Cerca, pero lejos

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por MrJake, 22 Agosto 2012.

  1.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Cerca, pero lejos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    976
    Este fic es para la actividad "Se busca príncipe azul". Un long-fic de tres o cuatro capítulos, como no, con un toque "GL". Espero que les guste, se titula:

    Cerca, pero lejos.

    CAPÍTULO 1:
    Ya una semana sin sus besos, sin sus abrazos, sin tenerlo junto a mí. Ya siete días sin mirarnos a los ojos, sin decirnos que nos queremos, sin discutir y luego reconciliarnos. 168 horas sin saber nada de él, sin saber si estará pensando en mí, sin saber si realmente me quería, sin saber qué hacer.
    Una semana, desde que dejó aquella carta. Desde que leí los últimos renglones que él me dejó.
    ¿Dónde estaba? ¿Por qué me había dejado? Yo no podía hacer otra cosa que lamentarme, llorar pensando en él, y releer la carta que me dejó, una y otra vez, una y otra vez…

    Querida Daisy:
    Siento tener que hacer esto, y mucho menos de esta manera tan fría. Pero supongo que es la mejor forma de hacerlo. Te dolerá más si te lo digo a la cara.
    En fin. Lo siento, pero debo irme. Me he dado cuenta de que, aunque te quiero, a tu lado no soy feliz. Lamento partirte el corazón, de verdad que a mí me duele más que a ti. Pero no quiero seguir contigo, así que me voy. No me busques, no me llames.
    Lo siento. Andrew.

    ¿Por qué?, eso era lo único que podía decirme. Sólo podía lamentarme, y llorar. No comprendía la razón por la que me había dejado. ¿Acaso yo hice algo mal? ¿En serio junto a mí Andrew no era feliz?

    Pasaba horas encerrada en mi cuarto, con la cabeza agachada. Comenzaba a ser preocupante para mis padres. No salía de casa, no quería salir.
    ¿Qué sería de nuestros planes? Todo lo que pensábamos hacer… pronto planeábamos comprarnos una casa, donde ambos viviríamos felices, solos, sin nadie más que nos moleste. Pero ahora, todo aquello, se derrumbó.
    ¿Eran todo vanas ilusiones de una joven de 23 años? ¿Alguna vez me quiso de verdad Andrew? ¿Quizá se fue con otra…? Esas eran las preguntas que mi subconsciente me hacía una y otra vez, una y otra vez. Preguntas que no encontraban respuesta.

    Y entonces, mientras yo volvía, una vez más, a leer aquella carta, en mi habitación se asomó ese chico.
    Alto, rubio y con ojos marrones, de tez morena y blanca sonrisa. Aquel era uno de los amigos de Andrew. Aquel que tanto se preocupó por mí desde aquel día en el que mi novio se fue. Aquel que decía, al igual que el resto de los amigos de Andrew, que no sabía nada del aludido. Que desapareció, simplemente. Y a ellos, a sus amigos, tampoco les dijo nada.
    Con un ramo de flores, entró lentamente en mi habitación, golpeando suavemente la abierta puerta.
    —Adelante —dije con apagada voz.
    Hice un gesto, de rodillas en mi cama, y Kevin entró.
    —¿Cómo estás? —me preguntó sentándose junto a mí.
    Yo me encogí de hombros. Vi como me tendía el ramo de flores, para que lo cogiese. Eso hice, y lo miré con una forzada sonrisa.
    Él también sonrió, y se fijó en el papel que entre mis manos sujetaba. Me lo quitó de las manos, dando un tirón. Yo apenas reaccioné.
    —Ya basta, Daisy —dijo él, soltando la carta sobre la cama, en el lado contrario a dónde yo estaba. Clavó su mirada en mí, mientras yo sólo agachaba la cabeza—. Tienes que pasar página. Andrew no contesta al teléfono, no sabemos dónde está. Así que olvídalo. Él se lo pierde, ¿sabes? Hay que estar loco para dejar a una chica tan bonita como tú.
    Entonces, me giré, sonriendo. Kevin me miraba, clavando sus ojos canela en los míos. Con su mano izquierda, acarició mi pómulo derecho. Dijo, mientras mantenía su mirada fija en mí.
    —¿Lo ves? Así estás mucho mejor. Sonriendo… estás aún más guapa.
    Entonces, se acercó a mí. Acercó sus labios a los míos, y yo lo aparté suavemente con mi mano.
    —Lo… lo siento, Kevin. Yo… no puedo.
    Kevin se levantó, colocándose frente a mí. Me levantó cogiéndome por las manos y me incorporé.
    —Esos ojos, esos dos ojos tuyos —dijo—. Son como dos pedazos de cielo. No dejes que vuelvan a llorar por un hombre.
    Y se dispuso a salir de mi habitación.
    No sé porqué lo hice. Lo agarré del brazo, y tiré de él, hasta tenerlo nuevamente frente a mí. Con mis brazos, rodeé su cuello, apoyándome suavemente en sus hombros. Y lo besé.
     
