Altanera, Preciosa y orgullosa NXH SXS NXT SXT SXI GXM

Hola a todos ;)

Les traigo una nueva historia que vino a mi mente una noche a eso de las dos de la mañana, la verdad quisiera saber que opinan y si les gustaría que la continuara haciendo por eso aquí les dejo el prologo…

PROLOGO​

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Los minutos…las horas…los días…los meses y hasta los años pasaban todos iguales, la monotonía en la que vivo tiene abrumada a mi mente, no conozco nada que no este en esa isla y por mucho que quiera nunca me permitirán salir de aquí.

¿Por qué? ¿Por qué no pude haber nacido con una vida distinta?

A pesar de que nunca me a faltado nada mi alma se siente aprisionada y mi a corazón desde hace mucho lo mande al exilio, a que viviera solo y encerrado en mi pecho, que se mantuviera ajeno a toda clase de sentimientos desconocidos para mi, simplemente he decidido no sentir mas…si no me permiten salir de este lugar porque debo de abrirme a las emociones que normalmente abarcan a cualquier ser.

Así que desde pequeña me volví altiva y orgullosa, ante todo esta mi presencia, mi porte, mi gestos, todo en mi debe ser perfecto y así siempre lo ha sido de allí mi personalidad tan altanera y mandona, nada se me niega y el que lo haga deseara no haber nacido.

Soy la única hija del emperador del paraíso verde uno de los 6 estados que conformaban el país del todo, poderosa por linaje y una mujer respetada en las tierras de mi padre o bien eso es lo que debería ser, pero gracias a un hechizo fui obligada a vivir en esta isla sola aislada de todos los que fuesen distintos a mi.

Mi único consuelo siembre han sido aquellas cinco chicas que corrieron con mi misma suerte ¿Por qué? Ni ellas ni yo lo sabemos aun pero algún día tendremos que averiguarlo, todas hemos sido entrenadas por Tsunade mi madrina una mujer fuerte e inteligente, la cual no solo nos brindo los conocimientos básicos sino que además nos enseño a vivir con este hechizo.

No odio ni a mi padre ni a mi madre por haberme dejado aquí a fin de cuentas lo hacen es porque me aman, porque no quieren que sienta el rechazo que de seguro sentiría al estar con las demás personas, una parte de mi se los agradece pero la otra se siente atrapada y esa no es una sensación muy grata.

Creo que ya va siendo hora de que me acostumbré a esta vida, porque al parecer no tengo manera de cambiarla con este pensamiento en mente desciendo las escaleras hasta toparme de frente con el jardín donde una suave brisa acaricia mis cabellos rosados…


Bueno ojala lo hallan disfrutado…

¿Les gusto el Nombre del finc? Porque a mi me encanta :p

¿Qué les pareció?

¿Quieren que ponga el primer capitulo?

Bien espero sus comentarios y acepto sugerencias de todo tipo…

Sayo ♥ Besos

 

Hao :p
lamento mucho la tardanza es solo que estaba muy indecisa sobre este capitulo y si les soy sincera creo que lo rescribi unas diez veces, pero por fin quedo tal y como queria espero y les guste....

"La Isla”
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♥♥ SAKURA ♥♥

De un solo golpe y sin previo aviso siento los fieros ralloz del sol golpear de lleno contra mí, me remuevo inquieta entre las sabanas y cubro mi rostro con una almohada, de un momento a otro siento un gran bulto sobre mi espalda el cual comienza a moverme de manera insesante.

— Sakura — me llama.

— Déjame… — respondo en un suspiro.

— ¡Sakura frente de marquesina levántate que ya esta el desayuno! — grita a todo pulmón.

— Bien ya bajo — respondo de mala gana ocasionado así que el bulto o mejor dicho Ino se caiga de narices al suelo.

— Auch frentona casi me matas — le oigo quejarse desde el suelo.

— Tú te lo buscaste — respondo mirándola con el seño fruncido.

— Gomen… — susurra detesto cuando pone esa carita de arrepentimiento, la observo aun con una mirada acusadora mientras ella me mira desde el suelo con esos orbes azules brillantes y grandes, su rostro levemente inclinado hacia la derecha con una de sus grandes y grisáceas orejas levantada y la otra inclinada.

— Bien te perdono pero quita esa cara de cachorro regañado — respondo y al instante vuelve a su efusividad de siempre.

— Claro pero debes admitir que me veo adorable — presume abrasándome.

— Ya claro — torno los ojos y me zafo de su agarre.

— Bueno ponte la ropa de entrenamiento y luego bajas a desayunar — menciona rumbo a la puerta.

— ¿Vamos a entrenar? — preguntó levemente disgustada, no es que sea una floja es solo que los entrenamientos de mi madrina dan algo de miedo.

— Eso dijo Tsunade y es mejor hacerle caso, hoy piensa medir nuestras habilidades — aclaro y tras esto desaprecio de mi cuarto.

Camine a paso lento hasta el baño lentamente me despoje de mi pijama de color negro y me metí a la ducha, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo al sentir el agua helada sobre mi piel cosa que fue disminuyendo al paso que el agua subía de temperatura, no dure mucho tiempo en la ducha mi piel es sensible y gracias a la maldición no me agrada mucho el agua, envuelvo mi cuerpo en una toalla y salgo del baño. Rebusco entre mis prendas hasta encontrar lo que busco, tras secarme me coloco un short de licra negro con una polera rosa claro, unas medias de igual color que me llegan por encima de la rodilla y unos converse negros.

Recojo mi cabello en dos coletas bajas las cuales me llegan bajo el pecho, luego de esto procedo a peinar mi cola es igual a la de un gato y tiene un lindo color negro; ya se lo que piensan soy un fenómeno y en parte no se equivocan, por raro que parezca este fue el hechizo al que fui condenada soy algo así como mitad gato o eso dice mi madrina, tengo cola y orejas de gato tan negras como la noche, soy muy ágil, veo en la oscuridad, mis uñas son retractiles, tengo muy buen oído y olfato y cosas por el estilo, soy prácticamente un gato excepto por mi forma humana y claro porque hablo.

De pequeña tenia muchos problemas para controlarme, habían muchas ocasiones en que me dominaba el instinto animal, bueno no solo a mi sino también a mis amigas, todas tardamos mucho en controlar nuestro lado salvaje, termino de atar un moño rosa en mi cola siempre me a gustado llevarlo.

Desciendo a la primera planta hasta llegar al comedor donde ya se encuentras reunidas todas, desayunamos en silencio y luego de eso partimos hacia la playa siempre solemos practicar allí, nos sentamos en la arena y observamos con atención a nuestra maestra la cual no muestra ni la mas mínima expresión en su rostro.


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Mientras tanto en el centro del país del todo se encontraba el famoso y reconocido monte Town rodeado de praderas y en su cima un gran templo tan antiguo que nadie recordaba quien lo formo; entre las grandes escaleras que conducían a este se encontraba caminando un joven de piel clara y cabellos oscuros, la suave brisa movía su Yukata negra al igual que sus cabellos, su rostro serio y varonil no mostraba sentimiento alguno no paso mucho hasta que a lo lejos pudiese observar la entrada a aquel templo, estado frente a ésta se dispuso a tocar pero antes de que pudiese hacerlo ésta se abrió dejando ver a un joven monje de cabellos negros atados en una coleta baja y una expresión de sorpresa en su rostro.

— ¡Ototo! — exclamo sonriente al momento de atraparlo en un caluroso abraso.

— Itachi me asfixias — mascullo con el seño fruncido.

— Lo siento es solo que llevaba mucho sin verte — mencionó sonriente — pero venga pasa que los demás están en el dojo — explico dándole paso a su hermano.

