Obitlarnis: Los Aros-EX

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por CarlosCF, 19 Febrero 2011.

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    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    Obitlarnis: Los Aros-EX
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    43
     
    Palabras:
    1643
    CAPÍTULO 20: LAS POKÉ-TERMAS

    Esa noche, en su sueño, Claudia recordaba su hogar, como iba con Renzo a casi todas partes cada vez que salían de viaje y como disfrutaban de salidas y comidas en restaurantes de los centros comerciales; soñaba que iban caminando cuando de pronto empezó a sonarle un fuerte ruido en los oídos, ella no sabía de donde venía y se fue desesperando poco a poco, hasta que... ... ...se despertó, se dio cuenta que era un sueño, ella vio a todas partes y después volvió a poner su cabeza sobre el abultamiento superior de su saco de dormir, entonces lo sintió algo distinto, un ruido que le hacía retumbar los oídos. El ruido era provocado por la vibración del suelo, y se dio cuenta que eran ruidos de pisadas y pasos que viajaban como ondas sonoras por el suelo; se le ocurrió algo y miró de inmediato al saco de Renzo, al parecer no estaba fallando en su hipótesis: Renzo no estaba, debía de haberse levantado para ir por ahí. Ella no lo dudó, y se levantó también con cuidado. Al salir del círculo de sacos de dormir notó que Yami tampoco estaba, eso la tranquilizo un poco, pensó que ambos estarían juntos.

    Claudia no tardó mucho tiempo en encontrar a quienes buscaba; a diez metros del lugar, a través de un arbusto vio la escena: Yami y Renzo estaban de pie sin decir ni una palabra y frente de cada uno estaba uno de sus pokémones respectivamente, Blaziken y Houndoom; entonces de un momento a otro, ambos alzaron las manos y se señalaron mutuamente, para darles la señal a sus pokémones de que empezaran con lo suyo. Ambos comenzaron a despedir grandes lenguas de fuego por la boca, continuamente, sin descansar, seguían y seguía, seguían y seguía, y de un momento a otro Blaziken dio una pisada hacia atrás fuertemente en la tierra, luego lo mismo hizo Houndoom con una de sus patas traseras, pero Yami y Renzo al parecer no deseaban que ellos retrocedieran, porque se acercaron a ellos y con un pie tocaron las patas que sus pokémones habían retrocedido, para indicarles que las vuelvan a su antigua posición, luego tocaron las patas de al lado, indicándoles que continuaran hacia adelante, y así fue, cada vez se fueron acercando más y más, y la barrera de fuego se hacía más brillante y tumultuosa, hasta que llegó un momento en que los dos cayeron sobre sus propias patas y tocaron el suelo con sus cuerpos. Ese fue el momento en el que Claudia se dispuso a salir de su escondite.

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    Ellos giraron rápidamente la cabeza hacía lo que se movía y al ver que era Claudia se sonrojaron aunque la oscuridad de la noche no dejó que eso se notara. Claudia con rostro comprensivo dijo en voz baja tomándolos a los dos por el hombro: «que bien que quieran superar sus propias marcas, entrenar entre ustedes mismo es lo mejor que pueden hacer para mejorar con rapidez», ambos muchachos miraron a sus pokémones y con un movimiento del brazo les indicaron que se pusieran a descansar, entonces Claudia vio como ambos pokémones se echaron de la mejor forma que pudieron sobre el pasto y sin razón aparente empezaron a brillar mientras sus pelajes ondeaban de la nada, tal y como si el viento soplara sobre ellos. Claudia con rostro un tanto desconcertado sacó su poké-dex para examinar que técnica era esa, y resultó ser la técnica Descanso, usada para recuperar la vitalidad perdida de un modo más rápido. Luego de que los dos muchachos recogieron del pasto unas mantas y se las pusieron encima a sus pokémones, los tres chicos se sentaron para conversar.

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    —Hemos mejorado bastante esta última semana, pero eso no es suficiente, nunca lo será —dijo Renzo con una actitud pesimista.
    —Mi atención no está centrada completamente en esos dos tipos que nos han causado este problema —dijo Yami—. Yo además de descubrir cual es el malintencionado plan de Mefian, quiero volver a Blaziken más fuertes para lograr derrotar a Rafael en un segundo duelo, pensaba que era muy bueno con los ataques de fuego, pero esa batalla con Rafael me hizo ver que mi mejor arma no será ser bueno sólo en ese elemento, quizá sólo por eso me he quedado acá, con ustedes.
    —Pero ellos tienen muchísimo más poder que Rafael, ganarles sin tener que usar esos extraños aros sería lo mejor que pueda pasar —dijo Renzo mirando a Yami con cierta incredulidad—, además, cuando los encontremos apuesto a que podrás incrementarle todo el poder que quieras a Blaziken para ganarle a Rafael.
    —Lo que yo quiero es ganarle sin tener que usar ningún artefacto —continuó Yami—, eso es hacer trampa, y la única forma de lograr eso, es entrenando, entrenando para mejorar, por mi gloria y la de Blaziken.
    —Y yo entrenaré junto contigo para mejorar, por mi gloria, y por la de todos nosotros —le contestó Renzo en señal de aceptación.

    Entonces Renzo tomo la mano de Yami, y la estrechó fuertemente empuñándola y alzándola, como un signo de alianza.

    —Yo no sé si quepa acá —comentó Claudia un poco avergonzada—, pero siempre he estado con Renzo, porque somos buenos amigos; y quisiera entrenar con ustedes para mejorar, por mi gloria, y por la de ustedes dos.

    Y luego de decir esto, rodeó con la palma de sus manos el fuerte puño que ambos habían formado. Los chicos miraron a Claudia con rostros de admiración, Yami en mucho tiempo no había escuchado una frase tan solidaria como la de Renzo, y mucho menos como la de Claudia. No sabía que ocurriría después, pero la oferta que en ese momento ellos le ofrecían, él no podía rechazar.


    Nuevamente Blaziken y Houndoom fueron los elegidos; mientras que Claudia eligió a Gardevoir. Los chicos se sorprendieron y ella explicó que el entrenamiento consistiría en tratar de romper la barrera de energía de Gardevoir, así que ella puso a Gardevoir entre Blaziken y Houndoom y susurrándole de cerca le indicó a Gardevoir que gestos significaban que acción debía tomar. A los otros chicos les pareció curioso que ella haya tomado ese modo de guiar a su pokémon. Pronto, Claudia alzó la mano y dobló sus codos como si fuera a parar algo con ellas, fue cuando Gardevoir empezó a usar su Barrera. Los dos chicos nuevamente alzaron los brazos, dándole pase al fuego.

    Pasó mucho tiempo y siguieron, descasaban de rato en rato, Claudia se encargaba de despertar a los chicos cada vez que estos se quedaban dormidos sobre el pasto, en los entrenamientos Gardevoir resistía el fuego intenso increíblemente y pronto estuvieron los tres pokémones en forma como para permanecer en acción hasta por veinte minutos seguidos.

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    Llegaron las seis de la madrugada (supuestamente) y los chicos se dispusieron a dormir, pero sentían socio todo su cuerpo, haber estado aguantando todo ese calor al frente suyo los había hecho sudar como en un Baño Turco, así que se les ocurrió una gran idea, de la que Claudia, no participó.

    Ambos fueron al río más cercano; en él, el agua corría con regular velocidad, y les propusieron a sus pokémones calentar el agua del río con sus llamas. En sus primeros intentos sólo conseguían temperar ligeramente el agua más cercana a las lenguas de fuego que ellos producían, pero poco a poco, fueron incrementando su poder, al punto de hacer ebullir el agua, «bien, ahora ingresen al agua y desde adentro ¡háganla arder!» dijeron ambos muchachos. Los pokémones fueron tocando el agua con sus patas, sin dejar de disparar fuego contra el agua que se venía frente a ellos, se veía el rostro de dolor de ambos con forme iban introduciéndose más y más en el río, hasta que lograron resistirlo y entraron por completo en el agua, entonces ambos pokémones se convirtieron en verdaderas antorchas vivas. «Houndoom, ¡Espiral de Fuego!», dijo Renzo para que una larga columna de fuego empezara a dar vuelvas al rededor de Houndoom de pronto Yami dijo: «Blaziken, ¡has lo mismo!» y del mismo modo, Blaziken empezó a hacer girar una larga cadena fugaz a su alrededor, haciendo hervir el agua lo suficiente como para calentarla hasta a cuatro metros de radio. En ese momento, Yami y Renzo se miraron y rieron, le dijeron a ambos pokémones que mantuvieran ese ritmo con firmeza, hasta que ellos se terminaran de... bañar. Ambos se metieron en la caliente agua del río, y luego de sumergir su cuerpo entero en él, vieron por debajo del agua amarillenta, algo grandioso: por debajo de sus pokémones, cinco brazos de fuego se despedían en diferentes direcciones, signo de que Blaziken y Houndoom habían aprendido un nuevo ataque.

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    Los chicos sabían que era eso así que sacaron sus cabezas a la superficie y les gritaron cada uno a su pokémon «¡¡Llamarada!!», los dos pokémones de fuego dispararon sobre el agua del río una enorme plancha de fuego, con la forma de una estrella con cinco largos brazos, que hizo al agua hervir rápidamente, tanto, que hizo salir a toda prisa a Yami y a Renzo del agua.

    Ya eran las seis y media de la mañana, ambos le contaron a Claudia del gran logro que habían conseguido, y ella muy animada por todo ello se dispuso a tomar también un "baño en las llamas".

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    CarlosCF

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    CAPÍTULO 21: LAS ROCAS DEL CAMINO

    Al día siguiente, los chicos replegaron sus bolsas de dormir, las metieron en las mochilas y continuaron el camino. En la última Ditto-caseta del bosque Claudia dejó libre a Gardevoir, para que ésta pudiera comunicar lo que los Ditto tenían que decir. Ellos preguntaban si los chicos iban a entrar en el área desértica, pues en ese lugar no les podrían ayudar, ya que ni una sola caseta se había montado ahí; pero los chicos no podían echarse atrás sólo por eso, por lo que pensaron que el radar de Ángela les sería muy útil entonces, así que agradecieron a los Ditto por su colaboración y emprendieron el camino, con el radar a la mano.

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    Pasaron una, dos, ¡tres horas! de caminata consecutiva, todos estaban sudados hasta las piernas y sentían estar más sucios que nunca. Bajaban depresiones y subían pendientes; de arriba a bajo a través de soleadas mesetas, hasta que dejaron de caminar y a lo lejos vieron acercarse hacia ellos a una conglomeración de Onix, sabían que de esa no iban a salvarse tan fácilmente, así que liberaron a los pokémones más convenientes. Diego eligió a Poliwhirl, Carlos a Grotle, Flora a Azumarill, Claudia a Vileplume, Yami a Feraligatr y finalmente Renzo escogió a Gengar, puesto que Runtor se sintió demasiado desanimado por las últimas cosas que le habían ocurrido, así que prefirió no participar momentáneamente en esa batalla.

    Los chicos rezaban por que los Onix pasaran de largo sin notarlos, y esperaron, hasta que perforaron el monte sobre el que estaban. La tierra se movía bruscamente, y todos mantuvieron el equilibrio sujetándose sobre sus rodillas hasta que, al rededor de ellos, largas columnas de rocas salieron disparadas con dirección al cielo, describiendo luego caprichosas direcciones hasta volver a enterrarse por diferentes lugares del monte. Pensaban que no ocurriría nada peligroso, y que sólo era cuestión de salir tranquilamente sin chocar con los Onix, hasta que uno de ellos emergió de la arena y se paró ante los chicos (que estaban caminando muy cuidadosamente), luego de unos segundos movió desenfadadamente la cabeza. «¡Corran!, ¡va a lanzarnos rocas!» gritó Yami mientras agarraba a Feraligatr por el brazo y empezaba a correr desesperadamente, los demás lo siguieron hasta llegar a la orilla del monte, donde todos se dispusieron a descender la empinadura lo más rápido posible, pero los Onix también podían atacarlos en la cuesta abajo.

