¿Quien soy?

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Pire, 6 Mayo 2012.

  1.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

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    Título:
    ¿Quien soy?
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    982
    ¿Quién soy?
    esta es una historia que hace como dos años habia pensado y hasta ahora me decidi a plasmarla en papel y pues algunos lectores les gusto...me encantaria que me dijeran sus comenrarios constructivos, no destructivos acerca que esta pequeña historia de amor llena de drama :) espero que les guste..cualquier duda pueden prguntar.... besos
    los quiere
    -Risa-chan
    — ¿Hay alguien aquí? — el eco se oyó a lo lejos por todas partes — ¿hola? — pronuncié con una mueca en el rostro.

    No había nadie, me encontraba sola en ese lugar. Un paisaje triste y desolado estaba a mí alrededor. El cielo gris llegaba hasta el horizonte sin ninguna ave a la vista. Del suelo polvoso y árido- con algunas grietas- brotaban algunos arboles aunque no estaban vestidos; sus hojas se habían caído y no había rastro de ellas.
    Pero a pesar de eso se percibía en el ambiente un aura de tristeza, desesperación y hasta muerte.

    — ¿Do-donde estoy? — nerviosa susurré.

    ¿Qué era ese lugar? Forcé mi mente para tratar de recordar pero esta no me proporciono nada, estaba en blanco. Empecé a andar torpemente en ese lugar.
    Un trueno se escuchó por todos lados; perfecto ahora la lluvia arruinaría más mi situación. Mire al cielo esperando verlas nubes oscuras pero me sorprendí al notar el cielo sin una sola nube.
    El trueno sonó de nuevo, es cuando me percaté de que venia del suelo, la tierra comenzo a templar de una manera espantosa, mi ser se asusto que temia ser aquello que tanto deseaba que no sucediera. Cuando mire la tierra se abrió llevándome- sin poder evitarlo- al agujero que se había formado. La adrenalina corría por mis venas mientras el terror inundaba cada parte de mi cuerpo y en un auto reflejo empecé a gritar de pánico y desesperación. Agitaba las manos en busca de algo donde agarrarme sin embargo no encontré absolutamente nada.
    Miré hacia arriba donde aprecié una luz.

    —¡¡Alice!! — escuche una voz desesperada.

    ¿Qué era eso? Alguien me llamaba a gritos y de una manera protectora. Alguien que hizo que mi corazón intentara salirse de su lugar.

    Sin darme cuenta estaba sentada- con las piernas abrazadas-en plena oscuridad, me sentía triste, sola, perdida. No podía recordar nada ni a nadie. Mire a la oscuridad con la esperanza de encontrar a alguien que pudiera explicarme que era ese lugar y donde me encontraba; la desilusión me inundo al no ver a nadie. Cristales brotaron de mis ojos sin poder evitarlo.

    —Por favor… alguien… ayúdame— por alguna razón me sentía destrozada.
    Las lágrimas corrían por mis mejillas cuando oculté el rostro entre mis piernas esperando que esa pesadilla acabara, aunque sabía de antemano que todo eso era real.

    —¡¡Alice!! — de nuevo escuché la misma voz encantadora de tenor desquiciarse por la angustia.

    — ¡Despejen! — grito una voz desconocida para mis oídos.

    Entonces se hizo la luz. Desesperada abrí los ojos de golpe dejando que la luz entrara a mis pupilas, un sonido repetitivo sonó y mis parpados se cerraron dejando todo oscuro de nuevo.

    —Su ritmo cardiaco se estabilizó— especuló una voz ajena a mi.

    —Presión arterial normal— esta vez una voz femenina indico.

    Fue ahí cuando me sumergí en la inconciencia.

    Los parpados me pesaban así que hui de la opción de abrirlo, ese sonido repetitivo apareció de nuevo acompañado de algunos murmullos. Moví la mano en busca de algo, en eso tope con algo. Lentamente abrí los ojos y observe el lugar, cuatro paredes blancas limitaban esa habitación, cortinas evitaban que las luces del sol entraran al cuarto, baje la vista para ver que me encontraba postrada en una cama. Trate de mover un poco mi cuerpo- estaba incomoda en esa posición- en ese momento sentí una punzada de dolor y un sonido se me escapo de la boca. Esa fue como una alarma porque de la nada aparecieron demasiadas caras a mí alrededor, tal vez como veinte.
    Los gritos se hicieron presentes.

    — ¡Alice! ¿Cómo estas? ¿estas bien? Gracias a dios que despertaste ¿Cuántos dedos vez? — es todo lo que pude entender de todo lo que dijeron, o mejor dicho, gritaron.

    Unos sonreían, otros solo gritaban y algunos otros lloraban de alegría, me sentía ajena a todo eso ya que no tenia idea de absolutamente nada de lo que estaba pasando. Pero había una persona, la cual estaba mas cerca, que me llamo la atención completamente; me miraba con gran intensidad y se notaba un punto de agonía en esos ojos tan exóticos, pareciendo dos lunas. Se me acerco más y me sujetó la mano. La miré perpleja; ese simple gesto hizo que mi corazón se acelerará en mi pecho y que el color invadiera mi rostro, sentí algo extraño, como si algo hubiera faltado y al verlo desapareciera ese vacío.
    Difícilmente desvié mis ojos de aquellos tan hermosos y miré a mí alrededor.
    Comenzó a acariciarme la mano y un estremecimiento recorre mi columna, lo miré algo confundida y con un sonrojo que broto inevitable en mi rostro. Abrí la boca, lo cual alertó a toso en el cuarto, esperaban que pronunciara palabra alguna.
    Mire con intensidad al castaño que me tomaba la mano con delicadeza y protección.

    — ¿Quién eres? — pronuncie tan confundida.


    este es el primer capitulo... comenten plis :)

    Risa<3
     
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  2.  
    TheBlacksmith

    TheBlacksmith Desafortunado con suerte

    Piscis
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    Esto esta muy pero muy interesante, cualquier historia con buen misterio me gusta y esta me tiene bien enganchado, escribes muy bien solo tienes un par de faltas de ortografia pero nada grave, avisame cuando tengas conti la estare esperando.

    Bueno Frankling Benjamin fuera, paz
     
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  3.  
    Kei

    Kei Usuario popular

    Virgo
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    ¡Oh! Genial.
    Por un momento creí que era una versión de Alicia en el país de las Maravillas. Bueno... ¡Quien sabe!

    Este es un buen inicio y creo que merece continuación >:'D

    Ahora... Vayamos a los errores.

    Tu uso de los guiones no está del todo bien, ya que necesitan estar de un formato específico.

    Te corregiré un dialogo.
    Ya que no se dejan espacios entre los guiones y el dialogo, pero sí entre el dialogo y la aclaración. :B
    --------------------
    Cometes muchas faltas de acentos, con releerlo las puedes corregir.
    Aquí te las marco ya corregidas.
    Y hay más, que con releer se corrigen :3
    ----
    La trama estuvo bien, y el comienzo... ¡Qué decir!
    Pero ya te has tardado con darle un segundo capítulo, sólo espero lo hagas pronto.

    Muy bonito.

    Saludos~~~

    Kei.
     
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    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

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    ¿Quien soy?
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    Despertar

    El chico me observó y pude ver en sus ojos un dolor de lo más insoportable acompañado del mismo temor. Me soltó la mano como si se hubiera electrocutado.


    —Alice… ¿Qué es lo que recuerdas?


    Asustada miré a la rubia que había formulado aquella pregunta tan importante. Estrujé mis sesos en busca de una respuesta pero la ignorancia me inundó.


    —Recuerdo…no recuerdo nada— sentencié



    En ese momento todos me miraron muy impactados, no podían creerse eso tanto o más que yo, todo era tan confuso. Un rubio se me acercó.


    — ¿Alice recuerdas cuando nos conocimos? —formuló la pregunta aquel chico lo cual me dejo de lo mas confundida, en respuesta fruncí el seño.


    — ¡Noé, no recordará eso! Recuerda la excursión—dijo un castaño mirándome a los ojos con una seriedad, la cual creo, no iba con su rostro alegre.


    —O la ida a la playa— un chico raro mencionó aquello.


    Comenzaron a atacarme con preguntas, demasiadas, mi mente comenzó a trabajar mas rápido pero no ayudo en nada. Me asusté mucho al ver a tantas personas desconocidas y mas al no poder responder ni una de sus preguntas, un dolor punzante comenzó a atormentarme.
    Sin darme cuenta tenia a un chico muy cerca de mi rostro que tenia el cabello cortado como un tazón; en respuesta me hicé para atrás chocando con la almohada.



    —Mi hermosa flor de primavera, perdiste la memoria—abrazó al chico que antes tomaba mi mano — ¡Ian esto es una desgracia! — no jugaba al respecto, todo esto le afectaba tanto que vi lagrimas salir de sus raros ojos en forma circular.


    — ¡Quítate Tom! — lo empujó deshaciendo el abrazo y me penetró con la mirada, sus ojos recorrieron mi rostro en busca de algo.


    El ruido se hizo presente en la habitación, era un griterío, pero no prestaba atención a ninguno de ellos. Mi atención era completamente dirigida al poseedor de las dos lunas, se llamaba Ian por lo que escuche. Mi corazón se agitó en mi pecho al pensar en el nombre, eso fue de lo mas extraño.


    —Alice… ¿estas bien? —Ian me habló con esa voz de terciopelo mientras me miraba a los ojos.


