El Pasado de Drew

El Pasado de Drew ​

Capitulo 1: Encuentro

-Después de una inolvidable batalla se acabó el tiempo: y el ganador del preciado listón Forbet es…-
Tanto la audiencia como la animadora fijaron su atención al marcador.
-¡La ganadora de su 5º listón y su pase al gran festival es May! – Vivian era una experta dando los resultados, todo el mundo aplaudía de emoción, mientras otorgaban el preciado listón a la coordinadora.
Mirando hacia las escaleras, la castaña miraba a una persona en especial alejado de la multitud, alguien quien se propuso protegerla en todo lo posible.
-Supongo que me tendrás que ver en el Gran Festival Drew-
-No esperaba menos de ti...- Era el gran rival y amigo de ella, alguien quien apreciaba mucho.
Su relación había avanzado un paso más; se frecuentaban más en sus viajes y juntos compartían divertidas aventuras. Sin embargo, a pesar de tener conversaciones, el no hablaba sobre su familia o su vida de niñez, siempre prefería escuchar a May.
Ambos fueron hacia el Centro Pokemón para que los pokemones exhaustos de la batalla fueran tratados por la experta enfermera Joy y los coordinadores pasaran la noche descansando; pero en el camino se encontraron a una persona que de inmediato reconocío al coordinador:
-Vaya, vaya, pero si es Drew- Exclamó un joven de una edad un poco mayor a la de él, su color de piel era similar a Drew, sus ojos por igual, sólo su cabello era de un tono verde oscuro; portaba una playera negra con franjas color violeta y un pantalón con el mismo diseño.
-Tu.. no pensaba verte por aquí- Su mirada se volvió un poco intimidante y sorpresiva para May, pues era la primera vez que lo veía de tal ánimo solo con ver a una persona.
-Que cruel… no cabe duda que te has vuelto muy irrespetuoso- respondió el joven
-Jum, como si me importarán tus palabras-
Comenzó a avanzar el peliverde unos metros y en un instante se detuvo:
-¿May te quedas?-
El forastero regresó a ver a la chica de la pañoleta tratando de identificar su nombre mirándola fijamente unos segundos, algo que puso nerviosa e incomoda a ella:
-¿May?, ¿acaso eres la hija del Líder de Gimnasio Norman?-
-Si… mucho gusto- Contestó la pequeña.
-¡Qué sorpresa! Jamás imagine que mi pequeño hermano tuviera una relación con una persona como tú- Ahora mostraba interés en ella.
-¿Her.. hermano?- una noticia que May nunca imaginó a pesar de que ambos eran tan parecidos.
-Si soy Alex La Rousse el hermano mayor de Drew-
Tomó su mano izquierda para después ser besada, esto además de impresionar a la adolecente, reprimió al joven que la estaba esperando.
-Yo me adelantaré, puedes quedarte aquí- No soportó ver la escena, así que se marcho solitariamente cabizbajo y con sus manos dentro de los bolsillos del pantalón.
-¡Drew, espera!- Era muy larga la distancia para ser escuchada.
-Creo que se molestó, quizás fue por verme- Comentó Alex deprimido.
-No, no pienso que este enojado, el casi siempre es así- La castaña trataba de justificar el comportamiento de su amigo.
-No siempre lo fue, él solía sonreír un poco más-
Estas últimas palabras interesaron a May, Alex la invitó a degustar algo mientras le relataba la vida de infancia de su hermano menor. Ya establecidos en un restaurante con un diseño muy acogedor, inició su historia:
-La Ciudad La Rousse está conformada por grandes empresarios, nuestros padres son 2 de ellos; cuando Drew todavía era un bebé pasábamos increíbles momentos juntos, pero los negocios comenzaron a aumentar, así que cada vez menos ellos lograban permanecer con nosotros.
Drew tan solo tenía cerca de los 3 años; y conocía más a nuestros empleados que nos cuidaban que a sus padres, siempre que preguntaba por ellos, Sophie y yo procurábamos explicarle las circunstancias.
.¿Sophie?, ¿acaso era…?- May tenía curiosidad por saber quién era ella.
-Es nuestra hermana, ¿creíste que era su futura novia?- Alex comenzó a suponer la clase de sentimientos que guardaba hacia su pequeño hermano.
-¡Claro que no, te equivocas!- La chica se encontraba algo nerviosa.