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    Largas serpientes de roca pasaban formando arcos al lado de los muchachos, formando tormentas de arena cada vez más y más asfixiantes hasta que se les volvió imposible respirar, allí fue cuando Yami decidió atacar. Primero Feraligatr usó la Danza de la Lluvia, cubriendo todo el lugar de duro barro, e impidiendo así que más arena se levantara, luego esperó a que saliera nuevamente cualquier Onix para disparar un gran Chorro de Agua, táctica que los demás también realizaron en lo posible.

    Una vez abajo del monte, los chicos voltearon para ver que pasaba con los Onix, cuando la tierra empezó a temblar. Sintieron que algunos de ellos pasaban por debajo de la arena, como si estuvieran buceando en ella. Los chicos siguieron con la mirada el movimiento de la arena hasta que emergieron tras de ellos vario Onix. De inmediato pusieron en práctica un plan de ataque: todos los pokémones de agua lanzaron lo más fuerte que pudieron sus chorros de agua, Vileplume se dedicaba a atacar a distancia con sus lianas, Grotle y Gengar mientras tanto les robaban energía con sus MegaDrenajes. Los pokémones no paraban de usar sus ataques prolongadamente y con el calor se estaban fatigando más rápido de lo normal, pero no podían parar a descansar puesto que los Onix eran más de los que parecían e incluso algunos eran duros de doblegar. Finalmente vencieron, en medio de un escenario de rocas desparramadas por todas partes. Los pokémones estaban demasiado cansados así que fueron devueltos a sus pokébolas.

    Los Onix quedaron atrás, pero luego de alejarse unos metros, sintieron la fatiga del viaje, así que se empaparon un poco usando los chorros de agua del Golduck de Carlos. Mientras ocurría esto, y cuando menos se lo esperaban, el suelo comenzó a temblar nuevamente. «Esos Onix no pueden haberse levantado otra vez» pensaron los chicos desconcertadamente. Los movimientos eran cada vez más y más rápidos y fuertes, hasta que frente al grupo de chicos se alzaron, cuatros grandes serpientes plateadas, eran cuatro Steelix, que parecían dispuesto a rematar el combate. Entonces los chicos volvieron a liberar a sus pokémones:

    —¡Ve Rhydon! —exclamó Yami.
    —¡Ve Tyranitar! —gritó Renzo igual.
    —¡Ve Nidoqueen! —fue el turno de Claudia.
    —¡Ve Combusken! —la siguió Flora.
    —Ahora si, ¡ve Cyndaquil! —se decidió por fin Runtor a participar.
    —Tengan cuidado con sus pokémones de fuego —advirtió Carlos antes de hacer su elección—. ¡Golduck, adelante!
    —Sólo mi Sealeo podría servir en algo, e incluso él tiene un poco de desventaja en este momento, creo que mejor esperaré a un ataque sorpresa —dijo Diego con un poco de inseguridad.
    —De acuerdo —le dijeron los demás, al mismo tiempo que volteaban rápidamente a verlo.
    Rhydon ahora, ¡has un terremoto! —empezó Yami a atacar.

    Cyndaquil se refugió subiéndose en el hombro de Runtor, y Combusken escapó lo más rápido que pudo del terremoto. Los demás pokémones se le unieron a Rhydon y también ejecutaron el ataque Terremoto. Los cinco juntos sólo lograron que dos Steelix cayeran, y sin más, Combusken y Cyndaquil se adelantaron a toda prisa para rociarlos con su fuego, pero cuando menos se lo esperaron, ambos Steelix supuestamente caídos saltaron del suelo y golpearon con sus Colas Férreas a ambos pokémones, lanzándolos lejos y debilitando a Cyndaquil por completo. Runtor se enojó por la situación, pero no le quedó más remedio que recoger a Cyndaquil y liberar a Ampharos para que también atacó con Terremoto, lo cual no sirvió, porque él fue el único que atacó en ese momento, haciéndole daño insuficiente a los Steelix, por el contrario, consiguió debilitar por completo a Combusquen.

    —¡Noooo!, ¡fíjate en lo que haces!, no sea bobo —exclamó Flora enojada.

    Esas palabras hicieron a Runtor sentirse mal y querer arreglar las cosas el sólo. «No te preocupes, ya verás como lo arreglo», dijo Runtor, adelantándose con Ampharos y ordenándole que haga el ataque Terremoto lo más fuerte posible.

    Su ataque fue tan fuerte que... hizo a Rhydon, Tyranitar y Nidoqueen caer, permitiendo que los Steelix atacaran mortalmente a estos tres pokémones con sus Colas Férreas. El golpe les costó la participación a Rhydon, Tyranitar y Nidoqueen, pues sus dueños no tuvieron más opción que recogerlos después de tal ataque. Golduck no sabía que hacer y Runtor cada vez se sentía más culpable; claro que los demás chicos del grupo no ayudaban en nada a que él se sintiera mejor, Flora lo quería matar.

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    —Bien, ¿ahora qué? —preguntó Carlos acaloradamente.
    —No sé —respondió Runtor—, lo siento.
    —¿Por qué no mejor asamos a Runtor y nos salvamos de él? —sugirió Flora con intenciones coléricamente cómicas.
    —Si, ahora más me preocupa él que los Steelix —dijo Renzo preocupado.
    —¿Asar?, ¡claro! Eso, eso, Renzo, eres muy inteligente —repitió Yami, demostrando que tenía un plan en mente.
    —¿Qué se te ha ocurrido? —preguntó Flora muy interesada.
    —Renzo, vamos, saca a Houndoom —indicó Yami muy animado—... y asemos a esos Steelix, jaja.
    —¡Oh si!, claro —ovedeció Ranzo en seguida.

    Yami y Renzo sin pensarlo más sacaron a Houndoom y a Blaziken, para luego ordenarles que empezaran a atacar con sus Lanzallamas. Ambos pokémones se iban acercando a los Steelix arrojando fuego. De vez en cuando los Steelix trataban de atajarlos con sus colas, pero Renzo y Yami con un grito de aviso hacían que Houndoom y Blaziken saltasen a tiempo. Cuando ya estuvieron lo suficientemente cerca de los dos Steelix, Yami y Renzo pidieron ayuda para que los Steelix no puedan moverse o esparcirse, así que Claudia liberó a Arcanine, el cual ejecutó su Espiral de Fuego al rededor de los Steelix para evitar que escapen.

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    Las cosas iban de maravilla, los Steelix prácticamente se derretían en la arena y aunque Arcanine iba perdiendo velocidad a lo largo del proceso de quemado, se esforzó al máximo y continuó hasta que consiguieron la victoria.

    —¡Bien!, ¡lo logramos! —gritó alegremente Yami, seguido por el festejo de todos los demás miembros del equipo, exceptuando a Runtor.

    Todos estaban muy contentos con los resultados, pero Runtor era el único que no disfrutaba de ello, por lo que Diego se le acerco para hablarle un poco:

    —¡No me digas nada! Porque al final todo acabó bien —empezó a hablar Diego con una notoria mala actitud y sin si quiera mirar a Diego.
    —No he venido a decirte nada, sólo quería saber como estas —le dijo Diego calmadamente.
    —Después de eso, si, estoy muy bien, gracias —respondió Runtor irónicamente.
    —Vamos Runtor, sólo quiero decirte que no te preocupes por lo que ocurrió, no estoy enojado contigo —insistió Diego.
    —Quizá tú no, pero que hay de los demás, todos sabemos que por mi no es que han ganado, prefiero quedarme callado a celebrar una victoria que no es mía —le dijo Runtor, un poco apenado.
    —No, no es tuya, es nuestra —siguió hablándole Diego con buenas intenciones.
    —Mejor déjame solo, no quiero hablar del asunto ahora —dijo por último Runtor.

    Entonces Runtor le dio la espalda a Diego y siguió el camino por el desierto, los demás vieron como Runtor continuaba el camino solo, y pensaron que ese era castigo suficiente por todo lo ocurrido en batalla, así que decidieron seguirlo, sin decirle ni una sola palabra, por lo menos hasta que se les quitara el enojo.

    El resto del día, hasta la caída del sol, los chicos permanecieron en busca de los EX-tra Aros, pero nada de nada. Todo el tiempo Runtor estuvo aislado del resto, manteniendo una marcada distancia, sin siquiera escuchar los acuerdos que tomaban los demás. Todos se dieron cuenta, pero nadie quiso decirle nada por lo que había pasado. Aunque Diego seguía con ganas de conversar sobre el tema, todos los demás sólo querían olvidarlo mediante un rotundo silencio.

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    Última edición: 18 Septiembre 2015
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    Yazkara

    Yazkara Entusiasta

    Cáncer
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    Hola!!!
    Perdon por no comentar antes pero me quede sin linia =p.
    Creo que todo se esta aclarando, el poder inferior que aparentaban ya tiene escusa, jajajaja, la historia esta tomando un camino muy interesante y emocionante. Te felicito la verdad ami me cuesta muchisimo contimuar la mia.
    Solo te recuerdo que te tomes un poco de tiempo en tus correcciones por que creo que te faltaron algunad ``S´´ por ahi, pero solo eso note.
    No desistas y continua pronto.
    oxoxoxoxox
    atte YAZZZZ =)
     
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  4.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    Gracias por acordarte de la historia, y gracias por darme ánimos, te contaré que por el momento ya tengo tres capítulos más casi listos, espero poder acabar de retocarlos este domingo para subirlos de inmediato. Hasta pronto.
     
  5.  
    lunabetz

    lunabetz Usuario VIP

    Cáncer
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    Aquí lunabetz comentando el primer capítulo; vaya me pareció interesante esta competencia y es mundial que genial, con tantos participantes, ya quiero saber ¿qué es eso que ocurrió que cambiaría las vidas de los participantes? Bueno para eso tendré que leer el segundo capítulo, te desarrollas muy bien, con un lenguaje bastante complejo, pero muy bien organizado, muy buenas imágenes por cierto lol (estoy acostumbrada a hacer comentarios larguísimos) sólo unas cuantas faltas de ortografía, bueno, me paso a leer el segundo ¿vale?

    ........................lunabetz leyendo......................
     
  6.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    De esto hablo, ¿ven? deeee eeEeessto hablo, acá los escritores no queremos que se “lean toda la historia o si no que mejor no lean nada” (bueno, no todos los escritores queremos sólo eso en la vida), si no que lean aunque sea un poquitito, pero que aprecien lo poco que han leído y que nos hagan saber que tal estuvo ese trocito de nuestro trabajo. Con comentarios nos motivan a seguir escribiendo, eso por lo menos a mi, me da señal de que mi esfuerzo no es vano, y así no les guste en algo, un comentario que dice “tu historia está fea, ya no la leeré” será bien recibido, es productivo saber que la historia no es buena de ustedes mismos, que seguir escribiendo algo que nadie leerá, jeje.

    Bueno, Lunabetz, que bueno que te haya gustado esa temática, porque aunque te darás cuenta que la historia no se trata de esa competencia en realidad, es un hecho que en un futuro (si llego al capítulo 80) de todas maneras llegaremos a ver competencias alucinantes con los Cuatro Elite, Agatha, Will, Wallace, Bruno, Lance, Gary y todos los demás en escenarios geniales como los de los videojuegos 3D de Pokémon Battle.
     
