Siiii leyeron bien! ¡CONTESTSHIPPING! Pero no se emocionen que es leve y todos lo ignoramos xD Primero que nada me disculpo, no he seguido con otros proyectos como "Querida Prima Política" ni tampoco he traído el fic sobre Milotic...¿Humorístico? (¡Válgame, estoy en aprietos!) pero tenía tiempo queriendo escribir este y actualmente estoy en proyecto con otro, también shipping.

Espero que les guste. Y ojalá que me perdonen cualquier falta ortográfica, que no he tenido tiempo de revisarlo. Errores, señálenlos, para corregirlos :)

PD: Admiren mi avatar de el novio de Sally Uchiha Dawn.

[FONT=&quot]Error.
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[FONT=&quot]May se mantuvo detrás de la puerta todo el tiempo, mientras en el cuarto de Gliscor, Ash caminaba de un lado a otro, enfadado. A intervalos se detenía para lanzar alguna imprecación en tono muy bajo y después, se limitaba a sentarse y dejar la mirada perdida en algún punto inexistente.

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[FONT=&quot]Frente a la silla donde Ash se sentaba, Gary se mantenía de brazos cruzados, estudiando a su mejor amigo. La derrota parecía haberle sentado muy mal. A veces, cuando creía oportuno hablar, daba palabras de aliento a Ash, prometiendo que en la próxima ocasión el resultado sería mejor. Que la próxima vez, armado con un nuevo equipo y nuevas estrategias, nada ni nadie podría vencerlo. Porque aquello no era el final para la carrera de su casi hermano. O eso esperaba el joven investigador.

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[FONT=&quot]—Es sólo una derrota—Pronunció mirando al entrenador de Pikachu, tratando de animarlo.[/FONT]​

[FONT=&quot]Ash clavó sus ojos negros en los castaños de Gary, y apretó los puños antes de contestar.[/FONT]​

[FONT=&quot]—Por supuesto. No fue tu derrota. A quien vencieron fue a mí.[/FONT]​

[FONT=&quot]—Eso no importa…—Alegó el investigador. —Estuviste cerca de vencerlo. Si hubieras capturado más pokemon antes de…[/FONT]​

[FONT=&quot]— ¡Ah, si el de error fui yo! —Ash se levantó bruscamente de la silla. —Si no hubieses hecho que mi Gligar evolucionara en Gliscor esto no habría pasado.[/FONT]​

[FONT=&quot]— ¿Bromeas? Tu Gligar no podría haber enfrentado a nadie siendo tan cobarde e indefenso como lo era. Tu primordial error, Ash, fue creer que seis pokemon serían suficientes para ir a la liga. Tu equipo está limitado y aunque posee variedad de tipos no puedes prescindir de ninguno. Un entrenador va por la región capturando a los pokemon que encuentre y entrenándolos y finalmente, una vez que llega a la liga, escoge a los seis mejores para cada batalla y se enfrenta por el campeonato.

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[FONT=&quot]Ash gruñó, con los puños aún cerrados. Acto seguido, volvió a hablar.

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[FONT=&quot]— ¡Vete! —Gritó el chico de cabello azabache a su amigo de la infancia, señalando la puerta con los dedos pulgar e índice. — ¡No necesito que un investigador me diga como ser entrenador![/FONT]​

[FONT=&quot]—Como desees, pero serás un perdedor si me ignoras.

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[FONT=&quot]Dicho esto, el nieto del Profesor Oak salió furioso de la habitación. Ash observó la puerta durante unos segundos y después volvió su azabache mirada hacia los copos de nieve que caían fuera. Estando en un lugar tan frío como Ciudad Punta Nevada las heridas de Gliscor tardarían más en curarse, pero no importaba demasiado. Le daría tiempo para reflexionar sobre su siguiente paso. Sobre el camino que de ahora en adelante, debería seguir.