 

Capitulo 2: Tu Partida

Mientras Drew se encontraba en el Centro Pokemón May seguía conversando con Alex:

-En ese entonces ya tenía 9 años y Sophie aún 5, juntos tratábamos de animar a nuestro hermano menor, al principio, aunque se encontraban ocupados, papá y mamá nos prometían días en los que la pasaríamos como familia, pero cada vez esos días fueron disminuyendo hasta que en el día que cumplió 5 años prometieron llegar a celebrar con nosotros, pero nunca ocurrió, no hasta el día siguiente que volvieron diciendo que se les había olvidado y luego lo recompensarían… fue ahí cuando disminuyó su afecto hacia ellos. – Alex recordaba las tristes miradas de Drew.

May comenzó a sentir una extraña sensación de tristeza en su pecho al oír la mala experiencia que sufrió Drew cuando aún era sólo un niño.

-Este suceso hizo que Drew confiara menos con las personas; cuando tenía 12 años, Sophie y yo ya teníamos profesores privados para estudiar, nuestro padre deseaba que fuéramos exitosos empresarios y que yo algún día tomara su lugar, pero cada vez que tenía un tiempo libre, me escapaba para jugar con Drew, siempre se llenaba de alegría al verme llegar. Yo era la persona en la que más confiaba: si estaba triste esperaba mi presencia para llorar, cuando se llenaba de alegría siempre me decía: “mi hermano es el mejor”-


Alex comenzó a sonreír mientras seguía recordando aquellos tiempos.
May estaba encantada tras saber que Drew antes era muy tierno con su hermano mayor, pero luego le llegaron algunas dudas:

-Si antes te llamaba así ¿Por qué hoy ni tu nombre quiso pronunciar?- Resaltó May, ya que no comprendía alguna razón por la cual lo hizo cambiar completamente.

-Bueno, eso fue porque después cometí un grave error con el-

Alex miró hacia la ventana del restaurante encontrando un cielo nublado que dejaba caer finas gotas de lluvia, como si estas fueran las lagrimas de un ser llorando.

============== Flash Back =======================
Ese cielo era similar a aquel día, en el que Alex fue a hablar con su padre diciéndole que él no tenía en mente liderar los negocios de la familia, sino convertirse en un gran entrenador Pokemón
Mientras él y su padre discutían dentro de una gran habitación, Drew se encontraba fuera de ella, con temor a que le sucediera algo malo a su querido hermano mayor. Sophie trató de alejarlo del lugar pero el pequeño puso resistencia.
En un instante Alex salió y se sorprendió al ver a sus dos hermanos frente a él, tomándolos de la mano los llevó hacia su habitación. Los pequeños observaron una pequeña mochila junto con un paraguas azul, Sophie preguntó por ellos y fue entonces cuando su hermano mayor les explicó:


-Verán, hablé con nuestro padre y le dije que yo no estaba hecho para ocupar su lugar, sino otra persona, tengo el sueño de ser un entrenador pokemón y llegar a ser un gran líder de Gimnasio como el Gran Norman, ¿recuerdan?-
-Sí, es la persona que siempre has admirado- contestó Drew.
- Por esa razón es que hoy me iré de viaje para hacerlo realidad- anexó Alex.

