El desastre

Hola a todos.

Esta historia es un one-shot para la actividad: Un inolvidable cumpleaños.

Espero que les guste.


El desastre
¿Cómo es que pasó todo esto? ¿Cómo es que tantas cosas salieron mal?

Primero déjenme que me presente, me llamo Francisco, tengo 23 años, estudio periodismo y soy algo serio, hay una chica que ha sido mi mejor amiga desde hace como 1 año, se llama Laura, es una chica muy animada y le encantan las fiestas, sin embargo, para sus cumpleaños nunca le hacen fiestas, a lo mucho invita a unos 2 o 3 amigos y salen a bailar a algún lado. No es que eso la deprima, pero yo sé que ella sueña con una gran fiesta de cumpleaños.

Debido a eso empecé a planear una magnífica fiesta sorpresa desde hace dos meses, quería que todo saliera perfecto y que esa fuera una fiesta que no olvidara jamás, aunque en mi defensa diré que esa parte si se cumplió..., ya que dudo mucho de que alguna vez Laura llegue a olvidar esa fiesta.

Había organizado todo con mucho cuidado: los invitados, la música, la comida, incluso conseguí un local en donde poder celebrarle la fiesta. Debido a que era una fiesta sorpresa me aseguré de tener mucho cuidado de advertirles a todos de que no le mencionaran nada a Laura. Para la música le pedí a un amigo que es disc-jockey de que animara la fiesta y así asegurar de que ese día todos bailaran, para la comida no tuve mucho problema ya que solo era cuestión de llamar a varios locales de comida rápida y que cada quien comiera lo que más le gustara. Con respecto a la forma en la que iba a pagar todos esos gastos, tampoco fue un problema, cada invitado daría una cantidad de dinero.

Todo estaba saliendo a la perfección, le había dicho a Laura de que para su cumpleaños la quería invitar a bailar y ella aceptó sin sospechar nada de la fiesta sorpresa. Ya todos sabían el lugar y la hora en la que iba a empezar la fiesta, llegarían 1 hora antes para terminar los preparativos y luego yo llegaría con Laura y todos gritaríamos: ¡Sorpresa!

El día de la fiesta todo estaba preparado y todo estaba saliendo bien.... hasta que me desperté y las cosas empezaron a empeorar....

Primero me desperté a las ocho y treinta con una jaqueca bien fuerte y algo mareado, no entiendo por qué fue que me desperté así si el día anterior solo me tomé 5 botellas de Tequila, una de ron y unos cuantos tragos de Vodka, lo que pasa es que no me gusta beber y debido a que la fiesta era al día siguiente, no quería propasarme.

Luego de una ducha y una gran taza de café llamé a uno de mis amigos llamado Allan para preguntarle si ya había conseguido las sillas plásticas para que se sentaran los invitados, me dijo que aún no, pero que las pensaba conseguir en cuando abrieran el local en donde las alquilan.

Después llamé al disc-jockey pero no respondía su celular así que le dejé un mensaje en el buzón de voz diciéndole que me respondiera lo más pronto posible para confirmarme de que iba a estar puntual en la fiesta.

"Bueno, podría ser peor", eso fue lo que pensé en esos momentos y entonces recordé una de las leyes universales: si llegas a decir esa frase, las cosas empeorarán y mucho. Traté de pensar positivamente y seguí con los preparativos.

Llamé a Laura a su celular pero no respondía, así que la llamé a la casa pero el teléfono sonaba ocupado, así que decidí volver a llamarla en unos veinte minutos y mientras esperaba aprovecharía para tratar de tranquilizarme y seguir con mis pensamientos positivos. Por lo general no soy un sujeto pesimista, acostumbro verle el lado positivo a las cosas y pensar que en la mayoría de los casos las cosas saldrán bien, pero la verdad es que desde que me desperté ese día tenía un mal presentimiento y con cada cosa que hacía sentía que las cosas se ponían peor. Al final pude hablar con Laura y me dijo que no me preocupara, que estaría lista a la hora acordada para que fuéramos a bailar.

