Amaya: Lluvia de mentiras

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Amara Silberschatz, 22 Julio 2011.

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    Amara Silberschatz

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    Amaya: Lluvia de mentiras
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    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    2098
    Hola, hoy no he venido a hacerles perder el tiempo. Al principio esta historia es poco enredada, y algo extraña, pero es algo que vale la pena leer. Con este primer capítulo muchos creerán que la historia es simple y demás; pero no es sólo eso. Esta historia tiene mucho por enseñar.

    Advierto que leer es bajo su propio riesgo, si a alguien no le gusta le aconsejo que no lea. Mi historias no son comunes, esta en especial. Trae un poco de todo, en ocasiones les parecerá un poco aburrida, mas no lo es. Y lo verán conforme el desenlace de la historia.

    Resumen: Mi nombre es Amaya, no hay mucho que decir sobre mí. Estudio psicología, tengo un trabajo de medio tiempo algo extraño (por así decirle), soy novia de un chico muy listo y atractivo (que es estudiante de medicina). Mi mejor amigo es un chico muy amable y educado, somos de diferentes mundos. Él es millonario, yo pobre y salida de un lugar muy humilde. He tratado de afrontar los problemas que se me han presentado, pero mucho de ellos... son, cómo decirlo, pues "fuera de lo común". Además, la vida ha sido algo ruda conmigo, me ha arrebatado a un ser muy querido y también me han tocado vivir algunas cosas complejas.

    Nunca he sido, ni espero ser, la típica niña fresa o algún estandar. La verdad, nunca he creído necesitar esa clase de cosas; para mis padres solo era un cero a la izquierda. Aunque mi abuela trató de convencerme de lo contrario, pero no los culpo. Yo nunca cumplí sus espectativas, no era la chica que ellos querían.

    Cuando me cansé de estar siempre dando vueltas en el mismo círculo, decidí irme de la casa e irme a vivir a "Santo Chepe". Pero cuando todo, parecía (sólo parecía) ir bien... las cosas comenzaron a cambiar, por cosa del azar o del destino. Trayendo de nuevo a mi vida muchas cosas que quise dejar en el olvido cuando huí de mi casa.

    Mi mundo comenzó a ponerse "patas pa' arriba", literalmente, cuando descubrí que por más que olcultara las cosas. No podría ser normal, ni aunque así lo intentara.
    Al final me di cuenta de todo sólo era: "Una lluvia de mentiras".

    - - - - - - - - - - -

    Una historia fuera de lo común, con gente común y fuera de lo "común", con muchas cosas "inesperadas". ¿No?, pero esta es mi historia, una historia que podría alterar tu manera de ver el mundo y, quizás, hasta te volvieras paranoica o algo.

    - - - - - - - - - - -

    Capítulo 1

    Amaya, la noche de lluvia y la niña querida.

    “Sin querer soy la chica del burdel… ¿¡La chica del burdel!?” —resonaban una y otra vez, esas palabras en mi mente a tal punto que ya quería comenzar a maldecir. Pero, por otro lado, no entendía como una chica como yo había terminado así.

    Hace unos 40 minutos.

    Me encontraba sentada en la plaza de la cultura, muy triste y afligida, cualquiera dirá: “¿Cómo puede una chica joven y con toda la vida por delante estar tan triste?”. Pues yo lo estaba, mis ojos color ámbar se encontraban perdidos en el amplio cielo que recubría la bella capital, San José (un lugar tan bello como peligroso).

    Las palomas adornaban el lugar, aunque para algunos fueran unas molestas criaturas, para mí eran unos lindos animales; mantenía mis piernas trepadas en la banca, para darme apoyo y calmarme cuando sentía que las lágrimas iban a brotar de mis ojos.

    En ese instante estaba vestida con un pantalón tubo, (bien tallado para lucir mis piernas), una camisa dorada estraple y un broche del mismo color en mi cabellera castaña, la cual traía suelta (me llega hasta un poco más abajo de media espalda y es medio arrepentida en las puntas) y un rebelde flequillo me caía en la cara.

    Sentí como mis ocelos comenzaban a arderme y sentía que las lágrimas no tardarían en salir, pero me puse mis pálidas manos de porcelana en la cara (por si comenzaba a llorar que nadie lo notara). Mi cuerpo estaba algo tembloroso y mis piernas se negaban a responder a mis impulsos para levantarme y seguir con mi búsqueda.

    —Trabajo… —susurré y a mi mente llegaron vagos recuerdos en los que decía: “El trabajo es una mierda, espero nunca tener que buscar uno”, “Espero no conseguir trabajo cuando lo busque”— Dios santo —musité— “¡como me arrepiento de esas palabras!” —solté un grito mental.

    Ya no tenía más tiempo para perder ahí sentada como una idiota arrepintiéndose de sus actos. No, porque tenía que seguir buscando un trabajo, “ultimadamente… ¡Que sea cualquiera!” —me animé a mí misma.

    —¡Já! —solté una risa— No sabía que me pudiera arrepentir mis palabras —dije hasta cierto punto hastiada.