Al escuchar esto, el pequeño Drew se sorprendió por la repentina noticia:


-¿Te vas hoy?... pero eso es muy pronto, no puedes irte aún- Su tristeza se transformó en lagrimas.
-Si es verdad hermano- Sophie estaba de la misma forma que el pequeño.
Al ver esto, Alex abrazó tiernamente a ambos:
-Vamos no se pongan tristes, ya tengo 12 años la edad más que suficiente para saber lo que quiero llegar a ser; muy pronto también serán sus turnos, no importa lo que otros quieran para uno, si no lo que a uno verdaderamente anhela y desea ser- Una lágrima se escapó de sus verdes ojos.
-Te voy a extrañar mucho Alex- Drew lo abrazaba fuertemente.
-Yo también Drew, voy a extrañarlos a ambos, pero no se preocupen porque vendré a visitarlos-
-¿Lo prometes?-Cuestionó Sophie.
-¡Por supuesto! Así que mientras yo no estoy, sigan adelante y encuentren sus sueños-
Levantándose, tomó su mochila junto con el paraguas y comenzó su partida.


En la puerta principal de la mansión, Alex dio media vuelta mirando aquella ventana en la que lo miraban irse sus hermanitos, con la lluvia alrededor de él, en su rostro dibujó una cálida sonrisa de bienestar y levantó su mano derecha despidiéndose de ellos.

================ Fin Flash Back =====================

-Ese fue el comienzo del problema, creo que fue algo egoísta haberme ido y dejarlos solos- comenzó a lamentarse Alex.
-Eso no es verdad, fue para cumplir tu sueño de convertirte en entrenador, ellos comprendieron-May interfirió.
-Sí que eres una buena chica May, además de ser tan bonita-
Alex se sentía feliz de que alguien como ella fuera amiga de su hermano.
-Jejeje…gracias-comenzó a ruborizarse.


La lluvia continuaba sin cesar, mientras los dos permanecían en aquel restaurante, un solitario chico miraba por una ventana en el Centro Pokemón, como si existiera una extraña conexión, recordó aquel día en el cual su hermano se fue, dejándolo sin nadie más que su querida hermana Sophie.

 