Por la tarde, cuando solo faltaba una hora para que llevara a Laura a su fiesta sorpresa, volví a llamar para preguntar acerca de las sillas y Allan me dijo que no las pudo conseguir en ningún lado pero que no me preocupara, que había tenido una excelente idea y que todo iba a salir bien.

El disc-jockey aún no daba señales de vida pero ya tenía listo un plan b: un equipo de sonido y varios CD, no sería lo mismo, pero peor es nada. Además aún era posible de que apareciera en cualquier momento.

Faltaba media hora así que pasé por Laura y nos fuimos con dirección al lugar en donde se haría la fiesta. En cuando comencé a abrir la puerta y vi que una cabra salía corriendo del lugar supe que algo andaba mal..., cerré los ojos por un segundo, respiré profundo y terminé de abrir la puerta mientras me preparaba para lo peor.

No estoy muy seguro, pero creo que si en el diccionario llegan a buscar la palabra caos, posiblemente aparezca una imagen muy parecida de lo que miré en ese momento: no había ni una sola silla en el lugar, algunos invitados estaban discutiendo, otro estaba tratando de alcanzar a una cabra que aún seguía dentro del local, había un tipo que estaba dormido o quizás desmayado en el suelo y creo que una chica estaba tratando de hacer una fogata en medio del local o al menos eso es lo que parecía.

En cuando me vieron entrar con Laura todos gritaron: ¡Sorpresa! Y el grito ocasionó que el sujeto que por suerte solo estaba dormido se despertara gritando y viendo para todos lados con cara de asustado. Sentí como me aparecía un tic nervioso en el ojo izquierdo y con mucho cuidado, me fijé en la cara de Laura para ver la cara que tenía y así poder hacerme una idea de lo que estaba pensando en esos momentos, tenía una cara que creo que sería la combinación perfecta entre felicidad, sorpresa y terror.

Mientras ella saludaba a los invitados, yo aproveché para preguntarle a Allan acerca de las sillas, me dijo que había pensado en pedirlas prestadas pero que como tampoco lo consiguió, al final decidió simplemente de que los invitados se sentaran en el suelo y problema solucionado. No intenté ahorcarlo debido a que en ese momento sonó el celular y era el disc-jockey disculpándose y diciendo que había tenido que salir de la ciudad y que no me había contestado las llamadas debido a que su celular se había quedado sin señal. Lo bueno es que ya tenía listo el plan b y tenía listo el equipo de sonido, lo malo es que se había ido la electricidad.

Pensé de que aún no estaba todo perdido y que quizás habían posibilidades de que las cosas al final no salieran tan mal, además de seguro que Laura se alegraría en cuando viera el pastel..., en ese momento recordé de que durante todo ese tiempo nadie se había acordado del pastel, así que le dije a la chica que estaba intentando hacer la fogata de que por favor fuera corriendo a comprarse un pastel y le di el dinero suficiente.

La cabra que estaba corriendo por todo el local al final fue atrapada y la sacaron de ahí, le pregunté a una de las personas acerca de las cabras y me dijo que mientras hacían los preparativos esas dos cabras habían entrado de repente. Me acerqué a Laura para preguntarle acerca de lo que opinaba de la fiesta y me dijo que le parecía bastante original.

Entró la chica con el pastel pero se tropezó y el pastel salió volando en dirección hacia donde estábamos los invitados reunidos, en ese momento vi todo en cámara lenta y lo único que pensé fue: “Por favor que el pastel no caiga encima de Laura”. Por suerte eso no ocurrió, el pastel cayó sobre mí.

Al final todo eso fue una fiesta sin música, sin pastel y sin sillas, pero aun así fue divertida…, en cierto modo, y al menos si llegó la comida. Tuve que ir a la casa a darme una ducha rápida y a cambiarme de ropa, y al final entre todos nos pusimos a cantar y a bailar, si nos cansábamos nos sentábamos en el piso y nos pasamos riendo de todo. Por último Laura me abrazó, me dio las gracias por la fiesta sorpresa y me hizo prometer de que el próximo año yo también me haría cargo de su fiesta. Trataré de tener más cuidado para que el próximo año la fiesta sea mejor, aunque si no lo logro, al menos espero que sea tan divertida como lo fue este año.

Fin