    La vergüenza se apodero de mí ante aquella mirada a lo que baje la vista a las sabanas blancas con un rubor cubriendo mis mejillas.


    —Fi-físicamente s-si — apreté las sabanas de puro nerviosismo, tanto que me hacia tartamudear una respuesta.


    ¿Quién era ese chico que hacia enloquecer mi corazón? No podía entender nada. Por más que me esforzaba en recordarlo, en dar una señal en saber quien era, nada, ni una simple imagen me proporcionaba mi cabeza blanca y vacía. La frustración me invadió. Sin poder explicarlo me sentía completa, tan feliz alado de aquel chico.


    —¡¡Cállense!! —gritó una voz.


    Todos voltearon encontrándose a una pelirroja con una coleta de lado y una bata blanca. Los miró a todos, pareciera que los reconocía y apuntaba sus nombres en una lista mental.


    —Helen— pronunció una chica del cabello raramente rosado.


    —¡¡Lárguense todos, ahora!! —habló en voz alta y segura, la cual causaba tal miedo que me asusté aunque sabia que no se dirigía a mi persona.


    Los chicos se amontonaron en las puertas como una manada de venados huyendo de un implacable león hambriento y con aire terrorífico. Noté de reojo como aquella persona a mi lado esta a punto de irse, en un auto reflejo y con la agonía presente en mis ojos lo tomé de la mano evitando que siguiera avanzando. Me miró en ese momento a lo que yo solo puedo articular.


    —Quédate—mi voz sonaba estrangulada y se percibía un toque de dolor. El solo hecho de que se fuera y desapareciera me llenaba de dolor.


    Percibió algo en mis ojos, lo cual no supe que, que hizo que hiciera una mueca y tomara asiento en el mismo lugar donde había estado.


    —Bueno... Alice ¿Cómo te sientes? —dijo la doctora mirándome para luego acercarse a los aparatos que me rodeaban y estaban conectados a mi mediante cables y tubos.


    —Supongo que bi-bien—conteste un tanto asustada. Noté como checó mi intravenosa y el ritmo de mi corazón además de mi temperatura.


    Se acercó a mi y con una lamparita miro mis ojos buscando algo mal, sonrió, a lo que entendí que todo estaba bien, bueno, a sus ojos. Se viró para destaparme y tocar mí abdomen. Sentí una punzada de dolor y me moví incomoda tratando huir del dolor. Me destapo completamente para mirarme las piernas, oh genial, tenia un yeso.


    —Te nos pusiste difícil, pensamos que te nos ibas— sonrió al acercarse a mi rostro— pero gracias que no fue así ¿alguna parte que te duela o algún problema? — me miró seriamente y con un aire calculador.


    Claro todo esta bien, así, solo estaba el hecho que no recordaba absolutamente nada ¿Cómo podía decir eso? Las palabras no quisieron salir cuando trate de articularlas. Miré a Ian pidiéndole ayuda, sus ojos se posaron en mis rostros y vio algo que lo hizo suspirar.


    —No recuerda nada— habló tan seguro de si mismo que me dio envidia.


    La doctora se le quedó mirando asombrada buscando en esa declaración algún signo de broma, me miro al notar que no jugaba y su rostro cambio a uno completamente serio acompañado de algo mas que no pude identificar.


    — ¿Eso es verdad Alice?


    —Algo así —hice una mueca para luego solo asentir.


    —Esto es serio, algo anda mal —habló bajo a lo que supuse que hablaba para si misma— tendremos que hacerte unos estudios —anotó algo en una libreta para después dirigirse sin mas a la puerta, antes de salir solo se viro y apunto su

    muñeca dirigiéndose a mi acompañante.



    — ¿Qu-que fue lo que me paso?


    —Mm…te enteraras luego— miró a la ventada hasta que su mirada se perdió y estuve segura que ya no se encontraba ahí, bueno no su atención. Me quedé mirándolo, no quería interrumpirlo—luego…— agregó con la voz perdida, fue en ese momento que me miró y me arrepentí de eso.


    En esos hermosos ojos grises, se podía apreciar un insoportable dolor, tan horrible que dolía de verdad verlo, un escalofrío subió por mi columna y es cuando me pregunte ¿Cómo podía soportar aquello sin romperse en pedazos? ¿Cuál era la razón de un dolor que dejaba sin aliento a cualquiera? No podía ni imaginármelo. Sonrió en ese momento, pero solo por el exterior.


    —Descansa Alice…—miró las sabanas de mi cama ante su despedida—me tengo que ir—a paso lento se dirige a la puerta pero se detuvo quedándose clavado en el suelo.


    — ¿Te lla-llamas Ian? —pregunté con el corazón en la garganta, no quería que se fuera, eso me hacia sentir débil y abandonada.


    Se acercó a mí sin mirarme a los ojos, la comisura de sus labios estaba para arriba.


    —Si


    — ¿Volverás? —solté de golpe esperanzada ante aquella idea.


    Me sonrió y se acercó a mi rostro para observarlo. Mi corazón estaba muy inquieto en mi pecho, cabalgaba como un caballo en una pradera grande, estaba loco. Colocó sus labios en mi frente, esos labios tan suaves y delicados.


    —Claro


    Se alejó de mi lado, hacia la puerta y desapareció una vez fuera de la habitación.

    ¡No regreso! Estuve ingresada dos largas semanas en el hospital sin poder salir ni hacer nada y el simplemente no regreso desde aquella vez sin ni siquiera para avisarme.
    En todo ese tiempo me enteré de cómo llegue a ese lugar; tuve un accidente en auto en el cual fui a parar al hospital con una situación muy crítica, estaba muy delicada. Todo se torno tan peligroso que mi corazón se paro en el quirófano. Helen se desesperó pero a fin y al cabo logró regresarme a este mundo, mantenerme con vida, pero vaciando completamente mi cerebro, a tal grado que quedó en blanco.
    En esas dos semanas, eternas para mi, no logré verlo de nuevo. No entendía porque eso me causaba un gran dolor en el centro de mi pecho, todo era peor cuando todos mis amigos-según me dijeron- venia a verme a la hora de las visitas, solamente él no se volvió a aparecer por aquí.
    Día a día, de mi residencia en el hospital, esperanzaba veía la puerta de mi habitación para presenciar el momento en que se abriera y pudiera ver de nuevo esas lunas, todo aquel sentimiento moría al ver a mis amigos. Aquello nunca sucedió y enterré en una tumba aquella esperanza para que no lastimara cada vez que el desaliento ocupaba el lugar.
    Una semana pasó volando y junto a ella toda esperanza oculta que todavía albergaba en mí.


    Olí el aire fresco que entraba en la ventada en la cual asechaba la entrada del hospital, ese dia me daban de alta y no podía esperar a salir de ahí, no pude salir en todo ese tiempo por el yeso y resulto de lo mas asfixiante pero ahora era libre. Una amiga- Angie era su nombre- me ofreció a acompañarme a mi casa, lo cual fue un gran gesto de su parte. La vi entrar por la puerta y sonreí, ella me dedicó una sonrisa calida. Mis cosas ya estaban empacadas, por fin, Sali de ahí.




    Caminamos por la calle mirando a nuestro alrededor, todo me parecía conocido vagamente.
    Giré en el pasto del parque en el que estábamos y comencé a reír, todo lo malo que había reprimido en ese lugar se había esfumado y ahora me sentía tan tranquila, pareciera que era un pajarillo que emprendía el vuelo por primera vez, dejando el nido.

    Al llegar a mi casa me sorprendió encontrarla vacía, carente de gente. El dolor palpó en mi pecho al recordar lo que me dijeron en el hospital cuando pregunté por ellos; mis padres habían muerto un año atrás a causa de un accidente, dejándome huérfana. Mi vida empeoraba más y mas conforme recordaba y el tiempo pasaba.


    —Gracias por todo Angie


    —De nada Alice, no fue nada solo te acompañe y no te preocupes, Helen dijo que poco a poco iras recuperando la memoria —sonrió con algo de tensión, tal vez algo le preocupaba— cualquier cosa me tienes a mi y a las chicas si?


    —Claro, todos se han comportado muy bien


    — ¿Nos vemos mañana?


    —Claro que si, los extraño a todos—sonreí para luego acompañarla a la puerta.


    Cerré la puerta hasta que la perdí de vista. Entré a una habitación de gran tamaño con las paredes blancas con adornos de colores pintadas en ellas. Una cama amplia estaba pegada junto a la ventana y un escritorio frente a ella. Me recosté en la cama sin cambiarme por la pijama y sin darme cuenta me dejé llevar en las manos de Morfeo.


    ---------------------

    espero que les haya gustado este cap...acabo de corregirle los odiados acentos...awww los detesto...soy tan mala en ellos... espero que comente y me digan que tal con esta historia que es lo que mas ansio por saber awwww los quiero
    besos


    Risa-chan<3
     
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  5.  
    TheBlacksmith

    TheBlacksmith Desafortunado con suerte

    Piscis
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    Este capitulo esta de lo lindo!! tienes una narracion impecable aunque te equivocaste con par de cosas en la ortografia, la historia se vuelve interesante conforme se va narrando. Me pregunto porque ese tipo no habra regresado, no es educado dejar a una señorita esperando que yo sepa

    Espero pronto el proximo y no olvides avisar de acuerdo?