Capitulo 3: Malentendidos

Después de haber disfrutado una deliciosa comida, Alex y May se encontraban fuera del restaurante, desafortunadamente ninguno de los 2 contaba con un paraguas para May el Centro Pokemón se encontraba algo retirado del lugar; por lo cual tendría que esperar a que la lluvia cesara un poco:
­­­­-Ya es tarde, espero que pronto deje de llover para irme al Centro Pokemón- la coordinadora se empezó a preocupar.
-May, yo estoy hospedado en un hotel no tan lejos de aquí, si prefieres podrías pasar la noche ahí ya que no hay señales de que esta lluvia termine hoy- le sugirió Alex.
-¿Un hotel? Pensé que también te quedarías en el Centro Pokemón- respondió la castaña.
-Bueno mi hermano por ahora no prefiere verme, y él se encuentra ahí, si me ve solo he haré pasar un mal rato, es por eso que la mayoría de veces elijo un hotel para descansar- el peliverde explicaba su razón.
-May sé que aún no sabes exactamente nuestra historia, pero muy pronto lo sabrás de eso estoy seguro-
Le lanzó una dulce mirada a la jovencita y ésta le sonrió por igual.
-Por ahora, quiero pedirte un favor May- Alex atrevidamente puso sus manos en los hombros de la coordinadora.
-¿Qué … tipo de favor?- May comenzó a sentirse algo incómoda .
-Necesito que me ayudes a convencer a Drew para que regrese a Ciudad La Rousse- La miraba muy fijamente sus ojos azules.
-¿Qué regrese?,¿Por qué, acaso sucedió algo?- comenzaba a sospechar.
-Supongo que puedo decírtelo a ti, pero es un secreto así que te lo contaré en el oído-
Alex comenzó a acercarse lentamente hacia el rostro de la chica que a simple vista comenzó a sonrojarse por el momento; para esto Alex ya había colocado sus manos en las suaves mejillas de May.
-Verás, nuestros padres y Sophie me pidieron encontrarlo antes de… - no logró terminar la frase.
-¡Aleja tus manos de ella!- Se exclamó.
Había llegado un joven coordinador de ojos verdes conocido por ambos empapado por la lluvia.
-Drew… - May rápidamente reconoció su voz.
El peliverde claro llegó en el momento inoportuno, pues miraba una escena un tanto comprometedora por parte del hermano peliverde oscuro mayor hacia May.
Teniendo conclusiones erróneas, rápidamente llegó a ellos e impulsivamente tomó de la mano a May, dejándola atrás de él.
-¿Qué es lo que intentabas hacer?- preguntó Drew con una mirada desafiante y fría.
-Oye Drew, no lo malinterpretes, sólo le iba a contar algo-
Alex se sorprendió al ver una mirada que jamás le había enseñado su hermano menor.
-Jum, como si creyera eso-
Drew se giró de regreso junto con May, quien aún la sostenía de la mano, dejando a Alex atrás.
La lluvia continuaba todavía por aquellas solitarias calles; el joven seguía su paso, se encontraba tan disgustado que olvidó que su acompañante se mojaba por segundos.
-Oye Drew ¿podríamos detenernos por un momento?-
-No estás a salvo cerca de él-
Todavía el no entendía el mensaje.
-Alex no me hacía nada malo, lo juro- tratando de hacerlo razonar.
-Aún eres muy inocente May- continuaba pretextando.
-¡Basta Drew, me estoy mojando!- Al final May estalló.
Volviendo a sus sentidos, dejó libre a la castaña, Drew quedó de frente hacia ella y sacó un práctico paraguas azul de su bolsillo el cual era la razón para ir a buscarla, entregárselo y resguardarse de la lluvia.
-Discúlpame, te trataba de encontrar para que no te mojaras, pero resultó todo lo contrario-
Era la primera vez que se sentía de una manera tan miserable; May lentamente abrió el paraguas y lo colocó sobre sí misma.
-Drew… ¿Por qué te molestas cuando se trata de Alex?-preguntó directamente –El es tu hermano… -
-Ya no lo es, desde hace tiempo que dejó de serlo-
En ese momento se apreciaban los ojos de un niño solitario.
-¿Es porque se fue para convertirse en un entrenador pokemón dejándolos solo en casa?- atrevidamente le mencionó un tema muy privado.
Drew se sorprendió al escucharla, tal parecía que Alex le había contado sobre su infancia.
-Eso ya no importa ya que se fue para cumplir un sueño, lo que no le perdonaré fue lo que después ocurrió … -
¿Qué sucedió?- Sus ojos azules se entristecieron sin saber por qué.
Drew volvió a girarse quedando de espalda, levantó la mirada al cielo y dos gotas de lluvia cayeron alrededor de sus ojos, como si fueran tristes lágrimas derramadas.
-Sucedió algo que cambió toda mi vida… -

 