    • Me gusta Me gusta x 6
    • Adorable Adorable x 1
  2.  
    Paralelo

    Paralelo Viajero dimensional

    Virgo
    Miembro desde:
    16 Agosto 2012
    Mensajes:
    259
    Pluma de
    Escritor
    Hola, para empezar gracias por tu tiempo en comentar mi fic, te lo agradezco mucho, espero que lo que te diga te sirva de algo.

    Está bastante romántico el fic, lo veo bastante bien descrito.
    El único problema que veo es que es posible que tenga tendencia a caer en clichés que a mi punto de vista le quitan originalidad, sobretodo con respecto a algunas características de los personajes y parte de la trama.
    No sé como vayan a calificar tu trabajo en la actividad y puede que sí les guste, solo desde mi punto de vista hay muchos elementos que ya han sido muy tocados.

    Com te dije espero que te sirva, no soy muy bueno criticando este tipo de lecturas, lo romantico no es presisamente lo mío, saludos.
     
  3.  
    A Thunderbird

    A Thunderbird Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    21 Junio 2012
    Mensajes:
    88
    Pluma de
    Escritora
    Muy cierto lo que dice Paralelo en cuanto a la originalidad del argumento (aunque estoy segura de que ese toque tuyo lo cambiará), pero fuera de eso también es verdad que está muy bien descrito, y hasta ha logrado conmoverme... por el momento no puedo decir mucho más, sólo que no me parece que este vaya a ser un fic tan obvio como se nos plantea ahora, tengo el presentimiento de que se hará mucho más interesante. Quizá me equivoque, pero es mi opinión, y por esta misma voy a seguir leyendo, a ver qué pasa.
    Espero que tengas mucha suerte con la actividad, espero la continuación.
    ¡Pikapi! <3
     
  4.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Cerca, pero lejos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1604
    Segundo y penúltimo capítulo ;)

    Capítulo 2:

    Supongo que la cosa cuajó. Con el tiempo, establecí una relación con Kevin.
    Puede que solo fuese una forma de intentar olvidar a Andrew.
    Kevin… era un cielo. Un verdadero encanto. Todos los días se acordaba de llamarme, venía a verme siempre que podía, me regalaba flores constantemente, me decía que me quería, que era la mujer de su vida, que estaría siempre conmigo… incluso me dijo que siempre, incluso estando con Andrew, me había querido. Desde que me vio, algo en su corazón se encendió. Y ahora decía ser el hombre más afortunado del mundo.
    Puede que fuese feliz. Seguramente, más que con Andrew. Por eso, aquel día…