    Bueno Frankling Benjamin fuera, paz
     
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  6.  
    Stitch

    Stitch Voy sonriendo por ahí

    Acuario
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    ¡Hola! Bueno, la verdad que nunca se me ha dado por leer algún Fic de los "Originales"; no se por qué...pero siempre hay una primera vez para todo y, me alegra haber entrado a leerlo porque me encantó ^^
    Noté algunos errores pequeños pero nada grave, creo. La historia me parece prometedora y muy linda. Tiene ese toque dramático que me fascina, ¡amo el drama! Todo me da curiosidad; ¿qué habrá pasado por la cabeza de Ian para no volver? ¿Cómo serán las cosas con sus amigos ahora que ella no los recuerda? ¿Qué hacía antes de perder la memoria? Pobre chica, debe de sentirse destrozada con tantos interrogantes en la cabeza, pero todo se supera. Ya veremos que cosas le traerá la vida ahora que salió del hospital siendo que tiene que empezar todo "de nuevo", por así decirlo. Imagino lo genial que se va a poner cuando comiencen a llegar los recuerdos...
    ¡Ya me emocioné! Así que esperaré la continuación con muchas ganas. Espero y puedas avisarme cuando la la tengas ^^

    Muchas gracias por invitarme ^^
    Nos leemos ~
     
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  7.  
    VeckeFer

    VeckeFer Usuario común

    Libra
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    Hola! leí tus capítulos seguidos y la verdad me encantaron! no se porque se me dio por entrar a leer acá porque no leo muchos originales, prefiero el anime y manga, me alegro de haberlo leído porque me encantó!! pobre chiac, empezar sin memoria, es como empezar de 0 con tantos secretos y cosas que me intrigan.. y ese chico!! qquien será¡¡¡
     
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  8.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    ¡No puede ser!
    Me toqué la herida cicatrizada de mi abdomen mientras me miraba en el espejo de cuerpo que tenia enfrente mío. Ya no dolía al tocarlo como antes sucedía; me bajé la blusa tipo polo la cual era parte de mi uniforme junto con una falda azul pavo la cual alisé.
    Miré a la chica que me observaba fijamente en el espejo, fruncí el ceño al notar mi cabello suelto y largo llegar a mi cintura ¿Qué haría con el? Tenia que ir al colegio, hoy era el primer día de clases desde mi accidente, estaba nerviosa y ansiosa así que opté por hacerme una cola de medio lado ya que no supe que mas hacer; mi cabello caía encima de mi hombro quedando ondulado lo cual me agradó, sonreí y salí de ahí.
    Caminaba por las calles-frescas por la neblina- pensando que no sabia donde quedaba la escuela, me paré y miré a todas las calles. Una me resulté vagamente familiar y decidí ir por ahí; así hice con todas las calles hasta que sorprendentemente llega a la escuela. Entré un poco nerviosa al instituto, noté como todos me miraban con una gran curiosidad lo cual solo logré ponerme mas nerviosa y despistada. Subí las pocas escaleras para poder entrar a la escuela pero al no fijarme en mi camino choqué con alguien.

    —Lo-lo siento —dije rápidamente y arrepentida.

    —Ah, hola Alice. Que gusto verte de regreso —levanté la vista al escuchar mi nombre de aquella voz tan conocida— ¿andas perdida? Sígueme por aquí —aquella persona era mi doctora, eso solo me dejaba pensando—así, por si te lo estas preguntando soy la directora del instituto — agregó al verme confundida y siguió caminando a paso firme-seguro por los pasillos.

    Miraba todo lo que pasaba alado mio, los casilleros grises adornados de todas las maneras, muchas puertas correspondientes a los aulas diferentes de la escuela, un estante de cristal con trofeos ganados por los jugadores. Al fin Helen se detuvo enfrente una puerta azul.

    —Este es tu salón Alice, que tengas un buen día y no te esfuerces tanto —me dedicó una sonrisa para después retirarse.

    Tragué saliva al sentir la manija de la puerta en mi mano, algo recorrió mi cuerpo. Inhalé y exhalé mientras gire la manija. Todos aquellos que fueron a verme al hospital estaban en el salón platicando, gritando o tirándose bolas de papel; cuando me vieron entrar todos me sonrieron y corrieron a mi lado. Se alegraron de que ya estuviera de vuelta y me estrecharon entre sus brazos, hasta me cargaron- ese fue Noé-, entonces la campana arruinó todo y mis amigos desaprobaron aquello.

    —Alice este es tu lugar — habló sonriente Melissa.

    Las chicas me roderón cuando estuve sentada y me miraron de pies a cabeza, tal vez comprobando que ya me encontraba mejor.

    —Te ves divina —alagó Sara.

    —Gracias —avergonzada puntualicé.

    — ¿Ya no te harás tus conguitos?

    Entonces eso hacia con mi cabello. Un chico pronunció en voz alta que el profesor ya venia- creo que era Noé-, todos corrieron a sus asientos. En ese momento algo importante vino a mi mente y un sonrojo inundó mi cara. Me giré en mi asiento para mirar a la pequeña Angie que estaba atrás mio.

    —Angie…—la llamé avergonzada por lo que estaba por preguntar— ¿no esta en nuestro salón ese…tal-tal Ian?—el sonrojo se intensificó así que opté por desviar la mirada.


    —Alice… —me miró sorprendida—em…no, él no estudia con nosotros —iba a agregar algo mas pero frunció los labios haciendo una mueca.

    No tuve tiempo de pensar porque en ese momento la puerta se abrió, giré en mi asiento mirando al frente. Todos dieron los buenos días, incluyéndome; luego de asentar su portafolio el profesor levantó el rostro y mis ojos se encontraron con los de él.

    —Oh mierda —pronuncié levemente ¿pero que? No, esto era un error, ¡no podía ser! ¿Él era mi maestro? Me miro por un instante- rápidamente- de pies a cabeza y desvió la vista como si solo hubiera visto a un fantasma. Mi corazón enloqueció.

    — ¡Noé! Recoge lo que tiraste en el pasillo —ordenó el castaño.

    —Pero maestro… —el profesor lo fulminó con la mirada— esta bien.

    Se levantó y salió del salón susurrando algo que nadie alcanzó a oír. El poseedor de los ojos plateados miró a todos en el salón, era como un reconocimiento, una vista rápida.

    —Buenos días, ustedes ya me conocen soy Ian Crowl pero en este semestre les impartiré la materia de Análisis literario.

    Comenzó a hablar sobre las reglas en su clase y como calificaría las tareas para obtener la formativa. No podía dejar de mirarlo mientras sus labios se despegaban al hablar, se veían tan carnosos y suaves; sacudí la cabeza por las incoherencias que pensaba y también para tratar de borrar el sonrojo en mis pómulos. Parecía un maestro estricto pero había algo en el que lo hacia encantador.

    —Crowl lea la pagina 10 de su libro de texto en voz alta— eso me dejo pensando… ¿Crowl? Simplemente…no podía ser.

    La lectura trataba de un pedazo de las cumbres borrascosas, recordaba algo sobre aquella obra. Antes me decían que leía muchas obras, me la pasaba en la biblioteca y bueno, eso tuvo frutos. Mi amiga terminó de leer y tomó asiento en su banca; el Crowl se levantó de su silla.

    —Tienen 20 minutos para hablarme de la lectura.

    Todos empezaron la tarea pero yo decidí fijar mi vista en el, con la esperanza de que centrara sus hipnotizantes ojos en mi y me dedicara una sonrisa; a cambio de eso ni se percató de mi presencia, así que decidí concentrarme en cumbres.
    Le timbre sonó dando por concluida la clase a lo que el Crowl recogió las hojas de la tarea. Nos informó de sacar copias de la primera parte de las cumbres. El corazón me latía como loco mientras mis piernas- no sabia como se movían puesto esta temblando- se acercaron a su escritorio y me plante enfrente de él.

    —Ian… no volviste a verme— hice pucheros apoyándome en su mesa, estaba nerviosa y el corazón lo tenia en la garganta saltando de la esperanza.

    —No sé de que habla Asher, nunca le prometí nada… por cierto soy tu profesor así que limítese de hablarme por usted y no me busque por cosas insignificantes como estas.

    Ni siquiera me miró al decir todo eso, tomó sus cosas y lo vi salir por la puerta del salón. Mi corazón se detuvo en ese momento mientras las palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez. Las piernas me flaquearon y la ira recorrió todo mi cuerpo hasta que los ojos me picaron, las lágrimas amenazaban con salir ¿Cómo pudo hablarme así? Fue…tan cruel, frio, inhumano; la imagen del Crowl besándose en la frente se rompió.
    Las chicas se me acercaron de todas las direcciones, había olvidado que estaba en un aula y que tal vez había sido vista por todos mis amigos en el momento en que me acerqué al profesor.

    —Alice ¿te encuentras bien? ¿Qué te dijo Ian?—habló una Melissa refunfuñando.


    —Es, solo…el profesor…nadie me lo dijo—mi voz iba y venia; no podía concentrarme en nada. Sonreí con el alma destrozada y regresé a mi asiento, noté como las chicas me seguía.

    —Alice, no te pongas mal— la Crowl dijo dulcemente tratando de reconfortarme.

    — ¿Cómo que no se ponga mal? Tu primo es un idiota Angie—Sara contradijo a la pequeña del grupo.

    Reaccioné ante aquellas palabras y como si algo en mi cabeza se encendiera me di cuenta. Miré a la mencionada ¿es que los secretos seguirían? ¡¿Que mierda pasaba?!

    — ¿Tu-tu primo?—mencioné absorta en esas palabras.