Capitulo 4: Triste Cumpleaños, Trstes Recuerdos

-Eso ya no importa ya que se fue para cumplir un sueño, lo que no le perdonaré fue lo que después ocurrió … -
¿Qué sucedió?- Sus ojos azules se entristecieron sin saber por qué.
Drew volvió a girarse quedando de espalda, levantó la mirada al cielo y dos gotas de lluvia cayeron alrededor de sus ojos, como si fueran tristes lágrimas derramadas.
-Sucedió algo que cambió toda mi vida… -
============== Flash Back =======================
Alex había progresado mucho en su camino, siempre que se acercaba a su Ciudad natal, aprovechaba para ir y visitar a sus hermanitos tal y como lo había prometido:
-¡Alex!- Sophie y Drew corrían a la entrada de la casa recibirlo con abrazos.
-¡He vuelto!- l muchacho de 15 años levantó en ambos brazos a ambos.
-¡Volviste justo a tiempo hermano!- mencionaba el pequeño Drew.
-¡Claro! No podía faltar cuando mi lindo hermanito Drew cumple 8 años mañana- Alex le respondió.
Cuando los tres estaban juntos, eran momento de total felicidad, para Drew el mejor regalo de cumpleaños era que su hermano estuviera presente, pero Alex no se conformaba sólo con eso, así que en su día le obsequió una preciada cadena que contenía un medallón de oro que tenía forma referente a una pokebola; en el centro tenía incrustado un extraño símbolo.
-¿Qué significa ese símbolo?- preguntó el pequeño cumpleañero.
-Significa la frase” sigue tus sueños y siempre lucha por alcanzarlos”- decía esto mientras le colocaba la cadena sobre el cuello.
-Drew, debes esforzarte para llegar a donde quieras y no importa si otros te lo impiden, incluso tengan que ser de la familia, toma la decisión para tu futuro, no el de ellos-
Con la experiencia viajando, Alex ya tenía sabiduría que deseaba transmitírsela a sus hermanos menores.
-¡Si, no me rendiré!- muy animado y feliz le agradecía por el regalo.
En los días que Alex regresaba, acostumbraban por las tardes jugar en el gran patio trasero que estaba rodeado de variadas flores de colores y un lago rodeándolos por las esquinas:
-¡Muéstranos un pokemón Alex!- Sophie le pedía de favor.
-Muy bien, saluden a mi primer compañero de viaje: ¡Sal roselia!-
Lanzó su pokeball al aire y de ésta salió con hermosos pétalos alrededor, algo que al pequeño Drew dejó maravillado.
-¡Ella evolucionó y se transformó en roselia!- el peliverde no dejaba de mirar tanta belleza que existía en el pokemón.
-Fue algo difícil pero al fin lo logré; de alguna manera los roselia representan más que esta Ciudad, el apellido de nuestra familia-.
A partir de ese día Drew decidió que el también tendría a un pokemón así, al principio pensó que él también se convertiría en alguien como su hermano, pues aún desconocía los concursos pokemon.
Siempre que Alex llegaba a casa, sus padres nunca estaban, al final llegó a será algo sin tanta importancia.
Alex volvió a irse de viaje; cabe mencionar que en todas sus batallas tanto de Gimnasio o contra otros entrenadores, nunca había sido derrotado y llegó a acostumbrarse. Pero un día se encontró en el camino a un coordinador y este le pidió una batalla; Alex se confió tanto sólo por el hecho de que su oponente participaba en concursos y no tenían batallas como en un Gimnasio. Desafortunadamente, su oponente lo venció totalmente con una serie de movimientos elegantes y dinámicos.
Después de esto, Alex quedó atrapado en la frustración. No podía aceptar la derrota por alguien como él y llegó a tener en esos momentos un rencor hacia los de su dedicación.
Todo esto ocurrió unos días antes de que Alex regresara a Ciudad La Rousse para celebrar el cumpleaños Núm. 10º de Drew.
Hasta que finalmente llegó el día; fue muy distinto con los años anteriores, pues sus padres se encontraban presentes en la mansión. Drew llegó a sentir un poco de felicidad al imaginar que ese día todos estarían reunidos al igual que Sophie, mientras estaban en la misma ventana de siempre esperando ver llegar a su hermano.
Cuando llegó, nuevamente sus hermanos salieron a recibirlo aunque Alex seguía aún con ese remordimiento, no permitiría que él mismo arruinara una fecha tan especial para Drew. Se reunieron todos en el comedor familiar para comer pero todo era silencio.
Hasta que el padre de los chicos decidió iniciar conversación:
-Y bien, ¿Cómo te ha ido en tu viaje Alex?-