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[FONT=&quot]Regresar a Pueblo Paleta después de lo sucedido no era una opción. Estaba seguro de que todos le harían una fiesta de bienvenida y lo tratarían tan bien como fuese posible. El pueblo entero celebraría su llegada, y su reciente logro de quedar entre los dieciséis mejores de la liga Sinnoh. Pero Ash no se sentía con humor para fiestecitas y todas esas ridiculeces. Había perdido en octavos de final con la única persona que deseaba derrotar con todas sus fuerzas: había perdido con Paul.

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[FONT=&quot]Para nada importaba el apoyo de sus amigos. Brock, Dawn y Reggie sólo decían mentiras. Disfrazaban la realidad diciendo que había estado excelente ante Paul, y que cualquiera de los dos podría haber ganado. Ash sabía perfectamente que eso no era cierto, y Gary se lo había confirmado. Su estilo de batalla, ese que esperaba consolidar en Sinnoh, era muy malo. Tenía tantos huecos que le sorprendía incluso haber pasado la primera ronda.

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[FONT=&quot]Y ahora que lo pensaba… ¡Gary tenía razón! Su equipo estaba conformado por seis pokemon, y cinco de ellos habían sido atrapados en Sinnoh, casi al llegar. Sin duda alguna, tenía variedad de tipo mas no de especies. Sólo estaba repitiendo sus anteriores equipos. Capturado a un pokemon inicial, un ave de bajo nivel y rango en el Pokedex y por si no fuera poco, había adoptado dos pokemon necesitados e intercambiado uno al no tener más opción. Frustrante. Como tanto le repetía su rival de cabello violeta, era patético.

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[FONT=&quot]Ash sacudió la cabeza intentando alejar los malos pensamientos. Si estos continuasen, terminaría saltando por la ventana del quinto piso del centro pokemon. Una mejor idea era bajar a la cafetería y tomar algo caliente para ahuyentarse el frío. Sí, esa era su opción… Pero justo cuando estaba a punto de atravesar el umbral, se encontró de frente con una jovencita de ojos azules con un vestido blanco ceñido al cuerpo y pañoleta del mismo color, con una pokebola en el centro. Llevaba guantes sin dedos, algo muy inusual en aquella ciudad. La sangre le subió a la cabeza, y su respiración se hizo trabajosa. Estaba ahí, en Ciudad Punta Nevada, en Sinnoh, mirándolo fijamente.

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[FONT=&quot]—Lo siento…—Murmuró ella apenas abriendo los labios.

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[FONT=&quot]Ash se centró en aquella boca de labios rosados y hermosos y el mundo pareció desaparecer. Su derrota con Paul ya no existía. Repentinamente, tragó saliva, controlando con todas sus fuerzas el sentimiento que siempre la empujaba hacia ella. Levantó la mirada hacia los orbes azules de May, y el efecto fue peor al perderse en sus ojos. Ash sonrió apenas, bajando la cabeza hacia sus guantes, y tirando de un hilillo que colgaba de ellos para deshacerse del hechizo.

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[FONT=&quot]—No es nada. —Dijo finalmente. Por supuesto, ella ya sabría de su derrota a manos del chico de Veilstone. —Mis pokemon estarán bien.[/FONT]​

[FONT=&quot]— ¿Y tú? —Inquirió la coordinadora.[/FONT]​

[FONT=&quot]—Estoy bien. Todo el mundo pierde alguna vez—Mintió, pero su voz no emitió el tono exacto de resignación. En su lugar, sus cuerdas vocales expresaron un tono furioso y hasta un poco ardido.[/FONT]​

[FONT=&quot]—Oh, Ash. —Le oyó decir en un suspiro a la razón de sus desvelos.

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[FONT=&quot]Aquello estaba terriblemente mal, Ash lo sabía. El destino debió fraguar de otro modo los hechos. May nunca debía haber viajado a Jotho y por supuesto, él jamás habría debido ir a Sinnoh para competir en la liga. Los recientes hechos le demostraban que todo había sido un error, que sus caminos nunca debían haberse separado. Él debería haberla seguido a Jotho. Talvez no encontrara nada que hacer entonces, pero el simple hecho de acompañarla y ver la alegría pintada en su rostro, producto de la felicidad después de ganar un concurso le habrían bastado. La vida era cruel, porque había trazado perfectamente su maquiavélico plan llevándolos por caminos distintos. Era una injusticia. Ash sonrió irónicamente, al abandonar sus fantasías de lo que ya no podía ser.

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[FONT=&quot]Pero entonces, los dulces brazos de May le rodearon el cuello, y su cuerpo cálido se pegó contra su camiseta azul marino. A ella no pareció importarle, pero Ash era consiente de que esto brindaba una mayor sensibilidad entre ellos. Rodeó la cintura de ella con sus brazos, y permanecieron en silencio, abrazados unos segundos. Era claro el objetivo: ella deseaba hacerle saber que no estaba solo, que ni sus amigos ni ella lo dejarían nunca. ¡Vaya promesa le estaba haciendo! Para él era más una tortura. Su cuerpo reaccionó, sentía arder las mejillas como si hubiese cogido fiebre. Así que eran esas las sensaciones que experimentaba aquel miserable coordinador cada segundo del día, cuando estaban juntos. El corazón se le oprimió al recordar que Drew tenía mayores derechos sobre “su” niña. Que podía abrazarla de manera menos inocente, que podía besarla cuando quisiera y probar el dulce néctar de sus labios cuando le viniera en gana. “Es un idiota” pensó. Ash no quería forzar a May pegándola contra su cuerpo. Su amor por ella era puro, tranquilo y tierno. Se conformaba con sentirla cerca. Entonces le dio un suave beso en la frente, con toda la ternura que le fue posible.

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[FONT=&quot]May se separó, y los brazos de él aún estaban en la cintura de ella. Los ojos de May transmitían bondad, cariño, una especie de amor que sería capaz de sobrevivir todas las pruebas. Quizá no se trataba de amor romántico, sino fraternal. May le acarició la mejilla y juntó su frente con la suya. Se quedaron así unos momentos más. Ash estaba en el cielo.

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[FONT=&quot]—Lo siento tanto…—Dijo ella otra vez.[/FONT]​

[FONT=&quot]—No importa. No si te tengo para consolarme. —Respondió el joven entrenador. [/FONT]​

[FONT=&quot]—Sabes que siempre voy a estar aquí, Ash. Siempre. —Pronunció con determinación.

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[FONT=&quot]El tono de voz que usó para decir “Siempre” le erizó la piel. Por primera vez desde hacía dos horas, cuando había ocurrido su derrota ante Paul, esbozó una sonrisa sincera, de felicidad. Estaba seguro de amarla, de adorarla con todo el cariño que su ser podía invocar. Era absurdo comparar el amor que sentía hacia ella con cualquiera de los otros sentimientos que había experimentado antes. No se sentía como hombre, no como Ash, el ganador de la batalla de la frontera. ¡Ni siquiera se sentía como humano! Se sentía como una mitad, una mitad de un todo, que estaba contemplando a la pieza faltante para volver a ser la unidad. May lo comprendía y estaba segura también de que eran almas gemelas, lo pudo ver en sus ojos. Y sin embargo, ni aún así lograba interesarse por él románticamente. Ash lo entendió entonces: él habría sido el amor de su vida, si no la hubiera abandonado cuando quiso ir a otra región para cumplir sus sueños, esos que ahora aparecían destrozados. Pero era muy tarde, había cometido el error fundamental. Ella ya estaba unida con todo su corazón a otra persona, a un coordinador arrogante y no muy expresivo. Y a pesar de todos los defectos, ella amaba con toda su alma a aquel coordinador de nombre Drew. Y aunque anteriormente lo hubiera tolerado y hasta seguido sus consejos durante la crisis de Sceptile, él, Ash, le odiaba por haberle robado al amor de su vida. [/FONT]