    —Si Al, Ian es mi primo— arrepentida de no habérmelo dicho bajo la mirada.

    —Bueno, ya cálmate Alice… ¿Qué tal si hacemos una reunión en casa de Angie para charlar un rato?—Melissa tomo ventaja mientras una sonrisa adornaba su rostro.


    —Si quiere chicas, por mi no hay ningún problema—dulcemente Angie aceptó.

    —Hoy en la tarde chicas— Rosa sonreía triunfalmente, se parecían tanto ella y Melissa que tal vez por eso sus personalidades chocaban mucho- presencie esto un día en el hospital- pero se reconciliaban de inmediato.

    La campana dio final a aquella clase tan espantosa –historia- la cual me dejó un mal sabor de boca y de corazón. La clase que prosiguió era de…no alcancé a oír que materia esa puesto ya no me encontraba ahí. Mi cabeza fue ocupada por aquel lugar oscuro donde inicio todo esto, aquella oscuridad densa que me absorbió y la cual se me hacia muy tentativo regresar, supongo que era mejor esta ahí. Todo lo que creía hasta ahora no fue verdad; el Ian que pensaba conocer era una mentira, hasta ahora podía ver la clase de persona que realmente era, un hombre sin sentimiento alguno, un patán.
    Sin siquiera darme cuenta las horas fueron pasando hasta que la ultima campana del día sonó dando final a mi primer día de clases en una escuela la cual no recordaba.
    Caminé rápido a mi casa, tenía que preparar mis cosas para ir a casa de Angie se suponía que haríamos la tarea entre todas pero, todos sabían a cierta ciencia que no vas a casa de una amiga solamente por un trabajo. Suspiré mientras caminaba a mi casa, mi mente se encontraba en otro lugar ajeno a este mundo, no tenia idea de nada en absoluto, ni siquiera sabia quien era. Todo era tan confuso, en el hospital por mi cabeza paso la loca idea de que Ian y yo…bueno, éramos, estábamos juntos pero ahora pude abrir los ojos y darme cuenta que solo eran fantasías mías, solo era una alumna mas para aquel maestro frio y calculador. Algo se prendió en mi cabeza y noté algo realmente obvio, un profesor no se preocupaba de esa manera de una simple alumna, los ojos del Crowl mostraban un gran dolor al verme tendida en esa cama; suspire, eso solo revolvía mis pensamientos.
    Un ruido me sacó de mis pensamientos, mi cabeza giró instantáneamente sin siquiera pensarlo y entonces vi aquella luz acercarse rápidamente, cerré los ojos en el momento en que escuché los neumáticos acercándose.
    Mis parpados se abrieron involuntariamente permitiendo que la luz entrara a mi cabeza muy rápido; un dolor insoportable acompañado de punzadas lleno mi cabeza, parecía que iba a explotar sin poder evitarlo comencé a gritar tomando mi cabeza con las manos y cayendo de rodillas al suelo. Un golpe seco y preciso, parecido al de una pelota de beisbol, atravesó mi cabeza trayendo algo a mi mente.


    **************************************
    — ¡Es mi vida, no tenían que haber reaccionado de esa manera!

    — ¡No nos grites así jovencita! Solo nos preocupamos por ti, queremos lo mejor para ti.

    — ¡Déjenme, los odio!— ellos me miraron absortos ante aquella respuesta tan cruel que salió de mi boca; debido a mis palabras no lograron ver el auto que salió de su carril y la luz se estrelló contra nosotros
    ********************************

    Como si hubiera salido del mar luego de haber estado en el agua mucho tiempo, tomé aire rápido, mi pecho y pulmones estaban agitados. Abrí los ojos como si pudiera ver por primera vez, como si hubiera estado ciega y viera el mundo desconocido a mí alrededor, noté como estaba sentada en el piso sobre mis piernas y sostenía mi peso con mis brazos en el suelo.

    — ¡Oye tu, tonta! —aquella voz tan conocida entró por mis oídos pero no le presté atención alguna.

    Ese…ese recuerdo, aquel que hace un minuto había recuperado; la muerte de mis padres, el simple hecho de querer pensarlo llenaba de un dolor insoportable mi pecho hasta dejarme sin aliento, mi corazón chocaba contra mis costillas queriendo que el dolor me consumiera. De reojo vi como alguien se encaminaba hacia donde estaba sentada y se agachaba hasta quedar a la altura de mis ojos, me tomó la barbilla con su mano tiernamente y la levantó para poder mirar mi rostro.

    —Alice…—articuló con los ojos abiertos por el horror— ¿qué te sucede?—por un momento pensé que le importaba.


    En aquel momento en que lo miré noté que lagrimas salían de mis ojos sin permiso, los sollozos salieron de mis labios y repentinamente él me estrecho en sus brazos mientras me acariciaba el cabello.
    Poco a poco logré controlar eso que me presionaba violentamente el pecho y me separé de su pecho, mojado por mis lágrimas, para mirar esos encantadores ojos. Detuvo su mirada en mi rostro lo cual causo algo dentro de mi, limpio delicadamente mis lagrimas y me aprisionó de nuevo entre sus brazos.

    — ¿Qué paso?— su voz sonada completamente diferente a aquella arrogante y cruel que me mostró hace poco en el salón; era aquella que siempre había oído, aquella que demostraba un sentimiento profundo y abrigador, entonces reaccioné y me di cuenta que esa voz nunca la había oído desde que desperté, pero, antes del accidente ¿era aquella que me dedicaba?


    —Recordé.

    Deshizo la prisión y me miró a los ojos directamente exigiendo una respuesta.

    —Recordé…la muerte de mis padres…

    No percibí cuando había aguantado la respiración pero ahora inhalaba y exhalaba tranquilamente.
    Me ayudó a levantarme del suelo quedando uno enfrente del otro, miraba algo en mi lo cual no supe que era. Al contrario lo mire y alcancé a ver algo en esos hermosos ojos nublados pero sacudió la cabeza borrando todo rastro de sentimiento en su rostro.

    —Ten mas cuidado Asher—me dio la espalda y cuando lo noté estaba adentro del auto.

    — ¡¿Porque me tratas así?!—grité enfadada y con cierto aire de confusión.


    Sin siquiera mirarme y menos responder aceleró en su auto y se fue pasando alado mio.
    Malditos seas Ian Crowl ¡no entendía ya nada! sus acciones, sus sentimientos, sus pensamientos, todo.
    Regresé corriendo a mi casa, tomé las cosas que pensé que nos servirían y me encamine a la casa de mi gran amiga.

    ___________


    E-era enorme, por aquella simple razón Melissa la sugirió, me sentía pequeña ante todo eso; no sabía que la familia de mi amiga era adinerada.
    Toqué el timbre con algo de nerviosismo y moví el pie inquietamente esperando a que alguien abriera la puerta. Una chica pequeña lo hizo, sus ojos grises me recordaron mucho a lo que decidí hablar.

    — ¿Esta Angie?—tímidamente susurré.


    Asintió con la cabeza y abrió la puerta para que entrara a la casa; así lo hice entonces me quedé parada mirándola un tanto avergonzada.

    —Esta en el comedor, a la derecha luego al fondo.

    Y sin más se retiró dejándome sola en esa casa. Asustada caminé al lugar donde la pequeña me había informado pero al llegar no había nadie y ahí me fijé de una luz prendida en un cuarto donde salían voces, no era de mi incumbencia así que decidí retirarme y esperar pero escuché su nombre.

    —Ian, ¡ella tiene derecho a saberlo! Es su vida, sus sentimientos.

    —Entiéndalo de una vez, es mejor de esta manera. Tanto tú como yo sabes que eso estaba mal, solo que no veía las cosas como en verdad era.

    — ¡No importa la edad!, se dará cuenta…podría buscar a alguien mas ¿no lucharas por ella?

    Abrí los ojos de asombro ante aquella pregunta. ¿Qué hacia el Crowl aquí? Hace un rato lo había visto, entonces surgieron esas preguntas que en verdad me importaban ¿de quien estaban hablando? ¿Acaso el Crowl tenia novia? Pude predecir la reacción del profesor mirando a otro lado sin prestar atención a su prima y/o alumna.

    —No, no lo hare.

    Esa negativa, sin saber el porqué, me dolió en lo más profundo. Esa frialdad en su voz, ash como la odiaba. Retrocedí ante el dolor de la navaja que se me había clavado en el pecho sacándome el aire y produciendo un dolor agudo; mis piernas temblaban y sin darme cuenta tire algo. Me sentí una intrusa, los nervios se apoderaron de mí dejando en blanco mi mente, no sabia que hacer. Avancé hasta quedar a la vista de los Crowl quienes me miraron asombrados.

    —Perdona…soy algo torpe con mis pies—reí sin ganas y puse una cara de inocencia tratando de que ellos no supieran que los había oído.

    Angie me sonrió y me dijo que pasara, eso hice y vi como el profesor regresaba a sus hojas. Lo observé no sabia por qué pero tenia esas ganas de fastidiarlo, como antes lo hacia. Me senté al otro lado de la mesa, enfrente de él mirándolo fijamente con una sonrisa en el rostro. Pasaron unos minutos cuando el Crowl suspiro sin quitar su vista de las hojas.

    — ¿Qué miras Asher?— su voz parecía exasperaba por algo, fue entonces que vi como Angie se retiraba de la cocina con una gran sonrisa.


    —Te miro a ti—sonreí con un sonrojo leve en mi rostro.