El Gran Señor La Rousse era una persona de 38 años de edad, aunque físicamente mostraba ser más joven; medía aproximadamente 1.80 cm. de alto y siempre acostumbraba a usar sacos acompañados de pantalones de telas oscuras muy refinadas. Al igual que ellos, era de piel blanca y su cabello color verde similar al de Drew, sólo lo distinguían sus claros ojos color miel.
-¿Eh? Bueno, recientemente gané mi última medalla de la liga Hoen…- trataba de disimular su última experiencia.
-¡Eso es fabuloso Alex!- Sophie se enorgullecía de su hermano.
-Ya me imagino ver a Drew algún día así-
El último comentario de Sophie dejó nuevamente en total silencio a todos, su padre quedó muy serio al escuchar esto y permaneció inmóvil con una mirada baja.
Drew tiempo atrás deseaba contarle a la familia, al igual que Alex, el sueño de su vida; aprovechando la ocasión y que todos estaban reunidos, comenzó a hablar:
-Saben… hace tiempo cuando acompañé a Sophie al Centro Pokemón de la Ciudad miré a muchas personas entrar a un gran estadio, quise saber lo que iban a ver así que entré junto con ellos, fue ahí cuando vi a dos entrenadores en medio de una batalla, pero no era una de Gimnasio si no una de un concurso pokemón - Drew se encontraba algo nervioso mientras hablaba.
Alex quedó pasmado al oír las palabras “Concurso Pokemon”.
-En ese momento, quedé fascinado al ver una roselia lanzando su mágico baile de pétalos y luchando con tanta delicadeza y elegancia. Desde ese día me di cuenta de lo que quería hacer, y eso es: ¡Ser un Coordinador Pokemón!- los ojos del pequeño peliverde brillaban de alegría y emoción.
-¡No estés bromeando!- Con una voz cortante Alex se dirigió hacia su hermano.
Todas las miradas incluyendo la de su padre apuntaron al joven.
-¿Coordinador Pokemón?,¿Cómo fue que llegaste a interesarte en algo tan patético como eso?- desgraciadamente, todas sus malas emociones las expulsó en Drew.
-Hermano ¿Por qué te enojas así conmigo?- el pequeño se llenaba de una gran tristeza.
-¡No permitiré que seas un coordinador, así que mejor olvídate de esa tonta idea!- Molesto se fue hacia su habitación.
Drew se levantó de su asiento tratando de alcanzar a su hermano mayor, pero ya había salido de la habitación cerrando fuertemente la puerta. El cumpleañero todavía no podía creer aquellas palabras tan desilusionantes para él.
Nuevamente el Señor La Rousse habló:
-Alex rechazó tomar mi lugar e irse de viaje, dejando que tú asumieras esa responsabilidad, siempre quiso que fuera así-
Todo iba de mal a peor, esas últimas palabras fueron suficientes para el pequeño corazón de Drew, sentía un profundo dolor en el alma y mostrando lágrimas en sus ojos se fue corriendo hacia su cuarto.
El cielo se nubló comenzó a llover como aquella ocasión en la que Alex se fue; éste en su habitación reflexionaba sobre lo que le había hecho a Drew. Dejando pasar las hojas se dio cuenta del grave error que había cometido. Llegó a comprender que las derrotas son parte de la vida de cualquier persona y que éstas sirven para que uno se siga esforzando siempre y llegue a ser alguien mejor, no para quedar en la depresión y tristeza.
Ya animado y siendo una persona más madura y preparado para las siguientes adversidades, se dirigió al cuarto de su hermano menor para disculparse por todo lo que le había dicho.
Toco la puerta y al hacerlo se abrió con facilidad, cuando entró a verlo, la habitación estaba vacía; Drew se había ido con la lluvia como su única acompañante.
================ Fin Flash Back =====================
-Me fui de casa y nunca más regresé- Se llenaba de malos recuerdos nuevamente.
- Yo, no sabía eso…- May no tenía las palabras correctas para decirle.
-En esos momentos, solo recordé lo que el hermano que alguna vez admiré me dijo :-
“muy pronto también serán sus turnos, no importa lo que otros quieran para uno, si no lo que a uno verdaderamente anhela y desea ser…”
“-Drew, debes esforzarte para llegar a donde quieras y no importa si otros te lo impiden, incluso tengan que ser de la familia, toma la decisión para tu futuro, no el de ellos-“
-Solo recordé aquellas palabras, y entendí que ya era mi turno de decidir, ya no me importaban más ellos, al final quedé completamente solo- Concluyó Drew.
-¡Eso no es verdad!- Dijo May en llanto.
La chica soltó el paraguas y abrazó por detrás al joven.
-No estás solo, yo siempre estaré a tu lado, es por eso que … - La tristeza no le permitía hablar.
-Gracias May, volvamos al Centro Pokemón…- Drew correspondía el cariño abrazándola tiernamente.