    —¿Sí? —dije, cogiendo el teléfono móvil. Era Kevin.
    Su voz sonó tan amable como siempre.
    —Hola, cielo. ¿Qué tal estás?
    No podía evitar sonreír como una tonta cada vez que oía su voz.
    —Muy bien —contesté.
    —Tengo que proponerte algo importante.
    —Dime.
    Calló un momento. Luego por fin habló, con un tono algo misterioso.
    —¿Quieres… venirte a vivir conmigo?
    La pregunta me sorprendió bastante. ¿Qué podía contestarle? No supe que decir.
    —He pensado —continuó hablando él— que podríamos buscar una casita para mudarnos. La casa de mis padres está muy bien, sí. Pero ya es muy vieja. Por eso, ¿qué te parece si, mientras encontramos otra casa, te vienes conmigo aquí? Me siento muy sólo en una casa tan grande, desde que mis padres murieron —oí como tomó aire antes de seguir—. Ven conmigo, y, cuando encontremos casa, venderé esta. Con el dinero que nos den, podremos comprar la otra. ¿Qué me dices?
    —No sé, Kevin —dije, mientras jugaba con mi pelo—. Es muy precipitado.
    —Pensé que como llevamos casi seis meses saliendo…
    Noté que su voz sonaba algo entrecortada. Sin duda, estaba algo triste y decepcionado. Esperaba otra respuesta.
    Lo pensé por un momento, ¿qué podía perder? No podía vivir eternamente con mis padres, así que, ¿por qué no?
    Quizá fuese una locura. Quizá debería haberlo pensado más. La cuestión es que contesté…
    —Está bien, ¡viviremos juntos!

    Y desde entonces comenzamos a vivir en la casa de sus padres. Un pequeño adosado, de dos plantas, tres si contamos el sótano. Me enseñó la casa el primer día que llegué. Nunca la había visto, en seis meses de relación.
    —Este es el salón —me dijo, mientras me llevaba de la mano—. Por aquí se llega a la cocina. Es un poco antigua, de hecho aún funciona con gas, pero oye, funciona —su sonrisa volvió a iluminar su cara. Seguimos caminando—. Este es el baño de abajo. Pequeño, ya lo sé. Subamos arriba.
    Unas escaleras de madera comunicaban con la planta de arriba. Allí, un pequeño rectángulo rodeado de puertas hacía de pasillo. Kevin abrió todas las puertas.
    —Este es el baño de arriba, más grande que el de abajo. Esa es la habitación donde yo siempre he dormido, desde pequeño. Sigue intacta desde entonces, desde que mis padres murieron cuando yo tenía 19 años. Ahora, duermo aquí —dijo, entrando en la habitación más grande de todas. Una habitación con una cama matrimonial—. Este era antes el cuarto de mis padres. Ahora es mi cuarto. Y tú —salió de la habitación y entró en la de al lado, una habitación casi vacía, con una cama y poco más— dormirías aquí.
    —¿Cómo? —dije, sobresaltada.
    Kevin comenzó a reírse, y me abrazó.
    —Es broma, tonta —confesó, mostrando sus blancos dientes. Luego me dio un beso.
    Yo sonreí, y me separé de él poco a poco. Miré a las escaleras, y comencé a bajar. Él me siguió, extrañado.
    Ya en la planta principal, señalé a una puerta cerrada.
    —¿Qué es esa habitación?
    Kevin miró a donde señalaba.
    —Oh, esa puerta da a las escaleras que llevan al sótano. Está lleno de trastos.
    —Quiero verlo —dije, caminando alegremente hacia la puerta. La abrí, y unas escaleras comunicaban con la planta de abajo.
    Kevin me siguió.
    El sótano era, ciertamente, un sitio vacío, lleno de trastos, con algún que otro armario enorme que ocupaba una gran parte de la pared. Había unas telarañas por el techo, y algún cristal de una botella por el suelo.
    —Que limpio está esto —dije irónicamente—. Tienes hasta cristales.
    Kevin miró los cristales, sobresaltado.
    —Vaya, debí dejarme esos cristales.
    —¿Se te rompió una botella aquí?
    —Sí, era de vino, muy antigua. La iba a dejar aquí, pero se me rompió. Por lo visto me dejé algunos cristales —puso una mano en mi hombro—. Voy a por una escoba.
    —Vale —sonreí, mientras él subía las escaleras.
    Entonces vagué por el sótano. Era grande, pero muy vacío. Y entonces… escuché un extraño ruido. Eran como unos golpes, como si la pared temblase. Me acerqué a la pared, y el ruido se hacía más fuerte.
    —¿Qué haces? —preguntó Kevin, que apareció con la escoba. Me asustó un poco.
    —Oh, nada —dije separándome de la pared. Creí haber escuchado un ruido.
    Kevin miró la pared.
    —No me extrañaría que hubiese ratas aquí abajo.
    Puse gesto de asco. Kevin se rió. Pero yo… seguía oyendo esos golpes.