    Percibí vergüenza en mi profesor y me pareció ver algo de color en su rostro, una risa salió entre mis labios.

    —Me distraes, vete—admitió el orgulloso maestro en el momento en que escribió algo en sus famosas hojas. Hice unos pucheros al mirarlo, me levanté de la silla y le di la vuelta a la mesa quedando atrás del Crowl. Me acerqué a el por atrás y aceché por su hombro para descubrir que hacia.

    — ¿Qué haces?—curiosa pregunté tratando de leer las hojas.


    Mi respiración le rozó el cuello a lo cual él se erizó y ¿se sonrojo? Me ignoró e intentó tapar las hojas.

    — ¡Oye! Esa es mi tarea— suspiró y quitó su brazo de las hojas y prosiguió leyendo.

    Observé mi trabajo, en lo personal me había gustado, me espanté cuando un siete era la calificación de mi gran trabajo.

    — ¿Qué te pasa? ¿Como que un siete?—grité en su oreja y en auto reflejo él se espanto. Me alejé de él parándome a su lado y lo miré con el seño fruncido— ¡dime porque!


    —No estamos en clases como para que te de una explicación—fríamente contestó, como siempre, sonrió al mirarme a los ojos.

    ¿Ahora se burlaba? Esa reacción llegó a mi límite y la ira me invadió.

    — ¡No, dímelo ahora, no merezco un siete!—lo fulminé con la mirada— ¿Qué hice mal?


    —Todo, tu letra no me gusta, les dije de la lectura no de toda la obra, ya te lo había dicho y te lo repito desde el punto de vista del autor no del tuyo y por supuesto tiene faltas de ortografía— afirmó autosuficiente.

    — ¡Tuve que escribir rápido! Es mejor toda la obra a solo limitarme a una lectura, demuestra mis conocimientos, nunca me has dicho eso y uno que otro acento no mata a nadie—de defendí ferozmente.

    —Di mis reglas, no puedes cuestionarlas— parecía irritado pero su cara se iluminó con una dulce sonrisa y el sonrojo no se hizo esperar en la mía. Supongo que recordó algo— Tu terquedad es la misma.

    La cara me quedó roja y lo miré con la pena en el rostro, en aquel momento las risas estallaron y ambos miramos hacia la puerta. Las chicas estaban ahí disfrutando la obra.

    —Alice tranquila, Ian nunca pone diez—afirmó la líder del grupo.

    — ¿Qué?—la perplejidad cruzó mi rostro— ¿Ni a ti Angie?


    —Lo más que he sacado ha sido un nueve.

    —Eso es por arrogante—lo miré de reojo.

    —Alice—me asombró que pronunciara mi nombre, no lo hace siempre. Se levantó de la silla donde había estado sentado y es cuando lo miré. Traía puesta una camisa blanca que tenia desabotonada la parte de arriba que le hacia juego a un pantalón negro, el rubor regresó a mi rostro de nuevo desarmando mis defensas—compórtate o te pongo un seis.

    Ese simple comentario elevó de nuevo la rabia, abrí la boca para contratacar pero Erín me silencio tapado mi boca.

    —Alice si abres la boca te ganaras un cinco—habló la dura del grupo—No es bonito tenerlo, Ian te critica demasiado.

    —Vámonos—sugirió Sara para salirse del asunto.

    Me soltaron y se encaminaron fuera de la cocina, las seguí pero me detuve a medio camino y miré a mi adversario quien estaba de espaldas a la mesa mirando el suelo que había pisado.

    —si puse un diez una vez—la nostalgia se notaba en toda su voz, me miró y el dolor que se apreciaban me inundó a mi también, desvió la vista cuando yo abrí la boca y tomó asiento para seguir con su trabajo.

    Me quedé parada pensando en esa última frase pero no di con nada así que opté por sacudir la cabeza para sacarme la idea y salí del comedor aunque realmente quería quedarme.



    ______________________________________________________-

    chaaa!! que tal? espero que les haya gustado...me tarde en correguir muchas cosas pff el siguente cap me ha gustado en lo personal por una cosita... jajaja
    las cosas van pasando a su rinmo...que piensas que seguira ahora? awww
    espero verlos aqui, besos

    Risa-chan<3








     
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    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    Vaya por eso era lo de "me gusta el misterio", es una historia genial, mucho que que decir puesto que apena puedo comentarla hasta ahora, es muy fluida y tiene muy buena narracion, cada capitulo se le suman nuevas intrigas, cada vez que piensas que se resuelven otras, es tan genial que ese Ian Crowl con su arrogancia y todo a que ti si te pondria 10, muy bueno, que haya pronto una conti
     
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    TheBlacksmith

    TheBlacksmith Desafortunado con suerte

    Piscis
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    Esta historia me eta gutando aun mas, asi que ese era profesor, vaya que gran giro tan increible, ademas parece que lo que le paso a Alice ese Ian tiene algo que ver pero no lo dice, me pone realmente ansioso, ya quiero saber que es!! aunque ya me hago cierta idea de lo que haya pasado entre esos dos, espero la siguiente que casi no puedo esperar.

    Bueno Frankling Benjamin fuera, paz
     
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  11.  
    VeckeFer

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    Wi! me encantó!!! ese Ian es tan misterioso, que digo, todo es tan misterioso en la vida de Alice, que feo, espero que recupere sus recuerdos, en mi opinión, Ian y ella fueron novios y a ella es a quien puso un 10 una vez... suena tan tierno, un profesor y una alumna!!!!
    Me gusta tu misterio, tu trama y tu narrativa, no vi muchos errores, Ian me pareció un tierno.
    Espero que lo sigass
     
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  12.  
    Pire

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    Escorpión
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    ¿Quien soy?
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    5315
    Gracias por sus comentarios me hacen feliz ^^ bueno aqui les traigo el cuarto cap y hahaha frank creo que este lo encontraras gracioso...espero que te guste :) asi​
    las ****** significan recuerdos cada que los ponga es qe es un recuerdo​
    los ---------------------- son sueños asi que ya saben​
    Soy muy mala con los titulos pero es lo primero que se me ocurrio cuando lei de nuevo el cap sin mas preambulos aqui esta....​
    Admirador
    No es que fuera perfeccionista ni nada de eso, realmente era conformista pero no podía evitarlo. Mis notas no subían de siete en lo que concierne con la materia de Análisis Literario, me gustaba leer y hablar de ello por lo cual esa calificación era una infamia para mi, la frustración me inundaba. El profesor me proporcionaba razones mas estúpidas sobre porque esa calificación en mi hoja y aunque argumentaba lo mejor posible para que lo cambiara ese número permanecía intacto. Siempre daba lo mejor de mí y ¿Qué recibía a cambio? Un miserable siete.

    — ¿Alguien sabe el nombre de las dos familias de Romeo y Julieta? —lo dijo mientras escribía en el pizarrón el nombre y el trama de aquella tan conocida obra.

    Alcé mi mano con decisión y sin vacilar. Si él se negaba a ponerme una nota perfecta de manera voluntaria, perfecto, la ganaría como sea.

    — ¿Nadie?— anotaba un par de preguntas en el pizarrón sin siquiera mirar si alguien había alzado la mano —que decepción, les dije que leyeran.

    —Yo profesor —hablé ya enfadada de que me ignorara— son los Montesco y los caputetos.

    Terminó de escribir al cabo de un momento y se viró para dirigirme una fría mirada que provenía de esos ojos que poseía.

    — ¿No puedes esperar a que te de la palabra? Te crees la insoportable sabelotodo y para tu información esta equivocada, son los Montesco y los Capuleto, infórmate antes de decir respuestas tontas en esta clase.

    Apreté la mandíbula con todas mis fuerzas impidiendo que las lágrimas salieran de mis ojos, no, no podía verme de esta manera, si lo hacia solo mostraría que él había ganado y eso no era así.

    —Que cruel — alguien susurró en el salón.

    El me dio una última mirada y se viró para seguir escribiendo en el pizarrón, algo se apoderó de mí.

    —Idiota — dejé salir de mis labios arrastrando las letras de aquella palabra que la ira en mi interior había pronunciado.

    En ese momento el profesor se dio la vuelta y me miró con los ojos llenos de odio.

    — ¿No te gusta mi clase? — asustada lo miré manteniendo la mirada en su rostro percibiendo que apretaba la mandíbula, no pensé que lo había oído, apenas fue un susurro— ¿sabes que? Me estas haciendo perder el tiempo, ahora salte de mi clase —me miró cruelmente.

    El miedo acompañado de la vergüenza llenaba cada centímetro de mi cuerpo pero aun así me paré firmemente y salí de aquel lugar sin mirar a nadie, hacia el pasillo.
    Me apoyé en la pared y cubrí mi rostro con mis manos. Todo estaba tan mal, había empezado tan entusiasmada por obtener ese diez y al mismo tiempo asombrar al Crowl pero todo dio un giro y ahora me encontraba fuera del salón.
    Claro que no, no iba a perder en contra de mi arrogante profesor. Ese lindo Ian que conocí en el hospital que mostraba gran amor hacia mi y aquel con el que peleé hace dos semanas ya no existía y nunca lo había hecho.
    Tenia que ganarle en este juego, su juego; ahora estaba en desventaja y todo por estos estúpidos sentimientos que sentía hacia él que me controlaban pero ya no. Apreté mis manos y cerré fuertemente los ojos alejando aquellos tontos distractores de mi mente y encerrándolos en algún lugar. No olvidaría semejante humillación; ahora odiaba a Ian Crowl.