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  7.  
    pikachuanle

    pikachuanle Iniciado

    Acuario
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    Hola gracias por la invitacion. Hasta ahora pude leer tu historia.:p

    La tematica de tu historia y su trama es interezante, cuando estuvo en el area de pokemon y la vi por primera vez, si me saque de onda, pero ahora esta en un area especial y me alegro que tengas tanto exito.

    Veamos como le va a los chicos.

    Continua como hasta ahora. ;)
     
  8.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    CAPÍTULO 22: PEQUEÑO ENTRENAMIENTO

    Ya estaba anocheciendo. Runtor sabía que tenía que mejorar para que los demás no menospreciaran su ayuda, y sabía que la única forma de hacerlo era practicando, pero no podía hacerlo junto con todos, él pensaba que ellos no querrían ayudarlo en esas cosas por el momento a causa de lo que había sucedido hace poco, además de que las batallas que mantenían todos en grupo no eran simples entrenamientos, hasta el momento todas habían sido muy peligrosas o decisivas, así que ponerse a entrenar justo en esos momentos era algo inoportuno. Necesitaba hallar un momento del día en el que ellos no se dieran cuenta que él entrenaba. Y el momento parecía llegar.

    La noche llegó, pero las chicas exigieron que montaran pronto el campamento, los demás aún no quisieron acostarse y prefirieron seguir caminando, pero la petición de las chicas pudo más y allí se quedaron a prender una fogata y a tender las bolsas de dormir. Las chicas se quedaron dormidas casi enseguida, por el gran cansancio Renzo y Yami fueron los siguientes en caer dormidos, finalmente los restantes también entraron en un profundo sueño, o al menos eso parecía.


    Luego de aproximadamente treinta minutos, Runtor, Carlos y Diego se pusieron de pie muy cautelosamente, y dejaron el campamento del mismo modo. Se alejaron un poco y empezaron a practicar entre ellos, Runtor le dio prioridad a Cyndaquil y Carlos a Dewgong para no estar del todo en desventaja por su tipo hielo y agua. En batalla, los gruesos bloques de hielo que Dewgong fabricaba, eran el primer obstáculo que Cyndaquil debía vencer. Dewgong construía con su aliento altas barreras de hielo, casi a todo su alrededor, y dejaba pequeños tramos libres, por donde se asomaba para atacar a Cyndaquil con Chorros de Agua. Y así se mantuvieron por aproximadamente 10 minutos.

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    —Táctica muy bien pensada, Carlos —dijo Runtor felicitando a su adversario.
    —Gracias, pero a decir verdad no es muy trabajada, hay mucha gente que la usa, y demora tiempo ambientarla —comentó Carlos, tratando de parecer modesto.
    —¿Pero qué harás cuando logre derretir los muros? —preguntó Runtor.
    —No lo sé, hasta ahora Cyndaquil no ha podido derretir ni la mitad de uno, quizá no necesite pensar en algo mejor —contestó Carlos con una voz un poco ingenua.

    La batalla era un poco dura. Dewgong, a pesar de ser grande y pesado, se movía cada vez más y más ágilmente, dando saltos y arrastrándose sobre la tierra, que ya empezaba a congelarse también. Cyndaquil no podía dispararle fuego a las barreras y protegerse de los pistolazos de Dewgong al mismo tiempo, así que a Runtor se le ocurrió otra idea: hizo que Cyndaquil cavara en la tierra y tratara de infiltrarse en el área que Dewgong usaba de refugio. Cuando Cyndaquil lo logró, le ordeno que disparara todas las llamaradas de fuego que pudiera, y lo hizo, pero llegado un momento en que Cyndaquil se cansó, Dewgong aprovechó para llenar el agujero con agua.

    Después de que Cyndaquil salió del agujero por donde entró (empujado por el agua), Runtor liberó también a Ampharos para tratar de llegar hasta Dewgong con la electricidad, pero Dewgong fue más rápido y dejó de disparar agua, para empujar uno de los grandes bloques de hielo (justo el que estaba adelante de Ampharos), «¡Ampharos, con toda tu fuerza, trata de romper el bloque con tu cola!» gritó Runtor desesperado, Ampharos lo intentó, pero no sirvió de nada e igual fue impactado por el bloque, haciéndolo deslizarse barios metro atrás. «¡Ahora Cyndaquil, ataca!, envístelo» volvió a gritar Runtor sin perder tiempo, y Cyndaquil corrió con toda la velocidad que pudo hacia Dewgong, pero al verlo éste atacó con un Chorro de Agua y enseguida Cyndaquil con un salto lo esquivó mientras lanzó una Pantalla de Humo haciendo que Dewgong perdiera la precisión, lo que le dio oportunidad a Cyndaquil de acercarse más y usar su Llama Azul, que aunque era más poderosa que un ataque Ámbar común, no fue suficiente para batir a un pokémon evolucionado como Dewgong. Por lo que, pronto Dewgong reaccionó y trató de golpear a Cyndaquil con un Golpe de Cola, pero Cyndaquil reaccionó rápido y mordió la cola de Dewgong. Por último, el efecto de la Pantalla de Humo se acabó, Dewgong con un Ataque Torbellino logró librarse de Cyndaquil.

    —Gané yo. Y dos contra uno. No eres muy bueno que digamos —dijo Carlos sin dejar de lucir una sobria sonrisa.
    —Si lo soy, sólo necesito calentar un poco más —dijo Runtor en su defensa.
    —Bueno, me parece que no estabas muy preparado para la Liga Intercontinental a la que se suponía que ibas con nosotros —intervino Diego.
    —Pero no te preocupes, te ayudaremos a mejorar —le recordó Carlos a Runtor.
    —¿Ah si?, pues volvamos a intentarlo, a ver que pasa —le respondió Runtor mientras preparaba su próxima jugada—. Ampharos, vuelve.
    —Bien, ahora probaré yo —volvió a hablar Diego dando unos cuantos pasos adelante.
    —De acuerdo, espero que tengas otro método de ataque —supuso irónicamente Runtor.
    —¡Ve Poliwhirl! Y empieza con tu Torbellino —exclamó Diego sin hacer mucho caso a lo último que Runtor comentó.

    El que Diego dijera el ataque que su pokémon usaría, antes de que pisara la arena, le dio ventaja a Runtor para planear una estrategia, por lo que Cyndaquil esparció su Espiral de Fuego casi de inmediato. «Ah no, no me engañarás, ¡Polowhirl apaga ese fuego con tu Torbellino!» gritó Diego, pero luego Cyndaquil continuó y lanzó una Barrera de Humo. Poliwhirl estaba tan ocupado en apagar el fuego entre el humo, que no se daba cuenta de donde estaba Cyndaquil, ventaja que dejó que éste último lo golpeara con el Ataque Rápido muchas veces sin que Poliwhirl pueda evitarlo, hasta que Diego decidió que Poliwhirl ejecutara el Torbellino sobre sí mismo, alzando una especie de barrera de agua contra la que Cyndaquil chocó cuando por última vez lo envistió con el Ataque Rápido, «Cyndaquil, ¡espera! ¡nooo!» gritó Runtor, pero Cyndaquil ya había caído y Poliwhirl ahora intentaba dispersar el humo con sus Chorros de Agua.

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    Runtor reanimó a Cyndaquil con sus gritos y le ordenó que lanzara otra Pantalla de Humo, movimiento que afortunadamente funcionó «Ahora verás Diego, ¡Cyndaquil ya no te expongas a otro Torbellino!, usa de nuevo el Espiral de Fuego y después... Intoxícalo» dijo Runtor mientras tanto. Poliwhirl estaba confundido, había humo por todas partes y por más que intentaba apagar el fuego, Cyndaquil seguía y seguía corriendo rapidísimamente alrededor de él, soltando más y más llamas desde su lomo; no podía con eso. Hasta que pasó lo que tenía que pasar: de un momento a otro, y sin siquiera pensarlo, una pegajosa masa púrpura le calló encima a Poliwhirl «¡Oh no Poliwhril!, es el tóxico, usa Torbellino sobre ti para tratar de limpiarlo», ordenó Diego con desesperación, pero ya era tarde, Poliwhirl había caído sobre sus rodillas y todo su cuerpo se estaba tiñendo de lila, poco a poco, mientras que sus movimientos se volvían cada vez más lentos, pero Diego le reiteró la orden y Poliwhirl ejecutó el ataque Torbellino sobre él.

    Paso algún tiempo hasta que Diego se dio cuenta que el objetivo de Cyndaquil no era atacar, sino simplemente hacer que pase el tiempo hasta que el veneno debilite por completo a Poliwhirl, así que antes de que eso pasara, recogió a Poliwhirl. Carlos dio un paso adelante y liberó nuevamente a Dewgong, y le ordenó: «Dewgong, ¡usa tu Rayo de Hielo!», Runtor lo vio con una sonrisa en la boca y Carlos le respondió la mirada diciéndole: «veremos ahora, el campo está preparado a tu favor, buena suerte»

    Runtor tuvo tiempo de hacer un movimiento más antes de que Dewgong continuara, pero el ataque Tóxico que Cyndaquil se disponía a lanzar fue muy lento, por lo que el Rayo de Hielo impactó de frente en Cyndaquil y lo encerró en un cubito de hielo mandándolo a volar varios metros atrás.

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    —Tu Dewgong debe ser muy fuerte para lograr congelar a un pokémon de fuego con un sólo movimiento —supuso Runtor.
    —Tienes muchas ganas de luchar, pero no sólo el valor y tus ganas de pelear van a llevarte a la victoria, Cydaquil es muy pequeño aún, y... —empezó Carlos a opinar, pero justo entonces, Cyndaquil, que estaba petrificado en el hielo, hizo encender el fuego azul por encima de su lomo, quebrando el hielo en varios trozos.
    —Pues aún no se acaba —dijo Runtor lleno nuevamente de confianza.
    —Vaya, que sorpresa —concluyó Carlos muy sorprendido.

    Cyndaquil fue corriendo a toda prisa hacia Dewgong, y sin necesitar órdenes de Runtor, hizo girar a su alrededor varias ruedas de fuego, había aprendido un nuevo ataque: la Rueda de Fuego.

    Carlos salió de su sorpresa y le ordenó a Dewgong que lanzara nuevamente su Rayo de Hielo con todo su poder. Cuando el lobo marino hizo esto, Cyndaquil se preparó haciendo crecer la rueda a su alrededor. Y cuando el rayo chocó contra la barrera de fuego... al instante, las llamas que formaban la rueda de fuego, se volvieron de color rojo a un azul oscuro y casi transparente a le vez, lo cual lo protegió perfectamente del ataque de Dewgong, como si fuera un infalible escudo contra el hielo. Sirviéndose de todo esto, Cyndaquil llegó hasta Dewgong, arremetiéndose contra él con un resultado inesperado. Dewgong salió despedido un metro hacia atrás, revolcándose sobre su propio cuerpo. Luego de esto, Carlos acudió a él lo más rápido que pudo y luego Runtor también lo hizo. Ambos vieron las quemaduras que Cyndaquil había causado en el cuerpo de Dewgong al momento de chocarlo con la Rueda de Fuego, por eso supusieron que el fuego azul de Cyndaquil tenía propiedades espaciales contra el agua o el hielo.


    Runtor ya se sentía más confiado y alegre por la victoria frente a Dewgong, y pensó que ya estaba preparado para luchar contra los pokémones salvajes del lugar, así que decidió ir con Diego y Carlos, cerca de allí, en busca de pokémones salvajes para entrenar. Pasaron mucho tiempo combatiendo: varios Vibrava, Cacturne, Dugtrio, Seviper, Geodude, Golbat, Gligar y Sudowoodo dormidos fueron algunos de los pokémones contra los que los tres muchachos se enfrentaron esa noche. Finalmente, pensaron culminar su entrenamiento, luchando contra un Absol que vieron en la lejanía.