    Pasaron varios días. Kevin y yo buscábamos piso con mucha ilusión. Día tras día, veíamos un piso distinto. Ninguno nos convencía.
    Hasta que un día, por fin, encontramos la casa perfecta. Hablamos con el dueño, todo estaba arreglado. Pagamos la entrada, todo listo para la mudanza.
    También encontramos un comprador para la casa de Kevin.

    Aquel mismo día, cuando desperté, todo estaba preparado. Kevin llegaría por la tarde del trabajo y, por fin, iríamos a la nueva casa. La casa de Kevin sería ocupada por los compradores.
    Me levanté por la mañana, estaba impaciente. Hice la cama, y miré a mi alrededor, buscando algo que hacer. Entonces, vi el ordenador de Kevin, junto a su impresora, encima del escritorio.
    Curiosa, lo encendí.
    Me pedía una contraseña para entrar. Probé la matrícula de su coche. Nada. ¿Tal vez, su fecha de cumpleaños? Nada. Pensé y pensé. Y, de broma, probé “Daisy”. Mi sorpresa fue mayúscula cuando el ordenador se desbloqueó.
    No tenía nada interesante. Es más, el ratón funcionaba algo lento, e incluso se estancaba. Sin duda, ese ordenador era tan viejo como la casa.
    Sin querer, hice click en la papelera de reciclaje. Ese maldito ratón, pensé. Hace lo que le da la gana.
    No pude evitar fijarme en un documento. “Carta trampa”, se llamaba. Lo restauré y lo abrí. Era un documento de texto. Al leerlo, llevé mi mano a la boca. No podía creer lo que ahí ponía…

    Querida Daisy:
    Siento tener que hacer esto, y mucho menos de esta manera tan fría. Pero supongo que es la mejor forma de hacerlo. Te dolerá más si te lo digo a la cara.

    En fin. Lo siento, pero debo irme. Me he dado cuenta de que, aunque te quiero, a tu lado no soy feliz. Lamento partirte el corazón, de verdad que a mí me duele más que a ti. Pero no quiero seguir contigo, así que me voy. No me busques, no me llames.
    Lo siento. Andrew.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
    • Ganador Ganador x 1
  5.  
    A Thunderbird

    A Thunderbird Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    21 Junio 2012
    Mensajes:
    88
    Pluma de
    Escritora
    O.OU
    Espera un momento, necesito asimilar lo que acabo de leer [?]
    Ya decía yo que todo marchaba demasiado bien... sin embargo, este intrigante giro de los acontecimientos me ha encantado. No puedo esperar para leer el final.
    Encontré una pequeña falta de ortografía:
    Ese ''solo'' se escribe sin tilde.
    Por lo demás, impecable. Sigue así nwn
    ¡Pikapi! <3
     
  6.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,306
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Cerca, pero lejos
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1494
    Acabo con este capítulo mi corta historia. He quedado muy satisfecho con ella, y espero, de corazón, que igualmente les guste el seguro inesperado desenlace.

    ÚLTIMO CAPÍTULO.

    Imagínense mi reacción cuando vi que la carta que Andrew me envió para despedirse de mí y dejarme para siempre, aquella carta escrita a ordenador, había salido del ordenador perteneciente al chico con el que ahora iba a empezar una nueva vida, con el que era feliz.
    ¿Qué significaba aquello? Y el título, “Carta Trampa”, ¿qué quería decir?
    Tenía algo de conocimientos en informática, así que miré el historial de impresión de Kevin. Efectivamente, había imprimido la carta, y justo el mismo día en el que llegó a mis manos.
    Entonces, no pude evitar pensar, ¿la carta la mandó Kevin, haciéndome creer que era Andrew? Pero, entonces, ¿dónde está Andrew?
    Algo recorrió mi cuerpo, un profundo escalofrío. Comencé a rebuscar por toda la casa, por todos los cajones. Quería un plano de la casa, un plano para cerciorarme de que lo que estaba pensando, era mentira, era una fantasía mía.
    Al fin, encontré un plano con detalle de toda la casa. Rápidamente, miré el sótano. Una línea pintada con rotulador separaba en dos la superficie del mismo. Con una flecha que señalaba dicha línea, una aclaración, claramente escrita por Kevin, decía: “muro y cristal insonorizado”.
    Dentro del espacio que quedaba al lado del “muro”, había dibujos de lo que parecían ser una cama y un cuarto de baño, así como una mesa con una silla. Otra aclaración decía: “únicamente lo necesario para vivir. Comida, semanal”.
    ¿Qué demonios era todo eso? Creí saberlo. Recordé entonces los extraños ruidos que se oían en el sótano. Como golpes en una pared. También recordé aquella botella… los trozos de cristal.
    Y, por último, el último día que vi a Andrew.