    La campana sonó indicando por fin que la clase había concluido, observé como los estudiantes de otras aulas salían rumbo al comedor platicando amenamente. Mantuve la calma cuando la puerta a mi lado se abrió dejando ver a mi profesor favorito, el cual al verme me dedicó una sonrisa de lo mas arrogante, me mordí la lengua para evitar que el notará algo, caminó, sin mirar hacia atrás, hasta desaparecer entre la multitud.

    — ¡Alice! —oí las voces de mis amigas leales llegar a mi lado y las miré perpleja.

    —Ian se paso de la raya esta vez, mira que hablarte de esa manera enfrente de todos, arrogante idiota —sonreí al oír esa palabra que tiempo atrás había dirigido a mi maestro, Erín tenia razón pero simplemente a mi ya no me importaba.

    Me puse enfrente de ellas con un movimiento dejando mis brazos atrás de mi cuerpo y les dirigí una sonrisa sincera y llena de alegría.

    —Vamos a comer chicas —me miraron asombradas mientras me di la vuelta y comencé a caminar hacia el comedor, entonces me alcanzaron muriéndose la risa por mis locuras y mi bipolaridad.

    Luego del almuerzo, que transcurrió de una manera divertida en que las chicas me contaron el tremendo catástrofe por el que nos habíamos vuelto amigas –resulta que estábamos todas en el parque y la lluvia se desató de una manera incontrolable lo cual hizo que nos topáramos pero la pelea empezó cuando una mancho a la otra de barro por correr y todas caímos en el charco de lobo enfrascadas en un ardiente pelea para terminar muertas de la risa- , entramos al aula donde ya se encontraba nuestro querido profesor Frankling mirando unos papeles en su escritorio. Toda aquella clase paso de una manera aburrida y tediosa, el profesor –alto, ya grande pero con unos sorprendentes ojos verdes, en su juventud podría notarse que era guapo- hablaba sobre las guerras mundiales que sucedieron el 19... Y algo, ya que me perdí en tratar de recordar esos calurosos momentos con mis amigas; cuando el timbre sonó nos dejo hacer una investigación sobre los sucesos mas destacados en estas fechas y su economía de los países involucrados. Miré mientras este tomaba sus cosas y se retiraba, ¿Cómo le haría para pasar los exámenes si siempre andaba en las nubes? Reí y salí de ahí hacia la las canchas de la escuela.

    En compañía de las chicas nos cambiamos en los vestidores mientras parloteábamos de cómo se veían los chicos con ese gran atuendo de deporte.
    Salimos para reunirse con su maestro de física –un hombre en buen estado físico pero para nada guapo- y como siempre comenzó con su discurso para luego condenarnos a dar vueltas en torno a toda la chancha para fortalecer nuestros músculos, ese tal Louis estaba mas que loco, al final de esa clase no podía sentir mis piernas y el simple hecho de moverlas parecía que se me iban a caer.
    Todo eso acabo con una pelea de agua – que empezaron los chicos, claro- hasta que el profesor se cansó de gritarnos y nos mando a cambiarnos.
    Y así fue para luego despedirnos cada una y dirigirnos a nuestras casas.
    Mientras recorría las calles con las piernas adoloridas comencé a recordar y una sonrisa se escapo de mis labios, ahora lo que mas me preocupaba era aquel examen sobre Romeo y Julieta –mis amigas me informaron de lo dicho por el maestro- que seria la próxima semana y claro que estaría lista para el.

    Terminé mi tarea mas temprano de lo habitual por lo que decidí sentarme a descasar y ver una película. Tenia un tazón de palomitas recién hechas en las manos mientras me dirigía hacia la sala pero me detuve en seco cuando una cosa reclamó mi atención.
    En un pequeño mueble se encontraba un portarretratos con una foto de nosotras, las chicas mirando hacia la cámara con una reluciente sonrisa que llegaba hasta los ojos, todas amontonadas parecíamos inseparables y lo éramos, teníamos doce años lo cual me asombró porque nuestra amistad ha durado tanto, según me dijeron nos conocimos cuando rondábamos los 10 años cada una.
    En ese momento una pelota de beisbol golpeó fuertemente mi cabeza haciendo que mis manos se asustaran tirando el tazón al mismo tiempo que caía al suelo con los ojos muy abiertos.

    ***************
    Sentí como el tiempo fue retrocediendo ante mis ojos para lo que a mi parecer fue un año. Era un fantasma en aquella habitación que reconocí como la de Angie, en ese momento mire al centro del cuarto y las vi.
    Aunque solo había regresado un año ahí se encontraban ellas, sus caras tenían un punto de inocencia pero estaba llegado a su fin, todas se reían y gritaban según ameritara la ocasión, fue entonces que me ubiqué en ese circulo.
    Tenia un chongo en mi cabeza lo cual me hacia ver muy chica y tenia en los ojos un brillo que parecía de lo mas inofensivo, un sonrojo se apoderó de las mejillas de mi yo pequeña y es cuando noté la botella girar en el centro de ellas. Apuntó a la noble de Angie que enrojeció de repente y todas la miraron con curiosidad.

    —Cada año jugamos este juego y lo saben pero las cosas cambiaron mucho, entramos a la prepa y con eso dimos en cuenta con esos lindísimos chicos…bueno basta de palabrería, ahora habla Angie, ¿Quién te gusta?

    Miré a la mencionada y abrí la boca cuando oí el nombre entre susurros, las chicas explotaron y empezaron a piropear a la pequeña del grupo.

    —Angie, no entiendo como puede gustarte el tarado de Noé, pero bueno cada quien con sus gustos.
    Seguía atónica al oír las palabras de Melissa, ¿Angie gustaba de Noé? Bueno un nuevo secreto pero no podía tragarlo. La botella giró de nuevo en el centro del círculo y se detuvo, para mi sorpresa, en mi antigua yo.

    —Alice, Alice, Alice… ¡ahora confiesa! ¿Quién te ha robado el corazón este año — exigió saber mi gran amiga Rosa mientras todas me miraban curiosas.

    De la nada me desaparecí y me materialicé en el lugar donde mi antigua yo había estado sentada hace pocos segundos, llevaba la misma ropa y el mismo peinado. El color subió directo a mis pómulos y los nervios se apoderaron de mí a lo que bajé el rostro mirando al suelo.

    —Si Alice, eres una chica difícil de conquistar, ningún chico en estos cinco años pero algo me dice —miró observando mis mejillas — que ya caíste ante alguien — Erín habló como si acabara de descubrir algo muy importante.

    Mi corazón estaba en mi garganta amenazando con salir, mi cara se sentía caliente pero todo era tan desconcertante, aquellos no eran mis sentimientos, bueno, lo fueron alguna vez. Sin pensarlo dos veces y con la decisión en mi rostro levanté el rostro y miré a mis amigas que tenían un toque de picardía en los ojos, en ese momento salió de mi boca bruscamente algo que no quería ni tenia pensado.

    —I-Ian Crowl.

    Bajé el rostro avergonzada en el momento en que todas gritaban y no salían de la emoción preguntándome todo tipo de preguntas sobre como sucedió; yo no salía de mi asombro, ese simple nombre removió en mi estomago algo, eso que había negado y del cual no podría escapar.

    ********************

    Me encontraba en el suelo aperlada de sudor por el gran recuerdo que acudió a mi cabeza, intentaba respirar con normalidad pero era imposible.

    —I-Ian Crowl —con la voz estrangulada apoyé mi frente en el suelo y cerré los ojos fuertemente; la cabeza latía molestándome.

    Mi corazón parecía un caballo salvaje puesto en libertad, oía sus latidos en mis orejas y como pude logré pararme y desplomarme en el sillón.
    ¿Qué había sido eso? ¿Un recuerdo o simplemente un sueño? Pero no podía ser un sueño porque aquella pelota solo me golpeaba cuando recordaba pero todo parecía como un sueño. Me molestaba todo eso, sentirme indefensa y no estar ni siquiera segura de lo que pensaba o lo que podía llegar a imaginar. Cerré los ojos frustraba pero estos comenzaron a pesarme y me dejé llevar.

    -----------------------------------------------------------------
    Otra vez me encontraba de espectadora pero aquella vez estaba en una completa oscuridad que no dejaba ver ninguna luz más, aunque no estaba sola. Dos personas discutían a mas de un metro de donde me encontraba, no se percataron de mi y yo no pude identificarlos con toda esa oscuridad; fue entonces que sus voces se fueron elevando –como si fuera un radio y alguien le subiera el volumen- y ahí fue que pude oír que pasaba.

    — ¿Crees que me importa la edad? ¡Te he demostrado que no!

    —Entiéndelo, los rumores han llegado a Helen, esto no es correcto.

    En ese momento un foco se prendió en mi cabeza al escuchar aquella discusión, lo había oído antes, claro que si, eran Ian y Angie peleando sobre aquella persona de la cual no oí nombre. En ese momento ellos adquirieron color y se vieron como los Crowl. La plática dio un giro y se transformó en eso que había oído aquella vez.

    — ¿Lucharas por ella?

    El silencio se hizo en que los primos se miraron fijamente hasta que los labios de maestro se despegaron.

    —No, no lo hare.

    Un dolor agudo y penetrante acudió a mi interior; el suelo desapareció de mis pies y empecé a caer en la penumbra.