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    CAPÍTULO 23: MAGNETISMOS

    Diego, Carlos y Runtor estaban frente a un Absol, los tres compañeros miraban fijamente al pokémon, sin siquiera parpadear, esperando a que este baje de la alta roca en la que se hallaba, hasta que se cansaron de esperar y decidieron hacerlo bajar ellos mismos con sus pokémones. Diego fue el primero en tomar una pokébola de su cinturón para convocar a uno de sus monstruos. Absol se dio cuenta inmediatamente del movimiento que hizo Diego y al instante batió fuertemente el cuerno de su cabeza lanzando una ráfaga de luz que hizo un profundo agujero en la tierra cercana a los muchachos, luego saltó por la parte trasera de la roca y escapó del alcance de ellos. Absol se dirigía hacia el campamento, pero Diego, Carlos y Runtor tratarían de evitarlo, pensaban que debían hacerse cargo o por lo menos avisar de ello al resto del grupo. Semejante pokémon no parecía ser digno de subestimar.

    Los tres muchachos corrían tan rápido como podían, pero Absol se perdió entre las dunas del paraje. «Alto Runtor, tenemos que llegar allá antes que Absol, y sólo tenemos una forma de hacerlo» dijo Diego alzando la pokébola que había sacado anteriormente y que hasta ese momento tenía entre su puño, de allí salió un Porygon2, que tras recibir una orden de Diego creó al rededor de sí una especie de torbellino psicodélico que ascendió desde el suelo hasta perderse en el cielo y con esto Porygon2 pasó a triplicar su tamaño. Diego y Runtor ahora podían montar sobre el pokémon y como si fuera una motoneta arenera, ambos chicos se dirigieron a través del desierto hacia el lugar donde estaban sus demás compañeros acampando. Carlos se quedó atrás, pues haber ido con ellos hubiese impedido que Porygon2 fuera a gran velocidad, así que decidió ir sobre su propio Ninetales.

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    Diego y Runtor iban muy rápido, pero Absol había llegado al campamento antes de que ellos. Absol se quedó parado a tres metros del campamento por un momento, y luego procedió a atacar fuertemente con un haz de luz, dirigiendo su disparo hacia el centro del campamento (donde los restos carbonizados de la hoguera se hallaban). La fuerte explosión hizo que los muchachos del campamento se levantarán espantados, y ante esto Absol se lanzó sobre ellos sin pensarlo, lo que ocasionó una rápida reacción sobre los humanos en escena. Todos los muchachos retrocedieron y trataron de recuperar sus mochilas para usar pokébolas, pero Absol no dejaba de amenazarlos con lanzar nuevamente un ataque, por eso los chicos no pudieron hacer nada más que mirar lo que Absol hacía. El pokémon pasaba de mochila en mochila, olfateando algo, buscando y buscando una cosa que no parecía encontrar en ningún lado, y al acabar de registrar todos los paquetes, puso su vista furiosa nuevamente en los muchachos.

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    El grupo temía lo peor, y Absol no esperó más para saltar sobre ellos nuevamente, esta vez con verdaderas intenciones de atacar. Las chicas gritaron desesperadamente, pero algo hizo que su temor no se cumpliera; Absol quedó suspendido en el aire, y por más que se sacudía enérgicamente tratando de bajar, no podía hacerlo. Porygon2 venía desde atrás, emitiendo unas ondas verdosas, causantes de que Absol levitara. Los chicos se alegraron al ver que Diego había aparecido con Runtor y Porygon2, entonces corrieron a recoger sus mochilas, pero el poder de Absol, desde donde estaba, dejó de luchar contra el campo magnético y emitió unas Ondas Trueno, que llegaron hasta Porygon2 haciéndole perder el control del cuerpo de Absol. Los chicos tomaron rápidamente sus pokébolas y lanzaron una cada uno para defenderse.

    —Ve, Gardevoir —dijo Claudia.
    —Ve, Combusken —la siguió Flora.
    —Ve, Venusaur —escogió Yami.
    —Ve, Houndoom —dijo Renzo por último.

    Todos los chicos se ocultaron detrás de las grandes rocas que habían a cuatro metros de distancia mientras que le ordenaban a sus pokémones que evadieran de un salto el ataque que Absol se disponía a lanzar: un Hiper Rayo, que atajó el lugar de derecha a izquierda como un sable. Todos los pokémones saltaron al mismo tiempo, cuando de pronto un Wiglytuff se unió al grupo de pelea saltando, Carlos había llegado y aprovechó el viento y la ligereza de Wigglytuff para ordenarle que llegue encima de Absol e intente darle con un Trueno desde el aire, pero falló (ningún rayo se asomó por ningún lado), dándole ventaja a Absol para desaparecer como un fantasma. Lo demás pokémones estaban confundido tratando de buscar el rastro de Absol por todos lados, hasta que Combusken y Venusaur fueron sorprendidos con golpes que parecían venir de la nada. Houndoom reaccionó a tiempo y dando una vuelta hacía el costado alzó polvo desde el suelo que reveló el cuerpo de Absol en el aire. Éste aterrizó al lado de Houmdoom y continuó dando cuchilladas desesperadamente con el cuerno de su cabeza, Houndoom por su parte, no hacía más que evadirlos; hasta que Wigglytuff llegó a ayudar, lanzando una Llamarada sobre Absol, quien casi sin pensarlo, saltó para alcanzar a Wigglytuff y con un Haz de Aire lo impactó fuertemente, haciéndolo chocar contra una roca. Los demás pokémones, recuperaron la estabilidad y nuevamente se pusieron en pie para ejecutar un ataque combinado por órdenes de sus entrenadores. Fuego Fatuo, Espiral de Fuego y Rayo Solar, fueron los ataques que intentaron golpear a Absol, pero sin éxito, ya que él nuevamente desapareció, dejando el camino libre para que los ataques chocaran directamente contra Houndoom. Afortunadamente, Houndoom resistió los ataques sin problema por ser en su mayoría de fuego, pero en ese lapso de incertidumbre, Absol aprovecho para esparcir gotas de agua sobre todo el lugar con la técnica Danza de la Lluvia, lo que no afectó mucho a Houndoom, pero a Combusken si lo dejó "fuera de batalla".

    Venusaur en ese momento trató de focalizar nuevamente su Rayo Solar contra Absol, pero la lluvia no lo dejó cargar como antes y Absol aprovechó para acabarlo con un, ¡Lanzallamas! En ese momento, un trueno cayó del cielo contra Absol, tan rápido que ni con su más elevada velocidad pudo evitarlo; así pues, Absol quedó tendido en la arena, electrocutado por el ataque. Wigglytuff había logrado a tiempo recuperarse y aprovechar la lluvia también.

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    Los chicos se acercaron al cuerpo de Absol, viendo como aún sus músculos se contraían solos debido a las chispas eléctricas que aún recorrían su cuerpo. Todo estaba en silencio y mientras que los chico trataban de averiguar si el era uno de los pokémones enemigo, el silencio de la escena se interrumpió por un ruido mecánico, que cada vez aumentaba más y más. El cuerpo de Porygon2 estaba siendo arrastrado lentamente sobre la arena en dirección a Absol, que despertó aparentemente por el molesto ruido que estaba produciendo el cuerpo de Porygon2, por eso los chicos trataron de rematarlo con un ataque más, pero todos los pokémones estaban cansado y el ataque Trueno de Wigglytuff nuevamente falló, lo que le facilitó la huída a Absol, que desapareció y luego de un rato volvió a aparecer a 8 metro del lugar, corriendo a toda prisa entre las dunas del aquel valle árido.

    Diego, Carlos y Runtor, desconcertados por todo lo ocurrido, corrieron a toda prisa para acercarse a sus amigos. Iban a iniciar una charla, cuando Porygon2 siguió haciendo sonidos raros. Las patas de Porygon2 aparecía y reaparecían una y otra vez, además empezaron a despedir chispas de electricidad como si estuvieran electrocutadas, y sin dar mayor señal, el cuerpo de Porygon2 se elevó en el aire y fue arrastrado por una fuerza desconocida hacia el horizonte, en la misma dirección que Absol había tomado para escapar.

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    Los chicos no titubearon y cambiaron sus pokémones, por otros que les permitieran seguir el rastro de Porygon2. Eso estaba raro, y estaban seguros de que Absol tenía algo que ver.

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    CAPÍTULO 24: PEGADOS Y OBSERVADOS

    Jolteon, Ampharos y Ninetales corrían por el valle rocoso a toda velocidad, tratando de no perder el rastro de Porygon2. Los muchachos pasaron por muchas montañas y depresiones, antes de perderse en un confuso conjunto de montículos de tierra. Los pokémones decidieron parar la marcha, porque ya habían dejado de divisar a Prygon2 en el horizonte, además estaban cansados y nadie había comido nada desde el día anterior, por lo que el grupo buscó un lugar con sombra, y se asentaron dentro de una especie de caverna para comer algo.

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    Mientras comían apresuradamente, tenían que escuchar a Diego quejarse, estaba muy preocupado por Porygon2, tanto que estaba pidiéndole a todos que comieran más rápido de lo que ya lo estaban haciendo para seguir con la búsqueda, pero el grupo ya estaba cansado de las búsquedas, pero Diego no aguantaba estar sentado sin hacer nada para encontrar a Porygon2, así que decidió levantarse solo para ir a buscarlo él mismo, cosa que nadie del grupo dejó que hiciera, se pusieron frente a él y le cerraron el paso. Diego protestó por su libertad de elección, y dijo que el podía seguir solo cuando quisiera, pero el resto del grupo le recordó que todos se quedaron en la isla, con el único propósito de parar los planes de "los malos"; y para eso debían trabajar en grupo, y si él se separaba, podía arruinarlo todo fácilmente. Diego no tuvo más remedio que sentarse a seguir pensando.

    Cuando todos terminaron de comer y salieron para continuar el camino, Renzo y Yami fueron los encargados de asegurarse que Diego no intentara escapar. Carlos sacó del bolsillo la brújula para guiarse y poder seguir el camino, en búsqueda del paquete perdido, pero de inmediato notó algo en la brújula, que no les permitió seguir la marcha: La aguja-Norte de la brújula se estaba moviendo lentamente hacia la derecha y hacia la izquierda, a una velocidad uniformemente lenta. Luego de que todos discutieron el asunto, quedaron en que no podían hacer más que seguir la dirección de la aguja; de todos modos estaban perdidos, y si llegaban a alguna playa, podían seguirla para llegar nuevamente hasta el bosque de la isla. Innegablemente, todo esto había desvanecido las esperanzas de encontrar el paquete con los EXtra-aros, pero no podían hacer nada ante la situación, así que luego de escuchar las optimistas palabras de Carlos, quien decía que ya no había nada que perder, continuaron el viaje siguiendo sólo a la aguja-Norte, ahora la única esperanza era encontrar, al final del camino, el motivo por el que la brújula estaba descontrola, solucionar el problema y poder continuar con la búsqueda; todo eso, lo antes posible.


    El camino fue largo y ya había pasado un día entero, pero todos se reanimaron cuando a la mañana siguiente la aguja-Norte de la brújula dejó de balancearse de izquierda a derecha, y se quedó quieta, algunos pensaron que al fin se había compuesto, y otros pensaron que la causa del desperfecto, era móvil, y que se había dejado de mover, y por lo tanto, la aguja de la brújula también. Pero las dudas se vieron aclaradas en poco tiempo. El grupo decidió seguir a la aguja-Norte un poco más, y en dos horas aproximadamente no encontraba nada, entonces tomarían a la brújula como reparada y siguieron el camino hacia el supuesto Oeste, para llegar a la playa y acabar de buscar el resto del terreno desde allí.

    En sólo quince minutos ocurrió lo más deseado, la causa por la que la brújula se había descompuesto, estaba ante los ojos de todos en el fondo de una profunda depresión rocosa: Absol y Porygon2 estaban frente a ellos, rendidos en el suelo y aparentemente desmayados. Era extraño, porque aún había chispas de electricidad a través del cuerpo de Absol.

    Diego, muy feliz, trató de recoger a Porygon2 con su pokébola, pero sus intentos eran inútiles, así que decidió acercarse a él y arrastrarlo hacía su lado para por lo menos poder curarlo, y allí fue cuando Diego supo deducir perfectamente lo que había pasado: Las patas de Porygon2, estaban pegadas al cuerpo de Absol, por lo tanto, lo que ocurrió no fue más que una atracción magnética. Absol había quedado cargado de electricidad por el rayo de Wifgglytuff, y esto había hecho que el cuerpo de Porygon2 fuese arrastrado por magnetismo hacia el cuerpo de Absol, pero dado que Absol no hacía más que correr a toda velocidad por el desierto, ambos se mantuvieron en movimiento todo eso tiempo, hasta que Absol finalmente se cansó y fue alcanzado por el cuerpo de Porygon2, por eso la aguja-Norte dejó de moverse.

    Todos entraron en razón, y aceptaron la teoría de Diego, pero ahora había algo más en que pensar: en como harían para despegar a Porygon2 de Absol. El grupo trató de despegarlos, valiéndose de la fuerza de otros pokémones, pero no pasaba nada. El cuerpo de Porygon2 no aguantaba mucha presión ni tensión, cuando un pokémon jalaba demasiado fuerte de él, parte de su cuerpo desaparecía, volviéndose virtual y luego invisible. Jolteon, Ampharos y Raichu habían tratado de desmagnetizar a Absol, pero ninguno pudo absorber toda la carga eléctrica del cuerpo de Absol.

    Había pasado ya una hora, y los chicos seguían atrapados en aquel agujero oscuro, con paredes de roca mientras anochecía, de pronto unos sonidos de chispazos eléctricos, que no provenían de Absol, se escucharon desde los alto de la fosa. Una manada de pokémones los había estado observando sigilosamente.

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    Pipilup

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    Hola!! Gracias por la invitación ;)
    Debo decirte que tu historia es fantástica!
    Pobre Absol!! Espero que logren quitarle toda esa energía!
    Las imágenes me han dejado sorprendida, son increíbles!
    Y bueno... sobre los pokémon que los miraban... creo que eran Galvantulas... pero bueno, sólo es una suposición jijiji
    Bueno, me despido.

    Saludos!!
     
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  12.  
    CarlosCF

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    Que bien que te han gustado los capitulos, y que bien que ya estes haciendo suposiciones al estilo "quien es ese pokémon", es genial leer comentarios así, pero lamento decirte que no es una Tarántula Galvánica, lamentablemente la historia ha sido hecha a la antigua, y no veremos pokémones nuevos o inventados hasta después del capítulo 30, pero igual, muchas gracias por tu comentario.
     
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    CarlosCF

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    CAPÍTULO 25: EL RAYO MÁS POTENTE (1ra parte)

    Por encima de la fosa, una manada de Manectric observaba a los chicos, y no tardó en lanzarse al fondo de la fosa para atacar al grupo. Ante este avistamiento, Flora, Claudia, Carlos, Runtor, Yami y Diego liberaron a Umbreon, Nidoqueen, Grotle, Umbreon, Rhydon y Swampert respectivamente, mientras que Renzo esta vez puso a prueba su habilidad en las batallas dobles liberando a Nidoking y Jolteon, para controlarlos el solo.

    Los Manectrices en el aire comenzaron a atacar invocando Rayos desde el cielo y lanzándolos contra el grupo de Pokémones que aún estaba junto. Los dos Umbreon desaparecieron, y así el único afectado fue el Jolteon de Renzo, ya que los demás aliados eran inmunes a la electricidad.

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    —¡¿Pero por qué le afecta eso a tu Jolteon, por qué no absorbe la electricidad?! —preguntó Flora un poco colérica.
    —No lo sé, toda la vida ha sido así —le respondió Renzo avergonzado.
    —Hay que darle tiempo, algunos pokémones son raros, pero esas debilidades también traen consigo otras ventajas, sólo hay que esperar —comentó Carlos tratando de evitar que Flora empezara una nueva riña.

    Esas palabras tranquilizaron a Renzo, pero Flora seguía pensando que Jolteon era un fiasco.

    La batalla seguía y los Manectrices no hacían más que saltar sobre las rocas que los pokémones de tierra alzaban desde el suelo, también trataban de pegarles desde cerca con los puños, pero los Manectrices eran demasiado ágiles como para dejarse golpear. Ninguna roca les caía encima, mas bien, estaban mareando poco a poco a los pokémones de los chicos. Los Umbreon, con su ataque Mal de Ojo, trataban de hacer que no pudieran retroceder ni escapárseles de las manos a los demás pokémones, pero los Manectrices eran tan rápidos que no les dejaban tiempo a los Umbreon para que pudieran completar su maldición.

    Mientras esto parecía no acabar, los Manectrices iban ganando la batalla lanzando Destellos por todos lados, segando cada vez más a los pokémones de tierra, hasta que llegó un momento en que los ataques de éstos no eran nada efectivos, lanzaban las rocas a dos metros de los Manectrices, era evidente que Grotle, Nidoking, Nidoqueen, Swampert y Rhydon ya estaban totalmente ciegos, y los chicos no tenían nada para curarlos, entonces los Manectrices terminaron con ellos, atacándolos con Golpes de Cuerpo, con lo que lograron paralizarlos también. Sólo quedaban los dos Umbreon y Jolteon (que estaba a punto de ser cambiado por Renzo).

    Los Umbreon usaron su última oportunidad ejecutando la técnica Rayo de Confusión y Tormento, con las que oscurecieron el escenario, para tratar de darles con alguna de las dos técnicas a los Manectric. Todo estaba en sombras, y Joltteon seguía inmovilizado sin hacer nada, mirando a todas partes.

    —Ya basta, cambiaré de pokémon —dijo inoportunamente Renzo en voz alta, justo en el momento en que todos espectaban un momento de suspenso.
    —¡Silencio! —le respondieron bruscamente todos al mismo tiempo.

    Aquel grito grupal e inadvertido hizo que los Umbreon se desconcentraran y se movieran, lo cual permitió que los Manectrices los hallaran en la oscuridad, dándoles ventaja para atacarlos sin que ellos se dieran cuenta y casi de inmediato, muchos chispazos resplandecieron a cuatro metros antes de que se escuchara el grito de lo dos Umbreon.

    —¡No vez!, por tu culpa los Umbreon fueron descubiertos —le reprendió Flora a Renzo verdaderamente enfurecida.
    —Pues ahora también es bien raro que tu Umbreon no pueda ver en la oscuridad, eh —se enojó también Renzo.
    —Claro que puede, sólo que por tu culpa, se distrajo y no pudo ver llegar a los Manectric —empezó a discutir Flora—, como ellos son tan rápidos, no...
    —¿Ah si?, esas son sólo excusas... —interrumpió Renzo a Flora.
    —No, si es verdad... —interrumpió Runtor a su vez a Renzo, poniéndose un poco molesto por la actitud que ambos estaban tomando en ese momento.
    —Nada de eso, yo sé que... —comenzó a hablar Diego sin esperar a que Runtor acabara de hablar.
    —No creo que... —continuó diciendo Flora mientras que Diego seguía hablando también, por lo que ella alzó la voz para hacerse escuchar por sobre los demás.

    —¡Ya cálleeeenseeee! —gritó sostenidamente Claudia para intervenir imparcialmente y hacer que la discusión acabe. Con ese grito todos los demás se callaron de inmediato y un poco confundidos dirigieron sus miradas hacia Claudia, que por primera vez les había reprendido firmemente sin previo aviso. Luego ella continuó—: miren, no sabemos en donde están los Manectric, ni donde está Jolteon, y sólo nos queda él. Todos nuestros pokémones de tierra han quedado inmovilizados, así que si Jolteon pierde tendremos que luchar con otros, que tienen pocas o nulas oportunidades de ganar contra esos Manectric.

    Las palabras de Claudia preocuparon a los demás. La oscuridad persistía, y Jolteon estaba en problemas, por lo cual Renzo le ordenó que use la técnica Destello para saber en donde se encontraba y para poder iluminar un poco el lugar; pero luego de que Jolteon lanzara los destellos, se dieron una sorpresa cuando vieron que Jolteon estaba en un rincón, acorralado por todos los Manectric, que no tardaron en descargar todo su poder sobre Jolteon, atacándolo brutalmente con Truenos de voltajes aparentemente elevadísimos.

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    La expresión de Jolten sorprendió a todos, y hasta Flora que odiaba el que Jolteon no hubiera sido de gran ayuda en esa batalla, sentía lástima por el pobre. Pero Renzo no pensaba dejar que su pokémon sea la víctima, así que se acercó todo lo que pudo y él mismo empezó a lanzarle piedras a los Manectric, ya no sabía que hacer para salvar a Jolteon. Por esto, uno de los Manectric dejó de atacar a Jolteon y se volteó para encarar a Renzo, quien al verle la cara al Manectric y al escuchar su gruñido colérico, decidió retroceder un poco. El Manectric estaba cargando su ataque, y los demás seguían atacando a Jolteon. La potencia del ataque que caía sobre Jolteon había bajado considerablemente, al parecer el Manectric que había dejado de atacar a Jolteon era el más fuerte. Ahora Jolteon podía sostenerse sobre sus cuatro patas, y observar a duras penas lo que pasaba detrás de la línea de Manectrices que lo estaban atacando. Jolteon vio que Renzo estaba en problemas, pero la descarga que recibió de los demás oponentes fue demasiada y finalmente calló desmayado.

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    Carlos Eduardo

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    pobre jolteon y esa flora quien se cre para creer eso esta genial ojala saliera un pokemon legendario
     
  15.  
    CarlosCF

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    CAPÍTULO 26: EL RAYO MÁS POTENTE (2da parte)

    Desde pequeño, Jolteon había sido siempre eléctrico, el no recordaba su etapa como Eevee, desde que tenía uso de razón había estado al lado de Renzo, no sentía dolor al chocar con la electricidad, y podía emitir ondas y rayos eléctricos hacía cualquier dirección. Pero nunca faltan experiencias amargas en la infancia; que se transforman luego en traumas, impidiendo que una persona o ser haga cosas, que quizá si no temiera hacerlas, serían las más grandiosas que pudiera realizar.

    Cuando pequeños, en una noche lluviosa él y Renzo se perdieron por calles cercanas a su casa. Ambos estaban empapados y después de doblar una esquina, se encontraron con muchas sombras cuadrúpedas y verduscas en un callejón. Eran Electrikes, que lucían muy enfadados, y no vacilaron en lanzar toda su electricidad sobre Jolteon. Pero eso no fue ningún contratiempo ni para él, ni para Renzo, ambos sabían que eso, más que un ataque, era una ayuda: Jolteon, por naturaleza, podía absorber la energía eléctrica fácilmente, recargando sus energías y volviéndose más fuerte. Era la primera vez que Renzo iba a tener la oportunidad de hacer un verdadero contraataque estratégico, y tanto él, como Jolteon, no podían esperar a que llegara su turno para acabar con todos esos Electrikes.

    Por fin, los Electrikes estaban dejando de atacar, fue entonces cuando Renzo le ordenó a Jolteon con un gran grito, que volcará toda su potencia sobre el enemigo, y así lo hizo, aunque la oscuridad no dejaba que Jolteon viera bien al enemigo.

    Hubo una gran explosión eléctrica en ese lugar, y entre todos los gritos de los Electrikes, hubo uno distinto y particularmente familiar que hizo a Jolteon parar su ataque. Jolteon cesó su ataque, y volteó lo más rápido que pudo para ver, entre los cuerpos rendidos de muchos Electrikes, el cuerpo de Renzo, que se retorcía violentamente sobre el suelo.

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    ...
    ... ...
    ... ... ...Renzo estuvo recuperándose de aquel ataque, por varios meses en el hospital, y Jolteon comprendió de la peor forma, solo y sin nadie que se preocupara por él, que no debía repetir tal ataque nunca más.




    De vuelta al acto: Claudia le gritó a Renzo que corra, pero él no quiso hacerlo, porque sabía que si lo hacía, el Manectric se le lanzaría con toda su furia, así que Claudia decidió hacer algo y libera a Togetic para atacar a Manectric con sus Salpicadas de Lodo, pero no ocurrió nada, esto le dio ventaja a Manectric, que con su ataque Chispa quitó a Togetic del camino y la dejó paralizada. Por otro lado los demás Manectric continuaban bañando de rayos a Jolteon.

    Jolteon sabía lo que pasaba en ese momento con los demás, pero más amargo que el pasado sería el futuro que vendría si no hacía algo, y de alguna manera sabía que afrontar su miedo era la única alternativa de cambiar las cosas. Así que abrió los ojos, y poniendo firmes las patas, negó el dolor que todo ese voltaje le producía, asumiendo nuevamente su garba pose; ahora sentía como sus fuerzas se recuperaban, dejó el temor de lado y empezó a absorber toda la energía que el enemigo le brindaba, y de un momento a otro, atacó a todos los Manectrices con un fuerte latigazo eléctrico, tan potente que hasta dejó marcas profundas en la tierra. Al acabar el ataque, Jolteon ya se había desecho de todos los Manectrices que lo tenían acorralado, pero faltaba uno: el que asechaba a Renzo, y que ya en ese momento había vuelto la atención hacia Jolteon.

    Manectric y Jolteon ahora se miraban fijamente, y Manectric fue el primero en atacar, lanzó un gran rayo sobre Jolteon, quien sintió claramente el mismo potente dolor punzante que hace un rato lo había hecho desmayarse; y sin pensarlo, volvió a hacerlo, absorbió toda la energía del rayo de Manectric, mientras que este continuaba y continuaba atacándolo del mismo modo, pero así no se quedaron las cosas. El rayo de Manectric cada vez se volvía más y más potente, tanto, que Jolteon empezó a sentir que ya no podría absorberlo todo, tanto así que algunas chispas empezaron a pellizcar su piel... así que no le quedó otra opción que elevar su capacidad de absorción.

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    Ambos se esforzaban al máximo, Manectric se esforzaba en elevar su coraje y así poder aumentar su potencia, mientras que Jolteon se esforzaba en concentrarse cada vez más para poder captar mayor cantidad de ondas magnéticas y electricidad; y fue tanta su concentración, que paso lo inesperado: El cuerpo de Absol (que estaba a cinco metros de Jolteon), empezó a sacudirse pausadamente, como si lo hincaran con una aguja. Porygon2 empezó a flotar y todos vieron como a través de su cola, toda la energía eléctrica que Absol guardaba, comenzó a ser absorbida por Jolteon, hasta que al final, no quedo nada de ella y los dos pokémones quedaron por fin separados.

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    Manectric había dejado de atacar y Jolteon quien se sentía invencible, había recogido tanta energía que ya ni su cuerpo la aguantaba, pero aún faltaba la parte más difícil: tenía que afrontar su miedo. En esa oscuridad debía darle certeramente a Manectric y sólo a él, Renzo estaba cerca y Jolteon no podía ver muy bien a que distancia exactamente estaba Renzo de Manectric, pero justo en se momento, como "enviados del cielo", Jolteon escuchó los gritos de los dos Umbreon. Le decían en su propio lenguaje que ellos le darían la señal del lugar en donde Manectric se encontraba, aparecerían dos resplandores, y entre ellos estaría Manectric. Así que Jolteon esperó un momento, hasta que apareció la señal, y con toda su potencia lanzó su ataque directamente contra el centro de las dos luces que los Umbreon habían encendido para él.

    Finalmente, con un gran ruido (parecido al que se produce cuando se rompe una gran lamina de vidrio), terminó todo. Los Umbreon iluminaron un poco el lugar con su técnica Destellos, y todos presenciaron la escena: todos los Manectric estaban tirados en la tierra, inconscientes, Diego estaba al lado de Porygon2 y Claudia cargaba en sus brazos a Togetic, Renzo estaba a unos metros de Jolteon, los demás pokémones estaban rendidos en un rincón y los demás chicos estaban juntos en el centro de la fosa mirando para todas partes; Absol ya no estaba.


    Los chicos no tardaron en darse cuenta que Absol había escapado por una grieta que había entre unos muros, y quien sabe hacia donde habría ido, pero eso era lo de menos. Había pasado una hora y ya estaban de vuelta en una caverna rocosa, dentro de sus bolsas de dormir. Todos se quedaron dormidos casi de inmediato, estaban muy cansados.

    Avanzada la noche, Renzo se despertó y en la oscuridad pensó en lo mismo que había pensado Jolteon antes de decidir afrontar su miedo, pensaba en como esa lejana noche, por ser impulsivo y sólo pensar en destruir, termino perjudicándose el mismo; entonces, de entre las sombras se le acercó Flora, con un amistoso rostro le tendió la mano en pos de amistad diciéndole «lamento haberte dicho todo eso, la próxima vez los dos pelearemos juntos contra el enemigo... como hoy Umbreon lo hizo junto Jolteon por naturaleza». Al final sus pokémones les habían enseñado algo que no pudieron aprender por sí mismos: a ser amigos.
     
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  16.  
    Carlos Eduardo

    Carlos Eduardo Entusiasta

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    O.O te comprendo jolteon tienes miedo de herir a alguien de nuevo con ese ataque muy genial la conti
     
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    CarlosCF

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    CAPÍTULO 27: LA HOJA MÁGICA Y LA FUERZA GENTIL

    Se acercaba otra noche de entrenamiento para Runtor. Él sabía que no podía dejar que los días pasaran y que su equipo-pokémon debía mejorar rápido, por eso volvió a pedirle a otro de sus compañeros que le ayudaran a alcanzar su meta, en esa oportunidad le tocó a Claudia acompañarlo. Cyndaquil, ya había aprendido el ataque Rueda de Fuego, por ello esa vez Runtor decidió dedicarle un poco de tiempo también a otro de sus pokémones más apreciados: Kirlia. Runtor le tenía desde hace mucho, y siempre deseó convertirlo en un Gallade, pero lamentablemente en el país en el que él vivía el mineral alba era muy raro, y por lo tanto demasiado costoso como para conseguir suficiente para lograr convertir a Kirlia en Gallade, era por eso que a pesar del tiempo, el mantenía a su Kirlia en ese estado evolutivo.

    Runtor y Claudia dejaron el campamento y caminaron entre las rocas un momento hasta que encontraron lo que querían: un pequeño grupo de Geodudes conglomerados frente a ellos, entonces comenzó la contienda.

    —Ve, Togetic —dijo Claudia, siendo la primera en enviar a su pokémon al campo.
    —Ve, Cyndaquil —la siguió Runtor.
    —Pero, no, Cyndaquil tiene todas las de perder, mejor cámbialo ahora —le advirtió Claudia a Runtor.
    —No, es más que seguro que los Geodude sólo lanzarán rocas, y eso me servirá para entrenar un poco la capacidad evasiva de Cyndaquil, o ¿eso no era lo mismo que te disponías a hacer tú?, porque tu Togetic volador también esta en desventaja —objetó Runtor ingeniosamente.
    —Jajaja, hablas como todo un estratega —le respondió Claudia un poco avergonzada al darse cuenta que Runtor había deducido que se disponía a hacer ella—, bueno en parte tienes razón, buena suerte, veremos cual de los dos dura más.

    Y así empezaron la ronda. Todos los Geodude, tal y como Runtor había predicho, se dedicaron a Lazar Rocas contra los dos pokémones aliados. Cyndaquil no era muy poderoso, pero era bastante rápido, por otro lado, Togetic era bastante lento, y era una suerte para él que Cyndaquil estuviera en el campo llamando la atención de la mayor parte de los Geodude, tan solo unas cuantas rocas eran lanzadas hacia él, y duramente podía esquivar algunas de ellas, mientas que Cyndaquil lograba evitar todas en absoluto.

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    Claudia veía como, por más que trataba de advertir de las rocas que se le avecinaban a Togetic, éste no podía con todas, por lo que concluyó en que no podía fiarse de la velocidad y destreza de su pokémon. Claudia se dio cuenta que en esa momento la mejor defensa de Togetic sólo podía ser su ataque, así que le ordenó que dejara de esquivarlas y las enfrentara con su Movimiento de Espejo. Runtor retiró asombrado la mirada de Cyndaquil, y pasó a ver lo que Togetic en ese momento haría y fue cuando una enorme roca surcaba los aires presurosamente rumbo a impactar a Togetic por atrás, entonces Claudia gritó decidida: «...y comienza a usarlo a tus espaldas». Runtor vio como Togetic, mientras se daba la vuelta con un gesto señorial se iba volviendo plateado, brillante y casi transparente, de inmediato la roca impactó contra él partiéndose en pedazos y como si se tratara de un conjuro mágico los terrones de roca frenaron su caída e invirtieron su marcha, fusionándose nuevamente y volviendo como si esta hubiese rebotado, finalmente la roca fue a caer en su regreso sobre el Geodude que originalmente la había lanzado haciendo que éste cayera inconsciente sobre el suelo.

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    —¡Genial! —exclamó Runtor.
    —Gracias —le respondió Claudia.
    —Nunca me hubiese imaginado que tu Togetic sabía hacer el movimiento de espejo —dijo Runtor impresionado.
    —Jaja, no lo dices en serio, ¿o si? —respondió Claudia con un poco de incredulidad.
    —Pues no, es que nunca lo has usado en batalla —le explicó Runtor.
    —Lo que pasa es que Togetic se cansa muy rápido cada vez que se convierte en cristal con ese ataque —se justificó Claudia—, además él no es muy resistente, por eso siempre he preferido usar otros pokémones.

    Los Geodudes seguían lanzando rocas, cada vez más grandes, Cyndaquil ahora había empezado a correr entre los enemigos activando su Rueda de Fuego de vez en cuando para embestirlos. Togetic por su parte, seguía tornándose en espejo cada vez que le era imposible evadir una roca, pero ambos Pokémones estaban en clara desventaja, los fuertes golpes que Cyndaquil se daba contra los macizos cuerpos de los Geodude eran altamente extenuantes para él, y Togetic ya había dejado de brillar tanto como al inicio. Claudía sabía que si Togetic seguía tornándose de su estado normal a espejo, acabaría desmayándose de cansancio y no por verdaderamente haber perdido, así que le ordenó que se volviera espejo por una última vez y que tratara de mantenerse en ese estado hasta que los Geodudes hayan bajado en número considerablemente. Cyndaquil, en cambio, no pudo evitar la derrota, pues llegó un momento en el que el fuego de su espalda se apagó, y tropezó con los desniveles del terreno cayendo agotado; Runtor lo recogió oportunamente antes de que una gran roca le cayera encima.

    Claudia miro con terror a Runtor diciéndole: «No puedes dejarme sola en un momento como este, aún hay varios Geodude y Togetic no aguantara mucho más», Runtor estaba buscando nerviosamente una pokébola en su cinturón y apenas lo encontró liberó a su siguiente pokémon: Kirlia.

    Kirlia desde lejos alzó ambos brazos y usó su ataque Confusión sobre el pelotón de Geodudes, luego de que estuvo un buen rato emitiendo las ondas psíquicas, dejó su posición de ataque para apresurarse al encuentro de los Geodudes y mientras se iba dividiendo en dos, cuatro, ocho y dieciséis Kilias idénticos, que se movían sinfonizadamente. Togetic continuaba en posición de contraataque con todo su cuerpo brillante y reflectante como el espejo, pero las rocas ya lo estaban logrando afectar, cada vez que chocaban con su cuerpo, Togetic era empujado bruscamente hacia atrás, pero trataba de remontar el vuelo agitando cada vez más rápido sus alas. Claudia estaba preocupada, por lo que se dispuso a cambiar de pokémon, pero se llevó una gran sorpresa cuando al tocar y ver su cinturón se dio cuenta que tan sólo llevaba consigo las pokébolas de Kingdra, Arcanine y Togetic. Kingdra no podría batallar en ese terreno, por lo que decidió liberar a Arcanine para que ayudase en la batalla, pero con ambos en el campo, Claudia no podía dar las órdenes correctamente, no podía prestar atención a dos situaciones diferentes y pensar también en el siguiente movimiento de ambos pokémones a la vez.

    Arcanine interceptaba todas las rocas que podía, aunque un regular número aún seguían chocando contra Togetic. Kirlia seguía lanzando sus ondas de Confusión en todas las direcciones posibles, pero los Geodudes parecían multiplicarse cada vez más y más. Claudía estaba a punto de recoger a Togetic con su pokébola, pero una roca realmente enorme vino surcando los aires de forma inesperada desde atrás del batallón de Geodudes. Arcanine intentó hacerla trizas con su Rompe Rocas en vano, Kirlia intentó inmovilizar la roca en el aire, pero con ello solo logro desviarla del trayecto. La roca calló sobre Arcanine dejándolo inconsciente y Togetic a tiempo se libró de ella, Claudia se vio obligada a recoger a Arcanine, mientras que Togetic cayó al suelo rendido. Kirlia formó una barrera humana delante de Togetic con su técnica Doble Equipo. Los Geodudes iban avanzando lentamente y Claudia ya no sabía que hacer. Kirlia continuó con su ataque de Confusión en masa, pero Togetic estaba casi paralizado, lo único que podía hacer era contraatacar, y ya su cuerpo estaba cansado para eso, necesitaba usar un ataque directo cuanto antes, así que Claudia hizo lo último que hubiera querido hacer, le ordenó que realizara el Metrónomo.

    Togetic se tomó un poco de tiempo mientras se concentraba e iba elevándose en el aire moviendo los brazos en un ritmo constante, esperando a que algún ataque le viniera a la mente. Kirlia tenía asegurado el frente de batalla, pero desde el fondo nuevamente una gran roca pálida fue lanzada por un pokémon que ya se empezaba a distinguir, más grande y grueso que todos los Geodudes. Kirlia nuevamente intentó detenerla con su poder telepático, pero la roca casi y ni vario su trayectoria, iba a impactar contra Togetic, justo cuando Claudia grito bajo presión: «¡Togetic ahora, usa el metrónomo!». Togetic abrió los ojos de golpe y batió sus brillantes brazos hacia la roca, entonces una veloz, afilada y colorida hoja salió disparada como un rayo, con tanta fuerza que logró despedazar sorprendentemente la roca, mientras que un abanico más de ellas empezaron a aparecer en su otra mano, evitando así que Togetic quedara fuera de combate.

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    —Claudia, esa es la hoja mágica, por fin puede usarla —le dijo Runtor a Claudia muy entusiasmado y señalando con la mano a Togetic en el aire.
    —No, lo que usó fue el metrónomo, él nunca ha sabido lanzar hojas mágicas —trató de explicarle a Runtor lo que ella dedujo que había pasado.
    —Si, si me di cuenta, pero aprovecha, por el metrónomo, acaba de experimentar como se siente efectuar esa técnica y tiene más de ellas en su otra mano, aprovecha... ordénale que lance de nuevo una hoja mágica para que se le grabe el ataque, ¡rápido! —le aconsejó Runtor a Claudia, tratando de deducir lo que podría ocurrir.
    —¡De acuerdo! —aceptó Claudia, dispuesta a probar la teoría de Runtor—, ¡Togetic, usa la hoja mágica contra todos los Geodude que puedas!

    Y con esa orden Togetic empezó a disparar más de esas afiladas hojas contra los Geodudes, derribándolos con un solo tiro uno por uno, como si se trataran de pinos sin ninguna clase de resistencia. Rápidamente las filas del enemigo fue menguando, pero de pronto una figura corpulenta y bastamente redonda apareció desde las sombras, y los pocos Geodudes que quedaron se hicieron a un lado para dejarle el paso libre al que parecía ser su líder.

    Un Graveler se dejó ver de entre las sombras, y Runtor dio un paso adelante diciendo desafiante: «Togetic ya está muy cansado, esto déjamelo a mi» mientras que Kirlia iba reduciendo el número de sus copias de él mismo hasta que el efecto del Doble Equipo paso por completo.

    Kirlia empezó ejecutando su ataque de Confusión, pero parecía que al Graveler eso no le causaba daño en absoluto. Graveler continuó la batalla lanzando contra Kirlia un largo y potente Mega Puño, pero este último evitó el ataque dividiéndose oportunamente en dos al usar la técnica Doble Equipo. Graveler no perdió el tiempo y con su otro brazo más largo, barrió el espacio dando un fuerte manotazo de izquierda a derecha, con eso la copia de Kirlia desapareció en un instante y Graveler logró atajar a su rival. Kirlia salió despedido unos cuentos metros hacia la derecha cayendo al suelo, Graveler fue entonces a su encuentro lo más rápido que pudo, por lo que Kirlia se levantó velozmente y alcanzó a dispararle con su Rayo de Confusión dejando a Graveler completamente confundido. Graveler empezó a dar vueltas y a caminar cortas distancias hacia atrás y adelante, así que Kirlia aprovechó para atacarlo nuevamente con su ataque de Confusión, a continuación Graveler cayó irremediablemente al suelo, desde donde aprovechó para producir un Terremoto. Togetic estaba observando tranquilamente desde lejos como las grietas abiertas por el terremoto afectaron fuertemente a Kirlia al chocar unas con otras y contra él, pero no podía hacer nada, Claudia no quería intrometerse. Graveler en su caótico movimiento logró dar madia vuelta y golpear a Kirlia por la espalda con su Mega Puño haciéndolo caer al suelo nuevamente.

    Con cada golpe que se le propinaba a Kirlia, Togetic se ponían muy ansioso, tenía ganas de ayudar, pero Claudia lo detenía cogiéndolo del brazo. Graveler había logrado tomar a Kirlia por sus orejas con sus brazos más largos, Kirlia lamentablemente ya estaba muy cansado como para ganarle en fuerza a Graveler y liberarse de él. Graveler mientras sostenía a Kirlia con sus brazos más largos, no paraba de propinarle puñetazos con sus brazos cortos y fuertes. Kirlia lo único que podía hacer era moverse de un lado a otro, y Graveler, como si estuvieran bailando, lo seguía. Runtor no sabía ya que hacer, el ataque de Confusión no era tan efectivo contra Graveler y Kirlia necesitaba de concentración y distancia para lanzar su Rayo de Confusión.

    —Runtor, ya basta, tenemos que intervenir, o por lo menos usa otro pokémon para ayudarte —sugirió Claudia.
    —No, esperen un poco más, ya se me ocurrirá algo —dijo nerviosamente Runtor.
    —Estas a punto de perder la batalla, mejor será que cooperemos en equipo ahora —dijo Claudia con gran seriedad—, prefiero, a que después tu Cyndaquil o tu Ampharos peleen junto a mi Togetic, todos con desventaja.
    —Y, ¿qué pretendes hacer?, Graveler no le prestará atención a Togetic ahora para lanzarle rocas a distancia porque tiene las manos ocupadas, y Togetic no podrá lanzar con precisión sus Hojas Mágicas, ambos se están moviendo mucho y lo último que necesito ahora es una de sus hojas enterrada en Kirlia —dijo Runtor un poco intranquilo.
    —Si, tienes razón... pero has lo posible, sé que puedes hacer que Kirlia evite moverse tanto, dile que deje de tratar de zafarse, que aguante un poco estático —le propuso Claudia, que ya tenía una idea en mente.
    —Me estas pidiendo algo muy riesgoso, me estas pidiendo que pierda —se opuso Runtor.
    —¡Ya basta! —exclamó Claudia enojada y mirando a Runtor fijamente a la cara—, de eso se trata el trabajo en equipo, eso es lo que no te deja que la victoria sea nuestra y tuya también cuando peleas con nosotros, no se trata de ver quien derrota el mayor número de enemigos, se trata de cooperar, de confiar en los demás... y de sacrificar algo para que los demás den el golpe de gracia si es necesario; al final el que gana es el grupo, no el que pegó el golpe final.

    Con estas palabras Runtor se quedó muy pensativo e inmóvil, pensando seriamente en todo eso. Runtor finalmente se dio cuenta de la actitud que Claudia guardaba bajo su apariencia bondadosa y calma; también se dio cuenta de que sus amigos no siempre lo iban a adular, y que por eso era que se llamaban equipo, porque cooperaban entre ellos, así que cambio su rostro de descontento y le mostró una sonrisa a Claudia moviendo la cabeza en señal de afirmación. Entonces Runtor redireccionó su mirada al campo de batalla y le ordenó a Kirlia que parara y que realizara su técnica Destello.

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    Kirlia dejó de moverse y alzando su brazo desprendió con uno de sus dedos una fuertísimo luz directamente a uno de los ojos de Graveler, dejándolo estático y tembloroso, fue entonces cuando Claudia lanzó al aire a Togetic y le dijo: «¡Ahora Togetic, lanza tu Hoja Mágica lo más fuerte que puedas contra Graveler!», Togetic ya era muy bueno en ese ataque con tan poca práctica, pues sus afiladas hojas se enterraron con tanta fuerza en el cuerpo de Graveler que lanzó un grito de dolor al cielo y soltó de golpe a Kirlia, Runtor continuó y gritó: «¡Bien, ahora dale con lo más fuerte que tengas, Kirlia!», luego Kirlia miró a Runtor desconcertado, después miró a Togetic y aguzando la vista, volteó su mirada nuevamente hacia Graveler e impetuosamente lanzó su siguiente ataque: una juego de Hojas largas, afiladas y del color del arcoiris, Kirlia había aprendido también el ataque Hoja Mágica.

    Graveler no aguantó todo eso y cayó al suelo luego de unos cuantos disparos. Claudia y Runtor festejaron contentísimos su victoria mientras veían como los Geodudes se retiraban de la escena presurosos.

    —Gracias Claudia —Runtor.
    —Si claro, no te preocupes que los dos nos hemos ayudado —le respondió Claudia amistosamente.
    —No de verdad, gracias por confiar en mí y por dejarme confiar en ti —terminó diciéndole Runtor con toda sinceridad.

    Al final los dos recogieron a su pokémones y volvieron al campamento cansados, pero alegre por lo bueno y lo malo.

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  18.  
    Yazkara

    Yazkara Entusiasta

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    Hola!!!!!
    Nuevamente te agradezco la invitación y tengo que agregar que estoy muy contenta con tu trabajo, pues no encontre ningún error. Tu mejoría es evidente, me voy a poner muuuuuy ``CELOSA´´ pero en el buen sentido =P.
    Espero que mejoren todos los pokemon y sus entrenadores para que salven a sus compañeros y a los de pokemon´s secuestrados.
    Espero saber de ti pronto, cuidate, seguimos en contacto y procura no perderte mucho tiempo, por lo menos pasa a saludar =)
    Espero la conti pronto.
    ioxoxoxoxoxoxox =)
    atte YAZZZZZZ
     
  19.  
    CarlosCF

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    Gracias muchachos y muchachas por sus comentarios, Loca, no pensé que llegarías a pasar por acá, jaja, gracias.
    Yazkara, genial!!! que bien que no hayas notado ya mas errores, espero poder seguir así tanto en redacción como en ortografía y lo más importante... en trama, espero que la historia se mantenga igual o más emocionante para ustes, haré lo posible sin tener que caer en la monotonía, jaja, bueno, eso en realidad sería empeorar la historia... veremos pues como va todo.
     
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  20.  
    CarlosCF

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    CAPÍTULO 28: LAS HOJAS MÁGICAS

    Los chicos debían encontrar un paquete con unos objetos llamados EXtra-Aros antes que los del otro bando; y habíamos estado recorriendo la isla por todas partes durante las últimas semanas, pero aún no habían encontrado nada. Sin duda sus incursiones más difíciles las pasaron en una zona desértica de la isla, pero de ellas habían aprendido muchas cosas. Ahora, veían en el horizonte que esa caminata por la caliente arena estaba por acabar. Ya les quedaba sólo un área en la cual buscar, que estaba cerca del volcán al lado de unas montañas. No había tiempo que perder así que se apresuraron a llegar.

    El camino era difícil, no había restos del avión en el que llegaron a la isla, ni ningún escombro o formación rocosa en la cual detenerse a explorar. Cuando menos lo pensaron se toparon con una señal: era una de esas casetas que los Ditto habían montado por toda la isla, eso significaba que la zona arenosa por la que habían estado viajando estaba a punto de acabarse, es que los Ditto sólo habían puesto casetas en los cercados de aquel desierto.

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    Al llegar a la pequeña cabina se detuvieron a recibir información del Ditto que había ahí, pero ni bien llegaron a acercarse a él, la tierra empezó a temblar tan fuerte que el terreno se volvió arena movediza y luego empezaron a emerger de entre la arena rocas con forma de ruedas por todas partes. Eran cientos de Solrock, y empezó una nueva batalla en la que Flora, Claudia, Diego, Carlos, Runtor, Yami y Renzo liberaron a Masquerain, Vileplume, Pliwhirl, Golduck, Cyndaquil, Feraligatr y Tyranitar respectivamente.

    Todos los pokémones de agua lanzaron con todas sus fuerzas sus ataques contra los blancos más cercanos. Los Solrock giraban en el aire tan rápido que despedían luces centellantes de las que se valían para segar a los pokémones de los muchachos. Luego de unos cuantos minutos de esta rutina empezaron a atacar con Espirales de Fuego con los que acorralaron a los pókémones protagonistas, pero fue en vano porque Poliwhirl y Feraligatr se encargaron de apagar todo el fuego a su alrededor. A continuación vino el Lanzamiento de Rocas, que tampoco fue un reto para los pokémones acuáticos que con fuertes chorros de agua lograban destrozar aquellas rocas antes de que cayeran en la tierra. Los chicos pensaron que la batalla ya estaba ganada, pero no contaban con el Rayo Solar que con el calor del día soleado todos los Solrock lanzaron contra la “legión-pokémon” sin necesidad de cargar energía solar. Con esos potentes rayos quedaron fuera de combate todos menos Vileplume que de una manera inexplicable resistió las decenas de rayos concentrados.

    Como casi siempre, muchos chicos en el equipo se quedaron sin opción, excepto Flora que había enviado a Masquerain al campo, que aunque con pocas fuerzas, aun podía seguir luchando junto al Vileplume de Claudia. Los Solrock siguieron girando y como quien lee los pensamientos Flora ordenó: «Maskerain, ¡Danza de Lluvia! Sobre todo el campo», pero aunque Masquerain se esforzó lo más que pudo no logró cubrir todo el lugar con su lluvia y los Solrock más alejados llegaron a lanzar su ataque, los Solrock más cercanos sólo siguieron girando y fueron destrozados por el ataque que dichos Solrock lanzaron desde atrás. Masquerain no fue impactado ya que estaba volando alto, pero Vileplume no pudo más y calló sin poder contraatacar, los Solrock seguían brillando y los muchachos vieron que las cosas no eran tan simples como creían.

    Quizá con una o dos decenas de Solrockes hubieran podido, pero con semejante cantidad era todo un reto ganar, pero a los chicos no les quedaba otra opción mas que hacer su próximo movimiento, y rápido.

    —¡Maquerain, usa tu niebla! Chicos, ¡agáchense y piensen que harán! —gritó Flora, siendo la primera en flexionar sus rodillas para poder agacharse.
    —Vileplume, vuelve ¡ve Togetic!, apresúrate y reúnete con Masquerain —dijo Claudia lanzando su pokébola hacía el aire para evitar que Togetic pierda tiempo volando—. Ahora, ¡usa tus Hojas Mágicas contra los Solrock!
    —Bien Claudia, ¡ahora Masquerain Giga Drenaje contra todos los Solrock que puedas! —inició Flora una nueva orden también.
    —Bien hecho, pero con sólo eso no podrán contra todos —se apresuró a advertirles Runtor—, ¡Umbreon, libérate!, lanza todas las bolas de sombra que puedas, en toda dirección.

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    Los Solrock empezaron a lanzar roca nuevamente y Masquerain atacaba efectivamente con su Giga Drenaje, así que Togetic empezó a despedazar las rocas con sus Hojas Mágicas, y Umbreon dejó de atacar para crear una fría niebla que cada vez se hacía más densa. Cuando los chicos pensaron de nuevo que con eso tenían ganada la batalla, calló a un lado de ellos un gran trozo de roca, y luego otro, y otro; las Hojas Mágicas de Togetic no eran lo suficientemente numerosas como para protegerlos de todas las rocas.

    —¡Oh no!, ¡Togetic, más, más, más rápido! —le indico Claudia a Togetic con un rostro de preocupación muy expresivo.

    Togetic, se esforzaba tanto que en medio de la lluvia y la niebla empezó a sudar frío, y de pronto, en un abrir y cerrar de ojos ya no lanzaba una sólo hoja mágica a la vez, empezó a lanzarlas de cinco en cinco, pero aún con eso, una roca alcanzó a Togetic y lo hizo desplomarse en la arena.

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    «Togetic, que eso no te atemorice, ¡levántate de nuevo continua con todas tus fuerzas!» Gritaba emocionada Claudia arrodillada sobre la arena, es que no pensó que Togetic fuera capaz de resistir tanto, ahora que él había sido afectado sólo una vez no podía rendirse, entonces corrió hacia él, lo tomó entre sus brazos, y cuando Togetic abrió los ojos, miró de frente a Claudia, era la primera que ella lo dejaba pelear hasta el límite, verlo caer al suelo, y aún así confiar en que podía seguir con la batalla un poco más. Eso le bastó a Togetic para sentirse confortable, a pesar de que su cuerpo estaba sudoroso, sucio y un poco herido, así que asintió con la cabeza a lo que Claudia le había dicho y luego de esto, Claudia lo lanzó hacia el aire como si dejase libre a una paloma. Togetic, decidido a terminar con la batalla favorablemente voló hacia el enemigo con mucha más velocidad que antes sin titubear y con la cabeza bien en alto.

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    —¡Ahora centra toda tu energía y... ataca! —gritó Claudia a todo pulmón manteniendo su mano en alto, con intenciones de dirigir el avance de Togetic en el aire en la misma dirección.

    Togetic respondió a esa orden de Clauia con un gran chirrido, y fue cuando veinte grandes, filosas y brillantes hojas del color del arco iris fueron disparadas por Togetic a una velocidad supersónica. Las hojas recorrieron el campo de batalla revoloteando por todos lados y haciendo añicos a todos los Solrock que se le oponían por el camino.

    —¡Perfecto!, sigue así, ¡sigue! —exclamó Claudia.

    Con los ataques de los tres pokémones, el equipo estaba logrando deshacerse de todos los Solrock: con la niebla de Umbreon, la Danza de Luvia y el Giga Drenaje de Maquerain y las Hojas Mágicas de Togetic, poco a poco estaban logrando despejar el camino que estaba completamente ocupado por los Solrock, pero aún les faltaba un poco mas de ayuda para acabar de una vez por todas con todos ellos, y fue cuando Carlos envió a su Dewgong y le ordenó: «¡¡Dewgong, ahora usa el Rayo de Hielo!!» para que éste empezara a disparar trozos de hielo trazadores en todas las direcciones.

    Los trozos de hielo dejaban la arena por donde pasaban completamente congelada, y por esos caminos, los Solrock no se atrevían a acercase para nada.

    —Buen movimiento, Carlos, estamos mejorando —dijo Flora mientras se paraba y corría encima del camino congelado.
    —Si, sólo hay que continuar así —le respondió Carlos.
    —Vamos todos, rápido, ¡libérate Swampert! —dijo diego, mientras tomaba del brazo a Claudia, quien se llevó entre sus brazos al Ditto de la cabina.
    —¡Muy bien, ahora hay que escapar! —dijo a su vez Claudia.
    —Ahí los seguimos —exclamaron al unísono Yami y Renzo.
    —Voy detrás de ustedes, ¡vamos Cyndaquil! —avisó finalmente Runtor, quien no dejaba de mirar hacia atrás para asegurarse que su pequeño pokémon, Cyndaquil, le siguiera los pasos.

    Dewgong se subió en el corredor de hielo seguido por Umbreon. Dewgong sólo se resbalaba sobre el camino y Umbreon debía avanzar rápido con sus patas sin dejar de crear niebla. Sobre lo muchachos estaba Masquerain y Togetic, haciendo también su trabajo: Maquerain seguía haciendo llover para que los Solrock se demoraran en atacarnos, mientras que Togetic contraatacaba con sus Hojas Mágicas.

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    Todos siguieron corriendo hasta que llegaron a una gran depresión en el desierto, la cual no vieron debido a la niebla de Umbreon. Dewgong si pudo divisarla, así que antes de que todos cayeran construyó con una gruesa y ancha capa de hielo en forma de deslizadero, por donde todos se lanzamos sin planearlo.

    Por fin, en la parte más baja de aquella depresión los muchachos estuvieron a salvo, ya habían perdido de vista a los Solrock.

    —Vaya, Dewgong si que debe de ser muy fuerte —comentó Flora—, lo digo por ese camino de hielo sobre la arena caliente que construyó.
    —Si, es que hemos practicado mucho estos últimos días —dijo Carlos respondiéndole.
    —Muy bien Togetic, sabía que podrías resistir un poco más, ¡buen trabajo! —exclamó Claudia para felicitar a su pokémon, mientras acariciaba una de sus mejillas.
    —Ahora sólo falta que vean los ataques directos de Masquerain —aseveró Flora frunciendo el seño levemente.
    —Si, estoy seguro de que será muy efectivo como lo es haciendo lluvia —le dijo Runtor esbozando una sonrisa.
    —¡Efectiva!, es hembra —lo corrigió Flora, a lo que los demás respondieron con vigorosas risas amables.

    Ahora el equipo estaba a salvo, ya tan solo a unos kilómetros de las montañas. Ellos sabían que esas montañas estaban muy cerca del bosque, así que se sentaron tranquilos a comer un poco y algunos a descansar un rato.

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