    Seguidamente, bajé mis piernas de la banca, colocando así mis zapatos dorados de muñeca en el suelo (eran sencillos, el único detalle que resaltaba era un pequeño lacito que tenían los, muy corrongos, zapatos). Pasé una mano por mi cabello y reacomodé el lacito que adornaba mi cabello, porque supuse que de tanto estar ahí, compadeciéndome de mí misma, se me había desacomodado y así fue.

    Al lado mío yacía un bolso dorado, (díganme maniaca, pero amo ese color), el cual tomé y de el saqué un espejito. Cuando me vi, noté que el poco maquillaje que tenía puesto ya no se encontraba en mi rostro, así que escurqué en el interior de mi bolso y comencé a sacar mi “salón de belleza portátil”. Luego de un rato, me había delineado los ojos con un lápiz negro y apenas una pizca de color dorado adornaba la parte superior de mis ojos. Por mis pestañas pasé superficialmente el encrespador negro y mi a mis labios le apliqué ligeramente un brillo muy clarito, son sabor y fragancia a fresa, me rocié un poco de mi colonia, cuyo olor era el mismo que el del brillo labial.

    Después del retoque, me dirigí velozmente a entregar currículo en todo lugar (debería decir edificio, porque estos sobraban en esta pequeña, pero muy poblada cuidad) donde hubiesen letreros o anuncios con las letras mágicas escritas: “Se necesita empleado”, “Puesto bacante”, “Se ocupa cajero/cajera”. Me lo había propuesto encontraría trabajo aunque le tomara todo el día, aunque muriera de hambre (no había comido desde las 8:00am y ya eran como las 3:00pm).

    Según yo, todo iba transcurriendo “normal” hasta qué…

    —Buenas, supongo que viene por el puesto que esta bacante —habló una amable mesera de orbes verdes y cabellos negros, lacios y largos, piel bronceada, piernas torneadas y largas, senos grandes (que resaltaban por el traje que usaba: una blusa blanca que dejaba ver su ombligo, del que colgaba un piercing, un short corto de mezclilla y unas chancletas blancas) y media como 1.70, la chica era muy linda y agradable.

    —Humm… —dudé por unos segundos mi respuesta— Sí —afirmé al final.

    La muchacha me miraba de reojo como examinando mi físico, luego se acerco a mí y musitó: “Estoy segura que tienes el trabajo conseguido, pero de todas formas tienes que ir a donde el jefe, yo te guío”.

    Caminé por unos minutos atrás de la pelinegra y cuando me encontré con el jefe, me sorprendí mucho era un joven muy atractivo. Tenía unos alucinantes ojos azules oscuros, piel bronceada y cabellos cafés claros, era alto (yo diría que 1.80cm aproximadamente) y delgado, pero fuerte… no en exceso, mas se le notaba la fuerza. Diría que por sus rasgos tendría unos veintidós o veintitrés años, en su rostro se formaba una sonrisa de arrogancia (que no trataba ni de disimular), pero también tenía mezclado un poco de conformismo. Él vestía un traje muy elegante, y también creo que caro, de color negro.

    Su oficina era elegante y lujosa, una extra combinación que hacía denotar su riqueza con un simple vistazo. Su escritorio se veía caro y estaba cubierto de varios papeles (supuse que mi currículo también se encontraba entre esos papeles, puesto que la muchacha de ojos verdes como esmeraldas se lo había entregado y había salido de ahí, dejándonos solos). El lugar era muy amplio y tenía aire acondicionado, pero no podía hacerle falta una ventana para ver afuera y un montón de títulos en la pared que informaban que él era una persona estudiada y un negociante innato, por lo que vislumbro.

    Narro yo.

    —Esta muy buena —habló el morocho— “Tiene piernas largas y torneadas, no es muy alta (1.65cm) y tampoco es delgada, pero tiene curvas pronunciadas. Sus cabellos son de un bonito color café y tiene piel blanca como la leche, pero lo más llamativo de ella son esos intrigantes ojos ambarinos. Aunque admito que si tuviera pechos más grandes sería más atractiva, pero al menos lo contrarresta con su trasero tan levantado, aunque no sea tan grande”.

    Narra Amaya.

    —¿Qué? —reproché al oír lo que me había dicho, pero luego me asusté un poco al ver la cara tan pensativa con la que miraba.

    —Contratada —comunicó él como si fuera lo más común del mundo.

    —¿En serio? —dije aún sin creer lo que mis oídos escuchaban.

    —Sí, serás la nueva mesera… —explicó— cambiaras de piso según el turno que te toque, si tu turno te toca en el bar (por ejemplo) tendrás que trabajar en el piso número uno, pero si te toca en el restaurante será en el tercer piso (que tiene entrada por la parte trasera para que no se crucen las personas ni del bar ni del burdel).

    —Y ¿si me tocase en el burdel? —cuestioné algo preocupada por lo que me respondería.

    —Tendrías que ir a segundo piso, niña, —el joven se mostraba algo hastiado por mi pregunta— es muy lógico ¿no lo crees?

    En cierto modo tenía razón, pero yo no me refería exactamente a eso. Así que tomando valor volví a consultar.