Ambos caminaron a través de los pasillos que conducían al dojo del templo al llegar a éste observaron a un grupo de chicos entrenando en varios estilos de combate todos mostraban un muy buen desempeño y una habilidad excepcional, al parecer ninguno de los presentes había notado la presencia de ambos hermanos ya que estaban demasiado encismados en su entrenamiento.

— Así que regresaste — comento una vos a sus espaldas, giraron levemente para encontrarse con un joven de piel levemente bronceada y un cabello castaño atado en una coleta alta el cual se encontraba recostado sobre una banca.

— Shikamaru — inclino la cabeza en forma de saludo.

— No deberías estar entrenando — comentó el monje.

— Bah es demasiado problemático — refunfuño cerrando sus orbes castaños mientras ambos hermanos reían por lo bajo su amigo nunca cambiaria.

— ¡¡Teme!! — luego de eso se escucho un estrepitoso ruido.

— Dobe… — susurro desde el suelo ya que se encontraba bocabajo por el impacto que ocasiono el salto del rubio que ahora yacía sobre la espalda del moreno.

— Teme eres un ingrato te vas por 6 meses, nunca llamas que pensaste que no nos preocuparíamos eres un desalmado… — continuaba refunfuñando el rubiales mientras a todos los presentes les salía una gotita en la cabeza.

— Ya Naruto déjalo respirar que acaba de llegar — menciono un peli-rojo de manera tranquila.

Continuaron platicando por un rato mas, entre anecdota y anecdota la noche se hiba acercando cada vez mas.

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♥♥ INO ♥♥

— Bien Sakura e Ino al frente ya — exclamo nuestra maestra y ambas obedecimos — quiero que peleen con todo, pero recuerden son como hermanas no enemigas — aclaró mirándonos y ambas asentimos — comiencen.

Dicho esto ambas nos pusimos en posición de ataque, observe como las garras de mi amigan salían a flote y sus ojos se volvían mucho mas felinos y verdes su mirada era igual a la de un tigre a punto de atacar a su presa me sonrió sinceramente y le devolví el gesto, le mire fijamente mientras mis colmillos crecían notoriamente de tamaño y mi cola grisácea se esponjaba mas de lo normal, me aliste para el encuentro y al mismo tiempo nos dispusimos a atacar.

Ambas combatíamos fieramente entre mordiscos y aruñe taazos ya nos encontrábamos agotadas un ultimo ataque y todo terminaría, me abalance sobre ella y logre herirla en el brazo derecho ocasionando que cállese al suelo, pero antes de que pudiese reaccionar caí igual que ella contra la arena me avía alcanzado a herir la pierna izquierda. Respire entre contadamente mientras tranquilizaba todo mi cuerpo sonreí para mi mejor amiga y esta me devolvió el gesto mientras me abrasaba.

— Bien hecho chicas — sonrió la rubia de orbes crema — por lo que veo ya son capas de controlar muy bien su lado salvaje, estoy orgullosa de ustedes — sonrió maternalmente — pero recuerden que solo deben utilizarlos cuando la situación amerite, nunca permitan que el hechizo las consuma por completo — dijo mirándonos a todas detenidamente — Shisune cúrales las heridas — ordeno a una blonda de cabellos negros la cual al instante se acerco a nosotras.

Respire profundamente mientras me tendía de espaldas en la arena, Shisune se encontraba curando a Sakura mientras Hinata y Matsuri estaban luchando, gire mi cuerpo para poder contemplar el mar ese ir y venir de las olas me recordaba lo que nunca podré tener, mis padres por mas poder que tuviesen nunca pudieron despojarme de este hechizo, este absurdo hechizó que acabo con mi vida, a veces me pregunto como seria mi vida si no tuviera cola y orejas de lobo, ¿Podría haber crecido al lado de mis padre? ¿Podría enamorarme? Y algún día gobernar el paraíso púrpura al igual que mi padre, pero todas esas cosas son solo fantasías, nunca podré salir de esta isla, nunca nadie podría enamorarse de un fenómeno como yo, quien podría querer a una chica que es prácticamente un lobo. A diferencia de mi mejor amiga yo si deseo sentir y en ves de mandar a mi corazón al exilio, lo he condenado a sufrir por lo que nunca podrá sentir, desearía salir de aquí pero es mejor renunciar a ello.


♥♥ AUTORA ♥♥

Las 6 jóvenes regresaron a casa, sus ropas sucias y sus cuerpos con varios raspones y cortadas, la noche apenas comenzaba a caer y ellas estaban mas que muertas del cansancio, la luna brillaba hermosa en el firmamento mientras las chicas se encontraban en la habitacion de sierta chica de cabello azulino y ojos perla.

— Estoy muerta — suspiro una chica de cabellos castaños y ojos negros, mientras acariciaba su hermosa cola castaña y peluda igual a la de una ardilla.

— No eres la única — suspiro — si Temari casi me mata — exclamo una castaña con dos graciosos chonguitos y tras estos dos orejitas iguales a las de un panda.

— No seas exagerada pandita — menciono burlona mientras la otra le miraba de manera acecina.

— No me digas así mariposita — contrarresto mordiendo un trozo de bambú.

— Entonces deja de comportarte como una — exclamo la rubia de cuatro coletas y ojos verdes, la cual tenia dos antenitas en su cabeza.

— No es mi culpa que a toda hora quiera comer bambú — refunfuño molesta.

— Ya chi…chicas calme…mesen — dijo una hermosa y tímida joven de cabello azulino y ojos perlados, con dos orejitas de conejo en su cabeza.

— Hina tiene razón, todas tenemos problemas con nuestro animal interno — menciono la rubia de orbes azules — aunque ya deberíamos estar acostumbradas — suspiro jugando su cola.

— Lo sabemos pero… — la peli-rosa no pudo continuar ya que se escucho un estruendo, todas se apresuraron al balcón de la habitación y a lo lejos pudieron observar como salía humo de entre el horizonte del mar — Tema podrías subir y mirar que es eso — hablo la de orbes esmeralda.

— Claro — dicho esto de la espalda de la rubia salieron dos hermosas alas doradas con espirales negras en su interior, la joven se elevo por los aires a una considerable altura — por lo que puedo ver es fuego en la costa del continente, no distingo bien de que estado es ya que se encuentra muy lejos — comento en cuanto había descendido mientras se sentaba en el barandal del balcón.

— ¿Qué pudo haber sido? — inquirió la de orbes negros acariciando su oreja derecha.

— Esperemos que nada grave — menciono la de ojos azules.

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Mientras tanto 7 jóvenes corrían a gran velocidad hacia el paraíso rojo hace pocos segundos habían escuchado una fuerte explosión y en cuanto observaron que era la mansión del gobernante la que ardía en llamas no dudaron ni un segundo en partir hacia dicho lugar, corrían una velocidad casi sobre humana de pronto se detuvieron al ver que les impedía el paso una enorme llamarada que rodeaba la entrada, de inmediato pusieron manos a la obra y el joven de coleta en forma de piña comenzó a hacer toda clase de movimientos con sus manos atrayendo así una gran cantidad de agua la cual logro apagar las llamas. Continuaron con su camino e ingresaron a la mansión evadiendo escombros y apagando cuanta llama se atravesara en su camino, registraron todo el lugar y solo lograron encontrar a los reyes de dicho estado ambos con quemaduras muy graves y a punto de morir.

— Majestad — menciono un chico de cabellos rojos y ojos aguamarina, mientras le apoyaba contra el tronco de un árbol.

— Mucha…muchacho — exclamo el señor de cabellos grisáceos y ojos negros.

— No se preocupen majestades pronto vendrá la ambulancia para llevarlos al hospital — menciono el azabache depositando a la reina justo al lado de su esposo.