    ---------------------------------------------------------

    Me golpeé la cabeza cuando llegué al suelo. Tendida en el suelo me quedé pensando en aquel sueño tan raro que había tenido pero la pregunta era ¿sueño o recuerdo? Sentí como el pecho me dolía al recordar esas palabras; una luz me dio en el rostro y es cuando decidí mirar la hora. Tomé mi celular que seguía en el mueble y lo miré. Eran las siete cuarenta y cinco, el alma huyó de mi cuerpo, me incorporé y corrí como loca por toda la casa para prepararme.
    Como pude estuve lista en menos de diez minutos, me aseguré que todo estuviera bien y salí corriendo de mi casa hacia la escuela. En la carrera recordé mi cabello, rebusqué en mi bulto hasta hallar una liga con la cual me hice una cola de caballo; estaba por llegar, miré la hora, solo quedaban unos minutos.
    Subí los escalones cuidando mis pies, abrí la puerta apurada y sin darme cuenta, a lo que por sorpresa oí un grito de dolor. Me dí la vuelta rápidamente encontrándome a un chico-sobándose la cabeza- en el suelo. Avergonzada me acerqué y lo ayudé a incorporarse.

    —Perdona, de verdad— bajé el rostro en modo de disculpa, lo levanté y me encontré con unos ojos oscuros me miraban, en eso lo reconocí — ¿Adam? ¿Estas bien?

    —Si Alice— miró su reloj confundido — ¡vamos! — me tomó de la muñeca y me jaló adentro del establecimiento, por los pasillos, corriendo para intentar llegar.

    Paramos ante la puerta indicada, respirando con dificultad. Adam abrió la puerta y los dos miramos al interior encontrándonos con muchos ojos curiosos y unos alegres.

    — ¿Profesor, podemos pasar? — mencionó el castaño a mi lado.

    Sonriendo asintió con la cabeza y con apuro entramos al aula para sentarnosen dos bancas vacías que quedaban, una al lado de la otra.
    El agradable profesor Frankling nos aburrió con la historia de la ciudad, su fundación y de mas cosas de las cuales no todos ponían atención, incluyéndome.

    — ¿Cuándo se fundó la ciudad, Noé? — el mencionado dejó de dibujar personas en su cuaderno y miró al frente, nervioso.

    —Esto…1…9…2…3…? No se Frank! — admitió incapaz de recordar.

    Frank sonrió— esto vendrá en el examen.

    El rubio se espantó ante aquella confirmación. En aquel momento sentí que alguien me miraba, busqué para asegurarme que no estaba loca y lo encontré, el castaño a mi lado me observaba.

    —Te ves…linda.

    Mi corazón dio un salto espantándome ante aquellas palabras que salieron de los labios del mozo; sentí el rostro arder.
    Tomó una pluma y garabateó en una hoja algo y me lo pasó sin que el profesor se diera cuenta. La abrí y sonreí:

    “Supongo que no me recuerdas del todo, somos amigos desde hace un año. El día de los inocentes yo junto con Noé inundamos la escuela, no preguntes como, fue un verdadero reto cumplido…”

    Se me escapó una risa silenciosa ¿en verdad? Eso resultaba de lo más divertido, seguía riendo cuando escribí en el papel:

    “¿Enserio? ¡Eso es fantástico Adam!

    La hora pasó de lo más rápido en la cual Adam me narraba las historias más graciosas, resultaban cosas imposibles pero no parecían mentiras. En una de las tantas historias se me escapó una sonora carcajada a la cual todos me miraban a ver con ojos raros. Guardé silencio mientras bajaba el rostro sonrojada.

    La clase concluyó con el profesor encargando una línea del tiempo de los acontecimientos en la formación de la ciudad.
    Dejamos las notas y hablamos sobre el pasado y él logró arrebatarme unas risas sinceras. Era tan agradable y divertido que me sentía muy bien a su lado, feliz.

    —Así, tengo hago rápido que hacer…espera, ahora vuelvo— aquel chico simpático salió del aula con una sonrisa.

    Mis amigas acudieron hacia mí junto con un chico rubio y, debo admitir, lindo.

    — ¿Qué haces con el tonto? — arqueó las cejas, lo decía de dientes para afuera porque según me informo Adam, eran muy amigos.

    —Me tropecé con el al llegar— admití.

    Las chicas me rodearon con una sonrisa y una bolsa en las manos de cada una, las mire aterrorizada. De la nada comenzaron a pintar, jalar y peinar mi pelo, asustada me quejé pero ellas no retrocedieron. Se detuvieron y me miraron satisfechas.

    — ¿Qué? ¿Qué hicieron? — Angie rebuscó en su bolsa y sacó un espejo para ponerlo enfrente de mí.

    Mire, entonces, el reflejo que me proporcionaba el espejo enfrente mio y abrí la boca por el asombro. La chica bonita que se reflejaba no era para nada una sombra de la chica que salió de mi casa; dos largas trenzas castañas caían por sus hombros de una manera hermosa, sus parpados tenían una línea delgada de delineador negro intenso y sus largas pestañas se apreciaban mucho por el rimer que acaban de ponerles encima.

    —No tuviste tiempo de arreglarte hoy en la mañana y nosotras con gusto lo hicimos— dejó escapar una sonrisa sincera resaltando su cabello castaño de la líder del grupo— ¿te gusta? — absorta miré de nuevo el espejo, aquella no se parecía a mi, mas bien resultaba ser como las mas vanidosas del grupo; Rosa, Melissa y Sara.

    —Ahora Adam no va a callarse— teatralmente Noé suspiro cerrando los ojos sin percibir que ojos curiosos lo miraban.

    — ¿De que hablas Noé? —confundida, como todas, miramos al rubio.

    —Emm... ¿debería? Bueno, a Adam le gusta Alice desde antes de su accidente, estaba tomando fuerzas para invitarla a salir pero el rumor llego a sus oídos…— calló de repente haciendo una mueca para que entendiéramos, pero yo no lo hice— se puso fatal, insoportable y cuando se entero del accidente… ahora no podré hacerlo cerrar la bo…— una mano le golpeó la cabeza interrumpiéndolo.

    El susodicho estaba atrás de su amigo con la cara intensamente pintada de un color carmesí, las cejas indicaban que se encontraba muy enfadado pero la boca estaba haciendo una mueca mostrando sus nervios. Las chicas dejaron escapar una leve carcajada mientras observaban a ese par lanzarse miradas de odio acompañadas de agresiones verbales. Los miré un instante pero bajé el rostro enseguida mientras tragaba de una manera difícil ¿Adam estaba enamorado de mi? No podía digerirlo, era lindo, divertido, casi toda la escuela lo conocía- por sus bromas o simplemente por contacto verbal-, además que algo en el- no podía explicarse que- me parecía muy atractivo. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la campana- la cual se había demorado un poco en sonar-, todos tomaron sus lugares. Me pusé de pie y convencí a Tom de que me cediera su lugar, este lo hizo encantado y me senté con una sonrisa. De reojo observé, con el corazón agitado, como Adam tomaba asiento alado mio. Le dirigí una sonrisa a lo que él se me quedo viendo con un brillo en los ojos, aparté la vista de él pensado que me encontraba rara con el maquillaje.
    Miré el suelo sonrojada, no debí dejarme todo eso en el rostro, de reojo vi una sombra acercarse alado mio y percibí un aire en la oreja; me viré encontrándome con el rostro del Parker muy cerca del mio a lo que el color carmesí subió a mi rostro, al igual que en el suyo.

    —El idio-idiota de Noé s-se me adelanto, así que ¿qui-quieres salir conmigo?

    Lo miré a los ojos asombrada, percibí sin poner atención como una puerta se abría y el silencio se hizo presente. Lo miré a los ojos y le sonreí sinceramente.

    —Cla-claro— sentía que estaba pasando por alto algo muy importante, el castaño rio alegremente y se enderezó en su silla mirando al frente, lo cual le quitó la sonrisa.

    Al posar la vista me encontré con dos lunas. Mi corazón se detuvo en este momento para, momentos después, restablecer su palpitar de una manera alocada; me molesté ante ese gesto. El portador de las dos lunas pasaba la vista de mi a Adam, de Adam a mi durante un momento; parecía que quería quemarnos con la mirada, sus cejas se arqueaban de una manera rara. Me miró detenidamente de cabeza a los pies, para después concentrar su atención al aula.

    —Buenos días…retomemos el tema de Romeo y Julieta, cuando terminé harán un ensayo sobre la obra en toda su extensión, las cualidades de la obra, tendrán una hora para terminarlo…bueno, el audaz Romeo es conocido…— de la nada, una nota calló en mi pupitre, lo miré un instante como en trance hasta que reaccioné, la tomé y abrí cuidadosamente.

    “Te vez hermosa”

    Mis pómulos cobraron vida al leer aquella frase, miré al frente para asegurarme que el maestro no miraba- estaba escribiendo en el pizarrón-, me incliné en mi asiento y contesté de la manera mas sincera:

    “Gracias, me siento algo tonta con todo esto pero el maquillaje hace milagros”

    La doblé y extendí la mano para que el mozo la tomara, este lo vio y sonrió. De la nada el papel desapareció, es cuando los dos alzamos la vista. El profesor me miró con desaprobación acompañado de frialdad; abrió la nota y la leyó. Lo observé con miedo, la sonrisa de mi rostro se había esfumado; el maestro arqueó las cejas, en ese momento oí como alguien gritaba “que la lea”. Optó por arrugarla y tirarla a la basura. Algo asustada me concentré en la clase.

    —Bailo con la hermosa Julieta en el patio— en ese momento algo llegó a mi cabeza pero lo aparté enseguida.

    La explicación acabo y todos pusieron manos a la obra. El silencio lleno cada rincón del salón solo siendo perturbado por el rasgar del papel que hacían las plumas al escribir. Tenía que lograrlo, iba a hacerlo bien esta vez, me había tomado la molestia de leer la obra recientemente preparándome para conseguir aquella nota perfecta. Sonreí, en ese momento, al darme cuenta de lo que había llegado a mi mente hace un momento, entusiasmada escribí rápidamente en el papel-cuidando estrictamente mi ortografía y delineando bien mi letra-, esa nota era mía.
    La campana sonó luego de un largo tiempo, quejidos salieron de algunas bocas-supongo que no habían terminado o no les había quedado tan bien como querían- pero yo sonreí de autosuficiencia. Esta vez había cuidado cada aspecto asegurándome de todo. Todos se acercaban a la mesa del profesor entregando sus trabajos. Cuando me llegó mi turno le sonreí burlonamente a lo que respondió con una mueca ¿Qué se traía? Parecía, ciertamente, perdido; sus cejas estaban fruncidas con aire de fastidio, entonces recordé que mientras hablaba parecía sumamente ¿molesto? Percibía en su tono de voz algo que reprimía con todas sus fuerzas. En ese momento cometí la idiotez de mirarlo a los ojos, como era de esperarse, me hundí en aquellos luceros exóticos; pero me sorprendió que él me correspondiera el gesto. Transmitían… de la nada se cerraron sus ojos- figurativamente- y fue en ese momento que me recordé de respirar. Sin darme cuenta el color carmesí cubría mis pómulos.
    Salí de ahí con el corazón, latiéndome rápidamente, en la garganta.

    ................................................

    espero que les haya gustado hahaha ¿mas confuso? ¿mas claro? espero realmente sus comentarios para mejorar en esta historia... los quiero ^^

    Risa-chan
     
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  13.  
    VeckeFer

    VeckeFer Usuario común

    Libra
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    No lo puedo creer, cada vez me gusta más esta historia! Ian es un buen tipo, perfecto y misterioso, debe haber muchos secretos ocultos en él, pero Adam es tierno y lindo. Cuando dijo:
    —El idio-idiota de Noé s-se me adelanto, así que ¿qui-quieres salir conmigo?
    Fue tan dulce, casi muero 0///0 Para mi que Ian está celoso pero no lo admite. Me encanta como narrás y todo, bueno, me encanta tu historia, siento que estoy presente. Tenés talento.
    Pude sentir los nervios de Alice cuando le sacaron la carta, a mi me pasó exactamente lo mismo con el chico que me gustaba y me sacaron la carta!!
    Tu historia me impresionó mucho, me encanta, sin palabras!
    Espero que la continúes!!
     
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  14.  
    Stitch

    Stitch Voy sonriendo por ahí

    Acuario
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    ¡Creo que muero de la emoción con cada capítulo y revivo sólo para saber como sigue! ¡Me fascina!
    Hola, por cierto. Es que fue tan genial que no puedo evitarlo. ¡Escribís muy bien! La forma en la que narras las situaciones y como aparecen los sentimientos de Alice, es genial. Logras transportarme completamente e imaginar todo; puedo ver a Alice sonrojada, a Adam muriendo de los nervios, a todas las amigas sonriendo con picardia, a Ian siendo carcomido por los celos (aunque no quiera aceptarlo o ni siquiera lo haya pensado).
    De verdad, la historia me encanta; como se van dando las cosas y como de a poco va empezando a recordar algunos detalles de su "vida pasada" y, como lucha por volver a recordar y ser capaz de superarse (y así, poder fastidiar un poco a su profesor ^^). También me agrada que empiece a rehacer su vida con nuevas cosas, como ¡salir con Adam! Awww, me parece tan tierno. Aunque es obvio que ella está más que enamorada de Ian y que los dos tuvieron algo, pero igual...no tiene por qué no darle una oportunidad a alguien más; sobre todo si "su querido profesor" tiene pensado hacer que esa relación que tuvieron ya no exista, ya que eso es lo que parece querer, por las actitudes que tiene con ella.
    Pero bueno...ya veremos cómo se va desenvolviendo todo y con qué sorpresas nos vas a dejar sin habla. Y sí, cada vez todo se va volviendo un poco más claro, sin sacarle esa pizca de misterio.
    Espero con ansias la continuación. ¡Seguí así!
    Nos leemos ~
     
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  15.  
    Eienforever

    Eienforever Entusiasta

    Piscis
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    Me encata sin palalbras...un suspenso del " bueno",conforme he leido tus capitulos he visto un cambio desde la narración hasta el uso de los signos. con algunos pequeños herrores, nada serio. :3 ¡genial! me has envisiado *¬*
     
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  16.  
    Paulijem

    Paulijem Hija de Aslan, Larcha y Tributo del andén 9 y 3/4

    Tauro
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    waaa...!!!!:eek: tu historia desde partir de hoy es una de mis favoritas esta genialll:D no puedo creer lo grandiosa que es. la trama me atrajo como si fuera un iman muyyy interesante jajaja xD muchas gracias por invitarme espero que me avises de la conti porque se merece una y una grandiosa una vez mas sigue asi y gracias nuevamente nos leemos pronto
    Sayo!!
    Paulijem
     
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  17.  
    Ashlotte

    Ashlotte Usuario común

    Tauro
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    Waa, holas Risa-chan. n_n
    Gracias por invitarme a leer tu fic, me ha gustado mucho. ^^
    Como prometí, me he pasado hoy, jeje.

    Waa, lo amé. Lo amé, de verdad. ¡Quiero saber qué pasa! ;--;

    Nee, ese Ian... ¿Por qué tratará así a Alice? No lo comprendo. ¬¬ Ah, ya sé. ¡Es bipolar! xD
    Ok no, pero parece. e.e

    Mm... sobre lo técnico, de verdad no me fijé mucho porque la trama me tenía atrapada...
    Es tan hermoso, suspenso, un romance... ¡Bello! *-*

    ¿Será que Alice recibirá la nota perfecta por fin?, ¿o vendrá Ian y le pondrá un 7 por cualquier cosa? ¬¬
    Espero que se gane el 10, jeje. Se nota que Alice le pone empeño.

    Bueno Risa-chan, no creo tener más nada que decir. Sólo: ¿Me avisas de la conti?
    ¡Por favor!, ¡me encantó! Y tengo intriga... ¡Mi quiere saber qué pasa! ;-;
    Ok ya ya. Te dejo Risa-chan. Muy bueno el fic. ( ;
    Saludos.
     
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  18.  
    TheBlacksmith

    TheBlacksmith Desafortunado con suerte

    Piscis
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    Esto se lleva muchos aplausos, realmente impresionante, el comienzo que duro para Alice, no tenia que ser tan cruel el Crowl vaya, me gusto como se conocieron las amigas, la ropa se mancho pero al menos consiguieron buenas amistades y esas casi siempre son dificiles.

    Asi que Adam, parece divertido aunque bastante lento, cuando tu amigo hablo por ti en una situacion asi te aseguro que es una muy mala idea con el, Noe debio saberlo, pobre lento vaya, pero bueno el salio lastimado pero su amigo salio ganando y eso es lo bueno.

    Y ahora que pasara, acaso el Crowl se puso celoso, y en serio van a salir Alice y Adam, no soy bueno viendo novelas pero creo que si esto fuera novela no dejaria de verla en ningun momento, me encanta la historia sigue asi y no pierdas tu inspiracion.

    Bueno Frankling Benjamin fuera, amor y paz a todos ^^
     
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  19.  
    Anh Peárys

    Anh Peárys Bubbles

    Cáncer
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    Escritor
    Saludos~

    Bueno, he de decir que primero iré con lo técnico, ¿vale?



    Es esta parte, esta errónea como marqué de rojo, por que solo inicia en mayúscula cuando precede de un punto. Y en este caso, olvidaste agregarlo; o hubiese sido mejor una coma.




    En el primer, alguien se tilda cuando se pregunta por alguna persona. En el segundo, recuerda que siempre empezará en mayúscula excepto cuando un verbo del habla(hablé, dijo...) que en el caso irá siempre en minúscula. Y el tercero, creo que sería mejor leerlo como: ''la trama...''


    Además, me parece que la trama de la primera parte de este capitulo, lo vi en alguna otra parte; una serie de TV.



    Del resto, creo deberías mejorar en el aspecto y ánimo.
     
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  20.  
    ElCoyoteSolitarioD

    ElCoyoteSolitarioD Streamer de Arte en Twitch

    Escorpión
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    Disculpa la tardanza hermanita n_n

    Debo decir que tu fic esta muy bueno, la trama sinceramente te va llamando la atencion... aun que tuve que leer dos veces xDU
    Me agrada mucho la bipolaridad de Ian xD, es que esos cambios que tiene... lo hacen ver mas misterioso OwO
    He de decir que me agrada mucho la manera en que narras en entorno y el tiempo, tal vez falte pulir uno que otro detallito pero en general esta bien.
    Que forma en que se conocieron las amigas, jeje, de alguna manera todos nos llegamos hacer amigos así n_n
    En la ortografía mejor ni me meto por que soy malo en eso xD

    En general tu fic me entretuvo bastante, y yo que no soy de leer owo.
    Buen trabajo n_n
     
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