    —Pero… —titubeé— ¿tendré que…?—susurré— ¿qué papel desempeñaré?

    —Simple, el de mesera —se expresó con tono de superioridad.

    Solté un suspiro aliviada, porque siendo sincera no se me antojaba trabajar en un cabaret y menos ser de las que tenían que estar sobre el escenario. Ser camarera de ese lugar era más que penoso (por la ropa que tendría que usar), pero estar más descubierta frente a tanto “publico” no era de los cosas que más me gusta hacer.

    —Tu primer turno es mañana, te toca en el restaurante, —informó él atractivo joven de orbes azules— el uniforme se lo brindaremos mañana y jornada empieza a las 6:00pm y concluye hasta las 12:00 media noche.

    —No, ninguno… —dije entusiasmada— pero… ¿tendrás algún inconveniente si llego un poco tarde?

    —¿De cuanto tiempo hablamos? —inquirió él.

    —Unos cinco o diez minutos, es que a veces me atraso con las clases y los profesores son muy malos, por lo que me dejan castigada.

    —Esta bien, pero no más de ese tiempo, señorita Amaya.

    —Disculpe —musité— ¿Cuál es su nombre?

    —Soy Nathanael Fallas, un placer conocerla —habló de forma educada.

    Disculpen, estos capítulos son los hechos con mi nivel antiguo. Espero perdonen mi mal nivel y lean la historia.
     
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    Naru-Chan

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    Bueno primero que todo gracias por la invitacion,
    segundo yo no habia leido ningun fic tuyo asi que no puedo
    decir nada con respecto a este >.<
    me parecio muy interesante, y no vi nada malo, por lo
    cual no entiendo lo del consejo u.u
    en todo caso me gusto, y mas por el guapo jefe jeje
    y supongo que en el proximo capitulo se va a explicar por que
    Amaya dijo el dialogo del principio...
    cuando lo actualices avisame n.n
    sayonara!!
     
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    Amara Silberschatz

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    Gracias por leer y dejar tu comentario *-*

    En serio, si alguno de lo que se pasa por acá es fan de alguna de mis otras historias. Lo siento, en verdad ando corta de tiempo y Amaya: Lluvia de mentiras es mucho mejor Fic que los otros que he hecho. Aún así mil disculpas por no acabarlos!! ;_;

    Ya traigo el capítulo 2 *-*
     
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    Amara Silberschatz

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    Capitulo 2

    ¡Ánimo Amaya!; ¡Gracias, mi ángel!

    En este momento converso con mi mejor amiga, Kendra, una chica de ojos cafés oscuros, su piel era morena y poseía un cabello negro bellísimo (largo, hasta la cintura, y lacio), Era un poco más baja que yo (mido 1.65cm), medía como 1.60 y era gruesita, pero con curvas (no como yo que estoy gordísima). Y como olvidar sus enormes pechos, para un cuerpo tan pequeño tiene muchos pechos, sus piernas son largas y torneadas. Su personalidad es fría, amargada, arrogante y es una chica estudios, muy estudiosa para mi gusto —cara de asco—. Ella odia las cosas tiernas y rosadas, a las “fresas” y a las porristas. Y muy en el fondo, pero muy en el fondo, es buena amiga y comprende todo lo que le cuentes y te ayuda.

    Su casa es algo grande, al parecer es hija de alguien importante o algo así, pero no me importa mucho. Tiene muchos cuartos, es de dos pisos, esta pintada en color vino y llena de cosas de oro, cosas caras y elegantes. A ella parece no importarle el dinero de su familia, eso me agrada, pero es bien arrogante. Su cuarto es de color azul oscuro y tiene algunos postres de anime pegado en él, amo ir a hablar con ella porque me relaja mucho.

    Por cierto, estudia psicología junto conmigo. Y siempre me suele decir: “Vienes de una familia de locos y quieres atender locos”. Me da risa cuando lo dice, pero tiene algo de razón.

    —Así que, ¿trabajas en un burdel? —preguntó sin la más mínima pena.

    —Algo así —musité resignada y luego solté un suspiro.

    —Y él… ¿Ya lo sabe? —cuestionó refiriéndose a mi a mi novio.

    —¡Sí, claro! —hablé con sarcasmo— llegué y le dije: “Amor, sabes que te amo, pero busqué trabajo y el único lugar donde me aceptaron fue un burdel/bar/restaurante”.

    —Bueno, no creo que tome muy bien la noticia, pero está mal mentirle.

    —Eso lo sé —susurré triste, luego puse un mueca de desagrado— “Igual, ya no aguanto un segundo más siendo su novia” —pensé.

    —¿Le dirás a tu compañero? —indagó la pelinegra, la única aparte de mi en aquél lugar.

    —Lo dudo, sería como echarme la soga al cuello.

    —Que positiva —dijo la morena hecha un saco de sarcasmo.

    —Mira quién habla —contraataqué a la chica.

    Se notaba que mi amiga no tenía intenciones de quedarse callada si le decía otro insulto, así que eso hice.