— Jo…joven — le tomo levemente del brazo — qui…quiero pedirte un fa…favor — mencionó con suma dificultad mientras miraba con sus orbes miel al peli-rojo — toma — le extendió una hermosa pulsera de oro puro con un hermoso dije el cual era una ardilla sosteniendo un corazón — por favor bus…busca a mi hija ella es la uni…única que queda para gober…gobernar — escupió una bocanada de sangre.

— Ella se encu…encuentra en una isla ocu…ocullta a la vista de cual…cualquier humano — respiro profundo — bajo la pri…primera estrella que acom…acompañe a la luna encon…encontraran el mas fiero y peli…peligroso mar, si lo…logran sobrevivir al nau…naufragio de sus aguas po…podrán divisar la isla — ahogó un gemido de dolor — da…dale esto — le extendió un hermoso diario de color sangre con una cerradura dorada y un candado en forma de M — confió en ti para ha…hallar a mi pe…pequeña — tras esto el hombre se desplomo.

— Querido — una lágrima broto seguida de un gemido — di…dígale que la ama…amamos y que nos perdone… — susurro antes de cerrar sus ojos.

— Majestades — menciono el joven monje — descansen en paz — susurro.

— Debemos hallar a la joven que mencionaron — dijo un joven de cabellos castaños y ojos perla.

— Será algo difícil sin siquiera conocer su nombre o como es físicamente — explico un blondo de cabellos negros.

Supongo que ahora debemos partir a esa misteriosa isla — comento con desden el castaño — que problemático.

— No queda mas de otra partiremos mañana antes de que anochezca — concluyo Gaara.

Dicho esto los 7 jóvenes se dispusieron a ayudar en todo cuanto pudiesen ya que el castillo había quedado prácticamente destrozado, luego de una larga noche partieron hacia el templo para descansar antes de partir.

Espero y les halla gustado el primer capitulo espero que hallan entendido todo y sino pues no hay problema pregunten que para estoy aquí, bien ahora las preguntitas.

¿Les gusto el capitulo? ¿Parte favorita? ¿Por qué?

¿Qué les pareció el hechizo de las chicas?

¿Consideran que si debieron aislarlas de todos?

¿Qué creen que sean los chicos? ¿Qué clase de poderes tendrán?

Sayo ♥ Besos

 

Konichiwa :D
Resucite XD
Gomen nee y mil gomen nee, lamento mucho la tardanza pero les voy a ser sincera no tenia nada de inspiración ya que tenia todos los fincs estancados pero…milagrosamente la inspiración volvió a mi tarde pero volvió y pude traerles este capitulo, según yo esta algo largo y creo que no tengo errores aunque puede que hallan eso júzguenlo ustedes mismos, espero que les guste…

“1 Semana: Problemas”​

La suave brisa acariciaba sus cabellos mientras que las olas del mar les refrescaban del calor insoportable que hacia en aquella isla, habían decidido ir a nadar para despejarse de lo ocurrido la noche anterior ya que su maestra les prometió averiguar que había sucedido, una hermosa rubia de ojos azules con un biquini de color negro acababa de salir del mar y se dirigía hacia una silla bajo la cual una joven de cabellos rosados se encontraba demasiado ocupada leyendo un libro.

— Frentona vamos al agua — exclamo la rubia cerca de su amiga.

— No quiero cerda prefiero leer — menciono sin apartar la vista de su libro.

— Bah Saku no seas amargada vamos al agua — dijo con un puchero.

— Que no cerda — respondió de mala gana.

— Vamos Ino déjala no ves que a la gatita no le gusta mojarse — hablo burlona la de chonguitos mientras caminaba hacia la sombrilla luciendo un hermoso biquini verde limón.

— No es eso… — susurro apartando la vista de su libro.

— Entonces que es — inquirió la rubia de coletas.

— Simplemente no quiero y ya — respondió con un moflete.

— Ya claro — respondió sarcástica — Tenten tiene razón la gatita le teme al agua — se carcajeaba la rubia.

— Claro que no — exclamo levemente sonrojada.

— Me alegra ya que así no te molestara que hagamos esto — menciono la de orbes negros mientras la tomaba del brazo derecho.

— Pero que… — susurro al sentir que la levantaban — chicas suéltemen — gritó tratando de zafarse, Matsuri e Ino la tenían agarrada por los brazos y Tenten y temari de las piernas, giro su rostro para buscar a su única salvación — Hinata ayúdame — suplico mirándola.

— Gomen Saku pe…pero no puedo — menciono con una pequeña risita ya que la imagen era demasiado cómica.

— Hinata… — susurro — traidora, chicas suélteme o me las pagaran — menciono totalmente enojada.

— Bien como quieras — comento Ino y al instante la soltaron ocasionando así que Sakura cállese al agua quedando totalmente empapada, salio del agua totalmente roja de la rabia y se erizo cual gato enfurecido — están muertas — menciono mientras comenzaba a perseguir por toda la playa a sus amigas.

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A lo lejos se podía observar el magnifico atardecer que estaba haciendo, los tonos rojizos adornaban el cielo mientras el sol descendía para perderse en el horizonte, cerca a la orilla del mar una embarcación terminaba de prepararse para partir, solo esperaban a que la tarde acabase de caer para saber justo a donde dirigirse.

— Itachi ¿Estas seguro de dejarles el templo a esos dos? — preguntó observando como un par de peli-blancos agitaban sus manos desde tierra.

— El teme tiene razón — comento el rubio — Ero-senin y Kakashi no son de muy buen fiar que digamos — mención observándolos.

— Estará todo bien — suspiro tomando asiento — además les advertí que no quería ver el templo convertido en burdel para cuando volviera — suspiro con un gota resbalándole por la sien.

— Esperemos que tu advertencia sirva de algo — comento — aunque dudo que esos problemáticos hagan lo que les pediste — suspiro tumbado en el barco.

— Chicos concéntresen — comento el peli-rojo — debemos encontrar esa isla — término contemplando el cielo, el cual se encontraba solo adornado por una hermosa luna llena.

— Alguien ve la estrella porque yo no veo nada — comento con aburrimiento el rubiales, llevaban cerca de una hora contemplando el firmamento y no había ni el más mínimo rastro de alguna estrella.

— Allí esta — señalo el castaño — en dirección al norte.

— Bien en marcha — hablo el azabache y al instante el barco se dirigía hacia el punto señalado.

El barco avanzaba por las tranquilas aguas marinas, la calma rodeaba el lugar y justo sobre ellos se podía observar la luna y tan dichosa estrella acompañándole, decidieron continuar en la misma dirección por la que iba y de a poco vientos cada ves mas fuertes los fueron azotando, las olas se encontraban cada ves mas turbulentas ocasionando así que el barco no parase de tambalearse de un lado al otro. Las fieras olas les golpeaban sin piedad alguna, todos se encontraban empapados y agotados de tanto luchar contra el fiero mar y este no les daba ni el más mínimo respiro; a lo lejos podían divisar una isla mas cada que intentaban acercarse el mar los retenía.

— Shikamaru has algo — grito el de ojos perla mientras se sostenía del mástil.

— Es problemático pero las aguas no me responden — respondió intentando en vano apaciguar el fiero mar.

— Dobe — llamo el azabache desde el timón junto a su hermano.

— Teme a mi tampoco me responde el viento — menciono tratando de sostener la vela al igual que Gaara.

La impotencia recorría cada centímetro de sus cuerpos, aun teniendo los poderes que tienen no podían hacer algo y todo indicaba que no saldrían con vida de esta, sus rostros se tornaron pálidos y tras la enorme ola que se apodero del barco la inconciencia abrumo todos sus sentidos haciendo así que solo un milagro pudiese salvarlos.