    ***FLASHBACK***

    —¿Ya te vas cariño? —le pregunté.
    Andrew me dio un beso, y se despidió de mí.
    —Sí, tengo que ir a casa de Kevin, dice que quiere mostrarme algo importante.

    ***FIN DEL FLASHBACK***

    Y aquello que Kevin me dijo, estando juntos…

    ***FLASHBACK***

    —¿Sabes? —dijo, románticamente, Kevin—. Siempre te he querido. Incluso cuando estabas con Andrew. Te amo… hubiese dado lo que fuese por tenerte. A veces, hasta pensé en plantarle cara a Andrew y luchar por ti.

    ***FIN DEL FLASHBACK***

    ¡No! Aquello no podía ser verdad.
    Miré las medidas del sótano en su totalidad, cogí una cinta de metro, y bajé al mismo. Tenía poco tiempo, antes de que Kevin llegase para irnos a nuestra nueva casa.
    Con el metro, medí la superficie del sótano. ¡Faltaban metros! ¡Faltaban!
    Estaba muy nerviosa, ¿qué se supone que había hecho Kevin? Acerqué mi oído a una pared, la pared que, supuestamente, era ese muro marcado en rojo. Al otro lado del muro… encerrado…
    Oí unos golpes. Alguien golpeaba desde el otro lado.
    —¡Andrew! ¡Andrew! —grité—. ¿Estás ahí?
    Los golpes se repitieron.
    ¡Kevin había encerrado a Andrew! No pude creerlo.
    —¿Hay alguna manera de entrar, Andrew? —los golpes se repitieron otra vez. Miré en la pared—. ¿¡El armario!? —volví a oír esos golpes.
    Me acerqué rápidamente al armario, y comencé a palparlo. Con gran esfuerzo, lo empujé, apartándolo a un lado. Tras él parecía haber una puerta, disimulada entre la pared, apenas visible. También la palpé, y descubrí que había un pequeño hueco entre dos ladrillos.
    Metiendo mis dedos en el hueco, tiré de la “puerta”, que se desplazó a la izquierda.
    Cuando la aparté, al otro lado había un grueso cristal. Podía ver al otro lado una cama deshecha y un váter asqueroso. Rápidamente, Andrew, el mismo Andrew que hacía más de siete meses que no veía, con un aspecto realmente horrible, se puso, llorando al otro lado del cristal, golpeándolo.
    —¡¡Andrew!! —dije, impresionada. Parecía que él sí podía oírme. Pero yo no le oía— ¿Kevin te ha encerrado?
    Andrew asintió.
    Mi corazón latía a mil por hora. Recordé la botella.
    —Te llevó aquí abajo, y te golpeó con la botella. Cuando despertaste, estabas encerrado, ¿cierto?
    Volvió a asentir. Sus manos sucias rasgaban el cristal, desesperado por salir.
    —“Kevin ha hecho toda esta locura… ¿por mí? —pensé—. Creó una carta falsa, y secuestró a Andrew para que creyese que me dejó. Así, caería en sus brazos”.
    Aquello era de locos.
    —¡Andrew! ¿Cómo puedo sacarte?
    Él señaló a una hendidura en el cristal, exactamente igual a la puerta de antes. Introduje mis dedos, y… los recuerdos afloraron en mi interior.