    —¡Tetona!—grité y puede ver con de su rostro se borraba su sonrisa arrogante, para darle paso a un seño fruncido y una mueca bien lúgubre.

    —Plana —respondió a mi insulto.

    —Bastarda —dije algo enojada.

    —Mal parta —soltó de golpe.

    —Idiota —dije entre dientes.

    —Já, —rió de forma arrogante— ¿yo?, la que lleva cien corrido; —presumió— mas idiota serás ¡tú! —resaltó lo ultimo y me señaló con su dedo índice.

    Y justamente cuando le iba a responder una grosería (sí, otra más), llegó mi compañero de cuarto, un joven alto (1.82cm) para sus 19 años (es un año mayor que yo), de ojos verdes, piel blanca (tan blanca como la mía) y cabellos cafés tan claros que parecían rubios (siempre despeinados). Traía una camisa negra con una letras que decían: “Metálica”, bien grandes, un pantalón de mezclilla algo desteñido y unas tenis de skate. Su rostro lo adornaba una sonrisa amable, y bueno delante de mí era educado, no sé como sea con los demás.

    —¿Nos vamos? —preguntó sonriente el castaño casi rubio.

    —Esta bien; —asentí— hasta mañana ¡Amargadita!

    —Que duermas bien ¡Bruta sin tetas! —se me subieron a la cara los colores carmín, porque lo había dicho frente a mi compañero.

    —Prefiero tener pocos a ser una ¡Tetona como tú!

    Después de eso nos fuimos de ahí, ya era costumbre de David el venirme a recoger donde Kendra, porque decía que era peligroso que caminara, yo sola, por la capital tan tarde. Él era un muchacho atento, ya que a pesar de tener poco tiempo viviendo juntos se mostraba muy preocupado por mi bienestar.

    Ya llevábamos un largo rato caminando por las oscuras y desoladas calles de “Chepe”. Este trecho era el más peligroso de nuestra casa a la de mi amiga y viceversa, pero luego el resto del camino es iluminado por un millar de luces de edificios y también de faros. La única lastima es que entre tanta luz casi no se podían apreciar las estrellas, lo que me daba un poco le lastima, después de todo había crecido en un lugar más tranquilo que la cuidad. Un bello lugar no tan poblado y por ende más verde, boscoso y natural… únicamente, iluminado por la luna y el cielo negro-morado adornado por estrellas.

    —¿Extrañas tu casa? —inquirió el muy instintivo.

    —Algo —mentí.

    —No lo ocultes, —decía— se te nota en los ojos.

    Traté de sonreírle, pero simplemente la sonrisa se negó a posarse en mis labios.

    —Tranquila —musitó muy cerca de mi oído, luego me abrazó muy fuerte.

    Adoraba esos abrazos, aunque mi novio se sintiese celoso, eso no me importaba en lo más mínimo. Porque él (y solo él) emanaba un aura llena de cariño y comprensión, la que transmitía a todo mi cuerpo por medio de un cálido y expresivo estrechón entre sus brazos.

    Suspiré, al sentir como sus extremidades me apretujaban para mantenerme cerca de él. Por unos minutos le agradecí a Dios por haberme mandado a un ángel, como lo era él, a cuidarme y consolarme.

    —¿Seguimos? —cuestionó él, a lo que yo le asentí con un ligero movimiento de cabeza.

    El resto de nuestro camino pareció acabar, increíblemente, rápido. Lo que me hizo sentir aliviada, puesto que tenía mucho sueño y además tenía mucha hambre pues lo que tenía en el estomago era mi maltrecho desayuno: una tostada medio untada de mantequilla y, además, medio quemada. Un vaso de jugo de naranja bien frío, bueno un poco menos porque regué el jugo (no sé como, pero se resbaló de mis manos —cara de fastidio, aburrimiento y compasión—).

    Ya estábamos en la puerta del apartamento, era muy pequeñito el lugar, pero teníamos que pagarlo a medias puesto que era caro y además no teníamos suficiente dinero como para alquilar un lugar más grande; él como todo un buen cabello me abrió la puerta.

    El color de las paredes del lugar era un amarillito claro, (cremita), la cama era matrimonial, muy bonita, sus sabanas color crema con bordes dorados y algunos detalles en color beige hacían juego perfectamente con el resto de la decoración del lugar (cortinas, sofás, el mantel de la mesa y demás cosas). En la sala (que se entraba apenas se abría la puerta) lo único que había eran dos sillones (en el grande dormía David, el mismo en que estoy sentada), un televisor y un dvd con un montón de películas regadas a su alrededor. Al lado derecho, dividida por un pequeño desayunador, se encontraba la cocina… en el lado derecho de la cocina estaba el fregadero (lava trastes), y cerca de él se encontraba una pequeña plantilla de gas. Al lado de la plantilla estaba la refrigeradora (donde guardamos la comida).

    Al lado derecho del apartamento se encontraba el cuarto matrimonial, donde yo duermo (no quiero causarle problemas a David con su novia) y él dice que tampoco quiere causarme problemas con mi novio. En el cuarto donde duermo está el único baño (que tenía una tina en la que perfectamente entraban dos personas) y el sanitario del todo el apartamento, así que nos tenemos que turnar para bañarnos.

    Que irónico, la gente dice que seríamos la pareja ideal y ya, ambos, tenemos pareja; como pude olvidarlo… Él esta estudiando diseño gráfico y siempre me enseña a hacer cosas muy increíble en las paginas Web. Lo admiro mucho, porque siempre lleva unas notas muy altas y aún así tiene tiempo para divertirse.

    —Toma —me ofreció amablemente una paletita de dulce de leche (que me fascinan).

    —Gracias —agradecí y agarré casi instantáneamente la chupa-chupa, pero me extrañé al no ver una en su boca por lo que pregunté— ¿No comerás una?

    —Ya no quedan —contestó.

    —¿Quieres de la mía? —dije levando el dulce casi hasta su boca.

    —No creo que deba —explicó, seguidamente un sonrojo se hizo evidente.

    —humm… Lo siento —susurré y puse una cara de niñita arrepentida.

    Vi como ponía una cara de arrepentimiento por rechazar la oferta que le había hecho de compartir la inofensiva paleta, luego me miró algo arrepentido ya que, todavía, tenía la paleta en alto como cuando se la ofrecí.

    —No, perdóname tú a mí —musitó, luego le dio una lamida a mi chupa-chupa.

    Le regalé una amplia y dulce sonrisa, la verdad era que amaba hacerlo sentir culpable, porque siempre terminaba haciendo lo que le pedía para no verme triste. Él no es tierno, es re-tierno, la persona más dulce y amable que yo haya conocido.

    pd: espero les guste :3
     
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    pinkprincess

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    Hola! :D Como te dije me he pasado, y la verdad es que la historia está interesante, o al menos a mi me gusta ^^

    Pooobree Amaya :( La vida es muy dura, y le ha tocado la peor parte u.u

    Jajaja! Me he quedado a dos velas con el comentario de Nathanael! Jajaja! Está buena. xD
    Perooo.... una cosa, en esta parte tiene el novio y el amigo, o saldrán más adelante? Es una dudilla... jajaja!

    Por cierto, me gusta la obsesión de amaya por el dorado! xD Es más, le hace juego con los ojos :p En cierto modo ^^

    Bueno, la narración está bien :) Pero no te preocupes, irás mejorando conforme avances las historia :) Te lo digo por experiencia :)

    Nos vemos, espero que subas el siguiente capitulo pronto ^^ Nos vemos! Besos! :3
     
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    ren-chan

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    estubo buenisimo me gusto
    es como si lo viviera yo
    bueno espero el proximo capitulo en verdad narras muy bien
    y espero que el otro capitulo sea mas largo ok adios cuidate amaya-chan
     
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    jennimari

    jennimari Guest

    ME GUSTO MUCHO. ESPERO LA CONTINUACION ESPERO ME AVISES CUANDO SUBAS EL PROXIOMO CAPI.... BYE Y TE DESEO SUERTE ESPERO VER EL DESARROLLO DE TU HISTORIA...
     
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    Naru-Chan

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    mmmmm, fue un capitulo muy rebelador n.n
    aunque se desconecto bastante del otro para mi gusto,
    pero igual estuvo muy interesante >.<
    oye no dijiste que Kendra era la mejor amiga de Amaya??
    pues no se nota jaja, es decir son muy ostiles para ser mejores
    amigas, pero bue cada uno es como quiere no n.n
    wooowww, Amaya ya no quiere a su novio, y esta este chico
    David, que es super tierno y atento con ella, a quien no le
    dejaria de interesar el novio por un chico asi jeje
    bueno tuviste algunos errores de ortografia, pero
    no tan serios n.n.........cuando actualices avisame...sayonara!!
     
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    pinkprincess

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    No me dio tiempo a terminar de escribir el primer mensaje cuando ya tenías el siquiente capítulo! xD

    Bueno, este capitulo también me ha gustado :3 Como no ^^

    La relación de Amaya con Kendra es.... rara! xD Pero se nota que, a pesar de tooodos esos insultos, se llevan :) Y que Kendra comprende a Amaya y seguramente viceversa ^^ Bonita amistad

    Luego.... David.... ES UNA MONADAAAAAAAAAAAAAAAAA! *O* En serio, me he quedado con la babilla colgando *¬* Es un auténtico caballero! >< Ainss.... que suerte tiene su novia *w* Pero.... en esta relación (Amaya/David) hay algo más que una simple amistaad....... Tatatachaaaaaaaan.... jajaja! Perdona por mi teatro, pero es en serio, creo que entre ellos puede (y espero) haber algo más que una dulce amistad :3

    Bueno, nos vemos! Espero que subas pronto el siguiente capitulo ^^ A ver que le pasa a Amaya con su nuevo trabajo y con el adorable de David (*¬*) Besosss! ^^
     
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    Amara Silberschatz

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    Holas!!! respondería a todos los comentarios, pero ando muy confundida e,é y seguro me equivoque. Entonces haré lo mejor que pueda, los primeros capítulos los publicaré un poco rápido :3 como hasta el 7 creu >,< pero luego serán más distanciados porque debo escribir más e,e

     
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  11.  
    Amara Silberschatz

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    Hola!! *-* Traje lo que dije!! El capítulo tres, no se acostumbren mucho al hecho de que publique tan rápido xDD es sólo porque los capítulos estaban pre-escritos e,é pero luego será MUY difícil que suba tan seguido ya que exploto de tantos exámenes ;_;​

    Sin más joda lo que todos vienen a leer!!! <3​

    Capítulo 3

    Buenas noches, David.

    Como saben, de ante mano, ya era muy tarde y David y yo mañana teníamos clases así que teníamos que preparar la cena, para poder irnos a dormir. Como eran apenas las 8:00 de la noche, aun nos quedaba tiempo de sobra, pero la verdad es que ya no aguantaba el hambre.

    —Sempai —le llamé con voz tierna y adorable— ¿Me harías comidita?, es que me siento algo débil.

    —Esta bien, pero… —dijo (sabía lo que seguía)— no te acostumbres a que te haga siempre de comer.

    —Arigato, Torres-sempai —agradecí, para después abalanzármele encima.

    —Ve a darte una ducha —sugirió él.

    —Bueno, entonces me avisas cuando esta mi comida —estoy segura que puse cara de caníbal con diez días de aguantar hambre, puesto que el muchacho de orbes verdes que estaba al lado mío soltó una carcajada.

    —Bueno, “caníbal” te llamo cuando este la comida —decía sin parar de reír.

    Hice unos pucheros y luego me fui al cuarto a buscar mi ropa, en realidad cogí lo primero que vi. Me desnudé y luego me metí al baño, una vez dentro me lavé la cara en el lavatorio y proseguí a secármela, luego me eché una mirada en el espejo que estaba encima del lavabo.

    Vi detenidamente mi cara por unos segundos, era muy bonita, pero lo que más me llamó la atención fue ver que mis ojos se encontraban muy claros y las orillas no eran negras como siempre, sino más bien como verdosas-azuladas, algo extraño de describir. Miré un poco más mi rostro y noté que tenía las mejillas algo coloradas, luego me acordé de que el se había sonrojado y sentí como la sangre me subía a las mejillas.

    —“Esto no debería ser así” —musité, sabiendo que nadie más me oiría.

    Proseguí a darme mi ducha de agua tibia, primero puse a llenar la tina y luego de un rato de estar llenándose, ya estaba lista, cuidadosamente entré a la bañera y dejé que el agua acariciara todo mi cuerpo. No había porque negarlo, amaba estos baños de agua calentita.

    Comencé a restregar mi cuerpo, inicié con las manos y las piernas, proseguí a desenredar mi cabello y llenarlo de shampoo, seguidamente, me enjuagué la cabeza para deshacerme del shampoo. Unos cuantos minutos después unté mi cabello de acondicionador, el cual me lavé luego de un rato.

    Ya estaba limpia, tranquila y relajada. Ya podría descansar en paz, para mañana ir a un largo y aburrido día de clases.

    —Amaya —oí desde afuera de la tina.

    —¡Voy! —grité.

    —La comida ya esta lista.

    —¿Qué es?

    —Cuando salgas te darás cuenta.

    —No, en serio. ¡Dime!

    —Cuando salgas.

    Coloqué sobre mi cuerpo la toalla, me vestí con una blusa blanca (medio transparente) de tirantes y un short blanco (algo corto), mientras cantaba una canción de evanescence y bailaba descalza por todo el cuarto, empecé a secarme mi pelambre.

    Salí de la habitación, aún cantando, y me senté en el desayunador junto a David, el cual ya tenía nuestra cena servida. Lo abracé, provocando que casi se atragantara con su comida, y después comencé a devorar el delicioso platillo que me había preparado, un pinto con bistec y natilla, junto con un vaso de café con leche.

    —¿Qué tal está?

    —Muy bueno.

    —Me alegra que te guste.

    Yo solo le sonreí, en ningún momento había dejado de sonreírle. La cena pasó muy rápido, porque comíamos en silencio y al parecer cada uno ceñido en sus pensamientos.

    Cuando finalicé mi comida, fui a lavar mi plato y luego me dirigí al cuarto, busqué mi cepillo de dientes y luego me lavé los susodichos. Bebí mucho agua porque al parecer no se quitaba la sed con nada, cosa que me estaba hartando.

    Tenía la mirada en el agua que caí del tuvo y no en el espejo, por eso me tomó por desprevenida…

    —Buenas noches —susurró David, quien me sujetó por la cintura y me besó la mejilla.

    El color se me subió a los pómulos y la mente se me quedó en blanco (perdida en sus ojos), y para colmo él apenas llevaba un boxer puesto (y era muy guapo), así que apenas logré susurrar: “Buenas noches, David”.

    pd: espero les haya gustado, y mil gracias a los que le dan clic a "Me gusta" y gracias, de ante mano, a los que le den "me gusta" a este capítulo <3

    Besos~
     
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  12.  
    ren-chan

    ren-chan Entusiasta

    Géminis
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    me gusto muchisimo estuvo grandios
    chistoso, y romantico
    narraste muy bien pero estuvo un poco corto
    me avisas cuando este el rpoximo capitulo
    para colcarte me gusta jajaja avisame
     
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  13.  
    Saya Kuran

    Saya Kuran Iniciado

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    esta genial!!
     
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  14.  
    Anne

    Anne Guest

    Hola! aquí me encuentro leyendo tu historia gracias a que me invitaste... hasta los tres capitulos que llevas me gusta. Es una siemple redacción (puedes mejorarlo) espero leer pronto los siguientes capitulos y ver como va dando forma esto.

    Hasta luego...
     
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  15.  
    pinkprincess

    pinkprincess Entusiasta

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    Antes de nada..... WAAAAAAAAAAAAA!!!! >< Madre míaa! En serio, me he enamoradoo! >< Yo quiero un David!! >< Waaaaaaaaa!

    Bueno (ahora más tranquilaa.. :p) me ha encantado, no, mejor dicho, me ha fascinado este capituloooooooo! >< A estado de muerte :) Empezando por el principio, cuando ella le pide que le haga la cena y él le dice que sii... hasta el final... cuando se le aparece en boxers y le de las buenas noches con un besitoo... waaaa! Madre mía! Es que me ha encantado esa parte! Y sobretodo la reacción de Amaya... me ha parecido supermonaa :3 Pero sobretodooo.... Confirma mis sospechas! JÁ! Entre esos dos ahi algo más que una bonita amistad... muajajaja! (Romanceeeeee :3 )

    Bueno, me voy :) Espero vernos prontoo! >< Y que sepas que cuentas con mi apoyo ;) A ver que le pasa a Amaya con su trabajo y con su David.... jajaj! xD Besos! ^^
     
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  16.  
    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

    Aries
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    Nyaaaaaaaa!!!!!!!!!que provocador es ese chico n.n
    y bueno Amaya no se queda para atras ehh, sonreirle
    todo el tiempo y tirarsele encima, bueno eso es algo muy
    sugestivo jeje
    y bueno, con razon esa chica no se interesa por su novio,
    teniendo a ese chico tan atento viviendo contigo n.n
    oye una pregunta...David sabe que ella trabaja en un burdel?? mmmmm....quizas se enoje, bueno eso lo descubrire mas adelante n.n...avisame de la conti...chaito!!
     
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  17.  
    Amara Silberschatz

    Amara Silberschatz Usuario común

    Cáncer
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    Me alegra que te gustara y de hecho es el capítulo más corto, si mal no recuerdo e,e

    me alegra que te parezca así :3

     
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  18.  
    Amara Silberschatz

    Amara Silberschatz Usuario común

    Cáncer
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    Título:
    Amaya: Lluvia de mentiras
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    1294
    Este el primer fic que no empiezo con mi hablada de siempre lade"dicsulpenportardartanto" ¡Bueno, hay les va el capíulo cuatro!​

    Capítulo 4

    ¡Clases!

    La distracción, el poema y el zape.

    Era lunes, bueno, eso creo. Lo importante es que hoy hay clases y ayer no, pero, como se han de imaginar, me levanté tarde y voy corriendo por uno de los pasillos del instituto, mejor dicho Universidad (U.C.R), con un cuaderno negro en las manos. Llevo un pantalón negro y tubo de mezclilla con algunas rasgaduras, unas tenis converse negras con detalles en dorado y altas (hasta un poco arriba del tobillo), cuyos cordones son dorados. Una blusa negra (de esa que tienen el cuellito como en forma de “v”) con detalles dorados y plateados, terminan de hacer juego con el vestuario. En mi cabello me hice un moño (con una cola dorada), del que caen unos cuantos mechones de mi pelo.

    Maldije entre dientes al mirar, en un reloj de pared, la hora que era. Es más de la ira casi me suelto a putear en voz alta, pero no podía darme ese lujo…

    En fin, ya casi llegaba al aula de psicología 1 (en la que me toca recibir las únicas lecciones que tengo hoy, por suerte), pero en este momento maldecía que estuviera hasta en el quinto piso.

    Llegué muy agitada y toqué la puerta (que ya estaba cerrada), me recosté a la pared tratando de recuperar el aire que había perdido durante la carrera, de ser por mí me hubiera quedado un rato más ahí intentando respirar, pero una mala cara por parte de la profesora me indicó que no quería que le hiciera esperar.

    —Buenas noches, señorita —dijo muy enojada la profesora Lina.

    Es una mujer de unos 27 años, poseía cabellos largos y lacios de color negro, igual a sus ojos achinados, piel blanca como la porcelana, delgada y muy alta (1.83cm diría yo). Con solo verla se podía deducir que ella tenía familia asiática, siempre llevaba un traje formal, que constaba de una enagua recta y algo larga color azul, una camisa de mangas largas color blanco y un saco azul arriba. Por no hablar de los tacones de aguja de sus zapatos azulados.

    —L-Lo si-siento —hablé entre cortado por la falta de aire.

    —Tome asiento —ordenó ella.

    Y eso hice, me senté al lado de la ventana y Kendra por suerte se encontraba adelante mío, por raro que suene, ella esta completamente concentrada en lo que decía la profesora y parecía apuntar lo más importante. A diferencia mía, que tenía la mirada perdida en la ventana y garabateaba en el cuaderno.

    “Dale luz a mi vida,
    Regrésale el sol
    A todos mis días”.

    Y como música de fondo la voz de profesora, que decía muchas cosas y yo no le entendía nada. Quizás porque solo la oía no la escuchaba; seguí garabateando.

    “Te has llevado
    Más que mi amor
    Y mi corazón…”.

    El viento resopló muy fuerte afuera, lo sé porque los árboles eran agitados por él. La mañana todavía seguía siendo fría y oscura, tanto así que me provocaba algunos escalofríos.
    “Me has robado
    Mi aire, mi razón
    De seguir viva,
    Pero aún así, te amo”.

    Una ligera lluvia comenzó a caer y unos unas ráfagas de viento frío, me hicieron temblar. La neblina comenzaba a caer sobre el quinto piso, oscureciendo la bella vista que tenía y así sustituyéndola por una gris y sin vida.

    “Compárteme tu calor,
    Que ya no quiero
    Abandonar tus brazos,
    Ni dejar de ver tus ocelos”.

    La voz de la señora seguí resonando en mis oídos, decidí ignorarla escribiendo sin mirar ni un minuto a la pizarra.

    “Regrésame el pedacito
    De mi vida, que atrapaste
    Entre tus labios”.

    El sonido de unos tacones, parecían venirse aproximando, pero los ignoré y seguí escribiendo.

    “Es poco lo que te pido,
    Y prometo darte
    Algo a cambio…”.

    Estaba metida en mi cuaderno, de tal forma que veía como lo que ilustraba en el poema estaba en mente y me guiaba a seguirlo palpando.

    “Y sí es poco amarte,
    No solo te amaré,
    Seré de ti una parte”.

    Cada vez se oían más lejos los pasos de la profesora, así que seguí en lo que estaba.

    “Tráeme mi alma,
    Que te pertenece
    Desde siempre”.

    La garúa comenzaba a intensificarse, provocando que algunos truenos se oyeran en la lejanía y que ligeramente se escuchara el sonido de las gotas al golpear contra el edificio.

    “Dale luz a mi vida,
    Regrésale el sol
    A todos mis días”.

    Suspiré aliviada, ya había concluido mi poema, pero no todo estaba bien…

    —Al fin —murmuré.

    Y luego nada más sentí un fuerte golpe en la cabeza, que hizo que retumbara mi cerebro.

    —Que bien, señorita, tras de que llega tarde viene a escribir cosas que no tienen nada que ver con la clase —habló y luego soltó un resoplido lleno de decepción.

    Me reserve a contestarle algo, pero es que los días y mañanas como esta no resistía dormir hasta tarde y escribir un buen poema.

    —¡Castigada! —soltó de golpe la reprimenda.

    Por extraño que suene, el resto de la clase pasó lentamente (por desgracia). Y ahora veía el pizarrón como idiota, sin entender nada de lo que la educadora explicaba. Seguía pensando en el poema que había escrito, porque en lugar de gustarme y alegrarme, más bien me daba como tristeza y lastima.

    Cada minuto me sentía más aburrida y hastiada, primero: llegue a las a las ocho y treinta cuando debí llegar a las ocho en punto. Segundo: como si el llegar tarde no ameritase un castigo, me he distraído y me dan un castigo doble, por no hablar del golpazo que me dieron en la cabeza. Y por ultimo: cada vez me siento más confundida, ya no quiero a mi novio (Jake) y aún peor creo que… me estoy enamorando de él… y eso no puede ser para nada bueno, él… bueno… él es alguien de otro mundo, sus padres son ricos y eso sería tonto y prohibido, así que no puedo estar enamorada de él.

    PD: ¡¿Qué les pareció?!
     
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  19.  
    ren-chan

    ren-chan Entusiasta

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    me dejaste con la intriga de quien esta enamorada ayama quiero saber
    como digo en todos tus capitulos estaba muuuuuuuyyyyy buenooooooooo
    jakjkajkaj me facino mucho estoy tan ansiosa por leer el proximo capitulo me avisas
    pobre ayama la golpean y es catigada jkajka
    deberia decirle a jake que no esta enamorada de el o si no lo va a lastimar :(
     
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    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

    Aries
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    mmm creo que has respondido unas de mis dudas n.n
    creo que se de quien esta enamorandose Ayama, pero
    prefiero guardarme mi idea hasta que lo digas vos n.n
    a esa chica si que le gusta el dorado eh, mira que convinarlo
    con todo jajaja...y encima de que llega tarde "a la unica clase que tenia"
    la profe la castiga y encima le pega, ese si que no es su dia jeje
    vale me ha gustado el capitulo, me rei un poco y me saque algunas dudas...
    avisame cuando lo actualices n.n...sayonara!!
     
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