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— Parece que todo esta saliendo según lo planeado — menciono una escalofriante pero calculadora vos, se encontraba sentado en una majestuosa habitación adornada de toda clase de riquezas.

— Los reyes del paraíso rojo fallecieron y al parecer no hay nadie al que le corresponda ese lugar — comento un joven de cabellos plateados mientras acomodaba sus anteojos.

— Me parece perfecto — sonrió sádicamente — con las princesas desaparecidas gracias a ese hechizo no será difícil apoderarme de cada uno de los paraísos — culmino con una terrorífica sonrisa.

— Pero señor no le preocupa que las princesas puedan reaparecer en algún momento — inquirió.

— No hay porque… son unos monstruos y no hay manera de que rompan el hechizo — aclaro despreocupado — nunca conocerán aquello que puede librarlas — rió maquiavélicamente.


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— Esto no es justo — refunfuño la rubia mientras recogía las hojas de una palmera.

Desde muy temprano en la mañana su maestra las había levantado para que limpiasen la playa, ya que la noche anterior una feroz tormenta había azotado la isla, los escombros y demás desechos la rodeaban; llevaban gran parte de esta limpia pero para su desgracia aun les faltaba mucho.

— Ya…deja de quejarte que eso no cambiara nada — respondió la de chonguitos mientras recogía unas tablas de la arena.

— Es raro que halla habido una tormenta — comento la castaña cerrando unas bolsas.

— Tienes razón hace mucho no había una — suspiro pensativa — y la de anoche fue algo fuerte — comento cerrando sus orbes esmeralda.

— Eto…chicas — llamo tímidamente la azabache — miren — señalo un barco el cual había encallado en la parte rocosa de la isla.

— ¿Cómo llego eso hasta aquí? — inquirió la rubia de coletas.

— Y si descubrieron donde estamos — menciono asustada la de ojos azules — hay y si vienen a matarnos, ¡Ah! — grito escondiese tras su mejor amiga — no… soy muy linda para morir — dramatizó.

— Ya cerda suéltame, me aplastas la cola — comento apartándola.

— No seas exagerada, de seguro es solo un barco que naufrago — comento la de ojos chocolate de manera despreocupada.

— Y si hay heridos — menciono la de ojos perla — deberíamos ayudarlos — propuso tímidamente.

— Hina tiene razón vamos a investigar — propuso la gata.

— No seria mejor decirle a Tsunade — hablo la de coletas.

— ¡No! acaso quieres que nos mate, mejor investigamos por nuestra cuenta — culmino en dirección al barco o bueno a lo que quedaba de el.

Las 6 chicas avanzaron con sumo cuidado hacia lo que quedaba de la embarcación, la madera era muy inestable y podía hundirse en cualquier momento, se miraron como preguntándose que hacer y entonces la rubia mayor despego sus alas para investigar sin necesidad de que el barco se hundiese. Voló sobre la embarcación por lo que podía observar no era muy grande pero suficiente para unas diez personas, poso sus orbes verdes en el lugar pero solo veía cajas flotando al igual que algunas prendas y demás escombros, justo cuando estaba por retirarse observo lo que parecía ser una mata de pelo, se acerco y efectivamente había un joven sobre un pedazo de madera, la mitad de su cuerpo estaba en esta y la otra en el mar, no perdió tiempo detallándolo y como pudo lo agarro de los brazos al parecer estaba inconciente, en cuanto emprendió vuelo con el se le resbalo pero logro atraparlo.

— //Si que pesa// —pensó para si mientras a lo lejos diviso a sus amigas esparcidas por el suelo al parecer se habían cansado de esperarla — ¡Hey chicas! — grito acercándose — miren lo que encontré — comento depositando al joven sobre la arena y al instante todas se acercaron rodeándolo.

— Es…esta sangra…ndo — comento la blonda con algo de temor.

— Déjenme ver — menciono la de cabellos rosa — //esperemos que lo que aprendí me sirva de algo// — pensó para si misma a pesar de haber aprendido poderes curativos nunca había resuelto mas que una torcedura o un raspón — chicas denme espacio me quitan la luz — comento ya que todas se encontraban prácticamente enzima del cuerpo, en cuanto sus amigas se apartaron un poco procedió a examinarlo retito un mechón de cabello azulino de su rostro para poder observarlo y se quedo estupefacta, era un joven de piel blanca y un rostro pulido y definido, sacudió su cabeza no era momento de quedarse embelesada auque pensándolo bien nunca había visto a un hombre aparte de su padre y este le parecía bastante atractivo. La herida se encontraba en el abdomen lo supo luego de retirarle la camisa de color negro, era bastante profunda y tenia un enorme pedazo de vidrio incrustada en ella, debía retirarla y detener la hemorragia que eso produciría, se retiro los guantes de plástico con los que estaba recogiendo basura y escondió un mechón rosa detrás de su oreja, con sumo cuidado tomo entre sus manos el trozo de vidrio y lo extrajo de un solo tiro, ocasionando que el azabache diese un respingo seguido de una exclamación de dolor — Gomen — susurro mientras una energía de color verde emanaba de sus manos e impedía que la sangre se desbordara.

— Demonios — escucho mascullar a una profunda vos.

— ¿Te duele? — preguntó posando sus ojos en los de el, uno ojos tan negros como la mismísima noche y tan profundos que dudo en poder apartar la mirada de ellos.

— Ah… ¿Dónde estoy? — pregunto con el seño fruncido, mientras serraba los ojos la punzada que sentía en el abdomen le dolía demasiado.

— En una isla — respondió fijando su vista en la herida — ¿Estas solo? — inquirió indiferente.

— No, mis amigos deben andar por hay — respondió mientras abría los ojos, parpadeo un par de veces la luz del sol le nublaba la vista, cuando pudo ver normalmente se quedo petrificado ante lo que sus ojos veían. Arrodillada a su lado se encontraba una joven de cabello rosado largo hasta su cintura y unos ojos esmeralda vendando su abdomen, traía un short negro y una camisa de tiritas de tono verde limón, pero lo que mas le impacto fue ver que tenia orejas y cola de gato ambas de color negro, se quedo estático que se supone que era ella.

— Bien — suspiro mientras lo sentaba con cuidado — trata de no moverte demasiado o sino se abrirá la herida — menciono colocándose de pie.

— ¿Qué eres? — pregunto mirándola fijamente mientras ella abría los ojos ante la sorpresa, su padre siempre dijo que la juzgarían sin importar nada y al parecer era cierto.

— Un simple gracias hubiera sido suficiente — comento irónica mientras levantaba una ceja — tranquilo no voy a comerte si es lo que piensas — hablo burlona al ver que el la miraba de manera fija como examinándola, cosa que no le agradaba.

— Hmp — bufo intentando ponerse en pie cosa que no funciono — ah.

— Te lo dije estate quieto — comentó irritada deteniéndolo.

— ¡Saku ven encontramos algo! — grito Tenten desde un costado de la playa.

— ¡Voy! — respondió en un grito — ven — menciono mientras lo arrastraba hasta la sombra de un árbol — no seas necio y quédate quieto mientras vuelvo, que de seguro encontraron a alguno de tus amigos — ordeno antes de partir.

— Hmp — resoplo mientras asimilaba los hechos, ¿Qué rayos es ella? Se pregunto nunca en su vida había conocido a una chica tan hermosa y extraña como ella.

ώώ SAKURA ώώ

Luego de dejar a ese chico en el árbol tome rumbo hacia donde había aparecido Tenten, al llegar las encontré todas reunidas al pie de un árbol al parecer se encontraban discutiendo.

— Ino deja de hacer eso — regaño Temari mientras le quitaba un palo con el cual estaba picando algo.

— Entonces bájalo de hay — refunfuño la rubia.

— Lo haría si pudiera, pero tiene un brazo fracturado — suspiro — que quieres que lo baje de los pies — ironizo.

— No seria mala idea — comento.

— ¡Ino! — le jalo una oreja mi amiga de ojos chocolate — usa el cerebro si — menciono ofuscada.

— Ya chicas tranquilícense — mencione acercándome — y Ino deja de picarlo como si fuera un animal — aclaré a mi también comenzaba a irritarme.

— Gomen — menciono tras Hinata.

— Bien ¿Cómo lo bajamos? — pregunto la de coletas.

— Ya se — comento Matsu — Hina ¿trajiste la manta? — pregunto.

— Si la traía para el día de campo — comento.

— Bien dámela.

Luego de que la blonda le entregase la manta Matsuri nos explico que todas la tomaríamos por las puntas y luego de eso Tema subiría y delicadamente haría que el joven cállese y así todas lo atraparíamos con la manta para que no se lecciónace, bueno no demasiado, que puedo decir fue la mejor de las ideas. En cuanto la manta estuvo lista mi rubia amiga desplegó sus alas y en cuanto estando arriba le empujo así sin mas haciendo que cállese estrepitosamente, pero por suerte logramos atraparlo.

— ¿Que entiendes por delicado? — ironice mirando a mi amiga.

— Que — me miro como si nada — no ves que el muy idiota esta despierto — comentó mientras descendía.

— Y esa es tu excusa por casi matarlo — comento la de orbes azules.

— Tu lo estabas picando con un palo — le miro ofendida.

— Pero eso no lo iba a matarlo haciendo eso — contrarresto.

— Chicas ya párenle, luego pelean — comento tranquila la de orbes negros tratando de calmarlas.

— ¡Tú no te metas! — gritaron ambas.

— Ya enserio párenle — grito mí amiga la pandita y ambas hicieron un mohín pero serraron la boca.

— ¿Te encuentras bien? — trate de sonar lo mas amable que pude y este tan solo nos miraba entre extrañado y asustado, genial otro que se va a espantar — no te haremos nada — enfatice mirándolo — ven déjame verte el brazo — comente y comencé a revisarlo, no era nada del otro mundo solo una torcedura, acomode el hueso en su lugar y el ahogo un gemido de dolor aplique un poco de energía curativa ya solo me faltaba vendarlo, mire hacia todos lados sin dar con que vendarlo, observe a temari la cual tenia una pañoleta amarrada al cuello perfecto eso me serviría.

— Tema préstame tu pañoleta — comenté estirando la mano.

— Eh ¿Para que lo quieres? — comento entregándomelo.

— Es para vendarlo — ella iba a refunfuñar pero mi mirada hablo por si sola — con esto estarás bien — comente — ¿Puedes caminar? — inquirí y este asintió poniéndose en pie — Hinata, Matsuri podrían llevarlo con el azabache — pedí y estas asintieron y ayudaron al castaño a caminar hacia su amigo.

Luego de eso nos encaminamos por el bosque siguiendo unas pisadas que se dirigían al acantilado de la isla y al parecer el dueño de ellas estaba sangrando por las pequeñas gotas que se formaban.

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ώώ NARUTO ώώ

Rayos masculle bajito no podía hacer nada por el y eso me molestaba, asome nuevamente la cabeza por el acantilado hay se encontraba mi peli-rojo amigo, sosteniéndose con ambas manos de una rama la cual no estaba seguro de cuanto tiempo aguantaría, además de que se encontraba herido en la cabeza y no sabia con certeza que tan grabe era, ya que estaba algo lejos de mi había intentado sacarle pero estaba demasiado lejos y la sangre que perdía por la herida de mi pierna empezaba a debilitarme, observe detenidamente el lugar me encontraba en un enorme acantilado al cual no podía verle fin, del otro lado un espeso bosque por el cual había llegado tras despertar sobre una roca de la cual bajando conseguí lastimarme el pie.

No tenia la menor idea de donde estaban los demás y menos si se encontraban bien cosa que de verdad esperaba, al parecer estamos en una isla o eso creo y valla saber si hay alguien aparte de nosotros aquí, giro mi rostro con dirección al bosque del cual acabo de escuchar unos sonidos, son voces, tal ves sea alguno de los chicos, fijo nuevamente mi mirada en Gaara.

— Tranquilo amigo te sacare de hay — mencione regalándole una sonrisa — solo resiste un poco mas.

— Bien pero no te vallas a lastimar mas — comento con su inconfundible tono de vos.

— Chicas encontré a alguien — escuche la vos de una joven y al instante gire mi rostro, quede petrificado ante lo que vi eran cuatro chicas muy lindas, que si no fuera por las orejas y cola serian totalmente normales era algo muy extraño y no lo niego sentía un poco de miedo en mi interior.

— ¿Estas bien? — me pregunto una castaña que tenia las orejas de un panda.

— Eh si — balbuce — Gaara — susurre recordando a mi amigo, el necesitaba ayuda ya después averiguaría que eran ellas — mi amigo necesita ayuda — comente señalando el acantilado.

— Bien — me sonrió para luego ver a sus amigas — Saku el necesita ayuda mira su pierna — comento a una peli-rosa con orejas de gato — y Tema su amigo esta en el acantilado debemos sacarlo — le informo a una chica que parecía ser la mas normal ya que no le vi rasgos de ningún animal.

— De acuerdo — comento la rubia y ambas se dirigieron al borde del acantilado — descuida te sacaremos — comento para después emprender vuelo con unas alas de mariposa que le salieron de la espalda.

— Auch — me queje la de cabellos rosa se encontraba curándome cosa que me estaba doliendo demasiado.

Observe como la rubia sacaba del acantilado a mi amigo colocándolo a un costado de donde me encontraba yo, le observe y este me sonrió aunque creo que estaba tan asustado como yo solo que el sabe ocultarlo mejor, luego de curarnos a Gaara y a mi dos de las chicas nos guiaron hacia la playa donde se encontraban Shikamaru y el teme ambos bajo la sombra de un árbol, nos miramos y solo sonreímos como gesto de saludo, no se si seria por cansancio o por el hecho de que las jóvenes estuviesen hay con nosotros fue que no conversamos, pero todos hacíamos lo mismo, observarlas detenidamente.

Habían dos jóvenes que no había detallado una era una castaña con orejas y cola de ardilla y la otra era una blonda de cabello azulino con unas orejas y cola de conejo, sus ojos eran perlado y tenia una dulce sonrisa en el rostros, por un segundo sus ojos chocaron con los míos y un tono carmín adorno su rostro, cosa que me pareció adorable. Al poco tiempo volvió la rubia con Sai el cual tenia un brazo vendado, poco después apareció con Neji este solo estaba herido en un hombro y pasado un poco mas de tiempo, volvieron ambas junto con Itachi el cual no podía caminar ya que tenia la pierna derecha y el brazo izquierdo vendados, al parecer fue al que peor le fue, no paso mucho para que se formara un incomodo silencio mientras nosotros nos dedicábamos a mirarlas detenidamente como si así aclaráramos todas las dudas que tenemos mientras estás conversaban bajito entre ellas.

ώώ AUTORA ώώ

La incomodidad se podía notar en el ambiente y la tensión era tal que se podría cortar con unas tijeras, las dudas por parte de ellos eran demasiadas y la incomodidad de ellas al sentirse observadas era igual, las chicas se levantaron de su puesto y se acercaron tomando asiento en frente de ellos a menos de un metro de distancia, alguien debía cortar la tensión pero el problema interno de cada uno era ¿Quién hablaría primero?

— ¿Podrían decirnos donde estamos? — pregunto el azabache mayor para romper el hielo.

— En nuestra isla — respondió la rubia de ojos azules.

— Ya veo y perdonen la indiscreción ¿Pero que son ustedes? — inquirió haciendo la pregunta que todos querían hacer.

— Pues… — murmuro pensativa — ¿Qué venimos siendo nosotras? — pregunto a sus amigas las cuales cayeron al estilo anime con una gotita en la cabeza.

— Hay Ino — murmuro Matsuri mientras esta sonreía forzosamente.

— Pues somos personas normales como ustedes — menciono la de ojos esmeralda — es solo que fuimos hechizadas desde pequeñas y por eso somos así — aclaró mirándolos — pero tranquilos que como le dije a su amigo azabache, no pensamos comérnoslos ni nada por el estilo — comento burlona.

— Ya veo — murmuro el castaño mientras observaba detenidamente a la azabache — tu ¿Cómo te llamas? — pregunto mirándola.

— Eto…yo — le miro y este asintió — Hina…Hinata — comento nerviosa.

— Hinata — repitió meditándolo — ¿Hyuga? — inquirió y esta asintió — eres la hija de Hiashi el rey del paraíso plata — menciono como si hubiese descubierto América.

— Si… ¿Qué pa…pasa con mi pa…padre? — inquirió asustada.

— Nada es increíble te han tenido todo este tiempo aquí — comento acercándose a ella — como pudieron encerrarte aquí y solo por ese estupido hechizo — menciono con rabia, su madre le había comentado sobre su prima la cual estaba viviendo en otra parte, el había deseado conocerla nunca fue muy sociable y con su prima Hanabi nunca se llevo bien, había deseado conocer a alguien de su familia que fuera de su edad, alguien que le enseñase a no ser tan reservado y lo habían privado de aquello, sentía rabia de que le hubiesen mentido y mas de que hubiesen aislado a su prima de esa manera tan poco civilizada, como si fuese un objeto y no una persona.

— Tu ¿Quién eres? — menciono al verlo tan cohibido

— Me llamo Neji — le miro directamente a los ojos unos ojos iguales a los suyos solo que mas tiernos — Neji Hyuga tu primo — menciono con su todo de vos serio y firme.

— ¿Primo? — repitieron todos atónitos.

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Avanzo sigilosamente a través del pasillo procurando hacer el menor ruido posible, respiro profundo antes de tocar la puerta, tras recibir un pase desde el interior la abrió lentamente asomando su cabeza al interior de la habitación, su maestra se encontraba leyendo.

— Ah Temari ¿Qué pasa? — pregunto desde el interior una voluptuosa rubia.

— Nada en especial, solo venia a decirle que ya acabamos lo que nos pidió — menciono mientras hacia una seña con su mano la cual se encontraba tras su espalda.

— Me parece estupendo, dile a las chicas que ya pueden dedicarse a hacer lo que les plazca — menciono de manera desinteresada — pero sabes que no me gusta que estén hasta tarde fuera de la casa — replico mirándola firmemente.

— Claro, hasta la cena — menciono antes de cerrar la puerta, apoyo la espalda sobre esta y suspiro audiblemente.

Se alejo poco a poco de la puerta y pudo observar como sus amigas apenas iban en la mitad de las escaleras subiendo a los muchachos, corrió para ayudarles ya que al parecer se les resultaba complicado subirlos sin hacer ruido alguno y mas porque estaban heridos, se encamino hacia ellos y comenzó a ayudarles la ultima era Hinata la cual vigilaba que nadie las descubriese, todo marchaba según el plan, unos pasos mas y todos desaparecerían de las escaleras pero…

— ¿Hinata? — inquirió una joven de cabello rojo y ojos miel, se encontraba vestida con un típico uniforme de mesera y traía su cabello recogido en una coleta de lado.

— Tamiko — susurro la blonda y luego de aquello se escucho un fuerte estruendo.

— Hay no — exclamo la rubia mientras se mordía el labio inferior.

— Ino como pudiste soltarlo mira nada mas lo que hiciste — exclamo la de orbes esmeralda mientras todos observaban la escena, el hecho de que Tamiko las hubiese asustado ocasiono que la rubia soltase a Itachi el cual al tener su pierna rota no pudo mantenerse en pie y callo de bruces por las escaleras aterrizando sobre la pobre peli-roja.

— Auch que daño — menciono abriendo sus orbes miel encontrándose con unos negros muy cerca de los suyo — ah — exclamo aterroriza y le empujo asiendo que este cállese de lado, definitivamente este no era su día — gomen — se disculpo ayudándole a ponerse en pie — ¿Chicas quienes son ellos? — inquirió mirándolas.

— Pues…

— ¿Qué fue eso? — se escucho la potente vos de Tsunade.

— Hay Dios, Tami te prometo que luego te explicamos todo ahora distrae a Tsunade antes de que nos maté a todos — habló la de orbes azules mientras con Hinata subía a itachi.

— Tamiko ¿Qué sucedió? ¿Por qué tanto ruido? — pregunto mirándola seriamente.

— No pasa nada Tsunade-sama solo me tropecé gomen — se inclino levemente.

— Bien ten mas cuidado — le miro con algo de duda para después retirarse hacia su despacho dejando a la otra con el corazón en la boca.

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El silencio adornaba el comedor, las 6 jóvenes se encontraban sumidas en sus pensamientos recordando los hechos del día que estaba culminando, aun no sabían como era que aquellos jóvenes habían dado con la isla, sus mentes se abrumaban y no tanto porque ellos estuviesen allí sino por las emociones que experimentaron a causa de ellos. Habían roto infinidad de reglas al mantenerlos ocultos en el ático de la casa, no querían ni imaginarse lo que su maestra les pudiese hacer si llegaba a enterarse, como rayos habían dejado que todo aquello pasase aunque en parte sentían un poco de lastima por ellos y quien no si se encontraban heridos y en una isla donde no conocían a nadie, cualquiera les ayudaría en un caso como ese.

Culminando la cena cada una dio las gracias y se dirigió hacia su habitación, debían de encontrar alguna clase de prendas para prestarles ya que si continuaban con esa ropa mojada podrían resfriarse.

ώώ HINATA ώώ

Ingrese a mi habitación la cual se encuentra decorada con tonos lila, me dirijo a mí armario dudo mucho que tenga algo que pueda servirle a algún chico, pero es mejor intentarlo. Suspire luego de haber revolcado todo mi armario, el día si que había sido agotador e inesperado, tantos hechos nuevos y pocos de ellos ya lograba asimilarlos.

No podía creer que Neji fuese mi primo aunque tiene sentido que nunca hubiese sabido de el, desde que estoy en esta isla ósea desde que tengo uso de memoria mi padre solo me ha visitado una o dos veces y la ultima de ellas fue en la que me presento a mi hermana a la cuál parezco no a agradarle y no la culpo, es normal me ve solo como un mostró al igual que el resto de las personas, mi madre solía visitarme con mas frecuencia a ella de verdad que la extraño y con toda el alma desearía estar a su lado mas estoy confinada a vivir en esta isla. A pesar de todo me alegra que Neji hubiese llegado aquí supongo que será por obra del destino, sea como sea me alegra haberlo conocido, al parecer el no me considera un monstruo o eso considero yo, supongo que tendré que conocerlo un poco mas para estar segura de ello.

Tomo entre mis manos lo único que pude rescatar de mi armario unas bermudas blancas y una polera negra con una calavera púrpura en medio de esta, supongo que esto servirá ya que la polera me queda enorme y las bermudas algo anchas; antes de abandonar la habitación me doy un rápido duchazo y me coloco mi pijama que es un buzo de color lila con unos shorts a media pierda de color negro recojo mi cabello en dos coletas bajas y acomodo mis orejas y mi cola las cuales se esponjaron a causa del baño. Tomo las prendas al igual que unas mantas y mi bolsa de dormir, abandono la habitación con dirección al ático, en el camino me topo con Matsuri que al igual que yo lleva su pijama puesto una camisa de tiras y un short ambos de color rojo con pepas blancas, me sonríe y observo que también encontró algunas cosas útiles, subimos por la pequeña escalera en forma de caracol y tras abrir la puerta de madera ya nos encontrábamos en el ático.

Observe detenidamente se encontraban todas menos Sakura, me acerqué a las chicas y nos pusimos a conversar, pasados unos 10 minutos ingresaron en la estancia Sakura y Tamiko ambas con dos bandejas en las manos, una llena de sanwuiches (No se bien como se copia gomen ^^||) y la otra con una jarra llena de jugo y algunos vasos, ambas avanzaron y dejaron las charolas en medio de la habitación, nos hicieron una pequeña seña y todas nos pusimos de pie justo al lado de ellas.

— Bueno chicos creemos que con esto será suficiente para que ustedes cenen — comento la peli-roja sonriendo ya no traía su uniforme sino que llevaba su pijama una igual a la mía solo que de color azul marino, Tami es una gran amiga nuestra a pesar de ser una de las que ayuda con los deberes de la casa se crió junto con nosotras y es de la misma edad que Tema.

— Deben tener en cuenta que somos chicas y es obvio que nuestra ropa no les servirá de mucho a ustedes — comento Tenten — hicimos lo mejor que pudimos y estas son algunas prendas que creemos les podrían servir — comento antes de llevarse un trozo de bambú a la boca pobre a toda hora tiene que comer de eso, aunque la entiendo a mí me pasa lo mismo con las zanahorias.

— Sabemos lo que están pensando, pero sino se cambian pueden resfriarse — aclaro Sakura al ver que todos ponían cara de “yo ni muerto me visto como niña” — en el baño hay algunas toallas e Ino acabo de dejar toda la ropa que les trajimos — suspiro — ahora quiero que entren al baño y traten de acomodarse con lo que hay allí, mientras que nosotras les organizamos algo en lo que puedan dormir — ordeno seriamente.

— ¿Qué te hace pensar que te haremos acoso? Ni que estuvieras a cargo — menciono el azabache de manera arrogante, grave error.

— Mira como quiera que te llames — comenzó mi amiga y se le notaba un tanto irritada.

— Sasuke — corrigió el.

— Bueno Sasuke, en primera están en nuestra isla, heridos y les estamos ayudando así que no creo que estés en condiciones de exigir — le miro de manera seria — así que mejor acóplate a lo que decimos porque sino…

— Sino ¿Qué? — se levanto de su puesto — ¿Qué harás? O es que acaso me piensas aruñar ga-ti-ta — ironizo de manera burlona y pude ver como a mi amiga le brotaba una vena en la cien.

— Créeme no saldrías vivo luego de un aruñetaso mió — menciono mientras delineaba con una de sus garras el cuello de éste dejando una pequeña línea roja — así que mejor has caso — sentencio mientras se daba la vuelta mas éste la retuvo por la cola.

— Tranquila fiera no valla a ser que te erices — menciono con vos seductora mientras la acercaba a él, de verdad empezaba a asustarme Saku puede ser muy peligrosa cuando se enojaba y mas cuando alguien no le hace caso.

— Suéltame baka a menos de que quieras que te rebane — hablo claramente irritada.

— Ya Saku cálmate el solo quiere provocarte — la aparto Tema antes de que algo sucediera — y ustedes podrían hacer caso.

— Ya problemática relájate — comentó un castaño desde le suelo.

— Mira vago levántate antes de que se me acabe la paciencia — refunfuño molesta y volví a temer por ellos, el fuerte de mis amigas nunca a sido la paciencia y ellos eso parecían no entenderlo.

— Eto…chicas podri…amos apúranos no sea que Tsunade se de cuen…cuenta de que estamos aquí — propuse y la cara de mis amigas se torno pálida por el simple hecho de mencionar a nuestra maestra.

— Tienes razón — dijo Ino mientras comenzaba a organizar una bolsa de dormir seguida por el resto de nostras, observe como los chicos al fin decidían ingresar al baño.

ώώ MATSURI ώώ

Sonreímos victoriosas ahora el ático parecía toda una habitación de huéspedes, habíamos esparcido a lo largo de la habitación las cinco bolsas de dormir y con algunas mantas y una vieja colchoneta que encontramos organizamos una especie de cama en la cual cabían dos personas, tomamos asiento en el suelo y comenzamos a conversas de trivialidades mientras a ellos se les ocurría salir del baño, escuchamos el sonido de la puerta abrirse pero ninguna giro el rostro para verles.

— Chicos ya acomodamos sus camas, pero dos de ustedes deberán dormir junto... — la frase de la rubia quedo a medias.

Todas giramos para ver lo que había impactado tanto a Tema y quedamos igual que ella, uno a uno iban saliendo del baño, aguantamos la carcajada al observarlos de esa manera, yo suponía que nuestra ropa no les quedaría muy bien que digamos pero… parece que por mas que nos esforzamos no fue suficiente ya que ello se veían, como decirlo elocuentemente, se veían…

Bueno ojala les halla gustado y halla servido para enmendar mi GRAN ausencia jejeje aquí las preguntitas:

¿Les gusto? ¿Parte favorita? ¿Por qué?

¿Quién es el que quiere apoderarse de los paraísos? Aunque creo que es demasiado obvio en fin…

¿Quién creen que le puso el hechizo a las chicas? =?

¿Con que pareja quieren que comience la parte romántica de la historia?

¿Cómo creen que quedaron los chicos con la ropa de ellas? ¿Alguna idea de quien será el peor vestido? Acepto ideas… :P

Bien eso es todo hasta la próxima…

Sayo ♥ Besos

 

Hola lamento mucho al demora y creo que el cap les gustara aunque esta un poco flojo en fin ojala les guste…

"Tan cerca Tan lejos I Parte"

ώώ MATSURI ώώ

Sonreímos victoriosas ahora el ático parecía toda una habitación de huéspedes, habíamos esparcido a lo largo de la habitación las cinco bolsas de dormir y con algunas mantas y una vieja colchoneta que encontramos organizamos una especie de cama en la cual cabían dos personas, tomamos asiento en el suelo y comenzamos a conversas de trivialidades mientras a ellos se les ocurría salir del baño, escuchamos el sonido de la puerta abrirse pero ninguna giro el rostro para verles.

— Chicos ya acomodamos sus camas, pero dos de ustedes deberán dormir junto... — la frase de la rubia quedo a medias.

Todas giramos para ver lo que había impactado tanto a Tema y quedamos igual que ella, uno a uno iban saliendo del baño, aguantamos la carcajada al observarlos de esa manera, yo suponía que nuestra ropa no les quedaría muy bien que digamos pero… parece que por mas que nos esforzamos no fue suficiente ya que ellos se veían, como decirlo elocuentemente, se veían…



ώώ MATSURI ώώ

Todas giramos para ver lo que había impactado tanto a Tema y quedamos igual que ella, uno a uno iban saliendo del baño, aguantamos la carcajada al observarlos de esa manera, yo suponía que nuestra ropa no les quedaría muy bien que digamos pero… parece que por mas que nos esforzamos no fue suficiente ya que ellos se veían, como decirlo elocuentemente, se veían...