    Con Andrew…

    ***FLASHBACK***

    —¡Eres… idiota! —exclamé, llorando—. ¿Ni siquiera te has acordado de mi cumpleaños?
    El rostro de Andrew mostró indiferencia.
    —¡Por favor, Daisy! No puedo acordarme de todo. ¿Te pones así por un regalo? ¡Eres una materialista!
    —¡¡No son los regalos, Andrew!! Es... todo —dije, y rompí a llorar.

    ***FIN DEL FLASHBACK***

    Discutíamos a menudo. Éramos muy diferentes.
    Pero ahora, con Kevin, era feliz. Nunca discutíamos, el vivía por y para mí. Me quería… y me lo demostraba a diario.
    Miré a Andrew, justo detrás de aquel cristal. Entonces oí la voz de Kevin.
    —¡Daisy, nos vamos!
    Volteé un momento. Él estaba en la planta de arriba. De nuevo miré a Andrew.
    Poco a poco, separé mis manos del cristal. Él me miró sin comprender.
    —Lo siento —dije—. Lo siento, y mucho. Pero entiéndelo. Hay veces… en la que descubres que tu príncipe azul no era quien tú pensabas. Entonces, aparece otro, que lucha por ti, y te demuestra que es mejor que el otro hombre al que tanto amabas. Te demuestra que junto a él, serás infinitamente más feliz que junto al otro —comencé a cerrar la “puerta”, mientras Andrew aporreaba el cristal gritando lo que parecían insultos. Yo acabé diciendo, una vez que la puerta estuvo cerrada:— Sí. A veces los príncipes azules, no existen. Otras, simplemente… no son el que tú creías.
    Volví a colocar el armario delante de la puerta. La voz de Kevin sonó, una vez más.
    —¡Venga, Daisy, dejemos esta casa!
    Sonreí, y dije, subiendo las escaleras.
    —Estoy deseándolo, cariño.
    Cuando llegué a donde estaba él, lo abracé y le besé.
    —¿Y esto? —me preguntó, sonriendo.
    Yo, simplemente, le miré, y le dije.
    —Nada. Simplemente, que tú eres mi príncipe azul.

    Tal vez me llaméis loca. Tal vez creáis que fui una mala persona, o que decidí quedarme con un chico que era un lunático. ¿Y sabéis qué? Que me da absolutamente igual. Lo único que importa, es que al lado de ese lunático, sería infinitamente más feliz que al lado de Andrew.
    A veces, es mejor cambiar de príncipe azul.



    (Levemente inspirado en la película española "La cara oculta")
     
    • Me gusta Me gusta x 5
    • Ganador Ganador x 1
  7.  
    Paralelo

    Paralelo Viajero dimensional

    Virgo
    Miembro desde:
    16 Agosto 2012
    Mensajes:
    259
    Pluma de
    Escritor
    ¡Vaya! el final me recordó al final de SAW, pero en versión romantica. Quedó muy bien ese giro de acontecimientos, no ha sido algo muy usado hasta ahora.
     
  8.  
    A Thunderbird

    A Thunderbird Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    21 Junio 2012
    Mensajes:
    88
    Pluma de
    Escritora
    Bueno, inesperado del todo no exactamente, pero sí muy interesante. Sí, creo que está un poco loca... quiero decir, que al menos podría haberle salvado, ¿no? Dejarlo allí tirado me parece un poco cruel, cuando al principio parecía que lo quería tanto. Pero qué se le va a hacer, si no no habría fic, así que no me quejo [?]
    Me ha gustado mucho cómo ha ido girando la trama, tal y como yo intuía que la harías cambiar.
    Espero que sigas escribiendo; yo estaré por aquí para leerte, por supuesto x3
    ¡Pikapi!~
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  9.  
    Fanafics

    Fanafics Iniciado

    Tauro
    Miembro desde:
    23 Mayo 2012
    Mensajes:
    32
    Pluma de
    Escritora
    Hola

    ¿Como estas? sabes no se como expresar lo que senti al leer tu fic, simplemente me encanto
    tienes mucha imaginación y eso es bueno, mira que note muy pocas faltas de ortografia pero
    simplemente felicidades.

    Espero no aburrirte demaciado con mi mensaje :)

    PD : me dio miedo cuando la muchacha dejo a Andrew enserrado hahaha

    Bye
    Sayonara
    Adios
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso