EN MI CUENTO DE HADA

PAREJA: CONTESTSHIPPING​

LONG-FIC​

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ஐღEN MI CUENTO DE HADA ஐღ​

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Cuentan las hadas el “había una vez” en un mundo habitado de criaturas mágicas y de fantasías, la existencia de una joven y linda hadita, de hermosos ojo azules y cabello castaño de nombre May.
Vivía en el palacio Real, puesto que sus padres Norman y Caroline, eran los grandes reyes de las criaturas mágicas, convirtiéndose en la princesa junto a su pequeño hermano, el príncipe Max.
Su vida estaba llena de toda clase de lujos y comodidades. Las criaturas que no pertenecían a la realeza viajaban al mundo humano; las hadas tenían la labor de cuidar a la madre naturaleza, los duendecillos deban alegría a los niños, entre otras criaturas más que cumplían con sus deberes para mantener la felicidad, la cual mantenía su mundo, como ella era una princesa, no necesitaba trabajar, sólo necesitaba prepararse para ocupar muy pronto el lugar del Rey, pues la habían comprometido con un noble duende de cabellos largos color lila de nombre Harley.
La pequeña hadita se encontraba realmente triste, jamás decidió que su vida fuera así, tenía tantos deseos de salir y conocer el mundo de los humanos. Sin perder más tiempo, una noche se escapó del reino evitando que los demás se dieran cuenta y partió hacia el otro mundo.
Como nunca había visitado aquel mundo mundo, todo era desconocido para ella, llegó un momento en el cual se encontraba realmente perdida y no sabía cómo volver a casa. Nunca imaginó a buscar un refugio, era de noche y se podía apreciar el brillo de las hermosa luna, la pequeña May al ver tal belleza se olvidó de todas sus preocupaciones, todo estaba bien, cuando detrás de ella apareció un gran búho arriba de un árbol, tenía una mirada poco amigable y comenzó a volar hacia ella, la hadita también aceleró en su vuelo. Aquel búho se acercaba más y más a May, ella tenía tanto miedo, no sabía dónde ir, en un descuido llegó a una gran mansión, de tan acelerado que iba su curso, se estrelló en una ventana y cayó.
-¡Ya no puedo escapar!- con lágrimas cerró sus ojos esperando su destino.
De pronto, alguien abrió aquella puerta, justo antes de que el ave la atacara con sus finas garras, este fue detenido por unas valientes manos, después de esto, el búho escapó y desapareció.
-¿Qué sucedió?- Abriendo tímidamente los ojos, la hadita regresó a ver su salvador.
-¿Te encuentras bien, pequeña?- Un joven de cabellos verdes la sostenía entre sus cálidas manos.
-“¡Un humano!”- May intentó escapar volando pero cayó, la hada se había lastimado una de sus alas.
-¡Estás lastimada!- El joven acerco su mano un poco para ayudarla.
-¡Aah!- La hada no quería que se acercara, en esos momentos no sabía en quien confiar, sólo lo veía como un cazador de mayor tamaño y se alejó de él.
-Mm.. no debes tenerme miedo, no te haré nada malo- transmitía un aura de confianza que rápidamente la pequeña hada sintió de sí, el joven la tomo suavemente en su mano izquierda y revisaba sus heridas.
-Veo que tu ala está lastimada, pero no te preocupes, tengo una medicina que te aliviará- Después de aplicarle la medicina, comenzó a vendarla delicadamente.
May solo permanecía callada, no se atrevía a mirarlo.
-Tienes unas alas hermosas, pequeña- Sus ojos verdes fueron cautivado por esos deslumbrantes colores.
La hadita, al oír aquellas palabras, se ruborizó completamente.
-Mu..muchas gracias- Tímidamente contestó.
-¿Ah.. puedes hablarme?- Sorprendido miraba a la criatura mágica con una mirada sonrojada.
Lentamente, May levantó la mirada y vió un rostro tan bello, fue como si tocara las nubes y flotara el cielo.
- Gracias por haberme salvado de aquel mounstro volador-
-Solo .. fue un simple búho; mi nombre es Drew, ¿me podrías decir cuál es el tuyo?-
-Soy May, la Princesa Hada May- Presentándose en forma real.
-¿Princesa?- Sorprendido –Que coincidencia, yo también soy una clase de príncipe..-
-¿Una clase de príncipe?- la hadita se encontraba confundida.
-A decir verdad, soy príncipe por mi sangre que proviene de la realeza, pero yo no desee que esto fuera de esta manera, no puedo ser como los demás de mi misma edad, además..- su expresión cambió a una mirada triste- Mis padres me acaban de comprometer con una persona a la que no amo-
-Nos sucede lo mismo- pensaba May.
-Ella ha sido mi mejor amiga de la infancia, sin embargo, no es motivo por el cual deba amarla, ¡no es justo!- Aun sin conocerla, le expresaba sus emociones.
-Tienes razón, solo por que sea lo mejor para la familia, no es justo que nosotros llevemos esa responsabilidad, aunque suene egoísta solo desearía..-
-Desearía ser libre y escoger las cosas por nosotros mismos- sonriéndole a la joven -somos muy similares ¿Verdad pequeña?-
-¡No soy pequeña!- Algo caprichosa – Verás que puedo ser como tu- utilizando un hechizo se transformó a una altura similar a la de él.
-¿Cómo fue que..- Sin palabras que decir, no podía creer lo que había ocurrido.
-Ahora dime, ¿quién es pequeña?- A pesar de haber crecido casi a su misma estatura, seguía siendo un poco más baja que él.
- Bueno en realidad, sigues siendo un poco más pequeña que yo- Burlándose discretamente de ella.
-¿Eh?, al menos yo tengo 17 años y supongo que soy mayor que tú- Sintiéndose muy superior.
-U qué lástima, precisamente hoy yo cumplí 18 años- Moviendo su caracterizador flequito de forma elegante.
-Jum- Quedó sin poder defenderse del audaz príncipe humano, con una expresión un poco infantil pero encantadora de ella, era la primera vez que actuaba de tal manera, al igual que Drew. Después de un tiempo:
-Supongo que debo volver a mi hogar- Mencionada la hada, no pudo notarlo, pero el joven, al escuchar su marcha, le llegó una inmensa nostalgia.
- Pero afuera está oscuro, además..-Había recordado algo muy importante.
-May, disculpe princesa May yo..- Tímidamente habló Drew.
-¿Mm? Puedes llamarme solo May-
-May si quieres.. puedes quedarte aquí esta noche- un poco avergonzado le sugirió.
-¿Aquí en tu habitación?-Nerviosa- Yo.. no creo que fuera una buena idea-
-¡Por favor!- Con voz segura- ¡En este lugar estarás a salvo, yo te protegeré!- Tenía firmemente los pies en el suelo, era muy evidente, que el peliverde no deseaba que alguien como ella desapareciera de su vida.
-Drew..-En el fondo, ella tampoco deseaba alejarse de él.
Simplemente fue hacía él, tomando sus manos, mientras estas los sujetaban y mirándolo a los ojos:
-Está prohibido que un hada como yo, se enamore de un humano como tú, pero simplemente no lo pude evitar, solo te conozco hace poco y no me explico cómo fue que sucedió. Yo.. yo no sé qué hacer y tu..- Sus labios fueron detenidos por un solo dedo.
-Yo solo sé una cosa-Abrazándola apasionadamente-No quiero alejarte de mi vida-…


Continuará…..
Esperen su continuación.......Febrero 11.....

 

ஐღEn mi cuento de hadaஐღ 2​

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Era media noche y aun permanecían despiertos los adolecentes, juntos el uno al otro sentados en un gran sofá; conociéndose mas y mas. Los dos llegaron a pensar que el estar con una persona tan maravillosa no podía ser parte más que de un adorable sueño, un sueño en el cual no deseaban despertar.
-Me dijiste que hoy era tu cumpleaños ¿verdad?-
-si así es-tomados de las manos, dejaban el tiempo pasar.
-A pesar de ser un día tan especial, no te traje un regalo- sentía depresión aunque no tuviese la culpa.
- ¿Pero qué estás diciendo?- tocando la mejilla de la princesa- el que tú estés conmigo, es el regalo más extraordinario de toda mi vida-
-Aun así, me hubiese gustado darte algo más-
-Entonces lo tomaré- robando un dulce beso- Ahora tus labios son míos.
La princesa adoraba el lado de”chico malo” que poseía su soñado príncipe. Todo era felicidad, ya no importaban los problemas y olvidaban su pasado, error que no debieron cometer. El abrir de la puerta de la habitación se escuchó, había llegado la amiga de infancia de Drew; su prometida Soledad.
-So..ledad- lo único que logró decir el peliverde.
Al ver al joven tomado de las manos con una completa desconocida fue impactante, no sabía cómo reaccionar, solo cerró la puerta y se dirigió hacia otro lugar.
Enseguida se levantó el susodicho:
-Por favor espérame aquí unos momentos- le dijo a su amada, después de esto rápidamente fue en busca de una vieja amiga.
-Soledad espera por favor- con éxito logró detenerla – creo que lo que acabas de ver, no tiene más explicación, yo he encontrado a la persona con quien deseo estar; aunque nosotros estemos comprometidos.. sé que nunca podrá funcionar-sinceramente confesó sus sentimientos sabiendo que, podía acabar con su preciada amistad.....​