A mi parecer era divertidísimo verles vestidos de esa manera y la expresión de inconformidad y el rosa que adornaba sus rostros solo así que se me fuese más imposible ocultar la risa que amenazaba con salir de mi boca, le detalle a cada uno cosa que todas hicimos al mismo tiempo. el primero en salir fue el rubio del grupo traía una polera negra con una calavera púrpura que se forraba a su cuerpo y unas bermudas blancas que le quedaban como si fuesen unos shorts y al parecer era el único de ellos que no se sentía incomodo con la situación, tras él salio el castaño de coleta con una sudadera de color amarillo pálido que se ceñía a su cuerpo como una segunda piel y una camisa de manga corta de color azul eléctrico con un enorme corazón en medio de esta la cual le quedaba algo apretaba y estaba segura que si levantaba los brazos le quedaría igual a una ombliguera. Por otro lado el de ojos perla lucia un hermoso atuendo de cuerpo entero de color verde con un montón de pandas alrededor de toda la prenda, la cual le cubría desde la punta de los pies hasta el cuello, atuendo que por obvias razones pertenecía a Tenten, detrás de él salieron dos peli-negros el primero un conjunto de shorts y camisa sin mangas de color naranja y con unas letras negras en la parte trasera del short que decía “Super Star” ambas prendas se ceñían muchísimo a su cuerpo y la camisa le quedaba de tal manera que la mitad de su abdomen quedaba al descubierto, el segundo traía unos shorts púrpuras con una polera plateada que tenia en medio la palabra “Sexy” de color rojo y un enorme beso plateado en la parte derecha del short y a pesar de eso tenia una estupra sonrisa en su pálido rostro, tras esté salio el peli-rojo con ¡Mi pijama! que consistía en unos shorts rojos con muchas pepas blancas los cuales se pegaban a sus piernas y una polera de color blanco con una carita sacando la lengua y sobre esta se leía “Kiss me” en letras rojas, esta prenda se ceñía a su cuerpo y dejaba al descubierto la mitad de su bien trabajado abdomen, casi asiéndome delirar por mas cómico que se viera aun lucia irresistible, inrresin ¡Que! Por Kami como pude pensar eso apenas lo conozco, haber respiremos y concentrémonos en disfrutar este momento, solo falta ese tal Sasuke creo que así se llama, en fin la puerta del baño continuaba abierta pero el azabache nada que salía.

— Oye Sasuke ¿Qué pasa? — Inquirió Saku mirando la puerta — Vamos idiota sal de una buena ves — Expresó ofuscada y escuchamos un gruñido desde el interior.

Poco a poco el azabache fue saliendo del baño traía puestos unos shorts sumamente cortos de color arco iris, es decir, que estaba lleno de líneas cada una de un color a parte de eso lucia una camisa de manga corta de color rosa con corazones negros y la cual tenia una capucha, toda su ropa cortesía de mi querida amiga rosada, la cual al verlo salir del baño soltó una enorme carcajada y se acercó a el a paso lento casi felino y en cuanto le tuvo en frente sonrió totalmente complacida.

— Sasu-kun te ves adorable — Susurro con vos tierna y posando un dedo sobre el puchero que tenia en su boca — Es adorable verte totalmente humillado — Comento en tono burlesco mientras le colocaba la capucha la cual tenia dos orejitas y en estas unos cascabeles — Ahora si pareces lo que eres ose un baka — Sonrió mientras hacia sonar uno de sus cascabeles.

— Te odio — Mascullo éste totalmente rojo de ira.

— No te preocupes que el sentimiento es mutuo — Dijo restándole importancia — En fin nuestro trabajo aquí esta hecho así que nos vamos — Comentó antes de dar media vuelta.

— ¿En serio pretenden que durmamos así? — Replico el peli-negro de coleta.

— Bueno querido es eso o dormir desnudo — Respondió mi amiga Tamiko.

— Pues no es tan mala idea — Repuso con cierto tono irónico.

— Claro si eso piensas — Rió Ino — Aunque no se ustedes pero yo me lo pensaría dos veces digo, es como medio raro que un grupo de hombres duerman desnudos en una habitación — Enfatizó — Eso me suena como Yaoi.

— En fin si eso es lo que quieren duerman así — Comentó Tema.

— Pero por favor traten de no hacer demasiado ruido cuando hagan sus “cosas” — mencione y todas largamos la carcajada y ellos se miraban un tanto aterrados con la idea — que descansen — finalice antes de que todas partiéramos del ático.


ώώ AUTORA ώώ

Luego de aquel comentario las chicas se dirigieron cada una a sus respectivos cuartos antes de que su maestra notase que aun se encontraban despiertas a esas horas de la noche, por otro lado los chicos decidieron dormir con ropa, era mejor eso a que las chicas dudasen de sus inclinaciones sexuales, en fin la noche paso relativamente tranquila.

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Los rayos de sol daban de lleno contra su rostro, la mañana apenas daba sus indicios y ella ya llevaba bastante rato entrenado, por alguna extraña razón se había levantado de madrugada y al no encontrar nada que hacer decidió entrenar un poco, solo de esa manera mientras lanzaba patadas y golpes al aire podía hacer que aquella punzada desapareciera de su pecho, no comprendía porque de aquel amargo sabor en su boca, ni del incesante deseo por abandonar aquella isla. Era cierto que estaba cansada de aquel encierro pero nunca en todos los años que llevaba allí había sentido tal necesidad por salir al exterior, de algún modo sentía que decía salir de allí. Regreso de sus pensamientos cuando sintió una presencia cerca de ella, giro su rostro de manera discreta y pudo observar como el grupo de chicos caminaban entre los arbustos con dirección a la playa, decidió seguirles puede que así consiguiera reírse un poco mas, aunque se le hacia raro que tuviesen sus prendas puestas ¿Cómo habrían hecho para conseguirlas? Después de todo recordaba que Hinata las había sacado del ático y puesto a lavar, en fin eso no era tan importante.

Sujeto su castaña cabellera en una coleta mientras les observaba tomar asiento en la arena, todos se miraron como para cerciorasen de que nadie les observara y cuando estuvieron seguros de estar solos comenzaron con su reunión.

— Esto es una mierda — Comento el azabache.

— Tan poco es tan malo — Sonrió el rubio.

— Claro que es malo se supone que deberíamos estar en no se que isla buscando a la princesa, no aquí rodeados de chicas con orejas y cola — Hablo con tono neutral el peli-rojo.

— Tampoco es tan malo — Hablo Sai.

— Además no estamos seguros de que esta no sea la isla — Menciono el castaño — No se ustedes pero yo no veo mas islas por estos lares y es problemático y todo pero paso exactamente lo que el rey dijo que pasaría para encontrar la isla — Termino con un bufido.

— (¿Rey? ¿De que rey hablaran?) — Se interrogo así misma la castaña.

— Porque no les preguntamos a ellas — Sugirió Neji — Puede que sepan algo.

— Eso ni pensarlo — Hablo el de ojos onix — Luego de cómo nos humillaron jamás les pediré ayuda — Culmino cruzándose de brazos.

— Suena inmaduro pero mi Otouto tiene razón — Suspiro el de coleta — Hirieron mi orgullo y eso es algo que un Uchiha no permite.

— Pues queramos o no debemos pedirles ayuda, ya sea con lo de la princesa o con un barco para salir de aquí — Menciono el oji-azul.

— ¿Princesa? Puede que sea una de nosotras — Susurro en vos baja — dedo decirle a las chicas — Pensó antes de partir hacia la casa.


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Un abraso gigante y tratare de no tardarme tanto la próxima ves

¿Les gusto? ¿Parte favorita?

¿Cuánto creen que tarden los chicos en notar que ellas son las princesas?

¿Qué quieren que pase?

Bien eso es todo hasta la próxima…

Sayo ♥ Besos